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La peor reforma para un problerma urgente

Boris Salazar
April 12, 2011

La reforma a la ley 30 pretende aumentar la cobertura, mejorar la calidad,


impulsar la innovación y asegurar la equidad invirtiendo 2.4 billones en los próx-
imos 3 años, de los cuales un poco menos de la mitad –1.21 billones– sería re-
sponsabilidad del estado y el resto correspondería a la iniciativa privada. ¿Cuál
es el incentivo para que la inversión privada descienda, de repente y en tal can-
tidad, sobre la educación superior? Simple: la apertura del sector a la inversión
privada con ánimo de lucro. La motivación no puede ser mejor intencionada:
si las universidades públicas y privadas sin ánimo de lucro no han absorbido a
los centenares de jóvenes que todos los años se gradúan de secundaria, ¿por qué
no dejar a empresarios audaces la tarea que ni el estado ni las universidades
privadas tradicionales han podido realizar? La motivación se hace todavía más
irresistible si tenemos en cuenta que los más pobres y los peor educados son los
que, o no acceden a la educación superior, o si lo hacen no logran graduarse.
Imposible encontrar mejor motivación para una política educativa. Pero lo
que no dicen ni los documentos del Ministerio de Educación, ni los diseñadores
de esta política en el mundo, ni los grandes empresarios más ricos hoy que hace
10 años, es que este sistema es costoso, ine…ciente y fraudulento.
Costoso porque, al contrario de lo que la economía de libro de texto supone,
los precios de la educación con ánimo de lucro no caen hasta su precio más
bajo, a través de la competencia, sino que crecen hasta el límite …jado por los
préstamos y subsidios gubernamentales. En los Estados Unidos, el costo anual
promedio de la educación en una de esas universidades o institutos alcanza US
$31,976. De los cuales US $ 24,957 termina siendo deuda que cae sobre los
hombros de los estudiantes y de sus familias. ([1], 3)
Aunque parezca extraño es el estado el que paga la diferencia entre el precio
de la matrícula y lo que el estudiante o su familia puedan pagar. Ese subsidio
tiene dos formas: becas y préstamos que los estudiantes deben pagar después
de su graduación. En la medida en que la diferencia entre el precio y el pago del
estudiante sea más grande, mayor el préstamo y más grande el endeudamiento
futuro de cada uno. Como la mayoría de los estudiantes que deberán usar esta
opción son pobres, el endeudamiento estará por encima de sus ingresos actuales
y con alta probabilidad por encima de sus ingresos futuros. El problema se
hace más grave si la mayoría de los estudiantes no logra graduarse –como en
efecto ocurre–y si la pequeña minoría que lo hace sólo alcanza empleos de baja
remuneración.

1
Ine…ciente porque en Estados Unidos sólo el 9% de los estudiantes de las
universidades con ánimo de lucro se gradúan, frente al 55% y 65% de las univer-
sidades privadas y públicas tradicionales. Es obvio que esta tasa de graduación
no sólo no permite pagar los préstamos otorgados, sino que es un despilfarro
enorme de recursos estatales y privados. Los únicos que ganan en este esquema
son los empresarios privados, que se embolsillan los fondos estatales, mientras
que los estudiantes se quedan con deudas eternas, y el gobierno y la sociedad
pierden los recursos invertidos. Difícil encontrar un caso más dramático de paso
de los recursos del estado a manos privadas con muy poco bene…cio público.
Difícil también encontrar un país mejor preparado para la captura de los recur-
sos del estado lograda por políticos, contratistas, intermediarios y empresarios
que Colombia. Con un mínimo de suspicacia y de imaginación es fácil entrever
el carrusel de carruseles educativos que ya debe estar listo para apropiarse de
los recursos públicos.
Y es fraudulento porque las universidades con ánimo de lucro han presionado,
convencido y llevado a estudiantes con ingresos familiares y personales muy bajos
para incurrir en préstamos que ellos saben muy bien que no pueden pagar. Lo
hacen porque el incremento del número de estudiantes es la única forma de hacer
crecer sus ingresos. La situación es similar a lo ocurrido con las hipotecas de
dudosa calidad concedidas en los Estados Unidos durante la burbuja inmobiliaria
que condujo al desastre …nanciero global de 2008. La súbita preocupación de
bancos y prestamistas por la falta de vivienda de los más pobres difícilmente
ocultaba sus deseos especulativos. La repentina preocupación por la educación
superior de los más pobres oculta un negocio gigantesco que puede terminar,
como ha estado ocurriendo en los EU en la última década, en gigantesco fraude al
estado y a las ilusiones y a los futuros de los jóvenes más pobres y de sus familias.
Hoy, el gobierno de Obama está intentando regular la burbuja educativa privada
a punto de estallar. ([1]) 1
En Colombia, la salida de afán para la evidente amenaza de riesgo moral en
la educación superior con ánimo de lucro ha sido la vigilancia para controlar
la calidad. Pero es bien conocido que los sistemas basados en la vigilancia y
en el control tienden a ser ine…cientes. ¿Cuántos funcionarios se requerirían
para vigilar el conjunto de las nuevas universidades e institutos creados por la
reforma? ¿Cómo asegurar que la vigilancia se convierta en calidad? Incluso
si el sistema de vigilancia resultara efectivo, los costos serían demasiado altos:
universidades cerradas, programas terminados, estudiantes que han perdido su
tiempo, su dinero y sus ilusiones. Y un estado que habría invertido muy mal sus
recursos. El punto es que los incentivos disponibles no están orientados hacia la
calidad, sino hacia las ganancias rápidas. El sistema, por tanto, no “cierra”: no
hay métodos de vigilancia que produzcan calidad en un sistema cuyos incentivos
reales van en otra dirección.
1 Es curioso que la referencia al texto de Lynch et al. esté en el documento del Ministerior

de Educación Nacional. ¿No lo leyeron? ¿O no extrajeron ninguna consecuencia de su lectura?


¿O si las extrajeron y las ignoraron? ¿O como dijo la representante del Ministerio, “es mejor
hacer un promedio entre las experiencias buenas y las malas”?

2
1 Muchas verdades a medias, una mentira gi-
gantesca
Los documentos del Ministerio de Educación abundan en ejemplos interna-
cionales que mostrarían las bondades sin …n del sistema. Acumulan verdades
a medias, pedazos de verdad, hasta completar una mentira tan grande como el
fraude de la educación con ánimo de lucro en los EU. Los números ayudan, como
ayudan a todos los gobiernos: la matrícula de estudiantes en las universidades
con ánimo de lucro creció en los EU en un 236% entre 1999 y 2009, mientras
que en las tradicionales sólo creció en un 20%. El campus virtual de la más
exitosa de ellas, la Universidad de Phoenix, tenía en 2009 176,000 estudiantes,
y en todos sus campus tiene una población casi tan grande como la de UNAM,
la segunda universidad de América Latina: 238,000 estudiantes. ¿Habrá un
sueño mejor para un gobierno que quiere mostrar cifras y elevar sus niveles de
aprobación?
Pero esos números esconden otros números que ni el Ministerio ni sus asesores
publican. Además de que sólo el 9% de los estudiantes matriculados se gradúan
en las universidades con ánimo de lucro, el gigante de ese tipo de negocios, la
Universidad de Phoenix recibió más de un billón de dólares en becas y préstamos
sólo en el periodo 2009-2010. En promedio, el nuevo sector deriva el 66% de sus
ingresos de fondos estatales, y 15% de esas instituciones derivan entre el 85 y el
90% de sus ingresos de otra forma de ayuda estatal denominada Title IV. ([1],
2) En últimas es dinero estatal que termina, en una proporción no despreciable,
en manos privadas, mientras que los estudiantes y sus familias se quedan con
deudas impagables y con una educación de dudosa calidad. 2
Consideren el caso del Brasil. Sí, es cierto que hoy el 92% de las IES son
pequeñas empresas, la mayoría con ánimo de lucro, que cubren la demanda por
educación de los más pobres y peor preparados. Pero también es cierto que la
educación que brindan es de muy baja calidad, centrada en docencia repetitiva
y dirigida a la obtención de credenciales para acceder a empleos de baja remu-
neración. Y también es cierto que el gobierno del Brasil no ha dejado de invertir
en la educación superior pública de alta calidad y que, además, está invirtiendo
casi un 2% de su PIB en ciencia y tecnología. No por casualidad entre las
mejores cinco universidades de América Latina cuatro son del Brasil y públicas.
Más aún: el gobierno del Brasil inició en 2004 uno de los planes más ambiciosos
para transformar el conjunto de su sistema educativo: la enseñanza basada en
la ciencia para los más pobres. Con una inversión privada y gubernamental que
ya pasa de los 50 millones de dólares han creado centros de enseñanzas en los
lugares más pobres del Brasil, con currículos basados en la ciencia y en hacer
ciencia. El plan es crear 354 centros de ese tipo en todo el país.
Como lo dice Miguel Nicolelis, el neurocientí…co artí…ce del programa:

Lo bacano es que no estamos hablando de construir un edi…cio o


2 Es fácil ver la calidad de la investigación “aplicada” realizada por esas universidades en

la página de la Universidad de Phoenix: ni siquiera alcanzan a estar equivocados.

3
una carretera, [sino] de cómo educar a los pelados de un país como
el nuestro usando la ciencia como la fuerza motriz.([2], 75)

Aquí está la diferencia más fuerte entre lo que pretende la propuesta del
gobierno colombiano y lo que están haciendo los países que sus asesores citan
como los modelos por imitar: Tanto en Brasil, como en los llamados “tigres
asiáticos”, y en China, gobiernos y sociedades están comprometidos en trans-
formar sus sistemas educativos para tener sociedades más iguales y más justas.
A primera vista parece lo mismo que quiere el gobierno colombiano, pero no lo
es. La diferencia está en el tipo de apuesta en el que se comprometen gobiernos
y sociedades. Mientras que lo propuesto en Colombia, y lo que han intentado en
los Estados Unidos, es la típica apuesta especulativa, que termina enriqueciendo
a unos pocos y hundiendo en la pobreza a la mayoría, las apuestas de los otros
países mencionados son de otra especie.
Por supuesto, actúan hoy para alcanzar un objetivo deseado en un futuro
incierto, pero no son ni especulativos ni mezquinos en sus apuestas. Invertir
más del 2% del PIB en ciencia y tecnología, o usar la ciencia para superar la
ignorancia, la pobreza y la inferioridad, o crear 30 nuevas universidades de clase
mundial (como lo hizo China), suponen una extrema con…anza en la capacidad
de sus ciudadanos y unas prioridades distintas a las que dominan en la propuesta
del gobierno colombiano.

2 La renuncia del estado


El facilismo extremo con el que el gobierno intenta renunciar a su responsabili-
dad de dirigir la educación y el futuro de los colombianos, descargándola sobre
el sector privado, haciendo uso de los mecanismos menos e…cientes y más fraud-
ulentos, hace pensar en una renuncia deliberada a su responsabilidad de dirigir
la política educativa. Una renuncia que parece compatible con la captura del es-
tado por intereses privados, con su escaso margen de maniobra económica, y con
las restricciones impuestas por la guerra, la deuda y el pasivo pensional. Quizás
en la renuncia del gobierno a aprovechar la oportunidad de transformar todo
el sistema educativo para avanzar hacia la innovación y la igualdad, hay una
fractura más profunda del estado colombiano. Un estado prisionero de intereses
privados, sin control sobre sus recursos, y restringido por políticas mezquinas y
suicidas no puede dirigir los procesos de cambio que la educación y la sociedad
colombianas requieren con urgencia.
El problema planteado por la reforma es real: la cobertura actual de la
educación superior reproduce y profundiza la desigualdad. Pero la solución
elegida es la peor entre muchas disponibles. Hará más fuerte la desigualdad,
transferirá recursos públicos a manos privadas, aumentará una corrupción ya
de por sí desbordada, dejará endeudados a centenares de miles de jóvenes y a
sus familias, y alejará aún más al país de la educación de calidad requerida para
la innovación y el desarrollo. Una propuesta seria pasa por reformar el conjunto
del sistema educativo, empezando por la primaria y la secundaria, aumentar la

4
inversión en ciencia y tecnología y llevar la mejor educación posible a los más
pobres y vulnerables –incluyendo la creación de nuevas universidades públicas.
Para lograrlo se requeriría de una fuerte inversión estatal y de un cambio radical
en las prioridades del gobierno y de la sociedad.

References
[1] Mamie Lynch, Jennifer Engle, and José L. Cruz. 2010. Subprime Opportu-
nity: The Unful…lled Promise of For-Pro…t Colleges and Universities, The
Education Trust, November: 1-8.

[2] Christine Soares. 2008. Building a Future on Science, Scienti…c American


298: 72-77.

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