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SI EN VERDAD ERES SALVO...

“ACEPTARÁS LA REPRENSIÓN”
(Mayo – 1 – 2011)

INTRODUCCIÓN
En su carta a los gálatas, el apóstol Pablo narra un hecho interesante y
sorpresivo:
Ga. 2:11-14 “Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara,
porque era de condenar. Pues antes que viniesen algunos de parte de Jacobo, comía
con los gentiles; pero después que vinieron, se retraía y se apartaba, porque tenía
miedo de los de la circuncisión. Y en su simulación participaban también los otros
judíos, de tal manera que aún Bernabé fue también arrastrado por la hipocresía de
ellos. Pero cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio,
dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como
judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar?”
¿Alguna vez te han reprendido por haber hecho algo que tú sabías era indebido?
¿Cómo reaccionaste? La manera en que reaccionamos dice mucho de lo que realmente
somos, como enseñan las Escrituras:
Pr. 9:7,8 “El que corrige al escarnecedor, se acarrea afrenta; el que reprende
al impío, se atrae mancha. No reprendas al escarnecedor, para que no te aborrezca;
corrige al sabio, y te amará”
Como leemos, la Biblia llama escarnecedor o impío al que no acepta una
reprensión justa. También llama sabio al que recibe y agradece la reprensión. Ahora
bien, como el hombre sabio, según Mt. 7:24-27 es el que edifica su casa sobre la roca, la
cual es Cristo, entonces, quien recibe de buena manera una reprensión, manifiesta que
es verdaderamente un hijo de Dios.
Para ilustrar este principio, que sin duda debe poner a temblar a más de uno, que
acostumbra reaccionar con ira cuando es reprendido por alguna mala conducta, vamos a
estudiar dos casos contrastantes en la Biblia. Empecemos.

I.- EL REY DAVID REPRENDIDO POR NATÁN


¿Era David realmente un hijo de Dios? Sin duda que sí:
1) Él fue ungido de Jehová por Samuel para ser rey sobre Israel.
1S. 16:13 “Y Samuel tomó el cuerno del aceite, y lo ungió en medio de sus
hermanos; y desde aquel día en adelante el Espíritu de Jehová vino sobre David...”
2) Fue llamado un varón conforme al corazón de Jehová.
Hch. 13:22 “Quitado éste, les levantó por rey a David, de quien dio testimonio
diciendo: He hallado a David hijo de Isaí, varón conforme a mi corazón, quien hará
todo lo que yo quiero”
3) Al mismo Señor Jesús se le llamó: Hijo de David.
Lc. 18:38 “Entonces dio voces, diciendo: ¡Jesús, Hijo de David, ten
misericordia de mí!” (Un ciego junto al camino a Jericó)
David amó a Dios y compuso muchos de los bellos salmos que tenemos en la
Biblia, como por ejemplo el salmo 23 que dice: Jehová es mi pastor, nada me faltará. Y
está en la lista de los héroes de la fe que se encuentra en Hebreos 11.
Sí, David fue salvo, fue realmente un hijo de Dios, pero.....no era perfecto, nadie
lo es. Por eso, cuando cayó en pecado, necesitó ser reprendido, como todos nosotros
podemos necesitarlo en ocasiones. La cuestión es, ¿cómo reaccionó David cuando fue
amonestado? Recordemos esta historia en la vida de David:
A) Su pecado
Un día que David paseaba por la terraza de su casa, vio a una hermosa mujer que
se bañaba en la casa vecina y se interesó en ella:
2S. 11:3 “Envió David a preguntar por aquella mujer, y le dijeron: Aquella es
Betsabé hija de Eliam, mujer de Urías heteo”
Es bien conocido que el hombre se excita por el sentido de la vista, y David no
era la excepción; por eso la Biblia ordena a las mujeres:
1Tim. 2:9 “Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y
modestia...”
Sin embargo, al enterarse David que aquella mujer era casada, debió olvidarse
de Betsabé, pero no lo hizo:
2S. 11:4 “Y envió David mensajeros, y la tomó (como se dice ahora: la levantó);
y vino a él, y él durmió con ella. (Nótese que no dice: la conoció) Luego ella se purificó
de su inmundicia, y se volvió a su casa”
Así, David había violado a sabiendas la ley de Dios que dice: No cometerás
adulterio, delito que se pagaba con la pena de muerte. Y para agravar más su situación,
resultó que la mujer quedó embarazada. ¿Qué podía hacer? David ideó un plan; mandó
traer del campo de batalla a su marido Urías para que pasara unos días en su casa con su
mujer y creyera que el hijo era suyo. Pero Urías no quiso entrar a su casa pues no le
parecía justo que, mientras otros hombres estaban en el campo de batalla, él estuviera
disfrutando de su mujer. Entonces, David ideó otro más perverso plan:
2S. 11:14,15 “Venida la mañana, escribió David a Joab una carta, la cual envió
por mano de Urías. Y escribió en la carta, diciendo: Poned a Urías al frente, en lo más
recio de la batalla, y retiraos de él, para que sea herido y muera”
Así, David fue el autor intelectual de la muerte de Urías, violando otro
importante mandamiento que dice: No matarás.
B) La reprensión
Bien, David había deliberadamente pecado contra Betsabé, contra Urías, y sobre
todo, contra Dios. Y Dios, al hijo que ama, disciplina. Fue así que envió al profeta
Natán para reprender al rey David (una tarea nada fácil para Natán). Natán fue ante el
rey y le contó una historia de un hombre rico que tenía muchas ovejas, que tenía un
vecino pobre con una sola oveja que quería mucho, como si fuera su hija. Un día, el
hombre rico recibió una visita en su casa, y para agradar a su visitante, no quiso matar
una de sus muchas ovejas, sino que le quitó al vecino su única oveja, la guisó y le
ofreció una comida a su visita. Al oír esto, David se enojó y dijo: el que tal hizo es
digno de muerte. Las palabras que a continuación dijo Natán, cimbraron a David:
2S. 12:7 “Entonces dijo Natán a David: Tú eres aquel hombre...”
C) Su reacción
Tomemos en cuenta esto, David era el rey de Israel; quienquiera que lo
amonestara estaría por debajo de su jerarquía. ¿Cómo reaccionarías tú si alguien inferior
en autoridad te reprendiera? ¿Reaccionarías con humildad como un hijo de Dios
aceptando la reprensión, o con orgullo como los hijos del diablo?
Ahora, veamos la reacción de David:
2S. 12:13 y 15 “Entonces dijo David a Natán: Pequé contra Jehová. Y Natán
dijo a David: También Jehová ha remitido tu pecado; no morirás... Y Natán se volvió a
su casa”
David, no trató de justificarse de ninguna manera, no discutió con Natán, no
negó su pecado, no maldijo ni amenazó ni le hizo daño alguno a Natán... David
reconoció su pecado. Y al saberse inmerecidamente perdonado, compuso un salmo:
Sal 32:5 “Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis
transgresiones a Jehová; y tú perdonaste la maldad de mi pecado”

II.- EL REY HERODES REPRENDIDO POR JUAN EL BAUTISTA


A) Su pecado
Este es otro caso de adulterio de un rey, pero con un desenlace muy distinto.
Entre los actos de inmoralidad prohibidos por Dios en su ley dada al pueblo de Israel, se
encuentra esta, relativa a un caso especial de adulterio:
Lv. 18:16 “La desnudez de la mujer de tu hermano no descubrirás; es la
desnudez de tu hermano” [por cuanto son una sola carne]
Lv. 20:21 “Y el que tomare la mujer de su hermano, comete inmundicia; la
desnudez de su hermano descubrió; sin hijo serán”
Y este era el pecado que estaba cometiendo el rey Herodes. Ahora, esto está en
la ley que Dios dio a Moisés para guardar la santidad en el pueblo de Israel; pero, ya sea
que Herodes conociera o no de esta ley, no hace falta ser judío o haber leído la Biblia,
porque los seres humanos no somos animales que no tienen conciencia del bien y del
mal. Todos nosotros, incluyendo los ateos, tenemos algo que se llama conciencia, que
nos dice cuando algo está bien o está mal. Aunque por fuera la gente diga: “Esto no
tiene nada de malo”, por dentro saben que está mal; pero lo dicen y lo repiten muchas
veces, para convencer, no a los demás, sino a ellos mismos. De modo que, el rey
Herodes sabía que estaba haciendo mal teniendo a la mujer de su hermano Felipe.
B) Reprensión y reacción
El punto ahora es, ¿cómo reaccionó Herodes cuando un profeta de Dios, Juan el
Bautista, lo reprendió por su pecado? Veamos:
Mt. 14:1-4 “En aquel tiempo Herodes el tetrarca oyó la fama de Jesús, y dijo a
sus criados: Este es Juan el Bautista; ha resucitado de los muertos, y por eso actúan en
él estos poderes. Porque Herodes había prendido a Juan, y le había encadenado y
metido en la cárcel, por causa de Herodías, mujer de Felipe su hermano; porque Juan
le decía: No te es lícito tenerla”
Nótese la gran diferencia entre la manera de responder a la reprensión que hay
entre el rey David y el rey Herodes: Natán regresó en paz a su casa, en cambio, Herodes
ordenó encadenar y encarcelar a Juan, para que no lo estuviera amonestando. Y aún su
disgusto fue tanto, que aunque sentía cierto aprecio por Juan, deseó matarlo pero se
contuvo:
Mt. 14:5 “Y Herodes quería matarle, pero temía al pueblo; porque tenían a
Juan por profeta”
Herodes reaccionó como muchos hombres orgullosos que no permiten que
alguien “inferior” les llame la atención, pero se contuvo hasta cierto punto. La que no se
contuvo fue la adúltera y perversa mujer de Herodes, quien se aprovechó muy bien de
las debilidades del lujurioso Herodes, usando a su propia hija para deshacerse de Juan.
Mt. 14:6-11 “Pero cuando se celebraba el cumpleaños de Herodes, la hija de
Herodías danzó en medio, y agradó a Herodes, por lo cual éste le prometió con
juramento darle todo lo que pidiese. Ella, instruida primero por su madre, dijo: Dame
aquí en un plato la cabeza de Juan el Bautista. Entonces el rey se entristeció; pero a
causa del juramento, y de los que estaban con él a la mesa, mandó que se la diesen, y
ordenó decapitar a Juan en la cárcel. Y fue traída su cabeza en un plato, y dada a la
muchacha; y ella la presentó a su madre”
Muy pero muy diferente a la reacción de David, fue la reacción de este par de
impíos Herodes y Herodías. ¿Por qué? Se los voy a contestar con otra pregunta: ¿Era
salvo Herodes? R = No. Por eso actuó así, lo mismo que Herodías.

CONCLUSIÓN
David y Herodes, cada uno reaccionó como lo que era: uno, un hijo de Dios; y el
otro, un hijo del diablo
La conclusión es obvia: Si en verdad eres salvo..... Aceptarás la reprensión,
reconociendo tu pecado, arrepintiéndote de él, pidiendo perdón a Dios, y... sin
aborrecer a quien te reprende

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