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COLOMBIA
“servicios de salud deben ser apropiados desde el punto de vista cultural, e
s decir, tener en cuenta los cuidados preventivos, las prácticas curativas y
las medicinas tradicionales (…). Para las comunidades indígenas,
la salud del individuo se suele vincular con la salud de la sociedad en su co
njunto y presenta una dimensión colectiva”1.
Los avances normativos relacionados con el derecho a la salud de los pueblos indígenas en
Colombia se han venido desarrollando con un mayor énfasis en la década de los años 90.
La garantía del derecho a la salud, en el comienzo tuvo un carácter asistencialista y después
como consecuencia de diferentes avances normativos y procesos de lucha y resistencia se
han conformado propuestas comunitarias de salud indígena.
Para abordar este tema es importante tener como base la Constitución Política de 1991 y la
creación de las Leyes 100 de 1993 y 691 de 2001.
Sin embargo es necesario también plantear que antes de 1990, se presentan algunos
avances en el derecho a la salud de los pueblos indígenas. Avances que se encuentran
enmarcados en un contexto caracterizado por la asimilación de los pueblos indígenas por
parte del Estado. El derecho a la salud es garantizado por medio del acceso a la atención en
salud, sin embargo con el paso de los años, es relevante en la media en que se refuerza el
carácter asistencialista del derecho a la salud y se desarrollan propuestas comunitarias de
salud.
1
COMISIÓN INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS. Derechos de los pueblos indígenas
y tribales: Normas y jurisprudencia del Sistema Interamericano de Derechos Humanos. OEA.
Documentos oficiales. 30 de Diciembre de 2009. p. 69
Si bien en años anteriores a 1990 se desarrollan importantes avances en materia normativa e
implementación de políticas públicas que tienen como finalidad garantizar el derecho a la
salud de los indígenas, pero como se expuso anteriormente el carácter asistencialista es
característico del accionar de los diversos aparatos de Estado, el derecho a la salud se
garantiza en la medida en que se logra extender los servicios de salud a las comunidades,
servicios que no cuentan con un enfoque intercultural.
El sistema de seguridad social integral contemplado en la Ley 100 de 1993 está compuesto
por las pensiones, la salud y la atención de riesgos profesionales. El sistema de seguridad
social en salud en el Libro II plantea que el Sistema General de Seguridad Social en Salud
(SGSS) está conformado por las siguientes instituciones:
2
CONSTITUCIÒN POLÌTCA DE COLOMBIA.
de salud; Las instituciones encargadas de prestar el servicio de Salud son las IPS, las
cuales pueden tener un carácter, privado, público y mixto3.
Con la Ley 100 de 1993 el sistema de salud quedó dividido en tres partes: Régimen
Contributivo, Régimen Subsidiado y Vinculados. Los dos anteriores tienen un carácter
permanente a diferencia de los vinculados. El régimen contributivo se caracteriza por el
pago de una cotización, individual y familiar, y la vinculación mediante contrato de trabajo,
excepto las personas pensionadas. El Régimen Subsidiado se caracteriza por el pago de una
cotización subsidiada, total o parcialmente, con recursos fiscales o de solidaridad por parte
del Estado. Las personas que hacen parte de este régimen son aquellas que no tienen
capacidad de pago. La población indígena, en su mayoría, está afiliada a este régimen
porque son consideradas pobres y vulnerables. Los vinculados son aquellas personas que
por motivos de incapacidad de pago y mientras logran ser beneficiarios del régimen
subsidiado tendrán derecho a los servicios de atención en salud que prestan las instituciones
públicas y aquellas privadas que tengan contrato con el Estado en caso de emergencia.
En cuanto a la posición de los pueblos indígenas sobre la Ley 100 es importante resaltar la
falta de consulta y participación en la creación de la ley afectando la autonomía indígena,
además, la consideración de la salud como un servicio público y no como un derecho
constituye una de las principales diferencias. A partir de lo anterior, las organizaciones
indígenas han manifestado su oposición a la Ley 100 porque esta no fue consultada con los
pueblos indígenas, por lo tanto, no tiene en cuenta los procedimientos de consulta previa
establecidos en el Convenio 169, ratificado por Colombia mediante la Ley 21 de 1991.
Mediante estos actos se observa una imposición y un carácter asistencialista del derecho a
la salud de los pueblos indígenas. Es decir, la participación en el sistema de salud es
comprendida por el Estado, mediante la ley, como el acceso a la atención en salud, mientras
3
Congreso de la República. “Ley 100 de 1993 Por la cual se crea el sistema de seguridad social integral y se
dictan otras disposiciones”. Artículo 155
4
PORTELA, Hugo. “La epidemiología intercultural: Argumentaciones, requerimientos y propuestas”, 2008.
p. 47
que el fomento y desarrollo de iniciativas propias en salud no son plenamente garantizadas
a pesar de que la participación sea un principio rector.
Por otra parte, en la Ley 100 la medicina tradicional no fue articulada, es decir, no se tuvo
en cuenta la cosmovisión de los pueblos indígenas en la estructuración del sistema de salud,
siendo, en la práctica, la base y origen de las divergencias.
5
Guamá, Lucy. Indígenas sin derechos, 2007. p. 244.
Por otro lado, la reforma a la Ley 100 por medio de la Ley 1122 de 2007 afecta seriamente
a los indígenas porque ahora se establece el Plan Nacional de Salud Pública, el cual
representa un obstáculo para que las comunidades gestionen sus necesidades en salud,
porque esas directrices provienen del orden nacional.
En la práctica, en el último Plan Nacional de Salud Pública 2007-20106 de la
administración Uribe se expuso que debía seguir las directrices del plan y dispuso que se
realizaran acciones para desarrollar el trabajo de forma coordinada entre investigación y
estructuración de modelos de medicina tradicional. Disposiciones que son muy generales y
no responden a las especificidades y diversas realidades organizativas, sanitarias y
epidemiológicas de los pueblos indígenas del país burocratizado.
Con la expedición de la Ley 691 se observa una etapa más de un proceso bio-político y la
re-insurrección del saber de las medicinas tradicionales en la medida en que los discursos
unitarios, que antes los han descalificado y después cuando
Reaparecieron los ignoraron, están probablemente dispuestos a anexionárselos, a
retomarlos en sus propios discursos y a hacerlos actuar en sus efectos de saber y poder. Es
decir, en un primer momento con la conquista se ha establecido un nuevo orden que
extendió sus redes hasta en las prácticas médicas y descalificación de la medicina
tradicional. Posteriormente, las políticas de Estado relacionadas con la población indígena
tenían un carácter asistencialista y el saber de las medicinas tradicionales no era tenido en
cuenta en la prestación del servicio de salud.
6
Ministerio de la Protección Social. “Decreto 3029 de 2007 por el cual se adopta el plan nacional de salud pública 2007-
2010. Literal H. En el literal h de las estrategias para fortalecer la gestión para el desarrollo operativo y funcional del Plan
Nacional de Salud pública (Objetivo 10) se establece “Coordinación interinstitucional y comunitaria para la estructuración de
los modelos de salud de los pueblos indígenas e investigación sobre la medicina tradicional”. Es decir lo que se observa en
la práctica es una subsunción por parte del plan de salud pública del saber de la medicina tradicional más que el desarrollo
de un proceso intercultural en salud.
PROSPECTIVAS EN SALUD COMO PROCESOS DE PERVIVENCIA Y
RESISTENCIA EN EL RESGUARDO INDIGENA DE SAN LORENZO.
7
ONIC. Derechos de los pueblos indígenas y sistemas de jurisdicción propia, 2007. p. 15.
8
ONIC, Derechos de los pueblos indígenas y sistemas de jurisdicción propia. p.16
lo establecen los principios fundamentales estipulados en los estatutos internos de la
organización, el desarrollo y aplicación de la jurisdicción propia de la comunidad ha
conllevado la creación de diferentes propuestas que tienen como finalidad el ejercicio y
fortalecimiento de la autonomía y la supervivencia como pueblo.
Mediante el ejercicio de la autonomía y el gobierno propio del Resguardo indígenas de San
Lorenzo se realiza la prospectiva de construcción de una propuesta de salud donde se
articulen dos procesos: el Proceso político-organizativo y administrativo en salud y el
sistema de salud indígena, cuyos ejes transversales son la ley de origen, el sistema jurídico
propio y la creación de un Régimen especial indígena en salud, como elemento articulador
con el sistema hegemónico.
Para los indígenas del Resguardo de San Lorenzo en su concepto de cultura se incluye los
aspectos que se relacionan con la salud en un enfoque integral hombre - naturaleza. Donde
se expresa el sabor agradable de las cosas, la felicidad en el sentido de bienestar, desde
luego expresa la recuperación de una persona después de un estado de enfermedad, la
reconciliación de las personas en conflicto. En síntesis es una abstracción de la armonía,
donde se encierra los conceptos de permanencia de la vida, el territorio y el resultado de ese
proceso.
En coherencia las acciones de salud orientadas a mejorar la calidad de vida de los indígenas
debe superar la posición de ser una expresión demagógica dentro del sistema de salud que
continua reproduciéndose con políticas, acciones y practicas descontextualizadas desde la
realidad de los pueblos indígenas para convertirse en una acción permanente de valoración
y respeto de la diversidad cultural de nuestro país.
En coherencia las acciones con enfoque intercultural desde una racionalidad técnica
instrumental, una racionalidad ética normativa y una racionalidad estética cultural, no dan
cabida a las relaciones de superioridad y dominación sino que favorecen el surgimiento de
soluciones a los problemas de salud de los indígenas lo que permite seguir creciendo como
pueblos saludables donde la medicina tradicional sea más visibilizada como una gran
fortaleza en los modelos de salud interculturales de los pueblos indígenas.
De esta manera la concepción de la construcción de un modelo propio en salud, se
convierte en una prioridad planteada desde los planes de vida de las comunidades
indígenas, en la lucha permanente de conservar y revolucionar no solo practicas sino
pensamientos y conocimientos que finalmente den cuenta de unos asuntos estructurales de
inclusión y respeto por la identidad y cultura indígena.