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LA PROMESA DE UN LIBERTADOR

MENSAJE DE ADVIENTO PARTE 2

En la historia de la humanidad, ha habido muchos liberadores humanos que han dejado su


huella en este mundo, debido a que sus notables descubrimientos o logros han librado a
la humanidad de muchos males. En el campo de la medicina, Edward Jenner quien
descubrió la vacuna y sentó las bases para la inmunología. Louis Pasteur quien
descubrió que las enfermedades eran causadas por microbios, y esto inició el estudio de
bacterias y virus. Para los ciegos, Louis Braille. Liberó a los ciegos al permitirles leer
utilizando el sistema de impresión Braille que él inventó. En el campo de los derechos
humanos, William Wilberforce por la abolición de la esclavitud en Inglaterra y fue
seguido en Estados Unidos por Abraham Lincoln.

En la Biblia tenemos un registro de una gran liberación de esclavos: la liberación de la


nación de Israel de la esclavitud en Egipto, y la promesa de la tierra que Dios le había
dado a Israel.

Dios usó a Moisés y Josué para traer esta liberación. Moisés sacó a Israel de Egipto y
Josué entregó al pueblo de Israel la tierra de Canaán, estos dos fueron los primeros
libertadores de la nación de Israel. Hebreos 3: 1-6; 4:1-12 los menciona con el propósito
específico de resaltar el contraste entre ellos y Cristo como nuestro más grande y mejor
Libertador.

A. Cristo, mayor libertador que Moisés

1. La vida de Moisés

-Moisés fue el salvador esperado por Israel para ser libertados del poder de la esclavitud
de Faraón.

-Moisés nació en una familia levita en Egipto en un momento de gran angustia cuando el
faraón de Egipto mando a masacrar a todos los bebés hombres israelitas 1500 antes del
nacimiento de Cristo.

-Moisés fue salvado de la muerte al ser llevado por el río Nilo en una canasta por su
hermana mayor, luego una princesa egipcia lo encontró y lo crio como su propio hijo. Y así
Moisés creció como un príncipe egipcio. A la edad de 40 años, Moisés decidió ayudar a su
propio pueblo, pero fracasó por completo porque quiso hacerlo con sus propios métodos.
-Mató a un capataz egipcio que golpeaba a un israelita y luego escapó de Egipto y pasó
los siguientes 40 años como pastor en el desierto.

-Ahí fue que Dios lo llamó desde una zarza ardiente y lo envió para liberar a Su pueblo de
Egipto. A través de Moisés, Dios provocó diez poderosas plagas contra los egipcios, y
cuando finalmente los israelitas fueron liberados, el faraón envió a sus ejércitos para
destruirlos en el Mar Rojo. Dios obro un milagro asombroso por medio de Moisés: el Mar
Rojo se abrió en dos para permitir que los israelitas huyeran de los egipcios. Los ejércitos
de Egipto fueron destruidos por las aguas. Moisés continuó dirigiendo a los israelitas
hasta que llegaron a la frontera de Canaán, donde él murió.

-El pueblo judío lo reverencia como el más grande libertador de Israel a través de quien
Dios les dio los primeros cinco libros de la Biblia. Moisés se interponía entre Dios y los
israelitas, para llevarles Su Palabra o para interceder por ellos ante Dios cuando pecaban.
Para el pueblo de Israel, Moisés fue ese libertador que esperaban y que Dios les envió
para salvarlos de la opresión de Egipto y para llevarlos a la tierra prometida.

Hay una clara similitud entre Moisés y Cristo. Ambos nacieron bajo circunstancias
similares de persecución, ambos fueron intermediarios entre Dios y Su pueblo. Ambos
fueron esperados con gran expectación y ambos fueron enviados por Dios para librar
a Su pueblo.

¡Pero hay un libertador más grande que Moisés, es Cristo!

Hebreos 3: 1-6 MOISÉS Y JESÚS

Por lo tanto, hermanos, ustedes que han sido santificados y que tienen parte en el mismo
llamamiento celestial, consideren a Jesús, apóstol y sumo sacerdote de la fe que
profesamos. 2 Él fue fiel al que lo nombró, como lo fue también Moisés en toda la casa de
Dios. (Aquí está el primer punto de comparación entre ellos: ambos fueron fieles) 3
De hecho, Jesús ha sido estimado digno de mayor honor que Moisés, así como el
constructor de una casa recibe mayor honor que la casa misma. 4 Porque toda casa tiene
su constructor, pero el constructor de todo es Dios. (Aquí encontramos el segundo
punto de comparación: Moisés no tiene la distinción de ser el constructor de la casa,
pero Cristo sí). Moisés fue fiel como siervo en toda la casa de Dios, para dar testimonio
de lo que Dios diría en el futuro.  6 Cristo, en cambio, es fiel como Hijo al frente de la casa
de Dios. Y esa casa somos nosotros, con tal que mantengamos  nuestra confianza y la
[a]
esperanza que nos enorgullece. (la diferencia mencionada aquí entre un siervo y un
hijo, así como el cambio de preposición de 'en la casa' al frente de la casa')

-Moisés fue fiel en toda su casa' (la 'casa' aquí se refiere a la nación de Israel). Si Moisés no
hubiera sido fiel en llevar a cabo todas las tareas que Dios le envió a hacer en Egipto,
nunca podría haber liberado a Israel de Egipto.

-Pero Cristo fue fiel para llevar a cabo la obra que Dios le envió a hacer en el mundo, y por
Su fidelidad, Su casa (refiriéndose a nosotros la iglesia) hemos sido liberados de la
esclavitud del pecado.

Mateo 1:20-21 20 Pero, cuando él estaba considerando hacerlo, se le apareció en sueños


un ángel del Señor y le dijo: «José, hijo de David, no temas recibir a María por esposa,
porque ella ha concebido por obra del Espíritu Santo. 21 Dará a luz un hijo, y le pondrás por
nombre Jesús,[c] porque él salvará a su pueblo de sus pecados».

-Aunque Moisés fue un gran líder, era solo un sirviente en la casa. Un siervo no es dueño
de nada y no tiene autoridad sobre la casa. Simplemente cumple las órdenes que recibe.
Pero Jesús es más que un siervo. Él es el Hijo, lo que significa que es el heredero legítimo
de toda la casa. Además, Él también es quien realmente construyó la casa. Esto significa
que tiene todo el derecho a reclamar la propiedad y la autoridad sobre la casa.

-Dios preparo a Moisés para que fuera un anticipo del libertador que enviaría después. Su
ministerio como libertador estaba destinado a ser un anticipo de un libertador mayor que
él. Y este ministerio finalmente se cumplió en Cristo. El mismo Moisés predijo la venida de
Cristo en Deuteronomio 18:15 “El SEÑOR tu Dios levantará de entre tus hermanos un
profeta como yo. A él sí lo escucharás. '
Claramente Cristo es digno de más honor y de más gloria que Moisés.

Aplicación: si el pueblo de Israel espero con tanto deseo y hambre la llegada de un


Libertador y dio honor y gloria a Moisés por haberlos libertado de la esclavitud en Egipto,

¡Cuanta más anticipación y deseo tenemos que tener nosotros por la llegada de Jesucristo
y cuanta más gloria y honor deberíamos dar a nuestro Señor Jesucristo, que el más grande
Libertador, que nos libró de la esclavitud del poder del mal y nos salvó de nuestros
pecados!

¿Tu ya has sido librado del poder del pecado? ¿Ya has sido salvado de tus pecados?

Dios a designado a Jesús como el mayor de los profetas prometidos para que las personas
de todo el mundo lo oigan (Obedezca) ¿Tu ya estas oyendo su voz? ¿Obedeciendo sus
palabras?

3. La desobediencia de Israel en el tiempo de Moisés

Esto nos lleva a otro punto de comparación que en Hebreos usa para el resto del capítulo:
una comparación de la obediencia que deberíamos tener a Cristo y la desobediencia
de Israel en el tiempo de Moisés.

HEBREOS 4:1-11  Cuidémonos, por tanto, no sea que, aunque la promesa de entrar en
su reposo sigue vigente, alguno de ustedes parezca quedarse atrás. 2 Porque a nosotros,
lo mismo que a ellos, se nos ha anunciado la buena noticia; pero el mensaje que
escucharon no les sirvió de nada, porque no se unieron en la fe a los que habían
prestado atención a ese mensaje. 3 En tal reposo entramos los que somos creyentes,
conforme Dios ha dicho:

«Así que, en mi enojo, hice este juramento:


    “Jamás entrarán en mi reposo”».
[b]



Sin embargo, todavía falta que algunos entren en ese reposo, y los primeros a quienes
se les anunció la buena noticia no entraron por causa de su desobediencia. 

Los israelitas se rebelaron contra Dios varias veces durante todo su viaje a la Tierra
Prometida.

1. Ni bien salían de Egipto y blasfemaron contra Dios porque los ejércitos de faraón
venían detrás de ellos antes de cruzar el mar.
2. La vez que en el monte de Sinaí se hicieron un becerro de oro para adorarlo.
3. La vez que discutieron con Moisés y exigieron a Dios agua y él les hizo salir agua
de la roca en el desierto.
4. La rebelión de Core cuando Dios abrió la tierra y muchos murieron.
5. La vez que ellos quisieron rebelarse contra Moisés y Dios envió serpientes para
matar a todos, pero Moisés intervino para que cesara la muerte.
6. La vez que exigieron carne porque estaban cansados de comer el mana del cielo.
7. La constante apostasía de los israelitas que hacían sacrificios de animales en el
desierto a sus dioses.
8. Pero la peor rebelión tuvo lugar en la frontera de Canaán, después de que los
israelitas enviaron doce espías para inspeccionar la fuerza militar de los cananeos.
Pero diez de los espías trajeron un informe muy desalentador: afirmaron que los
cananeos eran demasiado fuertes para luchar contra ellos. Solo dos espías, Josué y
Caleb, alentaron a Israel a enfrentar el desafío de conquistar Canaán con la ayuda de
Dios.

-Desafortunadamente, los israelitas optaron por escuchar a los diez espías en vez de
las ordenes de Dios y estalló una gran rebelión. Decidieron apedrear a Moisés y a
Aron y regresar a Egipto. Pero Dios intervino y los sentenció a 40 años de vagar por
el desierto. Al final de estos 40 años, todos los que se habían rebelado contra Dios
murieron y hasta que sus hijos tuvieran la edad suficiente para entrar a la Tierra
prometida.

Esto forma el trasfondo de las palabras en los versículos 7- 7 Por eso, Dios volvió a fijar
un día, que es «hoy», cuando mucho después declaró por medio de David lo que ya se ha
mencionado: «Si ustedes oyen hoy su voz, no endurezcan el corazón». 8 Si Josué les
hubiera dado el reposo, Dios no habría hablado posteriormente de otro día. 9 Por
consiguiente, queda todavía un reposo especial  para el pueblo de Dios; 10 porque el
[e]

que entra en el reposo de Dios descansa también de sus obras, así como Dios descansó de
las suyas. 11 esforcémonos, pues, por entrar en ese reposo, para que nadie caiga al seguir
aquel ejemplo de desobediencia.

Cuán terrible debe haber sido para aquellos que cayeron bajo este terrible juicio de
Dios 'No entrarán en Mi reposo'. Después de todo el tiempo y esfuerzo que habían pasado
viajando desde Egipto hasta Canaán, no se les permitió entrar en el reposo de Dios
(refiriéndose a la Tierra Prometida). Tuvieron que permanecer fuera de la Tierra
Prometida, esperando morir y ser enterrados en el desierto, y todo esto, por su pecado de
incredulidad.

¡Cuán terrible será esta sentencia para ti si no te arrepientes de tus pecados!

Esto se convirtió en una advertencia poderosa para los cristianos judíos que leyeron por
primera vez la Epístola a los hebreos, especialmente aquellos que estaban pensando en
volver a sus viejas costumbres del judaísmo debido a la gran persecución que estaban
enfrentando. Si hicieran eso, serían como sus antepasados rebeldes a quienes se les
prohibió entrar en el reposo de Dios.

¡Qué terrible será escuchar estas palabras de juicio para ti en ese día final!

Hebreos 3:12 ahora les habla directamente: Cuídense, hermanos, de que ninguno de
ustedes tenga un corazón pecaminoso e incrédulo que los haga apartarse del Dios
vivo.

¿Estamos en peligro de dejar de confiar en Él por las dificultades? ¿Estamos


volviéndonos incrédulos y estamos dejando de confiar en él? ¿Dejar de confiar en que él
vendrá y dejar de obedecer sus mandamientos?

Responsabilidad personal. Cuídense

Cuidar de no desarrollar un corazón lleno de pecado. Un corazón pecaminoso.

Cuidado de no desarrollar un corazón incrédulo. Que deje de creer/confiar en


Dios.

El resultado es escoger el camino de muerte porque es apartarse del Dios vivo.

4. Nuestra necesidad de fe genuina en Cristo como nuestro gran Libertador

Éxodo 2:23-25 23 Mucho tiempo después murió el rey de Egipto. Los israelitas, sin
embargo, seguían lamentando su condición de esclavos y clamaban pidiendo ayuda.
Sus gritos desesperados llegaron a oídos de Dios, 24 quien al oír sus quejas se acordó del
pacto que había hecho con Abraham, Isaac y Jacob. 25 Fue así como Dios se fijó en los
israelitas y los tomó en cuenta.

Lamentarse/dolerse por nuestros pecados.

Clamar a Dios pidiendo ayuda. Desesperadamente clamar a Dios.

A. Si Cristo es nuestro Gran Libertador nosotros debemos confiar en Él para que nos
haga libres del poder del mal y del pecado ahora.

Pero también nuestra esperanza está en ese gran día de su regreso glorioso
cuando nuestra liberación plena y completa llegara y veremos a nuestro Salvador.

¿Están nuestros corazones anhelando su regreso?

Esta temporada es un buen tiempo para preparar nuestros corazones para la


llegada de Jesús. Y no me refiero a la fecha de la Navidad sino al regreso del Rey
que esta cada día más cerca.

Esta temporada es tiempo de dejar de ser incrédulos y volver nuestros


corazones a Dios en fe.

Esta temporada es tiempo de dejar la rebeldía y volver al camino de santidad y


de obediencia a Dios.

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