Vous êtes sur la page 1sur 8

Amebiasis

La amebiasis intestinal es una infección producida por una especie patógena


conocida como Estamoeba histolytica. La amebiasis intestinal es el nombre con que
se describe la parasitosis humana causada por el protozoario Entamoeba histolytica.
Los quistes de esta amiba penetran en el intestino e invaden las glándulas de la
pared intestinal para alimentarse de sangre y tejidos. Se reproducen en abundancia
y provocan la formación de abscesos que, al romperse, descargan mucus y sangre
en el propio intestino. Esto provoca la licuación de las heces y genera diarrea que
puede ser sanguinolenta o mucoide y es llamada disentería amibiana. Puede haber
diseminación por la corriente sanguínea y aparecer abscesos en el hígado o, con
menor frecuencia, en los pulmones o el cerebro.

Morfologia

Se pueden distinguir varias formas o fases de desarrollo en esta especie,


presentes durante varias etapas de su ciclo de vida:
 Trofozoíto: es la forma activamente móvil de la especie. Se caracteriza por tener un
núcleo con una concentración de cromatina puntiforme y generalmente concéntrica
llamado cariosoma central; así como la formación de cromatina en la periferia del
núcleo.
 Forma magna: tipo de trofozoíto muy patógeno, causante de la disentería
amebiana. Mide de 20 a 30 μm e ingiere glóbulos rojos. Vive en los tejidos del
intestino. Está rodeada por la emisión de notables pseudópodos que le permiten
motilidad continua. La presencia de pseudópodos es una de las maneras de
distinguir E. histolytica con otra especie común en el hombre, Entamoeba coli, que
carece de pseudópodos.
 Forma minuta: trofozoíto no patógeno, forma natural de Entamoeba histolytica, que
mide de 10 a 20 μm y no ingiere glóbulos rojos. Vive en la luz intestinal como
comensal. Tiene pseudópodos, aunque más cortos y delgados que la forma magna.
 Quiste: forma infectante. Contiene de 1 a 4 núcleos, dependiendo de la madurez del
quiste. Son de forma redondeada, refringente con una membrana claramente
demarcada. En el citoplasma se pueden ver con frecuencia de 1 a 3 inclusiones de
glucógeno oscuras llamadas cuerpos cromatidales.
 Metaquiste: tienen las mismas características que los quistes, por derivarse de
estos durante el proceso de desenquistamiento en la luz del colon proximal. Son los
metaquistes los que darán origen a los trofozoítos, por lo que tienen una membrana
más irregular y delgada que un quiste.

Ciclo Biologico

Ciclo de Biología El ciclo de vida es relativamente sencillo ya que ocurren en


un sólo huésped (monoxénico simple) La infección se inicia con la ingesta de
quistes (los cuales son capaces de resistir el pH gástrico, la cloración al agua y las
condiciones ambientales; siendo eliminados del agua por filtración y destruídos por
cocción) provenientes de agua o alimentos contaminados con materia fecal.
En el intestino delgado ocurre la llamada exquistación, que consiste en la
división del quiste cuatrinucleado que da origen a ocho núcleos (estado
metaquístico transitorio), la división citoplásmica continúa y emergen ocho
trofozoitos. Los trofozoitos se dirigen al intestino grueso para colonizarlo, ahí se
alimentan de bacterias y restos celulares. Finalmente, los trofozoitos pueden
enquistarse completando el ciclo. En la mayoría de los individuos infectados la E.
histolytica habita como comensal inofensivo en el intestino grueso (portadores
asintomáticos) o también presentar formas leves de la enfermedad.

Epidemiologia
Según la OMS, hay 50 millones de nuevas infecciones por año y 70.000
muertes. La disentería amébica se presenta frecuentemente en países tropicales
aunque también se presentan casos en las zonas templadas y frías. En África, Asia
tropical y América latina, más de dos tercios de la población presenta estos
parásitos intestinales, a pesar de que la mayoría de las infecciones pueden ser
prácticamente asintomáticas. En Europa y Estados Unidos menos del 5% de la
población es portadora. Entamoeba histolytica afecta a los primates; los casos en
perros y gatos son relativamente raros.
 Modo de transmisión: ruta fecal-oral o por contacto sexual/anal.
 Fuente de infección: el hombre infectado, esté enfermo o asintomático (portador
sano).
 Hospedador susceptible: cualquier individuo sano, en especial los niños menores de
dos años y preescolares en condiciones socio-económicas desfavorables.
La infección ocurre por la contaminación del agua, vegetales, frutas u otros
alimentos crudos mal lavados o mal cocinados con quistes infecciosos provenientes
de heces contaminadas. Es posible que moscas y cucarachas transporten quistes,
desde las heces hasta los alimentos. La contaminación fecal-oral por algunas
prácticas sexuales también es una fuente de infecciones importante. Los quistes son
resistentes, sobreviviendo varias semanas, pero mueren a alta temperatura o con
agua caliente.
Condiciones de baja higiene aumentan la incidencia y prevalencia de disentería
amebiana.
 Forma parasitaria de eliminación: los trofozoítos mueren con rapidez en el medio
ambiente, mientras que los quistes son la forma de resistencia al medio externo e
infectante para el hombre susceptible.
 Medio de eliminación: las heces de personas infectadas a través de la puerta de
salida, que es el ano.
 Forma parasitaria de infección: los quistes maduros (tetranucleados) ingeridos por la
vía oral pasiva y mucho más raramente por intimidad sexual entre seres humanos.
La prevalencia de la amebiasis al igual que casi todas las enfermedades
entéricas, varía según el grado de sanidad, y en general es mayor en las regiones
tropicales y subtropicales que en los climas templados. Así mismo tanto la gravedad
del padecimiento como la frecuencia de complicaciones son mayores en los
trópicos.
La amebiasis es común en las zonas rurales y en los grupos socioeconómicos más
bajos, Sin embargo, tratándose de cualquier región, este padecimiento es más
frecuente en los sitios dónde predomina el hacinamiento y puede alcanzar
proporciones epidémicas en orfanatos, prisiones y asilos.
Desde un punto de vista epidemiológico, es importante diferenciar entre las
etapas de infección aguda, crónica y asintomática (o de portador de quistes). La
disentería amibiana aguda no tiene importancia en lo que se refiere a transmisión de
la enfermedad, ya que los trofozoítos no pueden sobrevivir durante mucho tiempo
fuera del huésped. Los sujetos con infección crónica eliminan trofozoítos o quistes
en diferentes momentos, en tanto que los pacientes asintomáticos suelen producir
sólo quistes, los cuales tienen la mayor importancia para la transmisión del
padecimiento, así como una resistencia rela tiva aunque se destruyen con técnicas
de secado, temperaturas superiores a 55 °C y cloración de adición de yodo al agua
potable. En tanto que en muchas regiones la fuente primaria de infección es el agua
contaminada, también lo son las personas que manejan alimentos. En otras
regiones el “riego nocturno” con excremento humano para fertilizar, la
contaminación de alimentos a partir de moscas y, tal vez, cucarachas tienen
importancia epidemiológica para la transmisión.

Patogenia

Esta enfermedad se caracteriza por la destrucción tisular tanto en el intestino


grueso como en otros tejidos (hígado, pulmón, cerebro y piel. A nivel microscópico
estas lesiones se caracterizan por tener una zona central de necrosis con parasitos
bien conservados en la periferia y rodeados por infiltrado inflamatorio de tipo
linfocitario y mononuclear, principalmente. En algunas ocasiones se pueden
observar amibas sin infiltrado inflamatorio em contacto con células hospederas sin
aparente daño celular. Además, es probable que las lesiones em pulmón y piel sean
ocasionadas por contigüidad AL intestino o al hígado infectado ya que siempre se
encuentran asociadas con ellos.

Manifestaciones clinicas

De los que presentan la enfermedad, entre 80 a 98% manifiestan afección


intestinal y los restantes afección extraintestinal.

El ciclo de vida de este protozoario incluye las siguientes fases: trofozoíto,


prequiste, quiste, metaquiste y trofozoíto metaquístico. El quiste sobrevive en el
agua y los alimentos y es la forma infectante para el humano; después que los
quistes son ingeridos y el pH del tubo digestivo cambia a neutro o ligeramente
alcalino, el MO sufre un fenómeno de desenquistamiento, formándose la forma
activa inicial, los trofozoítos metaquísticos; estas formas a su vez al alcanzar el
intestino grueso se transforman en trofozoítos normales. La formación de quistes
solo ocurre a nivel intestinal. Los quistes de E. histolytica característicamente
contienen cuatro núcleos.

El período de incubación de la amibiasis intestinal varía de días hasta varios


meses, el cual depende sobre todo de la endemicidad de la infección; en aquellas
regiones donde la amibiasis tiene mayor prevalencia, el período de incubación es
más largo, incluso puede haber individuos portadores crónicos de E. histolytica a
nivel intestinal que nunca desarrollar manifestaciones clínicas de enfermedad. El
espectro de manifestaciones clínicas de la amibiasis intestinal va de pacientes
asintomáticos hasta un cuadro severo de gran toxicidad sistémica que incluso puede
ocasionar la muerte. En el desarrollo de los cuadros severos de la infección, la
capacidad de E. histolytica de invadir los tejidos, juega un papel muy importante.
Los cuadros clínicos de la amibiasis intestinal son: a) colonización asintomática; b)
colitis amibiana aguda, es el cuadro más común, se manifiesta por dolor abdominal
y evacuaciones disminuidas de consistencia acom-pañadas de moco y/o sangre; c)
colitis fulminante, la que ocurre con mayor frecuencia en niños y que se manifiesta
por dolor abdominal difuso, evacuaciones diarreicas con sangre fresca abundante y
fiebre; d) ameboma, que se presenta como una masa intestinal que ocasiona dolor
abdominal y que puede producir obstrucción del tránsito intestinal.

Diagnostico

El diagnóstico tradicional se establece con el cuadro clínico, análisis de sangre


e identificación el parásito en las heces. El primero se caracteriza por: 1)diarrea
líquida, generalmente compañada de moco y sangre, 2) fiebre, 3) sudoración
excesiva, 4) cefalea, 5) cansancio, 6) pérdida del apetito y baja de peso, 7) náuseas
y vómitos, 8) algunas ocasiones dolor en el tórax, 9) leucocitosis y 10) dolor intenso
en el abdomen, sobre todo al presionarlo.
Otro estudio que ayuda al diagnóstico de la amibiasis intestinal es la
colonoscopía la cual permite la observación directa de las ulceraciones intestinales
causadas por la infección. Además, el estudio radiológico e identificación del
parásito o sus moléculas en el aspirado del absceso hepático o pulmonar también
están indicados para las infecciones amibianas en estos órganos. Por otro lado, el
análisis de la sangre mediante las técnicas de ELISA o western blot buscan
antígenos del parásito o anticuerpos contra éste en los casos de amibiasis intestinal
o extraintestinal.
Existen diversas especies de amibas que pueden vivir en el intestino del ser
humano como son E. histolytica, Entamoeba hartmanni, Entamoeba coli,
Iodamoeba bütschlii, Dientamoeba fragilis, Endolimax nana y Entamoeba dispar. De
todas ellas, sólo E. histolytica es capaz de causar lesiones en el intestino y en
algunos otros órganos. Debido a la gran experiencia que debe tener el laboratorista
clínico para identificar entre todas a E. histolytica, y a la gran similitud morfológica
que existe entre E. histolytica y E. dispar, la técnica de la reacción en cadena de la
polimerasa (PCR) es la única que evita confusión en la identificación de E.
Histolytica.
Desafortunadamente, esta tecnología es costosa y actualmente no es
accesible para los lugares en donde la enfermedad se presenta con mayor
frecuencia. Por lo anterior, es necesario el desarrollo de pruebas diagnósticas de
bajo costo que identifiquen al parásito de manera específica; para esto, la
disponibilidad actual de la secuencia del genoma completo de E. histolytica será de
gran ayuda.

Tratamiento

La afección se trata por prescripción médica de metronidazol, iodoquinol,


paramomicina o furoato de diloxanida y tinidazol. Los abcesos hepáticos avanzados
pueden requerir de cirugía.

Prevencido

Hervir el agua, no usar cubos de hielo fuera de casa y no comer sin lavar
intensamente ensaladas u otros vegetales crudos o frutas crudas con cáscara en
zonas endémicas.
Es además necesario evitar la presencia de heces humanas de los terrenos
agrícolas.
Como tratamiento previo al consumo de tubérculos, que crecen en contacto
directo con la tierra, es recomendable la desinfección con agua a la que se añade
una pequeñísima cantidad de cal viva. Éste procedimiento es normalmente usado
en los cultivos hidropónicos. Éste método extermina los nematodos, incluso estando
éstos en la parte central del fruto.

Caso clinico

Se presenta un niño JMF de 6 años de edad, con fiebre de hasta 40°C,


decaimiento y dolor, con antecedentes de diarreas desde hace varios días,
malnutrido y refiere su mama que frecuentemente se queja de dolores
abdominales y de cuadros de diarreas, que acude al servicio de emergencia por
un cuadro brusco de dolor en la parte superior del abdomen, acentuado y
persistente, se irradia a la región escapular o al hombro derecho, nauseas y
vómitos, hepatomegalia y fiebre. Aumentando con la tos, con la respiración
profunda o cuando el paciente está acostado sobre el lado derecho.

Vous aimerez peut-être aussi