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1.1 Subproblemas.
- ¿Qué son?
- ¿Para que sirven?
- ¿Quién las hace?
- ¿Son eficaces?
__TRATAMIENTO Y REFORMULACIÓN__
________DEL PROBLEMA_______
Hipótesis explicativas
- Los objetivos que pretenden las ecoauditorías (en nuestra opinión) son:
a) Crear cierta sensibilización y concienciación hacia los problemas ambientales
tanto en alumnos como el personal encargado de tal función.
b) Promover conductas hacia la mejora de prácticas en los Centros relacionados
con el Medio Ambiente.
c) Incentivar a través de ayudas económicas o programas estas prácticas.
Introducción
En muchos centros se realizan actividades medioambientales pero de una forma
esporádica y desconectada. Esto no está mal pero es insuficiente a todas luces. No
debemos contentarnos con cubrir el expediente y cumplimentar en los documentos
oficiales que hemos desarrollado esta materia transversal con la celebración del Día
Mundial del Medio Ambiente o con una excursión a un espacio protegido. Es urgente
tomar conciencia de que la escuela tiene una responsabilidad de primer orden en la
salvaguarda del planeta (Edwards et al., 2004) y que sólo con programas específicos
que impliquen a toda la Comunidad Educativa, podremos formar ciudadanos cada vez
más comprometidos con la eliminación de las desigualdades.
No hay que pensar que el esquema de Ecoescuelas es el único posible ya que hay
otras alternativas, pero sí hay que admitir que este proceso no puede ser algo exclusivo
del profesorado o del Equipo Directivo, sino que tendrá que considerar la creación de un
mínimo foro de discusión que agrupe todas las visiones y aglutine las posturas de los
colectivos que se dan cita en el terreno de la educación.
Por tanto, es imprescindible una reflexión conjunta que nos lleve a descubrir el
punto de partida de nuestro centro y determine las necesidades que tenemos, así como
las acciones a realizar.
e. Diseño de un Código de Conducta que, con frases concisas y breves, establezca unas
normas generales de funcionamiento dentro del propio centro en aras de una mayor
implicación en los problemas de nuestro entorno humano y natural.
3. Ambientalización:
Que tiene como objetivo "crear un "buen clima" que facilite la actividad a realizar, así
como dar a conocer a todo el Centro y al entorno que algo está sucediendo.
5. Diagnóstico:
8. Difusión de resultados
Toda la comunidad escolar debe ser consciente del fruto del esfuerzo realizado entre
todos y, por otro lado, pude definir otros objetivos de mejora o incidir de forma más
eficiente sobre los ya auditados, en el caso de que no se hubiesen sido lo
suficientemente eficaces las medidas tomadas. Como elemento fundamental del
programa deben promoverse actividades y acciones de comunicación que difundan entre
la población escolar, en el barrio, en la ciudad, los resultados de la ecoauditoría.
9. Continuidad del programa:
Resulta recomendable que la ecoauditoría no sea una actividad puntual, sino que tenga
una cierta continuidad en el tiempo y, de alguna forma, se configure como un programa
permanente de educación ambiental y de gestión de la calidad ambiental del centro.
c. Estudio del gasto del centro en aspectos como la electricidad, el agua, el papel,
productos de limpieza y reprografía.
d. Compras del centro: tipo de papel usado, grado de agresividad de los productos de
reprografía y de limpieza y nivel de utilización de desechables.
e. Estudio de los sistemas de recogida selectiva del centro: evacuación del papel, del
aluminio, de los plásticos, de las pilas, de los cartuchos de tinta de y de impresora.
f. Medida del nivel de implicación de los grupos en el ahorro energético y de agua, así
como en la correcta evacuación de los residuos.
Contenidos
· Ciclos eficientes.
· Metabolismo circular
(RRR)
Ventajas de la Ecoauditorias.
· Proponer soluciones
· Una relación afectiva con el entorno escolar y mejora la imagen del centro
Metodología a seguir
La ecoauditoría es sobre todo una herramienta para el desarrollo de la educación
ambiental en el aula, donde el proceso implica la educación en valores y en hábitos del
alumnado, el verdadero objetivo que, de llevarse a cabo correctamente, redundará en la
mejora de la gestión ambiental del centro que se convierte así en una consecuencia del
proceso formativo y, nunca, en la meta a alcanzar.
Esta idea nunca se debe perder de vista pues, con demasiada frecuencia, el
objetivo de ambientalizar el centro tiene una mayor aceptación entre el colectivo
docente, de manera que, suele ocurrir, que los objetivos educativos quedan relegados
sobre los estrictamente ambientalistas, de manera que el profesorado tiende a promover
acciones de mejora ambiental demasiado dirigidas sin atender a al proceso participativo
que requiere este tipo de metodología y que, indudablemente, es lo que hace de las
Ecoauditorías escolares un gran valor como proceso para promover hábitos y valores de
compromiso con el entorno próximo desde la responsabilidad individual y colectiva.
El profesorado deberá tener durante todos el proceso un papel tutelar sobre las
actividades, proponiendo, apoyando, orientando y asesorando a sus alumnos y alumnas
pero no imponiendo sus propias conclusiones e ideas por muy acertadas que estas sean.
De nuevo se ha de insistir en esta idea. Es demasiado frecuente caer en la idea de
“proponer” a los alumnos y alumnas lo que es bueno desde un punto de vista ambiental,
sin dejar que sean ellos mismos los que lleguen a esa conclusión a partir de su propia
investigación y reflexión, con lo que el talante educativo de esta metodología queda
relegado por un fin exclusivamente ambientalista.
Por tanto para trabajar la Educación Ambiental lo más apropiado es una metodología:
Interdisciplinar, ya que está presente en todas las áreas educativas y forma parte de la
vida del centro.
Motivante, porque implica una posible resolución de problemas ambientales del centro,
contribuyendo a una mejora del mismo.
PARTICIPACIÓN
El personal no docente, participando en las mejoras de gestión ambiental del centro que
les afecten, (utilizando productos de limpieza ecológicos, controlando el uso de la
calefacción...)
El profesorado, tutelando y coordinando las diferentes actividades.
Este grupo, que se suele denominar Comisión Ambiental, debe ser un grupo estable que
se reúna en determinados momentos clave durante el desarrollo de la ecoauditoría con el
fin de hacer de las distintas propuestas realizadas desde las aulas una propuesta de
centro, de organizar y coordinar las acciones derivadas de la ecoauditoría y, de forma
general, de liderar todo el proceso dando un papel relevante a cada uno de los colectivos
implicados, especialmente al alumnado.
MATERIAL DE TRABAJO
Para poner en marcha una ecoauditoría escolar, previamante hay que tener los
materiales y herramientas precisos para llevar a cabo el diagnóstico del centro. Para
ello, hay que seleccionar un tema que sea de interés para la comunidad escolar y para el
centro. Una vez seleccionado el tema, deben existir fichas de trabajo que permitan
investigar sobre los procesos ambientales elegidos de manera que:
DIAGNÓSTICO
El primer paso es investigar el estado ambiental del centro en los temas (agua,
residuos y/ o energía) que nos hemos propuesto trabajar. Para ello se desarrollará un
diagnóstico, es decir, una serie de actividades de investigación y de recogida de
información que nos permitan conocer y medir los procesos ambientales del centro.
De esta manera, tras un diagnóstico obtenemos por ejemplo información como el gasto
anual de agua, medida de las perdidas de agua en la grifería, hábitos en el uso de agua,
consumo de agua por alumno, uso de la energía eléctrica en el centro, hábitos en el uso
de las luces, gasto en combustible para calefacción, producción y tipos de residuos que
se generan, hábitos en el uso de los contenedores de reciclado, tipo de aislamiento
térmico de ventanas, etc.
Esta primera fase permite una primera incursión del alumnado en los problemas
ambientales cercanos y también globales de una manera activa y participada, tal como
propone la educación ambiental.
Los pasos a dar, expuestos de una forma ordenada, pueden ser los siguientes:
En primer lugar hay que plantear una serie de objetivos a alcanzar. Estos objetivos son
consecuencia directa de los problemas detectados – por ejemplo, ante el descubrimiento
de un gasto excesivo de agua, el objetivo será reducir este gasto,- y deben ser muy
generales pero sobre todo asumibles. Plantear estos objetivos debe ser tarea del
alumnado, orientados por el docente, y tiene que ser la consecuencia lógica de los
descubrimientos realizados por ellos mismos.
El segundo paso será establecer que medidas se pueden establecer para alcanzar esos
objetivos y planificar prioridades. Para ello, debemos tener en cuenta que se pueden
proponer dos tipos de medidas de mejora:
Aquellas que afectan a la gestión del centro (cambio de grifería por otra de ahorro de
agua, uso de papel reciclado en los departamentos, establecimiento de contenedores de
reciclado, instalación de luces de bajo consumo, etc.) y que por tanto dependen o bien
de la dirección del centro educativo ( se pueden asumir con un bajo coste dentro de su
gestión normal, como o ejemplo, utilizar papel reciclado, bombillas de bajo consumo...),
o bien del Ayuntamiento, Dirección Provincial de Educación....( más difíciles de llevar
a cabo, como por ejemplo, cambiar el combustible de la calefacción o poner ventanas
nuevas...)
Y medidas que dependen, total o parcialmente del uso de los recursos e infraestructuras
del centro y de los hábitos de la comunidad escolar (cerrar bien el grifo tras su uso,
reutilización del papel, apagar las luces tras salir de una sala, uso de papeleras y
contenedores, uso de luz natural en la medida de lo posible, etc.
Por supuesto, la misión del profesorado es promover que este segundo tipo de medidas,
las que dependen del comportamiento y del compromiso del alumnado, sean las que
tengan una mayor relevancia a la hora de ser puestas en práctica. Para ello existe una
justificación clara: son las más fácilmente asumibles, dependen de “nosotros” los
alumnos y profesores, son consecuencia de nuestra actividad cotidiana y por tanto
pueden realizarse.
Por último, no debemos olvidar que la correcta puesta en marcha de medidas de mejora,
exige que haya un seguimiento de las mismas y una evaluación constante de logros
como una de las mejores formas de incentivar la tarea del alumnado.
DIFUSIÓN Y CONTINUACIÓN
Una vez puestas en marcha las medidas de mejora, e incluso antes, es importante que el
alumnado participante de a conocer al resto de la comunidad escolar lo que allí se esta
desarrollando. Para ello todos los medios son buenos: cartas al periódico, una
exposición de los resultados del diagnóstico y de las propuestas realizadas para mejorar
los problemas ambientales, desarrollo de unas jornadas ambientales en el centro,
charlas, concursos, elaboración de lemas...
Dar a conocer a todos que se está mejorando el centro servirá para incentivar y
retroalimentar la actividad de los chicos y chicas, lo aprendido, los nuevos hábitos, los
objetivos a alcanzar…
También es importante dar a conocer entre la comunidad escolar el éxito y el estado de
las acciones emprendidas. En la medida de lo posible, cuantificar los logros alcanzados
y dárseles a conocer nos permitirá saber a todos, sobre todo a los alumnos, que su
trabajo ha obtenido resultados.
La ecoauditoría escolar no tiene que ser un proceso puntual sino, más bien al contrario,
un proceso de trabajo aplicable curso tras curso. El desarrollo de actuaciones de
investigación sobre los procesos ambientales del centro, la implicación de los alumnos
en la mejora de la calidad del mismo y el valor educativo y de gestión de este proceso
aconseja que una ecoauditoría escolar no sea un hecho aislado, sino que forme parte de
la propuesta educativa del centro como la mejor manera de hacer educación ambiental
con nuestros alumnos.
Como es lógico pensar, el desarrollo de una actividad de este tipo trae consigo
una serie de gastos. En la propia filosofía medioambiental está implícito el trabajar con
los recursos materiales necesarios, sin derrochar y tratando de reciclar, reutilizar,
recuperar y reducir. No obstante tendremos una serie de necesidades ineludibles:
material de reprografía, desplazamientos y excursiones, conferencias, cursos,
acondicionamiento del Centro, exposiciones, revista, etc.
Cuanto más se desarrolla cualquier proyecto, mayor es su coste. Pero tampoco hay que
ser extremista, lo que se puede gastar no es nada comparado con lo que se paga en un
Centro de luz o teléfono a lo largo del curso. Las vías de financiación son y deben ser
variadas. No podemos esperar que el Centro asuma todos los gastos con su limitado
presupuesto. Si hubiéramos comenzado así, no habríamos podido franquear la primera
dificultad que señalaba anteriormente, la del Equipo Directivo. El Secretario siempre
sabrá como decirnos que no se puede llevar a efecto nada porque "no hay ni un euro", y
tendrán todos la coartada perfecta para permanecer, como siempre, con la inercia que da
la profesión. Por lo tanto hay que ser cautos y previsores.
Podemos contar con un presupuesto, limitado al principio, y creciente con el tiempo.
De la AMPA se puede contar con algún dinero, al igual que del Ayuntamiento, previa
presentación del informe correspondiente. También existen ayudas para actividades
extraescolares, que salen publicadas en el BOJA (Boletín Oficial de la Junta de
Andalucía), previa elaboración de un proyecto. Los CEP (Centros del Profesorado)
ofertan la posibilidad de Grupos de Trabajo de profesores, que cuentan con su
presupuesto y certifican horas de autoperfeccionamiento. También están los Proyectos
de Investigación, que son difíciles de conseguir, pero no imposibles, y que están muy
bien dotados económicamente.
El problema radica en que cada ayuda que se pida debe ser respaldada por un proyecto
concreto que puede no corresponder exactamente con lo que estamos haciendo. Esto
quiere decir más papeleo y más trabajo aún. Para afrontarlo hay que repartirse bien las
tareas y utilizar aquello que ya se tiene, es decir, si para conseguir una subvención de la
Consejería se pide una tipo de actividad concreta, procuraremos adaptar una de las que
ya existen al modelo que se nos exige. De igual manera ocurre con los Proyectos de
Investigación o los del Programa Comenius.
De lo contrario podemos encontrarnos con un elevado número de actividades a las que
no podremos atender económicamente. El crecimiento de la Ecoescuela en el Centro ha
supuesto una mayor capacidad para adaptarse a las posibilidades que ofrecen los
organismos oficiales, pues muchas de sus iniciativas han sido asumidas por aquella, lo
que implica un mayor acercamiento a los presupuestos y directrices que éstos marcan en
sus respectivos planes de funcionamiento.
En nuestra Ecoescuela contamos con proyectos financiados en parte por
administraciones tan dispares como el Ayuntamiento, la Delegación Provincial de
Medio Ambiente o la Consejería de Educación y aún hay otras vías no del todo
explotadas como la Diputación Provincial. Tampoco hemos abordado el Programa
Comenius por la dificultad burocrática que supone, aunque estamos convencidos que
podría ser muy positivo llevarlo a cabo uno de estos cursos.
Todo este conjunto de medios hay que trabajarlo concienzudamente, y con la
colaboración de cada parte otro podremos contar con cierta independencia económica.
Por supuesto que el Centro debe poner algo y ser incluso el primero
en hacerlo, pero nunca asumir la totalidad. Además es bueno no depender
exclusivamente de ninguna instancia.
También podemos contar con la aportación de las empresas privadas de índole local que
quieran colaborar con una causa como ésta. En la elaboración de la revista puede ir
alguna publicidad, pero en nuestro caso hemos estimado que ésta debía ser limitada y
restringida al ámbito de la propia población. Otra vez la propia filosofía del proyecto
nos compromete a no abusar de un medio como éste, con el cual se estimula un
consumo desmesurado y se consigue una globalización real del planeta.
Al igual que con el Plan de Acción, debemos procurar la inclusión de los presupuestos
de la Ecoescuela en los presupuesto generales del Centro para el curso.
Nuestras cuentas tienen que estar claras para evitar malentendidos. Debe aparecer
nítidamente cuáles son nuestras fuentes de financiación y qué gastos esperamos tener
con nuestras actividades, indicándose de una forma específica cuál es la aportación real
del Centro. Para ello es conveniente reunirse con la responsable de la contabilidad y
explicarle nuestra propuesta para que pueda ser expuesta en el Claustro y el Consejo
Escolar. Esta documentación aporta seriedad a nuestro proyecto y, como el Plan de
Centro, también llega a otras instancias superiores donde se puede valorar
convenientemente su ejecución.
Esta es una cuestión que se puede ver desde muchos puntos de vista. En la
pedagogía moderna se habla de "evaluar para mejorar". En el caso, que nos ocupa es
lo mismo. Cualquier aspecto de la enseñanza es evaluable y dicha evaluación será más
razonable si se hace de forma continua. Esto quiere decir que no podemos contentarnos
con hacer una gran memoria final, que se mande a la organización, un poco para
rellenar el expediente y quedar bien, con las prisas propias del mes de junio.
Con esta forma de proceder estaremos al día de papeleos, pero probablemente nos
estemos engañando a nosotros mismos. No sirve de nada tenerlo todo preparado por si
viene el jurado de ADEAC a visitar el Centro y su Ecoescuela, si durante el curso no
hemos ido autoevaluando cada una de las actividades que se han hecho.
El proceso de aprendizaje es continuo y evolutivo, por lo que es imprescindible que el
Comité Ambiental estudie su marcha en cada paso, dedicando una parte de su tiempo a
revisar y mejorar la realidad de lo que se está haciendo. Otro
mecanismo de evaluación es el propio profesorado que pone en práctica las actividades.
Desde el departamento de Orientación y las reuniones de Ciclo con los tutores se puede
valorar el resultado obtenido así como las posibilidades de mejora. No sería en sí una
estimación global de la labor de la Ecoescuela, sino sólo de las mencionadas
actividades, pero puede significar un dato de elevado interés para el Comité Ambiental
El programa de Ecoescuelas tiene un aliciente que estimo importante: la concesión de
una bandera verde al Centro, como premio a la actividad desarrollada.
En nuestro caso no le hicimos demasiado caso a este aspecto, pues veíamos bastante
lejana la posibilidad de ver ondear dicha bandera en el IES Poeta García Gutiérrez
(podemos decir, como se le conoce en Chiclana, "el Poeta").
Pero lo cierto es que llegó el momento de la evaluación que hacía ADEAC y al parecer
no salimos mal parados, pues al cabo de varios días nos llegó una circular
comunicándonos la concesión de la bandera verde. Dicha evaluación consistió, en su
momento, en una visita a nuestras instalaciones y un estudio del programa en el centro a
través de una reunión con el Comité Ambiental.
Actualmente hay que enviar una amplia memoria a la Consejería, desde donde se
informa exhaustivamente a la organización. En el momento presente, cumplidos los tres
años de la bandera verde en el mástil del Centro, hemos solicitado la renovación de la
misma y estamos a la espera de la visita del jurado para ser evaluados. Como vemos han
cambiado algunas cosas en la dinámica del programa ya que ahora se solicita la
posibilidad de acceder al galardón, si así lo cree oportuno el propio Comité Ambiental.
En cualquier caso hay que destacar la labor de la Consejería de Educación a través de la
empresa Argos S.A., que en Andalucía supervisa el estado de cada Ecoescuela
regularmente. Ellos realizan un seguimiento y proporcionan los materiales necesarios
para desarrollar la infraestructura y llevar a cabo las actividades.
Conviene indicar que ADEAC es la misma organización que concede las banderas
azules a las playas limpias, y que esto motiva de alguna manera a los municipios
costeros. Por esta misma razón, cuando nos concedieron el galardón, todo se nos puso a
favor. En primer lugar el Ayuntamiento, que descubrió un pequeño filón, el Centro de
Profesores, la prensa comarcal, diferentes asociaciones de la localidad, y sobre todo la
Comunidad Escolar, que hasta ese momento sólo había dejado hacer, a unos cuantos
locos que se reunían sin levantar acta.
Se puede imaginar que a todo esto de la bandera se le puede sacar mucho partido.
Así lo vimos y desde entonces hemos procurado institucionalizar determinados
acontecimientos de la Ecoescuela, como la celebración del Día Mundial de los
Humedales, trinchera que hemos hecho nuestra en estos años, y la presentación de la
revista al final, así como procurar la presencia de la misma en todos los actos
medioambientales de la localidad, la comarca y la provincia.
Con todo ello se pretende dar una amplia difusión a lo que se está haciendo en el
Centro, lo que supone sin duda otra retroalimentación positiva para el trabajo que se
quiere llevar a cabo. La Ecoescuela debe ser por tanto una infraestructura creada en un
centro educativo, pero con una proyección en el exterior que consiga de verdad ese
objetivo general de todos los Proyectos de Centro: integrarlo y encarnarlo en la sociedad
que lo rodea.
También hay que decir que con la bandera se entrega el certificado oficial de que el
Centro se ha constituido por fin en Ecoescuela, el cual se enmarca y se cuelga en un
lugar importante del Instituto. Debemos reseñar, igualmente, que estos galardones se
pueden perder, igual que las banderas azules de las playas, si la evaluación posterior de
ADEAC, a los tres años, así lo considera. Lo difícil de estos proyectos no es ponerlos en
funcionamiento sino mantenerlos en el tiempo. En un principio pueden existir alicientes
que animen a la Comunidad Educativa a seguir adelante, pero no debe olvidarse que una
Ecoescuela requiere un esfuerzo importante por parte de todos y no siempre se
encuentran las condiciones idóneas para su desarrollo.
Fue iniciada como una Campaña europea, pero en la actualidad, Ecoescuelas tiene una
dimensión más internacional, gracias a que la FEE desarrolla acuerdos con ONGs en
otras regiones del globo. Sudáfrica es el primer país no europeo que es miembro de la
FEE y el trabajo allí va encaminado a construir lazos entre Campañas de educación
ambiental ya existentes y la Red de Ecoescuelas.
Nº centros Nº centros
Países Países
inscritos inscritos
participantes participantes
en Ecoescuelas en Ecoescuelas
BÉLGICA 5 ITALIA 54
FRANCIA 7
En la actualidad existen dos proyectos internacionales los que se está trabajando y que
en un corto plazo de tiempo estarán a disposición de la Red internacional de
Ecoescuelas:
– Linking Project: Se trata de una gran base de datos, donde figurarán todas las
Ecoescuelas que están inscritas en la Red internacional y quieran que su perfil esté
disponible para el resto de Ecoescuelas de la Red, para establecer relaciones por las que
podrán intercambiar información, cultura, estudiantes y profesores, etc. ¡Ya está en
marcha!
12. EJEMPLOS.
2. SITUACIÓN DE PARTIDA
LOCALIDAD:
Comunidad Autónoma de Aragón
PROVINCIA:
Huesca, Teruel, Zaragoza
SECTOR DE ACTUACIÓN:
Industria y servicios
ÁMBITOS DE INCIDENCIA:
Gestión ambiental,
Educación ambiental
Actividad de sensibilización ambiental en un campamento.
3. OBJETIVOS
4. DESCRIPCIÓN DE LA EXPERIENCIA
1) Visita del equipo Aragón Limpio con el objeto de involucrar y motivar a los
educadores (monitores y directores de tiempo libre) en la puesta en marcha de la
ecoauditoría. Para ello se facilita el Manual de Gestión Ambiental en
Campamentos y Colonias.
2) Realización del cuestionario específico de la ecoauditoría. Éste permite
reconocer los impactos ambientales del campamento o colonia, así como las
necesidades formativas demandadas por los propios educadores.
3) Aplicación de las medidas correctoras recogidas en el manual y evaluación de la
ecoauditoría, proporcionando las medidas correctoras para evitar los impactos
ambientales y motivando a los educadores para buscar soluciones a los
problemas encontrados, durante y después de la propia ecoauditoría.
1. Año 2001
• Elaboración del Manual de Gestión Ambiental en Campamentos.
• Elaboración de las primeras ecoauditorías en visitas a campamentos y colonias
durante los meses de julio y agosto.
• Evaluación continua y final de los procesos.
2. Año 2002
• Elaboración del Manual de Gestión Ambiental en Colonias.
• Organización de los Cursos de Gestión Ambiental para educadores de tiempo
libre.
• Elaboración de ecoauditorías en campamentos y colonias durante los meses de
julio y agosto.
• Evaluación continua y final de los procesos.
3. Año 2003
• Organización y realización de la jornada de trabajo sobre borradores de gestión
ambiental con educadores de tiempo libre.
• Edición del Manual de Gestión Ambiental en Campamentos y Colonias, que
realiza una revisión y mejora los documentos anteriores.
• Elaboración de ecoauditorías en campamentos y colonias durante los meses de
julio y agosto.
• Evaluación continua y final de los procesos.
Por ejemplo:
1) Contaminación acústica.
2) Realización de edificaciones en el medio natural, por ejemplo letrinas.
3) Vertidos a los cauces debido al lavado de utensilios en cauces fluviales.
4) Dificultades en la gestión de los residuos y, en general, abandono de los mismos.
5. RESULTADOS OBTENIDOS
7. DURABILIDAD DE LA EXPERIENCIA