Vous êtes sur la page 1sur 2

REALISMO Y NATURALISMO

A mediados del S.XIX, se yergue la sociedad liberal poniendo fin al Antiguo Régimen.
Sin embargo, en 1848 se producen una serie de revoluciones que divide dicha sociedad
en burguesía y proletariado. Esta diferencia se consolida cuando Karl Marx publica “El
manifiesto comunista”. La clase burguesa se caracteriza por vivir en edificios
señoriales mientras que los proletarios vivían hacinados en el extrarradio. Estos hechos
inspiraron unos movimientos literarios, conocidos como Realismo y Naturalismo, que
nacen en Francia aunque a España llegan más tarde. Al igual, que este despegue
literario, la industria empieza a desarrollarse fuertemente en 1850. La mentalidad de
dicha burguesía, la clase social dominante, se caracteriza por una visión optimista del
mundo, el cual puede ser dominado, y por un triunfo en los progresos.

El Realismo, aparece a mediados del S.XIX por lo que convive con el movimiento del
Romanticismo, que perdura en la vida literaria y política. Se caracteriza la
representación de la realidad lo más fielmente posible. El precursor de este movimiento
fueron las novelas costumbristas (Larra) y las novelas históricas. Las obras realistas se
caracterizan por reflejar la realidad de manera exacta y sistemática, de ahí que el
subgénero más usado fuese la novela y en esta fuesen notables algunas características
como la objetividad, la crítica social y por la situación de la obra en espacio y un lugar
próximos al de la creación de dicha obra.

El otro movimiento literario, el Naturalismo, se caracteriza por llevar al extremo la


realidad del momento. Esto también es defendido por el positivismo, la corriente
filosófica más representativa de esta parte del siglo. De ahí, que ambas corrientes
afirmasen que el ser humano está atado a su herencia biológica, a la sociedad y al
momento histórico, por lo que no es libre. En vez de reflejar la realidad como tal, el
Naturalismo afirma que hay que interpretar los diferentes hechos cotidianos y los
aspectos más sórdidos de la realidad buscando la raíz del problema e intentando hallar
soluciones a esos problemas. Por eso es por lo que la literatura naturalista se acercase a
preceptos científicos.

El género más cultivado es la narrativa, puesto que permite describir la realidad


analizada por los diferentes autores. Con esa tentativa de reflejar la realidad, las obras se
caracterizan por poseer un argumento verosímil cuyos personajes son personas reales y
no héroes románticos a los cuales se les analiza la personalidad con gran detalle. El
tema por excelencia es la crítica social, religiosa o política. El marco espacial de la obra
es detallado minuciosamente puesto que los autores analizaban los lugares reales y en el
temporal, usaban la técnica “en media res”, la cual consistía en comenzar la obra
después del comienzo de los hechos para dar la idea de que el suceso ocurre en una
realidad muy amplia. El estilo de estas obras se caracteriza por la presencia de
contrastes, de diálogos ágiles y cambios en el tipo de narrador. También está presente la
novela costumbrista como frontera entre Romanticismo y Realismo.

Entre los autores más representativos del Realismo, destacan Leopoldo “Alas” Clarín y
Benito Pérez Galdós. También Juan Valera, Emilia Pardo Bazán y Vicente Blasco
Ibáñez están presentes.
Leopoldo “Alas” Clarín es un importante novelista, aunque solo escribiese dos novelas:
Su único hijo y La Regenta. La segunda, más compleja e importante destaca por un
tema muy empleado, el adulterio, por el uso de personajes de todos los estamentos y
por una gran perfección técnica y estructural. También escribe cuentos.

Las obras de Benito Pérez Galdós están fundamentadas en preceptos realistas, de ahí
que el elenco de temas tratase de la crítica social, de un análisis de la política y del
escepticismo religioso. Los personajes son muy bien retratados psicológicamente y el
estilo se caracteriza por la descripción de ambientes. Entre sus obras más destacadas,
están presentes los Episodios Nacionales (semblanza novelada del S.XIX) y Fortunata
y Jacinta, la cual destaca por el narrador omnisciente, por los personajes muy
representativos de la sociedad de aquella época y por el argumento.

Juan Valera escribe obras como Pepita Jiménez o Juanita La Larga que se caracterizan
por el análisis psicológico de los personajes y por la postura esteticista de la obra,
siempre dotados de realismo. Emilia Pardo Bazán destaca por poseer un estilo de obra
más naturalista, siendo la principal Los pazos de Ulloa, en la que están presentes la
decadencia humana y los ambientes decadentes. Vicente Blasco Ibáñez destaca por la
descripción magnífica en los paisajes de manera naturalista y su obra más importante es
La Barraca.

La poesía y el teatro no siguen la corriente realista, siendo Bécquer y Rosalía de Castro


los mayores exponentes del teatro subjetivo y romántico, aunque aparecen otros como
Ramón de Campoamor o Gaspar Núñez de Arce que escriben de un modo realista. El
teatro destaca por poseer temas contemporáneos y por una intención didáctica, siendo
Manuel Tamayo y Baus y José de Echegaray los autores más destacados.

Vous aimerez peut-être aussi