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Anticarsia gemmatalis Hübner

Lepidoptera: Noctuidae
Sinonimia: Thermesia gemmatalis (Hbn.).
Nombre común: Gusano de las hojas de la Boya. Cabalada

El A. gemmatalis es considerado el principal problema entomológico del cultivo de la soya en


la mayor parte de las áreas del Hemisferio Occidental donde se siembra esta planta. Aunque
este producto anteriormente no presentaba mayores problemas entomológicos, el aumento
de su área sembrada y de su valor económico conllevó a la consideración de este insecto como
su plaga más severa.

Descripción del insecto

Adultos. Su longitud es de 1.8 cm en promedio, y su envergadura alar es de 3,8 cm en


promedio. El color de las alas varía de gris pálido a gris pardo o castaño; ambos pares de alas
muestran una línea de color oscuro, casi negro, que va desde el ángulo formado por la margen
costal con la margen apical del ala anterior hasta la parte media de la región caudal del ala
posterior y la atraviesa diagonalmente; esta línea está bordeada a ambos lados por dos líneas
de color más claro. Las márgenes apicales y caudales de las alas presentan un gran número de
flecos y están bordeadas por dos líneas paralelas, siendo la más externa de color amarilloso y
la otra de color oscuro. En cada ala se observan siete puntos de color amarillento dispuestos
en línea curva, en su cara ventral.

Huevos. Son ligeramente redondeados y aplanados en su base; su diámetro es 0.63 mm; 1 a


1.5 mm. El corion tiene estrías longitudinales bien marcadas y reticulaciones transversales muy
tenues, que le dan una apariencia corrugada. Cuando están recién puestos son de color verde
blanquecino, pero a medida que progresa la incubación se van tornando de un verde más
intenso con tintes rosados; próximos a la eclosión son verdes, salpicados de manchas rojizas.
Son depositados individualmente.

Larvas. Son eruciformes, con tres pares de patas torácicas, cuatro pares de seudopatas
abdominales y un par anal o telson. Las seudopatas localizadas en los segmentos abdominales
tercero y cuarto son más pequeñas que las del quinto y sexto y no son utilizadas para la
locomoción en los dos primeros instares. El primer instar mide cerca de 2.5 mm de largo; es
color verde blanquecino y se diferencia de los demás porque posee una placa cervical con tres
setas conspicuas. En el segundo instar se aprecian en el dorso, en forma longitudinal, dos
líneas de color blanco que continúan observándose en los demás instares. La intensidad en la
coloración de las bandas longitudinales se destaca más en los instares sucesivos, aunque no en
una forma generalizada; este polimorfismo, también observado en otros Noctuidae (como
Heliotlais spp. y Alabama argillacea) y en Erinnys ello (Sphigindae), parece ser causado por la
integración de varios factores, particularmente el hacinamiento, la calidad del alimento y
algunos estímulos desconocidos entre las larvas. Las larvas pasan a través de seis instares, y
durante el último alcanzan una longitud de cerca de 38 mm.

Pupas. Miden 18 a 20 mm de largo y son del tipo obtecta. Su color es verde cuando están
recién formadas; luego cambian a café oscuro. Son lisas, brillantes y su crentáster está
constituido por tres pares de pequeñas espinas bifurcadas, siendo un par mucho más largo que
los otros. En este estado pueden distinguirse los sexos: en las hembras la abertura genital está
localizada en el cuarto segmento abdominal, mientras que en los machos se encuentra entre el
cuarto y el quinto.

Actividad del insecto


Adultos. Son de vuelo ágil y de hábitos nocturnos; durante el día permanecen sobre el suelo,
cerca a las plantas de Boya o entre el follaje de éstas, donde se camuflan fácilmente. Estudios
más detallados indican que los adultos machos son diurnos primordialmente durante los
primeros 6 días después de la emergencia; posteriormente sus hábitos cambian a nocturnos;
las hembras, por su parte, se tornan nocturnas a las 48 horas después de la emergencia. Los
adultos son atraídos hacia trampas de luz negra. El periodo de preoviposición es de hasta 2
días y el de oviposición, en promedio, de 19 días. El promedio de huevos por día es de 26; el
mayor número de ellos es puesto durante los primeros 8 días después de la cópula. No se
presenta estrictamente un período de posoviposición. La cópula toma, en promedio, 102
minutos. Los machos no copulan más de dos veces.

Huevos. Son depositados en forma aislada, preferencialmente en el envés de las hojas,


durante la noche y, en sumayoría, en los dos tercios más bajos de la planta, sobre todo en las
vainas (59%) y los tallos (37%), y menos en las hojas (4%).

Larvas. Luego de consumir el corion, las larvas recién nacidas se localizan en los bordes del
envés de las hojas.
Durante el primer instar se alimentan del parénquima, dejando la epidermis superior casi
intacta; en el segundo, se alimentan de la porción intervenal del tejido y de las nervaduras más
pequeñas. A medida que aumenta su desarrollo su voracidad también se incrementa. Las
larvas son esencialmente filófagas, pero en ocasiones atacan también las vainas. Una larva
consume, en promedio, 84 cm2 de tejido foliar durante su vida, el 90% de ellos durante los dos
últimos instares.

Prepupas. Una vez que las larvas finalizan su período de alimentación se dirigen al suelo,
donde, a una profundidad de unos 2 a 3 cm, forman la celda pupal, se contraen, mudan por
última vez y se convierten en pupa.

Pupas. Permanecen bajo el suelo o el material vegetal seco hasta que emerge el adulto.

Ciclo de vida
La duración de los distintos estados que conforman el ciclo de vida del insecto puede mostrar
alguna variación según la calidad y cantidad de alimento ingerido por las larvas en sus
diferentes plantas hospedantes, la alimentación ingerida por las polillas y el efecto de las
condiciones ambientales, particularmente la temperatura.

Adultos. Su duración es de 16.7 ± 7 días las hembras y 12.9 ± 7 días los machos; 10 a 15 días
(con alimento) y 3 a 7 días (sin alimento). El número de huevos depositados por hembra es de
61 a 880, con un promedio de 402; 149 ± 23, en promedio.

Huevos. Tienen una duración de 2 a 4 días; 2 a 5 días.

Larvas. Duran 12 a 15 días; 19.8 días promedio; cerca de 3 semanas.

Pre-pupas. Su duración es de 9 a 15 días; 8 a 13 días]; 8 a 22 días.

Distribución geográfica
El gusano de las hojas de la Boya es considerado una especie tropical o subtropical, y
aparentemente no sobrevive a los inviernos en regiones templadas. Se encuentra desde
Estados Unidos hasta Paraguay [9]. En Norteamérica, sus infestaciones con repercusiones
económicas están limitadas a la Florida y los estados vecinos. Se ha registrado la presencia de
adultos en Wisconsin y Ontario (Canadá). Otros países donde se encuentra la plaga son
México, Puerto Rico, Las Antillas, Colombia, Venezuela, Perú, Brasil, Argentina, Uruguay y
Chile. En Colombia es particularmente dañina en el Valle del Cauca.

Plantas hospedantes
A. gemmatalis es primordialmente un comedor de follaje de leguminosas. Seguramente la
Boya (Glicine max) es su planta hospedante predilecta. Otras leguminosas de que se alimenta
son: maní (Arachis leypogea), alfalfa (Medicago sativa), fríjol terciopelo (Stilozobium
defringianum), fríjol común (Phaseolus vulgaris), fríjol lima (P. limensis), fríjol de arrozales (P.
lathyroides), frijolito rojo (P. calcaratus), frijol canavalia (Canavalia gladiata), caupí (Vigna
sinensis) y kudzú
(Pueraria phaseoloides y P. lobata). Otras plantas hospedantes diferentes de las leguminosas
son: algodón, trigo, lino y algunas hortalizas.

Importancia económica
En Colombia, y concretamente en el Valle del Cauca, en ataques severos, este insecto causa
serias defoliaciones e incluso puede ocasionar daño en las vainas. Su control requiere de hasta
tres aplicaciones de plaguicidas, con la cual se incrementan los gastos de producción y se
propician efectos colaterales contaminantes del medio ambiente. En Estados Unidos, en 1925,
se registraron pérdidas por quinientos mil dólares en el cultivo de soya a causa de esta plaga.
En este mismo país se ha indicado que la defoliación es un factor limitante en la producción de
dicho cultivo, y que los costos de control entre 1970 y 1973 se estimaron en un millón y medio
de dólares. Álvarez y Sánchez (1993) destacan, sin embargo, la gran capacidad de tolerancia a
la pérdida de follaje de la planta de soya.

Control biológico
Parasitoides
 De huevos
Hymenoptera: Trichogrammatidae
Trichogramma achaeae Nag. y Nag.

 De larvas o pupas
Hymenoptera: Ichneumonidae
Campoletis grioti (Blanch)
Ephialtes aequalis (Prov.)
Itoplectis rufuscula Davis
Microcharops sp.
Ophion bilineatum
Hymenoptera: Chalcididae
Brachymeria ovata (Say)
Hymenoptera: Eulophidae
Euplectrus puttleri Gordh
Diptera: Tachinidae
Spoggosia (=Euphorocera) floridensis (Tns.)
Winthemia rufopicta
Diptera: Sarcophagidae
Sarcaphaga rapax Wlk.

 Depredadores
Hemiptera: Anthocoridae
Orius insidiosos
Hemiptera: Nabidae
Nabis deceptivus Harris
Hemiptera: Pentatomidae
Podisus maculiventris Say
Alcaeorrhynchus grandis Dallas
Brochymena annulata
Eurhyrbynchus floridensis L.
Hemiptera: Lygaeidae
Geocoris punctipes
Hymenoptera: Sphecidae
Sphex pinctipennis
Hymenoptera: Formicidae
Solenopsis geminata (F.)
Pheidole dentata Mayr
Hymenoptera: Vespidae
Polistes canadensis (L.)
Neuroptera: Chrysopidae
Chrysopa sp.
Coleoptera: Carabidae
Calosoma granulatum
Callida decora F.
Coleoptera: Coccinellidae
Coleomegilla maculata (De Geer)
Cycloneda sanguinea L.
Hippodamia convergens Guer.-Men.
También actúan como depredadores
aves, sapos y lagartos.

 Entomopatógenos
 Hongos:
Moniliales: Moniliaceae
Nomuraea (=Spicaria) rileyi Far. (Samson)
Beauveria bassiana (Bals.) Vuill.
Entomophthorales: Entomophthoraceae
Entomophthora sp.
 Bacterias:
Eubacteriales: Bacillaceae
Bacillus thuringiensis var. kurstaki
 Virus: Virus de poliedrosis nuclear
Baculovirus anticarsia
 Control cultural
Algunas medidas de orden cultural que pueden contribuir al control del insecto son: 1)
laboreo apropiado del suelo antes de la siembra; 2) siembras en corto tiempo y en
forma oportuna, y 3) destrucción de las socas y de malezas hospedantes alternas.

 Otros métodos de control


Dado que las larvas del insecto en su mayor parte son filófagas, es recomendable
integrar el control químico, si su uso es absolutamente necesario, con la liberación de
parásitos y depredadores, tales como Trichogramma, Euplectrus y Podisus, y con la
aplicación de entomopatógenos, como el Bacillus thuringiensis y el virus de la
poliedrosis nuclear. El uso exclusivo de plaguicidas químicos ha causado resurgencia de
otros insectos, en Boya. Es muy recomendable el usode los niveles económicos de
daño, los cuales ya han sido establecidos. La práctica del control integrado, comparada
con el control tradicional, ha posibilitado reducciones de hasta un 78% en el número
de aplicaciones de insecticidas. Productos con modos de acción diferente, como el
TH6040, inhibidos de la síntesis de la quitina, han dado resultados muy promisorios.

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