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Revista Universidad de Sonora

Las transformaciones
sociales de la familia:
una mirada de género1

Edgar Iván Zazueta*

No se trata de la desaparición de la familia, sino de su


profunda diversificación y del cambio en su sistema de poder.
M. Castells, 2000

Este artículo es producto de una investigación titulada “Las concepciones de género


de los varones jóvenes adultos que han vivido en pareja heterosexual y su relación
con el divorcio. (Ciudad Obregón y Hermosillo, Sonora)”. Para este número se ha
Claude Lévi-Strauss destacó algunos principios universales
de la unión matrimonial: la prohibición del incesto y la
seleccionado lo relativo a la transformación del concepto y práctica de la familia
en la época contemporánea, enfocados desde la teoría social y la perspectiva de
género, que constituyen un fundamento crítico que permite entender las relaciones
políticas, laborales, económicas y afectivas entre los sexos2.
división sexual del trabajo.

E n la ciencia de la historia el tema de


la familia cobró mayor importancia
en los años de 1960/70 en países como
nera diversa, nos remite a agrupaciones sustancialmen-
te diferentes: patrilineales o matrilineales, patrilocales
o matrilocales, familia-gens, de orientación u origen,
Inglaterra y Francia; su influencia fue lle- familia conyugal, matrimonial o extramatrimonial, en-
gando después a otras naciones. samblada, monoparental y segmentaria. Sin embargo,
El concepto de familia analizado y uti- hay quienes sostienen concepciones diferentes. Mizrahi
lizado a continuación tiene el objetivo de deduce que no es posible delinear un concepto abs-
especificar las múltiples formas de agru- tracto e intemporal de familia, lo factible es analizar el
pamiento de ese núcleo; en ese sentido significado de la expresión (familia) computando los
familia puede ser un grupo de dos o más caracteres propios de una estructura familiar concreta,
personas que conviven y que pueden vigente en un determinado tiempo y espacio sociales; y
estar relacionadas por consanguinidad, aun así, con las necesarias especificaciones y particula-
unión, matrimonio y/o adopción. Cuan- ridades. Por ello, la coexistencia en una misma época y
do existe sólo una persona residiendo lugar de varios tipos de familias, ha permitido la formu-
en el hogar, a éste se le llama hogar uni- lación del “principio de la pluralidad de los tipos”. La
personal (adaptación propia tomada de familia está lejos de ser una entidad estática, pues está
Burin-Meler3). sujeta de manera permanente a movimientos y trans-
Mizrahi4 caracteriza a la familia de ma- formaciones.

* Licenciado en Psicología. Estudió la maestría en Desarrollo Regional en el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo, A. C. edkarivan@hotmail.com

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Ruta Crítica

Las teorías sobre el origen de la familia son diversas; los


antropólogos evolucionistas tendían a pensar en un proceso
histórico que, partiendo de la horda indiferenciada, fue insti-
tuyendo progresivas regulaciones que dieron lugar a la forma
actual de familiarización, característica de las llamadas “socie-
dades avanzadas”. Freud5 imagina, siguiendo a Darwin, una
Una de las primeras horda primitiva gobernada por un macho despótico. El pacto
aportaciones de los estudios social habría surgido por un acuerdo realizado entre los hijos
de género desde el feminismo varones, quienes luego de matar a su padre para tener acceso
a las hembras que aquel monopolizaba, aceptaron renunciar a
marxista la hicieron Marx
ellas a fin de evitar la rivalidad fratricida. De este modo, se ins-
y Engels a través del libro tauró la exogamia y con ella el intercambio social y la primera
El origen de la familia, la regulación legal consensuada entre los hombres, consistente
propiedad privada y el Estado. en la interdicción del incesto.
La antropología estructuralista, en lugar de suponer un
proceso temporal evolutivo, busca leyes invariantes tras las infi-
nitas variantes geográficas e históricas, que permitan descubrir
una estructura universal propia del parentesco humano6. El
principal representante de esta postura es Claude Lévi-Strauss
(1829-1902), quien consideró al matrimonio como resultado
de una alianza entre familias. Este autor destacó algunos prin-
cipios universales de la unión matrimonial: la prohibición del
incesto y la división sexual del trabajo.
La teoría materialista nos dice que el móvil esencial y decisi-
vo al cual obedece la humanidad en la historia es la producción
y la reproducción de la vida inmediata. A su vez, éstas son de
dos clases. Por un lado, la producción de los medios de existir,
de todo lo que sirve para alimento, vestido, domicilio y de los
utensilios que para ello se necesitan; y por otro, la producción
del hombre mismo, la propagación de la especie. Las institu-
ciones sociales con las que se rigen los hombres de una época
y de un país determinados, están íntimamente enlazadas con
estas dos especies de producción, por el grado de desarrollo
del trabajo y por el de la familia7.

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Una de las primeras aportaciones de los estudios de género desde el fe-
minismo marxista la hicieron Marx y Engels a través del libro El origen de la
familia, la propiedad privada y el Estado. En él, explican la evolución de
la familia y señalan el carácter histórico y social de esta institución. La vida
sexual que da vínculo a la pareja y sus posibilidades sociales se han trans-
formado, se integra el sexo y la sexualidad a su teoría de la sociedad y ven la
opresión sexual como parte de la herencia de formas sociales anteriores al
capitalismo. Las “relaciones de sexualidad” pueden y deben distinguirse de
las “relaciones de producción”. Según Engels, la organización social en que
vive la población de cierta época histórica y cierto país está determinada por
ambos tipos de producción: por la etapa de desarrollo del trabajo por un
lado y de la familia por el otro8.
Sea cual fuere la explicación sobre el origen de la familia, para Parrini9 la
conformación de la familia moderna tiene cuatro rasgos fundamentales:

1) La intensificación del lazo afectivo del núcleo central sacrificando el de


los vecinos y parientes.
2) Un fuerte sentido de la autonomía individual y del derecho a la libertad
personal en las búsquedas de la felicidad.
3) El debilitamiento de asociar placer sexual con el pecado y la culpa.
4) El deseo cada vez más intenso de privacía física.

Con todo ello, a partir de la segunda mitad del siglo XX se percibe en


Occidente un debilitamiento o agotamiento de muchos de los valores que
sustentaron la era moderna. Al parecer, vivimos una mutación sociológica
y antropológica; quizás una metamorfosis, en el sentido de que esos va-
lores han cambiado de jerarquía10. Todos esos “efectos posmodernistas”
hacen entrar en crisis el estilo de familia conyugal tradicional patriarcal. La
democratización de la vida nuclear y su desmoronamiento traen consigo
profundas crisis al matrimonio, por lo cual Malaure en Cours de droit civil
(1998) justifica el auge del divorcio11 y de la unión libre, que va más allá
de las reformas legislativas al divorcio. Malaure amplía y dice que no sólo
se ven implicadas nuevas maneras de relacionarse en pareja, sino que hay
repercusiones en la reducción de las autoridades familiares tradicionales e
incluso en la caída de la natalidad.

Mark Edwards, The Complete Encyclopedia of Photography, London, Prion, 1994, p. 79.

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Ruta Crítica

Mark Edwards, The Complete Encyclopedia of Photography, London, Prion, 1994, p. 126.

En concordancia, Castells12 menciona que la crisis de la familia patriarcal se entiende


por un debilitamiento de un modelo de familia basado en el ejercicio estable de la auto-
ridad/dominación sobre toda la familia, por parte del hombre adulto, cabeza de ella. La La crisis de la
frecuencia creciente de las crisis matrimoniales y la dificultad cada vez mayor para hacer familia patriarcal
compatibles matrimonio, trabajo y vida, parecen asociarse también con tendencias como se entiende por
el retraso de la formación de parejas y la vida en común sin matrimonio. un debilitamiento
Castells afirma también que la variedad creciente de estructuras de hogares, con lo
de un modelo de
que se diluye el predominio del modelo clásico de la familia nuclear tradicional, se ha
debilitado en su reproducción social, en la que ahora proliferan los hogares uniperso- familia basado en
nales y los de un solo progenitor. Las condiciones de inestabilidad familiar y con una el ejercicio estable
autonomía cada vez mayor de las mujeres en su conducta reproductiva, se han extendido de la autoridad/
para dar lugar a la crisis de los patrones sociales de reemplazo generacional. Todas estas dominación sobre
tendencias, al reforzarse unas a otras, ponen en tela de juicio la estructura y los valores toda la familia,
de la familia patriarcal.
En la familia conyugal se pulverizan los roles y funciones estereotipadas. El orden por parte del
preestablecido de la familia tradicional salta ante la supresión de jerarquías entre los hombre adulto,
cónyuges y la yuxtaposición de funciones. El trastocamiento no sólo afectó a la mujer; el cabeza de ella.
hombre efectúa también un reacomodamiento con un mayor ingreso en la esfera privada
y doméstica, de alguna manera como reacción o compensación natural ante el desborde
femenino en la arena pública.

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Estas rupturas de la conformación de la familia en la moder-
nidad han propiciado que se describa a la familia posmoderna
en tres aspectos cambiantes, según Burín-Meler13:

1) El corte de los lazos entre los jóvenes y los mayores.


2) La inestabilidad de la pareja.
3) La liberación de las mujeres, que implica la demolición de la
idea del hogar como nido o refugio.

Sobre esto habría que considerar lo que Lipovetsky14 señala


acerca de la generalización del proceso de personalización pos-
moderna que ha afectado las identidades sexuales, en donde lo
masculino y lo femenino pierden sus definiciones rigurosas y las
características diferenciadas anteriores.
El incremento del divorcio desde mediados de la década de
los sesenta describe un cambio sobre todo en los países occiden-
tales. Al contrario de lo que algunos sectores consideran, no es
la familia la que se está destruyendo, ya que muchos divorciados
se vuelven a casar y prevalecen nuevas organizaciones familiares, 1 El director del trabajo de tesis de maestría del cual este artículo
lo que no se sostiene es la idea de la unión de por vida. Según es un producto, es el Dr. Guillermo Núñez Noriega, investiga-
Burín-Meler esto se debe a: dor del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo
(CIAD), de quien se destaca el trabajo: “Vínculo de pareja y hom-
bría: atender y mantener en adultos mayores del Río Sonora,
1) La tendencia actual hacia la búsqueda de placer erótico. México”, en Amuchástegui, A. y S. A. S, I. (coords.), Sucede que
2) La independencia económica de las mujeres. me canso de ser hombre… Relatos y reflexiones sobre hombres y
masculinidades en México, México, El Colegio de México, 2007,
pp. 141-183.
Es así como la familia y la sociedad misma tienen temporali-
2 Bernal, G., “Mujeres, derechos humanos y reclusión”, Memoria
dades distintas y aun contradictorias que inciden en la conyuga- del Diplomado, Comisión de Derechos Humanos del Distrito Fe-
lidad, en las transiciones, en las trayectorias de vida de la pareja deral/Academia Mexicana de Derechos Humanos/Programa Uni-
y también en las biografías de las personas que las conforman15. versitario de Estudios de Género, México, UNAM, 2001.
3 Burin, M. y Meler, I., Género y familia. Poder, amor y sexua-
lidad en la construcción de la subjetividad, Argentina, Paidós,
2006.
4 Mizrahi, M., Familia, matrimonio y divorcio, Argentina, As-
trea, 1998.
5 Freud, Sigmund, “Tres ensayos para una teoría sexual”, Los
textos fundamentales del psicoanálisis, Barcelona, Altaya S. A.,
1986, pp. 343-468.
6 Burin, M., op. cit.
7 Marx, K. y F. Engels, El origen de la familia, la propiedad
No es la familia la que privada y el Estado, Moscú, Progreso, 1884.
8 Burin, M., op. cit.
se está destruyendo, 9 Parrini, R., “Un espejo invertido. Los usos del poder en los
ya que muchos estudios de masculinidad: entre la dominación y la hegemonía”,
en Amuchástegui, A. et al. (coords.), Sucede que me canso de ser
divorciados se vuelven hombre… Relatos y reflexiones sobre hombres y masculinidades
a casar y prevalecen en México, México, El Colegio de México, 2007, pp. 95-117.
10 Mizrahi, M., op. cit.
nuevas organizaciones 11 Ver “Matrimonios y divorcios en México”, México, INEGI,
familiares, lo que no se 2006.
12 Castells, M., La era de la información: economía, sociedad
sostiene es la idea de la y cultura, vol. 2: El poder la identidad, Madrid, Siglo XXI de
unión de por vida. España, 2000.
13 Burin, M., op. cit.
14 Lipovetsky, G., La era del vacío. Ensayos sobre el individua-
lismo contemporáneo, Barcelona, Anagrama, 1988.
15 López, M. y V. Salles, “Familias y hogares en transición. Los
vaivenes de la conyugalidad: una interpretación desde la cultu-
ra”, Reporte Técnico preparado para UNIFEM y el Colegio de
México, 2000.

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