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Voces: PRIVACION ILEGITIMA DE LA LIBERTAD ~ PROCESAMIENTO ~ PRUEBA ~ SECUESTRO

EXTORSIVO ~ TENTATIVA
Tribunal: Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional, sala VII(CNCrimyCorrec)(SalaVII)
Fecha: 06/07/2010
Partes: C., M. R.
Publicado en: LA LEY 27/08/2010, 27/08/2010, 7 - LA LEY 24/09/2010, 4, con nota de Rodrigo D. Lopez
Gaston; Sup. Penal2010 (octubre), 69 - LA LEY2010-E, 92 - LA LEY 2010-E, 368, con nota de Rodrigo D.
Lopez Gaston; LA LEY2010-E, 623 - DJ 09/02/2011, 17, con nota de Juan F. Gouvert;
Cita Online: AR/JUR/37633/2010

Sumarios:
1. Corresponde procesar a los imputados en orden al delito de secuestro extorsivo en grado de tentativa, en tanto
los elementos que les fueran secuestrados en las inmediaciones del domicilio de la presunta víctima — armas de
fuego, una soga, precintos, gas paralizante— y el merodeo que estuvieran haciendo allí los días previos a ser
aprehendidos llevan a la conclusión de que su plan consistía en el abordaje de aquélla a la salida de su domicilio
a fin de privarla de la libertad, lo cual fue frustrado por una circunstancia ajena a ellos.
2. Es improcedente procesar a los imputados en orden al delito de secuestro extorsivo en grado de tentativa,
pues si bien el número de personas involucradas en el hecho y los elementos encontrados en su poder — armas
de fuego, una soga, precintos, gas paralizante— permiten inferir la existencia de un plan posiblemente
destinado a secuestrar a la presunta víctima, tal actividad no superó el umbral de los actos preparatorios, al no
haberse alcanzado su interceptación. (Del voto en disidencia del Dr. Divito)

Texto Completo: 2ª Instancia. — Buenos Aires, julio 6 de 2010.


Y Vistos:
El juez Mauro A. Divito dijo:
La defensa recurrió en apelación el auto de procesamiento arbitrado respeto de M. R. C. en orden al delito
de “ secuestro extorsivo doblemente agravado en grado de tentativa” , conforme a las disposiciones
preceptuadas por el artículo 306 del Código Procesal Penal y los artículos 41 bis, 42 y 170, incs. 5° y 6°, del
Código Penal.
Según las constancias del legajo, el día 3 de marzo pasado, a las 8:20, en las inmediaciones de la calle... de
esta ciudad, el personal preventor procedió a la detención de J. P. U. y E. R., quienes se encontraban en el
interior de un vehículo marca “ Peugeot 504” , con una de las puertas delanteras abierta y un arma de fuego
marca “ Glock” , del calibre 9 mm. ubicada en el asiento trasero. Lo propio aconteció con la imputada S. E. A.,
tripulante de un rodado marca “ Chevrolet Corsa” , estacionado -con una puerta abierta- en la intersección de las
calles... y..., de este medio, y con M. R. C., interceptado cuando procuraba ascender a una camioneta marca “
Toyota Hilux” , también parada en las adyacencias del inmueble habitado por L. C. G., al que se lo relacionó
con la persona aludida en un manuscrito hallado en este último automotor, que contenía la leyenda “ ...sale a las
8 hs.” (fs. 1, 4, 8, 9/10, 17/18 y 24).
Cabe adicionar que en el interior del baúl correspondiente al vehículo ocupado por A. se incautaron cuatro
precintos negros y una soga de nylon, de color blanco con vivos negros, en tanto que de la camioneta
relacionada con el imputado C., se secuestró un revólver del calibre 22 y un envase conteniendo gas con efecto
“ paralizante” (fs. 12/13 y 20).
A su turno, L. C. G. (fs. 24 y 204) dijo residir junto a su cónyuge y dos hijas menores en el domicilio sito en
la calle... de este ejido. Con respecto al hecho investigado, agregó haber visto al vehículo marca “ Corsa”
recorrer la zona de su domicilio en las últimas dos semanas y abrigar cierta duda sobre la camioneta
secuestrada, a la que también le pareció observar con antelación.
En su declaración indagatoria, el imputado negó cualquier vinculación con la anotación secuestrada y afirmó
ignorar a la persona que supuestamente se pretendía secuestrar con el objeto de obtener rescate. En cuanto al
arma de fuego, C. reconoció haberla adquirido con la intención de usufructuarla en tareas de custodia de
camiones, trabajo que suele materializar a partir de su situación de disponibilidad en la Policía Federal.
Ahora bien, en cuanto se relaciona con el hecho atribuido cierto es que el delito de secuestro extorsivo, en su
forma básica, se consuma con la privación de libertad guiada por la finalidad de obtener rescate, siendo -en
consecuencia-innecesario que la persona a quien se le exigirá el pago se entere de las demandas del autor e
incluso que éstas efectivamente lleguen a formularse (Soler, Sebastián, “ Derecho Penal Argentino” , Ed. Tea, t.
IV, Bs. As., 1992, p. 332, Donna, Edgardo Alberto, “ Derecho Penal-Parte Especial” , Tomo II-B, Rubinzal-
Culzoni Editores, Buenos Aires, 2001, p. 238).
La tentativa, reglada por el artículo 42 del Código Penal, se reconoce cuando la privación de la libertad no
llega a completarse, siempre que se haya cumplido algún acto ejecutivo; y éste se verifica con cualquier

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conducta que implique “ comenzar a sustraer a la víctima” , aunque el primer acto de tal naturaleza ha de ser el
inmediatamente anterior.
En efecto, se entiende que el comienzo de ejecución de este delito comprende no solamente los actos que
implican iniciar la realización del verbo típico (teoría formal objetiva) sino también los inmediatamente
anteriores (teoría material objetiva), teniendo en cuenta el plan del autor (criterio objetivo-individual). Desde
esta perspectiva, cuando -por ejemplo- un secuestro ha de concretarse sustrayendo por la fuerza a la víctima en
la vía pública, cabe estimar que el primer acto ejecutivo será el de interceptarla, resultando impunes -por ser
meramente preparatorios- todos los actos previos, tales como dirigirse hacia donde se cometerá el hecho o
posicionarse en el lugar en que se piensa perpetrarlo.
Así, con arreglo a las constancias del legajo, si bien el número de personas involucradas en el hecho, la
ubicación de los tres vehículos en los que aguardaban, las armas, la soga, los precintos, la nota relacionada con
la supuesta víctima y el envase con gas “ paralizante” permitirían inferir la existencia de un plan posiblemente
destinado a secuestrar a L. C. G., fuerza es convenir en que, de haber sido así, tal actividad no superó el umbral
de los actos preparatorios, al no haberse alcanzado la interceptación del nombrado -que permanecía en su casa-
ni haberse ingresado a su esfera de protección -los imputados se hallaban en la vía pública-.
Al respecto cabe destacar que, L. C. G. (fs. 204) relató que, al tiempo de la detención de los imputados, él se
encontraba en el interior de su domicilio, con lo que razonablemente debe inferirse que siquiera mantuvo
contacto con quienes hipotéticamente lo aguardaban en la calle.
Con base en lo expuesto, en cuanto al decisorio traído a escrutinio, corresponde la desvinculación del
imputado C. en los términos del artículo 336, inciso 3°, del Código Procesal Penal, temperamento que debe
hacerse extensivo a los imputados J. P. U., E. E. R. y S. P. A. acorde a los preceptos del artículo 441 del mismo
cuerpo de normas.
Así voto.
El juez Juan Esteban Cicciaro dijo:
En mi opinión, los agravios formulados por la defensa del encausado M. R. C. no pueden prosperar.
En ese sentido, comparto sustancialmente la argumentación que ha desarrollado el señor fiscal general
Solimine al tiempo de celebrarse la audiencia oral en esta alzada.
Repárese en la estructura - o “ logística” según la apreciación de la Fiscalía- que en el caso importó la
actuación mancomunada de cuatro personas, que contaban con tres vehículos, dos de los cuales permanecían
con sus puertas abiertas en las inmediaciones del domicilio de L. C. G., armas de fuego, equipos de
comunicación personal, precintos, una soga, un envase de gas paralizante y la singularidad del hallazgo de un
trozo de papel con la leyenda “ ...sale a las 8 hs.” , en tanto la prevención sospechó de lo que estaba ocurriendo a
las 8:20 del mismo día y procedió en consecuencia.
Al propio tiempo, de los dichos de L. C. G. (fs. 24 y 204) se desprende la posición socio económica de su
núcleo familiar -su esposa es presidente de una empresa...- y que aun cuando no era su rutina, justamente, en los
dos días previos al suceso egresó de su domicilio a las 8:00 por motivos distintos, sin perjuicio de apuntar que
había divisado en las inmediaciones de su vivienda desde dos semanas antes a dos de los vehículos finalmente
secuestrados.
Los extremos fácticos reseñados, con arreglo a las reglas de la sana crítica, particularmente en el caso las de
la experiencia común, llevan a pensar que el plan de los autores ha estribado en la concreción del abordaje de la
víctima a la salida de su domicilio con fines de secuestro.
En esa dirección, si el merodeo de los días previos significó la concreción de los actos preparatorios que
idóneamente requería la ilícita operatoria, sólo una circunstancia que finalmente resultó ajena a los autores
frustró el plan aludido, pues a contrario de la subrepticia verificación obtenida por aquéllos en los dos días
previos, sólo faltó que G. saliera de su vivienda, extremo que da la pauta de la cercanía de la operación
emprendida con el bien jurídico interesado en el caso.
Como ya lo sostuvo el Tribunal, el comienzo de ejecución del delito no necesariamente finca en el comienzo
de ejecución de la acción señalada objetivamente por el verbo típico, sino que comprende los actos que,
conforme al plan del autor y sus particulares modos de realización que en la ocasión se seleccionaran, resultan
inmediatamente anteriores al comienzo de la ejecución típica y claro está que ya importan un peligro para el
bien jurídico (causa N° 38.471, “ Oteyza, Carlos” , del 18-3-2010, con cita de Zaffaroni, Eugenio Raúl; Alagia,
Alejandro y Slokar, Alejandro, Tratado de Derecho Penal. Parte General, Ediar, Buenos Aires, 2002, p. 829).
Nótese finalmente, en abono de tal posición, que aún en el entendimiento al que he arribado, la proximidad
o inmediatez temporal y espacial con la acción típica o el riesgo inmediato de lesión del respectivo bien jurídico,
son bastante mayores que la situación de hecho reportada en la audiencia, según lo resuelto en el caso “ Gatti”
(Cámara Federal de San Martín, Sala I, causa Nº 352/03, del 5-6-2003), en el que se consideró verificado el
conato de un secuestro extorsivo con la aprehensión de varios sospechosos, congregados en una estación de

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servicios, desde la cual se trasladarían a las inmediaciones del domicilio de la víctima, que arribaría unas horas
más tarde. Voto entonces por confirmar la resolución cuestionada en el punto que fuera materia de agravio,
debiéndose consignar -a todo evento- que el recurso arbitrado respecto de la prisión preventiva del encartado fue
oportunamente rechazado por el juez de grado en la intervención documentada a fs. 378/379, apartado “ 5.c” .
El Juez Rodolfo Pociello Argerich dijo:
Habiendo escuchado la grabación, participado de la deliberación y sin que interrogantes que zanjar, adhiero
al voto del juez Cicciaro, cuyos argumentos hago propios. Así voto.
En mérito del acuerdo que antecede, esta Sala del Tribunal resuelve:
Confirmar el auto protocolizado a fs. 243/257, punto IV, en cuanto fuera materia recursiva.
Devuélvase, y sirva la presente de atenta nota.
C. 39.077 “ C., M. R.” . Procesamiento. Secuestro Extorsivo. Inst. 26/155. Sala VII.
Poder Judicial de la Nación
El juez Rodolfo Pociello Argerich integra esta Sala VII por disposición de la Presidencia de esta Cámara,
del 5 de agosto de 2009, y no participó de la audiencia oral con motivo de su actuación simultánea en la Sala V.
— Mauro A. Divito (en disidencia). — Juan Esteban Cicciaro. — Rodolfo Pociello Argerich

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