8  CU LT U R A  R E F OR M A -  Jueves 7 de Febrero del 2008
CERN 2008: Esperan más resultados en ALICE
un vistazo
‘Experimentan’ físicos
con teoría de cuerdas
Cortesía NASA
Detectan agua
en luna de Saturno
París.- Enceladus, una de las lunas
de Saturno, podría contener agua lí-
quida bajo su Polo Sur, según un
estudio realizado con mediciones d Ayuda estudio
de la sonda estadounidense Cassi-
ni, que publica hoy Nature. Al ana-
lizar las velocidades de expulsión
de plasma de quarks
de los diferentes elementos que sa- y gluones a describir
len de un géiser, Cassini detectó que
parte de esos elementos provienen materia esencial
del agua, dijo Jurgen Schmidt, de la
Universidad de Postdam, Alemania.
AFP Cecilia Rosen
Aunque la teoría de cuerdas –cuyo
objetivo más ambicioso es el de des-
cribir de qué está hecho el universo–
ha sido criticada por no contar con
evidencia experimental, inesperadas
aportaciones de los físicos “cuerderos”
sobre lo observado en los laborato-
rios podrían cambiar esta visión.
Cuando en 2005 el acelerador
de partículas conocido como RHIC
(Relativistic Heavy Ion Collider), en
Brookhaven (Estados Unidos), ob-
tuvo por primera vez un plasma de
quarks y gluones –es decir, una so-
Reuters
pa donde estas partículas están suel-
tas, en lugar de atrapadas como ocu-
Alistan misión rre dentro de los protones y neutro-
espacial del Atlantis nes–, la teoría de cuerdas encontró
una oportunidad para aportar nue-
Washington.- Tras un retraso de vas ideas sobre el mundo real.
dos meses, la NASA prevé lanzar Según el consenso científico, es-
hoy a las 13:45 horas su transborda- ta sopa, que para ser producida re-
dor Atlantis con siete astronautas a quiere una temperatura de billones
bordo, para enviar a la Estación Es- de grados, habría concentrado toda
pacial Internacional (ISS) el labora- la materia y energía una fracción de
torio europeo Columbus. “El Atlan- segundo después del Big Bang (a par-
tis está listo para volar”, dijo Charlie tir del cual se cree que nació el Uni-
Blackwell-Thompson, director asis- verso), por lo que su estudio es de
tente de pruebas de la NASA. gran interés.
AFP Ante la dificultad de predecir lo
que ocurre en este plasma (conocido
como QGP, por sus siglas en inglés),
los científicos que trabajan con la teo-
ría de cuerdas han descrito algunas
de sus características, ganando cre-
dibilidad por parte de algunos de los
antes escépticos.
Esta teoría postula que todo lo
que conocemos –desde nuestro en-
CortesíaPolymer Vision
torno inmediato hasta las galaxias
más lejanas– se compone de peque-
ños “ladrillos” que, a diferencia de la
visión convencional, no son “puntitos”
o partículas, sino objetos parecidos a
“cuerdas” con capacidad de vibrar.
Crean en EU Su objetivo último es describir lo
un chip flexible que ocurre en nuestro universo a par-
tir del estudio de estas cuerdas que,
San Francisco.- En la Conferencia de existir, requerirían que el espacio
Internacional de Circuitos del Esta- tenga, no las 3 dimensiones familia-
do Sólido (IEEE) se presentó esta res, sino 6 adicionales ocultas.
semana una serie de chips “orgáni- Pese a que lleva más de dos déca-
cos” flexibles capaces de adaptarse das de existir, esta meta está aún leja-
a todo tipo de aparatos electróni- na, pero en el camino se han encon-
cos como teléfonos celulares, repro- trado enfoques más “modestos” para
ductores de mp3 y lectores de li- conectar la teoría con la evidencia.
bros digitales a través de pantallas Con la descripción de la fuerza
“enrollables”. El novedoso chip fue fuerte (una de las 4 fuerzas funda-
desarrollado por la empresa estado- mentales de la naturaleza) que ocu-
unidense Polymer Vision. rre en las partículas del plasma, los
Alpha Galileo “cuerderos” tendrían su oportunidad
más prometedora.
“Hasta ahora pareciéramos estar
CfjhlXibjpjl[`jg\ij`e
Los científicos han descrito las partículas fundamentales de la materia.
Los átomos se componen de:
Neutrones
Protones
Los protones y neutrones, a su vez, se
integran en "paquetes" o "hadrones"
de 3 quarks cada uno.
Gluones
Quark
más cerca de hacer contacto con el
mundo real por este camino que por
el otro. Para algunas de las propieda-
des del plasma, nuestros resultados
son sospechosamente parecidos a lo
que los físicos del RHIC parecen en-
contrar”, dice Alberto Güijosa, inves-
tigador del Instituto de Ciencias Nu-
cleares (ICN) de la UNAM, quien tra-
baja en teoría de cuerdas.
Güijosa y Elena Cáceres, de la
Universidad de Colima, junto con
Antonio García y Mariano Cherni-
coff, también del ICN, han estudia-
do el QGP con la “dualidad de Mal-
dacena”, herramienta teórica que re-
volucionó al mundo “cuerdero” en
los noventas, al proponer una teoría
de cuerdas y algunas teorías simila-
res a la cromodinámica cuántica (o
QCD, por sus siglas en inglés); que
según se ha comprobado, describe a
los quarks y a los gluones que produ-
cen la fuerza fuerte.
Después de que el RHIC obtu-
viera el plasma, los físicos expertos
en QCD se vieron en serias dificulta-
des para calcular lo que pasaba en la
sopa utilizando sus propias bases
teóricas, ya que los quarks y gluones
Aleph Cero
Shahen hacyan
Galileo y la Iglesia
E
n días pasados, estudiantes y
profesores de la Universidad
de Roma se opusieron a una
visita del Papa; el motivo fue un dis-
curso que pronunció en 1990, en el
que habría justificado la condena de
Galileo por la Iglesia Católica. Las
agencias de noticias destacaron que
el entonces Cardenal Ratzinger se
había basado en las tesis del filósofo
Paul Feyerabend.
Al margen de lo que opine el
Papa de Galileo, Feyerabend se dis-
tinguió por sus posiciones críti-
cas y provocadoras; se le conoce co-
mo proponente de un “anarquismo”
en la ciencia. Su obra más conocida,
Contra el método, es una bien fun-
damentada crítica al supuesto “mé-
todo científico” que ningún científi-
co utiliza. Dedica varios capítulos a
desmitificar a Galileo, a quien mu-
chos han erigido en el santo (y már-
tir) patrono de la ciencia.
Para Feyerabend, hay muchas
formas de ver el mundo y la visión
Electrones
Neutrón
Protón
<cXZ\c\iX[fiI?@:
Núcleos de protones y neutrones
de oro se aceleraron casi a la velocidad de la luz en el RHIC
para producir una sopa de quarks y gluones.
)$.a_bŒc[jhei (X_bbed[ide grados
es la circunferencia Kelvin se necesitaron para
de este acelerador producir el plasma
interactúan muy intensamente.
Y es aquí donde la “dualidad de
Maldacena” podría venir al rescate.
La idea, escribe Makoto Natsuu-
me (colaborador de Cáceres) en una
nota en Nature, es que “la teoría de
cuerdas se vuelve más simple confor-
me la fuerza fuerte es más intensa”.
“Así, las cuentas que resultan difí-
ciles de realizar con QCD son las más
sencillas de hacer con el lenguaje de
cuerdas”, explica Güijosa.
A partir de tal supuesto, inves-
tigadores alrededor del mundo hi-
cieron cálculos que resultaron útiles
para entender a los quarks y gluones
descritos por la cronodinámica.
Los científicos determinaron la
“viscosidad” de la sopa, encontrando
un resultado cercano a las estimacio-
nes del RHIC, que indica que la sopa
QGP, en vez de ser un gas, como su-
ponían, parecía más un medio acuo-
so. Un par de años después, también
se calculó el ritmo al que los quarks
y gluones pierden energía al moverse
dentro del plasma en el RHIC.
Los “cuerderos” mexicanos par-
ticipan en la investigación en parale-
lo a científicos de otros países, y han
de los científicos no es la única vá-
lida, aunque éstos así lo pretendan
(ver su obra póstuma, Conquista de
abundancia). Galileo quiso impo-
ner su visión apelando a su autori-
dad individual y se enfrentó a la au-
toridad monolítica de la Iglesia Ca-
tólica, la cual poseía un poder que
utilizaba sin piedad. Fueron tiempos
muy crueles, con incontables vícti-
mas de las autoridades seglares y de
las eclesiásticas. Galileo corrió con
bastante suerte gracias a sus buenos
contactos con los altos jerarcas y só-
lo fue condenado a un arresto do-
miciliario en su finca; otros, como
Giordano Bruno o Campanella, no
corrieron con igual suerte.
Feyerabend nos recuerda que
en la época de Galileo no había nin-
guna prueba contundente de que la
Tierra girara alrededor del Sol. El
sistema de Copérnico no fue acepta-
do unánimemente porque no repre-
sentaba ninguna ventaja. Los astró-
nomos utilizaban el sistema de Pto-
//$//de la velocidad
de la luz alcanzaron estas
partículas
hallado que el comportamiento de las
partículas depende de la velocidad
con que atraviesan la sopa y no sólo
de la temperatura, como se creía.
Pero aunque estos y otros re-
sultados son prometedores, aún los
adeptos toman las cosas con pinzas.
Uno de objetivos es acercar los cál-
culos actuales a QCD, ya que actual-
mente se trabaja todavía con teorías
que son apenas “primas” de QCD.
“Lo que todavía no tenemos es
una predicción firme. Lo que parece
más cercano es que con todo el ca-
tálogo de teorías se puedan explorar
las propiedades de la sopa y buscan-
do alguna que dé el mismo resultado,
con lo cual se podría aplicar a QCD”,
explica Cáceres.
“La mayor validación de que es-
to tiene futuro es que a los especia-
listas en el plasma les ha interesado
lo que hacemos; varios se han acer-
cado y han aprendido nuestras he-
rramientas para poderlas utilizar”,
dice Güijosa.
En cuanto a hacer contacto firme
con el experimento, dice, “pese a que
hay indicios prometedores, es mucho
lo que queda por hacer”.
lomeo, que describía el movimiento
de los planetas con epiciclos: círcu-
los sobrepuestos a círculos; un sis-
tema muy complicado, pero permi-
tía calcular con buena precisión la
posición de los planetas. Copérni-
co propuso un sistema que también
utilizaba epiciclos, el cual era tan fa-
rragoso como el de Ptolomeo; ni si-
quiera pudo poner al Sol en el cen-
tro del Sistema Solar, sino un poco a
un lado para ajustar los datos.
La principal prueba que Gali-
leo aportó para el sistema heliocén-
trico resultó ser falsa: su teoría se-
gún la cual las mareas se debían al
movimiento de la Tierra. En cambio,
una prueba muy seria en contra de
su movimiento era el hecho de que
las estrellas no exhiben ninguna pa-
ralaje (una variación de su posi-
ción aparente por el recorrido anual
de la Tierra a lo largo de su órbita).
Ahora sabemos que la paralaje de
las estrellas es demasiado pequeña
para detectarse a simple vista, pe-
ro eso no era obvio en una época en
la que no se tenía ninguna idea de
las verdaderas distancias estelares.
En cuanto a las lunas de Júpiter que
Galileo observó con su telescopio,
podría tratarse de una ilusión óptica
producida por ese novedoso instru-
mento cuyas propiedades eran aún
desconocidas.
Para Feyerabend, Galileo tra-
tó de imponer un nuevo sistema del
Estas líneas representan
la huella de los quarks
y gluones
Imagen: cortesía Brookhaven National Laboratory / Gráfico: Pedro Persy López
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de segundo duró
la aceleración
Esperan
nuevo plasma
En 2008 empezará a operar el
Gran Colisionador de Partícu-
las (LHC, por sus siglas en in-
glés) que a través de seis experi-
mentos pondrá a prueba varios
de los supuestos de la física mo-
derna. ALICE (A Large Ion Co-
llider Experiment), uno de sus
aceleradores, reproducirá la fa-
mosa “sopa” o plasma de quar-
ks y gluones a mayores poten-
cias que las actuales.
Los físicos que trabajan con
teoría de cuerdas podrían, en-
tonces, encontrarse con una
nueva oportunidad de hacer
contacto con la realidad al es-
tudiar las características de este
plasma. Aunque Güijosa acepta
que los resultados de este expe-
rimento “no desacreditarán ni
aprobarán la teoría de cuerdas”.
mundo que, si bien a la postre re-
sultó correcto, carecía aún de fun-
damentos sólidos. Apeló a su pro-
pia autoridad con argumentos que
pretendían ser científicos. La Iglesia,
desde su punto de vista, tuvo razón
en marcarle el alto y exigirle prue-
bas sólidas antes de aceptar un sis-
tema que, a su juicio, podría poner
en riesgo sus valores espirituales. El
criticado discurso de Ratzinger iba
en el sentido de que la ciencia no
garantiza la ética; por ejemplo: la
bomba atómica.
Galileo fue un hombre excep-
cionalmente brillante y genial, pe-
ro también arrogante y ansioso de
quedar bien con los poderosos (co-
mo no pocos intelectuales en to-
das las épocas). Defendió el sistema
de Copérnico, aceptando sus epici-
clos porque creía que el movimien-
to perfecto debía ser circular. Fue
Kepler, su contemporáneo, quien li-
beró a la astronomía de los pesados
epiciclos al demostrar que los pla-
netas se mueven en elipses, e intuyó
el verdadero origen de las mareas
y la influencia del Sol en el movi-
miento de los planetas. Pero Galileo
nunca se dignó en darle crédito.
El sistema heliocéntrico fue
aceptado, no por el libro de Copér-
nico ni por los floridos pero ende-
bles argumentos de Galileo, sino por
el trabajo, increíblemente minucio-
so y obsesivo, de Kepler.