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Después de una exposición sobre Santa Cruz entonces vestían a la usanza española, y el estilo de vestir de las personas; y otra,

sonas; y otra, que


en el siglo XVIII, una estudiante de Turismo las indias eran las que usaban tipoi, ¿cómo se exprese una inversión simbólica de los
me comentó: ahora se dice que el tipoi es el traje típico de referentes básicos de una identidad.
“Leyendo el informe del Gobernador Viedma, Santa Cruz?”
me sorprendo de saber que las cruceñas de Bueno, una cosa es que las modas cambien POR NELSON JORDÁN BASÁN

identidad cruceña
una conflictiva búsqueda

Lo que se pretende mostrar en vivió en lo local, y frente a lo Se resumen aquí algunos referentes antagónicos a ser
este artículo, además de la fle- estatal-nacional. momentos cruciales donde se prácticamente sinónimos.
xibilidad de los contenidos de La identidad cruceña se ha van configurando algunos ras- En el intento de responder
la identidad cruceña, es que los ido construyendo frente a dife- gos fundamentales de la iden- a estas interrogantes, se plan-
cambios que tuvo a lo largo de rentes espejos: los otros, aque- tidad cruceña en torno a dos tean aquí –en orden cronológi-
la historia están fuertemente llos diferentes que tenemos conceptos de referencia: el con- co– los siguientes apuntes his-
vinculados a las conflictivida- cerca y que mantienen relación cepto de “camba” y el de “cru- tóricos:
des políticas y sociales que se con nosotros. ceño”, y cómo pasan de ser dos

1. Gabriel René Moreno 2. El Memorándum de 1904 3. La Guerra del Chaco

A finales del siglo XIX, Gabriel René Mo- Cuando se publica el Memorándum de Sin duda, la guerra del Chaco fue otro mo-
reno definía al cruceño como el poblador 1904, la intelectualidad cruceña –nuclea- mento crítico de la historia para el país y
de estas tierras “de puro linaje español”; es da en la Sociedad de Estudios Geográfi- muy especialmente para la región: el cam-
decir, los descendientes directos de los co- cos e Históricos– manifiestaba un profun- po de batalla se encontraba más cerca de
lonizadores españoles. do apego integracionista, y reclamaba del Santa Cruz que de los centros de poder;
Esta definición de identidad la contras- Estado Nacional vínculos efectivos para por tanto, la región ganó protagonismo y
taba con la de los “cambas”, que eran los poder participar de la vida económica del gravitó notablemente en el conflicto.
indígenas afincados en Santa Cruz o sus país. Tal documento sirvió de base para Durante ese mismo periodo, en el cam-
alrededores, o los individuos con diverso varios movimientos posteriores como el po de las ideas identitarias se libró otra ba-
grado de mestizaje con los mismos. Mo- “Comité Pro ferrocarril en 1915, el Partido talla no menos encarnizada: Enrique de
reno llegó a lamentarse diciendo: “me so- Orientalista, y la Acción Juvenil Orienta- Gandía (Buenos Aires 1935), Raúl del Pozo
bran los dedos de la mano para contar a los lista (Pruden: 64). De ese modo, el conflic- Cano (Asunción 1935) y Modesto Saave-
cruceños que lo son de pura cepa”. Y como to generado por las políticas liberales de dra (Buenos Aires 1937), escribieron trata-
buen darwinista social, se tomó el trabajo vincular los centros mineros con los puer- dos separatistas reconstruyendo la historia
de comparar la capacidad cefálica de blan- tos marítimos (que postró profundamente de la región. Esta reconstrucción implica-
cos, mestizos e indios, y comprobar una la economía regional) adquirió, en sus de- ba una fuerte ligazón étnica apelando a un
sustancial diferencia del volumen del cere- mandas, un carácter de identidad. Es decir, parentesco guaranítico común entre cru-
bro de ellos, en varias onzas. Así, se volvió demandas socioeconómicas aglutinaron a ceños y paraguayos. Estas ideas –que ade-
común decir: “Los enemigos del alma son intelectuales y activistas junto con referen- más de circular en forma de libros tam-
tres; el camba, el colla y el portugués”. tes de identidad. bién circularon profusamente en panfletos,

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periódicos y programas de radio– fueron truye nuevamente la historia dando énfa- tagonistas, sea de forma voluntaria o no”
pronta y contundentemente contestadas sis al rol protagónico de los guaraníes, que (Pruden: 60). Y queda muy en claro tam-
por intelectuales cruceños tales como Plá- “no permitieron bajar a los incas a la lla- bién que, “la historia y las identidades bai-
cido Molina Mostajo (1875 – 1970), Rómu- nura desde los Andes”, de modo que una lan al ritmo de la política” (Pruden: 61)
lo Herrera (1898 - 1940) y Lorgio Serrate lucha compartida (por las regalías) se con- La encrucijada posterior a los sucesos
(1913 – 1975). El argumento de éstos cru- virtió en convicción de un parentesco com- del 2003, van a profundizar esta crisis de
ceños “bolivianistas” subrayaba el afán in- partido, dando esta vez razón a Max We- identidad, reforzándola, por un lado en
tegracionista a partir de argumentos histó- ber.3 posicionamientos políticos cerrados, y con-
ricos y desbarataba los argumentos étnicos En este mismo periodo también se en- solidando la postura de diferencia frente a
afirmando “que los cruceños en tanto civi- cuentra ubicado el “mito fundacional” de una identidad nacional. Esa, es una iden-
lizados y remarcando su cualidad de enco- la identidad regional cruceña: la lucha por tidad cultural que deviene en identidad
nados enemigos de los salvajes guaraníes” las regalías del 11 %, que permiten perfi- política como efecto de una confrontación
(Pruden: 46). Es decir, lejos de tener su ori- lar en la gesta histórica de la sangrienta lu- polarizada, pero es todavía muy próxima
gen en la raza guaraní –tarada por sus vi- cha regional, la construcción de una “co- como para ensayar una perspectiva histó-
cios y pasiones– fuimos siempre sus encar- munidad imaginada” cruceña, tal como lo rica sobre la misma.
nizados enemigos (Pruden: 46). plantea Benedict Anderson4, y que even-
tualmente puede derivar en una tendencia Conclusión sobre los apuntes históri-
4. La Revolución Nacional nacionalista. cos

La Revolución Nacional trajo muchos cam- 5. La hegemonía cruceña, o la identidad Los referentes de identidad cambian de
bios al país, y muy especialmente a la re- en crisis manera permanente, pero estos cambios se
gión cruceña. Vertebró finalmente la región dan especialmente en relación a:
al resto del país y con el voto universal la Los años desde la revolución nacional 1. La relación que el sujeto identitario en
política dejó de ser un asunto restringido (1952) hasta los actuales días han marcado cuestión (en este caso el “ser cruceño”) tie-
a las elites para pasar a ser un asunto más un lento proceso que va, desde la posterga- ne con el entorno político del momento y
abierto y popular. Con esto, la elite regio- ción extrema, hasta hacer de Santa Cruz la sus respectivas crisis.
nal perdió sustancialmente su capacidad locomotora de la economía nacional. 2. Las diferencias de clase que se expresan
discursiva su “Capital simbólico” basado Santa Cruz ha conseguido la hegemo- al interior de la sociedad que las plantea
en la pureza de su origen hispánico. nía económica, la hegemonía demográfica, y los valores que sirven de referencia para
y plantea una lucha abierta y permanente distinguirlas.
por la hegemonía política. 3. El “otro”, el espejo referencial sobre el
Mientras tanto, todos los cambios ocu- que refleja la identidad. Este “otro” ha sido
rridos a la ciudad y su entorno inmediato, sucesivamente: el camba, el indígena y/o
repercuten en cuanto a las definiciones de mestizo, el gobierno del MNR (ciclo 1952-
la identidad: las migraciones, la presencia 1964), el colla y, finalmente (durante la cri-
de la “cultura globalizada” de los medios, sis de octubre de 2003) el estado-colla: Bo-
el dinero del narcotráfico...se van convir- livia y lo boliviano encarnando un estado
tiendo sucesivamente en los diversos es- fracasado.
pejos para mirar la identidad. Se plantean 4. Los desafíos de la cultura dominante y
variados balances críticos acerca de la mis- envolvente, ahora llamada globalizada. Y no
ma: “Radiografía del mojón”5, “Los cruce- siempre se hace consciente y relevante.
ños y la cultura”6, y otros. 5. La construcción social “identidad cruce-
La crisis de octubre del 2003 marca un ña” es el modo en que la élite cruceña, a
momento de definiciones en el campo po- través del Comité Pro Santa Cruz se vincu-
Sin embargo, la élite regional tuvo lítico, incluyendo el peso de las regiones, y la a otros sectores regionales y nacionales a
oportunidad de rearticular su discurso en el tema de las identidades se plantea con partir de octubre del 2003.
otro momento crítico: las luchas del 11%. fuerza y centralidad. 6. Los intereses propios de la clase domi-
Entonces, ante la doble arremetida de los nante y sus órganos de representación res-
movimientistas liderizados por Luis San- pecto a sus propias aspiraciones políticas.
doval Morón (de origen local) y el poder Y esta clase dominante, pero sobre todo su
central del gobierno, las élites tienen que representación pública, se encuentra en
articular un discurso de identidad más in- crisis ¿se replantea nuevamente y a fondo
clusivo –que se plantea como base de una la identidad?
alianza regional– capaz de borrar las dife- No cabe duda que la identidad segui-
rencias de clase, intentándolas alinear alre- rá en búsqueda, respondiendo a las nuevas
dedor de un supuesto bien común1. situaciones conflictivas que se presenten.
Aquí aparece la reinvindicación de lo
“camba”, sobre todo a partir de la obra de
1 Pruden, 2003:
Hernando Sanabria Fernández, y también 2 Pruden, 2003: 62.
otros autores (Hugo Lijerón, Humberto Queda claro hasta ahora lo que los teó- 3 Max Weber: Economía y Sociedad, Fondo de Cultura Econó-
mica, México, 1999: 322.
Vázquez M y Antonio Landivar). Sanabria ricos de la historia ya han demostrado re- 4 Anderson, Benedict: Comunidades imaginadas. FCE.
redefine el concepto de “camba”, que deja petidas veces y se comprueba en el caso México. 1996.
5 Carlos Hugo Molina: Ediciones Municipales, 1990.
de ser un opuesto, para así significar (en cruceño: “que la historia se escribe y rescri- 6 Cooperativa cruceña de cultura, 1990: Los cruceños y la
curiosa etimología) “amigo”2 y se recons- be desde los intereses políticos de sus pro- cultura: Un diagnóstico de la cultura en Santa Cruz. Santa
Cruz: Casa de la Cultura Raúl Otero Reiche.

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