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TRITON historia 16 E] Japon Tokugawa historia INFORMACION Y REVISTAS, S. A Barcelona: Paseo de San Gervasio. 8, entresuelo PRESIDENTE: Juan Tomas 3 (08021 Barcelona, Teléfono 418 47 79. SUSCRIPCIONES: Hermanos Garcia Noblejas. 41 DIRECTOR GENERAL: José Luis Samaranch Soe eee DIRECTOR: David Sola PUBLICIDAD MADRID: Par Toa SUBDIRECTOR: Jave iba IMPRINE: MELSA COORDINACION: Asuncién Doménech. DISTRIBUYE: SGEL. Poligono Industrial. Avenida Vat REDACCION: isabel Valedel, José Maria Sal y Ana Bute SECRETARIA DE REDACCION: MarieLoup Sougez, CONFECCION: Gui FOTOGRAFIA: Juan Manuel Salabert CARTOGRAFIA: Julo Gil Pecharroman. Es una pubcaciin del GRUPO 16 REDACCION Y ADMINISTRACION: Madtid: Hermanos Garea Nobles, 41, 6° 28037 Madtd. Telétonos 407 27 00-407 41 00 Marito ‘deparra, sin, 290UU Alcobendas (Madrid) Depésito legal: M. 41.636, — 1986. Con el patrocinio GY cultural f de fa ic Junta de Andalucia = 201. Felipe ll. » 202. Altamira, © 203. La Commonwealth. * 204. 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Universidad Complutense de Machi EI shogunato o «bakufu» tokugawa 6 La administracion 9 La politica de aislamiento 12 Sociedad 14 Economia 22 Religion y cultura 24 Evoluci6n y crisis del shogunato 26 Cronologia 30 Bibliogratia 31 Textos Hv Fermin Marin Historador. Universidad Complutense de Mackid DDESRE 2102 2 recominio de as costes oul an Ja pon se plasma en el protagonismo politica y economico dela ai ‘oeracia miltar provinciana los samurais. Surgica de las capas ifeio- res, habia desplazado a la nobleza cil coriesana y a los monasteros Ceniaes, si bien la sustiucén fue lena y poco espectacular, Los do minis de estos magnates localos no soguian e modalo cel teal ‘mo europe0, sino que cada uno recaudaba impuestos de los cultva- dores y 1s utlzaba pava el pago a sus paridatios. No dbstante, tendian a oganiza’se en grupos viculados entre si por ppactos personales ce armas, por los que el seror xigia la leatlad de! ‘vasallo y le recompensaba con la entrega de un feudo. Todo el proce 0 estuvo enmarcado por la autoridad del Emperador, tuerte de poder ¥ figura que aseguraba la armonia del Estado, y del Shogun o jee de ‘os gobemadores mitares, cargo creado en 1182, con amplias atrbu- cones civies y miltaes. ES decr, hubo una pugna constante etre las fendencias cenvaistas y las maniestaciones autondmicas locales, que ‘Gesembocé, @ pincipios del siglo i, en el encumbramiento de ia fa mila Tokugawa. Este largo perodo est.wo prececic por una sere de hechos de tras- cendental mportancia. Ene 1467 y 1568 se extende un periodo co- nocido como el siglo de as gueras, que se incia con las disputes en Keto por la eucesion al cargo de Shogun y la postencr fragmentacion él terftoro, Apart de estos momentos, aparece Un nuevo tipo de au- trad local: ef daimio, prueba de ls profundos cambios esttucuzales Je! Japon. Ejercia ol poder desde su castilo sobre los dstnios feudos, monopolzanco las lunclones adminstatvasy poltcas del terrtorio, La Cancentracion dela autoridad en manos del damio habia elevad el ni- vel de paricipacion Gel samura, ahora atraido hacia el centro fortfice 1o. El gobiemo se eercia a ravés de las denominadas leyes de la casa, {que eguiaban las cuestones vasaléias, los derechos inbutatios Olas leyes penales ‘Conocido como el silo cristiano. el periodo comprendido entre 1540 ¥ 1640 Se caracoriza por ia presencia de los europeds en las islas y or la propagacion de! crstianismmo, Los portugueses se inradujeron En los mares de China gracias a la debildad interna de China y Japén, ¥ practicaron in ucrativo Comercio desde 1545. Los daiios de ls is las del sur empezaron a eniquecerse por el coniacto comercial con los uropces, y muy pronto la walded meionera do la Comparia do Je Ss lev pareja i extension de la Goctina crishana, La especial co- {guracin de! sistema polfico Tokugawa halo seos enemigos en la pre- Sencia de exranjeros yen las nuevas doctrnas. Unas y otros fueron ob- Jet0 de persecucin, hasta que ol shogunato estuvo frmemente asen- {ado y se dil6 su expusion “unto a leyasu Tokugawa aparecen los otros dos unificadores que le precedieron: Nobunaga. muerio en 1582, y Hideyoshi, muerio en 108, Todos eran daimios y la unidad se realizé bao la forma de una hegemonia miltar sobre lo restantes seores. Nobunaga conquisté Kyoto en 1568 y se apodero de ios simbolos del poder, organizando ‘dos los daimios sometidos como uno sol, a cuya cabeza se colo: 106. Su sucesor, Hideyoshi, logré que la unficacion del Japon se com: Casio del gosernar mit. Kol, ercagaao de seus os Emeeracet pletase en 1590, aunque estuviese basada fn una descentraizacion plasmada en ia au- fonamia de los daimios en sus propios tert: torios, per0 unidos por juramentos de fidel ad al jefe militar Este contro posits la realizacion de rfor ‘mas infemas, Como la revision catastral de la ‘base agraria y el repart de la propiedad. Am bas dieton origen a una nueva organizacion de las aldeas, convertidas ahora en unidades fiscales y administravas, cuya base tibvtaria fa el rendimienio global, También fuoron ol ‘tigen legal dela separacién de clase entre el campesinado ¥ la aistocracia guerre. En 1590, Hideyoshi pubiod el famoso ecicto de las Tres Clausulas, que prohibia los cambios de estamenio y ligaba a los indviduos @ sus ‘ecupaciones. En. cambio de siglo a stuaion era las airs comercintes japaneses tenian im Bprianesereses comers y legaron am y a la India, El tracaso de las empresas Uiramarnas de Hideyoshi nabia contibuido al aumento del presboi0 de los Tokugawa, por ‘que se habian negado a paricipar en las cam af inructuosas. 2. Los euroneos y misioneros circulaby libtemente por Japon, aunque ya se habian promulgado érdenes resticivas 3. Los daimios eran muy poderosos y el respeto a os jes mitlares descansaba s6lo ‘ens juramentos de fideidad. El proceso uni ficador peligraba en la medida en que ios da: ‘mios pocian manifesta deseos de autonomia, 4. Habia un desarrollo urbanistico con las cciudades-castilo, 5,_ Los samurais regian la poltica y la so- ciedad. 6._ Temps y santuarios bucistas y shin. foisias habian perdido el prolagonismo de pocas anteriores. 7, Los prolongados conflicts bélioos ani: ‘mahan los deseos de par de la pnblacién, y favorecian la aceptacion de nuevos sistemas politicos. EL shogunato 0 «bakufw tokugawa Cuando en 1598 leyasutomd el tiulo de Se for del Pais, el hecho signifies la declaracion de guerra para los partarios de Hideyoshi ‘Sin embargo, los acontecimientos le fueron fa vorables, yla victoria de Sekigahara le proper Cioné la posibidad de redistibur la titra de la atistocacia y tecompensar a 10s daimios mas leales. Poco después, en 1603, adoot6 €!iulo de shogun, lo que supuso el juramen- to de sumision de todos los sefiores, Pero la Unidad nacional no pudo lagrarse todavia, a esar de la visible jefatura, por la oposicion de grandes familias Gel Japon occidental que apoyaban al heredero de Hideyoshi. Amena- 7a alminada en las camparas de 1615, con la entrada en Osaka y la muerte de los opo- nents, “Tras estos sucesns, el objeto de Ins Toke ‘gawa era perpetuar su dominacién, logrado gtacias al establecimiento dol sistena politico @xclusvo denominado baku-han Dicha forma {de gobiamo se basaba en las elaciones exis- Tenies entre el shogunato (bak), conwerido ‘en una autora nacional, y los daimios (han), ‘con el papel de gobermadores rogionales. Unt {dos par azos feudales apoyados en juramen: {os de fidelidad, ceniro de sus terttoros ejer- clan su autoridad a través de un cuerpo de bu- rGeratas, Curosamente, la estuctura milter ‘que hasta e! momento no habia surido ot efecto deseado, ahora resuilaba el camino idneo al descansar sobre bases administra tvas. La establidad paica trajo consigo la transmisién del mando a sus Hered, que Tenunciaron a una absoluta ceriraizacien, in viable por la existencia de! Emoerador, y 2 valeron del sistema de daimios, de sobra co- ocido, De ahi que este periodo de mas ce os siglos y medio se denomine el Shoguna- 1 Tokugawa ‘Ahora bien, gran parte de su poder se apo. yba en las propiedad tortoniales dol Sho ‘un, que ocupaban cerca de un cuarto de las Tetras de labor, situadas la mayoria de ellas fn el Japén central y en torno a Kyoto y los Principales puertos, ciudades y minas. Esto signicaba la posesion de los centros econd- micos del pais y el ejecicio del contol finan. cieto. Las ofras tres cuartas partes de las tertas fueron disinbuidas,conforme a una complicada prelacion de fideidades y rlacio- nes con el shogun. En primer lugar, estaban las casas colate- rales ‘0 emparentadas con fos Tokugawa (Shimpan), seguidas de los vasallos de la ‘casa del Shogun (fudal), que habian recibido tivo de daimios drectamente por su leal- {ad antes de 1600; en tercer lugar, los daimios ‘exteriores (Tozama), 0 senores rendidos a le Yyasu despues de las camparias miltares de Principios de siglo. Los terttoios de cada ‘casa Se disponian de manera esratégica para ‘ilar la formacion de coalicones y alaques contra os princ;pales centros neurdigicos de pais. Los daimios exteriores fueron retegados 2 la potiteia de laa flas, y numerosos fui Se cBtocaron ene elos pare evar coma slas bases materiales proporcionaron a los prmeros shogunes la posiblidad de crear ‘mecanismos de control, ya contigurados total- mente a meciados del sigio xv. En fecha tan femprana exstia un cuerpo de reglamenios y ‘recedentes aplcables a cualquier situacion, ‘cuyo soporte legal era la autordad del shogu: ‘ato. Sin embargo, los tokugawa no olviaron ‘gue elonigen de su poder eslaba en el Empe- rador y procuraron aumentar el respeto y el ‘restigio que tenia enire el pueblo. La conte imperial reafirmo el boato de épocas anterio- res, y los shogunes tuvieron especial cuidado en el cumplimiento de la tradicion. Si bien era evidente que el protocolo separaba al Empe- rador de su pueblo y le convertia en algo le- jano e inalcanzable. Una vez reconstruidos los palacios después de los largos periodos de guerra, esta suntuosidad se garantiz6 con la éntrega de extensiones de tietra para costear los gastos, ridiculas si las comparamos con las posesiones de los daimios, pero suficien- tes Un gobernador militar con su quamicién es- tablecido en Kyoto y dos funcionarios cortesa- nos shogunales evitaban cualquier contacto on los daimios, vigilaban la recepcién de in- formes y fiscalizaban la concesién de favores. El Codigo Cortesano de 1615 vino a comple- tar el férre0 control existente con la regulacion de las ocupaciones literarias del Emperador y sus funciones ceremoniales, las relaciones con los templos, el nombramiento de altos funcionarios 0 la conduccién hacia el mona- cato de los principes potencialmente peligro- sos. A partir de 1619 la estudiada poltica ma- trimonial de los Tokugawa cumplid el doble objetivo de introducirse en la familia imperial e impedir entronques desaconsejables con las casas de los tozama. En teoria, todos los daimios eran vasallos del Shogun y la investidura confirmaba sus posesiones hereditarias de autonomia interna. Pero lazos tan débiles no eran suficientes para garantizar su fidelidad, y el peligro existente aconsejaba la toma de medidas adicionales. Asi, el shogunato exigié tres responsabilida- des implicitas en el juramento, pero apenas requeridas con anterioridad: el servicio militar administrativo, las prestaciones especiales y el buen gobierno del territorio. Con la prome- sa privada al Shogun, cada daimio se com- prometia a obedecer las disposiciones y a no parlicipar en coaliciones. Es decir, renunciaba a plantear cualquier oposicion. Para mas se- guridad, la confiscacién o transferencia de tierras fue muy frecuente, en especial, duran- te el siglo xvi, La mayoria de los daimios no conservé los mismos terrritorios, ya que solo las casas més poderosas de los tozama y shimpan fueron respetadas en sus posesio- nes hereditarias con el fin de no levantar des- contentos, Con el cédigo llamado de las Leyes para las Casas Militares, promulgado en 1615 y revisa- do en 1636, los daimios estaban organizados a imitacion del gobierno shogunal. Reglamen- taba la conducta privada, los matrimonios y WJAPON TOKUGAWA las herencias, contenia normas para la asis- tencia en Edo, ahora centro del bakufu, y para la entrega de rehenes, prohibia la salida del pais con fines comerciales y las relaciones con los cristianos, restringia las dimensiones de las fuerzas militares locales, exigia grandes contribuciones para la construccién de casti- llos y obras publicas y, por Ultimo, estipulaba la aceptacion de las’ érdenes del Shogun como ley Suprema. En consecuencia, la ayu- da militar y econémica prestada a través de los denominados servicios nacionales hacia innecesario el establecimiento de impuestos regulares. Las peticiones tenian con frecuen- cia una periodicidad alarmante, que eviden- ciaba el objetivo de debilitar a las familias mas prosperas. Con ello, la distancia entre los dai- mios y el Shogun era cada vez mayor en to- dos los sentidos. Junto a estas obligaciones, la aplicacion del sistema de asistencia alterna de los daimios a Edo contribuyé a su vigilancia y a la acepta- cién de las leyes, pues con la presencia en la Corte no podian ignorar las disposiciones. Cu- riosamente, también contribuyd a afianzar la unidad del pais, a pesar del efecto descentra- lizador del sistema shogunal, porque con las medidas coercitivas evitaban las posibles di- sensiones y la autonomia local. Consistia este sistema en que un daimio pasaba periodos 0 afios altermos, segun su lejania de Edo, entre la corte shogunal y sus territorios, estando obligado a construir residencias en la capital donde vivian permanentemente la consorte y el heredero, junto con un séquito adecuado a su rango. Con el tiempo, adquirieron un ca- racter Cortesano que les distanciaba del con- tacto con la poblacién de sus dominios. Por otro lado, el mantenimiento de varias residen- cias y los costosos viajes supusieron una pe- sada carga para las economias seforiales, e impedian la formacién de fortunas y el consi- guiente engrandecimiento de la familia, algo desaconsejable para la persistencia del equi- librio del sistema Todo el entramado de gobierno hubiera estado incompleto sin la sancién religiosa. La proteccién a las instituciones budistas y sintoistas perseguian la nueva orientacion de las grandes sectas. Muy pronto, los Tokuga- wa recibieron su recompensa con la diviniza- cion del espiritu de leyasu, la construccién del templo-santuario del _monte Nikko, el apoyo a un peregrinaje de Estado, junto alos. daimios y sus séquitos, para las ceremonias de veneracién, y la subsiguiente expansidn de las reproducciones del mausoleo por todo el pais. No obstante, estas instituciones tampoco escaparon al control y siguieron bajo la jurisdiccién shogunal, como se esti- puld en la segunda mitad del siglo xvi, con escasas propiedades, y desde 1635 vigila- das por el superintendente de templos y mo- nasterios. Las ordenanzas religiosas de 1615 se convirtieron en las directrices reguladoras de las relaciones con la familia imperial, las actividades sacerdotales y la vida adminis- trativa. Lo mas significativo era la existencia de una completa centralizacion entre el tem- plo nacional y las ramas provinciales. Sobre las comunidades urbanas y campe- sinas gravitaba el estamento militar, y la ad- ministracion estaba en manos de los samu- rais; por tanto, el Shogun tenia plenos pode- res. Al igual que los tokugawa eran la prolon- gacién de la autoridad militar en tiempos de az, los samurais se convirtieron en funciona- fios civiles, aunque se suponia que empuria- rian las armas en caso necesario. El sistema administralivo creado a partir de 1600 consti- tuye otro elemento mas para la unidad territo- rial, y su consistencia y amplitud abarc todos los rincones del Japon La administracion a En la época del tercer Shogun tomé casi la forma definitiva, ya que habia aprovecha- do las bases administrativas sentadas por le- yasu, y paulatinamente habia perdido su ca- racter particular y definido con claridad los nuevos cargos. La base del entramado eran PON TOKUGAWAI® los daimios, convertidos ahora en unidades de la administracin local, caracterizados por la heterogeneidad derivada de su cam- biante numero y por la existencia de millares de jurisdicciones de templos, santuarios y feudos menores. A pesar de estas dificultades, las diferentes administraciones locales se comportaron de manera uniforme y eficaz, resultado de las presiones shogunales y de los traslados de dominio que impedian la identificaci6n de in- tereses de los samurais con las clases inferio- res, y les convertian en funcionarios fieles e imparciales. De acuerdo con la concesién Tokugawa, el daimio, desde su ciudad-castillo tenia jurisdic- cion sobre la tierra y los hombres. Para el go- biemo recurria a un grupo de leales, pertene- cientes al estamento militar, organizados por rangos segun sus funciones y obligados por juramentos privados. Los colaboradores de més alta categoria eran los ancianos, compo- nentes del Consejo de Asesores, con obliga- ciones cortesanas. Les seguian los de alto rango 0 jefes de los departamentos del domi- rio, los de rango medio, con cargos adminis- trativos mas especificos, y los de rango infe- rior, dedicados a tareas serviles y de menor importancia. El verdadero eje de la adminis- tracin estaba formado por los cargos inter- medios, como por ejemplo los intendentes del departamento rural, que difundian y hacian cumplir las 6rdenes del sefior para el buen go- bierno de la poblaci6n, centrado en el desarro- ilo de los recursos econémicos y en el man- tenimiento del orden. Segun la costumbre, cada daimio podia re- partir entre los altos cargos militares feudos denominados tierras otorgadas, 0 arroz entre los de menor categoria. Los primeros recibian parcelas diseminadas donde tenian autoridad para recaudar impuestos e imponer corveas a los campesinos. Aunque el grado de interven- cionismo del daimio era muy grande, los re- partos no dejaban de suponer un problema por la duplicidad de jurisdicciones que gene- faba. La tendencia fue asi la de reducir las tierras otorgadas y aumentar el numero de pensionados, ya que cada donacién significa- ba la disminucién del poder del daimio. A me- diados del siglo xvii se establecieron reformas del sistema y, si bien el concesionario poseia el control directo de los campesinos de sus tierras, la tasa de impuestos era fijada por el daimio y la justicia recaia en un magistrado se- Aiorial. Asi evitaban la formacion de una clase de Portugueses y japoneses en la calle de una ciudad portuaria (decoracién de un biombo del sigio xv, Museo de Janelas Verdes, Lisboa) pequefios propietarios con una comunidad de intereses con el campesinado, fortalecian la autoridad del daimio y disminula el peligro de levantamientos. La paulatina transforma- cién del concesionario en pensionado que- dé reflejada en la fijacion de su residencia en la ciudad-castillo y en la percepcion del arroz cortespondiente a la produccion estimada de sus tierras. Hacia 1660 la reforma del sis- tema de rentas se habia extendido por todo el Japén gracias a las érdenes emitidas por el Shogun, muy preocupado por la ruptura del equilibrio de fuerzas entre los daimios, y en defensa del inmovilismo interior de los se- fiorios Por otra parte, la administracion shogunal presentaba dos vertientes claramente defini- das: la nacional y la privada. Dada la natura- leza del bakufu, el Shogun sélo conté con los daimios de su casa y los mas leales de las ca- sas colaterales, mientras que los daimios ex- teriores estuvieron al margen o fueron exclu dos de manera deliberada. El castillo de Edo se convirtié en el centro del gobierno, y, por tanto, en el nicleo socio-econémico del Ja- pon, como lo demuestra la importante pobla- ci6n concentrada en sus barrios. La politica nacional y la capacidad de decisién descan- saban sobre el Consejo de Ancianos, forma- do por cuatro o seis personas elegidas entre los vasallos shogunales, cuyas funciones es- taban ya definidas en 1634. Entendian en todo lo referente a la politica interna y exterior, su- pervisando los asuntos a través de los cargos administrativos. El Gran Consejero tenia la funcién de ase- sorar en materia de alta politica y actuar como regente en los periodos de minoria de edad. Se eligio especialmente entre 1634-1684, pero después aparecid de ma- nera esporadica e incluso se entregé con ci racter hereditario a una familia. La evolucion de esta figura no deja de ser significativa, por el anquilosamiento demostrado en tan poco tiempo, pues los sucesivos shogunes mina- ron su protagonismo porque vieron en el car- go un enemigo de su propio poder, al super- ponerse al de! Consejo de Ancianos en co- yunturas especiales Para las cuestiones privadas shogunales estaba el Consejo de Ancianos menores, for- mado por cuatro o seis vasallos de posicion inferior, con responsabilidades sobre los dai- mios de la casa y el séquito-corte del Sho- gun. Controlaba él funcionamiento de cargos administrativos sobre finanzas, asuntos Cor- tesanos, soldados, inspectores disciplina- rios, etcétera, como se estipulaba en las or- denanzas de 1634. Cuando las funciones de ambos consejos se superponian, primaba la autoridad de los Consejeros ancianos, dado el caracter nacional de sus atribuciones, por ejemplo, en los temas referidos a los dai- Mios. Todos los funcionarios estaban bajo la au- toridad de los Ancianos, aunque a veces ac- tuaban de manera independiente por su ha- bilidad para granjearse el favor del Shogun Incluso en el Alto Tribunal de Justicia esta- aie ban representantes de los Ancianos, junto a los magistrados de templos y santuarios, de finanzas de la ciudad de Edo y los inspecto- tes. Sélo dos cargos shogunales estaban a sus érdenes directas, y tenian un rango casi equivalente al de Consejero Anciano: el Go- bernador General de Kyoto y el Intendente del castillo de Osaka. Tales excepciones de- rivaban de los origenes del shogunato Toku- gawa y de la necesidad de vigilancia impe- rial. Con el tiempo, la mayoria de los shogu- nes mostré dirigentes no demasiado cap: ces, hasta el punto de caer en una funcid en gran parte simbolica Sin embargo, la organizacién bakufu crista- liz6 en un sistema eficiente, incluso sin guia por la marcada tendencia hacia la impersona- lidad administrativa y la burocratizacién. Los diversos puestos estaban abiertos a hombres de rangos hereditarios, pero como siempre habia en cada nivel mas personas que pues- tos disponibles, era posible escoger a los mas aptos para prestar servicios, gracias a los cua- les podian ascender rapidamente en rango e ingresos. Tal afluencia deriv6 en la formacion de camarilas reformistas y conservadoras, en oposicidn entre si para ganarse el apoyo del Shogun, y que para ello se mostraban muy leales. [a politica de aislamiento Sin duda, en el buen funcionamiento de la administracién influyeron los cambios en el sistema legal. Se paso de emitir disposiciones con orientacién patriarcal y feudal a dictar le- yes publicas basadas en principios generales, de acuerdo con una politica nacional unifica- da y con el objetivo de ordenar la sociedad y regular la administracion. La legislaci6n Toku- gawa contemplaba la sociedad como una je- rarquia de clases, donde las leyes se orienta- ban al establecimiento de divisiones basicas para goberar los estamentos. Los limites en- tre las clases debian estar claramente estable- cidos, y los comportamientos adecuados de- finidos con exactitud, De este modo, el indivi- duo se regia por amplias normas de clase, 0 COdigos, pero en la realidad estaba mas con- dicionado por la autoridad de su unidad ad- ministrativa; por ejemplo, las aldeas de las que formaban parte los campesinos. La geisha, elemento fundamental en la cultura chonin (pintura del sigio xm) Posiblemente, el mantenimiento de las di- visiones politicas y sociales del sistema To- kugawa habria sido imposible si Japon no hubiera adoptado una estrategia aislacionis- ta ante la presién exterior; es decir, replegd ala sociedad sobre si misma. La mayoria de los autores coincide en otorgar a estos pre- supuestos un caracter espontaneo y no pla- nificado, con lo que se derrumba el argumen- to principal esgrimido para achacar al perio- do un estancamiento generalizado, si no un retroceso, En un primer momento, leyasu se mostré muy interesado en el comercio exterior, oor gando a barcos japoneses permisos de viaje hasta lugares tan lejanos como Birmania. En- tre 1604 y 1635 el numero de licencias fue de trescientas, cifra considerable si tenemos en cuenta la lentitud de la navegacion. Las ex- portaciones de plata, hierro o productos arte- sanales quedaban compensadas sobrada- mente con las importaciones de sedas, algo- don, pieles, madera, plomo y estafio. Ade- més, existian colonias de japoneses por toda la costa e islas de Asia oriental, por ejemplo, en Formosa, Malasia 0 Indochina. No obstan- te, los esfuerzos de los shogunes por la uni- ficacién del pais y el afianzamiento del régi- men les llevaron a la aplicacién de medidas restrictivas. Tres fueron las causas principales: la preo- cupacién por estabilizar la politica interna, el deseo de los Tokugawa de asegurar el mono- polio del comercio exterior y el temor al cris- tianismo. leyasu negocio con portugueses, chinos, espafioles, ingleses és holandeses, pero no consiguié convertir a Edo en el puer- to principal para los intercambios exteriores. Debido a ello quiso asegurarse el monopolio a través de puertos controlados y de barcos autorizados. Al mismo tiempo volvio a plan- tearse el problema del cristianismo, que con- taba con la aceptacién de numerosos japone- ses, y cuya predicacién iba pareja a la presen- cia de portugueses y espanoles La intolerancia de los misioneros ante las otras religiones provocé la resistencia del cle- ro budista, e Hideyoshi empez6 a considerar- los subversivos para la unificacién. Los japo- neses no desconocian la conquista politica espariola que habia acompariado la introduc- cion del cristianismo en las Filipinas, y como ‘sus ensefianzas minaban el sistema feudal de vasallaje. Por otro lado, los protestantes ho- landeses ¢ ingleses no querian extender su re- ligidn y s6lo estaban preocupados por los be- neficios resultantes de las empresas. JAPON TOKUGAWA). En 1587 Hideyoshi prohibié oficialmente el cristianismo, y en 1597 pusd en vigor su edic- to crucificando a nueve misioneros y a dieci- siete conversos. leyasu se mostré tolerante hasta 1606, pero ya en 1612 ordend la per- secuci6n y ejecucién de los cristianos, vistos los problemas suscitados por algunos dai- mios convertidos, la existencia de practican- tes entre los daimios de la casa de Shogun, el dafio causado a bakufuy el temor aun ata- que extranjero en complicidad con los segui- dores de Cristo. La destruccion final del cris- tianismo lego con la derrota y aniquilacién, entre 1637-1638, de miles de campesinos que, desesperados por la persecucién reli- giosa y la opresion econémica, se habian lanzado a la revuelta llamada de Shimabara. El cristianismo persistio sin embargo hasta la segunda mitad del siglo xix, de forma clan- destina, en unas cuantas comunidades de Kyushu. En consecuencia, por las causas antes alu- didas empezaron a publicarse las leyes aisla- cionistas. En 1616 el comercio exterior se res- tingid a Nagasaki y a Hirado, desoyendo las demandas de los comerciantes extranjeros y nacionales. Los espafioles fueron expulsados del Japon en 1624, al tiempo que se recrude- cian las persecuciones. Las drdenes de 1633, 1635 y 1639 son denominadas los tres decre- tos de cierre, término inexacto por tratarse de instrucciones oficiales de provincia desde el gobierno central. Muestran la evolucion pro- Gresiva de la politica de aislamiento, y son el reflejo de las ordenes anticristianas publica- das entre 1611 y 1614. Prohiben la salida de personas y barcos sin autorizaciOn, impiden el regreso de los japo- neses a su pals, establecen el monopolio sho- gunal de la venta de seda importada de Chi- fra y expulsan a los portugueses del Japon. El decreto de 1636 es una recopilaci6n de todos los anteriores, si bien afade clausulas nuevas referentes a los hijos y nietos de extranjeros y madres japonesas. En 1640 los Tokugawa or- denaron efectuar el registro de todos los japo- neses en los templos de su elecci6n, y cons- tituyeron el Departamento de Inspeccion Reli- giosa. En 1641 los holandeses fueron confina- dos en Deshima, y los chinos en barrios es- peciales de comerciantes en Nagasaki Estas Ultimas concesiones, que harian fisu- ras en la politica aislacionista, se debieron a que ninguno de aquellos dos paises enviaba misioneros con las expediciones de comercio, y a la centralizacién en los negocios necesa- tia para prevenir la rivalidad de los daimios de | ANAPON TOKUGAWA la costa, en pugna por el control de unos in- tercambios que les reportaban importantes beneficios. E! Shogun no podia permitir su en- riquecimiento porque pertenecian a las casas exteriores y, asi, con los decretos no sélo fis- calizaba el comercio exterior, sino que tam- ign monopolizaba los beneficios. Por tiltimo, en el aislamiento también influyo el miedo a que los desposeidos samurais —ronin—, que huyeron al extranjero cuando sus sefiores se vieron privados de sus dominios, intentaran un ataque contra el Japon Como resultado, considerables colonias de japoneses en el sudeste de Asia, habitadas durante siglos por comerciantes, piratas y mercenarios, fueron abandonadas, y el con- tacto con el mundo exterior se redujo a episo- dios esporddicos. No obstante, el pais no que- dé totalmente aislado pero ‘si lo bastante ‘como para suprimir toda presion extranjera sobre su sistema politico y econémico. Tam- bién es cierto que los intereses en Asia orien- tal disminuyeron, debido a las rivalidades po- Iiticas entre las naciones de Europa y a la con- quista y colonizacién de otros escenarios co- mefciales mas rentables. Aunque no se pue- den calibrar los perjuicios ocasionados por las medidas aislacionistas, si parece evidente que la consolidacién del shogunato y la paz exis- tente por la casi ausencia de una politica ex- tetior hicieron posible el desarrollo de las ins- tituciones polticas y de los recursos econémi- cos y culturales propios. Sociedad Orden natural, jerarquia y fundamentos le- gales eran las bases de la division social en estamentos. Ena estabilidad politica influyen especialmente las transformaciones de la so- ciedad, que significaban una cierta regresion con respecto a etapas anteriores, La regula- cién no era algo nuevo, pues estaba incluida en las medidas tomadas por Hideyoshi para fijar las diferencias entre campesinos y solda- dos. La sociedad tokugawa se ordenaba en sectores del siguiente modo: samuurais, cam- pesinos, artesanos y comerciantes, Cada grupo tenia cédigos de conducta escritos o Consuetudinarios. Asi, los campesinos no es- taban sometidos a ningun reglamento oficial, pero las instrucciones de Keian, de 1649, re- cogian la mayoria de las prescripciones fun- damentales del sistema organizativo de la al- dea en los diferentes terttorios, y el estilo de vida de sus habitantes. El resultado de estas Puerto de Nagasaki, ef Unico abierto al comercio con hholandeses y chinos sistematizaciones fue un inmovilismo casi ab- soluto, porque las prerrogativas y obligacio- nes existenles eran consideradas inalletables y hereditarias Jefes activos de la sociedad, los samurais componian la aristocracia guerrera, con obli- gaciones militares y administrativas. Consti- tuian el siete por ciento del total de la pobla- ci6n, y a ellos pertenecian todos los guerre- ros, desde el Shogun al soldado de infanteria. Habitaben en Edo o en las capitales de los. daimios y, con el restablecimiento de la paz, aquellos que no participaban en la administra cion se dedicaban al ocio. De entre sus privi- legios destacaban los de ostentar un apellido, llevar dos espadas, ser tratados con respeto en todo momento por los miembros de nive- les inferiores, y disfrutar de prerrogativas sun- tuarias. El ingreso en el estamento se habia restringido una vez terminados los conflictos bélicos, cerrandose el acceso para mantener- lo apartado de los demas como ejemplo del urderiamiento social existente. De ahi que sus normas de comportamiento fueran tan cerra- das. A fin de evitar la movilidad por medio de los enlaces matrimoniales, a sus miembros les estaba incluso prohibido casarse con perso- nas de rango inferior. Con caracter excepcional, algunos cam- pesinos y comerciantes enriquecidos alcan- Zaban ciertos privilegios vitalicios, pero no hereditarios. No podian dedicarse a la agri- cultura, ni al comercio 0 la artesania, y vivian de las tierras 0 del arroz entregado por su daimio. Con objeto de que los samurais sin ocupaciones administrativas no cayesen en JAPON TOKUGAWA/IS la desidia, los Tokugawa les animaron a la practica de actividades intelectuales, convir- tigndose muchos de ellos en eruditos, y, en general, se elev6 su nivel cultural. Ei esta- mento estaba organizado en grupos de adeptos y en unidades personales menores, cada una con su jefe. Aunque ocupaban el segundo puesto de la piramide social, los campesinos eran tra- tados con paternalismo y gran severidad. Conformaban el grupo mas numeroso de la poblacién, en tomo al achenta y cinco por ciento del total, y las divisiones internas se basaban en el grado de riqueza. Los contem- poraneos pensaban que todas las tierras te- nian el mismo tamafio, pero investigaciones recientes han demostrado que existian pro- pietarios y arrendatarios repartidos de forma heterogénea seguin las provincias y aldeas. Legalmente no estaban sometidos a la ser- vidumbre, y el daimio solo tenia el derecho de veto en la eleccién de los cargos locales. Sin embargo, nada mas que los terratenien- tes disfrutaban el privilegio de participar en el gobierno, compartir las tierras comunales y aprovechar los derechos de agua, ¢ inclu- So, en ocasiones, tenian acceso a una bue- na educacion que les elevaba de categoria ante sus convecinos. En teoria, tampoco eran duefios de la tierra, que pertenecia al Emperador, sino que goza” ban de! derecho de cultivo con caracter irre- vocable, hereditario y permutable. Todos los propietarios de la aldea se responsabilizaban de los impuestos exigidos por el daimio, y res- pondian de ellos con sus vidas y haciendas. En general, la tradicion perfilaba de manera ni- tida sus obligaciones: permanencia en las tierras, renuncia a la venta de campos, labo- riosidad, moderado nivel y alto grado de pro- ductividad. En la practica existia una marcada tenden- cia del gobierno Tokugawa a fiar al campesi- no ala tierra, Las primeras leyes promulgadas por el shogunato parecian protegerles de las arbitrariedades seforiales y se les llegaba a autorizar a abandonar los campos a causa de abusos excesivos. Pero la sistematizacion de los usos de la tierra por Hideyoshi habia faci- ltado un nuevo método de medicion para todo el pais. La medicion de las propiedades seguin kokus de arroz —1 koku = 180 litros, el Consumo anual de una persona— tenia cri- tefios sociales, beneficiosos para los daimios pero muy perjudiciales para los campesinos, al quedar reglamentado su trabajo y modo de vida. La reforma catastral significé la fijacion {BIUAPON TOKUGAWA del impuesto a satisfacer y, por tanto, la obli- gacién de trabajar esas tierras, ‘los elevados gravamenes, pagados en di- nero 0 en especie, se unian'las corveas en carreteras, diques, tierras seftoriales o ciuda- des-castilo. El impuesto base era anual, eva- luado sobre la cosecha de campos itrigados y no irigados, y tasado entre el cuarenta y el ‘Sesenta por ciento del total de la produccién. AN medirse las propiedades en kokus nunca se exigia al campesino producir mas de lo ne- cesario para subsistir, pero tampoco se le per- mmitia la obtencién de beneficios adicionales. Ademas, de acuerdo con las normas sociales, e! shogunato cambid de actitud para defender los intereses de los daimios, sofocando con faciidad las escasas sublevaciones rurales producidas. De ahi que la unica forma eficaz de protesta consistiera en la deserci6n plani- ficada de la aldea. Comisarios y delegados seforiales daban las instrucciones oportunas a los jefes para el gobierno de la aldea. Habia tres cargos loca- les electivos por la asamblea, aunque, en la realidad, la mayoria de los nombramientos era de cardcter hereditario entre las familias de los oligarcas, y tenfan la funcién de colaborar en las diversas lareas de direccion. El grupo de Jos cinco, formado por los patriarcas de las cinco familias mas importantes, era responsa- ble de los actos de cada miembro de la al- dea: certificaba matrimonios, garantizaba he- rencias, fiscalizaba las ventas y acordaba los. empréstitos. Sus objetivos basicos se centra- ban en el mantenimiento del orden y en la ela- boraci6n de informes dirigidos a las autorida- des superiores. En la mayoria de las regiones, las aldeas se agrupaban en unidades mayo- res 0 distrtos, también dirigidos por un jefe particular Considerados por debajo de los campesi- ros, los artesanos gozaban de cierto respeto, en especial si las habilidades artesanas eran demandadas por el estamento militar. Asi, el Shogun y los grandes daimios trataban de di- ferente manera a los armeros en general, y a los fabricantes de sables en particular. Tam- bién gozaban de gran consideracion aquellos talleres dedicados a la produccién de articu- los suntuarios. Peor calificacion tenian los ar- tesanos no cualificados, que trabajaban en las. aldeas o ciudades-castillo por un escaso sa- lario, pero que contaban con la ventaja de dis- Vida campesina. Arriba, cultivo del arroz; abajo, la tila de este cereal poner de un mercado seguro Los mas miserables se con- trataban como jornaleros y vi- vian en la pobreza, aunque no sollan padecer desempleo Todas las especialidades de trabajo existentes tenian su corporacién propia y aplica- ban un sistema de aprendiza- je estricto y eficaz, basado en la inmutablidad de las reglas de fabricacién. Muy ligados a los artesa- nos por el ambiente urbano en el que se desenvolvian, los comerciantes eran considera- dos como el escalén mas bajo de la sociedad, Pero con el desarrollo econémico del periodo Tokugawa numero- 0s mercaderes incrementa- ron su prestigio y su fortuna, hasta e! punto que en el siglo xe lucharon por abolir Tas barreras sociales inmovilistas No contaban con un cédigo especial de conducta, aun- que por estar situados en la base de la pirdmide social te- nian delimitadas sus funcio- nes por exclusién. Protegidos por los poderosos a causa de los servicios prestados, for- maron barrios aparte dentro de las ciudades, donde fue- ron sometidos a multitud de disposiciones reguladoras de sus modos de vida y activida- des. En Edo, con la corte sho- gunal y los palacios necesa- Tios para la practica del siste- ma de rehenes, hubo un ex- celente mercado para todos los productos y los mercade- es generaron’ margenes de beneficios muy interesantes También gozaron de un trato especial en las ciudades-cas- tilo de los daimios, pues mo- nopolizaban el mercado urba- noy abasteoian de todo lo ne- cesario a sus habitantes. La prohibicion oficial de comer- Cio directo entre los daimios se eludia por el inexcusable abastecimiento y la comercia- JAPON TOKUGAWA/19. lizacion de los excedentes. El resultado fue la formacién en Osaka, Edo y otras ciudades im- portantes de centros de compra y venta de meivancias. Junto a los artesanos formaron el grupo denominado chonin, con unos rasgos de identidad contrapuestos a la cultura aristo- cratica de los samurais. Fuera de la ordenacién social establecida por los Tokugawa como una de las bases de su sistema de gobierno, se hallaban otros ele- mentos sociales muy dispares en cuanto a ri- queza y posicion. Los Auge 0 antigua nobleza civil cortesana, con su cédigo particular de conducta y relegada a la vida regida por la tra- dicién en la ciudad de Kyoto, distrutaba de gran respeto a causa de su linaje y rango, Pero no tenian ningun protagonismo lejos de 20/sAr0n Pe i la rbita imperial; eran una herencia de siglos anterores. Tampoco los sacerdotes jugaban un papel en la vida de la nacién. Los céuios subte sectas y teinpios budis- tas y santuarios y sacerdotes shintoistas en- corsetaban sus comportamientos y les impe- dian reclamar participacién alguna. Debilita- dos econémicamente por Nobunaga con la confiscacién de sus propiedades, no recupe- raron sus bienes durante la época Tokugawa, e incluso fueron puestos bajo supervision ofi- cial. El shogunato utiliz6 los precepts religio- sos para confirmar su poder, pero no devol- Vi6 la antigua posicién social a los sacerdo- tes, Tambien excluida de las categorias oficia- les, toda la poblacién flotante de trabajadores manvales, braceros, terraceros 0 portadores, Ditusién popular de la cultura’ tienda de libros en Kyoto (equierda). Calle de comerciantes opulentos (arriba) componia el estrato mas bajo de aldeas y ciu- dades, y estaba condenada a la miseria por sus bajos ingresos y las calamidades natura les sobrevenidas, Mencién aparte merecen los ronin o samu- rais sin ocupacién y sin retribuciones a ralz de las guerras de unificacion y posteriores aboli- ciones, reducciones y desplazamientos de feudos. El estricto sistema estamental de los Tokugawa hacia muy dificil la supervivencia fuera de las ocupaciones aceptadas, a excep- cién del sacerdocio 0 de ciertas protesiones, como la medicina o la ensefianza, Muy nume- rosos y sin ligaduras con un sefior feudal, no sin raz6n se consideraba a estos soldados como un grupo peligroso por su violencia para la estabilidad del bakufu. Se mostraron muy turbulentos durante las campajias de Osaka, Participaron en el conflicto contra los cristia- nos de 1637-38, y en 1651 integraron una conspiracién contra el Shogun. Desde ese momento no se regatearon es- fuerzos para absorberlos en los grupos de- pendientes del Shogun o de los daimios, y se dictaron leyes para que un daimio, ante la au- sencia de heredero, pudiera nombrar a uno adoptado y no desapareciera su sefiorio. Pero en modo alguno se acabo con el problema, pues durante todo e! periodo fueron elemen- tos descontentos en las ciudades y aldeas, donde se cometia todo géne- 0 de abusos conta las cam: pesinos. Economia Resuitante de una mezcla e las experiencias del siglo very de la nueva cultura con- fucana del siglo xl pen- ssamiento econbmrico Toktuga: wwa se asaya en la agri a.como principal fuente de queza. Una sociedad en la (ue los samurais gobieman, el campesino produce y eco: rmercante cistiowye, adopta- ba una politica econémica fendente a la diversiicacién interna y a la restecion del Comercio exterior. Sin embar- 90. se partio de dos ertores fundamentals: el primero ere derivado del escaso papel torgado a los. comerciantes y arfesanos, que necesana- ‘mente se velan favorecidos par el desarriln tan: el segundo era que los samu- fais, alejads de la vida rural, se transformaron en un esta- ‘mento ciudadana Como prricipales caracte- risicas de la agicutura des- tacan el pequefo tamano de las explotaciones, el cutvo intensivo y la dv 's6n de ls campos en dos tipos: os irigados para el aroz, por una pare, y los de secano para los demas ceteales y legumbtes, por ‘tra. En un principio la proteccién dispensada ala agicultura cristal en innovaciones y en la expansion de la base agraria duranie fodo € periodo, Asien 1597 el amillaramiento total e Ia tera habia dado 18,5 milonos de ko- ‘kus, y en 1822 30,4 milones. Al mismo tiem Po, la produccién aumento gracias a la mejo Fa de los utensils utlizados, la seleccion de semilas, los animales de ty el empleo de fertiizanies vegelaies y animales, por ejemplo, la produccion de cereales se duplicd entre 1600 y 1730. Pero los cambios fueron mas rpidos a par tire la segunda mitad de sigio x, como lo contiman a pubicacsén continua de libros de ‘agronomia, la especialzacion bovina y caba Tar del ceniro y norte de Japon, repectvamen. to, la expansién de cultivos como el tabaco 0 €lalgodon y la explotacion de productos sub- sidiaros, como la madera. En'el siglo xv! $e habia pasado de una agricultura de subsisten- ‘ia a una agricultura comercial, donde la ver 1a de determinados productos habia modfica- {do el carder de la economia rural El excedente economico dio ugar a nume- rosae actividades secundaria, como ol pre tama de dineto o la produccién de sake y de tejdos, al fiempo que afectaba a la organiza- ‘ion social campesina basica. Los propieta- ‘ios més ricos alteraron las antiguas estructu- ras concentrande titras y contfatando perso- nal asalariad, mientras que los mas despo- seidos quedaban convertidos en meros joma- leros. No obslante, las epidemias, malas co- sechas e impuestos pesaron sobre los po- bres, cuyo descontenio se plasmd en las in- surtecciones producidas. En el comercio tambén se produjo una me- scons do pesca epesetads en un onto jora tecnovégica y un aumento de la produc 16n. Hubo muchas razones para este de sarollo: el crecimiento de las udades al am- pro del sistema de gobiemo, la proteccién ‘del Shogun a los comerciantes de’ sus term- {orig en los tralos con kos serionas, ka Hera lzacién de intercambios en el Japdn central la asistencia a Edo y los gravosos viajes anua- Jes, el hecho de que ningun daimio mantuvo luna economia de autosufcienca, la orenta- cién comercial de la agriculura, le prosper- ddad alcanzada por numerosos comerciantes ‘Como intermediaros y agentes del Estado, et- Cétera. En un principe, las menopolios oftcia les prosperaron y sivieron parala fiscalzacion de la actividad comercial; ahora, aparecen los ‘monopolos dela seda, aro, sal o avete. Pero, Ppaulatnamente, se adoptan medidas liberal zadoras a través de asocia Cones, como en e! siglo Xvi, organizadas para un aticulo (0 Comercio determinado, con autorizacion oficial y una cier- tecci6n. 2 lapén se encontra- 1 poliecmente dividido, de ‘orma gradual consobda una economia nacional unicada Con insttuciones apropiadas. La mayoria de los daimios rentore ogenciag © almace: es de sus productos en Osakay en Edo, mientras que Kyoto continvaba como cen- tro de la produccién artesa- nal. En el sig xv ya surge: ron grandes casas Comercia- les cuyas actividades se ba- ‘saban en el préstamo de Gi nero y en el intercambio, ‘acompaadas, en el siglo, por empresas. manulactue- ras y artesanales. La prueba mas palpable de este de- sarrolo se halla en el hecho {de que ya a mediacos del Se- teciontos existan todas las fa- milas de comerciantes. mas sobresalentes Tanto por los esfuerzos shogurales como por los de las companias prvadas, 1as faclidades en los transportes Yy comunicaciones aumenta- fon extracrdinariamente. Se perfeccionaron o Crearon ruas terrestres en vista del numero de Personas y mercancias que se desplazaban por divetsos motivos. Las lineas de navega- ‘Gn prosperaron gracias al transporte de mer Ccancias voluminosas, atroz o metales, y alm: Portante flujo Comercial hacia las grandes ci ades, Entre Edo y Osaka aparecieron rap- dos ciculos de wémurication al SeMelo Ge las grandes casas de comerciantes que com- ppatian entre si Por timo, adiestados men- ‘aleros realzaban los servicios postales, tan- to para los daimios como para los cudada- os. ‘Al desarrollo comercial contibuyé el per feccionamiento de un sistema de circulacion y-de cambios. Tras la uniicacién monetaria de Hideyoshi, e! Shogun pudo mantener una ciculactin estable. El arroz fue perciendo importancia en favor de la moneda metalica, ue se convinié en el auténtico media de in tercambio. La escasez de metales preciosos ¥ la complejdad de las actividades dieron Crigen a varios tioos de pape! comercial ya Ta crculacion de valores, En Edo y en Osaka surgieron casas de banca y cambo para ne~ (ocr tras de ransferenclao de crédito en fre las cuudaces, En las ulimas décadas del shogunato To- kugawa, el espitu de empresa como resul- tado del desarrallo aconamico era una real. dad. Organizaciones al por mayor y empre= ‘sans aplicaron nuevas éenicas de proguc- ‘dn, Poco a poco, todos ios daimios adn taron una poltica mercantiisa que es servia para resolver sus cficultades fnancieras y la figura ool comerciante se revtaliz6 en el mar. 0 social. Asi, se pas6 de una acttud des. Pectiva a principios del siglo xu, a una act {ud proteccionista a fnales del siglo xvi eini- cos del wx ‘Tampoco fueron poces los cambios en las bases intelectuales y culturales. La alta tasa atid! de alfabetizacion y la mejora de la instru: Cién en general indican con clardad las di ferencias con respecto a épocas anteriores la cultura ya no estaba reservada a la clase alta 0 a los sacerdotes. Su ditusin era, en Certo modo, consecuencia del crecimiento luranistica y del protagonismo de 1s idea- les confucianos. Sin embargo, ia sociedad Tokugawa se basaba en la equilbrada ut 2aciin delos Hex sistemas pspuntiaing — bi ‘ismo, shintoismo y confucianismo— aun: {ue con fines practicos, Religion y cultura Como resuitado de la police anticistiana del gobiema, e! budisma realio un gran apo- Yo. base a odes as pesoras a sci ite en un empl, En 1640, el shogunalo ex {916 los japoneses su paso por registro del femplo y un examen anual acerca de sus epesetact agonesa de a Vege srr hs pressor con itv eta sh (ore reine creencias relgiosas. Asi, en muy poco tiem Po, la dependencia de la poblacion respecto 8 los ros budistas lego a ser casi completa, Por su parte, el papel del Shinto —espirtus sobrenaturales ~ ius también relevante por e! respaldo al orden poltico y camo Lazo de Unien entre elindivauoy la comunidad. Epo lo Emperader conservaba su papel de sumo Saoerdote del Shinto y realzaba ias ceremo- ras runes, Los santuarios serlan de custo- cos a cada aldea y a cada ciudad, constiti- yyenda un elemento de cohesion entre las pe- ‘uerias subcvisones de i sociedad. En este ambente se inttoduo conucia rismo, pues saistacia la mentaidad Tokuga- ‘way fecitaba una nueva flosofia de a vida y una nueva cosmologa El gobierno era una funcion cuya fnaidad consist en posibiltar la reazacion del orden moral entre los hom bres. Contibuyo a confirmar la tandencia ha ala separacion de las clases y la codtic: (G6n del comportamiento, y asighaba al Sho: {10 y a los daimios ia responsabisdad de go: ema para beneficio det pueblo. Las diferentes condiciones oe vida conle varon diferentes estlos culurales. Las €amu- fl opresetaban alas casos alas valu fita oficial 08 elemento no eran TuEwos, pues en fa arquitectura, en la pinturay en el ‘rama perduraron los rasgos vadicionales, el formaismo, la pesadey ia omamentacion. Su ‘vel de vida do impuiso a la produccion de Porcelana fina, lacados y brocados. Fue en el campo dela ciencia y de la flosotia donde los Samurais mostraron Sus faculades creadores Yu gran capacidad de trabajo. Sooresalieron fn of dmbito de la historia, con los inicios de la istonogatia objeva y a fundacion de nu- merosos archivos y biblotecas. Tambien fundieon la cultura mediante une red de es- cuelas y la continua publicacién de obras de iodo tipo. EI mundo de los samuras ofrecia de esta forma una gran variedad de cori fs y lineas de investigacion, que lo alejaan {| estancamiento y de una crtodoxia ints De ‘AI mismo tiempo, la creacién de un esto ‘utturalciferente por parte de las clases po- Dulares constaa el aumento de la poblacen urbana, su nguaza y su energi. En sus dst {os, los chonn potenciaban Sus artes y pasa: tiempos en la busqueda del placer, rosatan 0 lo personal, lo inmediato'y lo erica, Al misma tiempo, la experiencia comercial wo mucha importancia en el desarrlo de algu: nas ineas practicas de investigacion y tecno- iogia, como la ingeneria, las matematcas ola asironomia. En oifo plano, en una sociedad ‘Que reglamentaba hasta los comportamientos paniculares, la acompafante profesional, [a ‘esha, tenia una funcion esencial [De entve las manifestaciones pariculares de este esto destaca el kabuAi o teatro drama ode fema historco, contemporaneo 0 eger- rio, que resalta las vitudes de huranidad, lealtad y amor, Junto a la escuela Kano, pa: ‘rocnada por el gobiemo, aparecen otras ton \encias populares que resatan & arte banal ‘con el rescate de las tradioones decoravas {e los biombos, las imagenes de la natural. zay un espintu mundaro. A finales del s {lo ult enivaron en coctacto con el arte ho- landés, la patura al eo yel aguatuerte, y rea izan pituras trdimensionales y con sombrea: os a eso occidental Por tno, hacia 1681 aparece un estilo de pina impresa costumbrista, el Ukyo-e, de mucha dilusion por la utlzacién de plancias ¥e madera que la havian muy barata. Poco a 1000, paso a la policromia, con el predominio {el 00, amarilo y verde, en el atamiento de rates, escenas cotidanas y, en especial palsajes. Es mportante destacar la ausencia Ge leas relgasas, sn dsineones, as! como Ge referencias a las diterencias sociales exs- tentes, Ecolucion y crisis det shogunato Después del afianzamiento del sistema po Itico de tos Tokugawa en la ximera rad del siglo mv, e esto de la centuia no conto con personajes hables en ls tareas de gobierno, ya que en general todos estaban mucho ms predcupados por el boata palaciego que por 1 mantenimiento del bak esta se (Qurda mitad del siglo cuando se aplicaron los Drncipios confucianas a la conducta del go biemo,y se tendo ala burooratizacion y leg: lzaciGn. El concepto de gobierno benévolo Posibio ot paso del abeoltismo militar a ‘gimen Tokugawa en tempo de paz. Sin em argo, aunque el shogunato consideraba a sus miembros apios para el servicio mia y Civil los comportamientos de ios samurais ya estaban orientados hacia el funcionariado, a Consecuencia dela proleracion de funciones ¥ del debiitamiento de lo lazos feudales. En 4800, mas del 80 por 100 de Ios daimios pa- (aba a sus seguidores con un sueldo, una vez fboldo totalmerte el sisiema de feugos. ES ‘ecr, los samuras consttuian ya una buroora- Cia asalarada. Con fa jelatura personal de Yoshimune se iniia en 1720 un periado de retormas, ante la {grave siuacién del pais. Redujo los gastos ‘hogunales e mpuso la austerdad en tod el entramado administrativo para acabar con los, ‘excesis gastos de sus antecesores. Codi (co las leyes Baku nacidas a part de 1642, Tear Kata x ‘dando un cuerpo unifcado a las normas api ‘cadas en los asuntos de gobiemo. Insist en la polica de aislamiento como la mejor esta tegia frente a los pebgros extranjeros, y recor 16 el ya escaso comercio existente con e! ex terior Promulgé ordenanzas sobre los gastos suntuatios de cada estamento, junto a medi Gas Onentadas a restabecer el ariguo espn. ‘umiltar de los samurai, al tiempo que se de-

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