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ACOSO ESCOLAR ( BULLYING) EN LIMA METROPOLITANA

Investigador Responsable: Sara Becerra F.

Investigadores Colaboradores: Elizabeth Flores V., Jeannette Vásquez,

Investigadores Colaboradores: Sofía Becerra F.

Facultad de Psicología

Universidad Nacional Federico Villarreal

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Acoso escolar (bullying) en Lima Metropolitana

Sara Becerra F., Elizabeth Flores V., Jeannette Vásquez,

Resumen

En una muestra de 1087 adolescentes escolares de secundaria (542 hombres, 545

mujeres) de Lima Metropolitana cuyo objetivo era determinar la incidencia del acoso

escolar, se encontró que el 45% es agredida, esto se da desde hace unas semanas en un 23%

cuando el profesor se ausenta del aula, el 22% no sabe porque lo acosan, la forma más

frecuente de maltrato es poniendo apodos, el 67% es maltrato psicológico, no existiendo

diferencias entre sexos, con frecuencia el agresor es un chico no les dicen a nadie que son

acosados, por no ser soplones o por miedo, ante las agresiones se aguantan o les hacen lo

mismo, como consecuencia de estas agresiones la víctima se siente triste o han bajado sus

notas, o no duerme bien o esta nervioso, dentro de las actitudes que más los identifican es

sentir rabia y odio hacia los demás, faltar a clases o fugarse de sus casas. Los chicos

intimidan por molestar, las chicas porque se meten con ellas. Cuando ven que están

agrediendo a un compañero el 36% no hace nada, se queda mirando o se marcha, el 64%

hace algo para parar estas agresiones y lo hace porque no es correcto, no les gusta o es su

amigo el agredido, las agresiones las ha observado en el patio o en el salón de clases, el

47% ha participado en alguna oportunidad en intimidaciones hacia sus compañeros

Palabras clave: acoso escolar, bullying, adolescente, hombres, Lima Metropolitana.

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Acoso escolar (bullying) en Lima Metropolitana

Sara Becerra F., Elizabeth Flores V., Jeannette Vásquez,

Resumen

En una muestra de 1087 adolescentes escolares de secundaria (542 hombres, 545

mujeres) de Lima Metropolitana cuyo objetivo era determinar la incidencia del acoso

escolar, se encontró que el 45% es agredida, esto se da desde hace unas semanas en un 23%

cuando el profesor se ausenta del aula, el 22% no sabe porque lo acosan, la forma más

frecuente de maltrato es poniendo apodos, el 67% es maltrato psicológico, no existiendo

diferencias entre sexos, con frecuencia el agresor es un chico no les dicen a nadie que son

acosados, por no ser soplones o por miedo, ante las agresiones se aguantan o les hacen lo

mismo, como consecuencia de estas agresiones la víctima se siente triste o han bajado sus

notas, o no duerme bien o esta nervioso, dentro de las actitudes que más los identifican es

sentir rabia y odio hacia los demás, faltar a clases o fugarse de sus casas. Los chicos

intimidan por molestar, las chicas porque se meten con ellas. Cuando ven que están

agrediendo a un compañero el 36% no hace nada, se queda mirando o se marcha, el 64%

hace algo para parar estas agresiones y lo hace porque no es correcto, no les gusta o es su

amigo el agredido, las agresiones las ha observado en el patio o en el salón de clases, el

47% ha participado en alguna oportunidad en intimidaciones hacia sus compañeros

Palabras clave: acoso escolar, bullying, adolescente, hombres, Lima Metropolitana.

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Introducción

Los medios de comunicación reflejan con mucha frecuencia situaciones de violencia


en los centros escolares, estos sucesos suelen adquirir, en muchas ocasiones, tintes
dramáticos: profesores que agraden a sus alumnos, crueldad muy acentuada en las
relaciones entre los propios alumnos, acoso sexual de profesores hacia sus alumnos, etc.
Como consecuencia algunos padres se muestran preocupados por el estilo de relaciones que
establecen sus hijos o hijas con sus compañeros de colegio. Pero sea como fuere la vida
relacional de los hijos, especialmente a partir de la preadolescencia (10 años) y hasta los 16,
se nutren de profundos cambios e incertidumbres que pueden provocar malas relaciones y
especialmente maltrato reiterado entre compañeros.
Uno de los grandes problemas que suscita este fenómeno es la dificultad que
tenemos para detectar las agresiones que pueda estar padeciendo un adolescente por parte
de sus compañeros. A menudo este fenómeno pasa desapercibido o es mal interpretado por
los adultos. De ahí que debamos observar atentamente para descubrir el proceso de
victimización, basándonos a veces sólo en indicios poco claros o en rumores.
Los estudios nos indican que aproximadamente uno de cada tres adolescentes entre
12 y 16 años se ve involucrado –ya sea como agresor o como víctima- en situaciones de
abuso, cercanas a veces al maltrato grave. Sin embargo, los porcentajes de chicos y chicas
que sufren o ejercen un maltrato grave -por su intensidad o por su duración- son
drásticamente más bajos: del 2% al 4% de los jóvenes.
Últimamente se habla mucho del «bullying», Olweus (1998) dice que “un alumno/a
es agredido o se convierte en víctima cuando está expuesto, de forma repetida y durante un
tiempo, a acciones negativas que lleva a cabo otro alumno/a a varios de ellos”. Las formas
pueden servirse de la palabra con amenazas y burlas, poner apodos, o servirse de la acción,
golpeando, empujando, dando patadas, impidiendo pasar libremente a alguien o servirse
incluso de otras formas, haciendo muecas, gestos obscenos y excluyendo del grupo a
alguien.

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Sin embargo, cualquier conducta de agresión no es una conducta de acoso, ni todas
las conductas de acoso necesariamente suponen una agresión como entendemos ésta.
El «bullying» hace referencia a un grupo de personas que se dedican al asedio,
persecución y agresión de alguien, o bien a una persona que atormenta, hostiga o molesta a
otra. Bully significa matón o bravucón , en este sentido se trataría de conductas que tienen
que ver con la intimidación, la tiranización, el aislamiento, la amenaza, los insultos, sobre
la victima o victimas señaladas que ocupan ese papel.
Cuando hablamos de bullying nos estamos refiriendo a casos como el de un
adolescente que rehúsa ir al colegio sin motivo aparente. Finge todo tipo de dolencias que
justifiquen ante sus padres la no asistencia antes que declarar que esta siendo victima de un
bully o grupo de compañeros que le hace la vida imposible.
Es el caso del adolescente que sobrelleva el papel que le ha asignado el grupo de
matones dominante en la clase y que sistemáticamente es mofado, insultado, humillado y
puesto en ridículo delante de todos sus compañeros que comparten esa situación en forma
tácita.
Nos estamos refiriendo a adolescentes que son objeto de chantajes económicos por
parte de un grupo de compañeros que les obligan a actuar así, si no quieren sufrir males
mayores. También nos referimos a situaciones de convención tácita para hacer el vacío y
aislar a un compañero de forma rotunda y severa, igualmente a conductas reiteradas de
insultos, agresiones físicas recurrentes, humillaciones públicas, tareas forzadas, rechazos
explícitos a que son sometidos algunos escolares por parte de alguno o algunos de sus
compañeros y de los que no pueden defenderse por sus propios medios.

Características del bullying o conductas de acoso:

En toda conducta de acoso hay un/os personaje/s que ejercen el acoso y que son los
agresores/as.
Debe existir una victima indefensa atacada por un matón o grupo de matones, que se siente
intimidada y excluida.
Hay quienes contemplan los hechos de acoso que participan en ellos en distinto grado por
acción u omisión, aunque sea como simples espectadores/as.

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Debe existir una desigualdad de poder. Es una situación desigual y de indefensión por parte
de la victima.
La acción agresiva tiene que ser repetida.
Tiene que suceder durante periodo largo de tiempo y de forma recurrente.
La agresión supone un dolor no sólo en el momento del ataque, sino de forma sostenida, ya
que crea la expectativa en la victima de poder ser blanco de futuros ataques.
Se manifiestan a través del ejercicio de acciones negativas sobre la/s víctima/s. Estas
acciones negativas pueden tomar formas físicas, psicológicas, sociales o verbales. Lo más
frecuente es que combinen varias o todas estas formas.
Suelen ocurrir díadas reiterativas. Los/as que ejercen la agresión suelen “emparejarse” de
manera “enfermiza” con sus víctimas.
Los participantes en el acoso suelen compartir espacios relativamente “cerrados” en los que
están abocados a desenvolverse y de los que difícilmente pueden salir por múltiples
motivos.
Todas las conductas de acoso producen efectos de victimización muy dañina a corto, medio
y largo plazo a quien la sufre y también consecuencias negativas en el resto de
participantes.
Ausencia de provocación por parte de la víctima.
Tampoco es imprescindible que la agresión se manifieste de forma física y palpable, sino
que puede adquirir formas escondidas y sibilinas.

Tipos de bullying

El maltrato entre compañeros puede aparecer de formas muy diversas. No


solamente se manifiesta a través de peleas o agresiones físicas, sino que con frecuencia se
nutre de un conjunto de intimidaciones de diferente índole que dejan al agredido sin
respuesta:

Físico: como empujones, patadas, puñetazos, agresiones con objetos. Este tipo de maltrato
se da con más frecuencia en la escuela primaria, como indirectas (destrozo de materiales
personales, pequeños hurtos,...)

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Verbal: Ataques intimidaciones físicas, verbales o psicológicas, destinadas a causar miedo,
dolor o daño a la víctima.
Psicológicos: (burlas, poner apodos, amenazas, gestos obscenos...), relacionales (dar de
lado, extender rumores maliciosos...) o económicos (exigir dinero o cosas, robar...).
Intimidaciones psicológicas (amenazas para provocar miedo, para lograr algún
objeto o dinero, o simplemente para obligar a la víctima a hacer cosas que no quiere ni debe
hacer)
Aislamiento social, bien impidiendo al joven participar, bien ignorando su presencia
y no contando con él/ella en las actividades normales entre amigos o compañeros de clase.

También se dan situaciones de maltrato por acoso de tipo racista, cuyo objetivo son
las minorías étnicas o culturales. En estos casos lo más frecuente es el uso de motes racistas
o frases estereotipadas con connotaciones despectivas. Igualmente se producen situaciones
de acoso sexual que hacen que la víctima se sienta incómoda o humillada. En los últimos
años ha ido en aumento el acoso anónimo mediante el teléfono móvil o a través del correo
electrónico con amenazas o palabras ofensivas.
Monjas y Avilès (2003) afirman que existen factores que están detrás de las
conductas intimidatorias, entre los cuales podemos señalar:
a) Variables familiares:
Patrones educativos autoritarios, métodos coactivos, violentos y uso de disciplina
autoritaria.
Incoherencia en el uso de la autoridad. Permisividad e inconsistencia educativa.
Educados con violencia.
Refuerzo por parte de los adultos de formas violentas y agresivas.

b) Variables escolares:
Metodologías no cooperativas.
Disciplinas autoritarias, punitivas, sancionadoras e inconsistentes.
Falta de normas establecidas democráticamente y asumidas por la comunidad.
Falta de canales de comunicación. Clima de clase insano.

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Caos organizativo de los tiempos blancos.
Ausencia de programas antibullyng en los centros educativos.
Falta de cultura preventiva del bullyng en la comunidad educativa.

c) Variables sociales y culturales:


Violencia estructural.
Creencias y costumbres sociales frente al bullyng
Medios de comunicación social y modelos que “extienden – reproducen”.
Valores socialmente aceptables.
Altos umbrales de sensibilización hacia los modelos de dominio- sumisión y violencia.

d) Variables personales:
Temperamento.
Aprendizaje de conductas violentas o sumisas durante la infancia.
Experiencias previas de haber sido maltratados por adultos.
Falta de autocontrol personal.
Inhabilidad social.

Los agresores, suelen ser grupos de chicos o de chicos y chicas, o un chico solo. Más raros
son los grupos de chicas o chicas solas. Suelen ser chicos conflictivos, que no se identifican
con el colegio, a veces con problemas familiares, sobre todo de falta de supervisión y
control. A veces hay consumo de drogas y alcohol. Buscan chivos expiatorios para purgar
sus problemas y frustraciones. Obtienen satisfacción a través de la violencia para reafirmar
su personalidad y su posición de liderazgo. No controlan sus impulsos y emociones. Los
chicos tienden a los abusos físicos, seguidos por los psicológicos, y las chicas, a los
psicológicos y relacionales.

La víctima, puede ser cualquiera. Pero puede haber rasgos que hagan especialmente
vulnerables a algunos, como ser tímido, introvertido, hiperactivo, encerrado en sí mismo o
tener alguna característica física que le diferencia (estar gordo, llevar gafas, ser bajito) o
bien una característica académica, como ser «empollón» o llevarse bien con los profesores

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(«pelota», para el agresor). Los efectos del «bullying» en la víctima pueden ser
devastadores: se siente violentada, desprotegida, humillada, insegura, aislada, indefensa.

La mayoría de quienes no son ni víctimas ni agresores permanecen como meros


«espectadores» y no hacen nada.
Aunque exista un blanco directo sobre el que el agresor dirige sus ataques, el
bullyng afecta a todos los participantes, víctimas, agresores y testigos (Avilès 2003).
Para la víctima es para quien puede tener consecuencias más nefastas ya que puede
desembocar en fracaso y dificultades escolares, niveles altos y continuos de ansiedad y más
concretamente ansiedad anticipatorio, insatisfacción, fobia a ir al colegio, riesgos físicos y
en definitiva conformación de una personalidad insegura e insana para el desarrollo
correcto e integral de la persona.
El agresor está sujeto a consecuencias indeseadas y puede suponer un aprendizaje
sobre cómo conseguir los objetivos y, por tanto, estar en la antesala de la conducta
delictiva
Los espectadores no permanecen libres de influencia respecto de estos hechos y les
supone un aprendizaje sobre cómo comportarse ante situaciones injustas.

Uno de los problemas es que no es fácil detectar el «bullying» y sobre todo


conseguir pruebas, ya que impera una especie de «ley del silencio». Tanto las víctimas
como los «espectadores» tienen miedo de hablar, por las posibles represalias.

Sin embargo, a veces, una pelea entre compañeros en situación de igualdad puede
ser interpretada como maltrato, especialmente por parte del que ha perdido la pelea. Es
difícil determinar cuándo se trata de un juego entre iguales, incluso amigos, y cuándo de
acciones violentas con intención de hacer daño. Por eso, debemos entender que se
considera maltrato toda acción reiterada a través de diferentes formas de acoso u
hostigamiento entre dos alumnos/as o entre un alumno/a y un grupo de compañeros - cosa
que suele ser más frecuente - en el que la víctima está en situación de inferioridad respecto
al agresor o agresores. Así, una pelea entre amigos o compañeros derivada de un

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malentendido, aunque preocupante, puede ser abordada desde el acuerdo mutuo de no
agredirse más o incluso haciendo las paces.
Esto, sin embargo, no se da nunca en las situaciones de maltrato. La intensidad del
daño puede ser tal que en caso de haberse prolongado durante mucho tiempo dicha
situación o de haberse realizado agresiones de gran intensidad - que exigirá una
intervención más compleja y con la participación de mayor número de personas.
Del mismo modo hay que distinguir el maltrato entre compañeros de las conductas
antisociales o incluso criminales, que deben ser tratadas por las instituciones apropiadas
(policía, fiscalía de menores,...) Tal sería el caso de agresiones con armas u objetos
punzantes, robos, abusos sexuales, amenazas graves o aquellas en que la vida de la víctima
corra peligro. En cualquiera de estos casos, además de ponerse en contacto inmediato con el
centro escolar, la familia no debe dudar en denunciar el hecho a la policía en cuanto tenga
constancia del mismo.

El maltrato viene asociado a una situación de dominio-sumisión y tiene un gran


componente colectivo al ser un hecho conocido, en la mayoría de los casos, por otros
compañeros, además de por los agresores y la víctima. Por otra parte, esta situación suele
pasar desapercibida para los adultos (padres y profesores). Por ello se dice que en las
situaciones de maltrato entran en juego los siguientes miembros: una víctima, que sufre las
agresiones; uno o varios agresores, que ejercen su dominio a través del abuso y el
hostigamiento; los compañeros, que observan los hechos y que callan por múltiples
razones, o no apoyan con suficiente fuerza a la víctima en el cese de la agresión; y los
adultos, que no están suficientemente alertas como para detectar a tiempo la situación de
indefensión que vive la víctima.
Cuando se meten con una persona de forma persistente, esta vivencia puede causar
miedo, tristeza, inseguridad y disminuye la autoestima. Todo ello interfiere en la vida
académica provocando, con frecuencia, ausentismo y malos resultados. Puede repercutir
también en la vida adulta de la víctima, dificultando sus relaciones sociales y especialmente
su seguridad y autoconfianza.
Algunos adultos pueden llegar a pensar que el maltrato entre iguales forma parte de
la evolución natural (los chicos tienen que hacerse mayores, tienen que hacerse fuertes y

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aprender a defenderse). Pero la verdad es que es absolutamente indeseable, innecesario e
inmoral tener que crecer y hacerse mayor de esta forma. La víctima se suele sentir sola,
infeliz y atemorizada; perderá la confianza en sí mismo y en los demás y llegará a pensar
que siempre va a estar en peligro y amenazada; incluso se sentirá culpable de lo que le pasa.
Esto indica que está siendo limitada en su desarrollo personal, que carece de libertad y
derechos ante los demás.
El maltrato produce estrés psíquico, lo que constituye un problema grave para la
salud de la víctima, quien puede llegar incluso al suicidio en situaciones de desesperación.
No obstante, los sentimientos más comunes son angustia, intranquilidad, miedo, falta de
confianza, soledad y, en algunos casos, depresión.
En cuanto al agresor, su actitud puede suponer la antesala de conductas pre-
delictivas en edad adolescente, pero sobre todo la creencia incorrecta de que se puede
lograr poder y liderazgo mediante la imposición, la sumisión del otro y la prepotencia. Es
muy probable que un chico que ha sido agresor en la escuela perpetúe las conductas
violentas y agresivas en sus interacciones adultas.

A pesar de que cada caso de relación dañina entre adolescentes debe ser analizado
en su singularidad y abordado desde la serenidad, prevaleciendo la imperiosa necesidad de
detener el daño y restablecer un equilibrio de poder entre agresor(es) y víctima(s), existen
no obstante ciertas claves que nos pueden facilitar la prevención, el análisis y la
intervención en este tipo de hechos. Pretendemos aquí exponer dichas claves y establecer
algunas pautas de actuación que nos ayuden a saber tratar los incidentes por maltrato entre
chicos y chicas en edad escolar Una de las claves del maltrato es la acción en grupo. Se
suele empezar con simples bromas (por ejemplo, poner un mote ofensivo). Después se
forma un grupo que repite la ofensa insistentemente. Poco a poco se van incrementando la
intensidad y gravedad de las acciones. En estos casos suele haber un líder (el que más
acosa, tiene más ideas para hacer daño,...) que se ampara en el grupo, se siente arropado y
protegido. Conforme avanzan en su acoso, los grupos de agresores se cierran más al resto
de los compañeros, y utilizan a la víctima como una forma de reforzar la sensación de
pertenecer a su grupo.

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Sus acciones encuentran a veces reflejo en la actuación de los demás. Así, quien
quiera entrar en el grupo de agresores puede maltratar igualmente a la víctima para poder
ser admitido. Incluso puede llegar a formarse un segundo grupo que, sin agredir con la
intensidad que el primero, empiece a meterse también con la víctima; así sienten que
adquieren su parcela de poder.
Todo esto causa miedo entre los compañeros. Los observadores que ríen las gracias
y los que no denuncian lo que están viendo, refuerzan las acciones intimidatorias del grupo
de agresores.
El maltrato entre compañeros está muy ligado a la acción en grupo. Suele haber un
líder al que acompañan y arropan otros. Su acoso puede verse imitado por nuevos grupos
que maltraten de forma parecida a la víctima. Otra forma de reforzar los grupos de
agresores es reírles las gracias y consentir que actúen así
Las causas por las que un chico o una chica arremete constantemente contra otro
compañero o compañera, llegando a crear una situación abusiva de dominio, son múltiples.
Los estudios sobre este asunto indican factores personales, familiares y sociales del agresor
y la víctima, así como factores relacionados con la cultura escolar.

Factores de riesgo del agresor:

Factores personales, familiares y sociales: Las relaciones y sentimientos de los


padres del agresor hacia su hijo son trascendentales, ya que modelan comportamientos que
más tarde serán repetidos por él. La característica compartida por los agresores es la falta de
empatía, es decir, la incapacidad para ponerse en el lugar del otro, la no creencia en que sus
actos repercuten en otra persona que los siente y padece como un tormento. A menudo el
agresor puede llegar a pensar que la víctima se lo merece, pues las acciones de éste le han
provocado y han precipitado la reacción intimidatoria.
El matón, el agresor líder, a pesar de su impopularidad entre los compañeros de
clase, consigue con sus actos que su posición en el grupo, su reconocimiento, mejore,
demostrando ante los demás que es fuerte al producir miedo y manifestar prepotencia en
sus relaciones con aquellos que no pertenecen a su grupo. Al principio, el agresor se meterá
con su víctima con malos tratos de intensidad baja pero, conforme transcurra el tiempo y

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observe que su víctima carece de protección, irá aumentando la intensidad y frecuencia de
los abusos, creando un círculo vicioso de agresión, un proceso de victimización, que de
ninguna forma debe proseguir.
Factores relacionados con la cultura escolar y formación de grupos: De sobra es
sabida la importancia que tienen los amigos, el grupo de iguales, para el desarrollo
evolutivo de niños y adolescentes. En ocasiones este factor grupal refuerza la unión y
consistencia del grupo a través de terceros, los chivos expiatorios, que sirven para reforzar
los vínculos de amistad, clave en la preadolescencia y adolescencia. Por ello, el maltrato
tiene el momento de mayor intensidad y frecuencia desde los 11 a los 13 años, si bien es en
el arco de edad de los 12 a los 16 años donde mayor número de estudios se han realizado.
El grupo de agresores a veces se constituye formalmente alrededor del proceso de
victimización y actúa paulatinamente, creando una conciencia colectiva en la que la víctima
es cada vez menos estimada y valorada, lo que favorece que las agresiones aumenten en
cantidad e intensidad.
Por otro lado la actitud de la escuela y el clima de relaciones interpersonales y de
respeto entre sus miembros es un factor muy importante. Las escuelas que permiten y
favorecen que los alumnos comuniquen sus dificultades y en las que éstos se sienten
escuchados serán capaces de prevenir e intervenir cuando empiecen los hostigamientos. El
agresor sabrá que existe una clara oposición a las acciones de prepotencia y agresión que
quiera realizar.

Factores de riesgo de los observadores:

El grupo de los observadores posee una influencia crucial en el curso de los


acontecimientos, pues en el caso de oponerse a las agresiones, los agresores perderán
justificación y poder y tendrán que ejercer mayor número de agresiones a más víctimas o
cejar en su empeño. El miedo a ser ellos mismos los atacados por los agresores sirve de
barrera psicológica para irse separando paulatinamente de la víctima. Pero los observadores
han de entender que es el parámetro moral compartido por todos ellos lo que les ha de unir,
tanto si es a favor de los agresores como si optan por la víctima, y ahí reside precisamente
su fuerza para parar los hostigamientos y amenazas.

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Factores de riesgo de la víctima:

Factores familiares, personales y sociales: Si difícil es determinar el perfil del


agresor, más difícil es precisar las características de las victimas sin estigmatizarlo. Los
factores familiares asociados a este perfil apuntan a la sobreprotección como causa
primordial, que impide el desarrollo social del chico o de la chica conforme a su desarrollo
evolutivo. Sin embargo no todas las víctimas son iguales. El gracioso, el provocador y el
molesto se sitúan en la fina línea que separa a la víctima del agresor, pudiendo representar
ambos papeles.
Aún así, podemos trazar una característica compartida por las víctimas: su falta de
competencia social, la cual se refleja en su carencia de asertividad; esto es, su dificultad
para saber comunicar sus necesidades claramente y para hacerse respetar por los demás. Su
situación de víctima refuerza su vulnerabilidad y le debilita socialmente ante los otros –ante
el conjunto de los compañeros, no ya sólo ante sus agresores- y pierde popularidad
paulatinamente entre sus iguales. A menudo su situación académica se deteriorará y sufrirá
estrés emocional, que contribuirá a aumentar las dificultades de aprendizaje que se le
presenten. El miedo y la sensación de incompetencia tanto como el sentimiento de culpa le
impedirán comunicar sus dificultades a otros, pudiendo llegar a situaciones de depresión y a
una importante falta de autoestima.
A pesar de todo lo dicho, debemos tener presente que puede acabar siendo víctima
cualquier chico o chica que no tenga el amparo de sus compañeros. Ante los ojos del
agresor, cualquier razón es suficiente para convertirse en víctima: los rasgos físicos, la
indumentaria, la capacidad intelectual, la sensibilidad artística, los buenos resultados
académicos, etc. En resumen, cualquier forma de diferencia, de distinción, cosa que es
realmente preocupante, porque constituye el germen de la intolerancia y la insolidaridad.
Factores relacionados con la cultura escolar y la formación de grupos: La víctima,
cuando comienzan a meterse con ella -a menudo a través de insultos, rechazos, motes,...- irá
perdiendo apoyos entre sus compañeros, pudiendo llegar a sentirse, incluso, merecedor de
la agresión por algún problema personal que pueda o imagine tener. Si continúan los malos
tratos puede sentirse totalmente aislado de sus compañeros y sufrir un infierno personal.

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Las escuelas conscientes de la diversidad de su alumnado están atentas a los
componentes emocionales de sus miembros, trabajan la cooperación y el compromiso entre
alumnos y reconocen la valía personal de cada uno de sus alumnos. Más allá de la
competitividad y la búsqueda exclusiva de buenos resultados académicos, dichas escuelas
estarán prestas a crear ambientes de confianza y escucha ante los conflictos entre alumnos.
Las víctimas tienen que sentir que en su medio escolar se les apoya y que tienen derecho a
comunicar su situación de indefensión. Las escuelas que trabajan la amistad, el buen clima
en el grupo clase y la solidaridad y el respeto entre compañeros tendrán mejores estrategias
para prevenir las situaciones de maltrato entre iguales.
A pesar de los buenos consejos es habitual que la víctima no cuente lo que le pasa,

por lo que deberemos estar muy atentos a los indicios que nos indiquen que algo extraño le

ocurre. Éstos serían algunos síntomas a tener en cuenta:

Cambios en el estado de ánimo: parece triste.

Se muestra extraño y huidizo.

Parece nervioso; estado que se refleja en miedos nocturnos, micción en la cama, tics

nerviosos, irritabilidad, etc.

Se muestra distraído, absorto en sus pensamientos, olvidadizo, asustadizo, etc.

Finge enfermedades o intenta exagerar sus dolencias: dolores de cabeza, de estómago,

etc.

Presenta moretones, heridas, etc.

Rehúsa ir a la escuela, expone objeciones varias, simula malestar.

Falta al colegio y da explicaciones poco convincentes cuando se le pregunta el porqué o

adónde fue.

No tiene amigos para su tiempo de ocio.

La manifestación de estas conductas no siempre se debe a situaciones de maltrato,


por lo que es esencial charlar con ellos e indagar acerca de aquello que les puede estar

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ocurriendo. Aunque no siempre sea fácil charlar con un adolescente, pues sus cambios de
humor, su deseo de intimidad y su rudeza en el trato -rasgos propios del proceso evolutivo
por el que están pasando- hacen en ocasiones muy difícil la comunicación con ellos.

Algunas familias se sienten culpables cuando descubren que su hijo está actuando
como agresor en situaciones de maltrato entre compañeros. Esto es debido a que el ejercicio
del maltrato a menudo está asociado a familias desestructuradas o con problemas de
relación, y a la consideración de que el maltrato es un reflejo de la dinámica emocional de
ese tipo de familias. Pero más allá del sentimiento de culpabilidad o no, es importante dejar
muy claro que esta clase de conducta es inaceptable.

A veces, sin embargo, la agresividad de un adolescente no es atribuible a factores


familiares y, por lo tanto, debemos observar rasgos de tendencias agresivas. Debemos
observar:
Si su actitud hacia los diferentes miembros de la familia es agresiva.
Si muestra conductas agresivas y violentas hacia sus amigos o si le hemos visto actuar de
forma violenta en ocasiones.
Si es excesivamente reservado, si es casi inaccesible en el trato personal.
Si tiene objetos diversos que no son suyos y cuya procedencia es difícil de justificar.
Si a menudo cuenta mentiras para justificar su conducta.
Si parece no tener sentido de culpa cuando hace daño.
Si dice mentiras acerca de ciertas personas, mentiras que les pueden perjudicar y causar
daño.
A grandes rasgos exponemos ahora algunas de las situaciones que puedan darse en
determinadas familias:
a) Muchos padres y madres prefieren que sus hijos sean algo agresivos y
extravertidos mejor que tímidos y poco expresivos. Incluso pueden llegar a pensar que las
personas dominantes y agresivas tienden a ser más felices que los otros, puesto que esto les
asegura que sabrán valerse por sí mismos en la vida. Así, se entiende que una personalidad
altamente competitiva en la escuela, en los deportes, en los grupos sociales,... tendrá su
recompensa. Si bien se subestima que una personalidad de este tipo puede ser tan mala para
quien la ejerce como para aquellos que la sufren, y que es un claro abono para el maltrato y
el abuso de poder.

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b) Por otro lado, algunos chicos y chicas agresores están viviendo contextos
violentos dentro de la familia, siendo ellos a su vez víctimas en su entorno familiar. La
agresión familiar puede provenir de abusos ejercidos por otros hermanos, por el padre o por
la madre, abusos que frecuentemente consisten en castigos corporales y gritos o insultos
continuados. En otras ocasiones los hijos rechazados, no deseados, o faltos de atención y
afecto por parte de los adultos pueden maltratar a sus compañeros, como mecanismo de
respuesta a su propia situación personal.
c) Puede haber falta de comunicación entre los miembros de la familia y la
interrelación ser mala o inexistente. Cada uno tiende a satisfacer sus propios intereses y se
comparten pocos tiempos comunes. Los padres no supervisan suficientemente lo que hacen
sus hijos y no han marcado con claridad los límites.
d) De igual modo, las familias altamente autoritarias predisponen a los jóvenes hacia
comportamientos agresivos.
e) Pueden haberse producido cambios de diferente índole en la familia (nuevo
domicilio, muerte repentina de un familiar muy querido, ruptura del matrimonio, etc.) que
hayan producido inestabilidad en el adolescente y una reacción adversa.

Las víctimas habituales de ensañamiento son muchachos y muchachas


pacíficos, tímidos, introvertidos y, sobre todo, vulnerables. A menudo
muestran aspectos físicos, actitudes o hábitos diferentes a los de la
mayoría de la clase. Los maltratadores suelen ser personajes inseguros
y provocadores, que no han madurado la capacidad de sentir compasión
ante el sufrimiento ajeno.

Mientras que los varones tienden a utilizar


la agresión física y verbal, las chicas recurren a la marginación, los
bulos y la manipulación de las relaciones. Ellos y ellas ansían la sensación excitante de
poder que experimentan cuando subyugan física y emocionalmente a sus víctimas.
Numerosas investigaciones demuestran que el acosamiento persistente,
aparte de causar daños corporales, socava profundamente el equilibrio
emocional de los acosados, a corto y a largo plazo. Los efectos más
comunes incluyen ansiedad, fobia al colegio, aislamiento social, baja
autoestima y depresión.

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En España el Defensor del Pueblo presentó un informe e sobre violencia escolar

publicado en Noviembre de 1999, fueron encuestados 3000 estudiantes de ESO, la mitad

chicos y la mitad chicas, el reparto fue equitativo a lo largo de los 4 cursos de la etapa. Los

participantes pertenecían tanto a la enseñanza pública como a la privada, los datos más

significativos son los siguientes: Las agresiones verbales por parte de otros compañeros,

que aparecen como la modalidad más frecuente afectan al 33% de los alumnos estudiados,

este porcentaje es de un 20% si se trata de otro tipo de agresiones dirigidas a sus

propiedades, alcanzando entre el 9 y el 145 en la modalidad de aislamiento permanente (sus

compañeros les ignoran o no les dejan participar en nada). Las amenazas para amedrentar

son sufridas por el 8%, las agresiones físicas rondan el 5%. Las agresiones más graves,

amenazas con armas, sólo alcanzan el 1%. El acoso sexual no llega al 2%.

Los tipos de maltrato estudiados se reflejan en las siguientes respuestas: me

insultan, hablan mal de mí, ponen apodos, me esconden cosas, me ignoran, no me dejan

participar, me amenazan para meterme miedo, me roban cosas, me rompen cosas, me

pegan, me acosan sexualmente, me obligan a hacer cosas y me amenazan con armas.

No existen diferencias significativas entre centros públicos y privados.

El número de chicos implicados en el maltrato es muy superior al de chicas, excepto

en un caso: hablar mal de otros. En el maltrato se participa como agresor, victima u

observador.

Álvarez, L.; Álvarez, D.; González_ Castro, P.; Núñez, J.& Gonzáles_ Pienda, J.

(2006), en 1637 estudiantes de secundaria de Asturias encontraron un 4% de incidencia de

maltrato entre iguales.

Un estudio internacional realizado bajo los auspicios de la Organización Mundial de


la Salud en 32 países cifraba las víctimas españolas de 'bullying' entre los 11 y los 18 años

18
en un 24,8%, un 55,5% de los 5.804 acosados reconoció haber sido, a su vez, victimario de
terceros niños; o que las conductas más graves no son tan prevalentes. Por ejemplo, a un
4% de los encuestados le habían propinado puñetazos y patadas, a un 5% le habían
chillado, a un 3% le habían robado sus cosas y un 3,52% denunció que se metían con él o
ella para hacerle llorar. Además, el acoso y la violencia escolar se distribuyen de un modo
muy desigual a lo largo del sistema educativo. Así, el porcentaje de víctimas es del 43,6%
en tercero de primaria, pero desciende hasta un 10% en cuarto de Enseñanza Secundaria
Obligatoria (ESO).

El Defensor del Pueblo (2007) presentó un informe con el que pretendía actualizar
los datos de otro similar publicado en 2000 sobre el 'bullying.' Tras encuestar a 3000
alumnos de 600 centros de secundaria en el curso 2005-2006, se concluyó que el porcentaje
de víctimas que declararon ser ignoradas por sus compañeros había pasado del 15,1% al
10,5% en esos seis años; las que habían sufrido insultos, del 39,1% al 27,1%; los
amenazados, del 9,8% al 6,4% y los sexualmente acosados, del 2% al 0,9%. Bien es cierto
que la reducción se produjo, principalmente, entre quienes habían sufrido estas conductas
de forma esporádica, más que frecuente.

Los alumnos de 3º de educación secundaria (13 y 14 años) son los que más sufren y
ejercen el acoso escolar. Los chicos de esta edad suelen desarrollar una violencia física con
sus compañeros y las chicas, en cambio, llevan a cabo una violencia verbal y de exclusión
(hacen el vacío o dejan de lado a algunos compañeros).
Hernández, T. y Casares, E. entrevistaron a 603 alumnos de ES para ver el sistema
de convivencia. De su investigación se desprende que de todos los casos de bullyng, el
1,8% son graves, el 10% moderados y el 50% leves. El informe también destaca que la
mayoría de las agresiones se producen en centros de Pamplona y Comarca. Y que los
jóvenes que viven sólo con un familiar (padre o madre) se meten más con sus compañeros
que aquellos que conviven con más familiares. Además, prosiguen, cuando el alumno tiene
una buena relación con su familia y está contento en el colegio, no suele acosar a sus
compañeros.
Según el estudio, la violencia se puede desarrollar en cualquier espacio del colegio
(patios, baños, pasillos...) Sin embargo, en las aulas es donde siempre «suele surgir la
chispa», el detonante del problema. El tipo de bullying más frecuente se traduce en insultar,

19
reírse de los compañeros o ponerles motes. En el extremo opuesto está el hacer chantaje a

los compañeros para pedirles dinero. El 26% de los alumnos confesaba que alguna vez
habían visto a un compañero abusando de otro.

Avilés (2002) a través del CIMEI, encontró que un 5.9% del alumnado reconoce
que agrede sistemáticamente a sus compañeros/as (con “cierta frecuencia” y “casi todos los
días”), un 5.7% que es víctima frecuente de sus iguales. Las forma considerada más grave
es la física, pero en frecuencia se da menos que la psicológica y verbal, conforme
avanzaban en edad los sujetos de la muestra disminuía la agresión física y aumentaban las
formas más elaboradas, como la exclusión social y ridiculización grupal. Los actos de
intimidación se producen en su mayoría lejos del alcance de los adultos y más dentro que
fuera del recinto escolar. Los lugares preferentes de ocurrencia dentro del centro son la
clase sin profesor y los recreos sin vigilancia. Se encontró más chicos que chicas, tanto
como agresores que como victimas. En cuanto a la preferencia del tipo de intimidación los
sexos no presentan diferencias.

Monjas, I. M.; Avilès, J. M. (2005), en un estudio realizado en Valladolid con un


cuestionario CIMEI, obtuvieron resultados de incidencia de victimizaciòn e intimidación
entre el alumnado, sus formas y diferencias respecto al sexo y la edad entre los 496
alumnos que contestaron. Se exploraron condiciones ambientales y grupales del bullying y
la atribución causal de los participantes. Las auto percepciones del alumnado muestran que
las formas de maltrato varían conforme se avanza en edad, siendo la exclusión social y la
ridiculización las formas propias del final de la etapa educativa. Los dos sexos tienen
parecidas maneras de ejercer el maltrato, aunque los varones agraden más, equilibrándose
como víctimas respecto a las chicas. Ambos prefieren a sus compañeros para contar el
bullying antes que a sus padres y profesores. La ausencia de adultos es típica en las
agresiones, que suceden con más frecuencia en grupo, compuesto por chicos de la misma
clase. A los agresores les salen gratis sus hechos y cuando se interviene, lo hacen más los
profesores que las profesoras y más sobre los más jóvenes que sobre los mayores.

Por todo ello nos interesa saber: ¿Cuál es la incidencia del acoso escolar (bullying)

en Lima Metropolitana?.

20
Justificación e Importancia

El estudio es importante porque nos permitirá conocer la situación del acoso que

padecen los escolares de Lima metropolitana, interesa especialmente conocer el grado de

aparición de cada tipo de violencia, para de esta manera cambiar las actitudes y la

valoración que se tiene sobre el fenómeno, situarlo en su justo punto y darle la importancia

que tiene y lo que supone desde el punto de vista educativo y social.

Es importante, porque si bien siempre la violencia ha estado presente, en la

actualidad esta se ha incrementado en los niños y adolescentes en forma de pandillas o

barras bravas, quizás como consecuencia de la inoperancia de la familia en particular y la

sociedad en general, que no contienen efectivamente con métodos punitivos adecuados, ni

se preocupan por formar personalidades rescilientes, por tanto en base a los resultados se

elaboraran programas de inculcación de valores que ayuden a los chicos a decir “no” a la

violencia, al sexo irresponsable, al uso del alcohol y otras drogas, así como para proponer

programas de intervención en los múltiples elementos de la violencia escolar con la

participación tanto de los niños y adolescentes, como de los padres de familia, profesores y

autoridades involucradas.

Objetivos:

General

Determinar la incidencia del acoso escolar (bullying) en Lima Metropolitana.

Específicos

21
 Identificar la incidencia del fenómeno del maltrato y sus formas más recurrentes del

acoso escolar, considerando la variable sexo.

 Identificar la incidencia de agresores, víctimas y observadores considerando la variable

sexo.

 Identificar la situación sobre cómo y dónde se produce el maltrato, considerando la

variable sexo.

 .Identificar la atribución causal que realizan víctimas, agresores y testigos.

Método

Investigación de tipo Exploratorio- Descriptivo, de diseño Expost facto.

Participantes

La población está conformada por los escolares hombres y mujeres, de Lima

Metropolitana cuyas edades están comprendidas entre 11 y 19 años, de primero a quinto

año de secundaria, que acuden a una institución educativa estatal durante el año académico

2008.

Como no hay una simple regla para determinar el tamaño de muestra que pueda

aplicarse en todos los casos, no obstante un tamaño de muestra moderado es suficiente para

satisfacer la mayoría de las necesidades, por tanto se estimó el tamaño muestral haciendo

uso de la Tabla de Fisher- Arkin Colton con un margen de error del 3%, quedando

22
constituida en 1087 escolares hombres y mujeres, entre 12 y 16 años de edad, que

matriculados y que acuden regularmente a clases durante el año académico 2008, no es

condición indispensable que hallan denunciado algún tipo de acoso, las unidades de análisis

serán seleccionadas de forma probabilística, polietápica en los diferentes centros escolares

nacionales de secundaria, distribuidos en los conos norte, sur, este y cercado de Lima

Metropolitana.

Se tendrá en cuenta los siguientes criterios de inclusión:

Edades entre 12 y 16 años

Que asistan regularmente a clases.

Criterios de exclusión:

Que no registre matricula en el periodo académico 2008.

Tabla 1: Distribución de la muestra considerando edad y sexo

Edad Sexo
Hombres Mujeres Total

Fr. % Fr. % Fr. %


12 93 9 74 6 167 15

13 87 8 66 6 153 14

14 140 13 129 12 269 25

15 107 10 152 14 259 24

16 115 11 124 11 239 22

Total 542 50 545 50 1087

23
El 71% de la población está comprendida entre 14 y 16 años, siendo la distribución entre

hombres y mujeres parejas.

Tabla 2: Distribución de la muestra considerando año de estudios y sexo

Año de estudios
Sexo
Hombres Mujeres Total

Fr. % Fr. % Fr. %


1 117 11 100 9 217 20

2 74 7 62 5 136 12

3 173 16 181 17 354 33

4 83 8 101 9 184 17

5 95 9 101 9 196 18

Total 542 50 545 50 1087

Como podemos apreciar, nuestra muestra esta constituida en un 33% por

adolescentes que cursan el tercer año de secundaria, tanto en los varones como en las

mujeres, que nos ha permitido recoger la información sin problemas de comprensión o

interpretación personal de los reactivos.

Instrumento:

Se elaboró un cuestionario con 34 reactivos de alternativa múltiple, que mide el

acoso escolar en las modalidades verbal, física y psicológica.

24
El objetivo principal del instrumento es identificar las formas más recurrentes del

acoso escolar en sus diversas modalidades, así como al agresor, victima y observador y la

situación sobre como y donde se produce.

Se puede identificar a la victima de acoso escolar mediante los ítems

3.- ¿Cuántas veces en este año, te ha intimidado o maltratado alguno de tus compañeros (as)
a.- Nunca
b.- Pocas veces
c.- Muchas veces
d. Casi todos los días.

4.- Si tus compañeros te han intimidado en alguna ocasión ¿Desde cuándo se producen estas
situaciones?
a.- Nadie me ha intimidado o maltratado nunca.
b.- Desde hace unas semanas
c.- Desde hace unos meses
d.- Desde principios de año
e.- Desde siempre

5.- En qué lugares se suelen producir estas situaciones de intimidación o maltrato


a.- En la clase cuando no está el profesor
b. En la clase cuando está algún profesor
c. En el patio
c.- En la calle
d. En los baños
e. En los pasillos del colegio
f. Cerca del colegio.

6.- Si alguien te intimida ¿hablas con alguien de lo que sucede?


a.- Nadie me intimida

25
b.- No hablo con nadie
c.- Con los profesores
d.- Con mi familia
e.- Con mis compañeros

7.- Si te han maltratado en alguna ocasión, ¿por qué crees que lo hicieron?
a.- Nadie me ha maltratado nunca
b.- No lo sé
c.- Porque los provoqué
d.- Porque soy diferente a ellos.
e.- Porque soy más débil
f.- Por molestarme
g.- Por gastarme una broma
h.- Porque me lo merezco.

21.- De que sexo es quién te ha agredido?


a.- Chico
b.- Chica

22.- De qué forma te ha agredido


a.- Me ha puesto apodos o dejado en ridículo
b.- Me ha pateado, pegado, empujado.
c.- Me ha robado
d.- Me ha amenazado
e.- Me ha rechazado, aislado, no se junta conmigo.
f. Me ha Insultado
g. Me amenaza para que les de dinero.
h.- Me hace pelear con otro/a.
i.- Me quita mis cosas.
j. Me pone zancadillas
k.- Cuenta mentiras sobre mí.

26
l.- Se ríe de mí
m. Me insulta por raro
n.- Se burla de mis defectos
o. Me escupe
p.- Me tira piedras, papeles.
q.- Hace correr rumores
r. Me agarra para inmovilizarme
s. Me hace gestos groseros

23.- ¿Qué característica tiene la agresión de la que eres victima?


a. Hacen que me sienta acosado
b. Hacen que me sienta excluido
c.- Las agresiones se dan cada vez con mayor intensidad
d.- El que me agrede es más fuerte o inteligente que yo.
e. Las agresiones la mayoría de las veces ocurren en privado.

24.- Cuando te agraden hablas con alguien?


a.- Con un profesor/a
b. Con algún amigo
c. Con quién me agrede
d. Con mis padres
e.- No sé lo digo a nadie

25.- ¿Por que no se lo dices a nadie?


a. Por miedo
b. Por no ser un soplón
c. Porque sería peor
d. Porque me siento solo sin saber a quién acudir.

26.- ¿Cómo reaccionas cuando te agraden?


a. Les pego

27
b. Lo insulto
c. Me aguanto
d. Le hago lo mismo.

27.- ¿Qué ideas te pasan por la cabeza cuando alguien te agrede, o maltrata?
a. Vengarme
b. Faltar al colegio
c. Cambiar de colegio
d. Aguantar.

28.-¿Qué consecuencias han tenido para ti estas agresiones


a. Han bajado mis notas
b- No duermo bien
c. Me siento nervioso/a
d. Me siento triste
e. Me siento solo/a

Al maltratador se le puede identificar con los siguientes ítems:

8.- ¿Serías capaz de intimidar o maltratar a alguno de tus compañeros en alguna ocasión?
a.- Nunca
b.- No lo sé
c.- Si, si me provocan
d.- Si, si mis amigos lo hacen

9.- Si has maltratado a alguno de tus compañeros, ¿te ha dicho alguien algo al respecto?
a.- No he intimidado a nadie
b.- Nadie me ha dicho nada
c.- Si, a mis profesores les ha parecido mal.
d.- Si, a mi familia le ha parecido mal.
e.- Si, a mis compañeros les ha parecido mal.

28
f.- Si, mis profesores me dijeron que estaba bien.
g.- Si, mi familia me dijo que estaba bien.
h.- Si, mis compañeros me dijeron que estaba bien.

10.- Si has participado en situaciones de intimidación hacia tus compañeros. ¿Por qué lo hiciste?
a.- No he intimidado a nadie
b.- No lo sé
c.- Porque me provocaron
d.- Porque son diferentes (cholos, pavos, locos)
e.- Porque eran más débiles
f.- Por molestar
g.- Por gastar una broma
h .- Porque a mi me lo hacen otros/as.
15.- Cuántas veces has participado en intimidaciones a tus compañeros?
a. Nunca
b. Pocas veces
c. Muchas veces
29.- ¿Has apoyado alguna vez o te haz unido a un compañero/a que agrede a otro/a chico/a?
a.- Si
b.- No

30- ¿Por qué agredes?


a. Porque me provoca
b. Porque te divierte
c.- Porque se lo merece
d.- Porque me cae mal
e. Porque es un serrano/a

31.- ¿De qué forma agredes a esa persona?


a.- Le he puesto apodos o dejado en ridículo
b.- Le he pateado, pegado, empujado.

29
c.- Le he robado
d.- Le he amenazado
e.- Le he rechazado, aislado, no me junto con el/a
f. Le he Insultado
g. Le amenazo para que me de dinero.
h.- Lo hago pelear con otro/a.
i.- Le quito sus cosas.
j. Le pongo zancadillas
k.- Cuento mentiras sobre el.
l.- Me río de el/la
m. Lo insulto por raro
n.- Me burlo de sus defectos
o. Lo escupe
p.- Le tiro piedras, papeles.
q.- Hago correr rumores
r. Lo agarro para inmovilizarlo
s. Le hago gestos groseros

32.- ¿Usas armas para agredir


a. Si
Cuál................................
b. No

La actitud de observador se mide con los siguientes reactivos:

11.- Cuáles son las dos formas más frecuentes de maltrato entre compañeros.
a.- No lo sé
b.- Poner apodos o dejar en ridículo
c.- Patadas, pegar, empujar
d.- Robo
e.- Amenazas

30
f.- Rechazo, aislamiento, no juntarse.
g. Insultos
h. Amenazar para que les den dinero.
i.- Hacer pelear a los compañeros con otro/a.
j.- Quitarle sus cosas a los demás.
k. Zancadillas
l.- Contar mentiras sobre los compañeros.
m.- Reírse de los compañeros
n. Insultar a los raros
o.- Burlarse de los defectos
p. Escupir
q.- Tirar piedras, papeles.
r. Rumores
s. Agarrar para inmovilizar
t. Gestos groseros

12.- Con qué frecuencia se dan estas intimidaciones en tu colegio


a.- Nunca
b,. Pocas veces
c. Muchas veces

13.- ¿Por qué crees que algunos chicos intimidan a otros?


a. No lo sé
b. Porque se meten con ellos
c. Porque son más fuertes
d. Por gastar una broma
e. Por molestar

14.- Qué piensas de los chicos/as que intimidan a otros compañeros?


a. Nada, paso del tema
b. Me parece mal

31
c. Es normal que pase entre compañeros
d. Hacen bien tendrán sus motivos.

16.- Qué haces cuando ves que están agrediendo a un compañero/a?


a. Nada.
b. Nada, aunque creo que debería hacer algo
c. Aviso a alguien que pueda parar la situación
d. Intento cortar la situación personalmente.
e. Hablo con algún profesor
f. Hablo con el/la chico/a agredido/a
g. Hablo con quien agrede
h. Me marcho
i. Me quedo mirando

17.- En el caso que decidas intervenir en la situación ¿Por qué lo haces?


a. Por que me da pena
b. Por que era mi amigo/a
c. porque no me gusta lo que hacen
d. Por que no lo veo correcto.

18.- En el caso que decidas no intervenir ¿Por qué lo haces? a. Por miedo a que el/la próximo/a
sea yo.
b. Porque no me interesa, no es mi problema
c. Porque se merecen lo que les hacen
d. Porque quien tiene que intervenir es un profesor
e. Porque me divierte
f. Porque esto siempre ha ocurrido, es normal

19.- Las agresiones de las que has sido testigo, son:


a.- Poner apodos o dejar en ridículo.
b. Abuso sexual

32
c.- Patadas, pegar, empujar
d.- Robo
e.- Amenazas
f.- Rechazo, aislamiento, no juntarse.
g. Insultos
h. Amenazar para que les den dinero.
i.- Hacer pelear a los compañeros con otro/a.
j.- Quitarle sus cosas a los demás.
k. Zancadillas
l.- Contar mentiras sobre los compañeros.
m.- Reírse de los compañeros
n. Insultar a los raros
o.- Burlarse de los defectos
p. Escupir
q.- Tirar piedras, papeles.
r. Rumores
s. Agarrar para inmovilizar
t. Gestos groseros

20.- Donde has Observado las agresiones


a.- En la clase
b.- En el patio
c.- En los baños
d.- En los pasillos
e.- En los alrededores del colegio
f.- En los deportes.

El instrumento cuenta con una validez de contenido determinado por el criterio de

jueces. Los resultados de los nueve jueces coinciden de forma significativa en sus

apreciaciones. La confiabilidad de 0, 86 se obtuvo con el alfa de Crombach.

33
Procedimiento.-

Para la recolección de datos se han visitado los diferentes colegios seleccionados de

Lima Metropolitana, en cuyas centros fueron identificadas las unidades de análisis a los

cuales se les aplicó el instrumento de medición por espacio de veinte minutos como

promedio, dado que a muchos de ellos había que sondearlos apropiadamente en el momento

de la entrevista, por ser una variable difícil de medir, por las implicancias socioculturales

que esto implica.

Resultados

De acuerdo a los objetivos planteados y dado que la medición de la variable de

investigación (acoso escolar) es nominal, presentaremos los resultados haciendo uso del

estadístico apropiado para ello que es la frecuencia acompañado del porcentaje respectivo.

Tabla 3: Con la mayoría de tus compañeros te llevas

Sexo
Hombres Mujeres Total

Fr. % Fr. % Fr. %


Bien 298 27 337 31 635 58

Ni bien, 231 21 203 47 434 40


nimal
Mal 13 1 4 2 17 2

Total 542 50 545 50 1087 100

34
Como podemos observar el 50% de la población se lleva bien con la mayoría de sus

compañeros, llamando poderosamente la atención ese 47% de mujeres que no mantiene

relaciones interpersonales adecuadas con los demás.

Tabla 4: Te has sentido solo o sola en el recreo porque tus amigos no han querido
estar contigo.

Sexo
Hombres Mujeres Total

Fr. % Fr. % Fr. %


Nunca 298 27 267 25 565 52

Pocas veces 226 21 263 24 489 45

Muchas veces 18 2 12 1 30 3

Total 542 50 542 50 1084 100

El 97% de la población no se ha sentido solo en el recreo, esto es muy significativo

dado que es un indicador de pronóstico positivo.

Tabla 5: Cuántas veces en este año, te ha intimidado o maltratado alguno de tus


compañeros (as)

Sexo
Hombres Mujeres Total
Fr. % Fr. % Fr. %
Nunca 290 27 310 28 600 55

Pocas veces 228 21 214 20 442 41

Muchas veces 13 1 12 1 25 2

Casi todos los 10 1 8 0,7 18 1,7


días

Total 542 50 546 50 1085 100

35
El 55% de la población nunca ha sido maltratado o intimidado por sus

compañeros, sin embargo es significativo el 45 % restante que ha sido intimidado en alguna

oportunidad.

Tabla 6: Si tus compañeros te han intimidado en alguna ocasión ¿desde cuándo se


producen esas situaciones?

Sexo
Hombres Mujeres Total

Fr. % Fr. % Fr. %


Nunca 292 27 306 28 598 55

Hace unas
Semanas 120 11 130 12 250 23

Hace unos 53 5 50 4 103 9


Meses

Principios
De año 56 5 41 4 97 9

Siempre 21 2 18 2 39 4

Total 542 50 545 50 1087 100

El 45% de la población que afirma que lo han intimidado o maltratado sufre el maltrato desde

hace unas semanas en un 23%, un 4 % muy significativo lo vive sufriendo desde siempre.

36
Tabla 7: En qué lugares se suelen producir estas situaciones de intimidación o
maltrato

Sexo
Hombres Mujeres Total

Fr. % Fr. % Fr. %


Cuando no
está el profesor 225 23 207 21 432 44

Cuando está
el profesor 42 4 35 3 77 7

En el patio 65 6 49 5 114 11

En la calle 95 10 95 10 190 20

En el baño 21 2 30 3 51 5

En los pasillos 32 3 20 2 52 5

Cerca del colegio 27 3 48 5 75 8

Total 507 51 484 49 991 100

Del total de situaciones de maltrato que se dan (45% de escolares maltratados), el 44% se

da cuando el profesor no se encuentra en el aula y el 20% en la calle, como se podrá notar

estas situaciones se dan en forma paralela en muchos casos.

37
Tabla 8: Si alguien te intimida ¿hablas con alguien de lo que sucede?

Sexo
Hombres Mujeres Total

Fr. % Fr. % Fr. %


Nadie me
intimida 226 21 221 20 447 41

Con nadie 123 11 84 8 207 19

Profesores 26 2 24 2 50 4

Familia 88 8 129 11 217 19

Compañeros 86 7 113 10 199 17

Total 549 50 571 50 1120 100

Del total de sujetos intimidados solo el 19% de la población habla de esto con la familia,

llamando poderosamente la atención la poca confianza que tienen en sus profesores.

38
Tabla 9: Si te han maltratado en alguna ocasión ¿por qué crees que lo hicieron?

Sexo
Hombres Mujeres Total

Fr. % Fr. % Fr. %


Nunca 208 19 226 21 434 40

No lo sé 121 11 124 11 245 22

Los provoqué 80 7 57 5 137 12

Soy diferente 27 2 38 4 64 6

Soy más débil 23 2 26 2 46 4

Por molestar 59 6 51 5 109 10

Por broma 29 2 28 2 57 4

Me lo merezco 12 1 9 1 21 2

Total 559 50 560 50 1119 100

El 22% de la población no sabe por qué lo han maltratado, el 12% afirma que lo hacen por

que los provocó o por molestar (10%), por ser diferente o débil en un 10%.

39
Tabla 10: ¿Serias capaz de intimidar o maltratar a alguno de tus compañeros en
alguna ocasión?

Sexo
Hombres Mujeres Total

Fr. % Fr. % Fr. %


Nunca 171 16 256 24 427 40

No lo sé 166 15 170 15 336 30

Si me provocan 184 17 108 10 292 27

Si mis amigos 18 2 9 1 27 1
Lo hacen

Total 539 50 543 50 1082 100

El 30% de la población no sabe si sería capaz de intimidar o maltratar a sus compañeros y

un 27% lo haría si lo provocan, es relevante destacar el 40% que no lo haría nunca.

40
Tabla 11: Si has maltratado a alguno de tus compañeros ¿te ha dicho alguien algo al
respecto?

Sexo
Hombres Mujeres Total

Fr. % Fr. % Fr. %


A nadie 265 24 363 33 628 57

Nadie 100 9 75 7 175 16

Profesores 80 7 28 3 108 10
(mal)
Familia 48 4 27 3 75 7
(mal)
Compañeros 30 3 38 4 68 7
(mal)
Profesores 8 2 10
(bien)
Familia 13 0 13
(bien)
Compañeros 21 1 11 32 3
(bien)

Total 565 51 544 49 1109 100

El 16% de la población afirma que ha maltratado a sus compañeros y que sin embargo

nadie le ha dicho nada por ello, solo el 10% ha sido reprendido por sus profesores.

41
Tabla 12: Si has participado en situaciones de intimidación hacia tus compañeros
¿por qué lo hiciste?

Sexo
Hombres Mujeres Total

Fr. % Fr. % Fr. %


A nadie 225 21 327 30 552 51

No lo sé 90 8 77 7 167 15

Me provocaron 119 11 55 5 174 16

Son diferentes 20 2 3 23 2

Más débiles 7 6 11 1

Molestar 53 5 35 3 88 8

Por broma 28 2 29 2 57 4

A mí me lo hacen 18 1 8 26 2

Total 560 51 540 49 1100 100

El 31% de la población ha participado en situaciones de intimidación a sus compañeros,

porque los provocaron o simplemente sin saber porque y el 12% por molestar o por broma .

42
Tabla 13: Cuáles son las dos formas más frecuentes de maltrato entre compañeros

Sexo
Hombres Mujeres Total

Fr. % Fr. % Fr. %


No lo sé 84 4 83 4 167 8

Apodos 322 17 356 19 678 36

Patadas 84 4 60 3 144 7

Robo 15 0 10 0 25 1

Amenazas 34 2 21 1 55 3

Rechazo 34 2 78 4 112 6

Insultos 59 3 79 4 138 7

Les den dinero 14 0 5 0 19 0

Hacer pelear 32 2 22 1 54 3

Quitarle
Cosas 12 0 16 0 28 1
Zancadillas 4 0 13 0 17 0

Mentiras 14 0 30 2 44 2
(contar)
Reírse 32 2 70 4 102 6

Insultar 20 1 24 1 44 2
( los raros)
Burlarse 43 2 73 4 116 6

Escupir 8 0 5 0 13 0

Tirar piedras 18 0 13 0 31 2

Rumores 8 0 33 2 41 2

Agarrar 2 0 1 0 3 0

Gestos 22 1 38 2 60 3

Total 861 46 1030 54 1891 100

43
El 36% de la población maltrata a sus compañeros poniéndoles apodos, si consideramos el

tipo de maltrato, observamos que el psicológico se da en un 67%, no existiendo diferencias

entre hombres y mujeres para ello.

Tabla 14: Con que frecuencia se dan estas intimidaciones en tu colegio

Sexo
Hombres Mujeres Total

Fr. % Fr. % Fr. %


Nunca 76 7 73 7 149 14

Pocas
Veces 323 30 311 29 634 59

Muchas 142 13 161 15 303 28


veces

Total 542 50 545 50 1087 100

El 59 % de la población afirma que el maltrato se da pocas veces, sin embargo existe una

pequeña diferencia en la percepción a favor de las mujeres quienes afirman en 16% que

esta se da muchas veces.

44
Tabla 15: Por que crees que algunos chicos intimidan a otros

Sexo
Hombres Mujeres Total

Fr. % Fr. % Fr. %


No lo sé 116 10 134 13 250 23

Se meten
Con ellos 76 7 90 8 166 15

Son más 108 10 41 4 149 14


fuertes

Por broma 64 6 45 4 109 10

Molestar 201 18 250 23 451 41

Total 565 50 560 50 1125 100

El 41% de la población afirma que algunos chicos intimidan o maltratan a sus compañeros

por molestar, observándose que son las mujeres las que más destacan esta respuesta, el 23

simplemente no sabe por que se da este hecho.

Tabla 16: ¿Que piensas de los chicos _ as que intimidan a otros compañeros?

Sexo
Hombres Mujeres Total

Fr. % Fr. % Fr. %


Nada 88 8 67 6 155 14

Me parece
mal 320 29 395 36 714 65

Es normal 89 8 47 4 136 12

Tienen sus 33 3 28 3 61 6
motivos

Total 530 50 537 50 1067 100

45
El 65% de la población piensa que está mal que se maltrate a los compañeros, existiendo

una marcada diferencia a favor de las mujeres, a los varones en un 8% les parece normal.

Tabla 17: Cuantas veces has participado en intimidaciones a tus compañeros?

Sexo
Hombres Mujeres Total

Fr. % Fr. % Fr. %


Nunca 225 21 320 29 545 50

Pocas,
veces 270 24 202 19 472 43

Muchas 32 3 10 1 42 4

Total 527 50 532 50 1059 100

El 47 % de la población ha maltratado en alguna oportunidad a sus compañeros, siendo los

hombres los que más han participado.

46
Tabla 18: ¿Qué haces cuando ves que están agrediendo a un compañero?

Sexo
Hombres Mujeres Total

Fr. % Fr. % Fr. %


Nada 40 3 23 2 63 5

Nada,pero
debería 167 14 148 13 315 27

Aviso 95 8 179 16 274 24

Intento 158 14 110 10 268 24

Hablo 23 2 47 4 70 6
(profesor)

Hablo 21 2 35 3 56 5
(agredido)

Hablo 23 2 24 2 47 4
(agresor)

Me marcho 9 1 7 16 1

Miro 28 2 16 1 44 3

Total 564 49 589 51 1153 100

El 64 % de la población cuando ve que están agrediendo a uno de sus compañeros hace

algo para parar la agresión, el 36% asume una actitud de indiferencia ante este hecho.

47
Tabla 19: En el caso que decidas intervenir en la situación ¿Por qué lo haces?

Sexo
Hombres Mujeres Total

Fr. % Fr. % Fr. %


Pena 107 10 52 5 159 15

Es amigo 157 14 86 8 243 22

No me gusta 124 11 178 16 302 26

No es correcto 160 14 244 22 404 36

Total 548 49 560 51 1108 100

El 62 % de la población que interviene en los casos de agresión a sus compañeros lo hace

porque lo considera incorrecto o por que no le gusta lo que hacen.

Tabla 20: En el caso que decidas no intervenir ¿Por qué lo haces?

Sexo
Hombres Total

Fr. % Fr. % Fr. %


Por miedo 130 12 126 12 256 24

No me interesa 134 12 109 10 243 22

Se lo merecen 42 4 21 2 63 6

Debe intervenir 118 10 179 16 297 26


El profesor

Me divierte 24 2 2 26 2

Es normal 63 5 51 5 114 10

Total 511 51 488 49 999 100

Deciden no intervenir 46% por miedo o por que no les interesa, porque debe intervenir un

profesor (26%), o porque este hecho es algo normal en su vida cotidiana.

48
Tabla 21: Las agresiones de las que has sido testigo son:

Sexo
Hombres Mujeres Total
Fr. % Fr. % Fr. %

Apodos 321 13 359 15 680 28

Abuso sexual 22 1 14 36 1

Patadas 149 6 94 4 243 10

Robo 33 1 29 1 62 2

Amenazas 53 2 37 1 90 3

Rechazo 47 2 77 3 124 5

Insultos 83 3 120 5 203 8

Les den dinero 18 0 15 0 33 1

Hacer pelear 70 3 73 3 143 6

Quitarle
Cosas 18 0 29 1 47 1
Zancadillas 10 0 9 0 19 0

Mentiras 32 1 40 2 72 3
(contar)
Reírse 56 2 97 4 153 6

Insultar 43 2 38 1 81 3
( los raros)
Burlarse 65 3 81 4 146 7

Escupir 20 1 9 0 29 1

Tirar piedras 35 1 19 1 54 2

Rumores 14 0 36 1 50 1

Agarrar 12 0 5 0 17 0

Gestos 39 1 53 2 92 3

Total 1158 48 1234 52 2392 100

49
El 69% de la población ha sido testigo de maltrato psicológico a sus compañeros y dentro

de estos, en un 28% mediante apodos.

Tabla 22: Donde has observado las agresiones

Sexo
Hombres Mujeres Total
Fr. % Fr. % Fr. %
Clase 264 18 273 19 537 37

Patio 139 10 123 8 262 18

Baños 48 3 60 4 108 7

Pasillos 50 3 47 3 97 6

Fuera 167 11 185 13 352 24

Deportes 49 3 39 3 88 6

Total 732 50 727 50 1459 100

Las agresiones hacia sus compañeros fueron observadas en un 55% en el salón de clases o

en el patio del colegio.

Tabla 23: De que sexo es quien te ha agredido

Sexo
Hombres Mujeres Total
Fr. % Fr. % Fr. %
Chico 374 35 152 14 526 49

Chica 64 6 234 22 298 28

Total 434 41 386 36 824 77

El 49% de la población afirma que ha sido agredido por un chico, pero en general se afirma

que se es agredido por un chico de su mismo sexo (35% varones y 22 mujeres).

50
Tabla 24: De qué forma te ha agredido:

Sexo
Hombres Mujeres Total
Fr. % Fr. % Fr. %

Apodos 241 19 218 17 459 36

Pateado 66 5 25 2 91 7

Robado 19 2 11 1 30 3

Amenazado 28 2 23 2 51 4

Rechazado 12 1 21 2 33 3

Insultado 72 6 74 6 146 12

Les de dinero 7 0 4 0 11 1

Hacen pelear 16 1 23 2 39 3

Quitan mis
Cosas 9 1 16 1 25 2

Zancadillas 6 0 1 0 7 0

Mentiras 29 2 40 3 69 5
(contar)
Reírse 31 2 38 3 69 5

Insultado 7 0 5 0 12 1
( por raro)
Burlarse 23 2 16 1 39 3

Escupe 3 0 0 0 3 0

Tirar piedras 11 1 7 0 18 1

Rumores 8 0 16 1 24 2

Agarra 6 0 0 0 6 0

Gestos 23 2 27 2 50 4

Total 694 55 565 45 1259 100

51
El tipo de agresión que prevalece (75%) en la población que es agredida por sus

compañeros es la psicológica, no existiendo diferencias en el género, ya que en ambos

grupos se presenta este fenómeno.

Tabla 25: ¿Qué características tiene la agresión de la que eres victima?

Sexo
Hombres Mujeres Total

Fr. % Fr. % Fr. %


No se da 121 11 185 17 306 28

Acosado 133 12 113 10 246 22

Excluido 107 10 125 11 232 21

Intensidad 74 7 29 2 103 9

Fuerte 71 6 34 3 105 9

Privado 47 4 64 6 110 10

Total 553 50 550 50 1103 100

Del 72% de la población que es agredida siente que es excluida y acosada en un 43%.

52
Tabla 26: ¿Cuándo te agraden hablas con alguien?

Sexo
Hombres Mujeres Total

Fr. % Fr. % Fr. %


No me 73 6 93 8 166 14
agreden

Profesor 41 4 47 5 88 9

Amigo 190 20 194 20 384 40

Agresor 38 4 27 3 65 7

Padres 82 8 124 13 206 21

Nadie 135 14 89 9 224 33

Total 559 50 574 50 1133 100

Del total de la población que es agredida, hablan de esta con algún amigo (40%), llamando

poderosamente la atención que el 33% se quede callado, siendo los varones los que más lo

hacen, sólo el 21% se lo dice a sus padres, marcando la diferencia las mujeres (13 sobre

8%), otro dato que es relevante dado que se ha manifestado ya en otros ítems es la poca

confianza que tienen en sus profesores (sólo el 9% acude a ellos).

53
Tabla 27: ¿Por qué no se lo dices a nadie?

Sexo
Hombres Mujeres Total
Fr. % Fr. % Fr. %
No me 247 13 233 21 380 35
agreden

Miedo 72 6 85 7 157 13

Soplón 169 16 61 6 230 22

Peor 89 8 83 7 172 15

No sé 74 7 89 8 163 15
A quién

Total 651 54 551 46 1202 100

El 22% de la población agredida no se lo cuenta a nadie por no ser un soplón, siendo los

varones los que marcan la diferencia ( 16 sobre 6%), llamando poderosamente la atención

ese 28% que no se los dice a nadie por miedo o por que cree que sería peor,

Tabla 28: ¿Cómo reaccionas cuando te agreden?

Sexo
Hombres Mujeres Total

Fr. % Fr. % Fr. %


Les pego 101 10 36 4 138 14

Insulto 54 6 65 7 119 13

Aguanto 159 16 209 21 368 37

Hago lo 197 20 156 16 353 36


mismo

Total 511 52 466 48 977 100

54
El 21% de la población agredida que son mujeres manifiestan que ante este hecho se

aguantan, frente al 16% de los varones que hacen lo mismo, por el contrario el 30% de los

varones responden ante ella ya sea pegándoles o haciéndoles lo mismo, llamando la

atención ese 20% de mujeres que hace lo mismo que los varones, aunque en menor

porcentaje)

Tabla 29: ¿Qué ideas te pasan por la cabeza cuando alguièn te agrede o te maltrata?

Sexo
Hombres Mujeres Total

Fr. % Fr. % Fr. %

Vengarme 274 29 229 24 503 53

Faltar 15 1 22 2 37 3

Cambiar 29 3 58 6 87 9
colegio

Aguantar 177 19 151 16 328 35

Total 495 52 460 48 955 100

Al observar esta tabla notamos que el 53% de la población agredida piensa en vengarse con

una diferencia del 5% a favor de los varones, asimismo el 35 % piensa en aguantar y dentro

de este son los hombres los que más piensan en aguantar.

55
Tabla 30: ¿Qué consecuencias han tenido para ti estas agresiones?

Sexo
Hombres Mujeres Total

Fr. % Fr. % Fr. %

Bajado 131 12 81 7 212 19


notas
No duermo 41 8 30 3 71 11
bien
Nervioso 82 7 72 6 154 13

Triste 87 8 124 11 211 19

Solo 28 2 40 3 68 5

Total 369 52 347 48 716 100

El 38% de la población ante estas agresiones ha bajado sus notas o se siente triste, y el 24

no duerme bien o se siente nervioso.

Tabla 31: ¿Has apoyado alguna vez o te haz unido a un compañero/a que agrede a
otro/a chico/a?

Sexo
Hombres Mujeres Total

Fr. % Fr. % Fr. %

Si 416 39 297 27 713 66

No 122 11 241 23 363 34

Total 538 50 538 50 1076 100

El 66% de la población ha apoyado o se ha unido a sus compañeros en hechos agresivos,

siendo los varones los que más lo hacen.

56
Tabla 32: ¿Por qué agredes?

Sexo
Hombres Mujeres Total

Fr. % Fr. % Fr. %

Me provoca 277 33 178 21 455 54

Divierte 57 7 36 4 93 11

Merece 59 7 65 8 124 15

Me cae mal 52 6 59 7 111 13

Por serrano 21 3 25 3 46 6

Total 466 56 363 44 829 100

El 65% de la población ha apoyado o se ha unido a sus compañeros para agredir a otros

porque le provoca o porque se divierte, con prevalencia de los varones sobre las mujeres, el

26% porque se lo merece o le cae mal, solo el 6% por cuestiones raciales.

57
Tabla 33: ¿De qué forma agredes a esa persona?

Sexo
Hombres Mujeres Total
Fr. % Fr. % Fr. %
Apodos 260 25 147 14 407 39

Pateado 68 7 23 2 91 9

Robado 13 1 06 0 19 1

Amenazado 33 3 18 1 51 4

Rechazado 38 4 42 4 80 8

Insultado 72 7 51 4 123 11

Me da dinero 8 0 1 0 09 0

Hago pelear 18 2 06 0 24 2

Quito sus
Cosas 12 1 06 0 18 1

Zancadillas 7 0 4 0 11 0

Mentiras 5 0 3 0 8 0
(contar)
Reírse 22 2 42 4 64 6

Insultado 15 1 20 2 35 3
( por raro)
Burlado 17 2 11 1 28 3

Escupo 6 0 1 0 7 0

Tiro piedras 15 1 4 0 19 1

Rumores 4 0 16 1 20 1

Agarro 7 0 3 0 10 0

Gestos 15 1 11 1 26 2

Total 635 61 400 39 1035 100

58
El 77% de la población que agrede a sus compañeros psicológicamente, primando en

ellos los apodos (25% hombres, 14 las mujeres), los insultos (7% los hombres y 4 las

mujeres) y reírse de ellos (2% los hombres y 4 las mujeres), solo el 14% lo hace de forma

física.

Tabla 34: ¿Usas armas para agredir?

Sexo
Hombres Mujeres Total

Fr. % Fr. % Fr. %

Si 32 3 5 0 37 3

No 470 43 491 45 961 88

Total 502 47 496 45 998 92

El 88% de la población que agrede a sus compañeros no usa armas para hacerlo.

59
Tabla 35: ¿Cuál de estas actitudes te identifican?

Sexo
Hombres Mujeres Total
Fr. % Fr. % Fr. %

Divierte 48 6 19 2 67 8
amenazar

Divierte 41 5 12 2 53 7
Jugar con fuego

Divierte 27 4 15 2 42 6
Destruir objetos

Gusta faltar 46 6 36 5 82 11
A clases

Siente rabia 80 11 80 11 160 22

Deseos de 25 4 60 8 85 12
Fugar de casa

Ver videos 79 10 41 5 120 15


violentos

Divierte el 84 11 51 7 135 18
riesgo

Consumir 8 1 9 1 17 2
drogas

Total 438 58 323 42 761 100

Los adolescentes se identifican en un 22% con actitudes de rabia y odio hacia los demás, al

18 le divierten las actividades de riesgo, el 15 prefiere ver películas y video juegos

violentos, estas dos actividades prevalecen en lo hombres y el 23% le gusta faltar a clases o

siente deseos de fugarse de su casa, esto se observa más en las mujeres.

60
Tabla 36: ¿Cómo defines a tus padres?

Sexo
Hombres Mujeres Total
Fr. % Fr. % Fr. %
Normas 194 15 149 11 343 26
dialogadas

Normas sin 43 3 52 4 95 7
dialogar

Cariñosos 170 13 201 15 371 28

Tiempo 77 6 101 8 178 14

Dialogantes 115 9 120 9 235 18

No se ocupan 15 1 29 2 44 3
De mi

No existo 20 1 33 2 53 3
Para ellos

Total 634 48 685 52 1319 100

El 86% de la población define a sus padres como dialogantes, cariñosos, que pasan el

tiempo con ellos y que establecen normas de manera dialogada, sin embargo el 14 %

resultante manifiesta que sus padres imponen reglas sin dialogar, que no se ocupan de ellos

y sobretodo que pareciera que no existieran para ellos.

Para efectos de análisis según la edad vamos a presentar los siguientes cuadros a fin de

identificar a los agresores, victimas y observadores.

61
Discusión

El maltrato entre iguales en la escuela o bullying es un fenómeno que existe desde


siempre, pero es en estos últimos años cuando está aumentando la percepción sobre ello
Uno de los grandes problemas que suscita este fenómeno es la dificultad que
tenemos para detectar las agresiones que pueda estar padeciendo un adolescente por parte
de sus compañeros. A menudo este fenómeno pasa desapercibido o es mal interpretado por
los adultos. De ahí que debamos observar atentamente para descubrir el proceso de
victimización, basándonos a veces sólo en indicios poco claros o en rumores.
Los estudios nos indican que aproximadamente uno de cada tres adolescentes entre 12

y 16 años se ve involucrado ya sea como agresor o como victima en situaciones de abuso,

cercanas a veces al maltrato grave. Sin embargo los porcentajes de chicos y chicas que sufren

o ejercen un maltrato grave por su intensidad o por su duración son drásticamente más bajos.

La víctima no es alguien carente de habilidades sociales, falto de autoestima o

introvertido, cualquiera puede ser objeto de acoso escolar. Se puede elegir al gordito y al que

lleva gafas o aparato dental, pero también al que se incorpora una semana tarde al colegio,

tiene buenas notas o es calificado de inteligente por el profesor.

Cualquier rasgo diferenciador es susceptible de ser utilizado por quien acosa para

convertir a otro niño en blanco de sus burlas, esto es quizás el motivo por el cual el 45% de la

población ha sido agredida en alguna oportunidad, el 23% desde hace unas semanas, cuando el

profesor se ausenta del aula (44%), que coincide con Avilès (2002), quien afirma que los

lugares preferentes de ocurrencia dentro del centro son la clase sin profesor y los recreos sin

vigilancia o estando este presente (7%), lo cual es alarmante dado que implica el poco respeto

y reconocimiento de autoridad que este pueda tener sobre ellos que redunda en la poca

62
confianza que les depara, lo cual es confirmado por ese bajo porcentaje (4%) que habla de esta

problemática con sus profesores, y con lo encontrado en España por el Defensor del pueblo

(1999) quien manifiesta que el 33% de los alumnos se ven afectados por maltrato, pero

contrasta con lo encontrado por Álvarez, L.; Álvarez, D.; González_ Castro, P.; Núñez, J.&

Gonzáles_ Pienda, J. (2006), quienes solo hallaron un 4% de incidencia de maltrato entre

iguales.

La forma más frecuente de maltrato entre compañeros es poner apodos (36%), que

coincide con lo hallado por Hernández, T. y Casares, E. ( , ), quienes afirman que el tipo

màs frecuente de maltrato se traduce en ponerle apodos a sus compañeros, pero al considerar

el tipo de maltrato prevalece el psicológico en un 67%, no existiendo diferencias entre sexos,

en este el 6% se presenta en forma de aislamiento (sus compañeros los ignoran o no los dejan

participar en nada), las amenazas para amedrentar son sufridas por el 3%, las agresiones más

graves, amenazas con armas, alcanza el 22%, esto coincide con lo hallado en España por el

Defensor del pueblo (1999) quien manifiesta que en el 9% de la población se da la modalidad

de aislamiento permanente, pero discrepa en las amenazas dado que en ese estudio estas se

presentan en un porcentaje más alto (8%) y en el uso de armas ( el 1%).

El 47% de la población ha participado en alguna oportunidad en intimidaciones a sus

compañeros, siendo los chicos los que más han participado, esto coincide con lo hallado por la

OMS. ( ) en un estudio internacional, donde el 55.5% reconoció haber sido victimario de

otros niños, pero discrepa con el de Avilès (2002) que encontró que un 5.9% del alumnado

reconoce que agrede sistemáticamente a sus compañeros con cierta frecuencia.

El 19% habla con su familia a cuyos padres perciben como cariñosos, dialogantes,

que les dedican tiempo, estos jóvenes no participan del maltrato a sus compañeros, que

coincide con lo encontrado por Hernández, T. y Casares, E.( ) en España quienes afirman

63
que cuando el alumno tiene una buena relación con su familia o está contento en el colegio,

no suele acosar a sus compañeros.

La OMS ( ) en un estudio internacional en 32 países cifraba las víctimas de bullying

entre los 11 y 18 años en un 24.8% y que se distribuye de un modo muy desigual a lo largo

del sistema educativo, así, el porcentaje de víctimas es de 43.6% en tercero, pero desciende

hasta un 10% en años superiores, asimismo, el Defensor del Pueblo (2007), que afirma que

los alumnos de tercero de educación secundaria son los que más sufren y ejercen el acoso

escolar, ya que los chicos de esta edad suelen desarrollar violencia, esto lo contrastamos

con lo hallado por nosotros y notamos que nuestro porcentaje de víctimas de bullying y

acosadores es superior (45%) y que se incrementa al igual que lo hallado por ellos, en

tercero de secundaria.

En el 29% de los casos los adolescentes son agredidos por un sujeto de su mismo sexo

(35 en los varones y 22 en las mujeres), pero al hacer un análisis más globalizado

observamos que en el 49% de los casos el agresor es un varón quien a la vez es también la

víctima, que coincide con lo hallado por Defensor del pueblo (1999) quien encontró que el

número de chicos implicados en maltrato es muy superior al de chicas y con Avilès que

encontró más chicos que chicas, tanto como agresores que como víctimas.

El 41% de la población afirma que sus compañeros maltratan a los demás por

molestarlos, que esto es normal y que no hacen nada ante ello (36%) y si no intervienen es

por miedo (24%).

En cuanto a las presencias del tipo de intimidación los sexos no presentan diferencias,

los dos sexos tienen parecidas maneras de ejercer el maltrato, aunque los varones agraden

más, equilibrándose como víctimas respecto a las chicas, ambos prefieren a sus compañeros

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para contar al acoso antes que a sus padres o profesores (Monjas y Avilès, 2005), que

coincide plenamente con lo hallado por nosotros.

Referencias

Álvarez, L.; Álvarez, D.; González_ Castro, P.; Núñez, J.& Gonzáles_ Pienda, J. (2006).

Evaluación de los comportamientos violentos en los centros educativos. Psicothema.

Vol.18, nro 4, pp. 686 - 695.

Avilès, J. M. (1999) Cuestionario sobre intimidación y maltrato entre iguales. Valladolid:

Grafolid.

Avilès, J. M. (2002). El acoso entre iguales (bullying) agresores/as y víctimas en la

escuela entre iguales. Ponencia presentada en el curso “El acoso psicológico en el trabajo,

como sobrevivir y prevenir el mobbing” Valencia: STPV-iv. Ponencia sin publicar.

Avilès, J. M. (2003). Bullying. Intimidación y maltrato entre el alumnado. Bilbao: STEE-

EILAS.

Defensor del Pueblo (1999). Informe del defensor del pueblo sobre violencia escolar.

http://www.defensor del pueblo.es/info/estudios%20y%20documentos.htm (leído el 19 de

septiembre del 2007)

Defensor del Pueblo (2007)

Hernández, T. y Casares, E. (2002) Aportaciones teórico prácticas para el conocimiento de

actitudes violentas en el ámbito escolar. Pamplona: Instituto Navarro de la mujer.

Monjas, M. I. y Avilès J. M. (2003). Programa de sensibilización contra el maltrato entre

iguales. Valladolid: Junta de Castilla y León.

65
Monjas, M. I. y Avilès J. M. (2005). Estudio de incidencia de la intimidación y el maltrato

entre iguales en la educación secundaria obligatoria mediante el cuestionario CIMEI. Rev.

Anales de Psicología vol21, n 1, pp. 27-41.

Olweus, D. (1998). Conductas de acoso y amenaza entre escolares. Madrid: Morata.

OMS

Cuestionario sobre preconcepciones de intimidación y maltrato entre iguales

Sexo:………………………………….. Edad……………………………………

Año de estudios………………………. Tipo de colegio………………………..

Eres repitente: Si No.

1.- ¿Cuáles son en tu opinión las formas más frecuentes de maltrato entre compañeros/as?
a.- Insultar, poner apodos.
b.- Reírse se alguien, dejar en ridículo.
c.- Hacer daño físico (pegar, dar patadas, empujar).
d.- Hablar mal de alguien.
e.- Amenazar, chantajear, obligar a hacer cosas.
f.- Rechazar, aislar, no juntarse con alguien, no dejar participar.
g.- Otros.
2.- ¿Cuántas veces, en este año, te han intimidado o maltratado algunos/as de tus
compañeros/as?
a.- Nunca.
b:- Pocas veces.
c.- Bastantes veces.
d.- Casi todos los días, casi siempre.
3.- Si tus compañeros/as te han intimidado en alguna ocasión ¿desde cuándo se producen
estas situaciones?
a.- Nadie me ha intimidado nunca.

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b.- Desde hace poco, unas semanas.
c.- desde hace unos meses.
d.- Durante todo el año.
e.- Desde que llegue a este colegio.
4.- ¿En qué lugares se suelen producir estas situaciones de intimidación? (puedes elegir más de
una respuesta).
a.- En la clase cuando está algún profesor/a.
b.- En la clase cuando no hay ningún profesor/a
c.- En los pasillos del colegio.
d.- En los baños.
e.- En el patio cuando vigila algún profesor/a.
f.- En el patio cuando no vigila ningún profesor/a
g.- Cerca del colegio al salir de clases.
h.- En la calle.
5.- Si alguien te intimida ¿hablas con alguien de lo que te sucede? (puedes elegir más de una
respuesta).
a.- Nadie me intimida.
b.- No hablo con nadie.
c.- Con los/as profesores/as
d.- Con mi familia.
e.- Con compañeros/as.
6.- ¿Quién suele parar las situaciones de intimidación?
a.- Nadie.
b.- Algún profesor.
c.- Alguna profesora.
d.- Otros adultos.
e.- Algunos compañeros.
f.- Algunas compañeras
g.- No lo sé
7.- ¿Has intimidado o maltratado a algún compañero o a alguna compañera?
a.- Nunca me meto con nadie.
b.- Alguna vez

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c.- Con cierta frecuencia.
d.- Casi todos los días.
8.- Si te han intimidado en alguna ocasión ¿por què crees que lo hicieron? ? (puedes elegir más
de una respuesta).
a.- Nadie me ha intimidado nunca.
b.- No lo sé
c.- Porque los provoqué.
d.- Porque soy más débil
e.- Por molestarme.
f.- Por gastarme una broma.
g.- Porque me lo merezco
9.- Si has participado en situaciones de intimidación hacia tus compañeros/as ¿por qué lo
hiciste? (puedes elegir más de una respuesta).
a.- No he intimidado a nadie
b.- Porque me provocaron.
c.- Porque a mí me lo hacen otros/as
d.- Porque son diferentes (cholos, serranos, charapas, deficientes, pavos)
e.- Porque eran más débiles.
f.- Por molestar.
g.- Por gastar una broma.
10.- ¿Por qué crees que algunos/as chicos/as intimidan a otros/as? (puedes elegir más de una
respuesta).
a.- Por molestar.
b.- Porque se meten con ellos/as.
c.- Porque son más fuertes.
d.- Por gastar una broma.
e.- Otras razones.
11.- ¿Con qué frecuencia han ocurrido intimaciones (poner apodos, dejar en ridículo, pegar,
dar patadas, empujar, amenazar, rechazar, no juntarse, etc.) en tu colegio durante el
bimestre?
a.- Nunca.
b.- Menos de 5 veces.

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c.- Entre 5 y 10 veces.
d.-Entre 10 y 20 veces.
e.- Más de 20 veces.
f.- Todos los días.
12.- ¿Qué tendría que suceder para que se arregle este problema?
a.- No se puede arreglar.
b.- No sé
c.- Que hagan algo los/as profesores/as.
d.- Que hagan algo las familias.
e.- Que hagan algo los/as compañeros/as.
13.- ¿Qué haces cuando ves que están agrediendo a un compañero/a? (puedes elegir más de una
respuesta).
a.- Hablas con algún/a profesor/a
b.- Hablas con el/la chico/a agredido/a
c.- Hablas con quién agrede
d.- Intervienes en el momento del conflicto.
e.- Te marchas.
f.- Te quedas mirando.
14.- En caso que decidas intervenir ¿Por qué lo haces? (puedes elegir más de una respuesta).
a.- Por que te da pena.
b.- Porque es tu amigo/a.
c.- Porque no te gusta lo que hacen.
d.- Porque no lo ves correcto.
15.- En caso que decidas no intervenir ¿por què lo haces? (puedes elegir más de una respuesta).
a.- Por miedo a que el/a proximo/a seas tù.
b.- Porque no te interesa, no es tu problema.
c.- Porque se merecen lo que les hacen.
d.- Porque quièn tiene que intervenir es algun/a profesor/a.
e.- Porque me divierte.
f.- Porque esto siempre ha ocurrido, es normal. ////////////

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