Estadio Nacional, es un interesante documental realizado por la periodista Carmen Luz Parot en el año 2002, donde aborda como tema principal el Estadio Nacional como campo de concentración durante el gobierno militar. El trabajo reconstruye – o eso intenta- lo acontecido durante la estadía de militares y prisioneros en el recinto “deportivo” durante casi dos meses ( 9 de septiembre – 11 de noviembre), mediante testimonios y archivos históricos
Para introducir al documental se muestran imágenes de archivos de
época, acompañadas de una música muy ad hoc, donde por medio de frases cortas ayudan a la audiencia a contextualizarla en tiempo y espacio, es decir, traslada al público hacia 30 años atrás mediante cortos textos y a través de imágenes los sitúa en medio del drama. Además y muy positivo es que no se elimina el audio real, lo que permite oír el ruido de helicópteros, gritos, disparos, etc. que ayudan a entregarle más fuerza a lo que se muestra. Con la intención de seguir cautivando a la audiencia se muestra un testimonio archivo del Coronel Ulloa hablando con un medio de comunicación televisivo de la época donde asegura que la fluctuación de presos es de 4 mil aproximadamente cuando según el documental dice que más de 12 mil presos estuvieron reclusos. Es aquí donde se logra identificar el equilibrio precario de la estructura dramática, al presentar el caso donde se cuenta que en el popular Estadio Nacional de Santiago se cometieron injusticias, sin embargo aun no se revelan con exactitud que tipo de injusticias fueron, como se desarrollaron y cuales son sus consecuencias.
Se puede inferir que la intencionalidad del documental es prometerle
a los espectadores la verdad sobre los hechos. Además, se muestran imágenes de las elecciones presidenciales del año 2000 en el Estadio Nacional, donde el testimonio de Nuria Núñez se encarga de recordarle a la audiencia la mala memoria de los chilenos y la fuerte amnesia que sufren, reclamando que nadie se da cuenta que se encuentran votando en el mismo escenario donde se detuvo gente y se les quitó la libertad. Para darle fuerza a esta idea se muestra y oye un grupo de mujeres gritando “aquí se mató, aquí se torturo”. Este cántico nos da el quiebre dramático que encaminará a la audiencia por el sendero de la tortura, los derechos humanos y la injusticia, tópicos que se repiten a lo largo de los 90’ minutos de duración del documental.
Como se menciono anteriormente las herramientas que utilizó Parot
para desarrollar su trabajo fueron los testimonios y los archivos históricos. Los primeros fueron presentados de una forma poco convencional, donde los personajes son los dueños del micrófono y de una forma muy humana quedan expuestos sus sentimientos, vivencias y experiencias. Esto por que no se recurrió a los clásicos elementos como un narrador en off o un periodista guiando sus declaraciones. Esta elección de presentación de testimonios fue muy acertada pues entrega credibilidad y enriquece al documental con el objetivo de éste, que es presentar la verdad de Carmen Luz frente a lo sucedido entre septiembre y noviembre del año 73’. De este modo, queda en evidencia que el mencionado documental no es un medio de denuncia, si no que su discurso narrativo que apunta a dilucidar la verdad (su verdad) y desarticular la historia conocida para armar una que si contenga los hechos reales a través de los cuales recordemos el pasado individual y social de los chilenos.
El primer testimonio corresponde al del ex – prisionero y periodista
Fernando Villagrán que con detalles relata como fue su llegada al nacional en un convoy junto a pobladores de La Legua. Inmediatamente aparece el testimonio de un ex oficial de la Fuerza Aérea, Capitán (r) Jorge Silva, narrando la situación cuando estaba a cargo de llevar uno de éstos convoyes hacia el nacional y como su superior ordenaba el exterminio de éstos y él se negaba. A continuación Carlos Vargas ex prisionero y poblador de La Legua rememora los momentos cuando llegó al estadio. Esta continuidad en la estructura del discurso, permite mantener un ritmo audiovisual que va de lo general a lo particular muy positivo que mantiene a la audiencia expectante de lo que va a pasar. Y sobre todo, entrega una coherencia muy agradecida, que ayuda a eliminar el escepticismo que existe al ver trabajos tan íntimos como lo es un documental. Por otra parte, hace que la curva de la tensión en el tiempo vaya creciendo potencialmente en el desarrollo del documental.
Continuando con el sub tema de la llegada de prisioneros y su
adaptación a la cotidianeidad del diario vivir en el estadio. Se presenta al ex-prisionero y escritor Adolfo Cozzi que revela cosas tan humanas, pero intimas a la vez como hacer sus necesidades biológicas. Se utilizan imágenes fuerza como mostrar los baños que están en condiciones inmundas. Sergio Muñoz, ex – prisionero y profesor de Historia muestra el lugar donde él y sus pares dormían, y confiesa que en ese lugar físico fue la primera vez que se quebró al recibir el golpe de un “compañero” por disputarse un lugar asqueroso para dormir, a pesar de no tener recursos audiovisuales que muestren la repugnancia que alude, apunta una declaración muy fuerte: “ se disputaban lugares con gargajos secos, llenos de pendejos” que sin lugar a dudas sorprende. Continuando con el tema, aparece un personaje que aparecerá durante todo el documental, Juan Sepúlveda ex – prisionero y Dibujante Técnico, él nos recrea como se pasaban las noches en los camarines del estadio, acostándose en el piso y desde allí relatándonos su historia.
Durante los testimonios mencionados anteriormente, se realiza un
apoyo importan te con material audiovisual que reproduce en imágenes lo relatado en palabras. Sin embargo y extrañamente, cuando Juan Sepúlveda nos cuenta la condición de salud de sus compañeros; “costillas fracturadas, cabeza rota, quemaduras con encendedores” entre otros, muestran imágenes de lugares del estadio, como puertas, ventanas, camarines. Que no guardan ninguna relación con el texto de Sepúlveda. Personalmente creo que fue un gran error, porque al describir estas torturas hubiera sido un gran apoyo visual mostrar personas que constaten estas heridas y creo que un apoyo musical hubiera sido muy positivo también. Pienso que hay dos posibles razones por la que se tomó esta decisión. La primera simplemente por que no se dispuso de este tipo de material audiovisual y se trató de utilizar el recurso de imágenes relleno (aun así me parece que en ese caso, es mejor dejar con un plano medio el relato del testimonio). Y la segunda razón es porque no se quiso crear un morbo a raíz del sufrimiento físico de los presos, queriendo demostrar un respeto hacia ellos.
Para traspasar al segundo tema -la cobertura mediática- se utiliza el
mismo recurso audiovisual de la introducción, es decir, imágenes de registro histórico, acompañadas de textos que contextualizan lo que se va a desarrollar. Acompañado siempre del sonido real de las imágenes, esta vez sin música de fondo. Aquí se pierde un poco la armonía audiovisual, ya que no se utiliza una bisagra para traspasar al tema mediático, se podría decir que fue un traspaso muy brusco. Propongo para este caso que el último testigo en hablar que fue Juan Sepúlveda introduzca la llegada de los medios al estadio. De todas formas, la voz en off de un posible periodista de la época (no lo indica, pero se puede inferir) es un recurso audiovisual bastante atractivo que nos ayuda a trasladarnos a los 70’. El primer testimonio corresponde al director de informaciones del Estadio Nacional, Tte. Coronel Esquivel, que con una intervención muy breve señala como será la visita de los medios. Se infiere la intencionalidad de no dar mayor espacio a la contraparte (los militares). Luego se da paso al periodista Marcelo Montecino que recuerda los hechos de esa visita. Lo interesante de este acontecimiento es que se muestra mucho material audiovisual por lo que se puede ver en concreto como fue la visita de los medios, para sustentar la relevancia de este hecho, se muestran fragmentos de entrevistas realizadas por los periodistas. Además, de los testimonios del escritor Cozzi, el profesor Muñoz y el doctor Jadresic.
A los 25’ minutos de cinta, empiezo a extrañar mayores antecedentes
de lo que acontece, es decir, ¿por qué aquellos personajes estaban ahí? ¿ por qué en el estadio nacional?, ¿ cuál era la opinión pública?, mientras ellos estaban dentro, ¿qué pasaba afuera?, ¿ qué hay de la contraparte? en fin elementos que le den más consistencia al apreso de estos personajes.
Así, el discurso narrativo toma mas fuerza al demostrar que la forma
en que se construye, solo toma argumentos de una parte que en este caso serian, tal como se presenta en el documental, las victimas que fueron sometidas a torturas y conscriptos enajenados que no sabían lo que hacían y que también fueron victimas del poder de unos cuantos. Sin embargo, “estos cuantos” sólo son mostrados por medio de archivos históricos y tampoco se muestran testimonios actuales de personajes que aporten argumentos para la contraparte. De esta forma el discurso esta armado bajo una cronología que muestra hechos, recrea y construye a través de testimonios y material de archivos un hecho de acontecer nacional. Juega con la tensión narrativa, abriendo varios hilos de acción donde la tensión mantiene a la audiencia intrigada durante todo el documental, dejando solo pequeños espacios de respiros, o quizás sólo suspiros. Este discurso denota la propósito de crear expectativas, pero más allá de eso de hacer recapacitar mediante la memoria histórica, que ha pasado en nuestro paìs.
Lamentablemente mis dudas aun no se despejarán, porque se
desarrollará como tema el ocio de los presos. Podría decirse que este tema entrega un merecido respiro de la tensión a la que se estaba desarrollando ya hace 30 minutos. Acá, Sepúlveda recuerda con mucha nostalgia cuando juagaba fútbol con un seleccionado nacional “ Lepe”, donde cuenta que sus amigos lo visitan también, así da la bisagra para el testimonio de Francisco “Chamaco” Valdés amigo de “Lepe” y ex Capitán de la Selección Chilena de Fútbol, que recuerda son tristeza su visita al estadio. El “gato” Gamboa relatará como improvisaron juegos como el Domino, Damas o Ajedrez con cualquier material que tuvieran a mano. Incluso Sepúlveda y Cozzi relatan como ver cortar el pasto se transformaba en una gran experiencia para ellos, era casi como ver un partido de fútbol. Hay que destacar de que aunque se cuenten cosas relativamente alegres, el documental no suelta su hilo conductor y esto queda demostrado con una frase del dibujante técnico: “esas (las actividades/juegos) eran las pocas cosas que hacíamos en esos días, esperando, porque eso hacíamos, nos despertábamos esperando y nos acostábamos esperando”.
Otro testimonio importante fue el de Vicente Sota un ex – preso y –ex
diputado que organizó un coro. Este coro se mediatizó a través de la televisión, por una estrategia muy clara y evidente, hacer creer a la gente que en el Estadio Nacional no se cometían delitos ni atrocidades. Aquí se toca un sub tema importante que habla sobre el control que se tenia sobre los medios de comunicación para reflejar a la ciudadanía chilena y al mundo una supuesta estabilidad política y el respeto por los derechos humanos.
Con un lenguaje audiovisual muy atractivo se traspasa a la tema de la
fe, específicamente a la religión; como el testimonio anterior no dio pie a esto, el recurso audiovisual fue muy acertado. Con imágenes de rellenos y una música suave se mostro una especie de recreación de un altar, junto a una sotana de Padre y pan. De esta forma se introduce el testimonio del sacerdote SS.CC y ex - preso Enrique Moreno, donde cuenta como generó lazos con otros “compañeros”, entregándoles a estos apoyo y soporte, pero mayor aporte es cuando relata el momento en que se celebro una misa improvisada dentro de uno de los camarines, donde las diferencias entre conscriptos y presos se borraron para darse en el momento de la “paz” un fraternal abrazo. Este acontecimiento es muy importante, porque resalta el discurso narrativo de Parot que busca sensibilizar a la audiencia y dejar en claro que tanto reclusos como conscriptos sufrían con la situación, y que precisamente el dolor que cargaban los militares, era la cruz de su ideología sobre sus hombros.
Bruscamente se traspasa el tema del hambre, como uno de los más
relevantes junto a la tortura según los testigos. Donde revelan que la comida escaseaba, las porciones eran pequeñas y no alcanzaba para todos. Interesantemente se muestra un archivo histórico de una conferencia de prensa celebrada en el año 73’, donde militar de alto rango muestra el menú de los detenidos, con sus respectivas variaciones y valor nutricional. Inmediatamente escuchamos al ex – preso Cozzi como se siente culpable de haber dejado medio trozo de carne, como si se tratará del peor error que pudo haber cometido. Se vuelve a las imágenes de archivo, donde el militar continua describiendo otros asuntos como vestuario e higiene. El contexto en el que muestran estas imágenes no logran alcanzar niveles de credibilidad. Retomando el tema de la religión, los ex presos coinciden en que la visita del cardenal Silva Enríquez marco un hito importante en sus vidas y que sería un gran apoyo para ellos. De esta forma se concluye el tema de la religión.
Juan Sepúlveda y una bello lenguaje audiovisual da pie a otro tema
que comenzaba a extrañar; las mujeres. Comparativamente hubieron menos mujeres que hombres, alrededor de 1000 mujeres versus unos 11 mil hombres. Es quizás por lo mismo que los testimonios capturados eran principalmente grupales, es decir daban sus declaraciones en grupos, ya sea de dos, tres o cuatro. Esta técnica fue gestando una especie de dialogo entre ellas, que a pesar de que es novedoso desordena el ritmo audiovisual y hace que se borre un poco el hilo conductor. Una declaración de Nuria Nuñez muy impactante cuando asegura que la violencia contra la mujer fue muy fuerte tanto física como sexual ; “hubo mucho abuso sexual, de denigrarnos en el físico, en la integridad”. Esta declaración da pie para tratar el tema de los abusos. Primeramente se aborda el tema del abuso sexual en la mujer, donde el ex – preso el Doctor Jadresic revela que dos mujeres se encontraban muy angustiadas por que habían sido violadas y temor miedo de quedar embarazadas. Más fuerte aun el sacerdote Moreno narra una impactante historia; “ un compañero mío, muy torturado, fue llevado al lugar donde estaban las mujeres. Donde lo obligaron a violar un par de mujeres y el estaba tan golpeado que ni por razones éticas ni físicas pudo hacerlo. Entonces delante de él unos soldados violaron a unas mujeres”. Estas declaraciones resultan tan impactantes que personalmente creo que se debió seguir ahondando en el tema y obtener más relatos similares, sin embargo, se da un corte abrupto relacionado con el contacto que tenían con el exterior. Que me parece muy poco atractivo, ya que es bastante predecible como se pudo haber desarrollado, entendiendo el contexto y la época. Pero sin embargo, ese pequeño relato de violaciones nos entrega un vistazo y genera un microclimax que seduce bastante a la audiencia.
De esta forma y muy asertivamente se entra al gran tema que aborda
este documental, la tortura y la violación de los derechos humanos. Comienza el testimonio de una señora, el cual no se identifica con nombre. Que relata su experiencia con la electricidad. Luego se procede a mostrar un archivo histórico de un interrogatorio. Entra más tarde el relato descriptivo de Felipe Agüero que cuenta como los golpeaban y quemaban durante los interrogatorios, el Cientista Político da una frase muy potente “ incluso hurgueteaban en los genitales con instrumentos metálicos, mi intuición me dice que era un alicate” esta frase muy potente hará que los espectadores queden intrigados por saber más.
Sin embargo y muy estratégicamente se hace una pausa a este tema
y se aborda el de la vida solitaria y triste de los conscriptos. Aquellos jóvenes de provincia que no superaban los 18 años y que no entendían bien que pasaba, solo acataban ordenes. Estos conscriptos muertos de miedo, como relatan los ex – presos eran acogidos por los presos y convidados a ir a sus propios hogares. Este hecho me parece realmente impactante es decir, los mismos que los torturaban eran acogidos por los reclusos. Inminentemente que hay una intencionalidad muy fuerte de resaltar no solo el heroísmo y entereza de los presos, sino además de su bondad y perdón, dejándolos como unos verdaderos mártires. Creo que el objetivo si se logra. Pues no se sustenta con puros testimonios de ex – presos , sino que un ex conscripto relata su historia de temor y pena ejerciendo este cargo, puesto que su hermano era un recluso y temía por la vida du consanguíneo, es aquí donde se produce otro quiebre dramático pues este poblador de La Legua no puede evitar llorar al recordar el dolor de su madre.
Esto da pie para que se desarrolle el tema de la familia, sobre todo el
de las madres. Surge así el testimonio de un grupo de mujeres llamadas “Agrupación Mujeres Democráticas” , donde se cuenta el dolor de las mujeres, de madres, de esposas e hijas. Que resulta no ser tan prometedor, pues se esperaba ver testimonios más impactantes e imágenes más fuertes que lograran sensibilizar a la audiencia, más que mal, tal como lo dijo el Cardenal Silva Enríquez en su visita “ por cada sufrimiento de uno de ustedes, hay cuatro o cinco atrás” aludiendo a madres, padres, abuelos, etc.
Luego se vuelve al tema de la violencia, este tire y afloje, me parece
un recurso técnico bastante interesante. Pues va “pavimentando” el camino para alcanzar el climax. Este entretejido de temas como tortura, violencia y privación de la libertad, con familia y salud va generando una buena atmosfera audiovisual, que entrega una buena armonía audiovisual. Pero ahora el tema de la violencia se empieza a desarrollar en toda su magnitud, los testimonios comienzan a tomar una fuerza increíble, donde cada testimonio es más fuerte del anterior. Se podría identificar este como el momento de clímax, es decir, encontramos el momento de mayor tensión del presente documental a los 60’ minutos de documental, donde increíblemente la audiencia es capaz de esperarlos, pues la tensión y los temas de relevancia desarrollados anteriormente fueron tan potentes para llevar un ritmo audiovisual atractivo. En este momento surgen las declaraciones más importantes, que no tuvieron ni soporte de imágenes o de audio, pues por si solas eran impactantes algunas de estas son: “ le puso un encendedor en la pera, le hacia preguntas y lo quemaba. Y uno veía como la persona se iba desfigurando con la quemadura…” , “… era la típica maquina que regula el voltaje … y te lo ponían con correas, placas metálicas. Te los ponían en los tobillos, en los testículos, en el pecho, en la cabeza”, “ sentía que todo se me quería salir del cuerpo, el cerebro era más grande que la cabeza, los ojos más grandes que la orbitas… sentía miles de agujas” , entre otras.
Los ex presos se cuestionan y no logran dar con razones que
justifiquen todo el dolor que los militares les causaron. En esta ocasión Juan Sepúlveda solloza pensando en que esos militares que los dejan destruidos, llegan a sus casas abrazar a sus hijos, lo cual es muy atractivo audiovisualmente.
A continuación se presenta el desenlace del documental, donde de
entregan cifras oficial y no oficiales de los muertos y/o desaparecidos, se muestran imágenes cargadas de emotividad, de velas en honor a los fallecidos, acompañados de música instrumental. El doctor y ex preso Alfredo Jadresic, continua dando forma al desenlace contando los motivos porque se cerraba el Estadio; un partido de futbol entre Chile y la U.R.S.S , lo más increíble es que a pesar de que los soviéticos se negaron a venir, igual se realizó un partido. Donde todos los presos estaban al interior “escondidos” y encima de ellos una multitud alegre y nacionalista que apoyaba a su querido Chile. Este hecho paradojal, resulta muy potentes en cuanto al desarrollo del discurso narrativo, que sin duda le da una fuerza notable.
Para la conclusión, se utiliza el recurso audiovisual de texto con
imágenes de archivos históricos, donde se da la fecha de cierre, la cantidad de presos liberados y donde se deja en vez de un final cerrado, un desequilibrio precario, pues el documental indica que 900 presos se irán a Chacabuco y otros centros de detención. Podría pensarse que el final es cerrado, ya que sabemos que este periodo de la historia chilena ya aconteció. Sin embargo, si nos basamos solo en lo observado el documental, podemos deducir que las torturas no terminan ahí, que los campos de concentración no terminan ahí y que se están incluso extendiendo a lo largo del país.
En cuanto a la evaluación de fuentes y testimonio, creo que hay un
trabajo investigativo muy profundo, puesto a que cada testimonio es un personaje y cada personaje una historia, una nueva experiencia, un punto de vista nuevo. Son hombres y mujeres que abiertamente hablaron sin tapujos o vergüenza lo que vivieron. A pesar de que los personajes eran distintos en cuanto a profesión y edad, tienen un hilo conductor en común, que fue compartir una ideología político social y económica en contra de la establecida y que fueron torturados por estar en contra de lo oficial. Lo que más rescató de los testimonios, es que cuando un personaje relataba algún hecho particular, lo avalaba otro testimonio que contaba lo mismo según su experiencia, esto hacia que los personajes tuvieran una fuerte credibilidad. Sumando además, el apoyo audiovisual. Por otro lado, las fuentes no fueron solo presos políticos, sino también, periodistas, enfermeras de la Cruz Roja, esposas, jugadores de fútbol y conscriptos. Lo que entrega al documental una visión global de los hechos o mejor dicho, muy verosímil.
La dirección de arte y fotografía estuvo muy buena, atractiva y
envolvente. Se denota un íntegro trabajo de recopilación de material de archivo, que enriquece significativamente el trabajo. Además, la transición de imágenes, las imágenes de relleno y la música creaban una atmosfera, que no siempre se logra. Por su parte, los generadores de caracteres me parecieron muy apropiados, de color gris y con transparencia mantenían la imagen nítida y no entorpecía el ritmo audiovisual. De todas formas, pude notar algunos errores en cuanto a la aparición de estos, pues no todos los personajes tuvieron GC, sobre todo en el caso de las mujeres. Lo cual es lamentable, ya que es un error pequeño pero que descuida la formalidad del trabajo.
A pesar de ser un documental financiado por el gobierno de Ricardo
Lagos (Partido Socialista) y la CORFO, podemos desprender que la intencionalidad del documental no es se enfoca tanto a lo político, si no más bien a lo humano, a lo histórico. Esto es muy importante recalcar, porque guarda relación con la rigurosidad periodística ligada a la objetividad, aunque sabemos que por tratarse de un documental no es necesario apoyarse en estas temáticas.