En su comienzo, debemos de tener en cuenta, que la complejidad hoy en
día no es algo tan nuevo, ya que cuando nos adentramos en las cuestiones epistemológicas y metodológicas, surge una especie de nostalgia por aquella dialéctica que de manera tan maniquea utilizamos, ya que creíamos que esta complejidad nos servía para justificarlo todo y quizás nunca llegamos a comprender toda su profundidad y significado. Así pues, podemos destacar a Albert Einstein con su teoría general y especial de la relatividad, que nos demostró la relatividad del espacio y tiempo, y así también las leyes del micro mundo, con lo cual nos cambió completamente la imagen del universo. Se evidencia entonces que la teoría de la complejidad no ha surgido de la nada, por el contrario, tiene sus antecedentes y su lugar en la historia del conocimiento científico, con sus continuidades y sus rupturas. Por otra parte, la complejidad en ciertos momentos y versiones, y sobre todo en sus implicaciones ontológicas, se asemejaba a ratos al positivismo racionalista- cientificista con un nuevo ropaje, pues la física, la matemática, la biología, y ahora la cibernética, llevan de nuevo la voz cantante, mostrando otra vez ese afán de encontrar el modelo universal de la ciencia, la fórmula mágica que engloba a toda la realidad. Visto de esta forma, lo anterior permite convencerse de que la complejidad no es más que una nueva prueba del ansia y necesidad del hombre por el conocimiento de la totalidad del mundo y su dinámica, y de que es un paso más en la escalera infinita del saber humano. El problema está, en la interpretación y aplicación que hagamos de esos descubrimientos, y en no creer que la complejidad sea la varita mágica, ya que no podemos olvidar que los descubrimientos de Einstein, y de toda la mecánica cuántica, sirvieron para crear la bomba atómica y asesinar a millones de personas, aunque sus aplicaciones en la medicina han salvado también a otros tantos. Todo esto dependerá de muchos factores, pero, entre ellos, de las posiciones éticas y políticas que asumamos las personas encargadas de, producir, difundir y aplicar este nuevo conocimiento que se nos presenta hoy en día. Siendo las cosas así, resulta claro que en la actualidad el enfoque de la complejidad representa, para la pedagogía y las ciencias de la educación, una nueva perspectiva teórica y epistemológica de los saberes referidos a la formación del ser humano, la cual supone ante todo un cambio dirigido a vencer la tentación de la rutina, de la simplificación y la superficialidad, del determinismo mecanicista y de la inercia, de la repetición acrítica de los mismos esquemas mentales y prácticos por la fuerza de la costumbre o, por vicios profesionales que padecemos los maestros a veces. Desde la perspectiva más general, es un cambio dirigido también a superar la tentación del tradicionalismo, la tendencia a no ser creativos y, sobre todo, a desconocer, las potencialidades que tienen, para un aprendizaje verdaderamente significativo. Evidentemente, es cierto que la complejidad no es todavía un paradigma dominante dentro de las ciencias de la educación, lo que más se aprecia son referencias muy generales. Sin embargo, existe una vanguardia de estudios que han demostrado, quizás tentativamente, sus aportes, a la comprensión teórica y práctica de los problemas de la educación, como los métodos y técnicas para el conocimiento, la didáctica de las ciencias, la relación maestro-alumno, la organización de la vida de la escuela y del aula, la formación del maestro, entre otros. De este modo, es de hacer notar que lo importante ahora, además de conocer los descubrimientos que continúan haciendo todavía los estudios acerca de la complejidad y sus implicaciones epistemológicas, es evaluar las tentativas de aplicación al fenómeno educativo, para determinar si vale la pena proponernos generalizar ese enfoque, en el caso que el mismo contribuya realmente al logro de una educación más humanista y científica, más integral y culta, que responda mejor a las necesidades sociales e individuales actuales y al ideal de un mundo más justo, equilibrado y sostenible. Importa, y por muchas razones señalar que la presencia del enfoque de la complejidad en la educación es responsabilidad, en parte, de los propios teóricos de la complejidad en el área de las ciencias naturales, y esto lo demuestra el hecho de que algunos de los cerebros de la complejidad en el campo de la física, la matemática, la biología, la cibernética, o la neurofisiología reconocen sus implicaciones en temas tan propios de la educación como lo es la teoría del aprendizaje humano, la evolución y el desarrollo de la inteligencia, la construcción del conocimiento y el papel de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, la naturaleza de los cambios sociales, la integración de las ciencias, entre otros. Así pues, es en la disciplina filosófico-educacional donde encontramos de manera muy explícita referencias sobre la complejidad en la comprensión de los fenómenos educativos y en el diseño de sus diferentes componentes (currículo, organización de la escuela, la didáctica general y especial, la labor del maestro y del alumno, y sus relaciones), aunque, más bien entrelazado con otros enfoques epistemológicos con los que tiene puntos en común, y que parten desde Imre Lakatos, pasando por Paul Feyerabend, Karl Popper, Thomas Kuhn, y terminando por Stephen Toulmin, con su teoría de la ecología intelectual y Edgar Morín con su teoría crítica del conocimiento, este último es uno de los que más ha sido aplicado al campo de la educación. Por otra parte específicamente dentro de las ciencias de la educación el enfoque complejo se asocia a toda una serie de corrientes pedagógicas que se han ido desarrollando en las últimas décadas, como son: el cognitivismo, el constructivismo, la pedagogía crítica, la psicología genética de Jean Piaget y la teoría histórico-cultural de I. Vygotsky. Dentro de este orden de ideas, se podría resumir a continuación que Roger Lewin explica esto de una manera muy sencilla, él dice que la educación es un sistema complejo que produce orden. Hemos hallado otra forma muy interesante, más literaria y poética quizás, de expresar involuntariamente, esta compleja dialéctica entre educación y complejidad, y es un pensamiento de un filósofo y pedagogo cubano, Medardo Vitier, que escribió en 1952: “Cuando la crisis contemporánea del mundo genera la disolución y mucha gente deja de creer, la educación levanta la voz para proclamar la permanencia de unos cuantos valores. Fue así en todas las épocas de desintegración, nunca se desintegra toda la cultura, como por un instinto singular, lo necesario resiste y perdura, aunque parezca que el turbión lo convierte todo en tinieblas”.
Ahora bien, ordenando este conjunto de ideas, debemos de tener en
cuenta que entre la complejidad y la educación siempre habrá un enriquecimiento mutuo, cuando seamos capaces de poner, todas estas profundidades del conocimiento y la experiencia al servicio de la vida, la justicia, la paz, la igualdad, la prosperidad, la inteligencia, la sensibilidad, la verdad, la solidaridad, la democracia, y el amor entre todos los seres humanos. Edgar Morín y el pensamiento de la complejidad en la educación
Para desarrollar en los seres humanos un pensamiento de complejidad,
debe empezarse por su aspiración constante de querer integrar o articular saberes dispersos. Sembrar en los seres humanos la noción de incertidumbre, cualquier cosa puede pasar y en el momento menos esperado; esto implica el estar despierto a cualquier acontecimiento que se produzca en la naturaleza, entendiendo ésta como los fenómenos diversos que se dan en el universo. En este sentido Morin (1990) señala lo siguiente. “La conciencia de la complejidad nos hace comprender que nos podremos escapar jamás a la incertidumbre y que jamás podremos tener un saber total: la totalidad es la novedad….” De acuerdo a esto, se establece que lo que podría sembrarse durante la formación del ser humano es una actitud de búsqueda constante, ya que es difícil llegar a la completud, pero pueden hacerse aproximaciones consecutivas al objeto de estudio, y siempre ser constante en la investigación del por qué de las cosas y fenómenos que vivimos y observamos.
Considerar el desarrollo de un pensamiento complejo se concibe como
una necesidad para transformar la realidad humana, como una especie de desafío a la hora de abordar y razonar todo lo que nos rodea. Al respecto Morin (1990) destaca lo siguiente:
“Estoy a la búsqueda de una posibilidad de pensar Transcendiendo la
complicación…, trascendiendo las incertidumbres y las contradicciones. Yo no me reconozco para nada cuando se dice que yo planteo la antinomia entre la simplicidad absoluta y la complejidad perfecta. Porque para mi, en principio, la idea de complejidad incluye la 2imperfección porque incluye la incertidumbre y el reconocimiento de lo irreductible”. (p- 143).
Tomando en cuenta lo anteriormente planteado, se reconoce que el
pensamiento complejo como el razonar, precisamente las complicaciones, las incertidumbres y las contradicciones. Es Pensar desde y para la complejidad que va mas allá de observar, y que significa pensar en todos los elementos que constituyen un todo.
Dentro de este mismo orden de ideas, Morín enfatiza que no pretende
ser un fundamento, mucho menos un paradigma, sino un principio del pensamiento que considera al mundo, y no como la revelación de la esencia del mundo, siguiendo la idea planteada, el mismo autor destaca lo siguiente: “La complejidad no es un fundamento, es el principio regulador que no pierde nunca de vista la realidad del tejido fenoménico en la cual estamos y que constituye nuestro mundo. Se ha hablado también de monstruos, y yo creo, efectivamente, que lo real es monstruoso. Es enorme, está fuera de toda norma, escapa, en última instancia, a nuestros conceptos reguladores, pero podemos tratar de gobernar al máximo a esa regulación.” (p. 146).
Por consiguiente, pensar desde la complejidad es acercarnos al mundo
real, y descubrir lo invisible, algo que siempre ha estado alli pero que nunca fue esculcado por nuestra observación y pensamiento. Por otra parte, hay que mencionar que el hecho de investigar, indagar todo lo que nos rodea, comprende a su vez estar alerta de una condición natural del ser humano; la curiosidad, especialmente los niños por naturaleza son curiosos, constantemente indagan el mundo que los rodea.
A partir de la idea anterior, es donde se comienza a reflejar la
importante intervención del rol del educador, no como el agente transmisor de información, sino el que enseña a sus estudiantes a aprender por su propia cuenta, implica desarrollar los contenidos instruccionales tomando en cuenta su grado de complejidad e implicación. Por ejemplo; un alumno o alumna debe primero aprender a sumar para luego aprender la operación de multiplicar.
Ser educador es fomentar el arte de pensar en cada una de las áreas
académicas. El desarrollo del pensamiento es una actividad inherente al proceso de enseñanza – aprendizaje, que por su naturaleza están de tal manera unidas que no se pueden separar, es decir, que se piensa en todas las actividades de clase, por lo que se presenta una maravillosa oportunidad para potenciales, y contar con seres humanos más críticos, investigadores y creativos. Morín plantea una critica al sistema educativo, la cual consiste en que porque no se enseña a vincular los conocimientos, que de alguna manera están relacionados en la vida real, por el contrario se nota el trabajo parcializado en las áreas académicas donde el ser humano solo conoce parte de la realidad, sin poder hallarle relación con los demás eventos y/o fenómenos que ocurren en la naturaleza. Dicho todo esto, se dicen entones que el sistema educativo ha propiciado un aprendizaje parcelado, sin considerar la globalización pertinentes de contenidos que permita relacionarlos y trabajarlos en conjunto, evitando así que exista la necesidad de repetirlos en clases distintas. Los procesos del pensamiento contribuyen al estudiante el logro de aprendizajes permanentes, significativos y eficaces.
Cabe destacar, que a partir de la reforma en el diseño curricular del
nivel de educación Básica, en su primera y segunda etapa (1996), se ha propiciado la vinculación entre las diversas áreas académicas que lo componen, y entre éstas y la vida real del niño- educando, para que este perciba que lo que aprende en la escuela tiene aplicación inmediata, además que los conocimientos diversos están relacionados, y así evitar el parcelamiento que se reproduce en los niveles educativos ya mencionadas.
La vinculación de los contenidos de las distintas áreas académicas
ocurre en el momento que el educador los globaliza para desarrollarlos durante el proceso de enseñanza- aprendizaje, en otras palabras, se organizan los contenidos comunes entre las diversas áreas y se desarrollan de una sola vez, en conjunto. De igual manera Morín, menciona que es importante el contexto donde se efectúa el hecho, situación, conocimiento o información, siempre buscándole un sentido. El contexto podría ser económico, social, natural, cultural o político. En este sentido bajo la propuesta del mismo autor en (1999):
“Situar un acontecimiento en su contexto, incita a ver como éste modifica al
contexto o como le da una luz diferente. Un pensamiento de este tipo se vuelve inseparable del pensamiento de lo complejo, pues no basta con inscribir todas las cosas y hechos en un “marco” u horizonte. Se trata de buscar siempre las relaciones e inter-retro-acciones entre todo fenómeno y su contexto, las relaciones reciprocas entre el todo y las partes: como una modificación local repercute sobre el todo y como una modificación del todo repercute sobre las partes”. (p.27).
Debido a esto, se observa que pensar en la complejidad es una tarea
muy ardua de ejercitación como observador e investigador, es estar al tanto de las variables que intervienen en la naturaleza para describirlas, comprenderlas, detallar como se dan las relaciones entre un fenómeno determinado y su apropiado contexto para ser bien interpretado, en definitiva es buscar la explicación del por qué se dan los eventos o fenómenos, y como se producen.
Entonces se puede interpretar que la complejidad bien es un principio
que debe estar presente en el campo de la educación, bien puede ser explicada si se parte de que todo ser humano por experiencia sabe que la vida es compleja, hay que saberla llevar, interpretar y comprender. Por su parte, los educadores deben sentirse comprometidos y preparados para dar una visión singular, multidimensional en la enseñanza de los contenidos, promoviendo a su vez todos los recursos y contextos necesarios para que el pensamiento tenga apertura a defender razones complejas, que los alumnos y alumnas puedan analizar y discutir las diferentes maneras de abordar una idea, partiendo siempre de un punto de vista abstracto, y que el docente sea el apoyo para que puedan construir y reconstruir sus conocimientos, relacionándolos con sus vidas. La apuesta de Edgar Morin en una educación para la complejidad permite enunciar una agenda de principios múltiples, que sintetizo así: •1. Pensar la educación como una actividad humana cubierta de incertidumbres e indeterminaciones, pero también comprometida con los destinos de los hombres, mujeres y niños que habitan en nuestra “tierrapatria”; •2. Practicar una ética de la competencia que permita al mismo tiempo un pacto con el presente sin olvidar nuestro compromiso con el futuro; •3. Buscar las conexiones existentes entre el fenómeno que queremos comprender y su ambiente mayor; •4. Retirarse de la ortodoxia, de las fáciles respuestas finalistas y completas; •5. Ejercitar el diálogo entre los varios dominios de las especialidades; •6. Dejar emerger la complementariedad entre arte, ciencia y literatura; •7. Transformar nuestras enseñanzas en lenguajes que amplíen el número de interlocutores de la ciencia. Cultivar esos siete principios tal vez sea un buen ejercicio para reconectar las teorías, los conocimientos y la ciencia, lazos indisociables de la tela de la vida.
Educación y complejidad.
Desde la perspectiva más general, al hablar de educación tenemos que
es toda influencia que el ser humano recibe del ambiente social, durante toda su existencia, para adaptarse a las normas y los valores sociales vigentes y aceptados. El ser humano recibe estas influencias, las asimila de acuerdo con sus inclinaciones y predisposiciones y enriquece o modifica su comportamiento dentro de sus propios principios personales.
"Entre más educación se tiene, más educación se quiere y se requiere"
¿Quién dice eso, si es una cita no puede reflejarse así nos van a RASPAR!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! El aprendizaje humano, la naturaleza de la actividad docente del aula y del centro, y la responsabilidad misma que tiene el maestro en su desempeño pedagógico en la transformación de la enseñanza y en su función educativa (Santos Guerra, 1999; Gimeno Sacristán, 1992).
El hecho de que muchos docentes acepten lo señalado, no es loable si
esta aceptación no es consciente y se carece de una comprensión suficiente acerca de la complejidad inherente a los procesos educativos, y al aprendizaje en particular, de cómo ocurre este último, y qué teorías y enfoques brindan los argumentos científicos necesarios para lograr su mejor conducción, desarrollo y evaluación.
Por su parte, la complejidad equivale a la cualidad que poseen
determinados objetos, fenómenos y procesos que por su propia naturaleza, presuponen limitaciones inherentes a toda tentativa de comprensión. Desde hace algunos años cobra fuerza la Teoría de la Complejidad, la que se sustenta en ciertos antecedentes históricos-científicos como son el Principio de Incertidumbre o Indeterminación, por el cual Werner Heisenberg obtuvo el Premio Nobel de Física en 1932.
Cabe destacar, que la complejidad asume una filosofía que sustentada
en bases científicas, rechaza todo modo simplificador de abordar el estudio del aprendizaje, la enseñanza y la evaluación; procesos estos que clasifican como complejos, lo que la convierte en una herramienta metodológica importante al asumir posturas y procedimientos sustentados.
El aprendizaje humano, es un proceso durante el cual cada individuo se
apropia de capacidades, de conocimientos, de experiencias, de habilidades y hábitos a través de la acción e interacción con el medio externo, lo que como un todo, va conformando progresivamente el desarrollo de su personalidad.
De acuerdo con castellano (2006), "aprender representa uno de los
fenómenos más complejos de nuestra existencia. Se trata de un proceso dialéctico de cambio, a través del cual cada persona se apropia de la cultura socialmente construida, y tiene una naturaleza multiforme, diversa" (p. 12).
Se aprenden múltiples cosas: andar, hablar, a interpretar conceptos,
hechos y fenómenos. Se adoptan creencias, religiones e ideologías. Se desarrollan preferencias, prejuicios y modos de comportamiento. También se adquieren ciertas orientaciones personales, desarrollando una conciencia y una filosofía más o menos completa que nos guía a cada uno de modo diferente (Allport, 1968).
De acuerdo a la teoría de la complejidad observamos algunos principios
importantes que rigen el aprendizaje.
• Cada persona es en sí misma, un ser único de naturaleza
multidimensional, donde lo biológico, lo psicológico y lo social se conforma diferencialmente. Así, tanto el objeto de estudio como el sujeto que aprende están sujetos a múltiples y diversas condiciones naturales y circunstanciales específicas. (B. Castellanos y D. Castellanos, 1999).
• La riqueza de perspectivas muchas veces antagónicas y otras
complementarias al abordar el aprendizaje, así como la ausencia de una teoría unificadora, guardan estrecha relación con el abanico de preceptos teóricos, de posturas e interpretaciones que, de acuerdo a distintas filosofías, ideologías y metodologías asumidas se hacen con respecto al desarrollo humano y al proceso de construcción del conocimiento.
• Consciente de la complejidad de la realidad, lo único que parece seguro
es el cambio y con él, el surgimiento de lo imprevisto, tanto en lo atinente al desarrollo del cualquier investigación social, como a los procesos de aprendizajes y a la actuación de los sujetos durante el proceso.
• Una relación abierta de sujeto-objeto lo cual indica el estudio en el
marco del ecosistema en el que se encuentran ambos y la interdependencia entre lo individual y lo social: importante teoría con el Enfoque Histórico-Cultural. De esta manera, el aprendizaje no sólo es un fruto del pensamiento humano, sino que constituye también una experiencia individual y colectiva compartida, modificada y mejorada sistemáticamente a través del aprendizaje mismo.
En la complejidad del mundo se ha querido ver un obstáculo para
resguardar los secretos de la naturaleza antes que un escenario para poner a prueba la inteligencia humana, su capacidad de desentrañar los enigmas y de aplicar el método científico, a fin de estudiar los sistemas más simples y luego tratar de comprender los sistemas más complejos. Jorge Wagensberg .
Podemos darnos cuenta que la naturaleza y los científicos deben ser
indeterministas, cuestionadores del orden existente; deben buscar explicaciones divergentes a las que se dan por aceptadas y ser críticos permanentes de lo que se tiene por cierto. En otras palabras, deben ser aliados permanentes del azar epistemológico. Allí radica la esencia de la evolución de la ciencia, hacia otras dimensiones más perfectibles, con el fin de describir y entender la esencia del cambio en la complejidad del mundo.
Lo complejo, aún cuando pueda catalogarse de excepcional no tiene
por qué ser artificial. Debemos tener en cuenta que lo no simple ayuda al ser humano a poner en práctica su poder de interpretación, de inteligencia y a descubrir las leyes y principios que rigen el mundo. El hombre fue creado o echado al universo, como han dicho algunos filósofos, con herramientas de las cuales no disponen los animales no racionales, para que le hiciera frente a los enigmas e interrogantes del mundo. He aquí algo complejo que por muy complejo que sea tiene su explicación científica.
Tenemos entonces, que la complejidad se puede tratar de conocer o
entender a través de diversas maneras: La Ciencia, el Arte, la Música y la Filosofía son cuatro de esas maneras. Pero el camino que elige el que trata de conocer dicha complejidad depende de sus habilidades innatas o adquiridas. El arte puede no ser universal a diferencia del conocimiento científico. Mientras el arte necesita de pares, el científico da conocimiento universal que nadie cuestiona al cual el artista renuncia o le importa un pito. El artista tiene como norte el principio de la comunicabilidad a diferencia del científico que se apoya en la inteligibilidad y en la objetivización del mundo material. El arte se puede utilizar para mirarse introspectivamente, o como ha dicho Baudelaire "El hombre se olvida de sí mismo, se mira para verse mirar"; para contemplarse a sí mismo. Incluso la complejidad interior del propio yo.
Dentro de la Educación, pretender analizar los asuntos referidos a las
relaciones de poder subyacentes en las pautas de regulación institucional escolar, pasa por el hecho de comprender que todo el espacio educativo y pedagógico, está inscrito en modos específicos de concebir el saber, al tiempo, que está también, atravesado por mecanismos discursivos -de representación y de enunciación-, dispuestos en un marco curricular a partir del cual se diseñan programan las condiciones performativas de reproducción y de regulación social y cultural que configuran el tejido relacional intersubjetivo dentro de la vida escolar. Hoy en día, toda noción de límites y, con ello, toda demarcación o estructuración cerrada de los espacios escolares, de los contenidos de lo educativo, de las estrategias de acción de las prácticas educativas, de los modelos pedagógicos. Igualmente, contrarrestar todo absolutismo ideológico concertado en las políticas de reformas educacionales, inscritas en supuestos referentes de neutralidad o transparencia, pero, que están defendiendo, en su trasfondo, los discursos conservadores del capitalismo abarcante mediante nociones de representación reformada, centrados en mecanismos cualificados técnicos con tendencias de productividad. Desde la Educación, se exige revisar críticamente las actuales Reformas Educativas en curso Reflexionar en torno a esas narrativas que defienden nuevos mecanismos de disciplinamiento y adormecimientos pensados e instaurados con el sentido de “habilidades básicas” y que están negando la discusión por los asuntos sobre raza, género, sexo, etnias, multiculturalismos, diversidad, etc. Esto exige comprender la importancia de problematizar las condiciones reproductivas que someten lo escolar a sistemas totalizantes de opción productiva, donde el tema de la diferencia es tratado como exclusión, en tanto se privilegian formas esenciales de unidad e igualdad facilitadas en “éticas consumistas” (Giroux) que responden a la lógica del mercado global. Al abordar tal discusión, acerca de los cambios educativos para el sistema escolar, no es posible desatender que los mismos están implicando procesos de “reestructuración” con sesgo economicista, a propósito de la lógica productiva mundial. Esta lógica, se inscribe en el dinamismo global de integración que supone transiciones operativas, transversales y multifacéticas. En consecuencia, intentamos no perder de vista la inusitada agudeza para percibir los escenarios variados que movilizan la complejidad de esas nuevas visiones globales que, a su vez, impone cambios socioculturales, políticos y educativos con todo el marco de relaciones de fuerza entre poder- resistencia que ello implica. Entonces, la reestructuración de las pautas de regulación en la educación, son a su vez, interpretaciones de otros cambios ocurridos en las pautas de la política, de la cultura, de las tecnologías de poder y de la economía a nivel mundial, situación que no es posible obviar. De hecho, los escenarios que narran los discursos de autonomía y desarrollo autogestionario en los individuos, se relacionan con los cambios en los vínculos económicos globales locales que mueven hoy el mundo del mercado y las políticas de Consumo, privando en ello, modos estratégicos de productividad que exigen competencias en base a capacidad individual.
LAMENTABLEMENTE DA 15 PAGINAS AMIGO LO SIENTO Y
TENGO QUE SALIR YA CUALQUIER COSA NOS VEMOS VE A VER QUE PUEDES HACE SINO EN CASO EXTREMO ENTREGA EL ORIGINAL.