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Lo Complejo en el Mundo y su Evolución.

En su comienzo, debemos de tener en cuenta, que la complejidad hoy en


día no es algo tan nuevo, ya que cuando nos adentramos en las cuestiones
epistemológicas y metodológicas, surge una especie de nostalgia por aquella
dialéctica que de manera tan maniquea utilizamos, ya que creíamos que esta
complejidad nos servía para justificarlo todo y quizás nunca llegamos a
comprender toda su profundidad y significado. Así pues, podemos destacar a
Albert Einstein con su teoría general y especial de la relatividad, que nos
demostró la relatividad del espacio y tiempo, y así también las leyes del micro
mundo, con lo cual nos cambió completamente la imagen del universo.
Se evidencia entonces que la teoría de la complejidad no ha surgido de
la nada, por el contrario, tiene sus antecedentes y su lugar en la historia del
conocimiento científico, con sus continuidades y sus rupturas. Por otra parte,
la complejidad en ciertos momentos y versiones, y sobre todo en sus
implicaciones ontológicas, se asemejaba a ratos al positivismo racionalista-
cientificista con un nuevo ropaje, pues la física, la matemática, la biología, y
ahora la cibernética, llevan de nuevo la voz cantante, mostrando otra vez ese
afán de encontrar el modelo universal de la ciencia, la fórmula mágica que
engloba a toda la realidad.
Visto de esta forma, lo anterior permite convencerse de que la
complejidad no es más que una nueva prueba del ansia y necesidad del
hombre por el conocimiento de la totalidad del mundo y su dinámica, y de que
es un paso más en la escalera infinita del saber humano. El problema está, en
la interpretación y aplicación que hagamos de esos descubrimientos, y en no
creer que la complejidad sea la varita mágica, ya que no podemos olvidar que
los descubrimientos de Einstein, y de toda la mecánica cuántica, sirvieron para
crear la bomba atómica y asesinar a millones de personas, aunque sus
aplicaciones en la medicina han salvado también a otros tantos. Todo esto
dependerá de muchos factores, pero, entre ellos, de las posiciones éticas y
políticas que asumamos las personas encargadas de, producir, difundir y
aplicar este nuevo conocimiento que se nos presenta hoy en día.
Siendo las cosas así, resulta claro que en la actualidad el enfoque de la
complejidad representa, para la pedagogía y las ciencias de la educación, una
nueva perspectiva teórica y epistemológica de los saberes referidos a la
formación del ser humano, la cual supone ante todo un cambio dirigido a
vencer la tentación de la rutina, de la simplificación y la superficialidad, del
determinismo mecanicista y de la inercia, de la repetición acrítica de los
mismos esquemas mentales y prácticos por la fuerza de la costumbre o, por
vicios profesionales que padecemos los maestros a veces.
Desde la perspectiva más general, es un cambio dirigido también a
superar la tentación del tradicionalismo, la tendencia a no ser creativos y,
sobre todo, a desconocer, las potencialidades que tienen, para un aprendizaje
verdaderamente significativo. Evidentemente, es cierto que la complejidad no
es todavía un paradigma dominante dentro de las ciencias de la educación, lo
que más se aprecia son referencias muy generales. Sin embargo, existe una
vanguardia de estudios que han demostrado, quizás tentativamente, sus
aportes, a la comprensión teórica y práctica de los problemas de la educación,
como los métodos y técnicas para el conocimiento, la didáctica de las ciencias,
la relación maestro-alumno, la organización de la vida de la escuela y del aula,
la formación del maestro, entre otros.
De este modo, es de hacer notar que lo importante ahora, además de
conocer los descubrimientos que continúan haciendo todavía los estudios
acerca de la complejidad y sus implicaciones epistemológicas, es evaluar las
tentativas de aplicación al fenómeno educativo, para determinar si vale la pena
proponernos generalizar ese enfoque, en el caso que el mismo contribuya
realmente al logro de una educación más humanista y científica, más integral
y culta, que responda mejor a las necesidades sociales e individuales actuales
y al ideal de un mundo más justo, equilibrado y sostenible.
Importa, y por muchas razones señalar que la presencia del enfoque de
la complejidad en la educación es responsabilidad, en parte, de los propios
teóricos de la complejidad en el área de las ciencias naturales, y esto lo
demuestra el hecho de que algunos de los cerebros de la complejidad en el
campo de la física, la matemática, la biología, la cibernética, o la
neurofisiología reconocen sus implicaciones en temas tan propios de la
educación como lo es la teoría del aprendizaje humano, la evolución y el
desarrollo de la inteligencia, la construcción del conocimiento y el papel de las
nuevas tecnologías de la información y la comunicación, la naturaleza de los
cambios sociales, la integración de las ciencias, entre otros.
Así pues, es en la disciplina filosófico-educacional donde encontramos
de manera muy explícita referencias sobre la complejidad en la comprensión
de los fenómenos educativos y en el diseño de sus diferentes componentes
(currículo, organización de la escuela, la didáctica general y especial, la labor
del maestro y del alumno, y sus relaciones), aunque, más bien entrelazado con
otros enfoques epistemológicos con los que tiene puntos en común, y que
parten desde Imre Lakatos, pasando por Paul Feyerabend, Karl Popper,
Thomas Kuhn, y terminando por Stephen Toulmin, con su teoría de la
ecología intelectual y Edgar Morín con su teoría crítica del conocimiento, este
último es uno de los que más ha sido aplicado al campo de la educación.
Por otra parte específicamente dentro de las ciencias de la educación el
enfoque complejo se asocia a toda una serie de corrientes pedagógicas que se
han ido desarrollando en las últimas décadas, como son: el cognitivismo, el
constructivismo, la pedagogía crítica, la psicología genética de Jean Piaget y
la teoría histórico-cultural de I. Vygotsky. Dentro de este orden de ideas, se
podría resumir a continuación que Roger Lewin explica esto de una manera
muy sencilla, él dice que la educación es un sistema complejo que produce
orden. Hemos hallado otra forma muy interesante, más literaria y poética
quizás, de expresar involuntariamente, esta compleja dialéctica entre
educación y complejidad, y es un pensamiento de un filósofo y pedagogo
cubano, Medardo Vitier, que escribió en 1952: “Cuando la crisis contemporánea del
mundo genera la disolución y mucha gente deja de creer, la educación levanta la voz para proclamar la
permanencia de unos cuantos valores. Fue así en todas las épocas de desintegración, nunca se desintegra toda
la cultura, como por un instinto singular, lo necesario resiste y perdura, aunque parezca que el turbión lo
convierte todo en tinieblas”.

Ahora bien, ordenando este conjunto de ideas, debemos de tener en


cuenta que entre la complejidad y la educación siempre habrá un
enriquecimiento mutuo, cuando seamos capaces de poner, todas estas
profundidades del conocimiento y la experiencia al servicio de la vida, la
justicia, la paz, la igualdad, la prosperidad, la inteligencia, la sensibilidad, la
verdad, la solidaridad, la democracia, y el amor entre todos los seres humanos.
Edgar Morín y el pensamiento de la complejidad en la educación

Para desarrollar en los seres humanos un pensamiento de complejidad,


debe empezarse por su aspiración constante de querer integrar o articular
saberes dispersos. Sembrar en los seres humanos la noción de incertidumbre,
cualquier cosa puede pasar y en el momento menos esperado; esto implica el
estar despierto a cualquier acontecimiento que se produzca en la naturaleza,
entendiendo ésta como los fenómenos diversos que se dan en el universo.
En este sentido Morin (1990) señala lo siguiente. “La conciencia de la
complejidad nos hace comprender que nos podremos escapar jamás a la
incertidumbre y que jamás podremos tener un saber total: la totalidad es la
novedad….” De acuerdo a esto, se establece que lo que podría sembrarse
durante la formación del ser humano es una actitud de búsqueda constante, ya
que es difícil llegar a la completud, pero pueden hacerse aproximaciones
consecutivas al objeto de estudio, y siempre ser constante en la investigación
del por qué de las cosas y fenómenos que vivimos y observamos.

Considerar el desarrollo de un pensamiento complejo se concibe como


una necesidad para transformar la realidad humana, como una especie de
desafío a la hora de abordar y razonar todo lo que nos rodea. Al respecto
Morin (1990) destaca lo siguiente:

“Estoy a la búsqueda de una posibilidad de pensar Transcendiendo la


complicación…, trascendiendo las incertidumbres y las contradicciones. Yo no
me reconozco para nada cuando se dice que yo planteo la antinomia entre la
simplicidad absoluta y la complejidad perfecta. Porque para mi, en principio, la
idea de complejidad incluye la 2imperfección porque incluye la incertidumbre y
el reconocimiento de lo irreductible”. (p- 143).

Tomando en cuenta lo anteriormente planteado, se reconoce que el


pensamiento complejo como el razonar, precisamente las complicaciones, las
incertidumbres y las contradicciones. Es Pensar desde y para la complejidad
que va mas allá de observar, y que significa pensar en todos los elementos
que constituyen un todo.

Dentro de este mismo orden de ideas, Morín enfatiza que no pretende


ser un fundamento, mucho menos un paradigma, sino un principio del
pensamiento que considera al mundo, y no como la revelación de la esencia
del mundo, siguiendo la idea planteada, el mismo autor destaca lo siguiente:
“La complejidad no es un fundamento, es el principio regulador que no pierde
nunca de vista la realidad del tejido fenoménico en la cual estamos y que
constituye nuestro mundo. Se ha hablado también de monstruos, y yo creo,
efectivamente, que lo real es monstruoso. Es enorme, está fuera de toda norma,
escapa, en última instancia, a nuestros conceptos reguladores, pero podemos
tratar de gobernar al máximo a esa regulación.” (p. 146).

Por consiguiente, pensar desde la complejidad es acercarnos al mundo


real, y descubrir lo invisible, algo que siempre ha estado alli pero que nunca
fue esculcado por nuestra observación y pensamiento. Por otra parte, hay que
mencionar que el hecho de investigar, indagar todo lo que nos rodea,
comprende a su vez estar alerta de una condición natural del ser humano; la
curiosidad, especialmente los niños por naturaleza son curiosos,
constantemente indagan el mundo que los rodea.

A partir de la idea anterior, es donde se comienza a reflejar la


importante intervención del rol del educador, no como el agente transmisor de
información, sino el que enseña a sus estudiantes a aprender por su propia
cuenta, implica desarrollar los contenidos instruccionales tomando en cuenta
su grado de complejidad e implicación. Por ejemplo; un alumno o alumna
debe primero aprender a sumar para luego aprender la operación de
multiplicar.

Ser educador es fomentar el arte de pensar en cada una de las áreas


académicas. El desarrollo del pensamiento es una actividad inherente al
proceso de enseñanza – aprendizaje, que por su naturaleza están de tal manera
unidas que no se pueden separar, es decir, que se piensa en todas las
actividades de clase, por lo que se presenta una maravillosa oportunidad para
potenciales, y contar con seres humanos más críticos, investigadores y
creativos.
Morín plantea una critica al sistema educativo, la cual consiste en que
porque no se enseña a vincular los conocimientos, que de alguna manera están
relacionados en la vida real, por el contrario se nota el trabajo parcializado en
las áreas académicas donde el ser humano solo conoce parte de la realidad, sin
poder hallarle relación con los demás eventos y/o fenómenos que ocurren en la
naturaleza. Dicho todo esto, se dicen entones que el sistema educativo ha
propiciado un aprendizaje parcelado, sin considerar la globalización
pertinentes de contenidos que permita relacionarlos y trabajarlos en conjunto,
evitando así que exista la necesidad de repetirlos en clases distintas. Los
procesos del pensamiento contribuyen al estudiante el logro de aprendizajes
permanentes, significativos y eficaces.

Cabe destacar, que a partir de la reforma en el diseño curricular del


nivel de educación Básica, en su primera y segunda etapa (1996), se ha
propiciado la vinculación entre las diversas áreas académicas que lo
componen, y entre éstas y la vida real del niño- educando, para que este
perciba que lo que aprende en la escuela tiene aplicación inmediata, además
que los conocimientos diversos están relacionados, y así evitar el
parcelamiento que se reproduce en los niveles educativos ya mencionadas.

La vinculación de los contenidos de las distintas áreas académicas


ocurre en el momento que el educador los globaliza para desarrollarlos
durante el proceso de enseñanza- aprendizaje, en otras palabras, se organizan
los contenidos comunes entre las diversas áreas y se desarrollan de una sola
vez, en conjunto. De igual manera Morín, menciona que es importante el
contexto donde se efectúa el hecho, situación, conocimiento o información,
siempre buscándole un sentido. El contexto podría ser económico, social,
natural, cultural o político. En este sentido bajo la propuesta del mismo autor
en (1999):

“Situar un acontecimiento en su contexto, incita a ver como éste modifica al


contexto o como le da una luz diferente. Un pensamiento de este tipo se vuelve
inseparable del pensamiento de lo complejo, pues no basta con inscribir todas las
cosas y hechos en un “marco” u horizonte. Se trata de buscar siempre las
relaciones e inter-retro-acciones entre todo fenómeno y su contexto, las
relaciones reciprocas entre el todo y las partes: como una modificación local
repercute sobre el todo y como una modificación del todo repercute sobre las
partes”. (p.27).

Debido a esto, se observa que pensar en la complejidad es una tarea


muy ardua de ejercitación como observador e investigador, es estar al tanto de
las variables que intervienen en la naturaleza para describirlas, comprenderlas,
detallar como se dan las relaciones entre un fenómeno determinado y su
apropiado contexto para ser bien interpretado, en definitiva es buscar la
explicación del por qué se dan los eventos o fenómenos, y como se producen.

Entonces se puede interpretar que la complejidad bien es un principio


que debe estar presente en el campo de la educación, bien puede ser explicada
si se parte de que todo ser humano por experiencia sabe que la vida es
compleja, hay que saberla llevar, interpretar y comprender. Por su parte, los
educadores deben sentirse comprometidos y preparados para dar una visión
singular, multidimensional en la enseñanza de los contenidos, promoviendo a
su vez todos los recursos y contextos necesarios para que el pensamiento tenga
apertura a defender razones complejas, que los alumnos y alumnas puedan
analizar y discutir las diferentes maneras de abordar una idea, partiendo
siempre de un punto de vista abstracto, y que el docente sea el apoyo para que
puedan construir y reconstruir sus conocimientos, relacionándolos con sus
vidas.
La apuesta de Edgar Morin en una educación para la complejidad
permite enunciar una agenda de principios múltiples, que sintetizo así: •1.
Pensar la educación como una actividad humana cubierta de incertidumbres e
indeterminaciones, pero también comprometida con los destinos de los
hombres, mujeres y niños que habitan en nuestra “tierrapatria”; •2. Practicar
una ética de la competencia que permita al mismo tiempo un pacto con el
presente sin olvidar nuestro compromiso con el futuro; •3. Buscar las
conexiones existentes entre el fenómeno que queremos comprender y su
ambiente mayor; •4. Retirarse de la ortodoxia, de las fáciles respuestas
finalistas y completas; •5. Ejercitar el diálogo entre los varios dominios de las
especialidades; •6. Dejar emerger la complementariedad entre arte, ciencia y
literatura; •7. Transformar nuestras enseñanzas en lenguajes que amplíen el
número de interlocutores de la ciencia. Cultivar esos siete principios tal vez
sea un buen ejercicio para reconectar las teorías, los conocimientos y la
ciencia, lazos indisociables de la tela de la vida.

Educación y complejidad.

Desde la perspectiva más general, al hablar de educación tenemos que


es toda influencia que el ser humano recibe del ambiente social, durante toda
su existencia, para adaptarse a las normas y los valores sociales vigentes y
aceptados. El ser humano recibe estas influencias, las asimila de acuerdo con
sus inclinaciones y predisposiciones y enriquece o modifica su
comportamiento dentro de sus propios principios personales.

"Entre más educación se tiene, más educación se quiere y se requiere"


¿Quién dice eso, si es una cita no puede reflejarse así nos van a
RASPAR!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
El aprendizaje humano, la naturaleza de la actividad docente del aula y
del centro, y la responsabilidad misma que tiene el maestro en su desempeño
pedagógico en la transformación de la enseñanza y en su función educativa
(Santos Guerra, 1999; Gimeno Sacristán, 1992).

El hecho de que muchos docentes acepten lo señalado, no es loable si


esta aceptación no es consciente y se carece de una comprensión suficiente
acerca de la complejidad inherente a los procesos educativos, y al aprendizaje
en particular, de cómo ocurre este último, y qué teorías y enfoques brindan los
argumentos científicos necesarios para lograr su mejor conducción, desarrollo
y evaluación.

Por su parte, la complejidad equivale a la cualidad que poseen


determinados objetos, fenómenos y procesos que por su propia naturaleza,
presuponen limitaciones inherentes a toda tentativa de comprensión. Desde
hace algunos años cobra fuerza la Teoría de la Complejidad, la que se
sustenta en ciertos antecedentes históricos-científicos como son el Principio de
Incertidumbre o Indeterminación, por el cual Werner Heisenberg obtuvo el
Premio Nobel de Física en 1932.

Cabe destacar, que la complejidad asume una filosofía que sustentada


en bases científicas, rechaza todo modo simplificador de abordar el estudio del
aprendizaje, la enseñanza y la evaluación; procesos estos que clasifican como
complejos, lo que la convierte en una herramienta metodológica importante al
asumir posturas y procedimientos sustentados.

El aprendizaje humano, es un proceso durante el cual cada individuo se


apropia de capacidades, de conocimientos, de experiencias, de habilidades y
hábitos a través de la acción e interacción con el medio externo, lo que como
un todo, va conformando progresivamente el desarrollo de su personalidad.

De acuerdo con castellano (2006), "aprender representa uno de los


fenómenos más complejos de nuestra existencia. Se trata de un proceso
dialéctico de cambio, a través del cual cada persona se apropia de la cultura
socialmente construida, y tiene una naturaleza multiforme, diversa" (p. 12).

Se aprenden múltiples cosas: andar, hablar, a interpretar conceptos,


hechos y fenómenos. Se adoptan creencias, religiones e ideologías. Se
desarrollan preferencias, prejuicios y modos de comportamiento. También se
adquieren ciertas orientaciones personales, desarrollando una conciencia y una
filosofía más o menos completa que nos guía a cada uno de modo diferente
(Allport, 1968).

De acuerdo a la teoría de la complejidad observamos algunos principios


importantes que rigen el aprendizaje.

• Cada persona es en sí misma, un ser único de naturaleza


multidimensional, donde lo biológico, lo psicológico y lo social se
conforma diferencialmente. Así, tanto el objeto de estudio como el
sujeto que aprende están sujetos a múltiples y diversas condiciones
naturales y circunstanciales específicas. (B. Castellanos y D.
Castellanos, 1999).

• La riqueza de perspectivas muchas veces antagónicas y otras


complementarias al abordar el aprendizaje, así como la ausencia de una
teoría unificadora, guardan estrecha relación con el abanico de
preceptos teóricos, de posturas e interpretaciones que, de acuerdo a
distintas filosofías, ideologías y metodologías asumidas se hacen con
respecto al desarrollo humano y al proceso de construcción del
conocimiento.

• Consciente de la complejidad de la realidad, lo único que parece seguro


es el cambio y con él, el surgimiento de lo imprevisto, tanto en lo
atinente al desarrollo del cualquier investigación social, como a los
procesos de aprendizajes y a la actuación de los sujetos durante el
proceso.

• Una relación abierta de sujeto-objeto lo cual indica el estudio en el


marco del ecosistema en el que se encuentran ambos y la
interdependencia entre lo individual y lo social: importante teoría con el
Enfoque Histórico-Cultural. De esta manera, el aprendizaje no sólo es
un fruto del pensamiento humano, sino que constituye también una
experiencia individual y colectiva compartida, modificada y mejorada
sistemáticamente a través del aprendizaje mismo.

En la complejidad del mundo se ha querido ver un obstáculo para


resguardar los secretos de la naturaleza antes que un escenario para poner a
prueba la inteligencia humana, su capacidad de desentrañar los enigmas y de
aplicar el método científico, a fin de estudiar los sistemas más simples y luego
tratar de comprender los sistemas más complejos. Jorge Wagensberg .

Podemos darnos cuenta que la naturaleza y los científicos deben ser


indeterministas, cuestionadores del orden existente; deben buscar
explicaciones divergentes a las que se dan por aceptadas y ser críticos
permanentes de lo que se tiene por cierto. En otras palabras, deben ser aliados
permanentes del azar epistemológico. Allí radica la esencia de la evolución de
la ciencia, hacia otras dimensiones más perfectibles, con el fin de describir y
entender la esencia del cambio en la complejidad del mundo.

Lo complejo, aún cuando pueda catalogarse de excepcional no tiene


por qué ser artificial. Debemos tener en cuenta que lo no simple ayuda al ser
humano a poner en práctica su poder de interpretación, de inteligencia y a
descubrir las leyes y principios que rigen el mundo. El hombre fue creado o
echado al universo, como han dicho algunos filósofos, con herramientas de las
cuales no disponen los animales no racionales, para que le hiciera frente a los
enigmas e interrogantes del mundo. He aquí algo complejo que por muy
complejo que sea tiene su explicación científica.

Tenemos entonces, que la complejidad se puede tratar de conocer o


entender a través de diversas maneras: La Ciencia, el Arte, la Música y la
Filosofía son cuatro de esas maneras. Pero el camino que elige el que trata de
conocer dicha complejidad depende de sus habilidades innatas o adquiridas.
El arte puede no ser universal a diferencia del conocimiento científico.
Mientras el arte necesita de pares, el científico da conocimiento universal que
nadie cuestiona al cual el artista renuncia o le importa un pito. El artista tiene
como norte el principio de la comunicabilidad a diferencia del científico que
se apoya en la inteligibilidad y en la objetivización del mundo material. El arte
se puede utilizar para mirarse introspectivamente, o como ha dicho Baudelaire
"El hombre se olvida de sí mismo, se mira para verse mirar"; para
contemplarse a sí mismo. Incluso la complejidad interior del propio yo.

Dentro de la Educación, pretender analizar los asuntos referidos a las


relaciones de poder subyacentes en las pautas de regulación institucional
escolar, pasa por el hecho de comprender que todo el espacio educativo y
pedagógico, está inscrito en modos específicos de concebir el saber, al tiempo,
que está también, atravesado por mecanismos discursivos -de representación y
de enunciación-, dispuestos en un marco curricular a partir del cual se diseñan
programan las condiciones performativas de reproducción y de regulación
social y cultural que configuran el tejido relacional intersubjetivo dentro de la
vida escolar.
Hoy en día, toda noción de límites y, con ello, toda demarcación o
estructuración cerrada de los espacios escolares, de los contenidos de lo
educativo, de las estrategias de acción de las prácticas educativas, de los
modelos pedagógicos. Igualmente, contrarrestar todo absolutismo ideológico
concertado en las políticas de reformas educacionales, inscritas en supuestos
referentes de neutralidad o transparencia, pero, que están defendiendo, en su
trasfondo, los discursos conservadores del capitalismo abarcante mediante
nociones de representación reformada, centrados en mecanismos cualificados
técnicos con tendencias de productividad. Desde la Educación, se exige
revisar críticamente las actuales Reformas Educativas en curso Reflexionar en
torno a esas narrativas que defienden nuevos mecanismos de disciplinamiento
y adormecimientos pensados e instaurados con el sentido de “habilidades
básicas” y que están negando la discusión por los asuntos sobre raza, género,
sexo, etnias, multiculturalismos, diversidad, etc.
Esto exige comprender la importancia de problematizar las condiciones
reproductivas que someten lo escolar a sistemas totalizantes de opción
productiva, donde el tema de la diferencia es tratado como exclusión, en tanto
se privilegian formas esenciales de unidad e igualdad facilitadas en “éticas
consumistas” (Giroux) que responden a la lógica del mercado global.
Al abordar tal discusión, acerca de los cambios educativos para el
sistema escolar, no es posible desatender que los mismos están implicando
procesos de “reestructuración” con sesgo economicista, a propósito de la
lógica productiva mundial. Esta lógica, se inscribe en el dinamismo global de
integración que supone transiciones operativas, transversales y multifacéticas.
En consecuencia, intentamos no perder de vista la inusitada agudeza
para percibir los escenarios variados que movilizan la complejidad de esas
nuevas visiones globales que, a su vez, impone cambios socioculturales,
políticos y educativos con todo el marco de relaciones de fuerza entre poder-
resistencia que ello implica.
Entonces, la reestructuración de las pautas de regulación en la
educación, son a su vez, interpretaciones de otros cambios ocurridos en las
pautas de la política, de la cultura, de las tecnologías de poder y de la
economía a nivel mundial, situación que no es posible obviar. De hecho, los
escenarios que narran los discursos de autonomía y desarrollo autogestionario
en los individuos, se relacionan con los cambios en los vínculos económicos
globales locales que mueven hoy el mundo del mercado y las políticas de
Consumo, privando en ello, modos estratégicos de productividad que exigen
competencias en base a capacidad individual.

LAMENTABLEMENTE DA 15 PAGINAS AMIGO LO SIENTO Y


TENGO QUE SALIR YA CUALQUIER COSA NOS VEMOS VE A VER
QUE PUEDES HACE SINO EN CASO EXTREMO ENTREGA EL
ORIGINAL.

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