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F.Martínez; S. Salgado; F. J. Hernández y P.

Redondo: Diccionario de citas de filosofía

Filosofía / Filosofar:
PLATÓN: “Habíamos, finalmente, aceptado que era necesario filosofar. [...] Y la filosofía era
adquisición de conocimiento, ¿no es así? [...]. ¿Cuál será entonces el conocimiento que
haríamos bien en adquirir? [...]. Y ninguno de los otros conocimientos parece tener utilidad
alguna, ni el crematístico, ni el del médico, ni, en suma, ningún otro que sepa, sí, producir algo,
pero no usar, en cambio, lo que produce. [...]. Necesitamos, por tanto, mi querido jovencito,
-dije-, un conocimiento en el que estén reunidos, a la vez, tanto el producir como el saber usar
eso que se produce.” (Eutidemo, 288 d-289 b).
“Dice verdad en lo de que los más discretos filósofos son inútiles para la multitud, pero
hazle que culpe de su inutilidad a los que no se sirven de ellos y no a ellos mismos. Porque no
es natural que el piloto suplique a los marineros que se dejen gobernar por él ni que los sabios
vayan a pedir a las puertas de los ricos, sino que miente el que dice tales gracias y la verdad es,
naturalmente, que el que está enfermo sea, rico o pobre, tiene que ir a la puerta del médico, y
todo el que necesita ser gobernado, a la de aquel que puede gobernarlo; no que el gobernante
pida a los gobernados que se dejen gobernar si es que de cierto hay alguna utilidad en su
gobierno.” (República VI, 489 b-d).
“El verdadero amante del conocimiento está naturalmente dotado para luchar en
persecución del ser y no se detiene en cada una de las muchas cosas que pasan por existir, sino
que sigue adelante, sin flaquear ni renunciar a su amor hasta que alcanza la naturaleza misma de
cada una de las cosas que existen, y la alcanza con aquella parte de su alma a que corresponde,
en virtud de su afinidad, el llegarse a semejantes especies, por medio de la cual se acerca y une a
lo que realmente existe y engendra inteligencia y verdad, librándose entonces, pero no antes, de
los dolores de su parto, y obtiene conocimiento y verdadera vida y alimento verdadero.”
(República VI, 490 a-491 a).
“Un volverse el alma desde el día nocturno hacia el verdadero; una ascensión hacia el
ser, de la cual diremos que es la auténtica filosofía.” (República VII, 521 c).
“¿Y qué hemos de creer -dije- que piensa el filósofo de los otros placeres en
comparación con el de conocer la verdad tal cual es y estar aprendiendo siempre algo en tal as-
pecto? ¿No pensará que están bien lejos del placer verdadero y no los llamará con verdad
placeres forzosos, pues no los echaría de menos si no fuera por su necesidad? (República IX,
581 d-e).
“-Pero del placer propio de la contemplación del ser, de ése es imposible que haya
gustado ningún otro salvo el filósofo.
-Por tanto -dije-, en razón de experiencia éste es, de esos hombres, el que juzga mejor.
[...] Y será, además, el único que tenga esa experiencia ayudada por el entendimiento. [...]
Dijimos que era por medio de razonamientos como había que juzgar [...]. Y los razonamientos
son capitalmente instrumento del filósofo. [...] ¿Y si el juicio ha de hacerse con la experiencia,
el entendimiento y el raciocinio?
-Es fuerza -dijo- que la máxima verdad se halle en la alabanza del filósofo y razonador.”
(República IX, 582 c-e).

ARISTÓTELES: “Que no se trata de una ciencia productiva, es evidente, ya por los que
primero filosofaron. Pues los hombres comienzan y comenzaron siempre a filosofar movidos
por la admiración; al principio, admirados ante los fenómenos sorprendentes más comunes;
luego, avanzando poco a poco y planteándose problemas mayores, como los cambios de la Luna
y los relativos al Sol y a las estrellas, y la generación del universo. Pero el que se plantea un
problema o se admira, reconoce su ignorancia. (Por eso también el que ama los mitos es en
cierto modo filósofo; pues el mito se compone de elementos maravillosos). De suerte que, si
filosofaron para huir de la ignorancia, es claro que buscaban el saber en vista del conocimiento,
y no por alguna utilidad. Y así lo atestigua lo ocurrido. Pues esta disciplina comenzó a buscarse
cuando ya existían las cosas necesarias y las relativas al descanso y al ornato de la vida.”
(Metafísica, I, 2, 982b)

JUSTINO: “La filosofía, efectivamente, es en realidad el mayor de los bienes, y el más


precioso ante Dios, al cual ella es la sola que nos conduce y recomienda. […] a los primeros que
a ella se dedicaron y que en su profesión se hicieron famosos, les siguieron otros que ya no
hicieron investigación alguna sobre la verdad.” (Diálogo con el judío Trifón)

CLEMENTE DE ALEJANDRÍA: V. ‘fe (relación con la razón)’.

ORÍGENES: V. ‘Sócrates’.

SAN AGUSTÍN: “Ella enseña, y con razón, que no se debe dar culto ni estimación a lo que se
ve con los ojos mortales, a todo lo que es objeto de la percepción sensible. Ella promete mostrar
con claridad al verdaderísimo y ocultísimo Dios.” (Contra los académicos, I, 1, 3)
“Un doble camino, pues, se puede seguir para evitar la obscuridad que nos circuye: la
razón o la autoridad. La filosofía promete la razón, pero salva a poquísimos, obligándolos no a
despreciar aquellos misterios, sino a penetrarlos con su inteligencia según es posible en esta
vida. Ni persigue otro fin la verdadera y auténtica filosofía sino enseñar el principio de todas las
cosas, y la grandeza de la sabiduría que en Él resplandece, y los bienes que sin detrimento suyo
se han derivado para nuestra salvación de allí. Ella nos instruye en nuestros sagrados misterios.”
(Del orden, II, 5, 16)
“Filocalia y filosofía son casi sinónimos.” (Contra los académicos, II, 3, 7)
“El amor a la sabiduría tiene un nombre en griego, que se dice filosofía […] No han
faltado quienes han engañado sirviéndose de la filosofía, coloreando y encubriendo sus errores
con nombre tan grande, tan dulce y honesto. Mas casi todos los que en su tiempo y épocas
hicieron tal están notados y descubiertos en dicho libro [Hortensio, de Cicerón].”
(Confesiones, III, 4, 8)

AL-FARABI: “Por definición y esencia (objeto formal), la filosofía es la ciencia de los seres en
cuanto tales.” (Concordia entre el divino Platón y Aristóteles, “Méritos de
Aristóteles y Platón”)

ESCOTO ERIÚGENA: “No son cosas distintas la filosofía, es decir, el amor de la sabiduría y
la religión, ya que aquellos cuya doctrina no aprobamos, tampoco comunican con nosotros en
los sacramentos. ¿Qué otra cosa es tratar de filosofía, sino exponer las reglas de la verdadera
religión, por la que se rinde humilde culto y se investiga con el trabajo de la razón a la suprema
y principal causa de todas las cosas de Dios? De ahí que la verdadera filosofía es la verdadera
religión, y, a la inversa, la verdadera religión es la verdadera filosofía.” (Sobre la
predestinación divina, I)

ABELARDO: “Boecio llama filosofía no a cualquier ciencia, sino a la que se ocupa de los
seres más excelentes; pues no llamamos filósofos a los que tienen cualesquiera conocimientos,
sino a aquellos cuya inteligencia penetra las cosas sutiles.” (Lógica “Ingredientibus”)

BUENAVENTURA: V. ‘verdad’.

DESCARTES: “Hubiera explicado, en primer lugar, lo que es la Filosofía, iniciando la


exposición por los temas más difundidos; éste es el caso de lo que significa la palabra Filosofía:
el estudio de la Sabiduría; que por Sabiduría no sólo hemos de entender la prudencia en el obrar,
sino un perfecto conocimiento de cuanto el hombre puede conocer, bien en relación con la
conducta que debe adoptar en la vida, bien en relación con la conservación de la salud o con la
invención de todas las artes; que para que este conocimiento sea tal, es necesario que sea
deducido de las primeras causas, de suerte que, para intentar adquirirlos, a lo cual se denomina
filosofar, es preciso comenzar por la investigación de las primeras causas, es decir, de los
Principios.” (Los principios de la Filosofía, “Carta del autor al traductor”)
“Vivir sin filosofar equivale a tener los ojos cerrados sin alentar el deseo de abrirlos; no
obstante, el placer de observar todas las cosas que nuestra vida descubre, no es comparable en
modo alguno a la satisfacción que genera el conocimiento de lo que la Filosofía descubre; más
aún, este estudio es más necesario para reglar nuestras costumbres y nuestra conducta en la vida
de lo que es el uso de los sentidos para guiar nuestros pasos.” (Los principios de la
Filosofía, “Carta del autor al traductor”)

LEIBNIZ: “Siempre me pareció que era posible establecer en ella algo sólido mediante
demostraciones claras.” (Nuevo sistema de la naturaleza y de la comunicación de
las substancias así como de la unión que hay entre el alma y el cuerpo)

HUME: “Cuando esté cansado de diversión y de compañía y tenga ganas de ensoñaciones en


mi habitación, o durante un solitario paseo por la orilla de un río, sentiré que mi mente se
concentra en sí misma y me veré inclinado naturalmente a dirigir mi atención sobre todos los
asuntos de que tantas disputas de presenciado en el curso de mis lecturas y de mi conversación.
No puedo dejar de sentir curiosidad por conocer los principios del bien y el mal morales, la
naturaleza y fundamento del gobierno y la causa de las distintas pasiones e inclinaciones que
actúan sobre mí y me gobiernan. Me siento intranquilo al pensar que apruebo un objeto o
desapruebo otro; que llamo bella a una cosa y fea a otra; que tomo decisiones con respecto a la
verdad y la falsedad, la razón y la locura, sin conocer en base a qué principios opero. Estoy
interesado por la condición del mundo ilustrado, que se halla en una ignorancia tan deplorable
de todos estos puntos. Siento crecer en mí la ambición de contribuir a la instrucción de la
humanidad y de ganar renombre por mis invenciones y descubrimientos. Estos sentimientos
surgen en mí de un modo natural en mi disposición presente, y si tratara de disiparlos
dedicándome a otra tarea o divirtiéndome en otra cosa, siento que me perdería un placer: y éste
es el origen de mi filosofía.
Y aunque supusiera que esta curiosidad y ambición no me iba a transportar a
especulaciones que están fuera de la vida ordinaria, ocurriría necesariamente que mi misma
debilidad me llevaría a investigaciones de esa clase. Es verdad que la superstición es mucho
más audaz en sus doctrinas e hipótesis que la filosofía, y que mientras esta última se conforma
con asignar nuevas causas y principios a los fenómenos que aparecen en el mundo visible, la
primera abre un mundo propio y nos presenta escenas, seres y objetos absolutamente nuevos.
Por consiguiente, dado que es casi imposible que, como hacen las bestias, la mente humana se
limite a ese estrecho círculo de objetos de que versan la conversación y la acción cotidianas, lo
único que tenemos que hacer es deliberar sobre la elección de nuestra guía, y preferir la más
segura y agradable. Y en este respecto, me atrevo a recomendar la filosofía, y no tengo reparo
alguno en preferirla a la superstición de cualquier clase o denominación. Pues como la
superstición surge fácil y naturalmente de las opiniones populares de la humanidad, se apodera
con más fuerza de la mente, y frecuentemente es capaz de perturbar la conducta de nuestra vida
y acciones. Por el contrario, si la filosofía es correcta, puede ofrecernos únicamente
sentimientos serenos y moderados. Y si es falsa y extravagante, sus opiniones son objetos
simplemente de una especulación fría y general, y raramente llegan a interrumpir el curso de
nuestras inclinaciones naturales. Los cínicos proporcionan un ejemplo excepcional de filósofos
que, partiendo de razonamientos puramente filosóficos, caen de lleno en extravagancias de
conducta tan grandes como las que hayan tenido jamás un monje o un derviche. Hablando en
general, los errores en materia de religión son peligrosos; los de la filosofía, solamente
ridículos.” (Tratado de la naturaleza humana, I, IV, 7)
“Cabe notar que no existen dos pasiones que puedan ser tan estrechamente semejantes
como las de la caza y la filosofía, sea cual sea la disparidad que parezca haber entre ellas a
primera vista. Es evidente que el placer de cazar consiste en la acción de la mente y el cuerpo: el
movimiento, la atención, la dificultad y la incertidumbre. Es evidente, también, que esas
acciones deben venir acompañaras de una idea de utilidad para tener efecto sobre nosotros.
Aunque el hombre dueño de la más grande fortuna, y más alejado de la avaricia, encuentre
placer en cazar perdices y faisanes, no siente en cambio la menor satisfacción en disparar sobre
grajos y urracas, y esto se debe a que considera a los primeros adecuados para la mesa, y a los
otros como totalmente inservibles. Verdad es que, en este caso, la utilidad o importancia no
causan de suyo ninguna pasión real, sino que son necesarias únicamente para sostener la
imaginación, y que la misma persona que pasa por alto un provecho diez veces mayor en
cualquier otro asunto, encuentra placer en llevar a su casa media docena de becadas o chorlitos,
después de haber empleado varias horas en su caza. Para hacer más completo el paralelismo
entre cazar y filosofar, podemos observar que, aun cuando en ambos casos puede desdeñarse de
suyo el fin mismo de nuestra acción, en el calor de ésta llegamos a prestar sin embargo tanta
atención a este fin que nos disgustamos sobremanera al menor contratiempo, y nos
entristecemos igual cuando perdemos una pieza que cuando cometemos un error en nuestros
razonamientos.” (Tratado de la naturaleza humana, II, III, 10)

ROUSSEAU: “Me limitaré a preguntar: ¿Qué es la filosofía? ¿Qué contienen los escritos de los
filósofos más conocidos? ¿Cuáles son las lecciones de esos amigos de la filosofía? Al oírles,
¿no se les tomaría por una pandilla de charlatanes gritando, cada cual por su lado en una plaza
pública: venid a mí, yo soy el único que no engaña? El uno pretende que no hay cuerpo y que
todo es como representación. El otro que no hay más sustancia que la materia, ni más dios que
el mundo. Éste expone que no hay ni virtudes ni vicios, y que el bien y el mal moral son
quimeras. Aquél, que los hombres son lobos y pueden devorarse con la conciencia tranquila.
¡Oh grandes filósofos! ¡Que no reservéis para vuestros amigos y para vuestros hijos esas
provechosas lecciones! Pronto recibiríais vosotros el premio, y nosotros no temeríamos
encontrar entre los nuestros alguno de vuestros sectarios.” (“Discurso sobre las ciencias
y las artes”, Segunda Parte)

KANT: “La filosofía es para el hombre esfuerzo por alcanzar la sabiduría, la cual es en todo
momento inalcanzable.” (Opus postumum, XXI, 6)
“El campo de la filosofía se resume en estas preguntas: 1. ¿qué puedo saber? 2. ¿Qué
debo hacer? 3. ¿Qué me está permitido esperar? 4. ¿Qué es el ser humano?
De la primera pregunta se ocupa la metafísica; de la segunda, la moral; de la tercera, la
religión; de la cuarta, la antropología. Pero, en realidad, todas ellas se podrían incluir en la
antropología, pues las tres primeras preguntas se refieren a la última.
La filosofía, por consiguiente, debe poder determinar: 1. Las fuentes del saber humano.
2. Los límites del uso posible y útil de toda ciencia. 3. Por último, los límites de la razón.”
(Lógica; introducción &3)
“Según la distinción entre conocimientos racionales objetivos y subjetivos, se
comprende que uno pueda, en cierto sentido, aprender filosofía sin poder filosofar. El que quiera
ser filósofo debe ejercitarse en el ejercicio libre de su razón y no en un ejercicio imitativo y, por
así decirlo, mecánico [...] En sentido estricto, nadie puede ser llamado filósofo si no puede
filosofar. El filosofar sólo puede ser aprendido mediante el ejercicio y el uso propio de la razón.
¿Cómo se podría aprender también la filosofía? Todo pensador filósofo construye, por así
decirlo, su propia obra sobre las ruinas de otro; pero nunca sucede que una obra llegue a estar
terminada en todas sus partes. Por ello, y fundamentalmente, nadie puede aprender filosofía,
porque ésta nunca está dada. Y si lo estuviera, nadie que la aprendiera podría llamarse filósofo
ya que su conocimiento sólo sería subjetivo-histórico [...] Quien desee aprender a filosofar debe
considerar todos los sistemas de filosofía únicamente como historia del uso de la razón y como
objeto del ejercicio de su propio talento. El verdadero filósofo, como pensador autónomo, debe
hacer un uso libre y personal de su razón, no un uso esclavo e imitativo.” (Lógica;
introducción &3)
“Quien haya aprendido, en sentido propio, un sistema de filosofía, el de Wolf, por
ejemplo, no posee, consiguientemente, por más que sepa de memoria todos sus principios,
explicaciones y demostraciones, juntamente con la división del cuerpo doctrinal entero, y por
más que sepa enumerarlo todo con los dedos, sino un conocimiento histórico completo de la
filosofía wolfiana. No sabe ni juzga más que en la medida de lo que le ha sido dado. Si alguien
le discute una definición, no sabe de dónde extraer otra. Se ha formado a la luz de una razón
ajena, pero la capacidad imitadora no es una facultad productora. Es decir, el conocimiento no
ha surgido en él de la razón y, aunque es, desde un punto de vista objetivo, un conocimiento
racional, es meramente histórico desde un punto de vista subjetivo […] Nunca puede
aprenderse, en cambio (a no ser desde un punto de vista histórico), la filosofía. Por lo que a la
razón se refiere, se puede, a lo más, aprender a filosofar.
La filosofía es el sistema de todo conocimiento filosófico […] De esta forma, la
filosofía es la mera idea de una ciencia posible que no está dada en concreto en ningún lugar,
pero a la que se trata de aproximarse por diversos caminos hasta descubrir el sendero único […]
Mientras esta meta no haya sido alcanzada, no es posible aprender a filosofía, pues ¿dónde está,
quién la posee y en qué podemos reconocerla? Sólo se puede aprender a filosofar, es decir, a
ejercitar el talento de la razón siguiendo sus principios generales en ciertos ensayos existentes,
pero siempre salvando el derecho de la razón a examinar esos principios en sus propias fuentes
y a refrendarlos o rechazarlos.
Mientras tanto, el concepto de filosofía sólo constituye un concepto de escuela, a saber,
el de un sistema de conocimientos que sólo se buscan como ciencia, sin otro objetivo que la
unidad sistemática de ese saber y, consiguientemente, que la perfección lógica del
conocimiento. Pero hay también un concepto cósmico de la filosofía […] Desde este punto de
vista, la filosofía es la ciencia de la relación de todos los conocimientos con los fines esenciales
de la razón humana, y el filósofo es un legislador de esa misma razón, no un artífice de ella. En
tal sentido, demostraría gran arrogancia el llamarse a sí mismo filósofo y pretender igualarse a
un prototipo que sólo se halla en la idea.” (Crítica de la razón pura, A836/B864-
A839/B867)
“Todo conocimiento racional lo es o bien por conceptos, o bien por construcción de
conceptos. El primero se llama filosófico; el segundo, matemático.” (Crítica de la razón
pura, A837/B865)
“Ahora bien, toda filosofía es, o bien conocimiento que parte de la razón pura, o bien
conocimiento racional que parte de principios empíricos. La primera se llama filosofía pura; la
segunda, filosofía empírica.
Por su parte, la filosofía de la razón pura es o bien propedéutica (preparación), que
investiga la capacidad de la razón respecto de todo conocimiento puro a priori y se llama
crítica, o bien el sistema de la razón pura (ciencia), el conocimiento filosófico (tanto verdadero
como aparente) global, sistemáticamente conjuntado, y derivado de la razón pura, y que se
denomina metafísica.” (Crítica de la razón pura, A841/B869)
“La legislación de la razón humana (filosofía) posee dos objetos, naturaleza y libertad,
y, consiguientemente, incluye tanto la ley de la naturaleza como la ley moral, primero en dos
sistemas distintos y, finalmente, en un único sistema filosófico. La filosofía de la naturaleza se
refiere a todo lo que es; la filosofía moral, sólo a lo que debe ser.” (Crítica de la razón
pura, A841/B869)
“La metafísica, tanto la de la naturaleza como la de la moral y, especialmente, la crítica
de la razón que se atreve a volar con sus propias alas –crítica que va antes, como ejercicio
introductoria (propedéutica)- es lo único que constituye realmente lo que podemos llamar
filosofía en sentido propio. Ésta lo cifra todo en la sabiduría, pero por el camino de la ciencia, el
único que una vez desbrozado, queda siempre abierto y no permite desviaciones.” (Crítica de
la razón pura, A851/B879)
“Cuando la filosofía, en cuanto encierra principios del conocimiento racional de las
cosas por medio de conceptos […] se divide en teórica y práctica, procésese con razón.”
(Crítica del Juicio, introducción)

HEGEL: “La filosofía, por ser la investigación de lo racional, consiste en la captación de lo


presente y de lo real.” (Principios de filosofía del derecho, prólogo)
“Entender lo que es, es el objetivo de la filosofía, puesto que lo que es, es la razón.”
(Principios de filosofía del derecho, prólogo)
“La Idea, como algo concreto en sí y que se desarrolla, es un sistema orgánico, una
totalidad que encierra una riqueza de fases y momentos. Pues bien, la filosofía es, por sí misma,
el conocimiento de esa evolución y, en cuanto pensamiento conceptual, esa misma evolución
pensante; cuanto más lejos llegue esa evolución, más perfecta será la filosofía.” (Lecciones
sobre la Historia de la Filosofía, vol. I; trad. cast. FCE, 1985)
“La interna necesidad de que el saber sea ciencia es algo que radica en la naturaleza del
saber, y la satisfactoria explicación y explicitación de ello no puede consistir en otra cosa que en
la exposición misma de la filosofía.” (Fenomenología del Espíritu; prefacio)
“Acerca de todas las ciencias, artes, habilidades y manualidades, reina la convicción de
que para poseerlas son menester múltiples esfuerzos tanto en lo que se refiere a su aprendizaje
como en lo que se refiere a su ejercicio. En cambio, en los que se refiere a la filosofía, parece
dominar el prejuicio de que […] cualquiera puede, sin embargo, ponerse inmediatamente a
filosofar y a juzgar de filosofía, pues el criterio y el canon de ello le vendría dado ya con la
propia razón natural, como si el criterio y canon de unos zapatos no le viniese asimismo dado a
uno con los pies. E incluso la posesión de la filosofía parece ponerse en la falta de
conocimientos y de estudios, de modo que aquélla cesaría cuando éstos empiezan. La filosofía
se tiene por un saber formal carente de contenido, y por esta razón se está muy lejos de entender
que cualquiera que sea la cosa que por su contenido sea verdad en el tipo de conocimiento que
fuere o en la ciencia que fuere, ese nombre sólo podrá merecerlo su en definitiva esa cosa viene
engendrada por la filosofía.” (Fenomenología del Espíritu; prefacio)

MARX: “Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo; pero de
lo que se trata es de transformarlo.” (Tesis sobre Feuerbach, 11)

NIETZSCHE: “La filosofía tal como yo la he entendido y vivido hasta ahora, es vida
voluntaria en el hielo y en las altas montañas, búsqueda de todo lo problemático y extraño en el
existir, de todo lo proscrito hasta ahora por la moral. Una prolongada experiencia,
proporcionada por ese caminar en lo prohibido, me ha enseñado a contemplar las causas a partir
de las cuales se ha moralizado e idealizado hasta ahora, de un modo muy distinto a como tal vez
se desea: se me han puesto al descubierto la historia oculta de los filósofos, la psicología de sus
grandes nombres.- ¿Cuánta verdad soporta, cuánta verdad osa un espíritu?, esto se fue
convirtiendo cada vez más, para mí, en la auténtica unidad de medida. El error (-el creer en el
ideal-) no es ceguera, el error es cobardía... Toda conquista, todo paso adelante en el
conocimiento es consecuencia del valor, de la dureza consigo mismo, de la limpieza consigo
mismo.... Yo no refutó los ideales, ante ellos, simplemente me pongo los guantes.... Nitimur in
vetitum [nos lanzamos hacia lo prohibido]: bajo este signo vencerá un día mi filosofía, pues
hasta ahora lo único que se ha prohibido siempre, por principio, ha sido la verdad.” (Ecce
Homo, Pról., 3)
“Poco a poco se me ha ido manifestando qué es lo que ha sido hasta ahora toda gran
filosofía: a saber, la autoconfesión de su autor y una especie de memoires [memorias] no
queridas y no advertidas; asimismo que las intenciones morales (o inmorales) han constituido en
toda filosofía el auténtico germen vital del que ha brotado siempre la planta entera. De hecho,
para aclarar de qué modo han tenido lugar propiamente las afirmaciones metafísicas más
remotas de un filósofo es bueno (e inteligente) comenzar siempre preguntándose: ¿A qué moral
quiere esto (quiere él) llegar? Yo no creo, por tanto, que un "instinto de conocimiento" sea el
padre de la filosofía, sino que, aquí como en otras partes, un instinto diferente se ha servido del
conocimiento (¡y del desconocimiento!) nada más que como de un instrumento. [...] Pues todo
instinto ambiciona dominar: y en cuanto tal intenta filosofar. [...] En el filósofo, por el contrario,
nada, absolutamente nada es impersonal; y es especialmente su moral la que proporciona un
decidido y decisivo testimonio de quién es él -es decir, de en qué orden jerárquico se encuentran
recíprocamente situados los instintos más íntimos de su naturaleza.” (Más allá del Bien y
del Mal, I, 6)
“Lo que nos incita a mirar a todos los filósofos con una mirada a medias desconfiada y a
medias sarcástica no es el hecho de darnos cuenta una y otra vez de que son muy inocentes –de
que se equivocan y se extravían con mucha frecuencia y con gran facilidad, en suma, su
infantilismo y su puerilidad,- sino el hecho de que no se comporten con suficiente honestidad:
siendo así que todos ellos levantan un ruido grande y virtuoso tan pronto como se toca, aunque
sea de lejos, el problema de la veracidad […] son todos abogados que acusan ese nombre, y la
mayoría de ellos incluso pícaros patrocinadores de sus prejuicios, a los que bautizan con el
nombre de ‘verdades’ y están muy lejos del valor de la conciencia que admite esto,
precisamente esto, ante sí misma; muy lejos del valor y el buen gusto que da también a entender
esto, ya para poner en guardia a un enemigo o amigo, ya por petulancia y para burlarse de sí
misma […] Qué malignos pueden ser los filósofos! Yo no conozco nada más venenoso que el
chiste que Epicuro se permitió contra Platón y los platónicos: los llamo dionysiokolakes. Esta
palabra según su sentido literal, y en primer término significa ‘aduladores de Dionisio’, es decir,
agentes del tirano y gentes serviles; pero, además, quiere decir ‘todos ellos son comediantes, en
ellos no hay nada autentico’ (pues dionysokolax era una designación popular del comediante).”
(Más allá del bien y del mal, 5-7)
“Los peligros que amenazan al desarrollo del filósofo son hoy en verdad tan múltiples
que se dudaría de que ese fruto pueda llegar aún en absoluto a madurar […] De hecho durante
largo tiempo la multitud no ha comprendido al filósofo y lo ha confundido con otros, bien con el
hombre científico y con el docto ideal, bien con el iluso y ebrio de Dios, religiosamente elevado,
desensualizado, ‘desmundanizado’; y cuando hoy oímos que se alaba a alguien diciendo que
vive ‘sabiamente’ o ‘como un filósofo’, eso no significa casi nada más que vive ‘de modo
inteligente y apartado’. Sabiduría: a la plebe le parece ésta una especie de huida, un medio y
artificio para escapar bien a un mal juego; pero el filósofo verdadero […] vive de manera ‘no
filosófica’ y ‘no sabia’, sobre todo de manera no inteligente, y siente el peso y el deber de cien
tentativas y tentaciones de la vida: se arriesga a sí mismo constantemente, juega el juego malo.”
(Más allá del bien y del mal, 205)
“Va pareciéndome cada vez más que el filósofo, en cuanto es un hombre necesario del
mañana y del pasado mañana, se ha encontrado y ha tenido que encontrarse siempre en
contradicción con su hoy: su enemigo ha sido siempre el ideal de hoy […] Al poner su cuchillo,
para viviseccionarlo, precisamente sobre el pecho de las virtudes de su tiempo, delataban cuál
era su secreto propio: conocer una nueva grandeza del hombre, un nuevo y no recorrido camino
hacia su engrandecimiento.” (Más allá del bien y del mal, 212)
“El filósofo tiene hoy el deber de desconfiar, de mirar maliciosamente de reojo desde
todos los abismos de la sospecha.” (Más allá del Bien y del Mal, II, 34)

HUSSERL: “Mal cuadra al filósofo, representante nato del interés de la teoría pura, dejarse
determinar por la cuestión de la utilidad práctica. Justamente el filósofo debe saber que detrás
de lo “patente y notorio” se ocultan los problemas más difíciles; tanto, que con giro paradójico,
pero no sin sentido profundo, podría denominarse la filosofía la ciencia de las trivialidades.”
(Investigaciones lógicas, investigación cuarta, “Introducción”,
“Observaciones”)
“La filosofía es para mí […] la ciencia que parte de fundamentos últimos, o lo que es
igual, de una responsabilidad última, en la que, pues, no funciona como base segura del
conocimiento nada […] comprensible de suyo. Es una idea, insisto, que […] sólo es realizable
en el estilo de verdades relativas, temporales, y a lo largo de un proceso histórico infinito –pero
que así es realizable efectivamente. […] esta idea de la filosofía […] sólo cabe de un modo
decisivo y profundo mediante la elaboración sistemática del método que pregunta
retroactivamente por los últimos supuestos concebibles del conocimiento. Esta manera de
preguntar conduce ante todo al ser y la vida subjetiva universal, que en cuanto precientífica es
ya un supuesto de toda teoría, y desde ella –y este es el paso más decisivo- a la “subjetividad
trascendental” […] como fuente de todo sentido y verificación del ser.” (“Epílogo”, Ideas,
“Preliminar”)
“Las ciencias positivas no filosóficas no son ciencias últimas, absolutas, que se
justifiquen por últimos fundamentos cognoscitivos. Una filosofía con bases problemáticas, con
paradojas que descansen en la falta de claridad de los conceptos fundamentales, no es una
filosofía, se contradice con su propio sentido como filosofía. Sólo en radicales reflexiones sobre
el sentido y la posibilidad de su propósito puede echar raíces una filosofía. Mediante ellas tiene
que apropiarse por primera vez y espontáneamente el terreno absoluto y peculiar a ella de la
experiencia pura; luego, crearse espontáneamente conceptos originales que se ajusten
exactamente a este terreno, y seguir avanzando así con un método absolutamente transparente.”
(“Epílogo”, Ideas, 7)
“La vía necesaria hacia el conocimiento últimamente fundamentado en el sentido
supremo o, lo que es lo mismo, hacia el conocimiento filosófico, es la vía del conocimiento
universal de sí mismo; en primer lugar, del conocimiento monádico y, luego, del
intermonádico.” (Meditaciones cartesianas, “Conclusión”, 64)
“La filosofía […] en todas estas configuraciones está en el camino hacia una
racionalidad más elevada; […] es impulsada en el esfuerzo, en el deseo de conseguir luchando
la racionalidad plena y verdadera. Pero finalmente descubre que esta racionalidad es una idea
que reside en lo infinito y que de facto está necesariamente en el camino.” (La crisis de las
ciencias europeas, II, 73)
“Filosofía. Traducido correctamente, en el sentido originario, esto no quiere decir otra
cosa que ciencia universal, ciencia del todo del mundo, de la totalidad de todo ente. Muy pronto
comienza el interés por el todo, y con ello la pregunta por el devenir omniabarcante y el ser en
el devenir pasa a subdividirse según las formas y las regiones generales del ser, y la filosofía, la
ciencia unitaria, se ramifica en una diversidad de ciencias especiales.” (“La crisis de la
humanidad europea”, La crisis de las ciencias europeas)
“Tenemos que distinguir entre filosofía como factum histórico propio de una época
determinada y filosofía como idea, como idea de una tarea infinita. La filosofía históricamente
efectiva en cada caso es el intento más o menos conseguido de realizar la idea rectora de la
infinitud y, con ella, la totalidad incluso de las verdades.” (“La crisis de la humanidad
europea”, La crisis de las ciencias europeas)
“El filósofo tiene, en consecuencia, que tender siempre a dominar y hacer suyo el
sentido pleno y verdadero de la filosofía, la totalidad de sus horizontes de infinitud. Ninguna
línea del conocimiento, ninguna verdad particular, puede ser aislada y absolutizada.” (“La
crisis de la humanidad europea”, La crisis de las ciencias europeas)
“La filosofía va más allá de la ingenuidad superándola.” (“La crisis de la
humanidad europea”, La crisis de las ciencias europeas)
“La filosofía ve en el mundo el universo de lo que es, y el mundo se convierte en mundo
objetivo frente a las representaciones del mundo, representaciones que cambian en el plano de
las naciones y en el de las subjetividades individuales; la verdad pasa a convertirse, como tal, en
verdad objetiva.” (“La crisis de la humanidad europea”, La crisis de las ciencias
europeas)

RUSSELL: “La filosofía es simplemente el intento de contestar a preguntas tan esenciales, no


descuidada y dogmáticamente, como hacemos en la vida ordinaria y hasta en la esfera de las
ciencias, sino de manera crítica.” (Los problemas de la filosofía, I)
“La filosofía, como todas las demás disciplinas, se propone primordialmente el
conocimiento. El conocimiento a que aspira es la clase de conocimiento que da unidad y sistema al
cuerpo de las ciencias, y la clase que resulta de un examen crítico de los fundamentos de nuestras
convicciones, prejuicios y creencias.” (Los problemas de la filosofía, XV)
“Hay muchas cuestiones -y entre ellas aquellas que son del más profundo interés para nuestra
vida espiritual- que, en lo que nosotros alcanzamos a ver, permanecerán insolubles para el intelecto
humano, a menos que sus facultades se transformen en un orden completamente distinto del que
actualmente poseen. ¿Tiene el universo alguna unidad de plan o de propósito, o es un fortuito
concurso de átomos? ¿Es la conciencia parte permanente del universo, alentando la esperanza de un
desarrollo indefinido de la sabiduría, o es un accidente transitorio en un pequeño planeta en el cual
terminará por hacerse imposible la vida? El bien y el mal ¿tienen importancia para el universo o
solamente para el hombre? Tales preguntas las formula la filosofía, y son contestadas diversamente
por diversos filósofos. Pudiera parecer, sin embargo, que, tanto si es posible descubrir de otro modo
las respuestas como si no, ninguna de las respuestas ofrecidas por la filosofía es demostrablemente
verdadera. No obstante, por insignificante que pueda ser la esperanza de descubrir una respuesta,
constituye parte de la misión de la filosofía proseguir la consideración de tales cuestiones, darnos
conciencia de su importancia, examinar todos los medios de abordarlas y mantener vivo ese interés
especulativo por el universo susceptible de ser aniquilado si nos confinamos en un conocimiento
definidamente averiguable.” (Los problemas de la filosofía, XV)
“La tarea de la filosofía, tal como yo la concibo, consiste esencialmente en el análisis
lógico, seguido de la síntesis lógica. [...] la parte más importante [de su tarea] consiste en criticar y
aclarar nociones que puedan ser tomadas como fundamentales.” ("Atomismo lógico")
“La filosofía, aunque incapaz de decirnos con certidumbre cuál es la verdadera respuesta a
las dudas que suscita, puede sugerir muchas posibilidades que ensanchan nuestros pensamientos y
los liberan de la tiranía de la costumbre. Así, aunque aminorando nuestra impresión de certidumbre
en cuanto a lo que las cosas son, incrementa grandemente nuestro conocimiento en cuanto lo que
pueden ser; aparta el dogmatismo un tanto arrogante de quienes no han viajado nunca por la región
de la duda liberadora y mantiene vivo nuestro sentido de asombro, mostrando las cosas usuales
bajo un aspecto inusitado.” (Los problemas de la filosofía, XV)

ORTEGA: “La filosofía no necesita ni protección, ni atención, ni simpatía de la masa. Cuida su


aspecto de perfecta inutilidad, y con ello se liberta de toda supeditación al hombre medio. Se
sabe a sí misma, por esencia problemática, y abraza alegre su libre destino, de pájaro del Buen
Dios, sin pedir a nadie que cuente con ella, ni recomendarse, ni defenderse.” (La rebelión de
las masas, 1, X)
“Una cosa que sirve es una cosa que sirve para otra, y en esa medida es servil. La
filosofía, que es la vida auténtica, la vida poseyéndose a sí misma, no es útil para nada ajeno a
ella misma. En ella, el hombre sólo es siervo de sí mismo, lo cual quiere decir que sólo en ella el
hombre es señor de sí mismo.” (“Bronca en la Física”, II, Artículos 1935-7)
“Esa filosofía o interpretación de nuestra vida será aguda o roma, elemental o
sabihonda, espontánea o pedante, pero lo que no puede negarse es que el hombre, quiera o no, la
ejercita. No puede vivir sin interpretar su situación, sin filosofar. De aquí que el mejor resumen
de una época sea su filosofía.” (En el centenario de una universidad)
“La filosofía es la verdad, la terrible y desolada, solitaria verdad de las cosas. Verdad
significa las cosas puestas al descubierto, y esto significa literalmente el vocablo griego para
designar la verdad –alétheia, aletheúein-, es decir, desnudar.” (El hombre y la gente, V)
“Los problemas filosóficos se plantean a sí mismos, es decir, se plantan ante el hombre
quiera éste o no.” (La idea de principio en Leibniz, 4)
“La filosofía es lo que hace el filósofo, es el filosofar una forma de vivir.” (¿Qué es
Filosofía?, XI)
“Se comprende que la filosofía no tiene interés ninguno en considerarse como una
ciencia. Deja, pues, de bizquear, de mirar con envidia a las ciencias. No tiene por qué aspirar a
imitarlas... Se cura de su esnobismo científico. Más aún, procurará diferenciarse lo más posible
de la forma de teoría que caracteriza a las ciencias, porque ella no tiene más remedio que seguir
intentando ser conocimiento, en cuanto presencia de la realidad al pensamiento.” (La idea de
principio en Leibniz, 4)
“¿Tiene buen sentido plantearse problema tan descomunal como es el filosófico? Si se
empieza a hablar aquí de probabilidades fuera menester declarar que el buen éxito del intento
llamado filosofía es lo menos probable del mundo. Parece una loca empresa. ¿Por qué
intentarlo? ¿Por qué no contentarse con vivir y excusar el filosofar? Si no es probable el logro
de su empeño, la filosofía no sirve de nada, no hay necesidad de ella. Perfectamente, mas, por lo
pronto, es un hecho que hay hombres para quienes lo superfluo es necesario [...]
La filosofía no brota por razón de utilidad, pero tampoco por sinrazón de capricho. Es
constitutivamente necesaria al intelecto [...] Mas, ¿por qué ese afán? ¿Por qué no contentarnos
con lo que sin filosofar hallamos en el mundo, con lo que ya es u está ahí patente ante nosotros?
Por esta sencilla razón: todo lo que es y está ahí, cuanto nos es dado, presente, patente, es por
su esencia mero trozo, pedazo, fragmento, muñón. Y no podemos verlo sin prever y echar de
menos la porción que falta.” (¿Qué es filosofía?, V)
“Sólo hay una actividad en que el hombre puede ser radical. Se trata de una actividad en
que el hombre, quiera o no, no tiene más remedio que ser radical: es la Filosofía. La Filosofía es
formalmente radicalismo porque es el esfuerzo para descubrir las raíces de lo demás, que por sí
no las manifiesta, y en este sentido no las tiene. La Filosofía proporciona al hombre y mundo
sus defectivas raíces. No está dicho, ni mucho menos, que la Filosofía logre eso que se propone.
Como he manifestado reiteradamente, la Filosofía es una ocupación que no vive de sus
consecuencias, que no se justifica por su logro. Al contrario: frente a todas las demás
actividades humanas de orden intelectual, se caracteriza por ser un fracaso permanente y, sin
embargo, no haber otro remedio que intentar, siempre de nuevo, acometer la tarea siempre
abortada; pero ¡ahí está!, nunca rigurosamente imposible.” (La idea de principio en
Leibniz, 29)
“La filosofía es un enorme apetito de transparencia y una resuelta voluntad de
mediodía. Su propósito radical es traer a la superficie, declarar, descubrir lo oculto o velado. En
Grecia la filosofía comenzó por llamarse alétheia, que significa desocultación, revelación o
desvelación; en suma, manifestación. Y manifestar no es sino hablar, logos. Si el misticismo es
callar, filosofar es decir, descubrir en la gran desnudez y transparencia de la palabra el ser de las
cosas, decir el ser: ontología. Frente al misticismo, la filosofía quisiera ser el secreto a voces.”
(¿Qué es filosofía?, V)
“No sirve de nada decir que la filosofía también fracasa al intentar servir aquella
función constitutiva de la Vida que es interpretar el Universo. Mientras no haya otra forma
nueva y superior, mientras no descubra el hombre la ultra-filosofía, aun siendo un perpetuo
fracaso, habrá, quiérase o no, que renovar sin pausa su empeño y será forzoso reconocerla como
un ensayo necesariamente perpetuo y perpetuamente necesario.” (La idea de principio en
Leibniz, 32)
“La filosofía como pensar necesario era el Conocimiento, era el saber. Propiamente no
había otro que ella, y en su propósito se encontraba sola frente a la realidad. Dentro de su
ámbito, como particularización de su modo de pensar, comenzaban a condensarse las ciencias.
Se ocupaban éstas de partes del Ser, de temas regionales: las figuras espaciales, los números, los
astros, los cuerpos orgánicos, etc.; pero el modo de pensar sobre estos asuntos era el filosófico.
Por eso todavía Aristóteles llama a las ciencias los conocimientos dichos en parte o particulares.
Es preciso que los hombres de ciencia actuales se traguen, velis nolis, y de una vez para
siempre, el hecho de que el “rigor” de la ciencia de Euclides no fue sino el 'rigor' cultivado en
las escuelas socráticas, especialmente en la Academia de Platón. Ahora bien, todas esas escuelas
se ocupaban principalmente de Ética. Es un hecho claro que el método euclidiano, que el
ejemplar “rigor” del more geométrico, tiene su origen no en la matemática, sino en la Ética. Que
en aquellas lograse -y no por acaso- mejor fortuna que en ésta es otra cuestión. Las ciencias,
pues, nacieron como particularizaciones del tema filosófico: pero su método era el mismo de la
filosofía, modificado mediante un ajuste a su asunto particular.” (La idea de principio en
Leibniz, 4)

HEIDEGGER: “Si oímos la palabra “filosofía” en su origen, suena así: philosophia. La palabra
“filosofía” habla ahora en griego [...] La palabra philosophia nos dice que la filosofía es lo que
primariamente determina la existencia de lo griego. Y no sólo esto: la philosophia define
también el rasgo más esencial de nuestra historia europeo-occidental. [...] Ahora bien, no sólo es
griego por su origen aquello que está en cuestión –la filosofía-, sino que lo es también la manera
cómo preguntamos, la forma en que todavía hoy preguntamos [...] Tengámoslo bien en cuenta:
tanto el tema de nuestra pregunta –la “filosofía” como la manera en que preguntamos -¿qué es
eso?- siguen siendo griegos en su origen [...]
La respuesta a la pregunta “¿qué es eso de la filosofía?” consiste en que correspondamos a
aquello hacia lo que camina la filosofía. Y esto es el ser del ente. En ese corresponden, desde un
comienzo prestamos oídos a lo que la filosofía nos ha comunicado ya; la filosofía, es decir, la
philosophia entendida al modo griego. Sólo así llegamos a la correspondencia, es decir, a la
respuesta a nuestra pregunta dialogando con aquello hacia donde nos remite, es decir, nos libera,
la tradición de la filosofía. Encontramos la respuesta a la pregunta sobre qué sea la filosofía, no
por lo dicho históricamente sobre las definiciones de filosofía, sino a través del diálogo con lo
que nos ha transmitido como ser del ente.” (“¿Qué es eso de la filosofía?”, pp. 48, 50,
60)
“Existir como hombres, ser ahí como hombres, da sein como hombres, significa
filosofar. El animal no puede filosofar, dios no necesita filosofar. Un dios que filosofase no
sería dios porque la esencia de la filosofía consiste en ser una posibilidad finita de un ente finito.
Ser-hombre significa ya filosofar. La existencia humana, el ser-ahí humano, el Dasein humano,
está ya como tal en la filosofía, pero por esencia, no en ocasiones sí y en ocasiones no, o unas
veces sí y otras no.” (Introducción a la Filosofía, pág. 19)

WITTGENSTEIN: “4.111 La filosofía no es ninguna de las ciencias naturales.


(La palabra filosofía ha de significar algo que está por arriba o por debajo, pero no junto a las
ciencias naturales).” (Tractatus logico-philosophicus)
“4.112 El objetivo de la filosofía es la clarificación lógica de los pensamientos.
La filosofía no es una doctrina, sino una actividad. Una obra filosófica consta
esencialmente de aclaraciones.
El resultado de la filosofía no son proposiciones filosóficas, sino el que las
proposiciones lleguen a clarificarse. La filosofía debe clarificar y delimitar nítidamente los
pensamientos, que de otro modo son, por así decirlo, turbios y borrosos.” (Tractatus logico-
philosophicus)
“4.113 La filosofía delimita el ámbito disputable de la ciencia natural.
4.114 Debe delimitar lo pensable y con ello lo impensable.
Debe delimitar desde dentro lo impensable por medio de lo pensable.
4.115 Significará lo indecible en la medida en que representa claramente lo decible.”
(Tractatus logico-philosophicus)
“6.53 El método correcto de la filosofía sería propiamente éste: no decir nada más
que lo que se puede decir, o sea, proposiciones de la ciencia natural -o sea, algo que nada tiene
que ver con la filosofía-, y entonces, cuantas veces alguien quisiera decir algo metafísico,
probarle que en sus proposiciones no había dado significado a ciertos signos. Este método le
resultaría insatisfactorio -no tendría el sentimiento de que le ensañábamos filosofía-, pero sería
el único estrictamente correcto.
7. De lo que no se puede hablar hay que callar.” (Tractatus logico-
philosophicus)
“4.003 La mayor parte de las proposiciones e interrogantes que se han escrito sobre
cuestiones filosóficas no son falsas, sino absurdas. De ahí que no podamos dar respuesta en
absoluto a interrogantes de este tipo, sino sólo constatar su condición de absurdos. La mayor
parte de los interrogantes y proposiciones de los filósofos estriban en nuestra falta de
comprensión de nuestra lógica lingüística.
4.0031 Toda filosofía es crítica lingüística.” (Tractatus logico-philosophicus)
“La filosofía […] se compone de lógica y metafísica; la primera es la base. La
epistemología es la filosofía de la psicología […] La filosofía es la doctrina de la forma lógica
de las proposiciones científicas.” (Notas sobre lógica, introducción)
“La filosofía no puede en modo alguno interferir con el uso efectivo del lenguaje; puede
a la postre solamente describirlo.
Pues no puede tampoco fundamentarlo.
Deja todo como está.
Deja también la matemática como está y ningún descubrimiento matemático puede
hacerla avanzar.” (Investigaciones Filosóficas, parte I, parágrafo 124)
“No es cosa de la filosofía resolver una contradicción por medio de un descubrimiento
matemático, lógico-matemático. Sino hacer visible sinópticamente el estado de la matemática
que nos inquieta, el estado anterior a la solución de la contradicción.
El hecho fundamental aquí es: que establecemos reglas, una técnica, para un juego, y
que entonces, cuando seguimos las reglas, no marchan las cosas como habíamos supuesto. Que
por tanto nos enredamos, por así decirlo, en nuestras propias reglas.
Este enredarse en nuestras reglas es lo que queremos entender, es decir, ver
sinópticamente […] El estado civil de la contradicción, o su estado en el mundo civil: ése es el
problema filosófico.” (Investigaciones Filosóficas, parte I, parágrafo 125)
“Un problema filosófico tiene la forma: no sé salir del atolladero” (Investigaciones
Filosóficas, parte I, parágrafo 123)
“La filosofía expone meramente todo y no explica ni deduce nada. Puesto que todo yace
abiertamente, no hay nada que explicar. Pues lo que acaso esté oculto, no nos interesa.
Se podría llamar también filosofía a lo que es posible antes de todos los nuevos
descubrimientos e invenciones.” (Investigaciones Filosóficas, parte I, parágrafo
126)
“Somos, cuando filosofamos, como salvajes, hombres primitivos, que oyen los modos
de expresión de hombres civilizados, los malinterpretan y luego extraen las más extrañas
conclusiones de su interpretación.” (Investigaciones Filosóficas, parte I, parágrafo
194)
“Nuestro ansia de generalidad tiene otra fuente principal: nuestra preocupación por el
método de la ciencia. Me refiero al método de reducir la explicación de los fenómenos naturales
al menor número posible de leyes naturales primitivas; y, en matemáticas, al de unificar el
tratamiento de diferentes temas mediante el uso de una generalización. Los filósofos tienen
constantemente ante los ojos el método de la ciencia y sienten una tentación irresistible a
plantear y a contestar las preguntas del mismo modo que lo hace la ciencia. Esta tendencia es la
verdadera fuente de la metafísica y lleva al filósofo a la oscuridad más completa. Quiero afirmar
en este momento que nuestra tarea no puede ser nunca reducir algo a algo, o explicar algo. En
realidad la filosofía es ‘puramente descriptiva’.” (Cuaderno azul)
“¿Por qué al filosofar comparamos, pues, constantemente nuestro uso de las palabras
con uno que siga reglas exactas? La respuesta es que las confusiones que tratamos de eliminar
surgen siempre precisamente de esta actitud hacia el lenguaje.” (Cuaderno azul)
“La filosofía, tal como nosotros utilizamos la palabra, es una lucha contra la fascinación
que ejercen sobre nosotros las formas de expresión.” (Cuaderno azul)
“En filosofía, la dificultad estriba en no decir más de lo que sabemos.” (Cuaderno
azul)
“No hay respuesta de sentido común para un problema filosófico. Solamente se puede
defender el sentido común contra los ataques de los filosos resolviendo sus enredos, es decir,
curándolos de la tentación de atacar el sentido común; pero no reafirmando los puntos de vista
del sentido común. Un filósofo no es un hombre que haya perdido el sentido, una persona que
no vea lo que todo el mundo ver, por otra parte, su desacuerdo con el sentido común no es
tampoco el del científico, que discrepa de las opiniones ordinarias del hombre de la calle. Es
decir, su desacuerdo no está fundado en un conocimiento de hecho más sutil.” (Cuaderno
azul)

SARTRE: “Para nosotros, la Filosofía no es […] De hecho, hay filosofías. O más bien –porque
nunca se encontrará más de una que esté viva-, en ciertas circunstancias muy definidas, una
filosofía se constituye para dar expresión al movimiento general de la sociedad; y mientras vive
ella es la que sirve de medio cultural a los contemporáneos […]
Toda filosofía es práctica, aunque en un principio parezca de lo más contemplativa; el
método es un arma social y política […] Entonces la filosofía sigue siendo eficaz mientras se
mantiene viva la praxis que la ha engendrado, que la lleva y que ella ilustra […]
Si la filosofía tiene que ser al mismo tiempo totalización del saber, método, Idea
reguladora, arma ofensiva y comunidad de lenguaje; si esta ‘visión del mundo’ es también un
instrumento que está en actividad en las sociedades apolilladas, si esta concepción singular de
un hombre o de un grupo se convierte en la cultura, bien claro resulta que las épocas de creación
filosóficas son raras.” (Cuestiones de Método, I: “Marxismo y Existencialismo”;
en Crítica de la razón dialéctica, libro I)

ARENDT: “Cuando nacemos en el mundo, primero nos vemos confrontados en exclusiva con
lo que aparece, con lo perceptible sensiblemente. Puesto que nacemos en él como extraños,
como advenedizos si se nos mira desde el mundo, nos sentimos sobrecogidos por la admiración,
y nuestras preguntas van encaminadas a familiarizarnos con el mundo. Por eso, en Grecia la
filosofía estaba reservada a los jóvenes=nuevos. En menor medida, puede decirse lo mismo de
la ciencia. Nuestra admiración decrece en la medida que nos familiarizamos con el mundo.
Cuando nos hemos instalado dentro de él en cierta medida, cuando estamos familiarizados con
él, nos vemos confrontados con la muerte, que vuelve a cuestionarlo todo, pero ahora cuestiona
el todo en general, ya no lo particular, con lo que nos hemos familiarizado. Y por eso la filosofía
a su vez es un asunto de los ancianos, o de aquellos que se han representado el final.” (Diario
Filosófico, vol. I, cuaderno XXVII, mayo de 1970, pg. 758)

POPPER: “No existe una esencia de la filosofía, algo que pudiera destilarse y condensarse en una
definición: todas las de la palabra "filosofía" podrán tener tan sólo el carácter de una convención,
de un acuerdo.” ("Prefacio de la edición inglesa" de La lógica de la investigación
científica)
"Una de las tareas más antiguas, más interesantes y, quizá, más importantes de la filosofía
es el examen crítico de tales "posiciones" [teorías conscientes y otras que damos por sentadas de un
modo más o menos inconsciente y, por tanto, acríticamente] y de las teorías o concepciones que
entrañan, sobre todo las que se dan por sentadas.” (Post Scriptum a La lógica de la
investigación científica, vol.I, cap. 1, 1)
“Hace mucho que creo que existen genuinos problemas filosóficos que no son meros
rompecabezas que surjan del mal uso del lenguaje. Algunos de esos problemas son puerilmente
obvios. Y así sucedió que me tropecé con uno de ellos cuando aún era un niño, probablemente de
unos ocho años.
Había oído algo sobre el sistema solar y la infinitud del espacio (del espacio
newtoniano, por supuesto) y andaba preocupado: no podía imaginar ni que el espacio fuera
finito (porque entonces, ¿qué habría fuera de él?), ni que fuera infinito [...]
Recuerdo un número de problemas similares a este último -problemas serios, no
rompecabezas-, que me asaltaron cuando tenía doce o trece años; por ejemplo, el problema del
origen de la vida, que la teoría darwiniana había dejado abierto, y el de si la vida es simplemente un
proceso químico.” (Búsqueda sin término, 5)

FOUCAULT: “[en el mundo greco-romano] La filosofía en tanto que guía de todos los
hombres en lo que se refiere a las cosas que convienen a su naturaleza. Únicamente los filósofos
dicen cómo debe uno de comportarse, pues solamente ellos saben cómo se debe de gobernar a
los otros. La filosofía es la práctica general del gobierno […] La retórica es el inventario y el
análisis de los medios a través de los cuales se puede actuar sobre los otros mediante el
discurso. La filosofía es el conjunto de principios y de las prácticas con los que uno cuenta y
que se pueden poner a disposición de los demás para ocuparse adecuadamente del cuidado de
uno mismo o del cuidado de los otros. La filosofía se integra en la vida cotidiana y en los
problemas de los individuos. El filósofo juega el papel de consejero de la existencia […] Los
filósofos van realmente a integrarse en el modo de ser cotidiano” Hermenéutica del
Sujeto; tercera lección)
“¿Qué es la filosofía hoy –quiero decir la actividad filosófica- sino el trabajo crítico del
pensamiento sobre sí mismo? ¿No consiste más bien, en vez de, en legitimar lo que ya se sabe,
en comenzar a saber cómo y hasta dónde sería posible pensar de otra manera? Siempre hay algo
de irrisorio en el discurso filosófico cuando, desde el exterior, pretende ordenar a los demás,
decirles dónde está su verdad y cómo encontrarla” (Historia de la sexualidad, vol I;
cap. IV)
“No creo que exista una filosofía revolucionaria y una filosofía conservadora. La revolución es
un proceso político; también es un proceso económico. Pero no constituye una ideología
filosófica. Es la razón por la que una filosofía como la de Hegel ha podido ser, a la vez, una
ideología, un método y un instrumento revolucionarios, pero también, algo conservador. Tomen
el ejemplo de Nietzsche. Nietzsche ha desarrollado ideas e instrumentos fantásticos. Ha sido
adoptado por el partido nazi y ahora son los pensadores de izquierda los que, en gran número, lo
utilizan” (“Diálogo sobre el poder” en Obras esenciales, vol. III: Estética, ética
y hermenéutica)

Filosofía (crítica a la anterior)


PLATÓN: "Ciertamente, Sócrates, la filosofía tiene su encanto si se toma moderadamente en la
juventud; pero si se insiste en ella más de lo conveniente es la perdición de los hombres. Por
bien dotada que esté una persona, si sigue filosofando después de la juventud, necesariamente se
hace inexperta de todo lo que es preciso que conozca el que tiene el propósito de ser un hombre
esclarecido y bien considerado [...]. Está muy bien ocuparse de la filosofía en la medida en que
sirve para la educación, y no es desdoro filosofar mientras se es joven; pero, si cuando uno es ya
hombre de edad aún filosofa, el hecho resulta ridículo, Sócrates, y yo experimento la misma
impresión ante los que filosofan que ante los que pronuncian mal y juguetean." (Gorgias 484
c-485 e;)

ARISTÓTELES: “Los que primero filosofaron, al indagar sobre la verdad y la naturaleza de


las cosas se extraviaron, como empujados hacia un camino equivocado por inexperiencia.”
(Física, I, 8, 191 a)

DESCARTES: “Nada diré de la filosofía sino que, al ver que ha sido cultivada por los más
excelentes ingenios que han vivido desde hace siglos, y, sin embargo, nada hay en ella que no
sea objeto de disputa y, por consiguiente, dudoso, no tenía yo la presunción de esperar acertar
mejor que los demás; y considerando cuán diversas pueden ser las opiniones tocante a una
misma materia, sostenidas todas por gentes doctas, aun cuando no puede ser verdadera más que
una sola, reputaba casi por falso todo lo que no fuera más que verosímil.” (Discurso del
método, I)
“La razón más estimable por la cual nada se ha encontrado en la filosofía corriente tan
evidente y cierto que no pueda ser puesto en controversia es, en primer lugar, que los hombres
de estudio, no contentos con conocer cosas transparentes y ciertas, se atrevieron a afirmar
también las oscuras y desconocidas, a las que sólo llegaban por conjeturas probables; y
concediéndoles después ellos mismos poco a poco una fe plena.” (Reglas para la
dirección del espíritu, III)
“Quienes se inician por la antigua Filosofía: cuanto más se entregan con afán a su
estudio, tanto menos capaces son de comprender la verdadera filosofía.” (Los principios de
la Filosofía, “Carta del autor al traductor”)
“La Filosofía común, pues cabe observar fácilmente en los pedantes que tal filosofía les
hace menos capaces de razonamiento de lo que serían si nunca la hubiesen estudiado.” (Los
principios de la Filosofía, “Carta del autor al traductor”)

HUSSERL: “La descomposición de la filosofía actual en medio de su actividad sin norte, nos
da que pensar. La decadencia es innegable desde la mitad del siglo pasado, en comparación con
los tiempos anteriores, si intentamos considerar la filosofía occidental desde el punto de vista de
la unidad propia a una ciencia.” (“Introducción”, Meditaciones cartesianas, 2)
“Recriminación que hay que hacer a la filosofía de todos los tiempos –con excepción de
la filosofía del idealismo, la cual, ciertamente, erró el método- es éste: que no pudo superar el
objetivismo naturalista, […] una tentación sumamente natural. […] sólo el idealismo en todas
sus formas intentó apoderarse de la subjetividad, y hacer justicia al hecho de que el mundo
nunca está dado al sujeto y a las comunidades de sujetos de otro modo que como el mundo que
les es válido de forma subjetivo-relativa con el correspondiente contenido experiencial […].
Pero el idealismo siempre se precipitó en exceso con sus teorías y en gran parte no pudo
liberarse de presuposiciones objetivas ocultas o, en tanto que idealismo especulativo, saltó por
encima de la tarea de interrogar concreta y analíticamente la subjetividad actual.” (La crisis
de las ciencias europeas, II, 73)

RUSSELL: “Muchas de las cuestiones que hemos estado discutiendo son triviales, al menos
comparadas con la continuidad de la existencia de la especie humana. Desde que ésta cayó en
peligro, he perdido interés en el tipo de discusión que ha llegado a constituir la filosofía británica.”
(Respuesta a las críticas en The Philosophy of Bertrand Russell, p. XX)

Filosofía (árbol de la)


DESCARTES: “la verdadera filosofía, cuya primera parte expone la Metafísica; contiene los
principios del conocimiento, entre los cuales se encuentra la explicación de los principales
atributos de Dios, de la inmaterialidad de nuestras almas y de todas las nociones claras y
simples que poseemos. La segura parte da a conocer la Física; en la misma y después de haber
hallado los verdaderos principios de las cosas materiales, se examina en general cómo todo el
universo está compuesto; a continuación, cuál es la naturaleza de la Tierra y de todos los
cuerpos que más comúnmente se localizan en ella, como es el caso del aire, del agua, del fuego,
del imán y de otros minerales. Es necesario examinar, a continuación y de modo particular, la
naturaleza de las plantas, de los animales y, sobre todo, del hombre, con el fin de ser capaces de
identificar las otras ciencias que pueden reportarle utilidad. De este modo, la totalidad de la
Filosofía se asemeja a un árbol, cuyas raíces con la Metafísica, el tronco es la Física y las ramas
que brotan de este tronco son todas las otras ciencias que se reducen principalmente a tres: a
saber, la Medicina, la Mecánica y la Moral, entendiendo por ésta la más alta y perfecta Moral
que, presuponiendo un completo conocimiento de las otras ciencias, es el último grado de la
Sabiduría.” (Los principios de la Filosofía, “Carta del autor al traductor”)

Filosofía (partes de la)

ARISTÓTELES: “Unas son proposiciones éticas, otras físicas y otras lógicas. Éticas, pues, las
del tipo de si hay que obedecer más a los padres o a las leyes, caso de estar en desacuerdo;
lógicas, del tipo de si el conocimiento de los contrarios es el mismo o no; y físicas: si el mundo
es eterno o no.” (Tópicos, I, 14, 105b)

SAN AGUSTÍN: “Los filósofos quisieron por eso que la disciplina de la sabiduría fuera
tripartita (porque no establecieron ellos que fuera así, sino más bien hallaron que así era). Una
parte la llaman física; otra, lógica, y la tercera, ética [...] Nadie duda que existe una causa de la
naturaleza, una forma de ciencia y un código de vida.” (La Ciudad de Dios, XI, 25)

ABELARDO: “Boecio distingue en ella tres especies: la especulativa, que estudia la naturaleza
de las cosas; la moral, que considera la bondad de los actos humanos, y la racional, que trata de
la argumentación, y a la que los griegos denominan “Lógica.”” (Logica “Ingredientibus”)
“Nuestra intención es hacer inteligibles a los latinos todas esas partes de la filosofía.
Entre esas partes, a primera es el orden natural es la que es universal sobre el ente en cuanto tal,
que en su concepto esencial y en sus principios no envuelve el movimiento ni la materia
sensible, ni en cuanto a su existir real ni en la mente, y ésa es la filosofía primera que se llama
metafísica o teología. La segunda en ese mismo orden natural es la matemática, que en la
realidad incluye e movimiento y la materia sensible, pero no en el orden mental. La última es la
física, que en su totalidad incluye el movimiento y la materia sensible en la realidad y en orden
mental.” (Comentario a los ocho libros de la “Física” de Aristóteles, I, I, I)

Filosofía (relación con la ciencia)

AL-KINDI: “Dice el sabio Aristóteles al comienzo de la Dialéctica que toda ciencia sobre
cualquier cosa es una parte de la filosofía, que es la ciencia de todos los seres.” (Sobre las
cinco esencias)

AL-FARABI: “Los objetos formales y las materias de las ciencias no pueden menos de
pertenecer o a la Metafísica, o a la Física, o a la Lógica, o a la Matemática, o a la Ética. Ahora
bien, la filosofía es la ciencia que se propone colegir todas esas materias, sacándolas a luz y
explicitándolas, de modo que ningún ser real hay en el mundo que no tenga su parte en la
filosofía, o que en ella no tenga una finalidad propia; y aun también pertenece a ella cualquier
conocimiento a que se extienda el objeto de la potencia intelectual humana.” (Concordia
entre el divino Platón y Aristóteles, “Análisis del concepto de la filosofía”)
IBN-KHALDÛN: V. ‘ciencias (división)’.

DESCARTES: “Y en cuanto a las demás ciencias, ya que toman sus principios de la filosofía,
pensaba yo que sobre tan endebles cimientos no podía haberse edificado nada sólido.”
(Discurso del método, I)
“Habiendo advertido que los principios de las ciencias tenían que estar todos tomados
de la filosofía, en la que aun no hallaba ninguno que fuera cierto, pensé que ante todo era
preciso procurar establecer algunos de esta clase.” (Discurso del método, II)

HUSSERL: “Hacen falta los dos trabajos: junto al trabajo ingenioso y metódico de las ciencias
particulares, que persigue más la solución y el dominio práctico que la intelección de la esencia,
hace falta una reflexión paralela, “de crítica del conocimiento”, que compete exclusivamente al
filósofo y que no deja privar otro interés que el puro interés teorético, al cual restablece en sus
derechos. La investigación filosófica supone métodos y disposiciones muy distintos, puesto que
se propone fines muy distintos. No pretende remedar al especialista en su oficio, sino tan sólo
llegar a tener intelección del sentido y esencia de sus trabajos, por lo que se refiere al método y
el objeto. Al filósofo no le basta que nos orientemos en el mundo, que tengamos leyes recogidas
en fórmulas, con las cuales podamos predecir el curso venidero de las cosas y reconstruir el
pasado, sino que quiere poner en claro la esencia de “cosa”, “proceso”, “causa”, “efecto”,
“espacio”, “tiempo”, etc., y la admirable afinidad que esta esencia tiene con la esencia del
pensamiento, que puede ser pensada; con la del conocimiento, que puede ser conocida; con la de
las significaciones, que puede ser significada, etc. Si la ciencia construye teorías para resolver
sistemáticamente sus problemas, el filósofo pregunta cuál es la esencia de la teoría, qué es lo
que hace posible una teoría en general, etc. La reflexión filosófica es la que completa los
trabajos científicos del físico y del matemático, perfeccionando de esta suerte el conocimiento
puro y auténticamente teorético. La ars inventiva del especialista y la crítica epistemológica del
filósofo son actividades científicas complementarias, mediante las cuales se produce la plena
intelección teorética, que abarca todas las relaciones esenciales.” (“Prolegómenos a la
lógica pura”, Investigaciones lógicas, 11, 71)
“La tarea que el filósofo se plantea […] es una ciencia universal sobre el mundo […] un
universo de verdades en sí acerca del mundo.” (La crisis de las ciencias europeas, II,
73)
“Denomino a las ciencias ramas de la filosofía a pesar de que exista una convicción
sumamente habitual de que las ciencias positivas, objetivas, son autónomas y autosuficientes
por mor de su método supuestamente fundamentado por completo y, en esta medida,
ejemplarizante. Pero, en último extremo, el sentido teleológico unitario que atraviesa todos los
intentos sistemáticos de la historia global de la filosofía, ¿no reside en poner de manifiesto la
intelección de que la ciencia en general sólo es posible en tanto que totalidad de todos los
conocimientos?” (La crisis de las ciencias europeas, III, 29)

RUSSELL: “Mi opinión es que los motivos religiosos y éticos, a despecho de los sistemas
espléndidamente imaginativos a que han dado origen, han sido en conjunto un estorbo para el
progreso de la filosofía, y actualmente han de desecharse conscientemente por quienes deseen
descubrir la verdad filosófica. La ciencia, en su origen, se vio embrollada por motivos semejantes y
por esto se retrasó en su desarrollo. Mantengo que es en la ciencia, más bien que en la ética y la
religión, donde la filosofía debe buscar su inspiración.” ("Del método científico en
filosofía")
“Haremos muy bien en construir nuestra filosofía fundándonos en la ciencia, porque el
riesgo de errar en filosofía es seguramente mayor que el que existe en la ciencia. Si pudiésemos
tener la esperanza de alcanzar la certeza en filosofía, la cosa sería distinta, pero, por todo lo que
puedo ver, esa esperanza sería quimérica.” ("Atomismo lógico")

ORTEGA: “El filósofo, a diferencia de todo otro científico, se embarca para lo desconocido
como tal. Lo más o menos conocido es partícula, porción, esquirla del Universo. El filósofo se
sitúa ante su objeto en actitud distinta de todo otro conocedor el filósofo ignora cuál es su objeto
y de él sabe sólo: primero, que no es ninguno de los demás objetos; segundo, que es un objeto
integral, que es el auténtico todo, el que no deja nada fuera y, por lo mismo, el único que se
basta.” (¿Qué es filosofía?, III)
“Entrevimos que la verdad científica, la verdad física posee la admirable calidad de ser
exacta –pero que es incompleta y penúltima. No se basta a sí misma. Su objeto es parcial, es
sólo un trozo del mundo y además parte de muchos supuestos que da sin más por buenos; por
tanto, no se apoya en sí misma, no tiene en sí misma su fundamento y raíz, no es una verdad
radical. Por ello postula, exige integrarse en otras verdades no físicas ni científicas que sean
completas y verdaderamente últimas. Donde acaba la física no acaba el problema; el hombre
que hay detrás del científico necesita una verdad integral, y, quiera o no, por la constitución
misma de su vida, se forma una concepción enteriza del Universo. Vemos aquí en clara
contraposición dos tipos de verdad: la científica y la filosófica. Aquélla es exacta pero
insuficiente, ésta es suficiente pero inexacta. Y resulta que ésta, la inexacta, es una verdad más
radical que aquélla.” (¿Qué es Filosofía?, IV)
“No será nuestro camino ir más allá de la física, sino al revés, retroceder de la física a la
vida primaria y en ella hallar la raíz de la filosofía. Resulta ésta, pues, no meta-física, sino ante-
física. Nace de la vida misma y, como veremos muy estrictamente, ésta no puede evitar, siquiera
sea elementalmente, filosofar.” (¿Qué es filosofía?, IV)

Filosofía (tipos de)

KANT: “Cualquier conocimiento de la razón es material, y considera algún objeto, o formal, y


se ocupa simplemente de la forma del entendimiento y de la propia razón, así como de las reglas
universales del pensar en general, sin distinguir entre los objetos [...] Cabe llamar empírica a
toda filosofía en cuanto ésta se sustente sobre fundamentos de la experiencia y cabe denominar
filosofía pura a la que presente sus teorías partiendo exclusivamente de principios a priori. Esta
última, cuando es meramente formal, se llama lógica, pero si se circunscribe a determinados
objetos del entendimiento recibe el nombre de metafísica.” (Fundamentación para una
metafísica de las costumbres, A)

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