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10 Claves para escribir un libro

Planifica tu libro. Escribir un libro es como construir un edificio: antes de


empezar a escribir asegúrate de tener un plano. Piensa bien que quieres contar,
cómo vas a organizar la información en capítulos, cómo vas a terminarlo.

No te dejes vencer por la página en blanco. No olvides que todo lo que


escribas puede ser después corregido, re-escrito o incluso borrado, así que,
simplemente, escribe. Sin prisa, sin presiones, pero con constancia. Recuerda que
no se trata de escribir una obra maestra, solo de terminar tu libro.

Lee. La lectura es el oxíggeno del escritor, te inspirará y te motivará. Si estás


escribiendo una novela o un poemario, lee novelas y poemas. Si estás escribiendo
un libro de no ficción –un ensayo, un libro de auto-ayuda, un recetario...- lee
libros parecidos. Leer es el calentamiento de la escritura.

Imponte un horario fijo de escritura. Puede ser dos horas cada tarde, las
mañanas del fin de semana, o tres horas el jueves por la noche... No importa. Lo
esencial que, una vez decidas tu horario de escritura semanal, lo respetes. Solo
alcanzarás la cima de la montaña si caminas aunque sea poco a poco.

Ten siempre a mano un diccionario. Es la herramienta básica del escritor, tanto


para escribir una novela como un libro de no-ficción; en especial el Diccionario
de Sinónimos y Antónimos. Te ayudará a expresarte mejor y a no repetirte. Si
escribes ficción (novelas, relatos, poesía...) te será también muy útil un
Diccionario Ideológico.

Busca tu propia voz. No intentes escribir de forma complicada, con frases largas
o con un lenguaje complejo. Sé tú mismo/a. Ten en cuenta que el primer
propósito del lenguaje es transmitir ideas, por lo que la claridad y la sencillez
pueden ser nuestros mejores aliados, especialmente si estás escribiendo tu primer
libro. Imagina a tu futuro lector como a un amigo, no como a un juez.
Documéntate a cada paso. Necesitas la precisión, la concreción y la exactitud
para que tu libro sea interesante. Esto es así para cualquier tipo de escrito: si eres
novelista y tu personaje viaja a Londres busca nombres de calles o lugares
concretos de la ciudad. Si habla con un antropólogo, busca los términos que éstos
utilizan para expresarse. Y si escribes un libro de no-ficción reunir datos es un
paso esencial para que éste resulte útil a tus lectores.

Busca opiniones externas. Pásale tu libro a amigos, a conocidos o –mejor aún- a


personas que creas que reúnen las características de tus futuros lectores. Pídeles
su opinión de forma muy concreta: qué les ha gustado más de tu libro y qué
menos; si en algún momento se han aburrido o si hay algo que no se entiende
bien. No te pongas a la defensiva e intentes convencerles de que tu libro es muy
bueno: acepta sus opiniones y tómalas en cuenta a la hora de revisar.

Revisa lo escrito. Relee lo que vayas escribiendo y ve haciendo los cambios que
creas oportunos. Cuando termines el libro, déjalo reposar unos días y después
vuelve a leerlo con nuevos ojos. No temas reorganizar los capítulos, alterar frases
o expresiones o incluso recortar trozos enteros. Las palabras son tu material de
trabajo, moldéalas como necesites.

No olvides que a escribir se aprende escribiendo. Nadie nace escritor. El


primer libro siempre cuesta más y puede que el resultado no nos satisfaga al
100%... No importa, tómatelo como una práctica: el próximo saldrá mejor.
Escribir es como cualquier otra actividad en la vida, cuanto más la practicamos,
mejores son los resultados.

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