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AGRESIVIDAD
INFANTIL
Diferencias sexuales.
Tras muchas investigaciones, se ha podido concluir que los niños son más agresivos que las
niñas y que su modo de hacerlo suele ser fisiamente, en cambio, las niñas suelen agredir verbalmente.
Pero, hoy día no hay tanta diferencia de agresividad entre ambos sexos, como hace años, será a causa de
la influencia de la cultura.
Estrategias de evaluación
Para evaluar el comportamiento agresivo de un niño, podemos utilizar técnicas directas
(observación natural y observación análoga) y técnicas indirectas (entrevistas, cuestionarios y
autorregistros).
• Técnicas directas:
- Observación natural: puede hacerse tanto en el hogar como en la escuela con la
colaboración de padres y maestros. Es la forma más habitual.
- Observación análoga: En éste método se somete al niño a un “juego de roles”; que consiste
en la presentación mediante la narración o vídeo de situaciones interpersonales específicas y
se le pide al niño, que actúe como si se encontrase en dicha situación.
• Técnicas indirectas:
- Entrevistas: sirve para obtener información que permita formular alguna hipótesis tentativa
sobre las variables que controlan la conducta.
- Cuestionarios: no sólo se le aplica al niño agresor, sino también, a padres y maestros.
- Autorregistro: mediante éste método, se obtienen datos acerca de la duración, frecuencia,
intensidad y latencia de la conducta.
Tras los resultados de la evaluación, hay que poner el tratamiento necesario para cada niño. Para
ello, se siguen una serie de procedimientos que más adelante se explicaran.
Procedimientos para controlar los antecedentes
Para controlar los antecedentes, antes hay que manipular los estímulos que están alrededor de la
conducta agresiva.
Hay distintas formas de manipular los antecedentes:
• Reducción de estímulos discriminativos: para controlar los antecedentes, basta con eliminar
la presencia de estímulos discriminativos.
• Modelamiento de comportamiento no agresivo: la conducta agresiva se la podemos facilitar
al niño mostrándole como su comportamiento ha sido recompensado.
• Reducir la exposición a modelos agresivos: debemos evitar que el niño, esté expuesto a ver
comportamientos agresivos; porque así, la agresividad de dicho niño se reforzará.
• Reducción de estimulación aversiva: por último, otro procedimiento para controlar los
antecedentes, sería reducir la presencia de expresiones humillantes, etc.
Extinción
El procedimiento de extinción, consiste simplemente en suprimir los reforzadores que mantienen
la conducta agresiva; así conseguiremos que la conducta decaiga. Para ello, hay que tener en cuenta
algunos aspectos:
- Al principio la conducta tenderá a incrementarse, sin embargo, si las personas encargadas de
retirar las recompensas son consistentes, acabará extinguiéndose dicha conducta.
- La consistencia en el comportamiento. Éste método se debe aplicar constantemente; es decir,
sin interrupciones.
- Y por último, atendiendo más a las conductas aceptables que a las propias agresivas.
Éste proceso de extinción, puede ser de gran ayuda al niño agresor, siempre y cuando se utilice
correctamente.
Procedimientos de castigo
Hay dos tipos de procedimientos de castigo negativo:
• Tiempo fuera: Es un procedimiento mediante el cual, durante un periodo de tiempo, el niño
agresivo está apartado de las posibles fuentes de reforzamiento; éste método puede ser de 3
formas: de aislamiento, de exclusión y de no exclusión.
Debemos tener en cuenta varios factores: se debe aplicar a niños entre 2 y 12 años, tiene q
ser en un lugar aburrido y, a la vez, debe de estar controlado, etc.
• Castigo físico: Es el método menos efectivo y no es aconsejable por varias razones: el niño
tiende a imitar al agresor, aumenta su ansiedad e incrementan las conductas de evitación.
• Reprimendas: Éste es otro de los métodos para evitar la conducta agresiva; el cual consiste,
en elevar la voz (dar gritos, etc) sin la necesaria intervención del castigo físico.
• Sobrecorección: Éste método tiene como finalidad corregir las consecuencias de la conducta
agresiva y facilitar que el agresor asuma la responsabilidad de la conducta.
Éste se suele aplicar cuando ninguno de los métodos anteriores han sido efectivos.
La sobrecorección puede aplicarse de 2 formas:
- La restitutiva: requiere que el niño restituya el daño que ha originado y sobrecorrija o mejore
el estado original de las cosas.
- La práctica positiva: consiste en la repetición de una conducta deseable.
Reforzamiento diferencial
Consiste en reforzar otras conductas emitidas por el niño, excepto la que queremos eliminar.
Pueden ser de 2 tipos:
• Reforzamiento de omisión: reforzamos al niño cuando lleva un tiempo sin emitir la conducta
agresiva.
• Reforzamiento de conductas incompatibles: reforzamos al niño por emitir precisamente una
conducta incompatible con la agresión.
Ambos, permiten superar algunas de las consecuencias negativas que podría tener el uso de la extinción.
Técnicas a utilizar
Las técnicas utilizadas en el entrenamiento de HHSS son:
- Instrucciones: para indicar al niño cómo debe comportarse ante una situación conflictiva.
- Modelamiento: mediante el cual se muestra el comportamiento socialmente adecuado; y
puede hacerse en vivo o en vídeo.
- Ensayo de la conducta: a través del cual el niño pone en práctica lo que se le ha indicado a
través de las instrucciones y el modelamiento.
- Feedback: informamos al niño de lo adecuado de su ejecución.
- Reforzamiento: para incrementar la probabilidad de ocurrencia de la conducta que está
aprendiendo.
¿Cómo proceder?
Se evalúa al niño en las diferentes conductas implicadas. Una vez evaluado, se entrena mediante
las técnicas indicadas cada una de las conductas deficitarias.
Procedimientos de autocontrol
El entrenamiento en relajación, es una técnica muy útil para controlar el estado afectivo del niño
ante situaciones conflictivas.
Una de las técnicas más utilizadas es “La técnica de la tortuga”.
Técnica de la Tortuga
Es un método muy útil para eliminar respuestas agresivas y de rabietas en niños. Incluye,
técnicas de relajación y de solución de problemas.
Con ella, se enseña un medio de autocontrol por parte del niño.
Tiene como objetivo principal enseñar a los niños a reaccionar ante los impulsos de agresión.
Autoinstrucciones
Es un comentario verbal que uno se hace a sí mismo y mediante el cual el propio individuo
impulsa, dirige, mantiene o se prohíbe una conducta.
Con éste tipo de entrenamiento, se reduce la conducta agresiva al tiempo que se da un incremento en la
conducta prosocial; se enseña al niño las diferentes formas de enfrentarse a los diferentes problemas.
Las fases por las que discurre el entrenamiento son las siguientes:
- Modelado: el entrenador realiza una tarea de resolución de problemas, describiendo la
estrategia en voz alta para sí mismo y para el niño.
- Guía externa en voz alta: el entrenador instruye al niño sobre cómo realizar la tarea,
mientras éste intenta hacerla.
- Autoinstrucciones en voz alta: el niño lleva acabo la tarea mientras se habla a sí mismo en
voz alta.
- Autoinstrucciones en voz baja: el niño lleva a cabo la tarea de nuevo, mientras cuchichea las
instrucciones para sí mismo.
- Autoinstrucciones encubiertas: el niño guía su propio comportamiento mediante
instrucciones internas.
Procedimiento de autorregulación
En este caso se enseña al niño a autorregistrar su conducta, a autoevaluarse y a suministrarse a sí
mismo una consecuencia según haya actuado adecuada o inadecuadamente.
Defina la conducta
En primer lugar, tenemos que observar en el niño que es lo que exactamente le está ocurriendo y
que es lo que nos lleva a pensar que nuestro hijo tiene un comportamiento agresivo. Una vez observado
todo, debemos de empezar a trabajar en la ayuda del problema.
Existe un método muy útil para dejar muy claras al chico las consecuencias que puede tener su
comportamiento; se trata del contrato de contingencias.
Es un escrito entre padre-hijo o maestro-alumno, o terapeuta-niño; en el que se indica las conductas que
se comprometen a emitir las dos partes del contrato.
Éste tipo de contrato es más adecuado para niños a partir de 9 años; para que funcione debe de seguir una
serie de reglas:
- Los reforzadores deben estar especificados en el contrato.
- Los contratos iniciales deben buscar y recompensar pequeñas aproximaciones a la conducta
deseada.
- Las recompensas deben de ser frecuentes y en pequeñas cantidades.
- El contrato debe de ser justo y debe de estar claro.
- Y por último, se debe de llevar un registro continuo del nivel de comportamiento y ponerlo
en un lugar visible para ambas partes.
Al emitir una conducta agresiva, no nos damos cuenta de todos los antecedentes
y todos los consecuentes que ello conlleva; sino todo lo contrario, simplemente la
emitimos y nos quedamos satisfechos por el resultado positivo que conseguimos al
emitirla.
Ahora bien, una vez que he leído el libro, me he dado cuenta de que todo (de una
forma u otra) tiene solución, siempre y cuando, todos (tanto el mismo afectado como los
que le rodean) pongan de su parte.
También me ha servido, para saber tratar e una manera más adecuada a las
personas que se comportan de manera agresiva y, ahora, ya he aprendido a responder de
forma adecuada a sus comportamientos.
En realidad, yo me creía que éste libro no me iba a servir para mucho, tan sólo,
pensaba leerlo como una obligación impuesta por el profesor; pero ahora, me alegro
mucho de haberlo leído porque, a parte de haber sido muy interesante y haber aprendido
muchas cosas, también he sacado muchas cosas positivas que en mi vida personal me
afectaban directamente y ahora sé como tratarlas.