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La inmunidad de los parlamentarios: más privilegio

que garantía
Ramón SORIANO

1. lAS GARANTIAS PARLAMENTARIAS: es la única, pero quizás sí la más llamativa. Uno se


INVIOLABILIDAD E INMUNIDAD pregunta cómo una institución tan desprestigiada ha
podido entrar en nuestra norma constitucional. Co-
El artículo 71, 2 de la Constitución concede a los mo en otros casos, creo que debe haber pesado la
diputados y senadores inmunidad parlamentaria, influencia del derecho comparado y la premura de
que significa que durante el período de su mandato los constituyentes sin tiempo suficiente para re-
sólo podrán ser detenidos en caso de flagrante deli- flexionar sobre la idoneidad de instituciones y nor-
to y no podrán ser inculpados ni procesados sin la mas foráneas. Pero sobre todo la singularidad del
previa autorización de la cámara respectiva. Este momento, destacado por los estudiosos como J. M.
precepto es complementario del artículo 71, 1º, en Morales (1987, 190) o J. Salé y M. A. Aparicio
el que además se concede a estos parlamentarios (1984, 74), en el que los recién estrenados repre-
inviolabilidad por las opiniones manifestadas en el sentantes del pueblo veían en peligro y con altos
ejercicio de sus funciones. Inviolabilidad significa riesgos la solidez del nuevo Estado democrático y
irresponsabilidad jurídica de los parlamentarios por pretendían protegerse frente a otros poderes esta-
sus opiniones en el ejercicio de sus funciones. tales y poderes fácticos. Prueba de ello es que la
Ambas garantías, inmunidad e inviolabilidad, tie- inmunidad fue aprobada por ambas cámaras sin
nen como fundamento la protección de la función de enmiendas, discusión y voto en contra.
representación que realiza el parlamentario, que sin Los partidarios de la inmunidad han destacado
estas garantías podría estar amenazada por quie- que ésta consiste en una prerrogativa y no en un
nes recurrieran contra ellos con fines políticos inte- privilegio. Ambas -prerrogativas y privilegios- ex-
resados; tratan de defender en último lugar la op- cepcionan al derecho común, pero no por las mis-
ción ideológica dentro del Parlamento que ostenta el mas razones. Una prerrogativa es una facultad sin-
parlamentario en representación de quienes le vota- gular concedida en función de la protección de una
ron. Este es el sentido originario de las garantías. institución. Un privilegio es una facultad singular
Ambas garantías son protectoras de los represen- concedida en función de la persona. La inmunidad
tantes del pueblo en virtud de las funciones que éstos es una perrogativa, aunque su abuso pueda parar
desarrollan, pero tienen distinta naturaleza: a) en ra- en privilegio. Así F. Granadas (1989, 40) habla de la
zón de los fines la inmunidad protege la libertad per- conveniencia de llamar a la inmunidad prerrogativa
sonal; la inviolabilidad protege la libertad de expre- funcional y J. M. Gómez Benítez insiste en que nun-
sión; b) en virtud de los efectos jurídicos la inmunidad ca debe comportar la inmunidad parlamentaria el
comporta el impedimento de la inculpación o proce- sobreseimiento libre de los cargos imputados preci-
samiento, si no hay autorización de la cámara; la in- samente porque ésta es "un obstáculo procesal fa-
violabilidad: la irresponsabilidad jurídica plena del par- tione functionis que no debe producir efectos proce-
lamentario. Del juego de fines y efectos resulta una sales definitivos en cuanto a exención de la
distinta naturaleza de ambas garantías. La inmunidad responsabilidad criminal" (1982, 75)
es una garantía procesal de impedimento, que sus- Inmunidad e inviolabilidad son garantías parlamen-
pende durante un tiempo -en tanto el parlamentario tarias extendidas en el sistema juridico europeo -no
ostente condición de tal- la aplicación de ciertas en el anglosajón-, recibiendo diversas denomina-
normas del ordenamiento jurídico. La inviolabilidad es ciones en cada país, de las que previene A. Pizzo-
una garantía sustantiva, que anula la aplicación de russo (1984, 27), porque pueden producir confusión.
ciertas normas de plano y sin plazo. En otros lugares se llama irresponsabilidad a nuestra
Por ser una garantía temporal, la inmunidad no inviolabilidad. Los italianos emplean el término "invio-
supone el sobreseimiento libre, sino el sobresei- labilita" y los franceses el términmo "inviolabilité" para
miento temporal de la causa contra el representante referirse ¡cuidado! a nuestra inmunidad. Es sólo una
en tanto mantenga su mandato. Con razón dice P L. cuestión de nombres, pero una falta de correspon-
Murillo de la Cueva (1990, 36) que el sobreseimien- dencia entre nombres y significados puede provocar
to libre dictado por el Tribunal Constitucional, tras la indeseables contratiempos.
denegación del suplicatorio por él solicitado al Par- No creo equivocarme al afirmar que desde el lado
lamento para proceder contra un parlamentario, del ciudadano no se ve con las mismas simpatías a
convertiría la garantía de inmunidad en una "patente ambas garantías: la inmunidad parece más privile-
de inmunidad" al liberar de plano y de por vida al gio que la inviolabilidad. El ciudadano probablemen-
parlamentario de responsabilidad criminal. te concede un listón alto en la permisividad de las
La inmunidad parlamentaria es una de esas insti- opiniones de los parlamentarios para que puedan
tuciones anacrónicas, que sorprenden por haber defender sus ideologías sin ataduras, pero permite
sido incorporadas a nuestra joven Constitución. No solamente un listón bajo para evitar la detención o
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el procesamiento del parlamentario ... puesto que Hay quienes sostienen que bastan las garantías or-
ante la justicia todos debemos ser iguales. dinarias que protegen al parlamentario igual que al
ciudadano; en la lista tenemos que incluir al mismo
H. Kelsen (1977). Otros, más numerosos, sugieren
2. LA INMUNIDAD PARLAMENTARIA: UN TIENTO una modificación de la garantía parlamentaria redu-
ENTRE EL PODER LEGISLATIVO Y ciéndola a términos estrictos: límites en el ejercicio
EL PODER JUDICIAL de la garantía por el parlamentario y controles a la
decisión de la cámara parlamentaria denegando la
La inmunidad parlamentaria significa la excepción autorización para proceder contra el parlamentario.
para los parlamentarios de la detención (excepto en Por mi parte, encuentro varias razones contra el
los casos in fraganti) y asimismo de la inculpación y mantenimiento de la inmunidad parlamentaria que
procesamiento, siempre que la cámara a la que per- expongo a continuación:
tenecen lo impidan mediante la denegación de la
autorización al efecto. Esta denegación se traduce 3.1. El cambio de la democracia liberal por la
en el rechazo del suplicatorio elevado a la cámara actual democracia de partidos, que quita rele-
por el Tribunal Supremo, órgano competente para vancia personal a los parlamentarios electos. La
perseguir a los parlamentarios. Tema crucial es el institución de la inmunidad tenía sentido en un mo-
de los fundamentos para tal rechazo por las cáma- mento en que el representante personal era elegido
ras, que han sido precisados por la STC 90/1985, como tal y actuaba con libertad dentro del Parla-
de 22 de julio, cuyos criterios han sido reiterados en mento. En cambio hoy la democracia de partidos y
sentencias posteriores. En dicha sentencia el Tribu- el sistema electoral convierte al partido -no al re-
nal Constitucional ha declarado: a) su competencia presentante- en sujeto pasivo del acto de la vota-
para supervisar, como intérprete nato de la Consti- ción. En la democracia de partidos se vota, como
tución, a la que están sujetos todos los poderes pú- se ha indicado, al partido, de manera que el partido
blicos (también el legislativo), la constitucionalidad puede sustituir a unas personas por otras en las
del acto del Parlamento denegatorio de la autoriza- causas legalmente establecidas. No es la persona,
ción para proceder criminalmente contra los parla- sino el partido, quien ejerce la representación de
mentarios; b) el criterio con el que juzgar dicha hecho. El parlamentario electo se convierte en un
constitucionalidad es un criterio finalista: la confor- agente delegado del partido, protegido por él, pero
midad de la denegación con la finalidad propia de la también estrechamente limitado por él en sus ac-
institución de la inmunidad, y c) de acuerdo con es- tuaciones parlamentarias.
te criterio finalista procede la denegación cuando Este cambio trae como consecuencia que un par-
los recurrentes pretenden atentar contra el funcio- tido poco pierde, si uno de sus parlamentarios es
namiento y composición de la cámara parlamenta- inculpado o procesado, porque, tras su renuncia,
ria, esto es, "perturbar el funcionamiento de las que es causa legal de pérdida de la condición de
Cámaras o alterar la composición de las mismas", al parlamentario, puede sustituirlo por otro miembro de
privar de libertad al parlamentario e impedirle el su partido.
ejercicio de sus funciones parlamentarias.
Por lo tanto, las cámaras no han de valorar jurídi- 3.2. La merma que para la independencia del
camente los hechos, sino políticamente, por si aten- poder judicial comporta esta garantía de los
tan contra la indicada finalidad de la institución de la miembros de otro poder (el legislativo), ya que
inmunidad; tienen que emitir un juicio de oportuni- aquél no puede inculpar o procesar a los parla-
dad política, no de culpabilidad jurídica. Como ase- mentarios, si el órgano, del que éstos son
gura la STC 90/1985, la institución de la inmunidad miembros, no lo autoriza. En la actualidad la in-
permite que las cámaras realicen lo que no pueden munidad puede provocar un efecto contrario a su
hacer los órganos de naturaleza jurisdiccional: "una sentido inicial, un efecto perverso, porque la sobre-
valoración sobre el significado político de las accio- protección del parlamentario, concedida por sus
nes". propios compañeros del Parlamento, contra las ac-
tuaciones de los jueces, aparenta más un privilegio
contra la división e independencia de los poderes
3. ARGUMENTOS CONTRA LA INMUNIDAD públicos que una necesaria protección de las fun-
PARLAMENTARIA ciones parlamentarias; un privilegio excesivo de los
miembros de un poder del Estado contra las funcio-
Hoy estas garantías, especialmente la inmunidad, nes propias de otro poder estatal: el poder judicial.
están sometidas a críticas, porque pueden conver- Hay una serie de circunstancias, que rodean la
tirse más en un privilegio injustificado del parlamen- práctica de la garantía de la inmunidad, que van en
tario que en una verdadera garantía protectora de la la línea de la merma de la independencia y autono-
función parlamentaria, máxime cuando la democra- mía del poder judicial en el ejercicio de sus funcio-
cia liberal y los representantes nominales han sido nes frente a los miembros del poder legislativo: a) la
sustituidos por la democracia de partidos y los par- petición del suplicatorio, expresión que pone de re-
tidos-representantes del electorado. E. García lieve la dependencia de los jueces respecto a los
(1989, 82) resume las críticas en una frase: "han legisladores, incluso cuando realizan una función
desaparecido total o parcialmente los presupuestos propia y específica: la persecución de hipotéticos
que históricamente fundamentaron la inmunidad". infractores de la legalidad; b) la relevancia del órga-

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no judicial (el máximo: el Tribunal Supremo), que no la tutela judicial del artículo 24, 1Q de la Constitución
obstante se ve obligado a pedir el suplicatorio a la en pleitos civiles contra parlamentarios (vulneración
cámara, c) el hecho de que son los propios compa- debida a la no concesión de autorización por la cá-
ñeros de la cámara quienes conceden el suplicato- mara para proceder contra el parlamentario) declaró
rio para actuar contra uno de ellos, en lo que es po- en STC 9/1990, de 18 de enero, inconstitucional la
sible entrever cierto corporativismo; externamente la extensión de la inmunidad parlamentaria a los pleitos
denegación del suplicatorio puede ser visualizada civiles, porque se oponía a los antecedentes históri-
en un momento dado como un instrumento corpora- cos y legislativos de la institución y a la finalidad del
tivista de un órgano para proteger a sus miembros artículo 71 de la Constitución, regulador de la institu-
contra las injerencias de otro órgano. ción, consistente en la reserva del funcionamiento y
composición de la cámara parlamentaria ante una
3.3. El uso indebido de la garantía cuando se posible privación de libertad del parlamentario al ser
la convierte en refugio de quienes temen el con- procesado criminalmente (privación de libertad que
trol del poder judicial. La inmunidad es entonces no acontecía en los pleitos civiles). Con tino y pertre-
un privilegio injustificado y no una protección razo- chado de razones el Tribunal Constitucional enmendó
nable de la función parlamentaria. La inmunidad- un abuso de inmunidad perpetrado unánimemente
refugio es el talón de Aquiles de la institución, por- por los parlamentarios convirtiendo una garantía insti-
que fomenta su descrédito ante los ciudadanos; tucional en un privilegio personal.
descrédito que crece con la actitud proteccionista La extensión de la inmunidad a los procesos civiles
del partido respecto al parlamentario que tenga es un ejemplo de cómo un momento de tensión in-
problemas con la justicia. La inmunidad-refugio es controlada puede conducir a los mismísimos repre-
un privilegio no sólo contrario al principio de igual- sentantes de la voluntad popular a autoprotegerse
dad, sino a una justicia igual para todos (que es desmedidamente infringiendo el sentido y la finali-
uno de los máximos vicios concebibles en la vulne- dad de una institución parlamentaria, convirtiendo
ración de dicho principio de igualdad). Que un políti- una garantía funcional en un privilegio injustificable.
co no cargue con sus responsabilidades políticas al Porque la extensión de la inmunidad al ámbito mate-
ser imputado y procesado, y además pretenda per- rial civil trae causa de un sentimiento de autoprotec-
manecer inmune en las filas del Parlamento, con la ción de los parlamentarios contra la posibilidad de
protección de su partido, es un plato demasiado que la Ley orgánica 1/1982, de 5 de mayo, antes ci-
fuerte para ser digerido por el simple ciudadano. Sin tada, pudiera aplicarse contra sus actuaciones, pro-
embargo, nuestros políticos nos han dado algunos vocando una autocensura en la libertad de expresión
sonoros ejemplos de este lamentable proceder. En de los mismos fuera de las cámaras parlamentarias
la mente de muchos está la imagen del ex ministro (en cuyo ámbito priva la inviolabilidad) ante el temor
de Interior del gobierno socialista, procesado en el de tener que soportar fuertes sanciones impuestas
caso "GAL', protegido por su partido hasta el punto por los jueces. Lo dice el preámbulo de la ley cuando
de renovarle acta de diputado. ¿Qué puede pensar expresa que el propósito de la misma es evitar que
el simple ciudadano cuando ve que se utilizan los "una aplicación desmesurada de la Ley Orgánica
honorables escaños de la representación del pueblo 1/1982, de 5 de mayo, coarte la libertad de expresión
como trinchera y escudo contra la justicia? de diputados y senadores"
La extensión de la inmunidad a pleitos civiles ha si-
3.4. El riesgo de la injustificada extensión de do muy criticada por la doctrina. P. Fernández-Viaga
esta garantía por parte de quienes pueden (1990, 124) protestaba de una "garantía ajena a los
hacerla y se beneficiarían de ella: los legislado- contornos tradicionales de la inmunidad ... con serios
res. La extensión de la garantía se convierte en un defectos desde el punto de vista de su regularidad
privilegio, cuando los nuevos supuestos no entran constitucional". Ya antes de la promulgación de la ley
en la filosofía de la institución, porque no atentan al extendiendo la inmunidad a pleitos civiles contra los
normal desarrollo de las funciones parlamentarias, parlamentarios A. Fernández-Miranda (1984, 19-21)
ni a la composición del Parlamento la declaraba de dudosa constitucionalidad, basándo-
No es una razón teórica meramente, porque tal ex- se en argumentos de carácter hermeneutico -el art.
tensión ya ha sido intentada por nuestros legislado- 71.1 de la Constitución habla de inculpados y proce-
res, sin el menor rubor, al parecer, conduciéndola a sados, no de demandantes o demandados-, históri-
un terreno desmedidamente protector en el que la co -la inmunidad surge en la Revolución francesa
institución pierde toda su razón de ser: los pleitos civi- para prevenir contra los procesos penales, no civiles,
les contra ellos. En efecto, la Ley orgánica 3/1985, de y así es tratada en el constitucionalismo posterior-,
29 de mayo, reformó el artículo 2, 2 Q de la Ley orgá- de derecho comparado -en las constituciones vi-
nica 1/1982 , de 5 de mayo, sobre protección civil del gentes la inmunidad se refiere a los procesos pena-
derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a les exclusivamente-, y teleológicos -los procesos
la propia imagen, estableciendo la nueva exigencia civiles no afectan a la finalidad de la institución: la
de la autorización de las cámaras (Congreso o Sena- salvaguardia del funcionamiento de las cámaras y de
do) para iniciar un proceso civil contra un diputado o la formación de la voluntad del Estado-.
senador.
Afortunadamente, la jurisprudencia del Tribunal 3.5. La colisión de estas garantías -la inmu-
Constitucional ante los recursos de particulares es- nidad y la inviolabilidad- con el ejercicio de
grimiendo la vulneración del derecho fundamental a importantes derechos fundamentales. La colisión

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del derecho a la libertad personal del parlamentario 3.7. la experiencia histórica, remota y próxima,
-que no puede ser detenido salvo en caso de fla- contraria a un buen uso de la inmunidad. La in-
grante delito, ni inculpado, ni procesado, salvo auto- munidad se ha empleado mal, antes y ahora. Antes
rización del Parlamento (inmunidad)- con el dere- la inmunidad fue un privilegio de los políticos. En el
cho a la tutela judicial (art. 24, 1Q de la Constitución) derecho histórico español el suplicatorio fue negado
del recurrente que pretende iniciar un proceso penal para toda clase de procesos (no importaba la causa
contra el parlamentario, y la colisión de la plena li- penal), aprovechando que el Parlamento no estaba
bertad de expresión del parlamentario en el ejerci- sometido al control judicial de su decisión. La finali-
cio de sus funciones (inviolabilidad) con el derecho dad de la inmunidad fue adulterada constantemente.
al honor (u otros derechos) del recurrente lastimado La tutela judicial por los suelos y los políticos impu-
por las opiniones del parlamentario. nes de sus fecharías es el panorama que ofrece la
Precisamente en esta materia de colisión de de- aplicación de la inmunidad contemplada histórica-
rechos fundamentales la jurisprudencia constitucio- mente.
nal ha sentado el principio de la compaginación y Hoy la situación no ha cambiado ostensiblemente;
ponderación de derechos, y no el sacrificio de uno a continúa siendo un privilegio injustificado cuando
costa de otro, ya que el constituyente no ha esta- afecta a parlamentarios de los grandes partidos. Ha
blecido una jerarquía de derechos fundamentales, sido una verdadera patente de corso para políticos
sino un contrapeso de límites para facilitar el ejerci- a los que ha protegido de la incoación de procesos
cio de todos ellos. Sin embargo, no se promueve comunes (que en nada afectaban a la función par-
este equilibrio cuando se blinda el derecho de unos lamentaria) y un arma arrojadiza contra otros políti-
contra los de otros, que es en lo que consiste real- cos acusados por razones políticas (parlamentarios
mente las garantías de los parlamentarios, actua- abertzales vascos). La experiencia parlamentaria
das precisamente por ellos mismos a través de las española ha manejado una nada inocente moneda
cámaras parlamentarias (no por un tercero en fun- de doble uso: ha denegado el suplicatorio para pro-
ciones arbitrales). cesos comunes y lo ha concedido para procesos
En esta línea jurisprudencial de compaginación y políticos, quebrantando el sentido y la finalidad de la
ponderación de derechos implicados, el Tribunal inmunidad parlamentaria. En los primeros procesos
Constitucional ha reducido estas garantías a un concediendo un privilegio injustificado; en los se-
sentido estricto y no como patentes de corso de los gundo negando una garantía justificada. El lector
parlamentarios. La inviolabilidad debe referirse a puede encontrar pruebas evidentes del uso doble
opiniones esgrimidas por los parlamentarios exclu- de esta contaminada moneda, que es la inmunidad,
sivamente en el ejercicio de actividades parlamenta- leyendo la relación de casos de inmunidad de las
rias y la inmunidad exclusivamente a procesos pe- cámaras parlamentarias, construida por J. Sánchez
nales. Ya la STC 51/1985, de 10 de abril, subrayaba García (1986, 201,224). Por otra parte, J. Salé y
el sentido estricto con que debía entenderse "el M.A. Aparicio aluden a que se ha hecho un mal uso
ejercicio de las funciones parlamentarias", no en- de esta garantía porque no se ha empleado en
trando en su ámbito protector los actos realizados "problemas políticos directos de las propias cáma-
"fuera del ejercicio de competencias y funciones ras, en los que el Parlamento se encuentra involu-
que le pudieran corresponder como parlamentarios" crado" (1984, 75).
y la STC 9/1990, de 18 de enero, antes citada, cortó El caso español no es una excepción. Hace unos
de plano la extensión de la inmunidad a los pleitos años G. Zagrebelsky (1979, 92-93) ya señalaba la
civiles contra los parlamentarios. insostenibilidad de las inmunidades de los parla-
mentarios de Italia por el abuso de estas prerrogati-
3.6. la suficiente protección procesal de los vas en beneficio de los intereses partidistas; a ello
parlamentarios con la jurisdicción ordinaria. El han contribuido las técnicas dilatorias del Parlamen-
otro polo de la inmunidad, tal como está en nuestro to -asegura Zagrebelsky- retrasando la conce-
derecho, es la aplicación de la jurisdicción ordinaria sión de su autorización al Poder judicial para proce-
a los parlamentarios vigente en el sistema español. sar a los parlamentarios italianos.
No estoy de parte de este argumento, sino de la su-
presión de la inmunidad en cuanto exigencia de una
autorización parlamentaria para proceder contra un 4. PROPUESTA: UN PRIVilEGIO DE HECHO
miembro del Parlamento. El parlamentario está sufi- A SUPRIMIR
cientemente protegido contra las maniobras de un
juez cualquiera (ya actúe motu propprio o como Los estudiosos de la garantía de la inmunidad han
cauce de intereses ajenos), porque sólo puede ser criticado su regulación en el ordenamiento jurídico
procesado por un colegio de jueces relevantes, co- español. La opinión contraria de L. Martín-Retortillo
mo es la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, re- (1994) favorable a la extensión de la institución más
quisito que exige el artículo 71, 3 de la Constitución. allá de los límites indicados por la jurisprudencia
Creo que la competencia de un órgano plural y constitucional es totalmente atípica.
amplio como el Tribunal Supremo es ya suficiente J. García Morilla (1994, 112) acepta la inmunidad
garantía de la libertad del parlamentario frente a la dentro de unos límites estrictos de aplicación, ape-
que resulta innecesaria y adquiere carácter de privi- lando a las responsabilidades tanto del Parlamento
legio la inmunidad, tal como está regulada en nues- para no hacer un uso indebido de la misma, como
tro derecho. del Tribunal Constitucional, regulando de una mane-

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ra restrictiva su procedimiento. P.Fernández-Viagas 5. FORMULACION DE LA PROPUESTA
(1990, 141) dice de ella que es superflua en un Es-
tado de Derecho consolidado, porque bastan los tri- Reforma del artículo 71, 2 de la Constitución susti-
bunales de justicia para proteger a los ciudadanos, tuyendo el texto constitucional vigente:
sean o no parlamentarios. De la misma opinión es F. "Durante el período de su mandato los Diputados
Santaolalla (1990, 123). A. Carro (1981, 95, 108) y Senadores gozarán asimismo de inmunidad y sólo
asegura que "ha cumplido su función y en la actua- podrán ser detenidos en caso de flagrante delito. No
lidad subsiste por inercia de la tradición ... y que es podrán ser inculpados ni procesados sin la previa
mejor que decaiga su uso en vez de abolirla". Y J. autorización de la Cámara respectiva."
Solé y M.A. Aparicio dicen de ella que es "un vesti- Por este otro texto:
gio disfuncional e inútil" (1984,74). "Durante el período de su mandato los Diputados
Pero muy pocos defienden abiertamente su su- y Senadores no podrán ser inculpados ni procesa-
presión constitucional. Parece que se impone el de- dos sin el previo informe motivado de la Cámara
recho constitucional comparado, en el que sobrevi- respectiva."
ve hoya duras penas esta institución.
En mi estimación son más los males que los bene-
ficios deparados por la inmunidad, y por ello propon- BIBLlOGRAFIA CITADA
go la supresión de la previa autorización de la cáma-
ra parlamentaria para proceder criminalmente contra Carro, A. 1981, "La inmunidad parlamentaria", Revista de Dere-
cho Político, núm. 9.
un parlamentario, y, en su lugar, la obligación del Tri- Fernández-Miranda, A. 1984, "Del intento de ampliar el ámbito
bunal Supremo (Sala de lo Penal) de recabar pre- material de la inmunidad parlamentaria a determinados pro-
ceptivamente un informe de la cámara motivado so- cedimientos civiles", Revista española de Derecho Constitu-
cional, núm. 12.
bre las eventuales implicaciones políticas de la Fernández Viagas, P. 1990 La inviolabilidad e inmunidad de los
iniciativa procesal. Asimismo la sujeción de la deten- Diputados y Senadores. La crisis de los "privilegios" parla-
mentarios, Madrid, Civitas.
ción del parlamentario al régimen jurídico ordinario,
García Morillo, J. 1994, "Contenido, finalidad y control de la in-
donde las garantías procesales deben amparar de la munidad parlamentaria", en el vol. col. Inmunidad parlamenta-
misma manera al parlamentario y al ciudadano. ria y jurisprudencia, Madrid, Centro de Estudios Constitucio-
nales, Colección Cuadernos y Debates, núm. 46.
Al fin y al cabo, hoy en día, la garantía de la inmu- García López, E. 1989 Inmunidad parlamentaria y Estado de
nidad no margina el control jurisdiccional de los ac- Partidos, Madrid, Tecnos.
tos del Parlamento, y así la denegación del suplica- Gómez Benítez, J.M. 1982, "La inviolabilidad y la inmunidad par-
lamentarias", Revista de la Facultad de Derecho de la Univer-
torio por el Parlamento es recurrible en amparo ante sidad Complutense, núm. 64.
el Tribunal Constitucional por infracción del derecho Granados, F. 1989, "Diputados y senadores: su igualdad ante la
fundamental a la tutela judicial efectiva (art. 24, 1º ley", Revista de las Cortes Generales, núm. 17
Kelsen, H. 1977, Esencia y valor de la democracia, Barcelona,
de la Constitución), y es este órgano quien supervi- Labor.
sa si la cámara ha actuado correctamente motivan- Lucas Murillo de la Cueva, P. 1990, El estatuto de los parla-
mentarios. Problemas generales, Ponencia presentada al
do la improcedencia política (en perjuicio del funcio- Seminario de Derecho Parlamentario, Victoria-Gastéiz, Par-
namiento y composición de la cámara) de la lamento Vasco
inculpación o procesamiento del parlamentario. Es Martín-Retortillo, L. 1994, "Inmunidad parlamentaria y separa-
ción de poderes", en el vol. col. Inmunidad parlamentaria y ju-
decir: actualmente el Tribunal Constitucional puede risprudencia, ed. por el Centro de Estudios Constitucionales,
"enmendar la plana" al Parlamento, que no ha moti- Colección Cuadernos y Debates, núm. 46, Madrid.
vado o sabido motivar la implicación política de la Morales, J.M. 1987, "Las prerrogativas parlamentarias a la luz
de la jurisprudencia constitucional", Revista de las Cortes Ge-
iniciativa procesal contra un parlamentario, hacien- nerales, núm. 12.
do prevalecer el derecho a la tutela judicial efectiva Pizzorousso, A. 1984, 'las inmunidades parlamentarias. Un en-
foque comparatista", Revista de las Cortes Generales, núm.
del recurrente y permitiendo el procesamiento del 2.
parlamentario. Sánchez García, J. 1986, "La inmunidad parlamentaria en la
Mi propuesta consiste en otorgar plena jurisdicción actual democracia española", en 11Jornadas de Derecho par-
lamentario, Madrid, Congreso de los Diputados.
al Tribunal Supremo (Sala de lo Penal), para proceder Santaolalla, F. 1990, Derecho Parlamentario Español, Madrid,
criminalmente contra un parlamentario, con el requisi- Espasa -Cal pe.
to previo de un informe motivado del Parlamento. Solé Tura, J., Aparicio, M.A. 1984, Las Cortes Generales en el
sistema constitucional, Madrid, Tecnos.
Cambiar el suplicatorio por un informe es ciertamente Zagrebelsky, G. 1979, Le inmunitá parlamentari, Turín, Einaudi.
suprimir la institución de la inmunidad, que comporta-
ría una reforma de la Constitución.

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us sentencias básicas del
Tribunal dI! Justicia de
las Comunidadl!s Europe.as

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