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Un 16.

9% de los profesores presentó trastornos mentales en el


último año
20/04/2011

Estudio de la Escuela de Salud Pública de la U. de Chile en colegios municipales revela que la violencia escolar, las
bajas remuneraciones y la falta de valoración inciden en la salud mental de los educadores y en su desempeño en el
aula.
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Estudio de la Escuela de Salud Pública de la U. de Chile.

Las condiciones psicosociales del ambiente de trabajo son un factor crítico en el desempeño de los
profesores y tienen una estrecha relación con el rendimiento académico de los alumnos. Así lo indica un
estudio realizado por la Escuela de Salud Pública de laUniversidad de Chile, que estableció el vínculo
entre la salud mental de los docentes de escuelas municipalizadas y los resultados en la prueba SIMCE.

La investigación se desarrolló sobre una muestra de 189 profesores de cuarto básico de 116 colegios,
ubicados en las comunas de Cerrillos, La Florida, Lo Espejo, Maipú, Pudahuel, San Bernardo y Viña del
Mar. 96 docentes pertenecen a escuelas cuyo puntaje en el SIMCE 2009 estuvo por sobre la media de
las regiones de Valparaíso y Metropolitana, mientras 93 trabajan en establecimientos con resultados
bajo esa línea.

El estudio, liderado por el psiquiatra y académico de la Escuela de Salud Pública, Rubén Alvarado,
consideró la aplicación de instrumentos de medición de factores psicosociales de riesgo laboral y salud
mental, así como entrevistas a jefes de UTP y de Direcciones y Corporaciones Municipales de
Educación.

Los puntos críticos

Los profesores de colegios con puntaje bajo la media tienen un mayor nivel de exigencias psicológicas,
menor apoyo social en sus escuelas y baja calidad del liderazgo dentro del ambiente laboral, además de
una mayor prevalencia de trastornos mentales. En comparación con el otro grupo, una proporción más
alta -39,3% v/s 22,8%- había sido clasificado como “básico” en su última evaluación docente, en tanto
sus comunidades presentan una mayor vulnerabilidad social.
Los aspectos críticos que destacaron los entrevistados fueron la segregación socioeconómica, que pone
una presión adicional al sistema público al no poder lograr los resultados que ofrece el mundo
educacional pagado; la jornada escolar completa, que conlleva una presión extra sobre el sistema
municipal debido a problemas de gestión, organización de recursos humanos y materiales; y el bajo
nivel de apoyo de parte de los entes reguladores del sistema municipal.

Otros factores que influyen en la motivación y satisfacción de los educadores con su trabajo son las
carencias y problemas derivados de la vulnerabilidad social de los alumnos y sus padres y la
desvinculación de éstos de su rol. “Esto hace a los docentes asumir tareas como llevar a los estudiantes
al doctor o preocuparse por sus materiales, vestimentas e incluso por sus modales y valores”, explicó el
Dr. Alvarado. Asimismo, los altos niveles de conflicto en las escuelas impactan de manera clara en la
situación de los profesores, en cuanto se ven afectados por la violencia de sus estudiantes hacia ellos,
observan las actitudes violentas entre niños y niñas, reciben agresiones por parte de los apoderados e
inclusive maltrato psicológico de los equipos directivos.

A lo anterior se suma la falta de gratificación (incluida la informal, como felicitaciones), la presión sobre
los docentes de cuartos básicos por la propia prueba SIMCE y las diferencias en la valoración social
entre profesores según el colegio en que trabajan. Las bajas remuneraciones y calidad de vida, los
problemas de infraestructura y el tipo de contrato “configuran un ambiente laboral que genera alto
niveles de estrés y depresión en el profesorado, y que propenderá a que la tarea docente no tenga las
condiciones propicias para el desarrollo de habilidades y conocimientos en los estudiantes”, precisa el
especialista.

Al respecto, uno de los resultados indica que los profesores de los colegios que tuvieron un puntaje bajo
la media en la prueba SIMCE 2009 señalan menores niveles de satisfacción con el aspecto laboral de
su vida.

Ambiente laboral y trastornos mentales

Por otra parte, existe una clara vinculación entre el clima y condiciones laborales y la aparición de
trastornos mentales. “Por ejemplo, las situaciones antes descritas presentan un panorama favorable a la
aparición de problemas de tipo emocional y psicológico y de patologías como crisis de pánico,
depresiones, angustia, ansiedad u otras”, sostuvo el investigador de la Escuela de Salud Pública.

En general, el 30,1% de los encuestados describió como “regular” o “mala” su salud mental en el último
año. El indicador de presencia de algún trastorno mental en el último año reveló que un 16,9% de los
docentes presentó algún trastorno afectivo y/o de ansiedad, siendo los más frecuentes el episodio
depresivo mayor (5,8%) y el episodio depresivo moderado (3,7%). Respecto de los trastornos por
ansiedad, la mayor prevalencia la tuvieron el trastorno de pánico (3,7%) y la agorafobia (3,7%).

En cuanto al Síndrome de Burnout, los docentes de colegios con puntaje bajo la media en el SIMCE
2009 obtuvieron peores resultados: mayores niveles de agotamiento emocional y de despersonalización,
sumados a menor realización profesional. De igual forma, en este mismo grupo de docentes se observó
una prevalencia bastante más alta de trastornos mentales afectivos y/o de ansiedad en el último año.

El Dr. Rubén Alvarado señaló que las alteraciones psicofisiológicas de los docentes tienden a producir
largas interrupciones en el trabajo, a pesar de que los profesores tienden a ocupar muy poco las
licencias médicas. Según refieren los propios encuestados, ello se debe al miedo a perder el trabajo, a
la percepción de sentirse indispensables y a la poca credibilidad en torno a las licencias psiquiátricas.
Así, los profesores “no se permiten enfermar” y no asumen la necesidad de tratarse algún problema o
enfermedad, o bien interrumpen los tratamientos.

El experto puntualizó que los establecimientos municipales de más bajos resultados “producen” o
contienen docentes con baja autovaloración, altos niveles de angustia y frustración. En general,
perciben que su vocación y motivación hacia su trabajo no tiene el apoyo social necesario por parte de
las instituciones, ni de sus superiores ni de los apoderados.

“Por todo lo anterior, es importante que los indicadores de salud mental se analicen en relación con
otros factores del contexto social, de la comunidad que atiende el colegio, del ambiente laboral dentro
del establecimiento, etc., y que se observe la estrecha relación que hay entre la motivación hacia el
trabajo y éstos. Bajo esta perspectiva, los indicadores de salud mental pueden ser un reflejo del
contexto, a la vez que contribuyen a la mantención de la situación”, expresó.

Edición: Universia / RR

Fuente: Universidad de Chile

Tags: afectan, Condiciones de trabajo, escolares, profesores, rendimiento, UCHILE, Universidad de


Chile

Universidad: Universidad de Chile

Perfil: Universitario, Postuniversitario

Área de la ciencia: Ciencias sociales (todo), Medicina (todo)

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