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El cambio
dimensional debe ser pequeño. Una contracción intensa ocasiona
microfiltración con la consecuente formación de caries. Una expansión
excesiva puede ejercer presión sobre la pulpa y originar dolor posoperatorio o
protrusión de la restauración. Las amalgamas con cinc tienden a experimentar
mayor expansión al estar en contacto con la humedad.
El deterioro marginal observado con los años puede deberse a varios factores
como preparación o terminado inadecuado de la preparación, exceso de
mercurio, escurrimiento y corrosión.
Estudios previos señalan que los barnices adhesivos pueden afectar las
propiedades mecánicas de la amalgama y además se pueden incorporar entre
la amalgama. Boston, en 1997, determinó la distribución de dos adhesivos en
restauraciones en amalgama clase I. Se observó que las restauraciones que
incluyeron adhesivo mostraron mayor cantidad de sustancia que no era
amalgama, que aquellas que no usaron adhesivo. Los dos adhesivos
comerciales utilizados se incorporaron a la amalgama.
Zimmer, en 1993, encontró que las amalgamas tratadas con barniz mostraron
igual calidad que las no tratadas, mientras que las tratadas con liner revelaron
una calidad inferior. Después de seis meses no hubo diferencias entre los tres
grupos. Ninguno de los barnices mejoró la calidad de los márgenes de las
restauraciones en amalgama.
Conclusión
La duración de la amalgama es algo que sobresale sobre los demás materiales
utilizados en odontología. Akerboom y cols., en 1993, evaluaron amalgamas a
los diez años de su colocación y establecieron dos tipos de fallas: falsas y
verdaderas (tabla 2). Las verdaderas eran debidas a técnica restaurativa
deficiente, y las falsas, a otras causas. Solamente, el 8.5% de las
restauraciones tuvo que ser reemplazado, en su mayoría por fallas verdaderas.
Los orígenes para las fallas verdaderas fueron el operador, el material y el tipo
y tamaño de la restauración. Se registró mayor reemplazo de grandes
restauraciones que de las pequeñas y fue mayor en molares que en
premolares. Hubo diferencias significativas entre operadores pero no entre las
marcas utilizadas. Los orígenes de las fallas falsas estuvieron más
relacionadas con factores del paciente.
Con respecto a otros materiales, en 1990, Norman y cols., mostraron que las
resinas y amalgamas tuvieron un desempeño satisfactorio durante el período
de estudio y que las diferencias significativas se observaban en una integridad
marginal pobre para las amalgamas, y un gran desgaste por el uso en las
resinas compuestas.
Bibliografía
Akerboom HB, Advokaat JG, Van Amerongen WE, Borgmeijer PJ.
Long-term evaluation and rerestoration of amalgam restorations.
Community Dent Oral Epidemiol 1993 Feb;21(1):45-8.
Asaoka K. Effects of creep value and occlusal force on marginal
adaptation of amalgam filling. J Dent Res 1994 Sep;73(9):1539-45.