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HOMBRO DOLOROSO (Tendinitis

del manguito de los rotadores/


Síndrome de pinzamiento/ Bursitis
subacromial)
La tendinitis del manguito rotador es una patología por sobreuso que provoca dolor y
discapacidad en el hombro y parte superior del brazo. A menudo se le denomina
"pinzamiento" o bursitis. Estos 3 nombres describen la misma condición, causada por la
utilización del hombro y brazo en tareas que son repetitivas y que con frecuencia incluyen
movimientos del brazo por encima del plano del hombro.

Causas y síntomas
Las actividades deportivas que se asocian con frecuencia a esta condición son los deportes de
raqueta, la natación, los deportes de lanzamiento y el levantamiento de pesas. Cuando el atleta
aumenta su nivel de actividad demasiado rápidamente o entrena durante largos periodos de
tiempo, los grupos músculo-tendinosos pueden inflamarse. El resultado es: dolor, sensibilidad
local e incapacidad para realizar movimientos con el hombro afecto.

Otras actividades como pintar, conducir o la carpintería también pueden causar y/o agravar los
síntomas. La tendinitis a menudo provoca dolor con acciones como peinarse, ponerse una
chaqueta, meterse la camisa o dormir sobre el hombro o con el brazo sobre la cabeza. Esta
patología puede provocar un dolor agudo, o puede ser crónica con un dolor sordo que dura
varios meses.

Diagnóstico
Existen varias etapas en el diagnóstico de la tendinitis del manguito rotador:
1. Su médico le realizará una historia clínica cuidadosa
2. Tests específicos en la exploración física
3. Las radiografías pueden ser de utilidad para detectar "espinas" óseas
4. Ocasionalmente, una inyección de anestésico local en la bolsa serosa adyacente al
manguito aliviará el dolor, ayudando a confirmar el diagnóstico
5. En casos complicados, se puede pedir una RMN (resonancia magnética nuclear) para
evaluar los tendones del manguito buscando desgarros o signos degenerativos.

Tratamiento
El tratamiento generalmente es no-quirúrgico. Los objetivos del programa de tratamiento son,
en primer lugar reducir la inflamación y posteriormente distender y fortalecer los músculos
que componen el manguito rotador. La inflamación usualmente es controlada con reposo,
hielo y medicación oral (antiinflamatorios).
Es conveniente reducir o evitar la actividad desencadenante. Esto puede significar por
ejemplo, nadar distancias menores o evitar el servicio sobre la cabeza en el tenis. Puede que
necesite modificar ciertas actividades de su trabajo durante algún tiempo (ej. el uso de un
ratón de ordenador, pintar, etc...).
Una vez que la inflamación ha sido controlada, su médico probablemente prescribirá un
programa de estiramiento y fortalecimiento. Es importante que usted cumpla con este
programa para conseguir resultados duraderos. Al comienzo del programa de fortalecimiento
puede resultarle de ayuda la aplicación de hielo sobre el hombro después de los ejercicios. Los
ejercicios de estiramiento se realizan antes que los de fuerza para calentar y distender los
músculos del manguito.
Realice los siguientes ejercicios al menos en cuatro sesiones semanales, preferiblemente a
diario, con días de descanso ocasionales.

Estiramiento 1
Llevar la mano del miembro afecto al hombro opuesto. Adelantar
ligeramente el hombro. Debería experimentar un ligero estiramiento
en el hombro afectado.

Ejercicio 1
Con la mano sujetando una pesa
(con el pulgar hacia abajo),
eleve el brazo extendido hasta
un ángulo de 45º o hasta donde
el dolor lo permita.
Estiramiento 2
Coloque el brazo afectado sobre la cabeza, con la mano extendida
hacia la parte posterior del hombro contrario. Lentamente lleve el
codo doblado hacia atrás.

Ejercicio 2
Este ejercicio puede realizarse de pie con una
goma, o tumbado sobre el lado doloroso con
pesos (ver el dibujo inferior). Comenzar con
varias repeticiones de movimientos lentos y
progresar con más peso o tensión de la goma.

Estiramiento 3
Llevar la mano del brazo afecto al hombro opuesto. Adelantar el
hombro ligeramente. Usted debería experimentar un cierto
estiramiento en el hombro afectado.

Ejercicio 3
Túmbese en
una mesa con el
codo en el
borde y la
mano colgando,
con un peso en
la mano. Levantar el peso paralelo al suelo
hasta el nivel de la mesa o de la cabeza
(manteniendo la espalda plana, sin
arquearla). Elevar el codo en dirección al techo de manera que se aproximen los omóplatos.
Comenzar con un peso pequeño y aumentar progresivamente. Recuerde: el ejercicio debe ser
lento y controlado.

Nota: Usted puede experimentar algunas molestias, pero no debe sentir dolor. Estos métodos
pueden funcionar por sí solos o requerir la utilización complementaria de fisioterapia
(ultrasonidos, estimulación eléctrica, etc.). La solución quirúrgica del problema se plantea
generalmente si el tratamiento descrito no tiene éxito.

Prevención
Es importante moderar las sesiones de entrenamiento y programar periodos adecuados de
descanso entre éstas para prevenir la tendinitis. El precalentamiento y la realización de
estiramientos y ejercicios de fuerza son también componentes de la prevención. El prestar
atención inmediata a un dolor en el hombro y brazo superior durante el entrenamiento o tras
una sesión puede prevenir un problema crónico. El tratamiento de los síntomas en el hombro
debe iniciarse tan pronto como estos se inicien.

Original en inglés: www.orthohealth.com

Tema relacionado: Roturas del manguito rotador

Ejercicios de Hombro
Existen tres tipos de ejercicios que son útiles para el hombro. Su médico del Institut Ferran de
Reumatología le indicará cuáles debe practicar. No los ejecute sin supervisión médica.
• Ejercicios de calentamiento. Estos ponen en movimiento los músculos y los tendones
antes de que usted comience a practicar los ejercicios de estiramiento o de
fortalecimiento. Por medio del calentamiento, usted disminuirá el riesgo de que se
produzcan lesiones al practicar los ejercicios más activos.

• Ejercicios de estiramiento. Estos ejercicios son útiles si usted tiene dificultad para
mover el brazo en ciertas direcciones o colocarlo en algunas posiciones. Ayudan a
mover el hombro de manera más amplia y fácil, sin dolor.

• Ejercicios de fortalecimiento. Estos ejercicios fortalecen a los músculos del hombro


para ayudar a protegerlos de las lesiones. Practíquelos sólo cuando su médico le
indique que usted está listo, ya que si los practica demasiado pronto le causarán más
dolor y lesiones.
Pregúntele al médico si debe Vd. tomar alguna medicación o aplicarse frío o calor antes del
ejercicio o si pueden resultar muy dolorosos a veces se recomienda realizarlos bajo el chorro
de agua caliente de la ducha o en un espacio termal.
Ejercicios de calentamiento.
Flexione el cuerpo desde la cintura hasta que el
tronco se encuentre paralelo al suelo. Deje que
el brazo doloroso cuelgue como un péndulo
enfrente de usted y balancéelo lenta y
suavemente en pequeños círculos (Figura 2). A
medida que el músculo se caliente, haga los
círculos cada vez más grandes. Practíquelo
durante un minuto.

Ejercicios de estiramiento.
1. Coloque la mano del brazo doloroso sobre el
hombro opuesto. Con la otra mano tome el
codo desde abajo y empújelo hacia arriba con
suavidad hasta donde sea posible sin que esto
le produzca dolor (Figura 3). Mantenga esa
posición durante unos segundos y luego lleve el

brazo con suavidad hasta la posición inicial.


Repítalo 10-15 veces.

2. Colóquese de pie con el hombro doloroso a


unos 60-90 cm. de la pared. Extienda el brazo,
coloque la yema de los dedos sobre la pared y
súbalos suavemente hasta donde sea posible
(Figura 4). A continuación, acérquese a la
pared y vea si puede subir los dedos un poco
más. El objetivo es alcanzar el punto en donde
el brazo se encuentre extendido hacia arriba
contra la pared. Cuando usted haya llegado lo
más alto posible, mantenga esa posición
durante unos cuantos segundos y luego baje
los dedos por la pared. Repítalo 5-10 veces.

3. Manténgase erguido y coloque el dorso de la mano del lado afectado sobre su espalda. Con
la otra mano, lance el extremo de una toalla de baño sobre el hombro sano y tómelo con la
mano que se encuentra atrás de la espalda. Jale con suavidad la toalla con la mano sana,
elevando el brazo doloroso (Figura 5). No jale la toalla con violencia, hágalo hasta donde sea
posible sin que la maniobra le produzca dolor. Mantenga esa posición durante unos cuantos
segundos y vuelva lentamente a la posición inicial. Repítalo 10-15 veces.

4. Coloque la mano del brazo doloroso atrás de


su cintura. Con la palma dirigida hacia la
espalda, trate de levantar la mano sobre su
espalda hasta donde sea posible, como si los
dedos caminaran hacia arriba por la columna
vertebral (Figura 6). Mantenga esa posición
durante unos segundos y luego permita que la
mano se deslice hacia la cintura. Repítalo 5-10
veces.
5. Sitúese con la espalda apoyada en la pared.
Con las palmas frente a frente, entrelace los
dedos y coloque las manos en la nuca. Trate de
mover los codos hacia atrás hasta que toquen
la pared (Figura 7). Manténgalos ahí durante
unos segundos y luego muévalos hacia
delante. Repítalo 10-15 veces.

Ejercicios de fortalecimiento

Necesitará unas pesas de 0.5 - 2.5 Kg. para


ejecutar estos ejercicios; las latas de alimentos
son útiles, pero es más fácil sostener las pesas
de gimnasia.
1. Acuéstese sobre su espalda con el codo
junto al costado y flexionado a 90 grados, de
manera que el antebrazo se dirija hacia fuera.
Levante lentamente la mano que sostiene la
pesa, hasta que ésta apunte hacia el techo;
luego regrese a la posición inicial (Figura 8)
Repítalo 10 veces. A medida que el hombro
se fortalezca, repítalo hasta 20 veces.

2. Acuéstese
sobre su
costado y
mantenga el codo cerca del cuerpo y flexionado a 90 grados,
como en el ejercicio 1. Levante lentamente la mano que sostiene
la pesa, hasta que ésta apunte hacia el techo; luego bájela
(Figura 9). Repítalo 10 veces, hasta llegar a 20 veces a medida
que el hombro se fortalezca.

3. En posición
de pie o
sentado,
sostenga las
pesas en ambas manos y gire las manos
hasta que los pulgares apunten hacia el piso.
Extienda los brazos unos 30 grados hacia
delante, levántelos suavemente hasta que se
encuentren un poco abajo del nivel del
hombro y luego bájelos (Figura 10). (No los
eleve por arriba del nivel del hombro porque
esto puede perjudicar a los músculos y a los
tendones por esfuerzo excesivo). Repítalo 10
veces y aumente el número de repeticiones
en forma gradual hasta llegar a 20.

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