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20 de Febrero 2004
2
i
Entiendo que esta es una buena ocasión para agradecer todos los esfuer-
zos, ya sean emocionales, académicos o económicos, que la familia, amigos
y profesores han realizado para que este trabajo pueda ser presentado. Para
todos ellos, mi sincero agradecimiento y respeto.
Ya que en la redacción de los capítulos que dan forma a éste trabajo he
intentado ser riguroso y breve, no voy a ser menos en esta sección. De modo
que, empezaré agradeciendo a todos aquellos que han colaborado económica-
mente para seguir con los que lo han hecho académicamente, continuado con
el apartado emocional para, finalmente, dedicar un especial agradecimiento
a mis padres.
Gracias al programa I3P de becas predoctorales del Centro Superior de
Investigaciones Científicas y al interés mostrado por el Ente Promotor Obser-
vador SENER ingeniería, se ha desarrollado el trabajo de estos dos últimos
años.
Si académicamente tuviera que seleccionar un hito de referencia en mi
formación, no lo dudo, ese hito es el Catedrático D Miguel Ángel Losada.
Por la ROM 0.0, por la ilusión por aprender, por la confianza depositada y
por el cariño mostrado, gracias de corazón. Si a la pasión de Miguel, se le
añade el rigor de la Doctora Asunción Baquerizo resulta una combinación
perfecta de la que he tenido la suerte de aprender, a ti también Asun muchas
gracias.
Para cada uno de mis compañeros del Grupo, una breve y personal con-
fidencia. Santi, en pocas palabras, cuando sea mayor quiero ser como tú.
Olga, vales tu peso en oro y cada vez más. Paco, ”you are opening my eyes”.
María, siempre tan estupenda. Migue, como los vinos mejoras con el tiempo.
Antonio, mi nunca bien ponderado iron-man. Chema, todo lo que tienes de
despistado lo tienes de buena gente. Clave, eres lo que mi madre quiere para
mi y mi padre para él. Elena S., ¡como los robles¡ poco habladora pero noble.
iii
iv AGRADECIMIENTOS
Agradecimientos III
1. Introducción 1
1.1. Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
1.2. Evolución costera y secuencia de temporales . . . . . . . . . . 2
1.2.1. Procesos morfodinámicos . . . . . . . . . . . . . . . . . 2
1.2.2. Propiedades de los procesos . . . . . . . . . . . . . . . 3
1.2.3. Tiempo de relajación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
1.3. Estado del arte . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
1.3.1. Modelos de una línea . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
1.3.2. Transporte longitudinal de sedimentos . . . . . . . . . 8
1.3.3. Tratamiento de la incertidumbre . . . . . . . . . . . . . 13
1.3.4. Limitaciones del estado del arte . . . . . . . . . . . . . 14
1.4. Objetivos de la tesis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
1.4.1. Fundamentos de la simulación a largo plazo . . . . . . 15
1.4.2. Objetivo general . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
1.4.3. Objetivos específicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
1.5. Organización del documento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
2. Modelo de una-línea 21
2.1. Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
2.2. Conservación de la masa de sedimentos. . . . . . . . . . . . . . 22
v
vi ÍNDICE GENERAL
4. Validación de la solución 63
4.1. Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63
4.2. Evolución sin estructuras costeras . . . . . . . . . . . . . . . . 64
4.2.1. Relleno rectangular finito . . . . . . . . . . . . . . . . . 64
4.2.2. Relleno semi-infinito . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66
4.2.3. Relleno rectangular suavizado . . . . . . . . . . . . . . 67
4.2.4. Dragado rectangular en la playa . . . . . . . . . . . . . 69
4.2.5. Playa triangular . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 70
4.2.6. Descarga de un río como fuente puntual . . . . . . . . 72
4.3. Evolución de la playa en presencia de estructuras costeras . . . 73
4.3.1. En la proximidad de un espigón vertical impermeable . 74
4.3.2. Un rompeolas exento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 79
4.3.3. Playa entre espigones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82
ÍNDICE GENERAL vii
4.4. Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 86
6. Incertidumbre de la predicción 97
6.1. Problemática . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97
6.2. CP y la estimación de la incertidumbre . . . . . . . . . . . . . 99
6.3. Fundamentos del método . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 100
6.3.1. Cálculo del primer componente . . . . . . . . . . . . . 102
6.3.2. Cálculo del segundo componente . . . . . . . . . . . . . 104
6.3.3. Generalización y propiedades . . . . . . . . . . . . . . 104
6.4. Asignación de probabilidades . . . . . . . . . . . . . . . . . . 106
6.5. Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 107
8. Aplicación 123
8.1. Planteamiento del problema . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 123
8.2. Simulación del clima marítimo . . . . . . . . . . . . . . . . . . 125
8.3. Definición del modelo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 126
8.3.1. Parámetros empíricos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 128
8.3.2. Condiciones de contorno . . . . . . . . . . . . . . . . . 128
8.4. Soluciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 128
viii ÍNDICE GENERAL
ix
x ÍNDICE DE FIGURAS
Lista de símbolos
xvii
xviii RESUMEN DEL TRABAJO
Base de datos
oceanográficos
1º Generación
historias de CM
M experimentos un experimento
Incertidumbre
3º Estimación de
la incertidumbre
Análisis de la incertidumbre
técnica de los CPA
(Payo et. al. 2004)
2. Se asume que las variaciones de la línea de playa a largo plazo está con-
trolada por la ocurrencia de temporales y sus ciclos de variabilidad. Se
presenta un procedimiento de simulación por estados capaz de recoger
el carácter acumulativo de los procesos costeros donde la forma final
asociada a un estado es incluida como forma inicial del siguiente.
xxiii
xxiv APORTACIONES DE LA TESIS
1.1. Introducción
1
2 Introducción
energía junto con la propiedad acumulativa de los procesos costeros son los
responsables de introducir la incertidumbre en los procesos morfodinámicos
y por tanto la evolución costera.
Sobre escalas de tiempo del Cuaternario, los ciclos de Milankovich diri-
gen la interacción entre el clima y la geología, provocando ajustes glacio-
hidrostáticos responsables de las variaciones del nivel del mar, actuando como
una condición de contorno fundamental al descender de la escala geológica a
la de ingeniería. Los procesos sobre las condiciones de contorno dominantes
a escalas inferiores al año incluyen input atmosféricos y oceánicos, aunque
variaciones inter-anuales e inter-decadales, como las variaciones en latitud de
los frentes entre masas de aire, son también fundamentales. El forzamiento
por parte del oceano se debe a; (i) al patrón general de circulación oceánica
y la producción de vórtices; (ii) mareas astronómica y meteorológica; (iii)
oleaje generado en mar abierto; y (iv) otras variaciones del nivel del mar.
El viento juega un papel fundamental no sólo como mecanismo de trans-
porte en zona de dunas sino como generador de oleaje local, corrientes y
flujos internos, oleaje atrapado en la costa, entre otros.
Los aportes de materiales y agua dulce por parte de las desembocaduras
y escorrentías desde la zona continental son suplementados por material au-
togénico, generado en el propio sistema costero.
Las perdidas de sedimento en los sistemas costeros son en forma de ma-
terial fino que es transportado lejos de la zona de activa del perfil de playa.
Escala temporal
AÑOS
HORAS MESES 1-5 5-10 10-20
Cotas varias
N-Líneas
10-100
Extensión longitudinal
Extensión transversal
Línea de playa
Una-línea
Una-línea
KM
Analítico
(tradicional)
1-10
Casi-3D
Run-up D c
3D
0-1
y dinámico sin descifrar o valorar los mecanismos actuantes. Son, por tanto
modelos simplificados que permiten conocer tendencias de evolución.
De aplicar el principio de conservación de la masa, asumiendo que el perfil
de playa mantiene su forma de equilibrio y que la profundidad de cierre, Dc ,
define el límite aguas adentro del perfil de playa que participa de forma activa
en el balance de sedimentos, se obtiene el siguiente problema de contorno con
condición inicial (Pelnard-Considére, 1956);
Qx (x = 0, t) = g0 (t) ; t ≥ 0
(1.3)
Qx (x = b, t) = gb (t) ; t ≥ 0
Siendo B la altura de la berma desde la cota cero o nivel medio del mar;
x es la coordenada longitudinal; t es el tiempo; ys (x, t) es la línea de playa,
definida como la línea que surge de la intersección entre la superficie del nivel
medio del mar en reposo con la superficie definida por el material depositado;
Qx (x, t) es el transporte longitudinal de sedimentos promediado para toda la
zona de rotura, expresado como volumen de material por unidad de tiempo;
q(x, t) es un término que representa la existencia de fuentes o sumideros de
material, expresado en volumen por unidad de tiempo y unidad de anchura
de línea de playa;f (x) es una función continúa que representa la forma en
planta de la línea de playa en el instante inicial; g0 (t) y gb (t) son dos funciones
continúas que representan el volumen de sedimentos por unidad de tiempo
en los contornos durante todo el intervalo de tiempo.
La ecuación anterior establece que los cambios en la posición de la línea
de playa son debidos a variaciones espaciales y temporales del transporte
longitudinal de sedimentos. También supone que, siempre hay sedimentos
disponibles a no ser que esté explícitamente limitado por la condición de
contorno y que los efectos debido a los cambios en la tasa de transporte
transversal, tales como los asociados a tormentas y movimientos cíclicos aso-
ciados a variaciones estacionales del clima marítimo, se suponen que se an-
8 Introducción
Régimen de energía bajo Se han dado varios argumentos para las dis-
tintas relaciones entre las condiciones de oleaje y la tasa de transporte longi-
tudinal de sedimentos (Komar & Inman, 1970; Inman et al., 1981; Kraus et
al., 1982; Bodge & Dean, 1987a, b; Dean, 1989; Schoonees and Theron, 1993;
Miller, 1998; Wang, Kraus, & Davis, 1998; Wang, 1998; Wang and Kraus,
1999; Miller 1999; Sayao & Kamphuis, 1983; Komar, 1990; Watanabe, 1992;
Schoonees and Theron, 1994; Drake and White, 1995).
La fórmula del CERC (Coastal Engineering Research Center) que apare-
ció en el SPM (Shore Protection Manual) 1984, es la más empleada para la
estimación cuantitativa del transporte longitudinal de sedimentos. Se corre-
sponde con el transporte neto de volumen de arena (incluyendo los huecos)
que se mediría en el lado de depósito de un espigón, que bloquease todo el
perfil activo de la playa. La fórmula del CERC se escribe como;
à √ !
ρw g 5
Qx = K 1 (Hrms,b ) 2 sin 2αb
16k (ρs − ρw ) (1 − n)
2
10 Introducción
µ ¶
∂Hb
Qx = Q0 (Hb (x) , D50 , k, n, ρs , ρ) sin (2αb ) − Q1 , β, k2 cos (αb ) (1.4)
∂x
La fórmula del CERC proporciona una estimación de la tasa de trans-
porte bruta, promediada en el tiempo, en toda la zona activa del perfil pero
no describe las variaciones transversales de la misma. Sin embargo, en de-
terminadas condiciones, como en presencia de obstáculos en la costa, esta
variación debe ser tenida en cuenta para obtener una representación más
próxima del rebase de material.
Kamphius et al. (1991) basado en datos de campo similares a los emplea-
dos por el CERC, desarroló una fórmula empírica que incluye la pendiente
media del perfil (m) y el tamaño de grano (d),
3,5
Hsb m
Q = 1,28 sin (2αb ) (1.5)
d
1.3 Estado del arte 11
Base de datos
oceanográficos
1º Generación
historias de CM
M experimentos un experimento
Incertidumbre
3º Estimación de
la incertidumbre
Análisis de la incertidumbre
técnica de los CPA
(Payo et. al. 2004)
Modelo de una-línea
2.1. Introducción
Cualquier modelo matemático para un sistema físico continuo, como es
el caso de un sistema morfodinámico costero, se obtiene como resultado de
una abstracción de la realidad. Esta abstracción es el resultado de tres pasos
básicos, que son:
21
22 Modelo de una-línea
el modelo resultante será tan bueno como lo hayan sido las aproximaciones
hechas durante su derivación.
El objetivo de este capítulo es el de formular un nuevo modelo de una línea
delimitando el rango de aplicación del mismo en base a las aproximaciones
realizadas durante su formulación.
Para ello el capítulo de divide en cinco secciones. En la primera se deriva
la ecuación de conservación de sedimentos y se aplica a un tramo de cos-
ta o volumen de control. En la segunda sección se cierra la formulación al
relacionar los flujos de masa con las variables de interés, dando lugar a la
ecuación de gobierno en la tercera sección. En la cuarta sección se introducen
las condiciones de contorno, su significado físico y su formulación matemática
las cuales junto con la condición inicial definen completamente el problema
de conocer la evolución en el tiempo de un tramo de costa. Finalmente se
dan unas conclusiones sobre el modelo propuesto.
Qyw(x,t) NMM
CW(x,t)
Qinput(x,t)
Q yS(x,t)
zB(x,t) Qoutput(x,t) Q yf(x,t)
Zs(x,t)
(1-n)ρs
z L(x,t)
Datum
Berma
Playa seca Perfil activo
z y L(x,t)
yB(x,t) y S(x,t) y C(x,t)
x
Definida una densidad característica del sistema, ρ (x, t), la ley de con-
servación de la masa para un volumen material se expresa como;
Z
d
V M(t) ρ (x, t) dV = 0 (2.1)
dt
Un volumen material contiene las mismas partículas materiales durante
todo el tiempo, es lo que en termodinámica se conoce como un sistema cerra-
do. Cuando el material es transportado la superfice de contorno que delimita
el volumen material, se mueve con éste. Sin embargo, su evolución con el
tiempo no es conocida hasta que el problema es resuelto. Por esto, en las
24 Modelo de una-línea
Z Z
d
V C(t) ρ ( x , t) dV + SC(t) ρ (−
→
− →
x , t) (v − vc ) · −
→
n dS = 0 (2.2)
dt
donde vrn = (v − vc ) −
→
n es la componente normal de la velocidad de salida
del fluido (v) relativa a la velocidad de la superficie de control en ese punto
(vc ).
Los límites del volumen de control para el balance de sedimentos dependen
del área a estudio, la escala temporal de interés y los objetivos del estudio.
En un área de estudio dado, puede que sea necesario definir compartimentos
adyacentes coincidentes con distintos sistemas morfodinámicos. Para un solo
sistema morfodinámico el volumen de control queda definido por un cubo de
anchura infinitesimal (ver figura 2.1 ), donde los límites vienen dados por:
∆x Z
Z Z
yL zb (x,y,t) Z
∆x yZ
C (t) Z
η(x,y,t)
d d
0 y0 0 (1 − n)ρs dzdydx + 0 yS (t) zb (x, y, t) C(x, y, z, t)dzdydx +...
dt dt
| {z } | {z }
T asa de variación del f ondo T asa de variación de la carga en suspensión
Z
... + SC(t) ρ (x, y, z, t) −
→
v ·−
→
n dA = 0
| {z } (2.3)
T asa neta de transporte en
el volumen de control
A la ecuación (2.3) se la conoce como ecuación de continuidad de sed-
imentos o ecuación de Exner. Si suponemos que la respuesta de la playa
frente a los temporales es instántanea, lo que implica que la mayor parte del
transporte sea por fondo (números de Keulegan Carpenter altos), se puede
26 Modelo de una-línea
Z ZyL zb (x,y,t)
∆x Z Z
d
0 y0 0 (1 − n)ρs dzdydx + SC(t) ρ (x, y, t) −
→
v ·−→n dA = 0 (2.4)
dt
La ecuación anterior establece que la tasa de variación del fondo se ve com-
pensada por la variación de la tasa de transporte longitudinal y transversal
(onshore-offshore) evaluada en la superficie del volumen de control.
Asumiendo que la porosidad y densidad del material son homogéneos en
todo el sistema costero y que los flujos de material en la integral de superficie
están expresados en términos de volumenes se obtiene que la ecuación de
Exner puede ser expresada como;
Z ZyL zb (x,y,t)
∆x Z Z
d
(1 − n)ρs 0 y0 0 dzdydx + SC(t) ρ (x, y, z, t) −
→
v ·−
→
n dA = 0 (2.5)
dt
A continuación desarrollaremos las dos integrales que forman esta expre-
sión.
La integral de superficie que representa la cantidad neta de sedimentos
en el volumen de control incluye los siguientes terminos:
1. Las variaciones transversales del transporte litoral a lo largo del eje y;
(la determinación de estas tres cantidades deben ser obtenidas a partir
de investigaciones de balance de sedimentos para cada región a estudio);
∂Qx (x, t)
Qx (x, t) + ∆x − Qx (x, t) ∂Q (x, t)
∂x =
x
(2.7)
∆x ∂x
La integral de superficie expresada en función de los anteriores términos
resulta igual a
Z Z
∆x µ ¶
∂Qx (x, t)
ρ (x, y, t) →
−
v ·−
→
n dA =0 q (x, t) − dx (2.8)
∂x
SC(t)
siendo
Z
∆x Z Z
yL zb (x,y,t) ZyL
dV d dzb (x, y, t)
= 0 y0 0 dzdydx = ∆xy0 dy (2.10)
dt dt dt
Recordando que los límites de integración en y son constantes y aplicando
la regla de la cadena se obtiene:
28 Modelo de una-línea
ZyL µ ¶
dV ∂zb (x, y, t) ∂zb (x, y, t) ∂y ∂zb (x, y, t) ∂x
= ∆x0 + + dy (2.11)
dt ∂t ∂y ∂t ∂x ∂t
∂zb ∂x
Donde es la velocidad de cambio de la pendiente de la playa a
∂x ∂t
lo largo del eje longitudinal a la misma. Ésta se espera, que sea de menor
importancia frente a la velocidad de variación del perfil de playa en el sentido
∂zb ∂x ∂zb ∂y
transversal, << , y puede ser por tanto despreciado, luego la
∂x ∂t ∂y ∂t
variación del volumen se expresa como;
ZyL µ ¶
dV ∂zb (x, y, t) ∂zb (x, y, t) ∂y
= ∆x0 + dy (2.12)
dt ∂t ∂y ∂t
H
dh
G
I
B
dh
yB(t)
DC
DC
y B(t+dt)
dyS
C
F
D
y
y0 yS(t+dt) yS(t) yC(t+dt) yC(t) yL
siendo
∂ys (x, t) dh
(B + Dc ) = −Zs (2.16)
∂t dt
La regla de Bruun (1962) establece que la recesión o acreción de la línea
de costa debido a variaciones del nivel del mar es directamente proporcional
al cambio en el nivel del mar. El factor de proporcionalidad es una pendiente
promediada del perfil dada como el cociente entre la anchura de la zona
de movimiento apreciable de sedimentos o perfil activo y la profundidad de
dh
cierre. Considerando a efectos de formulación el término, Zs , incluido en el
dt
término q (x, t), y llamando D a la suma de la altura de berma y profundidad
de cierre (D = B + Dc ) se obtiene la siguiente ecuación, que relaciona las
variaciones de la posición de la línea de playa con los flujos de entrada y
salida de material.
K
Kcos¬b
¬b
arc tan(dy/dx)
Ksin¬b
Línea de rotura
Curvas
y batimétricas
x
Línea de playa
siendo
à √ !
ρw g 5
Q0 (x) = K 1 (Hbrms (x)) 2 (2.23)
16k (ρs − ρw ) (1 − n)
2
Siempre que sin (x) << x, esta aproximación supone una sobreestimación
de la tasa de transporte longitudinal de sedimentos. Con el objeto de investi-
gar el efecto de la linealización sobre las soluciones (Larson, Hanson y Kraus,
1987) compararon los resultados analíticos con resultados numéricos. Con-
cluyeron que la linealización produce una sobrestimación muy elevada de los
resultados a partir de los 30o .
En playas dominadas por los temporales con ángulo de incidencia del
oleaje próximo a la normal de la playa el error cometido está dentro del
aceptado.
Por otro lado y basándose
µ ¶ en que la ecuación no linealizada presenta
∂ys
un máximo para θ b − = 45o , recientemente se ha explicado como
∂x
pequeñas perturbaciones en la línea de costa pueden dar lugar a formas de
gran escala observadas en la naturaleza (Asthon et al., 2001). Sin embargo
el modelo empleado por Asthon et al. (2001) no tiene en cuenta el efecto
suavizador de las corrientes generadas por las variaciones longitudinales de
la altura de ola ni el carácter irregular (multifrecuencia y multidireccional) del
oleaje, que sí son tenidos en cuenta en este modelo y que tienden a suavizar
las irregularidades.
µ ∙ µ ¶¸¶
∂ys
∂ ε (x) · θb −
∂ys ∂x q (x, t) Zs dh
=− ± − (2.24)
∂t ∂x D D dt
t≥0
0≤x≤b
2Q0 (x)
Siendo ε (x) = el coeficiente de difusión que con unidades de
D
longitud al cuadrado por unidad de tiempo representa la escala temporal de
respuesta de la línea de playa frente a un cambio en las condiciones ambien-
tales.
Para que el problema tenga una solución única se incluye la condición
inicial y las condiciones de contorno quedando así completamente definido el
problema. La condición inicial viene dada por una función, definida en todo
el dominio espacial, que represente la forma en planta original de la línea de
playa.
ys (0, t) = f (x = 0) , t ≥ 0 (2.26)
¬b
Transporte sedimento
Zs Anchura de la
zona activa
ys(x,0)
x
0 b
∂ys (0, t)
= θb , t ≥ 0 (2.27)
∂x
Esta CC es capaz de recoger otros procesos tales como las variaciones de
la línea de playa debido a los cambios del nivel del mar o la presencia de
fuentes o sumideros de material.
¬b
Transporte sedimento
Zs Anchura de la
zona activa
ys(x,0)
x
0 b
∂ys (0, t) 1 QB
= θb − (1 − e−γt ) , t ≥ 0 (2.29)
∂x 2 Q0
Sin embargo, esta condición tan solo supone una variación en el tiempo
del rebase y no recoge la dependencia con la sección del perfil activo de playa
que no esta siendo bloqueado.
½ ¾
ys (0, t)
Qx (0, t) = 2Q0 (0) θb , t ≥ 0 , W ≤ ys (0, t) + Zs ≤ Zs + W
W
(2.30)
Esta CC implica que el transporte no es nulo en el contorno si no que
aumenta a medida que la playa avanza hacia el morro del espigón. Esta CC
es aplicable siempre que W ≤ ys (0, t) + Zs ≤ Zs + W (ver 2.6). Cuando
el tiempo tiende hacia infinito, la playa va acumulando sedimento aguas
arriba del espigón, mientras que el transporte tiende hacia el que tendría
2.5 Condiciones de contorno 39
¬b
ys(x,0)
x
0 b
una playa totalmente recta sobre la que incidiera un oleaje con oblicuidad,
Qx = 2Q0 θb , t −→ ∞. De sustituir esta CC en la ecuación constitutiva se
obtiene:
µ ¶
∂ys (0, t) ys (0, t)
= θb 1 − , t≥0 (2.31)
∂x W
Esta CC puede ser entendida como una combinación lineal entre la CC
tipo Dirichlet y la CC tipo Neumman.
∂ys (0, t)
C1ys (0, t) + C2 = g (t) , t ≥ 0 (2.32)
∂x
Siendo C1 una constante adimensional, C2 una constante con dimensiones
de longitud y g(t) una función continua dependiente del tiempo con dimen-
40 Modelo de una-línea
2.6. Conclusiones
Bajo la hipótesis de que el perfil de playa mantiene su posición de equilib-
rio se puede estimar la evolución de la forma en planta de un sistema costero
conociendo la evolución de la línea de playa.
Para llegar a la ecuación de gobierno unidimensional ha sido necesario
integrar el transporte longitudinal de sedimentos perdiendo así la posibili-
dad de reproducir fenómenos físicos tales como el rebase de una forma más
realista.
La hipótesis de pequeño ángulo de incidencia del oleaje en rotura ha
permitido linealizar la formúla del CERC y expresar de este modo la ecuación
de gobierno como la ecuación clásica de la difusión. Esta aproximación supone
una sobreestimación del transporte longitudinal de sedimentos siempre que
el ángulo en rotura sea superior a 30o .
En el capítulo siguiente veremos como gracias a esta aproximación es
posible obtener una solución analítica del modelo, que por primera vez es
capaz de recoger las variaciones longitudinales de la altura de ola así como
las CC de contorno más generales.
Capítulo 3
Solución propuesta: tren
monocromático equivalente
3.1. Introducción
En este capítulo se presenta la solución analítica al problema de una línea
formulado en el capítulo anterior empleando las condiciones de contorno más
generales tipo Robin dependientes del tiempo.
∂ys (0, t)
C1 · ys (0, t) + C2 · = g0 (t) , t ≥ 0 (3.1)
∂x
∂ys (b, t)
C3 · ys (b, t) + C4 · = gb (t) , t ≥ 0 (3.2)
∂x
Donde C1 , C2, C3 y C4 son constantes y g0 (t) y gb (t) son funciones
dependientes del tiempo que representan la posición de la línea de playa
en cada instante. La justificación del uso de estas condiciones de contorno
descansa en su generalidad, ya que en función de los valores que tomen estas
constantes y funciones se puede obtener cualquiera de las condiciones de
contorno explicadas en el capítulo anterior.
Se asume que el oleaje forzador es caracterizado por una altura de ola, pe-
riodo y dirección de propagación característica, es decir el modelo es forzado
por un oleaje monocromático y unidireccional.
El problema consiste en resolver analíticamente una ecuación diferencial
en derivadas parciales no homogénea (desde ahora EDP) con condiciones de
contorno no homogéneas. Para ello se busca una solución en serie de funciones
41
42 Solución para oleaje regular equivalente
∞ P
de la forma Y (x, t) =n = 1 αn (t) · β n (x). El procedimiento seguido para
alcanzar esta solución se puede resumir en los siguientes pasos:
3.2. Adimensionalización
A continuación se definen las constantes características empleadas para
adimensionalizar tanto la ecuación de gobierno, la condición inicial y las
condiciones de contorno:
x = x 0 · yb , y s = y 0 · yb
g0 (t) = g0 (t)0 · yb
, Zs = Zs0 · yb
gb (t) = gb (t)0 · yb
C2 = C20 · yb , C4 = C40 · yb
b = b 0 · yb , f = f 0 · yb
D = D 0 · Db
h (t) = h (t)0 · Db
Q∗
Q0 = Q00 · Q∗ , q = q 0 ·
yb
2Q0 Q∗
ε= , ε = ε0
D Db
Db · yb · yb
Tiempo: Tiempo morfodinámico en horas, T = ;
Q∗
44 Solución para oleaje regular equivalente
t = t0 · T
Sustituyendo las nuevas variables en la ecuación de gobierno se obtiene;
µ µ ¶¶
0 ∂y 0 (x0 , t0 )
0
∂ ε · θ b (x ) −
yb ∂y 0 (x0 , t0 ) Q∗ ∂x0 Q∗ q0 (x0 , t0 ) yb Zs0 dh0
= ± −
T ∂t0 yb Db ∂x0 yb D b D 0 T D0 dt0
0 ≤ x0 ≤ b0
t0 ≥ 0
(3.3)
operando con los parametros adimensionales se obtiene una expresión más
sencilla de la forma
µ µ ¶¶
0 0 ∂y 0 (x0 , t0 )
∂ ε · θb (x ) −
∂y 0 (x0 , t0 ) ∂x0 q 0 (x0 , t0 ) Zs0 dh0
= ± − 0 0
∂t0 ∂x0 D0 D dt
(3.4)
0 0
0≤x ≤b
t0 ≥ 0
∂y 0 (0, t0 )
C1 · y 0 (0, t0 ) + C20 · = g00 (t0 ) , t0 ≥ 0 (3.6)
∂x
∂y0 (b0 , t0 )
0
C3 · y (b , t ) + · 0 0
C40
= gb0 (t0 ) , t0 ≥ 0 (3.7)
∂x 0
µ ¶
∂y1 (x0 , t0 )
0
∂ ε ·
∂y1 (x0 , t0 ) ∂x0 q0 (x0 , t0 ) Zs0 dh0
= ± − 0 0
∂t0 ∂x0 D0 D dt
(3.12)
0 0
0≤x ≤b
t0 ≥ 0
Zx0
f (x)
y1 (x0 , 0) = −0 θb (x0 ) dx0 (3.13)
yb
y en las condiciones de contorno
∂y1 (0, t0 )
C1 · y1 (0, t0 ) + C20 · = G0 (t0 ) (3.14)
∂x0
∂y1 (b0 , t0 )
C3 · y1 (b0 , t0 ) + C40 · = H 0 (t0 ) (3.15)
∂x0
siendo
46 Solución para oleaje regular equivalente
Zb0
H 0 (t0 ) = gb0 (t0 ) − C3 θb (x0 ) dx0 − C40 · θb (b0 ) (3.17)
0
x0
Ψ (x0 , t0 ) = a1 · G0 (t0 ) + a2 · H 0 (t0 ) + · (a3 · G0 (t0 ) + a4 · H 0 (t0 )) (3.19)
b0
donde las a1 , a2 , a3 y a4 son constantes, tales que:
∂Y (0, t0 )
C1 · Y (0, t0 ) + C20 · =0 (3.20)
∂x0
∂Y (b0 , t0 )
C3 · Y (b0 , t0 ) + C40 · =0 (3.21)
∂x0
la variable original y1 (x0 , t0 ) y su derivada respecto a x0 se pueden expresar
ahora en función de la nueva variable Y (x0 , t0 ) y las constantes a1, a2 , a3 y
a4 de la forma;
½ ¾
0 0 0 0 0 0 0 0 x0 0 0 0 0
y1 (x , t ) = Y (x , t )+ a1 · G (t ) + a2 · H (t ) + 0 · (a3 · G (t ) + a4 · H (t ))
b
(3.22)
½ ¾
∂y1 (x0 , t0 ) ∂Y (x0 , t0 ) 1 0 0 0 0
= + · (a3 · G (t ) + a4 · H (t )) (3.23)
∂x0 ∂x0 b0
µ ¶
0 0 ∂Y (x0 , t0 )
∂ ε (x ) ·
∂Y (x0 , t0 ) ∂x0 q 0 (x0 , t0 ) Zs0 dh0
= ± − 0 0 + ... (3.24)
∂t0 ∂x0 D0 D dt
∙ ¸
∂Y (0, t0 ) 1
... + C20 · 0
+ 0 · (a3 · G (t ) + a4 · H (t )) − G (t0 ) = 0
0 0 0 0
(3.26)
∂x b
se puede reordenar de la forma
µ ¶
0 ∂Y (0, t0 ) 1
C1 · Y (0, t ) + C20 · 0 0 0
+ G (t ) · C1 · a1 + 0 · C2 · a3 − 1 + ...
∂x0 b
µ ¶
1
... + H (t ) · C1 · a2 + 0 · C20 · a4
0 0
=0 (3.27)
b
de imponer la condición dada por la ec. (3.20) resultan dos condiciones
de la forma;
1
C1 · a1 + · C20 · a3 = 1 (3.28)
b0
1
C1 · a2 + · C20 · a4 = 0 (3.29)
b0
48 Solución para oleaje regular equivalente
µ ¶
0 0 ∂Y (b0 , t0 ) 1
C3 · Y (b , t ) + C40
· 0 0 0
+ G (t ) · C3 · a1 + 0 · C4 · a3 + C3 · a3 + ...
∂t0 b
(3.30)
µ ¶
0 0 1 0
... + H (t ) · C3 · a2 + 0 · C4 · a4 + C3 · a4 − 1 = 0
b
de donde se desprenden las condiciones;
1
C3 · a1 + · C40 · a3 + C3 · a3 = 0 (3.31)
b0
1
0
· C40 · a4 + C3 · a4 = 1
C3 · a2 + (3.32)
b
que expresadas en forma matricial
⎛ 1 ⎞
C1 · C20 0 0
⎜ µ 0
b 0 ¶ ⎟ ⎛ ⎞ ⎛ ⎞
⎜ C4 ⎟ a1 1
⎜ C3 + C3 0 0 ⎟
⎜ b0 ⎟ ⎜ ⎟ ⎜
a3 ⎟ ⎜ 0 ⎟
⎜ ⎟·⎜ = ⎟ (3.33)
⎜ 1 ⎟ ⎝ a2 ⎠ ⎝ 0 ⎠
⎜ 0 0 C1 · C 0 ⎟
⎜ µ b00 2
¶ ⎟ a4 1
⎝ C4 ⎠
0 0 C3 + C 3
b0
⎛ 1 ⎞
0
·
C1C2
⎜ µ b00 ¶ ⎟
llamando C = ⎝ C4 ⎠, la expresión anterior se transforma
C3 + C 3
b0
en dos ecuaciones matriciales de orden dos;
µ ¶ µ ¶
a1 1
C· = (3.34)
a3 0
y µ ¶ µ ¶
a2 0
C· = (3.35)
a4 1
cuyas soluciones son
3.4 Separación de variables 49
µ ¶ µ ¶
a1 −1 1
=C · (3.36)
a3 0
y
µ ¶ µ ¶
a2 −1 0
=C · (3.37)
a4 1
siendo C −1 la inversa de C.
⎛ µ ¶ ⎞
C40 1
1 + C3 − 0 · C20 ⎠
C −1 = ¯ ¯ ·⎝ b0 b (3.38)
¯ 1 ¯
¯ C1 · C20 ¯ −C3 C1
¯ µ b 0 ¶ ¯
¯ C40 ¯
¯ C3 + C3 ¯
¯ b0 ¯
µ ¶
C40 1
0
+ C3 − · C20
b b 0
a1 = µ ¶ a2 = µ ¶
C1 · C40 C3 · C20 C1 · C40 C3 · C20
C1 · C3 + − C1 · C3 + −
b0 b0 b0 b0
C1 −C3
a4 = µ 0 0
¶ a3 = µ ¶
C1 · C4 C3 · C2 C1 · C40 C3 · C20
C1 · C3 + − C1 · C3 + −
b0 b0 b0 b0
(3.39)
⎛ µ 0
¶⎞
∂β n (x )
µ ¶ ∂ ε0 (x0 ) ·
∂αn (t0 ) ⎜ ∂x0 ⎟
· β (x 0
) = ⎜αn (t0 ) · ⎟ + Wn (t0 ) · β n (x0 )
∂t0 n ⎝ ∂x0 ⎠
(3.41)
∞ P
donde Wn (t0 ) resulta del desarrollo de W (x0 , t0 ) =n = 1 Wn (t0 )·β n (x0 ),
siendo W (x0 , t0 ) igual
∂β n (0)
C1 · β n (0) + C20 · =0 (3.45)
∂x0
0∂β n (b0 )
C3 · β n (b ) + · C40 =0 (3.46)
∂x0
Este problema puede ser considerado como un caso particular del prob-
lema de Sturm-Loiouville de la forma;
3.4 Separación de variables 51
µ ¶
∂β n (x0 )
∂ p (x) ·
∂x0
+ (λn · σ (x0 ) + B (x0 )) · β n (x0 ) = 0 (3.47)
∂x0
Se puede demostrar que si p (x), σ (x) y B (x) son funciones continuas y
reales, p (x) y σ (x) son siempre mayores que 0 en el intervalo (0 ≤ x ≤ b0 )
y las constantes Ci , i = 1, .., 4 son números reales (p.e. Kane, 2002), existe
una infinidad numerable de autovalores λ0 , λ1 , ..., λn , ...reales y no negativos
caracterizados por el hecho de que las correspondientes autofunciones β n (x0 )
tienen exactamente n-1 ceros en el intervalo (0 ≤ x ≤ b0 ).
En el problema a estudio p (x) = ε0 (x0 ), σ (x) = 1, B (x) = 0. Ya que
Db Db 2Q0 (x)
ε0 (x0 ) = ε (x) ∗ donde ∗ es una cantidad real y positiva y ε =
Q Q D
es una función continúa siempre mayor que 0, se cumplen los requerimientos
para poder desarrollar la solución como serie de autofunciones.
∞
El conjunto de las autofunciones {β n (x0 )} n=1 forma en el intervalo
0
bR
0
(0 ≤ x ≤ b ) una base ortogonal con respecto al producto escalar hf, β n i = 0
σ (x0 )·f (x0 )·β n (x0 ) dx0 . Cualquier función definida en el intervalo (0 ≤ x ≤ b0 )
∞ P
puede desarrollarse en serie de Fourier de {β n (x0 )}∞ 0
n=1 , de la forma f (x ) =n = 1
Cn · β n (x0 ) donde los coeficientes Cn están unívocamente determinados
0
bR
0 σ (x0 ) · f (x0 ) · β n (x0 ) · dx0
Cn = bR
0
(3.48)
2
0 σ (x0 ) · β n (x0 ) · dx0
Para el caso particular p (x) = ε0 (x0 ) = cte los autovalores se pueden
calcular de forma analítica. En nuestro caso suponemos que ε0 (x0 ) varía con
x y vamos a encontrar los autovalores de forma numérica.
Para alcanzar la solución se transforma la ecuación diferencial en un sis-
tema de ecuaciones con condición inicial. Empleando las soluciones de este
sistema para el cálculo numérico de los autovalores de la forma que se detalla
a continuación.
∙ ¸
∂y2 1 0 ∂ε0
= − 0 λn · σ (x) · y1 + 0 · y2 = 0 (3.49)
∂x0 ε ∂x
expresado en forma matricial
µ ¶ Ã ! µ ¶
∂ y10 0 1 y10
= λn · σ (x) 1 ∂ε0 · (3.50)
∂x0 y20 − − 0 0 y20
ε0 ε ∂x
0
∂y
= A · y0 (3.51)
∂x0
con las condiciones de contorno
µ ¶ µ 0 ¶ µ ¶ µ 0 0 ¶ µ ¶
C1 C20 y1 (0) 0 0 y1 (b ) 0
· 0 + 0 · 0 0 = (3.52)
0 0 y2 (0) C3 C4 y2 (b ) 0
⎛ ⎞ ⎛ ⎞
A · β 1λ (0) + B · β 2λ (0) A · β 1λ (b0 ) + B · β 2λ (b0 ) µ ¶
0
D1 ·⎝ ∂β 1λ (0) ∂β 2λ (0) ⎠+D2·⎝ ∂β 1λ (b0 ) ∂β 2λ (b0 ) ⎠ = 0
A· +B· A· +B·
∂x0 ∂x0 ∂x0 ∂x0
(3.55)
y tomando A y B como incógnitas, resulta un sistema de ecuaciones de
la forma
3.4 Separación de variables 53
µ ¶ µ ¶
A 0
Q· = (3.56)
B 0
⎛ ⎞
∂β 1λ (0) 2
0 ∂β λ (0) µ ¶ µ ¶
β 1λ
⎜ C1 · (0) + C20 · 0
2
C1 · β λ (0) + C2 · 0 ⎟ A 0
∂x ∂x
⎝ 1 0 2 0 ⎠· =
∂β (b ) ∂β λ (b ) B 0
C3 · β 1λ (b0 ) + C40 · λ 0 C3 · β 2λ (b0 ) + C40 · 0
∂x ∂x
(3.57)
Este sistema sólo tiene solución no trivial cuando las dos filas de la matriz
Q son combinación lineal, f (λ) = det(Q) = 0.
Para cada uno de los autovalores tales que f (λ) = 0, se resuelve el prob-
lema con las condiciones iniciales correspondientes para calcular los valores
de β λ (x0 ).
Para ello se expresa B en función de A de la forma:
∂β 1λ (b0 )
C3 · (b ) + β 1λ ·0
C40
B = −A · ∂x0 (3.58)
2 0
2 0 0 ∂β λ (b )
C3 · β λ (b ) + C4 ·
∂x0
Asignando un valor arbitrario a la constante A (p.e. A=1) se obtiene el
valor de B. Sustituyendo estos valores en la expresión (3.54) se obtiene la
solución al problema espacial homogéneo.
b0 R b0 £ ¡ ¢¤
|−p (x0 ) β n (x0 ) β 0n (x0 )|0 + 0 p (x0 ) β 0n (x0 )2 − B (x0 ) β n (x0 )2 dx0
λn = R b0
0
β n (x0 )2 σ (x0 )
(3.59)
Sin embargo, no es posible trabajar directamente con el Cociente de
Rayleigh ya que, para resolver el Cociente se debe conocer las autofunciones
previamente. Sin embargo, empleando el teorema del cálculo variacional que
54 Solución para oleaje regular equivalente
dice; ”El mínimo valor del Cociente de Rayleigh sobre todas las funciones con-
tinúas que satisfacen las condiciones de contorno, C1 · β n (0) + C20 · β 0n (0) = 0
y C3 · β n (b0 ) + C40 · β 0n (b0 ) = 0, es el menor valor de los autovalores, λ1.”,
el coeficiente de Rayleigh resulta una herramienta muy útil para acotar el
primer autovalor.
En el problema a estudio p (x0 ) = ε0 (x0 ) > 0, σ (x0 ) = 1 > 0 y B (x0 ) = 0.
La integral del númerador será igual o mayor que 0, siempre que la inte-
R b0 £ ¡ ¢¤
gral 0 p (x) β 0n (x0 )2 ≥ 0, y dado que se cumple que para todo n las
autofunciones sólo son igual a cero en n posiciones, la integral del numer-
ador es siempre mayor que cero. Razonando de igual modo se llega a que el
denominador es simpre mayor que cero.
∞X µ ¶ ∞X ∞X
∂αn (t0 )
n=1 · β n (x0 ) =−n=1 (αn (t0 ) · λ · β n (x0 )) + n = 1 Wn (t0 )·β n (x0 )
∂t0
(3.62)
simplificando los β n (x) queda una ecuación diferencial de primer orden
no homogénea de la forma;
∞X ∞X ∞X
∂αn (t0 ) 0
n=1 = −λ· n = 1 αn (t ) + n = 1 Wn (t0 ) (3.63)
∂t0
Para resolverla primero se calcula una solución particular αn0 (t0 ), del
problema homogéneo y seguidamente se amplia a una solución general αn (t0 ).
Sea el problema homogéneo dado por la siguiente expresión;
∞X ∞X
∂αn0 (t0 )
n=1 =−n=1 λn · αn0 (t0 ) (3.64)
∂t0
resolviendo para cada uno de los autovalores se obtiene la solución par-
ticular de la forma;
56 Solución para oleaje regular equivalente
∞X ½µ ¶ ¾
∂αn0 (t0 ) 0 0 ∂z (t0 ) 0 0
n=1 + λn · αn0 (t ) · z (t ) + · αn0 (t ) − Wn (t ) = 0
∂t0 ∂t0
(3.68)
0
∂αn0 (t )
el término 0
+ λ2 · αn0 (t0 ) se anula por ser solución particular de
∂t
la homogénea con lo que la expresión anterior se reduce a;
∞X ½ ¾
∂z (t0 ) 0 0
n=1 · αn0 (t ) − Wn (t ) = 0 (3.69)
∂t0
cuya solución es de la forma
0
∞ X Zt
Wn (t0 ) 0
z (t0 ) =n = 1 dt + C (3.70)
αn0 (t0 )
0
deshaciendo el cambio
Zt0
Wn (t0 )
αn (t0 ) = exp (−λn · t0 ) · dt + Cn · exp (−λn · t0 ) (3.71)
exp (−λn · t0 )
0
∞X ∞X ∞X
0 0 0
Y (x , 0) =n = 1 Fn ·β n (x ) =n = 1 Cn ·β n (x0 )
αn (0)·β n (x ) =n = 1
(3.72)
de modo que las constantes Cn coinciden con los coeficientes del desarrollo
en serie de autofunciones de la forma incial transformada del tramo de playa;
Cn = Fn (3.73)
siendo
Z b0
Y (x0 ) · β n (x0 ) · dx0
0
Fn = lR
(3.74)
0 βn (x0 )2 · dx0
x0
Ψ (x0 , t0 ) = a1 · G0 (t0 ) + a2 · H 0 (t0 ) + · (a3 · G0 (t0 ) + a4 · H 0 (t0 )) (3.76)
b0
Y otro cambio para expresar la ecuación de gobierno en la forma clásica
de la ecuación de la difusión del calor, dada por la expresión;
Zx0
y1 (x0 , t0 ) = ys0 (x0 , t0 ) − α0 (x0 , t0 ) ∂x0 (3.77)
0
⎧ ⎫
⎨ Zx0 ⎬
0
ys (x, t) = Y (x , t0 ) + Ψ (x0 , t0 ) + α0 (x0 , t0 ) ∂x0 · yb (3.78)
⎩ ⎭
0
Para ello emplearon la fórmula linealizada del CERC para relacionar caudal
y posición de la línea de playa. Esta formulación cumple en los contornos la
condición inicial, sin embargo la incertidumbre asociada al caudal de sedi-
mentos a lo largo de la playa es más difícil de cuantificar que sobre la línea de
playa, que junto a las limitaciones de la propia formula del CERC no hacen
de ésta una solución apropiada en la actualidad.
La no conservación del volumen de sedimentos en el instante inicial es
debida al no cumplimiento de la condición inicial por parte de las condiciones
de contorno o fenómeno de Gibbs.
En esta sección se estudia el error relativo asociado a este fenómeno para
lo cual se define el error relativo como la diferencia entre la posición inicial de
la playa en el contorno, dada por la condición inicial, y la posición calculada
como desarrollo en serie de autofunciones en el instante inicial relativa a la
longitud del sistema costero;
f (x = 0) − ye (x = 0, t = 0)
E= (3.79)
b
1.6
¬b= 10º
0.8
0.4
0
0 20 40 60 80 100
Num. autovalores
Se observa que los mayores errores se producen para los mayores ángulos
de incidencia. A a medida que aumenta el número de autovalores el error
cometido disminuye haciéndose inferior al 0,2 % cuando el número de auto-
funciones es superior a 100. En cualquier caso el error relativo es pequeño,
inferior al 2 % siempre que el número de autovalores sea superior a 10.
W ∂y (x = 0, t = 0)
y (x = 0, t = 0) = W − =W
θb ∂x
3.7 Conclusiones 61
f (x = 0) − W
E= (3.80)
2b
Además, este tipo de formulación da lugar a una variación temporal er-
rónea de la tasa de transporte ya que la máxima tasa de transporte tiene
lugar en el instante inicial y disminuye con el tiempo. Sin embargo, en la
realidad en el instante inicial, cuando la mayor proporción del perfil acti-
vo es bloqueada por el espigón, la tasa de rebase debe ser mínima. Esto se
comprueba fácilmente ya que en el instante inicial la pendiente de la playa
calculada como serie de autofunciones es igual a;
∂y (x = 0, t = 0) 0 − W
= (3.81)
∂x ∆x
Donde ∆x es una cantidad infinitesimal. La tasa de transporte en el
instante inicial será igual a;
µ ¶
W
Q (x = 0, t = 0) = 2Q (x = 0) θb + (3.82)
∆x
siendo este transporte mayor del que tendría una playa recta, ya que tanto
W como ∆x son cantidades positivas.
Debido a este resultado, cuando se resuelve la ecuación de gobierno como
una serie de autofunciones, el rebase de material no puede ser simulado con
una CC tipo Robin ya que supondría una tasa de transporte no física en el
instante inicial.
3.7. Conclusiones
En este capítulo se ha presentado la solución casí-analítica del modelo
de una línea presentado en el capítulo anterior empleando las condiciones de
contorno más generales tipo Robin no permanentes. La generalidad de este
tipo de condición de contorno permite describir cualquiera de las distintas
formulaciones de las condiciones de contorno empleadas actualmente.
62 Solución para oleaje regular equivalente
Validación de la solución
4.1. Introducción
El objetivo de este capítulo es el de validar la solución en serie de autofun-
ciones obtenida en el capítulo anterior con las distintas soluciones analíticas
dadas hasta la fecha. La gran mayoría de estas soluciones han sido formu-
ladas bajo situaciones simplificadas suponiendo que las curvas batimétricas
son paralelas a la línea de playa y altura de ola constante longitudinalmente.
Algunos autores han incorporardo la variación longitudinal de la altura
de ola, dividiendo el tramo de costa en sectores. Siendo la altura de ola con-
stante en cada sector y distinta entre sectores. Sin embargo esta solución
supone resolver sistemas acoplados de ecuaciones, que para más de dos sec-
tores complica mucho la formulación (Larson et al., 1987). Mediante algunos
ejemplos sencillos se muestra como la no homogeneidad del coeficiente de di-
fusión permite introducir esta variación sin necesidad de recurrir a sistemas
acoplados permitiéndo así considerar nuevos procesos físicos en el modelo de
una línea.
El capítulo se organiza en dos secciones donde se presentan dos grupos
de soluciones. Las soluciones han sido divididas en función de la física de las
condiciones de contorno, la forma inicial y la ecuación de gobierno. El primer
grupo de soluciones describe la evolución de la línea de costa en ausencia de
estructuras costeras. Las soluciones descritas en estos casos son aplicables
tanto a playas naturales como a playas regeneradas. El segundo grupo de
soluciones comprende una amplia gama de estructuras costeras que van desde
los espigones, diques verticales, diques exentos y rompeolas. La presencia de
63
64 Validación de la solución
y (−∞, t) = 0
(4.2)
y (+∞, t) = 0
La solución debida Le Mehaute & Soldate (1977) es igual a
∙ µ ¶ µ ¶¸
1 a−x a+x
y (x, t) = y0 erf √ + erf √ (4.3)
2 2 εt 2 εt
para t > 0 y −∞ < x < +∞. Siendo erf, la función de error, definida
como
4.2 Evolución sin estructuras costeras 65
Zz
2 2
erf z = √ 0 e−ξ dξ (4.4)
π
1 t' = 0
Forma inicial
0.1 Le Mehaute & Soldate (1977)
Payo et. al. (2002)
0.8
0.3
t' = εt / a2
0.5
0.6
y/y0
0.9
0.4 1.7
0.2
0
0 1 2 3 4 5
x/a
εt
La cantidad empleada para normalizar la variable tiempo, t0 = 2 , expre-
a
sa la mitad del tiempo que debe transcurrir antes de que una playa cuadrada
de longitud a quede completamente erosionada a una tasa de transporte con-
stante Q0. Si expresamos la solución en términos adimensionales, la evolución
resultante de la línea de playa es la que se muestra en la figura (4.1). Nótese
que la escala vertical de ésta y de las siguientes figuras ha sido distorsionada
para mayor claridad. Las CC (4.2) no son numéricamente posibles, sin em-
bargo vemos que si la distancia del relleno a los extremos es suficientemente
grande la solución converge hacia la solución analítica, (los resultados de la
figura se han obtenido tomando el infinito como una distancia de 5a y con
100 autovalores).
66 Validación de la solución
½
y0 |x| ≤ 0
y (x, 0) = f (x) = (4.5)
0 |x| > 0
y (−∞, t) = y0
(4.6)
y (+∞, t) = 0
µ ¶
1 x
y (x, t) = y0 erf c √ (4.7)
2 2 εt
1.2
t' = εt/y02
Forma inicial
Walton & Chiu (1979)
Payo et. al. (2002)
0.8
t' = 0
0.3
y/y 0
0.5
0.4
0.9
1.7
0
-8 -4 0 4 8
x/y0
y0
-b -a -a a b x
La solución analítica para este caso ha sido dada recientemente por Wal-
ton (1994) para unas condiciones iniciales dadas por
⎧
⎪ y0 |x| ≤ a
⎪
⎨ y0
(a−b)
(x − b) a<x<b
y (x, 0) = f (x) = y0 (4.8)
⎪
⎪ (b−a)
(x + b) −b < x < −a
⎩
0 |x| > b
y (−∞, t) = 0
(4.9)
y (+∞, t) = 0
Z " #
1 −∞
(x − ξ)2
y (x, t) = √ f (ξ) exp − dξ (4.10)
2 πεt −∞ 4εt
1
Forma inicial
Walton (1994)
Payo et. al. (2002)
0.8 t' = 0
0.50
0.6 0.75
y/y0
1.00
1.50
0.4
2.00
3.00
0.2 5.00
0
0 2 4 6
x/a
y (−∞, t) = 0
(4.12)
y (+∞, t) = 0
70 Validación de la solución
de la forma
∙ µ ¶ µ ¶¸
1 a−x a+x
y (x, t) = y0 erf c √ + erf c √ (4.13)
2 2 εt 2 εt
para t > 0 y −∞ < x < +∞.
0.4
Forma inicial
Walton & Chiu (1979)
Payo et. al. (2002)
t' = 0
t' = εt/y 2
y/abs(y 0 )
0 0.3
-0.4
0.5
0.9
1.7
-0.8
-1.2
0 1 2 3 4 5
x/a
⎧ µ ¶
⎪
⎪ a−x
⎪
⎪ y , 0≤x≤a
⎨ 0µ a ¶
y (x, 0) = f (x) = a+x (4.14)
⎪
⎪ y0 , −a ≤ x ≤ 0
⎪
⎪ a
⎩
0 , |x| > a
En este caso la solución toma la forma;
½ µ ¶ µ ¶ µ ¶
y0 a−x a+x x
y (x, t) = (a − x) erf √ + (a + x) erf √ − 2x erf (a − x) erf √ + ...
2a 2 εt 2 εt 2 εt
r " Ã ! Ã ! µ 2 ¶#)
εt − (x + a)2 − (x − a)2 −x
... + 2 exp + exp − 2 exp
π 4εt 4εt 4εt
(4.15)
para para t > 0 y −∞ < x < +∞.
1
Forma inicial
t' = εt / a2 Walton & Chiu (1979)
Payo et. al. (2002)
0.8
t' = 0
0.1
0.6
y/y0
0.3
0.4 0.5
0.9
0.2
1.7
0
0 1 2 3 4
x/a
Figura 4.6: Evolución de una playa triangular de base 2a y altura y0. Com-
paración entre la solución de Walton & Chiu (1979) y Payo et. al. (2002).(no
aut. = 24)
72 Validación de la solución
r " # ∙ µ ¶¸
qR t (xs − x)2 qR |x − xs | |x − xs |
y (x, t) = exp − − 1 − erf √
D πε 4εt D 2ε 2 εt
(4.16)
válida para t > 0 y −∞ < x < +∞.
La ecuación (4.16) es identica a la evolución de un tramo de playa inicial-
mente rectilíneo, en cuyo extremo (x = 0) esta sometido a un flujo constante
4.3 Evolución de la playa en presencia de estructuras costeras 73
r
qR t
de material, y (0, t) = , y en el extremo (x = L) esta lejos de la
D πε
influencia del río (y (L, t) = 0) . En la figura (4.7) se muestra la solución
adimensionalizada, comprobando como con 14 autofunciones la solución en
serie de funciones tiende correctamente hacia la solución analítica.
2
Carslaw & Jaeger (1959)
Payo et. al. (2002)
1.6
1.2
yQ0/xsqR
6
0.8
0.4 2
0
0 4 8 12 16
x/xs
∂y (0, t)
= θb (4.18)
∂x
y (b, t) = f (b)
"r ∙ 2¸ µ ¶#
εt −x x x
y (x, t) = 2 tan α0 exp − erf c √ (4.19)
π 4εt 2 2 εt
0.5
t' = 1.0
0.3
t' = εt / L2 0.8
y/L
0.6
0.2
0.4
0.1
0
0 1 2 3
x/L
Larson et. al. (1987), emplearon por primera vez la condición tipo Robin
para describir el fenómeno de rebase de un espigón vertical.
∂y ³ y´
= θb 1 − (4.20)
∂x L
y
Qb = 2Q0 θb (4.21)
L
µ ¶ ∙ ¸ µ √ ¶
x x 2 εt εt x
y (x, t) = L erf c √ − L exp θb + θb 2 erf c θb + √
2 εt L L L 2 εt
(4.22)
para t > 0 y −∞ < x < +∞.
Definiendo θb como positivo cuando este produce transporte a través del
extremo x = 0, (en la dirección negativa del eje x). En la figura (4.9) se
muestra la evolución de la línea de playa para un dique vertical y con un oleaje
incidente de 0.2 rad, con rebase y sin rebase. Esta solución se comprueba que
coincide con la expresión analítica. Próximos al instante inicial, las diferencias
entre la solución con y sin rebase no son muy importantes, sin embargo,
con el paso del tiempo estas diferencias son más acusadas, siendo mayor la
importancia del rebase.
4.3 Evolución de la playa en presencia de estructuras costeras 77
0.5
Payo et. al. 2003
Sin rebase
Con rebase
0.4
t' = εt / L2 t' = 0
4.0
0.3
3.0
y/L
2.0
0.2 1.0
0.1
0
0 1 2 3 4 5
x/L
Incluyendo difracción
En la zona de sombra de un espigón perpendicular a la línea de costa
de gran longitud, los fenómenos de difracción son importantes y no pueden
ser despreciados en la formulación. La erosión junto al espigón puede ser
sobrestimada si no se tiene en cuenta la difracción, debido a que se asume que
la altura de ola es constante a lo largo de la playa. Por lo tanto, incluyendo
una disminución de la altura de ola, (y por tanto una disminución de la
amplitud del transporte), en la zona de sombra, se obtiene una descripción
más realista.
Una de las formas de incluir la variación de la altura de ola es la de
discretizar la zona de sombra en distintas regiones, con tasas de transporte
constantes y distintas entre regiones, sobre las que se aplican las ecuaciones
de gobierno. El ángulo de incidencia también puede cambiar de una región
a otra. Con este procedimiento, surge un problema de ecuaciones diferen-
ciales acopladas, que incluso para un número pequeño de regiones se vuelve
intensivo. Larson et al. (1994) dieron la solución analítica para el caso de dos
regiones, la zona de sombra (0 ≤ x ≤ B = L tan α0 ) y la zona iluminada
78 Validación de la solución
(B < x < +∞). Este tipo de soluciones, para varias regiones, requiere de
complicadas manipulaciones algebraicas.
Para el caso, en el que el ángulo de incidencia del oleaje en rotura es una
función continua de x, se obtienen soluciones más sencillas e interesantes. Si
la variación del ángulo del oleaje es exponencial a medida que nos alejamos
del espigón de acuerdo con la expresión (4.23)
" r µ ¶ µ ¶
θm γ 4 εt x2 x x
y (x, t) = − exp − + 2 erf c √ + ...
2 γ π 4εt γ 2 εt
∙ ¸
1 ¡ 2
¢ x √
... + 2 exp −γx + εtγ erf c √ − γ εt + ...
γ 2 εt
∙ ¸¸
1 ¡ 2
¢ x √ θm ¡ ¡ ¢¢
... − 2 exp γx + εtγ erf c √ + γ εt + exp(−γx) 1 − exp −εtγ 2
γ 2 εt γ
(4.24)
valida para t > 0 y x ≥ 0.
4.3 Evolución de la playa en presencia de estructuras costeras 79
t' = εt / B2
t' = 0.4
-0.1 0.8
1.2
1.6
y/B
-0.2 2
-0.3
-0.4
0 0.4 0.8 1.2 1.6 2
x/B
Rompeolas
exento
α01
x
0
-2L -L
Larson & Hanson (1987) derivaron la solución para este problema, re-
solviendo un sistema de dos ecuaciones diferenciales acopladas, una para la
región de sombra,y1 (x, t) , y otra para la región iluminada, y2 (x, t) . La tasa
de transporte se supone idéntica en las dos regiones.
4.3 Evolución de la playa en presencia de estructuras costeras 81
0.15
t' = εt / L2
Payo et. al. (2002)
t' = 0.10
0.1
t' = 0.08
t' = 0.06
t' = 0.04
0.05
t' = 0.02
y/L
-0.05
0.16 0
t' = 0.10
t' = 0.04
0.08
t' = 0.02
-0.8
ángulo (rad)
y(x,t) con transición
0.04
y
y(x,t) sin transición
α con transición
α sin transición -1.2
0
-1.6
-0.04
-0.08 -2
0 1 2 3
x/L
∂y (0, t)
de no transporte en el extremo x = 0, ( = tan (θb )) y se mantiene
∂x
fija la posición en el otro extremo, (y (W, t) = L). Siendo la solución de este
problema igual a
x´ ³ 2 tan (θb )
∞X
y (x, t) = W − w 1 − tan (θb ) + n=0 {...
L w
∙ ¸2 µ ¶ ∙ ¸)
2w t (2n + 1) πx
exp −ε (2n + 1)2 π2 2 cos (4.25)
(2n + 1) π 4w 2w
0.35
t' = 0
0.3
0.2
0.25 0.4
y/w
0.6
0.2
t' = εt / w2
Forma inicial
0.15 Dean (1984)
Payo et. al. (2002)
0.1
0 0.2 0.4 0.6 0.8 1
x/w
r
ε
θb h ³ x´ ³ ³x ´´
ω π
y (x, t) = exp ζ sin ωt − + ζ − 1 + ...
2 [cosh (ζ) + cos (ζ)] b 4 b
³ ³x ´´ ³ π x´ ³ ³x ´´ ³ π x´
...+exp ζ − 1 sin ωt − + ζ −exp −ζ − 1 sin ωt − − ζ −...
b 4 B b 4 b
³
x´ ³ π ³x ´´i
... + exp −ζ sin ωt − + ζ −1 (4.26)
b 4 b
r
ωb2
donde ζ = , definida para t > 0 y 0 ≤ x ≤ b. La solución completa
2ε
tiene una parte transitoria que decae exponencialmente con el tiempo y no
ha sido incluida. La solución estacionaria depende únicamente del parámetro
ζ, donde pequeños valores de este parámetro implica una rápida respuesta de
la costa al cambio en la dirección del oleaje, permaneciendo la playa paralela
a los frentes en todo instante. Para valores grandes de este parámetro existe
un desfase entre el ángulo incidente y la orientación de la playa, cuando este
valor se hace muy grande, sólo se observaran cambios en la orientación de la
playa cerca de los contornos.
4.3 Evolución de la playa en presencia de estructuras costeras 85
0.1
α = 0.4 rad π/2
ξ = 1.0
0.05
π
y/(Bα)
3π/2
-0.05
-0.1
-0.15
0 0.2 0.4 0.6 0.8 1
x/B
4.4. Conclusiones
En este capítulo se ha comprobado con éxito la validez de la solución prop-
uesta en este trabajo para distintas situaciones. De los resultados obtenidos
se concluye que;
(1) La mayoría de las soluciones analíticas se han obtenido suponiendo
un dominio semi infinito. Sin embargo cuando se estudia la evolución a largo
plazo, no es habitual encontrar en la naturaleza sistemas costeros que puedan
suponerse de longitud semi infinita sino que, en mayor o menor proporción,
su evolución se verá afectada por las condiciones de contorno. La solución
propuesta, al estar definida sobre un dominio finito y formulada en base a
las CC más generales se adapta mejor a situaciones reales.
(2) La posibilidad de definir variaciones longitudinales de tanto el ángu-
lo de incidencia como la altura de ola mediante cualquier función contin-
ua definida sobre todo el dominio permite afrontar problemas donde estas
variaciones son importantes sin necesidad de recurrir a sistemas de ecua-
ciones acoplados que, para más de dos regiones, se vuelven algebraicamente
complicados.
Capítulo 5
5.1. Introducción
87
88 Solución para oleaje irregular
f
Sxy = w (f, θb ) Sxy (f, θb ) dθb df (5.3)
fmı́n θ mı́n
b
con
⎡ máx
⎤−1
máx θZ
fZ b
Cg ⎢ Cg ⎥
w (f, θb ) = ρw g cos αb Gfb (f, θb ) · ⎣ρw g cos αb Gfb (f, θb ) dθb df ⎦
c c
fmı́n θmı́n
b
(5.4)
5.3 Modelo de una línea 89
NX MX NX MX ∙ ¸
sin 2αb
[c · Sxy ]fb
≈i = 1 j = 1 [c · Sxy ]ij ∆θb ∆f =i = 1 j = 1 wij Cg Gf ∆θ b ∆f =
2 ij
(5.5)
donde los índices i, j se refieren a las frecuencias fi , i = 1, ..., N y los
ángulos θjb , j = 1, ..., M siendo N∆f = fmáx − fmı́n y M ∆f = θmáx b − θmı́n
b ,
las diferencias entre las máximas y mínimas frecuencias respectivamente. La
altura de ola correspondiente a cada uno de los interválos en los que ha sido
discretizado el espectro direccional de energía viene dada por
q ¡ ¢
Hb = 2 2Gfb f i , θjb ∆θb ∆f
ij
(5.6)
µ ¶
∂ysij (x, t) ∂ ∂y ij (x, t)
= −εij θjb − s , 0≤x≤b t≥0 (5.7)
∂t ∂x ∂x
∂ysij (0, t)
C1ysij (0, t) + C2 = g0 (t)ij , t ≥ 0 (5.9)
∂x
∂ysij (b, t) ij
C3ysij (b, t) + C4 = gb (t) , t ≥ 0 (5.10)
∂x
1 Km
donde εij = Cgij Ebij representa la escala de tiempo
2D (ρs − ρw ) g (1 − n)
característica de la respuesta de la playa a cada componente del espectro,
q
ρ gH ij2
siendo Ebij = w b y Cgbij = gdij b .
8
La posición final de la línea de playa se puede calcular como una línea de
playa ponderada de la forma
máx
máx θZ
fZ b NX MX
yes (x, t) = w (f, θb ) ys (x, t, f, θb ) ∼
=i = 1 j=1 wij ysij ∆θb ∆f
fmı́n θmı́n
b
(5.11)
La función peso, wij para el caso de un oleaje monocromático e unidi-
reccional, es igual a la unidad para esa dirección y frecuencia y cero para el
resto, llegando así a la solución clásica.
El otro extremo se asume que está lo suficientemente lejos del espigón, de mo-
do que no se esperan variaciones de la posición, empleando la CC tipo Dirich-
let permanente, ys (b, t)ij = f (x = b) , t ≥ 0 . El eje y es positivo hacia el
mar y ángulos de incidencia negativos relativos a la línea de playa suponen
un transporte hacia el espigón situado en x = 0.
Para comparar los resultados con los que se obtienen aplicando la solución
clásica, se asume que el clima marítimo puede ser caracterizado por un oleaje
regular representativo. Se analiza la evolución de la línea de playa. Se emplean
cinco espectros para definir cinco oleajes con el que será forzada la playa
durante el periodo simulado (ver Apéndice A). Los cinco espectros empleados
como inputs al modelo de una línea, tienen el mismo contenido energético, es
decir con el mismo primer momento espectral o equivalentemente la misma
altura de ola media cuadrática (Hrms =2 m, Tp = 8 s, θb = -10o , medidos a
10m de profundidad) y diferentes dispersiones direccionales y frecuenciales.
Tres de los espectros frecuenciales son del tipo Bretschneider-Mitsuyasu, pero
con diferentes dispersiones direccionales, de parametros (smax = 10, 25, 75),
y los otros dos espectros frecuenciales son del tipo JONSWAP empírico con
espectros direccionales tipo Mitsuyasu de parámetros ( γ = 1, smax = 10 y
γ = 10, smax = 75 respectivamente).
Por simplicidad en el análisis, la altura de la berma ha sido despreciada
y la profundidad de cierre ha sido calculada según Hallemeier (1978, 1981)
(ref. en Stive et al. 1992); el coeficiente empírico Km ha sido calculado según
del Valle et al. 1993.
La solución obtenida para los cinco espectros se muestra en la Figura
(5.1). En la Figura (5.2) se muestra la evolución de la línea de costa forzada
por un tren monocromático y unidireccional y dos de las soluciones espec-
trales.
Cuando se comparan las distintas soluciones espectrales se encuentra que
(Figura 5.2), la dispersión en frecuencias y direcciones afectan claramente
a la orientación final de la línea de playa y magnitud del desplazamien-
to. Los espectros de banda estrecha o tipo swell son los que producen un
avance máximo en la cara de acumulación del espigón, mientras que el míni-
mo avance aparece para oleaje tipo sea. La solución obtenida para un oleaje
monocromático y unidirecional provocan, en este ejemplo, diferencias del or-
den de centenas de metros con las soluciones espectrales.
En la Figura (5.3) se muestra todas las formas en planta de la playa,
no ponderadas por la energía del espectro, que han sido calculadas para el
caso en el que se empleó el espectro frecuencial tipo Brechesneider-Mitsuyasu
92 Solución para oleaje irregular
60
smax = 10
smax = 25
Distancia transversal (m)
40
smax = 75
smax = 75, ` = 10
smax = 10, ` = 1
20
400
Oleaje monocromático e
unidireccional
200
100
Soluciones no ponderadas
para el caso: smax = 75
200
Distancia transversal (m)
100
-100
5.5. Conclusiones
En este capítulo se ha analizado la respuesta de la playa a un oleaje
multidireccional y multifrecuencia a través del modelo de una línea. Se ha
desarrollado una nueva formulación del modelo de una línea que, además de
incluir el efecto de las variaciones del nivel del mar sobre la línea de costa,
también incluyen la dependencia de la altura de ola y ángulo de incidencia
con la orientación de la línea de playa.
A raíz de estos estudios se ha llegado a que: (1) la evolución de la línea de
playa debido al forzamiento de un oleaje irregular depende de la dispersión
en frecuencias y direcciones del mismo, (2) cuando el modelo de una línea es
forzado por un tren monocromático y unidireccional la evolución temporal
de la playa es drásticamente sobreestimada (del orden de centenas de metros
para el ejemplo estudiado).
96 Solución para oleaje irregular
Capítulo 6
Estimación de la incertidumbre
de la predicción
6.1. Problemática
A posteriori, se comprueba como tras N años de solicitación de clima
marítimo, la forma en planta de la línea de playa ys (x, N) es única, de modo
que la afirmación a priori; ”la forma de la playa será ybs (x, N)”, sólo puede
ser cierta o falsa. Sin embargo, si quiere medirse el grado de incertidumbre
que se tiene sobre cuál de estas dos alternativas es correcta, la probabilidad
es la única forma coherente de medida (de Finetti, 1937).
En el capítulo dedicado al modelo de una línea vimos la importancia
que las condiciones de contorno y la formulación del modelo tienen sobre
la forma final de la playa. En este capítulo se desarrolla una metodología
de cálculo que, empleando el modelo de una línea con las condiciones de
contorno dependientes del tiempo y coeficiente de difusión no homogéneo,
permite estimar la incertidumbre de la predicción para todo el tramo de
playa estudiado.
Algunos autores han afrontado este problema mediante el uso de cálculos
numéricos, calculando en diferentes secciones a lo largo de la playa la función
de distribución de la variable posición de la línea de playa, mediante el uso
del Método Monte-Carlo y la ”full integration” (Le Méhauté et al., 1983;
Vrijling et al. 1991 ). Cuando el número de simulaciones es elevado el Método
Monte-Carlo obtiene una muestra, S, representativa de los posibles estados
morfodinámicos del tramo de playa.
97
98 Incertidumbre de la predicción
p (p + 3)
' p2 (6.4)
2
Para una dimensión p = 50 , que sería equivalente a que se tienen observa-
ciones en 50 puntos a lo largo de la playa, se necesitarían 1325 observaciones.
6.2 CP y la estimación de la incertidumbre 99
1 Xn
1 X n
i = 1 e2ij = i = 1 bij )2 = Mı́nimo
(xj − x (6.5)
n n
Nótese que no imponemos a priori ninguna forma del predictor, este podrá
ser tanto lineal, polinómico, periódico, etc..
Sea un subespacio de dimensión uno, una recta. Se desea que las proyec-
ciones de los puntos sobre esta recta mantengan, lo más posible, sus posiciones
relativas. La recta de la Figura (6.1) es un buen resumen de los datos, ya
que la recta pasa cerca de todos los puntos y las distancias entre ellos se
mantienen aproximadamente en su proyección sobre la recta.
20
10
X1
z1
r1
-10
-20
-12 -8 -4 0 4 8 12
implica:
nX nX
minimizar i = 1 ri2 =i = 1 |xi − zi a1 |2 (6.7)
donde |u| es la norma euclídea o módulo del vector u. La figura (6.1)
muestra que al proyectar cada punto sobre la recta se forma un triángulo
1
rectángulo donde la hipotenusa es la distancia del punto al origen, (x0i xi ) 2 , y
los catetos la proyección del punto sobre la recta (zi ) y la distancia entre el
punto y su proyección (ri ). Por el teorema de pitágoras, podemos escribir:
z1 = Xa1 (6.8)
La suma al cuadrado de las proyecciones viene dada por:
6.3 Fundamentos del método 103
nX
2
Sx,x =i = 1 Xi,nx (6.10)
∂M
= 2Sa1 − 2λa1 = 0 (6.12)
∂a1
cuya solución es:
∂M
= 2Sa1 − 2λa1 = 0 (6.15)
∂a1
∂M
= 2Sa2 − 2λa2 = 0 (6.16)
∂a2
La solución de este sistema es:
M = λ1 + λ2 (6.19)
es claro que λ1 y λ2 deben ser los dos autovalores mayores de la matriz
S y a1 y a2 sus correspondientes autovectores. Observemos que la covarianza
entre z1 y z2 , dada por a01 Sa2 es cero ya que a01a2 = 0, y las variables z1 y
z2 estarán incorreladas.
principales de los datos y las nuevas variables por ellas definidas compo-
nentes principales. En general la matriz X (y por tanto la S) tiene rango
nx, existiendo entonces tantas componentes principales como variables que
se obtendrán calculando los valores propios o raíces características, λ1, ..., λnx
de la matriz S, mediante:
|S − λI| = 0 (6.20)
(S − λi I) ai = 0 (6.21)
Z = XA (6.22)
donde A0 A = I .
Calcular los componentes principales equivale a aplicar una transforma-
ción ortogonal A a las variables X (ejes originales) para obtener unas nuevas
variables Z incorreladas entre sí. Esta operación puede interpretarse como
elegir unos nuevos ejes coordenados, que coincidan con los ”ejes naturales”
de los datos. La relación dada por (6.22) será la que nos permita recosntruir
las formas en planta originales del tramo de playa. La matriz A esta formada
por los vectores propios de las nx CP.
De las nx componentes principales calculadas se eligen las r primeras que
expliquen la mayor proporción de la variabilidad de los datos. El 70 % de
la variabilidad es un valor de corte razonable cuando se trabaja con datos
medidos ya que el resto de la variabilidad puede estar relacionado con errores
en las medidas. Sin embargo, en este trabajo los datos que forman la matriz
original son datos simulados a partir de un modelo, de modo que no se esperan
errores en las medidas pudiendo explicar probabilidades más altas (p.e. del
80 al 90 %).
Para cada componente principal se dispone de una muestra de n indi-
viduos. Esta muestra esta formada por todas las posibles formas en planta
simuladas, es decir cada una se puede entender como el resultado de un ex-
perimento a partir de las cuales se puede estimar la función de probabilidad.
Conocida esta función de probabilidad para las r primeras componentes
principales la probabilidad conjunta se calcula como productorio de las prob-
abilidades marginales. Es decir, la probabilidad de obtener una forma en
planta ybs (x) tal que
6.5. Conclusiones
En este capítulo se ha presentado un procedimiento para el cálculo de la
incertidumbre de la predicción basado en que las soluciones casi analíticas
del modelo de una línea permiten realizar gran número de simulaciones de la
evolución a largo plazo de la línea de costa.
Recientemente se han realizado estimaciones sobre la incertidumbre de
la posición de la línea de playa en secciones aisladas del tramo de playa.
Sin embargo, no se tenía información acerca de la superfice o volumen de
arena ya que la correlación entre las distintas secciones de playa complican
el problema de conocer la probabilidad conjunta para todas las secciones.
El método presentado en este capítulo evita esta limitación al transformar
el conjunto de las nx variables correlacionadas originales en un conjunto más
reducido de variables estadísticamente independientes, donde la probabilidad
conjunta se calcula como el producto de las probabilidades marginales.
108 Incertidumbre de la predicción
Capítulo 7
7.1. Introducción
En este trabajo se asume que la evolución a largo plazo de la línea de
playa esta controlada por la ocurrencia de eventos extremos o temporales.
La forma final del tramo de playa dependerá no sólo del flujo de energía y
número de temporales, si no también, debido a la propiedad acumulativa de
los procesos costeros, de la secuencia en el tiempo de los mismos.
Se define historia de clima marítimo como la secuencia de temporales
y calmas a la que es forzado el sistema costero por parte del agente oleaje
durante un periodo de tiempo dado. A priori no se conoce la historia de clima
marítimo a la que estará sometido el sistema. Esto plantea el problema de
predecir las posibles historias de clima marítimo.
En este capítulo se propone un procedimiento general para resolver este
problema a partir de registros históricos de oleaje. El capítulo se organiza
en cuatro secciones. En la primera de ellas se hace una breve introducción
a la problemática que supone definir qué es un evento de temporal para
su aplicación a modelos morfodinámicos. En la segunda sección se propone
una posible parametrización de la historia de clima marítimo. En la tercera
sección, asumiendo que los distintos parámetros propuestos en esta sección
son considerados como variables aleatorias, se describe como pueden ser sim-
uladas empleando la técnica numérica de Monte-Carlo. Finalmente en la
cuarta sección se dan unas conclusiones.
109
110 Simulación de los temporales
Duración de la
excedencia sobre H umbral
(Dt)
Altura de ola
6 umbral
de temporal
Hm 0 (m )
4
Temporal
Altura de ola
6 umbral
H m 0 (m ) de temporal
Tiempo entre
4 temporales
(Dc)
16
14
Hs(t) (m) 12
10
0.32
Coeficiente de carga
0.3
0.28
0.26
0.24
8 Hs(t) originales
Hs(t) reconstruidas
a partir de la 1ª CP
6
Hs(t) m
2. el método compuesto,
3. el método de la aceptación-rechazo.
fX1 ,X2 ,X3 ,X4 ,X5 (x1, x2 , x3 , x4, x5 ) = f1 (x1 ) f2 (x2 | x1) ...f5 (x5 | x1 , ..., x4)
(7.2)
Donde f1 (x1 ) es la función de distribución marginal de X1 y fk (xk | x1 , ..., xk−1 )
es la función condicional de Xk dado X1 = x1 , X2 = x2,..., Xk−1 = xk−1.
Sea U1 , U2 ,...,U5 variables aleatorias distribuidas uniformemente, que pueden
tomar valores comprendidos entre 0 y 1. El vector X = (X1 , X2 , X3 , X4 , X5 ),
se obtiene de resolver el siguiente sistema de ecuaciones:
⎧
⎪
⎪ F1 (X1) = U1
⎪
⎪
⎨ F2 (X2 | X1 ) = U2
F2 (X3 | X1 , X2) = U3 (7.3)
⎪
⎪
⎪
⎪ F2 (X4 | X1 , X2 , X3) = U4
⎩
F2 (X5 | X1 , X2 , X3, X4) = U5
El problema de generar el vector de variables aleatorias a partir de la ec.
(7.2) se resuelve en dos pasos:
i, j, k
ZHsi, j x VHs Hs
nti ZTpi, j x VTp T i, j , k
x V¬
¬oi, j, k
Z¬ i, j
Reconstrucción del
temporal
7.5. Conclusiones
La secuencia de temporales a lo largo del tiempo controla la evolución de
la línea de playa a largo plazo. Debido a que la mayor parte del transporte
neto de sedimentos tiene lugar durante los eventos de temporal la respuesta
de la playa dependerá de la curva de crecimiento del temporal, fundamen-
talmente de la evolución en el tiempo de la dirección de propagación. Esta
última esta muy relacionada con la trayectoria de las borrascas que generan el
temporal. En este contexto los resultados más significativos de este capítulo
son:
7.5 Conclusiones 121
Aplicación
123
124 Aplicación
y
Curvas batimétricas
y0
x=0 x=b
a2 a1 a2
tamaño de grano uniforme (D50 = 0.5 mm) y densidad uniforme (ρs = 2650
kg/m3) del 40 % de porosidad (n = 40 %). La pendiente media del perfil
de playa en equilibrio es de 1/100 metros. La densidad del agua de mar es
de ρs = 1024 kg/m3 . La aceleración de la gravedad se toma como g = 9,81
m/s2. El régimen de marea es despreciable. No existen fuentes o sumideros de
material en el tramo a estudio y el nivel medio del mar permanece constante
durante el período simulado. La playa en su extremo x = b, no tiene ningún
obstáculo al transporte de sedimentos.
y
Curvas batimétricas
y0
x=0 x=b
a2 a1 a2
Hm0 (m)
4
20
18
16
Tp (s)
14
12
10
320
Dir (grados respecto al Norte)
300
280
260
Oleaje en rotura;
8.4. Soluciones
En la Figura (8.6) se muestra las 70 simulaciones de la forma en planta
tras un año de solicitación de clima marítimo. En el extremo x = b, se
impuso la condición de contorno de no bloqueo o paso libre, que junto a
la homogeneidad de la altura de ola a lo largo de la línea de playa hacen
que no exista gradiente de transporte en ningún instante y se mantenga
8.5 Análisis de la incertidumbre 129
4000
Simulaciones de la evolución de
3000 un tramo de playa incialmente trapezoidal
durante un año de solicitación de CM
Distancia transversal (m)
2000
1000
0
0 1000 2000 3000 4000
Distancia longitudinal (m)
0.4
0.3 CP1
CP2
CP3
0.2
Coeficientes de carga
0.1
-0.1
-0.2
3000
Simulaciones
Reconstrucciones empleando la 1ª CP
1000
Figura 8.8: Comparación entre las tres primeras formas en planta simuladas
y su reconstrucción a partir de la primera componente.
70
CP1
60
50
40
30
20
10
0
1 1.05 1.1 1.15 1.2 1.25 1.3 1.35 1.4 1.45
4
x 10
9.1. Conclusiones
Al final de cada uno de los capítulos se ha dedicado un apartado a co-
mentar las conclusiones específicas de cada uno de ellos. En este apartado se
presentan los logros alcanzados en cada uno de los cuatro objetivos específicos
planteados al inicio del trabajo.
133
134 Conclusiones y futuras líneas de trabajo
Espectros direccionales
empleados
137
138 Espectros direccionales empleados
⎡θ ⎤−1
Zmáx
b µ ¶
θo − θp
Do = ⎣ cos dθo ⎦ (A.2)
2
θb mı́n
139
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