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¿Qué quiere decir hablar?

Estela Carrera
Cuando escuchamos a Miller en Bs As, a propósito del próximo Congreso Mundial, nos
proponía articular una dialéctica del sentido y del goce en la experiencia analítica
haciendo evidente en nuestros trabajos el borde de semblante que sitúa el núcleo de
goce. Para esto, he optado por el testimonio de Bernard Seynhaeve, justamente para ver
desde la pragmática de un caso, la operación analítica misma en torno de la
Interpretación y sus efectos.
Sabemos por indicación de Lacan que la interpretación debe solo recaer sobre el objeto
y el modo de gozar. Eso es toda una orientación clínica, que marca la diferencia radical
del psicoanálisis lacaniano y los otros psicoanálisis. Veremos en este testimonio de una
cura que duró 23 años y contó con 3 analistas distintos, la incidencia de la
interpretación.
Esta experiencia analítica se realizó entre 2 interpretaciones: una ocurrida a los 2 años
del análisis y otra que marcará el inicio del final de la cura. .
La primera interpretación, abre el juego del sentido, es decir S1-S2. La segunda
interpretación desconecta S1 de S2. Nos hace ver como el sentido no está ya en
ninguna parte.
¿Cuál fue la interpretación primera?, a los 2 años, a la salida del consultorio, el analista
lo mira directo a los ojos y le pregunta ¿qué es esto, esa pequeña cicatriz en su mejilla?,
el le dice que es un quiste que se hizo quitar y el analista le dice de manera fuerte “UD
tendría que haberme hablado de eso”. ¿Qué interpreta el analisante? “Recibí esta
interpretación como una cachetada que me sumergió en la angustia”. La noche siguiente
tuvo una pesadilla, donde -camina sin pisar las junturas del piso de un hospital, hasta
que siente de repente la necesidad imperiosa de orinar, lo hace en el inodoro sin poder
detenerse. El inodoro desborda y se despierta orinándose en la cama.
La primera interpretación tuvo múltiples efectos:
-A partir de esa mirada del analista se desplegará el tour del objeto mirada que se
cerrará 23 años después.
- Otra consecuencia fue la instalación de una fobia para acostarse por temor a que la
enuresis se reproduzca. Continuaron las pesadillas que lo atormentaron por años.
-Otro efecto fue ser el puntapié del desarrollo de la cadena significante, por lo que
Bernard lo nombra como tiempo 0 del ciframiento-desciframiento que proporcionaría
tela al fantasma. Así entró en la dimensión del inconsciente transferencial, necesario
para destilar la verdad mentirosa construida en el análisis.
-Otro efecto de esta primera interpretación, fue que reactivó un síntoma obsesivo de la
adolescencia, que consistía en tratar de no caminar en las junturas de las aceras. Ahora
hacía lo mismo camino al analista. Bernard lo llamó “la pequeña piedra en su zapato”.
No le dio importancia ni lo comunico al analista. No lo entendía ni hablaba de eso.
Recién en el tramo final de su análisis la piedra en su zapato, toma su lugar.
Había dado en el blanco la interpretación, había apuntado a la castración, precipitando
el síntoma y la construcción del fantasma. Había sido tocado lo Real.

La segunda interpretación, se produce después de un corte de sesión, donde el


analista, sentado en su silla y muy apaciblemente, le dice: “UD ama demasiado sus
fantasmas”. Es una interpretación tocó su fantasma masoquista ¿Que interpreta el
analisante? Se angustia por dos años, ya no se atrevía a hablar, “me calle”. ¿Qué
consecuencias? Fueron 2 años de atravesamiento del desierto de su fantasma, al cabo
de ese tiempo, captó súbitamente, que su historia había tomado el aspecto miserable de
un parloteo. Así empezó a avanzar en un espacio donde el Otro no existe. Al final de ese
desierto, se produjo un relámpago, el temor de ser golpeado por su analista se revelo
siendo su deseo de ser una mujer violada en su fantasma.
La interpretación había operado un corte radical entre S1 y S2.
Entre la primera y la segunda interpretación, se sitúan las vueltas del inconsciente
transferencial, donde la historia del sujeto forma parte activa de la máquina de goce
hasta que capta, de repente, su goce del bla bla bla. A esto, Bernad le llama “la
experiencia de la sustancia gozante oculta en el parloteo.” Hasta que con la segunda
interpretación se opera el pasaje del inconsciente transferencial (que se había producido
con la primera interpretación) al inconsciente real, en el terreno del S1 sólo, sin el Otro.
La interpretación del analista había separado S1 de S2, aislando el Uno solo. Este
descubrimiento tuvo un efecto fulgurante. La angustia cayó, obtuvo una ganancia de
saber que ocurrió varios meses antes del fin. En este momento Bernard sitúa su decisión
de hacer el pase. El analista atemperó, interpretando “aún no está terminado”.
Esta segunda interpretación, “UD ama demasiado sus fantasmas” tiene el estatuto del
acto, porque cambió al sujeto. Es radical por sus efectos, lo eyectó de un
funcionamiento de goce sostenido en el fantasma.
El analista de la segunda interpretación era Miller. El dice en “clases de finura”que al
decirle UD ama demasiado sus fantasmas no tenía la menor idea de esos efectos. Miller
se pregunta ¿Por qué una frase como esa “UD ama demasiado a sus fantasmas”,
provoca dos años de atravesamiento del desierto? Esto enseña hasta que punto las
interpretaciones del analista son la creación del analizante. “Interpretaciones tan
tontas, han sido para UD sensacionales, demuestra que el analizante forma parte del
concepto de la interpretación”. Además hace una observación muy importante, ambas
interpretaciones, la primera y la segunda, son reproches: “UD debería haberme hablado
de eso y UD ama demasiado sus fantasmas” y ambos lo miran directo a los ojos.
Recibió esas interpretaciones como un golpe. El miedo a los golpes del analista velaba
el deseo del sujeto de ocupar el lugar de la mujer violada en su fantasma.
Un trozo del velo había sido levantado por efecto de la retroacción de la interpretación
del analista. (2 años atravesando el desierto hasta percibir de golpe…), pero quería ir
más allá del Uno, sin el Otro. Más allá de los semblantes.
Entonces, el analizante continúa hasta que surge del inconsciente “ese trozo de real del
que me iba a apoderar”.

Tramo final: ¿Cómo se produjo el surgimiento del fin de la cura?, meses más tarde,
hay dos sueños del final:
a) el analizante duerme en el diván de su analista, abre los ojos y ve a su analista
sonriente, sentado al pié del diván. El analista lo mira directo a los ojos. El
analizante le dice a su analista “se terminó, yo he terminado”. A partir de este
sueño, pudo decir se terminó, sin recurrir al SSS. Esto implica un acceso al
s(A/) que se revela como un verdadero agujero donde el Otro no existe.
b) Está el analizante en la sala de espera, hay un barullo en el corredor y se entera
que ha pasado algo, que ese es un día de duelo, el analista perdió a alguien
cercano. Hay una mesa de autopsia e instrumentos. La caja craneana está abierta.
Alguien retira del cráneo una masa gelatinosa y la poya sobre una silla. El
analizante se acerca y percibe un bloque de paté de cabeza. Los empleados de la
pompa fúnebre se llevan el cuerpo. ¿Qué interpreta el analizante?
El sueño le mostró un trozo de real que él quiso atrapar. “mira lo que es de tu ser. Lo
inmundo”. Recibí lo inmundo y lo elevé a la dignidad de un objeto valioso. El paté de
cabeza no es un significante en más, más bien falla lo real en su tentativa de nombrarlo
Paté, es pater (padre), ahora llevado a ser una gelatina sin ningún interés. El sueño le
mostró “mira lo que es de tu ser. Lo inmundo”. La pulsión termina aquí su recorrido,
por lo cual el analisis está terminado. El objeto pulsional mirada, cayó.
¿Qué hace el analista? El silencio. El analista no reconoce nada, no ratifica nada. Será el
analizante en la retroacción, que interpretará lo que ocurrió, lo que le permitirá construir
el caso.
Es el momento del pasaje de psicoanalizante a psicoanalista, cuando al término de la
cura evacua el objeto a luego de haber verificado en ese objeto la causa de su deseo.
(Otros escritos). Bernard nos hace captar muy bien, la dimensión contingente del acto y
además que el analista era un semblante, continente vacío sosteniendo el deseo de saber
del sujeto.
Este testimonio nos enseña que obtener un “es eso”, le permite cortar con un
funcionamiento masoquista. “se terminó”. Eso implica otra relación del sujeto a su
goce. Además enseña sobre cómo llega el fin. “el fin es contingencia, en que se
conjugan el azar del encuentro con un trozo de real y la decisión del ser”. El
reconocimiento del fin depende de la decisión del ser durante ese encuentro. Vio lo
inmundo, lo admitió y dijo “es eso”, lo reconoció sin el recurso del Otro. “El acto de
reconocimiento del final consiste en no ser distraído en el buen momento y atrapar lo
real que surge del inconsciente; elevarlo a la dignidad del objeto precioso. Se impuso
atrapar la cosa inmunda”
Concluyo en la salida de la cura y la entrada en el procedimiento del pase.
Las dos dimisiones del S1, es clave. S1 que representa a un sujeto en su articulación al
Otro, hace posible la cadena significante y el inconsciente. Es la dimensión simbólica.
Pero hay otra vertiente sobre la que Lacan pone el acento al final de su enseñanza, que
es el S1 tomado en su dimensión de letra, que no se descifra. Eso quiere decir goce no
simbolizable. Es lo que hacía Bernard, camino al analista, evitando pisar las junturas. Se
trataba de un acontecimiento de cuerpo, goce opaco, sin sentido, real sin sentido y sin
ley, con el que el sujeto respondía al No hay relación sexual. Tiene el valor de letra de
goce que el cuerpo escribía como una lapicera haciendo borde. En esta dimensión S1 no
representa nada, no es un significante representativo, estamos fuera de la dinámica
simbólica. Al contrario, es del orden de la letra que no dice al Otro, no comunica,
simplemente se goza. Ese real que el cuerpo goza sin sentido, no puede más que
fallarse, no se lo atrapa con el significante. Esta es la dimensión del inconsciente Real,
cuando Bernard capta su modo contingente de gozar, sin sentido alguno.
¿Qué quiere decir hablar?
Lacan se pregunta (sem 23, p 97) como es que no percibimos que las palabras de las que
dependemos nos son de alguna manera impuestas?...que la palabra es un parásito, un
revestimiento… Bernard nos enseña que la cura transcurrió entre 2 interpretaciones
tontas, donde lo relevante no fue el sentido dicho en la interpretación, sino cómo
resonaron para Bernard, esa mirada del analista y el tono de reproche que acompañaban
esas palabras dichas en la interpretación que él experimentaba como golpes. El
testimonio nos hace ver de un modo brutal el sin sentido. Bernard llega ahí, al no hay
sentido en el goce y que el significante encuentra su razón de ser en el cuerpo, y que por
eso el síntoma está condicionado por lalengua, más acá de toda articulación.

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