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FACULTAD DE ENFERMERIA
DEPTO. ENFERMERIA COMUNITARIA
CURSO SALUD INDIVIDUAL Y COLECTIVA
UNIDAD TEMATICA I
DETERMINANTES SOCIALES DE LA SALUD
DERECHOS HUMANOS y SALUD
En las últimas décadas ha surgido una nueva forma de abordar los determinantes de la salud.
Se trata de un enfoque basado en derechos humanos, por un lado reinvindicando el derecho a la
salud; y por el otro concibiendo a cada uno de los determinantes sociales de la salud como
derechos en sí mismos y condición para garantizarla, dado que se concibe a los derechos
humanos de manera integral, interdependiente y complementaria entre sí.
Le preocupa la concreción o materialización real de los derechos y la atención a grupos
vulnerables mediante la adopción de políticas públicas con perspectiva de derechos y con amplia
participación de la sociedad civil; los derechos humanos son referentes y fin último para las
políticas públicas1. Éstas son el instrumento o medio idóneo para su realización.
Por ello guían la acción e intervención de las autoridades públicas, a través de los diferentes
planes y programas de desarrollo económico y social. Los ciudadanos y ciudadanas organizados
pueden interpelar al Estado en su deber de respetar, proteger y cumplir con la realización de los
derechos humanos.
Dado que los DDHH expresan los valores requeridos por la sociedad para su existencia,
se dice que ejercen una función crítica frente al orden existente y que proporcionan un horizonte
ético2.
Debido a esta función crítica, orientan al orden jurídico, al plantear temas sobre los cuales
1
Una política es un plan de acción. Puede referirse a una estrategia nacional de salud de mediano plazo (cinco años) o
a decisiones referidas a una enfermedad en particular o a una región.
2
Una imagen de los valores que deberían ser, el “deber ser”.
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legislar. Y también orientan a los Estados, al plantear temas sobre los cuales hacer políticas
El Derecho Positivo está constituído por el sistema de leyes del país. Existe también el
derecho internacional. En el mismo se establecen acuerdos entre naciones o para que las
naciones apliquen decisiones al interior de sus países. A veces las Declaraciones internacionales
no son ratificadas y puestas en práctica al interior de los países.
A su vez, este proceso de positivización al interior del Derecho Positivo nacional siempre
lleva un tiempo, el cuál a veces no llega. Por ello la legislación debe acompañarse de la toma de
conciencia y movilización por parte de los pueblos, no sólo a escala nacional sino también
internacional. A nivel mundial se habla en la actualidad del nuevo fenómeno de la diplomacia
ciudadana, la cual fue definida por el Foro De Diplomacia Ciudadana (México febrero 2002) como
"el conjunto de esfuerzos, tanto de cabildeo3 y negociación como de denuncia y movilización,
dirigidos a incidir en ciertas instancias de gobierno y en los organismos multilaterales”...
“considerando que la creciente participación ciudadana en acciones diplomáticas que antes se
reservaban exclusivamente a los Estados, es parte del esfuerzo por democratizar las relaciones
internacionales."
Como ya se señalara, los derechos se relacionan con valores, los que a su vez se
relacionan con opciones ideológicas y con los paradigmas que impregnan el pensar científico en
sucesivas épocas. Los valores son objeto de estudio de la Etica, así como de la política.
Etica (del gr. Ethikos), es la disciplina que estudia teóricamente el problema de la acción;
parte de la filosofía que trata de la moral y de las obligaciones de los hombres. Realiza un
abordaje teórico de los valores que orientan los comportamientos de las personas.
Busca el fundamento de nuestros actos, sus principios rectores 4: el placer, la razón, el
interés o utilidad, el sentimiento. Se relaciona con principios universales, con la razón, la postura
crítica, la utopía, la liberación humana, la afirmación de la dignidad de la vida, como un
compromiso con la vida, con la relación de amor y justicia entre las personas.
Los principios de la Etica se concretizan en la moral o morales, las cuales critica y trata de
modificar. Por eso podemos hablar de muchas morales pero de una sola ética.
Moral (del latín Moralis, mores =costumbres; o de morus= morada, hogar, suelo interior) se
refleja en los actos. De ahí que estar desmoralizado se asocia a estar desmoronado, falto de
suelo, sin sustento. La moral es una fuerza que está en uno pero que no es de uno, que constriñe,
obliga. La moral se relaciona con el fluir de la vida, con las reglas locales y coyunturales
relacionadas con el hacer el Bien o el Mal; refleja el orden o la organización social y política
vigente, impregnados por el contexto y la socialización, por la ideología, el sistema de poder
vigente, con el sentido práctico, con la coexistencia al interior de un grupo social determinado y su
cultura. Sólo se comprenden desde adentro del propio sistema cultural.
En el espacio social las personas viven una tensión: entre el individuo y los demás, frente a
la Naturaleza y las Instituciones sociales, a la cultura, al lenguaje, al cuerpo... Significa situarse en
y frente a la realidad e interpelarla desde una concepción ética histórica, en tensión constante,
universal, afirmadora de la vida, utópica 5 en relación a la liberación humana de todo ser humano,
como horizonte ético. En este sentido, podemos ver la ética como una guía para el hacerse a sí
mismo.
Existe al respecto una discusión sobre si los DDHH son naturales o históricamente
construídos. Aquéllos que sostienen que son naturales, considerándolos inherentes a la
persona, sostienen que éstos son inalienables o enajenables a la misma. Sin embargo, al quedar
3
Cabildeo. (lobbying o hacer lobby): ejercicio de la influencia sobre la legislatura o el desarrollo de políticas que
reflejen un cierto punto de vista. Esta práctica puede ser llevada a cabo por un individuo, un grupo, una organización o
asociación.
4
Principio: del latín “principum”: fundamento, inicio. Idea rectora, regla fundamental de conducta.
5
Utopía: u-topos, un lugar que no existe. Alude a un ideal o anhelo hacia el cual caminamos en el afán de realizarlo, y
mientras vamos hacia la utopía, la vamos construyendo, siempre incompleta, siempre en proyecto. Según el escritor
E.Galeano nos sirve “para caminar”.
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esta afirmación en la mera enunciación sin garantías jurídicas, se carece de la eficacia en la
defensa para situaciones concretas.
Desde la vertiente histórica se sostiene que los DDHH proceden de una realidad concreta,
no se habla de Hombre genéricamente sino de los hombres y las mujeres contextualizados; Los
hombres no son universales, sus necesidades sí lo son, por lo tanto los derechos deben ser
universales.
Según esta perspectiva los DDHH tienen una realidad histórica surgida en la cultura
occidental. Se concretaron a partir de la Declaración Universal de 1948 la cual se ha convertido
en un referente ético universal, planteando desafíos para los sucesivos pactos, declaraciones,
convenciones y demandas sociales para legislar de acuerdo a sus postulados y exigir que la ley
sea ejecutada.
Aquéllos que sostienen esta postura, se oponen a considerar los DDHH como naturales.
Manifiestan que en la Naturaleza hay hechos, no derechos. Los derechos se conquistan.
Promueven su apropiación por parte de los sectores no privilegiados de acuerdo a la
secuencia: injusticia – reclamo – lucha- conquista – difusión.
En este proceso, si no se consiguen las conquistas, hay frustración y represión
generándose más injusticia. En caso de conquista de derechos, se llega a la concesión de los
mismos, lo cual siempre implica cesión de una cuota de poder de parte del que estaba
ejerciéndolo . En tal sentido, la perspectiva historicista plantea que la lucha por los DDHH es una
lucha permanente por no perder las posiciones ya ganadas.
En resumen, puede decirse entonces que los DDHH tienen una realidad histórica, una
base ética y una realidad jurídica que da forma a un orden social y estatal.
La mirada historicista en relación a los DDHH nos permite trascender la confrontación de
perspectivas entre el Hombre sujeto activo “constructor de su destino” frente al Hombre sujeto
pasivo; o mismo si mantener la creencia en las utopías como fuerzas históricas o rendirnos al
advenimiento de la era del fin de las utopías, el fin de las ideologías, lo cual es igual que decir que
ya no “podemos soñar más con tiempos mejores”.
Este equipo docente propone concebir los Derechos Humanos como una herramienta para
la construcción de una sociedad más justa y solidaria, es decir saludable..
Los derechos políticos o civiles. Incluyen la libertad, la libre expresión del pensamiento, la
toma de decisiones en niveles políticos del Gobierno, libertad de asociación, etc. Se plantean en el
siglo XVIII como resultado de la decadencia de los sistemas monárquicos y del auge de la
burguesía en Europa.
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Los derechos Económicos, sociales y culturales, son aquéllos que reclaman la igualdad de
hecho, no sólo de derecho; real no meramente declarativa. La propia Declaración Universal
plantea principios que implican igualdad, universalidad en el alcance de cada uno de los artículos
contenidos en la misma, señala que surge con la aspiración del “advenimiento de un mundo en el
que los seres humanos, liberados del temor y de la miseria, disfruten de la libertad de palabra y de
la libertad de creencias.”
Los derechos de los pueblos, también llamados de Solidaridad. señalan la importancia de
garantizar la libre determinación de las naciones, el rechazo al armamentismo, el derecho al
acceso a la información y tecnologías, al cuidado del medio ambiente a la no explotación de la
naturaleza para obtener materias primas, a adoptar medidas conjuntas entre naciones para
revertir el proceso del cambio climático.
En un mundo que cada vez se polariza más en relación a su autosustentabilidad, estos
derechos se posicionan solidariamente en relación a recursos de sostenimiento de la vida que
deberán ponerse al alcance de todos los pueblos y habitantes del mundo, como por ejemplo, el
agua potable, alimentos, combustible, avances en medicina, alojamiento de refugiados, etc.
Una cuarta generación de Derechos humanos son los llamados DDHH específicos. A partir de
los derechos generales expresados en los períodos anteriores, se vio necesario desarrollar aún
más toda una gama de situaciones que continúan sin resolverse incluso jurídicamente, lo cual
lleva a especificar derechos humanos de las esferas de la mujer, del niño, adultos mayores,
diversidad sexual, no discriminación de minorías, derechos laborales, medio ambiente, derechos
sexuales y reproductivos de la mujer, derecho a la salud, derechos de usuarios de servicios de
salud, etc.
Las implicancias en salud se relacionan tanto con la tarea concreta vinculada con el brindar
asistencia como con la promoción de relaciones sociales saludables, y una calidad de vida
adecuada como resultado de la satisfacción de las Necesidades humanas fundamentales (Max-
Neef, 1993) de todos los ciudadanos.
El médico y profesor uruguayo Mario de Pena ha dejado en claro que los derechos a la
salud deben comprenderse tanto en lo que respecta a garantizar la atención como en garantizar
las condiciones de vida que promuevan salud.
Asimismo plantea que la forma cómo se piense su aplicación dependerá del concepto de
salud que se tenga. Una perspectiva de proceso salud-enfermedad como fenómeno integral,
dinámico, concibiendo la salud como derecho del cual el Estado debe responsabilizarse ya que
de esto depende la calidad de su capital social, pone en cuestión la totalidad de los DDHH
conquistados a lo largo de la Historia de la Humanidad cuando nos encontramos ante el objeto
Salud.
A su vez, también expresa que la atención a la salud desde la responsabilidad de los
Estados, debe pensarse y garantizarse tanto para individuos como para grupos humanos,
expresándose en atención a la salud de personas individualmente como a la salud pública o
colectiva..
En este contexto, el trabajador de la salud es un actor social activo en la construcción de
una sociedad que jerarquice el cuidado de la vida, actuando en todos los niveles de decisión
posibles. En tal sentido: acciones con la población y usuarios de servicios, acciones comunitarias,
acciones profesionales académicas y mejora de la formación, sindicales o gremiales y políticas a
nivel del equipo de gobierno.
El siglo que comenzamos a transitar nos presenta problemas irresueltos que vienen de
más atrás, que socavan nuestra confianza en avanzar en base a la razón, que es el pensamiento
que caracteriza a la modernidad. Nos desafía igualmente a encontrar salidas a la discriminación y
el rechazo a lo diferente del modelo económico de la globalización.
Contribuyen a generar conciencia respecto a las necesidades no estimuladas por el
sistema organizado sobre la base de una racionalidad económica. En nuestro trabajo con usuarios
y poblaciones es necesario dar a conocer los avances en la conciencia ética que ha conquistado
la Humanidad. De esta manera, se despierta a la toma de conciencia por parte de personas y
comunidades respecto a derechos vulnerados, a necesidades que no eran reconocidas como
tales, y con el reconocimiento de su carencia se contribuye a movilizar a las personas hacia su
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concreción.
Sin duda, se trata de un proceso más complejo y largo que el que realizan los medios de
comunicación de masas al generar necesidades de consumo sólo reales para quien las satisface
a través del intercambio comercial. Se trata de contribuir a quitar las vendas, despertar la
capacidad de soñar y de imaginar estilos de vida auténticos y saludables.
Fundamentalmente son los Derechos de igualdad o “contra el temor y la miseria” los que
más se relacionan con la calidad de vida. En el marco de los determinantes del proceso salud-
enfermedad es tan importante la cantidad como la distribución del crecimiento económico sobre la
base del principio de equidad. Ya que el centro de la pobreza actual es un sistema de
desentendimiento y de competencia que no pueden generar niveles de vida dignos para todos. El
escritor uruguayo Eduardo Galeano nos dice desde sus agudas miradas sobre la realidad
competitiva actual: “El prójimo no es tu hermano, ni tu amante. El prójimo es un competidor, un
enemigo, un obstáculo a saltar o una cosa a usar. El sistema que no da de comer, tampoco da de
amar: a muchos condena al hambre de pan y a muchos más condena al hambre de abrazos.”
Nuestra utopía trata de modificar esto.
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Asamblea General de las Naciones Unidas, 10 diciembre 1948. Ver anexo copia de la Declaración
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Para dar acción a los valores se necesita de la política , es decir con programas de gobierno y
gobiernos que gestiones la implementación de los mismos. Estos programas a esta altura del
desarrollo de la conciencia ética de la Humanidad, deben sustentarse – como mínimo – en los
principios contenidos en la Declaración Universal .
A los efectos de garantizar la concreción de los DDHH en la vida de las personas y pueblos,
es necesario desplegar acciones en torno a:
- protección jurídica-policial, a través de tribunales penales nacional e internacional.
- Crear nuevas estructuras sociales, económicas, culturales y políticas, opuestas a la
estructura social injusta que permite abusos de poder.
- Promover la liberación de la ideología individualista burguesa que fue su matriz. Cambio
cultural.
- Promover el conocimiento y difusión de los derechos.
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Borgia, F. “La salud en Uruguay: avances y desafíos por el derecho a la salud a los tres años del primer gobierno
progresista”. Revista de Medicina Social. MEDICINA SOCIAL Vol 3, No 2 (2008). http://www.medicinasocial.info
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Bibliografía
Pérez Aguirre, J.L. “Desnudo de seguridades. Reflexiones para una acción transformadora” Ed.
Trilce, Mvdeo., 2001