¿TIENE UNA PERSOPNA DERECHO A MATAR?

Algunos consideran lo que el utilitarismo ofrece respecto a no matar a una

persona, el daño hecho a la persona acecinada es solamente un factor a tener
en cuenta y la preferencia de la victima puede a veces tener menos peso que
las preferencias de otros.

Debido a al poca idea que tenemos sobre “Derecho a al vida” vale la pena
preguntarse si existen base para atribuir derechos de la vida de las presionas o
diferencia de otros seres vivos.

El filósofo norteamericano Michael Tooley argumenta que los únicos seres que
tienen derecho a la vida son las personas, justificándose en que son aquellas
las que pueden percibirse a si mismos como utilidades distintas existentes en el
tiempo.

Él admite que es difícil formular alguna conexión entre derechos y deseos de

forma precisa, haciendo una obvia excepción con la gente que esta dormida o
temporalmente inconciente, aclarando que el hecho de que estén así no es el
hecho que no tengan derechos debido a que por el momento no tienen deseos.
Tooley nos formulo un sorprendente articulo llamado << Arbortion and
Infaticide>> publicado en 1972 tratando principalmente el problema de las
conexiones, pero màs adelante se contradijo con la publicación de un libro de
su autoría titulado de igual forma, en donde expone que un individua no puede
en un momento de determinado, tener derecho a una existencia continuada, de
allí es posible concluir que “para tener derecho a la vida, uno debe tener, o al
menos haber tenido alguna vez el concepto de tener alguna existencia
continuada.”

LAS PERSONAS Y EL REPETO POR LA AUTONOMIA

Existe una corriente de pensamiento ético, asociado con Kant en la cual es

posible encontrar a muchos escritores modernos que no son kantianos, que en
conjunto dicen que el respeto por la autonomía constituye un principio moral
básico.

Teniendo claro el concepto de “Autonomía” como esa capacidad de elegir, de

hacer y actuar según las propias decisiones, es como así un solo individuo
capaz de diferenciar entre vivir y seguir viviendo puede autónomamente elegir
vivir.

Partiendo de ahí se dice que una persona que no ha elegido morir no respeta la
autonomía de dicha persona.
El utilitarismo no respeta la autonomía, pero si somos utilitaristas debemos
conceder que el deseo de seguir viviendo puede verse contra pesado por otros
deseos.
Por una parte el utilitarista de preferencia debe considerar el deseo de seguir
viviendo no sobre pasa otros pero por otra parte el utilitarista clásico reconoce
que la gente esta equivocada en sus expectativas de felicidad.

Para concluir se puede decir que el utilitarista al objetar a una persona, no

puede poner el mismo énfasis en la autonomía como los que respetan la
autonomía como un principio moral independiente.