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LA EDUCACIÓN SUPERIOR EN VENEZUELA: ANÁLISIS Y

PERSPECTIVAS.

La Educación Superior “es un sistema complejo de producción de bienes y


servicios específicos cuyo propósito y razón de ser es el de satisfacer la demanda
de bienes y servicios educativos en una región determinada”. Este concepto es de
Cruz Valverde (1990).
La UNESCO (1998) señala que las universidades deben:
1. Formar diplomados altamente cualificados y ciudadanos responsables,
capaces de atender a las necesidades de todos los aspectos de la actividad
humana.
2. Constituir un espacio abierto para la formación superior que propicie el
aprendizaje permanente, brindando una óptima gama de opciones y la
posibilidad de entrar y salir fácilmente del sistema, así como oportunidades
de realización individual y movilidad social con el fin de formar ciudadanos
que participen activamente en la sociedad.
3. Promover, generar y difundir conocimientos por medio de la investigación y,
proporcionar las competencias técnicas adecuadas para contribuir al
desarrollo cultural, social y económico de las sociedades, fomentando y
desarrollando la investigación científica y tecnológica a la par que la
investigación en el campo de las ciencias sociales, las humanidades y las
artes creativas.
4. Contribuir a comprender, interpretar, preservar, reforzar, fomentar y difundir
las culturas nacionales, regionales e internacionales.
5. Contribuir a proteger y consolidar los valores de la sociedad.
6. Contribuir al desarrollo y la mejora de la educación en todos los niveles, en
particular mediante la capacitación del personal docente.
Por su parte, la Ley Orgánica de Educación, en su artículo 27, establece que
los objetivos de la educación superior son:
1) Continuar el proceso de formación integral del hombre, formar profesionales
especialistas y promover su actualización y mejoramiento conforme a las
necesidades del desarrollo nacional y del progreso científico.
2) Fomentar la investigación de nuevos conocimientos e impulsar el progreso de la
ciencia, la tecnología, las letras, las artes y demás manifestaciones creadoras en
beneficio del bienestar del ser humano, de la sociedad y del desarrollo
independiente de la nación.
3) Difundir los conocimientos para elevar el nivel cultural y ponerlos al servicio de
la sociedad y del desarrollo integral del hombre.
Hablando de leyes, en Venezuela no existe una normativa específica sobre
un sistema de educación superior, sino tres (3) leyes independientes que regulan
el funcionamiento de la misma, la Ley Orgánica de Educación (1980), la Ley de
Universidades (1958) y la Constitución Nacional (1999).
La historia de la educación superior en Venezuela comienza en 1592,
cuando algunos españoles residenciados en Caracas, solicitaron al rey de España
la creación de una Cátedra de Gramática y un Colegio Seminario que sirvieran
para la instrucción de sus hijos. Posteriormente, se creó sobre el seminario la Real
y Pontificia Universidad de Caracas, la cual funcionó hasta 1827, año en el cual
Simón Bolívar designa Rector de la Universidad al médico y Doctor José María
Vargas, realizando una reforma de la universidad, cambiándole el nombre por el
de Universidad Central de Venezuela (UCV), la cual se convierte en una institución
con autonomía organizativa y académica. La segunda universidad creada en
Venezuela fue la de Mérida (Universidad de los Andes); la tercera universidad fue
la de la Maracaibo (La Universidad del Zulia), fundada en 1891 y la cuarta la de
Valencia en 1892 (Universidad de Carabobo). Durante principios del siglo 20, las
actividades académicas sufrieron varias interrupciones, estando sometidas a
estricto control oficial y es en 1953, cuando el Ejecutivo Nacional autorizó, por
primera vez, la apertura de universidades privadas, la Universidad Santa María y
la Universidad Católica Andrés Bello. Fue en la etapa democrática que se observó
un crecimiento de la educación superior, para 1957 existían sólo 3 universidades
nacionales, 2 universidades privadas y un instituto pedagógico. Para 1980, había
91 instituciones y para el año 2001 existen 145 instituciones, destacándose que
las instituciones privadas han superado al de las oficiales en número.
Como se puede observar, existe una gran cantidad de instituciones de
educación superior, pero las mismas no garantizan calidad en la enseñanza,
satisfacción de las necesidades profesionales del país, ni avances tecnológicos.
La educación superior en Venezuela es pobre en dar respuestas a los retos, hasta
el punto de que en las últimas décadas el país no puede mostrar innovaciones
significativas; Sin embargo se han logrado las siguientes innovaciones: La
creación de empresas universitarias de diversa índole (médicas, agrícolas,
químicas, ingenieras, de consultoría, etc.); la utilización de mecanismos de
intercambio y cooperación nacional e internacional; la reducción de la licenciatura
en algunas universidades a cuatro años; la creación de parques tecnológicos en
cuatro universidades (USB, ULA, UNEXPO y LUZ); la creación de programas a
distancia y virtuales utilizando Internet y la flexibilización de los planes de estudio,
incorporando materias electivas y otras modalidades curriculares en algunas
carreras.
La Comisión Nacional de Currículum, designada por el Consejo Nacional de
Universidades, ha realizado desde 1992 cinco grandes encuentros y llegó a un
diagnóstico negativo. Sus conclusiones señalan (2002) “que a pesar de los
esfuerzos realizados por numerosas instituciones y personas, lo cierto es que el
currículo de las casas superiores de estudio en Venezuela se caracteriza en la
actualidad por:
1. La imposibilidad que tienen los estudiantes de avanzar en diversas direcciones
durante el transitar curricular, ya que deben seguir el orden prescrito en los planes
de estudio.
2. Un proceso educativo completamente desligado de las necesidades de la
sociedad.
3. El énfasis en la formación especializada, enciclopédica, profesionalizante y
castrante, que impide el logro de ciudadanos que puedan ser gestores de su
propio destino y puedan impactar positivamente en la sociedad.
4. Estructuras curriculares sobrecargadas de asignaturas.
5. La tradicionalidad del proceso de enseñanza-aprendizaje, o sea que la relación
entre el profesor y el estudiante es unidireccional, sustentada en la autoridad del
docente.”
No se puede predecir el porvenir para el largo plazo, pero se pueden
identificar tendencias que en el corto tienen alta probabilidad de convertirse en
realidad. Hay pocas dudas en cuanto a que el mundo vive dos procesos: la
revolución tecno-científica y la globalización económica y cultural. Procesos que
están transformando los requerimientos laborales y que obligan a la formación de
trabajadores cada vez más competentes, capaces y especializados.
Las políticas del actual gobierno están orientadas por los siguientes
lineamientos generales (Luis Fuenmayor, 2001; María Egilda Castellano, 2001):
“(a) Mejorar la calidad, equidad y pertinencia social de la educación superior.
(b) Lograr la aprobación de una Ley de Educación Superior que permita articular y
corregir la heterogeneidad y deficiencias de este nivel educativo.
(c) Aumentar progresivamente y optimizar el manejo de los recursos destinados a
este nivel educativo.
(d) Promover, apoyar, estimular, profundizar y evaluar el intercambio y
cooperación internacional, sobre todo con los países de América Latina y el
Caribe.”
En conclusión, “el papel de la Educación Superior ya no sólo se centra en el
desarrollo de ciertas habilidades especializadas, sino en la capacidad de resolver
problemas imprevistos que se presenten en la práctica laboral, con el fin de
mejorar la calidad de vida de la población, promover el desarrollo cultural y la
conservación del medio ambiente”. (Adriana Cannata, 2002)

Econ. Carlos Bastardo


09-02-07

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