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Bloque I

Egipto
Bases de la cultura

Egipto esta determinado por el Nilo, que atraviesa el país en una longitud de más de 1000 km.
Su valle, estrecha banda fértil, esta incrustado en la planicie desértica del N. de África y se ensancha en el
delta. A lo largo del río se crean iguales condiciones de vida para todo el país.
La política y la historia estan determinada por dos factores principales: el casi total aislamiento con
respecto al exterior y el contraste entre el Alto y Bajo Egipto, en el interior.
El dualismo de la cultura egipcia, tan frecuentemente perceptible, tiene aquí muchas de sus raíces, al igual
que la rivalidad política constantemente latente, que amenaza una y otra vez la unidad del reino. Pero
gracias a su aislamiento por el cinturón desértico, conoce Egipto grandes periodos de desarrollo pacifico.
La economía es fundamentalmente agrícola, la producción depende de la inundación estival (1º y 2º
crecidas del Nilo) y la forma en que esta se reparte. Minas, canteras, astilleros y fábricas de papel son
empresas estatales. En torno a las grandes obras de las pirámides, templos y palacios se concentran
talleres especializados. En especial se exportan cereales, cobre, oro en bruto o labrado y papel. Se importa
fundamentalmente madera (cedros del Líbano) y productos de lujo (especias, incienso, etc.).
La estructura social, el socialismo estatal patriarcal esta rigurosamente jerarquizado. Sobre la gran masa
de pequeños agricultores se organiza un extenso cuerpo de funcionarios (escribas) y un pequeño
artesanado. La clase dominante, compuesta por los grandes propietarios, los altos funcionarios del estado
y los sacerdotes, practica con éxito el nepotismo y acumulan los cargos. La iniciativa política proviene
del palacio del rey (faraón = dinastía suprema), quien situado en la cúspide de la pirámide jerárquica,
goza de veneración divina y plenos poderes. La vinculación moral al concepto de la justicia (ma – at)
sirve de concepto contra el abuso despótico.
Mediante un largo proceso las distintas religiones primitivas se funden en un politeísmo optimista y sin
dogmatismo, cuyos dioses son adorados bajo muchas formas materiales. Se les considera creadores y
cuidadores del mundo y estan presente en sus manifestaciones visibles (estaciones del año, fuerzas de la
naturaleza, astros y mundo viviente). Como hijo de los dioses, el rey dirige los destinos del país mientras
vive y, tras su muerte, pasa del rango del dios temporal al de dios eterno.
Al igual que en otras civilizaciones antiguas, la arquitectura es una función estatal. Las grandes
construcciones entran dentro de las atribuciones reales. Gran parte del potencial económico del reino se
consagra a construcciones oficiales.
En cuanto a la arquitectura profana, el mayor peso recae en la edificación de amplios palacios en los
distintos lugares de residencia.
La arq. religiosa comprende además de los templos para las familias de dioses, las tumbas y los templos
funerarios consagrados a los reyes divinizados.
Arq. Profana y religiosas no solo se diferencian en cuanto al programa y la tipología, sino también en el
material de construcción cuya utilización tiene un significado simbólico y religioso. En la profana se
emplea el adobe y la madera, incluso en los conjuntos palaciegos representativos, ya que tienen un
carácter efímero. Los templos y tumbas se construyen con piedra natural, símbolo de su duración eterna,
así como las necrópolis de la planicie desértica sometida a las inundaciones y a los cambios del nilo.
Los principales testimonios de la historia de esta arq. son las construcciones funerarias y religiosas:
mastabas y pirámides del Imperio Antiguo, templos funerarios del Imperio Medio y los grandes templos
de los dioses del Imperio Nuevo.

Las formas constructivas

Las formas de la arq. Egipcia surgen como abstracción y geometrizacion de modelos tomados del mundo
inorgánico (formaciones rocosas, formas megalíticas), como estilización de formas vegetales (papiro, loto
y palma) y como reminiscencia de técnicas constructivas primitivas (construcción en madera, caña y
arcilla).
Una de sus características constantes es el dualismo de formas tectónicas y orgánicas. Este dualismo se
muestra especialmente marcado en los soportes. Las formas de los mismos puramente tectonicas
evidencian la relación constructiva – estática que existe entre el elemento sustentante y elemento
sustentado, aunque para los egipcios sea más importante el carácter de lo monolítico, de lo duro y de lo
eterno. Perteneciente a la arq. funeraria, ha de darse la impresión de solemnidad y perpetuidad. Los
soportes tectónicos son relativamente escasos.
Muy apreciadas son en todas las épocas las columnas con atributos del mundo vegetal, el loto y el papiro,
plantas que solo pueden asumir funciones decorativas.
Los capiteles de piedra más antiguos pertenecen a columnas papiriformes. Son estilizaciones
monumentales del tallo triangular y de la flor campaniforme de un vigoroso naturalismo. También la flor
del loto engendro una forma propia del capitel, que muchas veces se mezclo con el papiriforme en el
Imperio Medio y Nuevo. Se prefieren las columnas fasciculadas, primitivos soportes decorativos
realizados con tallos de juncos y papiros atados en haces. Los capiteles son variantes de dos tipos básicos,
el abierto y el cerrado.
Los capiteles palmiformes se remontan a las columnas de maderas rematadas por hojas de palma.
La cornisa de gola se también una reminiscencia estilizada de la ornamentación vegetal primitiva. El
bocel que recorre los ángulos de los edificios proviene de los rollizos que eran atados a las estructuras de
decorados o a los pilonos de arcilla para reforzar y recubrir los revestimientos de juncos. Las formas
básicas tienen gran pertenencia. En esta constancia se fundamenta el carácter específicamente homogéneo
de la arquitectura a lo largo de milenios. La capacidad de los egipcios para dotar continuamente a las
formas de nuevos significados hace innecesaria la invención de formas nuevas.
Toda forma constructiva es portadora para los egipcios de un complejo simbolismo. La simbología de las
formas es una de sus funciones primordiales, incluso muchas veces su única finalidad. Una única forma
puede ser símbolo de múltiples manifestaciones, fuerzas y tradiciones.
El dualismo tectónico – orgánico, junto con la tradición y la simbología, forma una unidad indisoluble
física y metafísica que es característica de la ideología egipcia en todas sus manifestaciones.
El piramidón, pequeño elemento tallado en piedra dura, constituye también el vértice de grandes
pirámides cuyo simbolismo confirman sus adornos e inscripciones.
Todas las obras arq. egipcias muestran una especie de aire familiar en todas las épocas. Sus rasgos
esenciales se forman ya en la fase experimental primitiva, al comienzo del imperio antiguo, y se imponen
plenamente en la época de las pirámides.
La erección de masas arq. presentan en muchas construcciones una notables similitud con las formas
monumentales del paisaje a lo largo del Nilo. Se busque o no una deliberada armonización, existe una
relación con la idea egipcia de monumentalidad. Pero lo más importante es el deseo de simplificación, al
que corresponde la capacidad de abstracción y reducción a las formas geométricas simples. En lo que
respecta a los edificios singulares, la arq. egipcia prefiere los volúmenes horizontales de líneas reposadas
o bien los verticales y cerrados.
Su recorrido es una sucesión de zonas de luz y sombras con elevados muros, puertas estrechas, patios
abiertos y sombrías salas hipóstilas.
El aspecto exterior depende en primer lugar, del contorno formado por grandes superficies sin solución de
continuación.
Con las pirámides prevalece la superficie pura continua, que desde este momento formara, bien horizontal
o en vertical, los contornos de los volúmenes.
Las superficies lisas se prestan a poner de relieve una de las prácticas artísticas más características de los
egipcios: el bajorrelieve. La fusión de la escultura y la arq. alcanza un grado muy alto en el tratamiento de
las superficies que realizan los egipcios.
El estilo de las masas se forma mediante la reducción consciente de la multiplicidad de la forma inicial a
unos cuantos elementos básicos: El resalte de las aristas de los edificios mediante boceles, el cerramiento
horizontal formado con la cornisa de gola, las formas orgánicas y tectonicas de soportes, aparecen una y
otra vez como elementos singulares. Los mismo sucede con las formas monumentales y de conjuntos:
pilono, patio porticado, sala hipóstila, cubierta plana, muro exterior desarrollado en longitud, pabellones
para las barcas de los dioses y avenidas de esfinges son pruebas constantes de un canon de formas
monumentales, que variaran a los largo de los siglos.
El pilono es un elemento especialmente importante. su forma doble marca casi siempre la entrada a los
santuarios. Se desarrolla la forma estándar de la torre doble de planta rectangular alargada y muros en
talud.
Las decoraciones de las grandes puertas de entrada hacen alusión al simbolismo de la forma, a la
representación del horizonte divino, que en Egipto esta determinado por las terrazas rocosas a ambos
lados del valle del nilo, por encima del que se eleva el sol.
La sala hipostila constituye, en su forma simple, un elemento principal de la casa egipcia (casa señorial),
que se utiliza tanto en la construcción de palacios como en la arq. religiosa. Encuentra su forma
monumental como sala de paso entre el patio porticado y el interior del templo. se le suele dar mayor
anchura al intercolunio central, a fin de resaltar en el espacio lleno de columnas cilíndricas el eje central
que conduce al santuario.
La iluminación lateral cenital es uno de los elementos utilizados en la construcción de palacios en el
antiguo Egipto.
La simetría y la construcción siguiendo el eje longitudinal son dos de los principios esenciales de la arq.
egipcia, que expresa claramente el sentido de los egipcios por la proporción, la armonía y la normativa.

Urbanismo

Egipto es en la antigüedad un país densamente poblado.


Las ciudades de la época primitiva surgen como plazas fuertes en las zonas de inundación, como
mercados o residencias para los príncipes locales. En el delta, abierto al mundo exterior, el comercio
origina el crecimiento de una sociedad burguesa urbana. Las ideas directrices y los conceptos de
planificación no llegan hasta que se realiza la consolidación política en un estado comunitario, cuya
capital es Menfis. Su fundación y la construcción de la muralla (menfis = muralla blanca) se atribuyen al
legendario rey Menes, pero la ciudad se remonta a la época en que reino Zoser.
Menfis se convierte en la primera gran ciudad del mundo antiguo. Se ignora aun si el plano de Tebas se
inspiro en el de Menfis. En lo que respecta al urbanismo egipcio, se pueden extraer algunas ideas
directrices a partir de los puntos de apoyo obtenidos hasta el momento:

• Orientación según los puntos cardinales. La dirección N.- S. es ventajosa para todo Egipto como
eje natural. Por el contrario, para los santuarios se impone la dirección E.- O. (recorrido del sol).

• Regularidad en la planta y en el trazado de las calles. Red ortogonal de calles y barrios de forma
regular.

• Situación central de los santuarios y palacios, sobre todo en grandes ciudades residenciales.
Constituyen claramente los centros gravitatorios en el corazón de la ciudad.

• Agua en la escena urbana en forma de canales, pequeñas lagunas y estanques enclavados en


jardines. Efecto benéfico en l clima urbano. Vías de comunicación silenciosas y prácticas.

• Organización espacial sociológica análoga a la estructura jerárquica de la sociedad. Barrios


separados, diversidad de formas de calles y parcelas.

Durante siglos Tebas es la capital del Imperio Medio y del Nuevo, y hasta la última época, la sede el dios
nacional: Amón. De pequeña ciudad de provincias, pasa a ser una metrópolis de fama universal, “Tebas
de las 100 puertas”.
En la misma rige un sistema ortogonal de calles principales divide la superficie urbana en barrios para los
habitantes de los distintos rangos sociales.

Vivienda y poblado

Fuera de la zona fértil, Egipto apenas ofrece posibilidades de habitabilidad. Granjas, poblados y ciudades
han e establecerse en las tierras de labranza. La gran masa de población vive en chozas de cañas y barro,
entre diques y zanjas, en sus campos formados por el limo del Nilo.
Esta concentración obligada en ciudades y pueblos densamente poblados hace que las casas en hileras
sean el tipo de hábitat dominante. Las excavaciones de barrios y poblados muestran claramente una
planificación racional con alineaciones de casas en hileras, cuyo lado estrecho se dispone hacia la calle, a
fin de aprovechar lo mejor posible su longitud. Algunos estan integrados en la ciudad, formando barrios
totalmente separados de ella, y otros constituyen poblados autónomos y cerrados. Como generalmente no
existe alrededor ninguna tierra cultivada, los alimentos frescos han de ser transportados hasta allí. Los
alimentos básicos se distribuyen como salarios mensuales.

Palacios

El rey es considerado en Egipto como un dios reinante. Su palacio y la sede de su gobierno han de ser,
por tanto, dignos de tan alto rango. En la época primitiva el papel mas importante en la evolución de la
arq. egipcia recae sobre la construcción del palacio.
Las fachadas exteriores de las grandes mastabas y muchos sarcófagos presentan a menudo formas de
fachadas palaciegas, con salientes en forma de torres.
En estas primeras construcciones aparecen ya una serie de detalles que determinaran la arq. egipcia hasta
la ultima época: ventanas altas enrejadas, colocadas bajo cubierta, techo de vigas, formas de capiteles y
de cornisas. Presentan el aspecto de una arq. representativa, aun poco diferenciada, pero que responde a
las exigencias del clima y a los materiales locales. La utilización de materiales orgánicos ligeros y las
vistosas decoraciones le confieren un carácter solemne y, en parte, festivo.

Santuarios

Los dioses egipcios componen una inmensa familia polimorfa, constituida por la fusión de distintas
tradiciones. El rey, como dios temporal reinante, ha de asegurar para el y para su país la protección
constante de los demás dioses.
A este efecto esta instituido el culto que se desarrolla en los santuarios. Junto a la nobleza feudal y a altos
funcionarios, el numeroso grupo formado por la clase sacerdotal, de amplia influencia espiritual y gran
poder económico, representa un importante factor político. Entre los colegios sacerdotes de los
principales dioses, como el de Ptah de Menfis, el de Ra de Heliopolis o el de Amón de Tebas, surgen
además rivalidades. Las jerarquías, perfectamente organizadas, tienen diversas funciones importantes:

• Sirven a los dioses como personal de servicio en el culto orientado a las estaciones del año y al
curso del día.

• Administran las grandes propiedades pertenecientes a los santuarios en la calidad de fundación


y almacenan los productos de estos.

• Mantienen los archivos, bibliotecas, escuelas y talleres.

Para todas estas atribuciones existen edificios, que en el caso de los grandes santuarios se convierten en
partes enteras de la ciudad: talleres y edificios administrativos. Entre ellos se intercalan los santuarios
propiamente dichos, dominando todo el conjunto con sus grandes edificaciones, con uno o más templos, y
dentro de un recinto sagrado rodeado por murallas (zingel, temenos).
Muchos de estos santuarios estan comunicados entre si mediante un sistema de vías sagradas, por las que
desfilan las procesiones en las grandes fiestas, como en el año nuevo, después de la recolección o en los
jubileos reales.
Las estaciones del camino estan marcadas por pabellones: casetas estilizadas para la barca, ante la que se
realiza en cada parada un sacrificio en la solemne ceremonia.

Templos

El templo egipcio es la morada de la divinidad, que


Se materializa en la imagen que se venera en el santuario, a la que solo tienen acceso el rey, como dios
entre dioses, y los sacerdotes, como el personal de servicio del dios. El pueblo queda excluido. No existe
ninguna doctrina que predique a una comunidad reunida.
El templo representa simbólicamente el mundo (es decir, el país de Egipto), como morada de los dioses u
horizonte divino.
La organización espacial esta orientada a la práctica del servicio del templo y sus complicados rituales. Se
amplia el programa teológico ya sea por la importancia (política) creciente del dios o por la introducción
de otros dioses en la comunidad familiar del templo, también este ha de ser bien ampliado o bien
construido de nuevo. En este segundo caso se reutilizan las partes del templo antiguo. Los egipcios
consideran los templos como elementos integrantes del mundo orgánico, que crece, perece y ha de ser
creado de nuevo. Casi todos los edificios religiosos proceden del Imperio Nuevo.
Los templos primitivos, pequeñas capillas de madera, cañas y barro, han desaparecido sin dejar huella.
Los templos – pirámide constituyen importantes fases de desarrollo en el Imperio Medio.
El esquema fundamental de los templos sigue siendo el mismo durante el Imperio Nuevo y la última
época, variando según los programas y el estilo. El templo egipcio es una construcción rígidamente
orientada, cuyo eje conduce al santuario. Los templos constan de tres secciones principales que se
organizan alrededor de este eje.

• Los pilonos de entrada y la puerta, seguidos por un patio rodeado de pórticos.

• Una antecámara abierta al patio o una sala hipostila cerrada, o ambas cosas a la ves, en muchos
casos.
• En el interior del templo con capillas, sacristías y galerías. En el centro la cámara para la barca
sagrada o la estatua del dios, como sanctasantorum.

Esta sucesión de espacios se basa en el esquema de la vivienda con su patio, pórtico, sala transversal y la
sala baja. El camino hacia el santuario discurre a través de una serie de puertas y espacios abiertos y
cerrados que producen un ritmo de apertura y cierre acentuado por el constante cambio de luz, cuya
intensidad va desde la claridad del patio con sus fuertes sombras arrojadas pasando por la penumbra de la
sala hipostila, hasta la oscuridad del sanctasactorum. Según la importancia de la construcción, este ritmo
se reduce a algunas cadencias o se intensifican mediante la repetición.
En esta sucesión tricadencial de espacios la sala hipostila sirve de transición entre el vestíbulo y el interior
del templo. Es generalmente una sala transversal que parece escapar a la orientación axial del templo. Las
columnas frecuentemente muy densas, con sus relieves y la luz que incide puntualmente desde el techo,
produce en construcciones de grandes dimensiones la impresión de un bosque iluminado de columnas.

Templo y palacio

Ambas construcciones pueden considerarse como síntesis y potenciación del programa para el culto
funerario de los faraones.
Los edificios cobran cada vez mayores dimensiones. La actividad constructiva comienza tradicionalmente
con la subida al trono de cada rey. En la montaña, casi siempre en el Valle de los Reyes, se excava en la
roca a mucha profundidad la tumba propiamente dicha .El templo se construye en la meseta desértica
delante de la capital y de sus santuarios. Sus dimensiones y magnificencia ande perpetuar la gloria del
rey: la residencia eterna esta enfrente de la terrenal, donde entre tanto se a establecido el sucesor.
Estos templos funerarios cumplen la misma función que las pirámides del Imperio Antiguo, junto a la
antigua capital Menfis. Para poder desempeñar esta función el templo recibe una donación de una parte
proporcional de los ingresos del estado. A este fin se dispone de almacenes y Sala correspondiente y a la
administración.
Junto al rey también se adora a los dioses, a cuya familia pertenece éste.
En vida de los reyes los templos funerarios se utilizan como Templos de los dioses. Los reyes de la
dinastía XIX
se trasladan a su residencia del delta Tanis –Ciudad de Ramses. El santuario nacional y sus influyentes
sacerdotes permanecen en Tebas, Horemheb añade ya un palacio a su templo funerario, erigido en la
metrópolis de Tebas. Comprende los edificios necesarios para el rey, que solo permanece aquí en calidad
de huésped, para el séquito que lo acompaña y para la escolta de seguridad.
El imperio egipcio está en constante lucha contra enemigos exteriores (pueblos marítimos libios) .En el
interior existen rivalidades, disturbios, dificultades de aprovisionamiento y huelgas.
La capital Tanis-Ciudad de Ramses está próxima a la frontera amenazada. En cambio, los lugares
sagrados de Egipto, están relativamente seguros contra enemigos externos.
Ramses considera la situación; convirtiendo templo y palacio en fortaleza, consigue:
1º proteger las cuantiosas provisiones y riquezas allí almacenadas.
2º crear para las épocas de crisis internas y externas, un baluarte en el Alto Egipto, en el centro de los
grandes santuarios del estado que disponen de importantes medios económicos y políticos.
El núcleo está formado por un templo monumental, cuya estructura y partes esenciales coinciden con los
grandes templos dedicados a los dioses del Imperio Nuevo; dos parejas de pilonos, dos patios porticados,
antecámara, salas hipóstilas, y un santuario con cámaras añejas. El templo está rodeado por grupos de
edificios que albergan viviendas para los sacerdotes, el personal y la administración, la guardia de
palacios y sus oficiales, además de caballerizas, almacenes y locales administrativos. Un muro fortificado
de 4 m de altura cierra este complejo interior.
De él forma parte también el Palacio Real, al SO del primer patio. La sala de audiencias, situada en el
centro está dividida en tres partes y tiene delante al Ventana de las Apariciones, por la que el rey se
muestra a una multitud en las festividades. Este conjunto interior de palacios y templo está destinado al
personal y a la administración.
El cerramiento exterior de todo el conjunto está constituido por una Muralla de 17 m de altura, cuyas
puertas y coronamiento de almenas siguen modelos asirios. Las dos puertas monumentales y
especialmente la Puerta Grande, situada al SE, corresponden al tipo más moderno de fortificaciones de la
época.

Hipogeo y templo funerario


A lo largo de toda la historia de Egipto el culto a los muertos permanece como elemento fundamental de
la religión. Los centros gravitatorios de la arq. vinculada a este culto se van desplazando poco a poco: la
monumentalidad de las tumbas decrece (mastaba, pirámide) y aumenta la de los templos funerarios.
Los hipogeos constituyen una etapa importante de esta evolución. Los 1º se construyen para los príncipes
palatinos (nomarcas), que al caer el poder real ya no se entierran en el cementerio junto a las pirámides,
sino en su tierra natal o donde desarrolla sus actividades. La estructura de las regiones del Alto Egipto
favorece especialmente este nuevo tipo de sepultura, que toma de los complejos de pirámides el principio
del camino final construido en tres secciones.
Partiendo de sencillas construcciones con espacios transversales surgen obras mas complicadas, por una
alternancia rítmica de salas anchas y largas.
En esta arq. son determinantes las salas de pilares superpuestos y las rampas de comunicación. Con la
inserción consciente de la arq. En el paraje accidentado dominado por la montaña, la arq. egipcia
consigue alcanzar el objetivo opuesto al de las pirámides de la dinastía IV, que dominaban el paisaje.
La fusión de la arq. y de la escultura alcanza aquí un punto culminante dentro del arte egipcio.
Con el tiempo se separan los hipogeos generalmente en el valle de los reyes de los templos funerarios,
situados en el borde del desierto. Las tumbas se hunden cada vez a mayor profundidad en las rocas al
aumentar progresivamente la serie de cámaras y galerías. Los templos funerarios se asimilan al de los
dioses. Hacia el final del Imperio Nuevo se unirán al palacio real.

Mastaba y pirámide

En la religión egipcia la vida y la muerte, lo visible y lo invisible no están separados de forma


irreconciliable. La muerte significa el paso a otra forma de existencia más duradera. En virtud de esta
idea surge ya en el Egipto prehistórico la costumbre de colocar una casa simbólica sobre la tumba
subterránea.
Poco a poco va adquiriendo la construcción superior forma parte de Mastaba, volumen arquitectónico
alargado
con cubierta plana o abovedada rebajada y muros de adobe rectos o inclinados. Su construcción
monumental está reservada a los personajes importantes.
En la época de las pirámides sigue siendo la mastaba, rigurosamente geométrizada, la forma de
enterramiento de los nobles, que se hacían sepultar en el cementerio real junto a las pirámides.
La transformación de la tumba real tradicional se lleva a cabo súbitamente con la pirámide escalonada
del rey Zoser. Se considera obra de Imhotep, consejero y arquitecto jefe de Zoser, en cuyo reinado
prospera Egipto rápidamente. Además de sus numerosas funciones políticas, Imhotep desempeña también
cargos de gran sacerdote del dios Ra de Heliopolis, cuyo culto se une al del rey, formando así una
nueva Religión de Estado.
La gran pirámide escalonada es el centro de un amplio recinto sagrado. Al mismo tiempo se impulsan
experimentalmente en esta obra las técnicas de la construcción monumental en piedra. La relación
contrapuntística entre volúmenes verticales y volúmenes que se descansan en forma de terrazas
superpuestas ¿falsos almacenes? permanece como una de las características de la arquitectura egipcia.

Pirámides

La pirámide clásica esta construida a base de formas geométricas simples: la base es un cuadrado, el
vértices esta situado en la perpendicular del centro del cuadro y las cuatro superficies laterales son
triángulos isósceles. Esta pirámide, creación de la dinastía IV, sirve de enterramiento para los faraones del
imperio antiguo.
Esta forma no surge de repente. Su trayectoria histórica comienza con la pirámide escalonada de Zoser.
Las construcciones posteriores quedan inacabadas. El rey Snefrú (dinastía IV) ensaya tres tipos de
pirámides: la pirámide truncada de Dahchur cambia a media altura su ángulo de inclinación, pasando de
54º a 43º. La vecina pirámide roja tiene una inclinación continua de 43º y finalmente la pirámide
escalonada de Saqqara.
Tras estos ensayos de formas se esconden, a parte de los procesos formales y técnicos, procesos
teológicos. Los impulsos desicivos provienen del culto del dios solar Ra de Heliopolis. La interpretación
de la pirámide como símbolo de un haz de rayos solares por el que el Ka (alma, fuerza espiritual
creadora) del faraón asciende hacia el sol, parece confirmarse.
Una singularidad de la Arq. Funeraria es la colocación de puertas falsas y el acodamiento del camino
interior, que en las pirámides se perfecciona hasta alcanzar el máximo grado de reforzamiento para
preservar las tumbas de los faraones del acceso de personas extrañas Pero lo que causa impresión es la
marcada simetría de los elementos principales.
Fundamentos religiosos de la Arquitectura

La imagen actual de la arq. Egipcia esta determinada por la arq. religiosa.


El carácter inconfundible de la arq. Egipcia esta determinad, por ideas que provienen de una época muy
temprana, que alcanzan rápidamente la perfección y se aplican después durante milenios.
La geometría como base de la arq. se aplica en Egipto de una forma consecuente y con frecuencia se
evidencia claramente en la disposición y forma de las construcciones. El obelisco y la pirámide son, por
ejemplo, formas geométricas puras, absolutas. La voluntad de conferir a estas formas una duración eterna
mediante dimensiones colosal es de inspiración religiosa.
Los números y las relaciones numéricas, patentes en las formas geométricas básicas, posee3n cualidades
teológicas además de las matemáticas. En ellos se manifiesta lo eternamente valido, los componentes
matemáticos de la pirámide son símbolos de leyes cósmicas. Al cuadrado, el sagrado numero 4 (cuatro
puntos cardinales, cuatro vientos, cuatro esquinas del mundo), se añade el tres, bajo la forma del triangulo
isósceles, cuyo simbolismo es casi tan importante como el del cuadrado.
Sin embargo permanece claramente perceptible en la simetría y la axialidad, que constituyen los
principios de ordenación más frecuente en la planta y alzado de cada una de las partes de las
edificaciones, así como en la totalidad de los grandes conjuntos.
Elementos constructivos, como pilonos y salas hipóstilas, son reiteradamente simétricos y muchas veces
forman un figura doble.
La topografía de Egipto, con el Nilo como eje natural de N. a S., y las formaciones de terrenos a ambos
lados es quizás la base de conceptos simbólicos de la arq. religiosa. La ordenación de las construcciones
en ejes de simetría horizontales y verticales y el rango divino de la geometría explican en parte el sentido
altamente desarrollado que los egipcios tenían de la armonía, la medida y la proporción. Las relaciones de
la sección aúrea son también conocidas como algunas series de proporciones aritméticas que se basan en
las medidas naturales, como el palmo, el pie de la vara. Esta ultima es (en dos variantes) el modulo que
toma la arq. El palmo que constituye la medida básicas de las cuadriculas que se utilizan para la
proporcionalidad de los relieves y de las pinturas mural.
La precisión de la construcción de la piedra en natural alcanza en Egipto la suma perfección. La
agrimensura ejercitada en las instalaciones de riego permite orientar también con toda exactitud
edificaciones monumentales como las pirámides, así como construirlas a plomo y alineadas. La talla de la
dura piedra natural sigue una antigua tradición del neolítico, época en la que ya estaba muy desarrollada
la técnica del pulimento de la piedra. La arq. plana, la talla de los jeroglíficos y bajorrelieves en
superficies duras y lisas requieren una construcción en grandes piedras casi sin juntas, cuya precisión solo
vuelve a alcanzar en Grecia 2.000 años mas tarde.
La proximidad a la naturaleza y la abstracción construyen un dualismo característico de la arq. egipcia. La
forma tectónica gigante, marcada por la fuerza de la abstracción y por una simplificación radical, es
portadora de un mundo realista y coloreado de símbolos y de imágenes, en el que se muestra la plenitud
de la vida humana y de la naturaleza. En los elementos individuales también marca la estructura tectonica
de la construcción (columnas, cornisas).
Esta relación carente de dogma de aparentes contraposiciones permite la integración total de la escultura
en la arq. La inserción de los paneles de escritura, de las escenas simborrealistas en bajorrelieves y
pinturas murales y de las representaciones astronómicas solo es posibles con tal grado de percepción
debido a que el complejo pensamiento de os egipcios concibe la totalidad del mundo como una
coincidencia de contraposiciones.

Estudios de casos:

La pirámide escalonada de Zoser en Saqqara.

Las primeras sepulturas predinásticas (antes del 3.1000 a. d C.) eran unos rudimentarios fosos escavados
en la arena a modo de criptas y cubiertos con losas de piedras. Esta practica evoluciono hacia la
construcción de un edificio encima de la cripta, cerrado por paredes de ladrillo de barro prensado. A
medida que esos edificios fueron adquiriendo importancia, se incorporaron unas pequeñas salas para
guardar las ofrendas de los productos que debían alimentar al muerto en su peregrinación por ultratumba
y, quizás, la cámara del doble difunto, el serdab, con una escultura o alguna otra imagen del fallecido.
Estas tumbas tenían forma de tronco de pirámide de base rectangular y guardaban bastante parecido con
los bancos adosados a la fachada de las viviendas árabes en Egipto, y de ahí su nombre de mastabas (en
árabe, banco). Era frecuente agrupar varias de estas construcciones para diversos miembros de la familia,
a fin de que el grupo familiar mantuviera en ultratumba la misma unión física que había gozado en la vida
terrenal.
Si hubo alguna revolución perdurable y radical en la arq. egipcia, esa fue protagonizada por el faraón
Zoser (también llamado Yoser) y su arquitecto y primer ministro, Imhotep, con la construcción de la
pirámide y el complejo funerario en Saqqara, al sur de la capital Menfis, durante la III Dinastía. Las
innovaciones introducidas por Imhotep fueron de dos tipos. En primer lugar, tradujo en piedra las formas
constructivas de los edificios del Alto y Bajo Egipto, sustituyendo el ladrillo de barro prensado, los haces
de papiros y los troncos de árbol, materiales habituales hasta entonces en las construcciones reales, por la
piedra caliza labrada (pequeñas piedras talladas de manera similar a los ladrillos). En segundo lugar,
invento literalmente la pirámide.
Para alojar las tumbas de otros miembros de la familia de Zoser, la mastaba original fue ampliada
lateralmente, pero mas adelante se decidió transformar la mastaba horizontal en un monumento piramidal,
disponiendo 4 mastabas mas encima de la 1º, que pasaría así a convertirse entonces en la base de la
pirámide escalonada.
Las razones que impulsarían a Zoser a llevar a cabo este cambio sin precedentes, y el porque Imhotep lo
proyecto de esta manera y no de otra, son inescrutables pero lo cierto es que la forma piramidal fue
adoptada inmediatamente por los sucesivos faraones, quienes mas tarde irían suavizando la superficie de
las caras de la pirámide, rellenando los huecos de los escalones, hasta darles la forma lisa que todos
conocemos.

El templo de Amón en Karnak.

Los templos egipcios eran lugares de culto, combinando su función religiosa con las de centro de
aprendizaje y administración para la nación. También incluían escuelas universidades bibliotecas y
archivos; eran centros de administración gubernamental, de estudio científico y medico, y de
administración agrícola; y servían como granero publico y como obradores. Su carácter de lugar sagrado
de importancia local se remontaba a la época del Imperio Antiguo, pero a partir de la X Dinastía empezó
a adquirir preeminencia, convirtiéndose en el lugar sagrado más importante del país. Con la nueva
prosperidad tebana, basada en los botines de guerra y en el comercio de un imperio egipcio en plena
expansión, los sucesivos faraones fueron ampliando los templos de Amón de Karnak y Luxor.
El templo de Luxor estaba dispuesto aproximadamente en paralelo a la orilla del Nilo, mientras que el del
de Karnak apuntaba al este, concretamente hacia el lugar de donde sale el sol a mediados del invierno.
Las partes principales de un templo egipcio tenían muchas cosas en común con las de una vivienda (no en
vano era la casa del Dios), con su patio de entrada ajardinado, su sala de recepción, cuyo techo estaba
sostenido por una serie de columnas pintadas, y sus cámaras privadas. Muchos de los templos fueron
construidos según un eje perpendicular al río, para que el sacerdote que ejercía los ritos de ablución de la
imagen de Amón – Ra estuviera de cara al sol naciente. El conjunto del templo – con sus columnas
lotiformes y papiriformes, que evocan la vegetación del cañaveral, y con sus lagos y estanques sagrados –
no es sino una representación formal de la isla de la creación del tiempo primigenio de la creación del
mundo. La orientación del eje del templo de Karnak hacia el punto en que nace el sol en el solsticio de
invierno evidencia con claridad la conexión con el sol. Durante casi tres mil años los constructores
egipcios no hicieron sino reafirmar continuamente los prístinos ritmos del sol y del río, preservándolos
contra el cambio y manteniendo el Maat, orden recto de las cosas establecido con la creación el mundo.

La tumba de Hatsepsut en Deir el - Bahari

El poder teocrático absoluto de los faraones de la IV Dinastía no será igualado jamás y, en consecuencia,
las pirámides de Gizeh no fueron separadas. Los faraones subsiguientes erigieron pirámides mas
reducidas, pero, a partir de la fractura que supuso el Primer Periodo Intermedio, las tumbas y los templos
reemplazaron a las pirámides en sus categorías de grandes obras reales.
Las tumbas reales y civiles, así como todos los demás edificios relacionados con el culto funerario se
construyeron del otro lado del río, donde el sol se pone, excavado en la roca del faraón, justo en el límite
que separa el desierto de las tierras cultivadas del valle.
Este tipo de tumbas se inspiro en el modelo de Deir el Bahari, el conjunto funerario aterrizado construido
contra la base del farallón occidental del Nilo por el faraón XI Dinastía Mentuhotep III.
De esa tumba solo quedan fragmentos, pero junto a ella, y en mucho mejor estado, se encuentra la tumba
de la reina Hatsepsut, quien gobierno como faraón de la XVIII Dinastía.
Hatsepsut encargo a su arq. y administrador, Senmut, la construcción de un templo funerario con terrazas
junto al de Mentuhotep, que debía servir también cono paraíso terrenal para Amón, con un jardín de
árboles de la mirra importados del Punt (Somalia).
Todo el conjunto toma del modelo antiguo las imponentes columnatas abiertas y la organización
geométrica y espacial, basada en la axialidad y en la ortogonalidad. Pero como rasgo característico mas
importante, hay que destacar el modo como Senmut adapto la construcción al medio natural, integrando
las terrazas en los escalonamientos naturales del terreno, mientras que las líneas marcadas por las
columnatas evocan la verticalidad de las cavidades producidas por la erosión en la cara de la montaña
consiguiendo una admirable fusión visual entre montaña y templo.

Pirámides de Gizeh

El trío de Gizeh representa la culminación de la edificación piramidal.


Las caras de cada una de las imponentes masas pétreas estan perfectamente orientadas a los cuatro puntos
cardinales. La primera que se construyo es la de mayor tamaño de las tres; fue erigida por Keops, el
segundo faraón de la IV Dinastía. La siguiente, fue la construida por el hijo de Keops, Kefrén (en egipcio,
Jafra) el tercer faraón de la IV Dinastía. Más tarde, el faraón Mikerinos (Menkaura), hijo de Kefrén,
construiría la tercera y mas pequeñas de las tres.
La fascinación que ejercen las pirámides se debe, a dos factores: Su imponente tamaño y la precisión con
que fueron construidas. La pirámide de Keops, la mayor de las tres, media originalmente 230 metros de
lado y 146 metros de altura.
La pirámide de Kefrén tenía 215, 5 metros de lado y 143,5 metros de altura, y es la única de las tres que
conserva una parte de su envoltura original de piedra calcárea en la cúspide: aun es posible el pulido
original.
La más pequeña de las tres pirámides, la de Mikerinos, media 108,5 metros de lado y 66,5 metros de
altura.
La base de la pirámide de Keops ocupa una superficie de 5,3 hectáreas.
En torno a cada una de las pirámides se extiende un conjunto funerario. El acceso se realizaba desde el
este, a través de un canal cortado en la ribera del Nilo.
Algo mas al norte del templo inferior de Kefrén, los escultores reales aprovecharon un montículo calcáreo
de la llanura para esculpirla gigantesca figura de la esfinge de Kefrén, con el cuerpo de un león agazapado
y la cabeza del faraón, cuyas patas delanteras estan hechas de adoquines.
Un procedimiento lógico para la construcción podría haber sido con comenzar con cuatro rampas
helicoidales que ascendieran de forma envolvente a cada lado de la pirámide; tres de ellas para elevar los
bloques sobre los trineos hasta el nivel de trabajo y la otra para bajar los trineos vacíos. Una vez colocada
la ultima piedra en la cúspide y terminado el pulido final del revestimiento, se demolerían las rampas,
trabajando siempre de arriba abajo.
Dioses del antiguo Egipto

Amón: Dios de origen tebano, supremo creador, identificado con Ra. Se lo suele representar como un
carnero o como un hombre con cabeza de carnero.

Anubis: Dios de los muertos y del embalsamamiento. Se lo representa como un hombre con cabeza de
chacal, o como un perro o chacal tendido junto a una tumba o a los pies de Isis.

Atón: Originariamente era Ra. El faraón Ajnatón le dio un nuevo nombre y lo proclamó el único dios de
Egipto. Se lo representa como el disco solar con largos rayos que acaban en manos.

Bastet: Diosa del amor y la fertilidad, hermana de Ra. A veces se la representa como una mujer con
cabeza de gato o de otro felino.

Hator: Diosa del cielo y de la fertilidad. Era hija de Ra y esposa de Horus. Se la representa como una
vaca con el disco solar en la testuz o como una mujer con cabeza de vaca y el disco solar.

Horus: Dios del cielo; hijo de Osiris y de Isis y esposo de Hator. La mayoría de las veces aparece
representado como un halcón o como un hombre con cabeza de halcón.

Imhotep: Mortal deificado y considerado hijo de Ptha. Protector de los escribas y de la medicina. Se lo
suele representar como un sacerdote con la cabeza rasurada y con un papiro sobre sus rodillas.

Isis: Diosa madre de Egipto, también de la magia y de la fertilidad. Esposa y hermana de Osiris y madre
de Horus. Aparece representada con frecuencia como una mujer sentada en un trono con el disco solar en
la cabeza, o de pie con cuernos de vaca en la cabeza. También aparece amamantando a un niño pequeño,
que es Horus.

Maat: Diosa de las leyes, la verdad y la justicia. Es hermana de Ra y esposa de Thot. Se la representa
como una mujer con una pluma de avestruz en la mano, pluma que era la utilizada por Osiris como
medida para pesar el alma del difunto.

Mut: Reina de todos los dioses y madre de todas las cosas creadas, esposa de Amón. Aparece muchas
veces como una mujer con cabeza de buitre y su nombre escrito en un ideograma.

Nut: Diosa del cielo, entendido como bóveda celeste. Se la representa como una mujer desnuda y
enorme, cuya espalda arqueada cubre la tierra.

Osiris: Dios principal de la muerte, marido de Isis e hijo de Horus. Muy a menudo aparece como un
hombre con barba y el cuerpo vendado a la manera de una momia. Lleva también la corona del Alto
Egipto y en sus manos los símbolos del poder: el cayado y el látigo.

Ptah: Dios creador primigenio, protector de artesanos y orfebres. Se lo representa como una momia que
lleva en las manos el ankh (símbolo de la vida) y un cetro. Ra Dios creador y personificación del Sol.
Suele aparecer como un hombre con cabeza de halcón o de toro y también tocado por el disco solar.

Sekhmet: Diosa de la guerra y de las luchas, hermana de Ra y esposa de Ptah. Se la suele representar
como una leona o como una mujer con cabeza de leona.

Set: Dios del caos y de lo aciago, personificación del desierto total. A menudo se lo representa como una
bestia enorme o como un hombre con cabeza de monstruo. También se lo asocia con el cocodrilo, el
hipopótamo y los animales que habitan en el desierto.
Thot: Dios de la Luna y medidor del tiempo, escriba de los dioses, señor de la magia y la sabiduría y
deidad universal. Su apariencia suele ser la de un hombre con cabeza de ibis, la de un ibis o la de un
mandril con cabeza de perro.

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