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Profesor
COLECCIÓN
GUÍAS DE CLASES
Nº 50
COLECCIÓN GUÍAS DE CLASES Nº 50
Profesor
CARLOS LÓPEZ DÍAZ
SANTIAGO
UNIVERSIDAD CENTRAL DE CHILE
Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales
2007
Edita:
Universidad Central de Chile
Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales
Comisión de Publicaciones:
Nelly Cornejo Meneses
Carlos López Díaz
Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de la cubierta, puede ser reproducida,
almacenada o transmitida en manera alguna ni por ningún medio, ya sea eléctrico, químico,
mecánico, óptico, de grabación o de fotocopia, sin permiso previo del autor
Impresión:
Impreso en Grafica Kolbe, Mapocho 4338, Quinta Normal-Santiago
Fono-Fax 773 3158, Email: grafica_kolbe@yahoo.es
PRÓLOGO
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Las publicaciones de la Facultad no tienen por finalidad la preparación superfi-
cial y el aprendizaje de memoria de las materias. Tampoco podrán servir para suplir
la docencia directa y la participación activa de los alumnos; más bien debieran con-
tribuir a incentivar esto último.
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SUMARIO
ANEXOS 143
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CAPÍTULO 1
NOCIONES GENERALES
I. INTRODUCCIÓN
2. Conclusiones parciales.
2.1. La noción de bien viene dada por la propia naturaleza de la cosa.
2.2. La noción de bien es residual a la persona.
2.3. La regulación del bien corresponde establecerla a la persona: no existen
derechos previos ni anteriores que sean propios de los bienes (a diferencia de
las personas).
2.4. Una persona puede llegar a ser bien, pero no a la inversa.
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II. PRINCIPIOS QUE RIGEN
LOS DERECHOS REALES
4. Enunciación.
4.1. Para qué sirven los principios inspiradores.
a) Integración.
b) Interpretación.
c) Rectificación y modificación.
5.2. Fundamentos.
a) Constitucionales. Artículo 19 Nº 21 y 23.
b) Legales. Los indicados en la ley civil.
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8. Cuarto. Apropiabilidad.
8.1. Fundamento en libertad económica.
a) En cuanto a las libertades.
a.1. Libertad de contratación.
a.2. Libertad de mercados.
a.3. Libertad de apropiabilidad.
b) En cuanto a los mecanismos para proteger dichas libertades.
b.1. Recurso de protección.
b.2. Acción de amparo económico.
9. Definición.
El alcance de la expresión “cosa” tiene múltiples significados, pero que se
puede sintetizar, desde el punto de vista jurídico, en aquello que constituye el
objeto de la disciplina jurídica, o dicho de otra manera, su centro de interés.
Sin embargo, no cabe confundir cosa con objeto y bien.
9.1. Cosa.
La amplitud del término hace que sea tan impreciso como inútil entonces
al derecho. Señala Guillermo Cabanellas que “La amplitud de este voca-
blo es superada por pocos. En su acepción máxima comprende todo lo
existente, de manera corporal e incorporal, natural o artificial, real o abs-
tracta. Casa se contrapone a persona; ésta, el sujeto de las relaciones jurí-
dicas, salvo aberraciones transitorias como la de la esclavitud, en que el
ser humano era considerado como cosa por seres humanos que aquél en
ciertos aspectos; en cambio, cosa se refiere al objeto del Derecho o de los
derechos u obligaciones. Reduciendo nuevamente su ámbito la idea de
cosa, ésta, ya de modo exclusivo en al esfera de lo jurídico, expresa lo
material (una casa, una finca, el dinero) frente a lo inmaterial o derechos
(un crédito, una obligación, una facultad)”.
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“En principio, puede decirse que es cosa todo aquello que no es persona,
o mejor, hablando en términos positivos, cosa es todo aquello que tiene
existencia en el mundo material, ya sea en forma corporal o espiritual,
natural o artificial, real o abstracta” (Kiverstein)
a) “Cosa es todo lo que ocupa un espacio”. ¿Y las incorporales?
b) “Cosa es todo lo que no es persona”. Muy ambiguo.
9.2. Objeto.
Hay un concepto preciso en derecho, donde el objeto consiste en el con-
junto de derechos y obligaciones que el acto crea, modifica, transfiere o
extingue. Ya vimos que se tiende a confundir con la cosa de que se trata,
pero son distintos, y que el objeto del acto jurídico y el objeto de la obli-
gación no coinciden: el objeto del acto jurídico es crear, modificar, trans-
ferir o extinguir derechos y obligaciones; en cambio, el objeto de la obli-
gación es dar, hacer o no hacer alguna cosa.
La palabra objeto es más precisa que el de cosa para efectos jurídicos.
Así, la dignidad, los derechos extrapatrimoniales, son “objetos” de pro-
tección jurídica, no “cosas”.
9.3. Bien.
Bien se relaciona con el de cosa, y la supone y sustenta. “En efecto, no
todas las cosas son bienes sino que para que lo sean se requiere que las
cosas, pudiendo procurar al hombre una utilidad, sean susceptibles de
apropiación privada.
Lo que caracteriza a los bienes es la circunstancia de poder ser objeto de
propiedad privada, y no el hecho de producir utilidad al hombre, pues hay
cosas como el aire, el sol, la alta mar que producen una gran utilidad, y
que no obstante ello, no son bienes por no poder ser objeto de apropiación
por los particulares”. (Kiverstein)
De lo señalado se desprende que, por ejemplo, puede haber obligaciones
que no recaigan en bienes (y sí, en cambio, sobre una prestación); pero
sea un caso u otro, siempre debe tener un objeto.
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Por todo lo señalado, se puede afirmar que la expresión cosa es el género,
siendo los bienes una de sus especies.
12. Enunciación.
La clasificación que veremos se sustenta en el Código Civil y la doctrina. No
se separan en su estudio.
V.A. Generalidades
13.3. Crítica.
Se ha criticado esta clasificación, pues no es posible colocar de un lado
a las cosas, y del otro a los derechos, es decir, dos categorías de natura-
leza profundamente diversas, pero cabe matizar esta observación al con-
siderar que no lo son tanto si se examina desde estricto rigor de la clasi-
ficación señalada.
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13.4. Importancia.
La importancia de la clasificación de las cosas en corporales e incorpo-
rales radica en un aspecto esencial: los modos de adquirir uno u otro (y
consecuencialmente su forma de disposición) es distinta: a las cosas
corporales sólo se les puede aplicar la ocupación y la accesión.
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transportarse de un lugar a otro, sea moviéndose ellas a sí mismas (…)”. El
artículo 568 señala que “inmuebles o fincas o bienes raíces son las cosas que
no pueden transportarse de un lugar a otro; como las tierras y minas y las que
adhieren permanentemente a ellas, como los edificios, los árboles”.
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del acreedor. En un segundo aspecto, un bien mueble admite solamente
una prenda, mientras que una finca es susceptible de varias hipotecas.
19.4. Respecto de la compraventa. La compraventa es consensual cuando
versa sobre muebles, pero es solemne y requiere escritura pública
cuando recae sobre inmuebles (artículo 1801).
19.5. Respecto de la tradición. La tradición de los inmuebles y derechos re-
ales constituidos en ellos se efectúa por la inscripción en el Registro
del Conservador de Bienes Raíces (artículo 686); la de los muebles por
cualquiera de los modos que señala el artículo 684, que consisten su-
mariamente en la simple entrega material.
19.6. Respecto de la prescripción adquisitiva. El plazo para la prescripción
adquisitiva ordinaria es de dos años para los muebles, y de cinco para
los inmuebles (artículo 2508). Como una derivación de lo señalado es
que para que la sentencia que declara adquirido por prescripción un
inmueble produzca efectos respecto de terceros, es necesaria su ins-
cripción, requisito que no se exige respecto de los muebles.
19.7. Respecto de la protección posesoria. La posesión de los muebles no se
encuentra protegida por acciones posesorias.
19.8. Respecto del depósito. Sólo puede recaer sobre bienes muebles. Hace
excepción a lo indicado el secuestro.
19.9. Respecto del censo. Sólo puede imponerse respecto de bienes raíces.
Artículo 2022: “Se constituye un censo cuando una persona contrae la
obligación de pagar a otra un rédito anual, reconociendo el capital co-
rrespondiente, y gravando una finca suya con la responsabilidad del
rédito y del capital. Este rédito se llama censo o canon; la persona que
le debe, censuario, y su acreedor, censualista”.
19.10. Respecto de la enajenación bajo condición. “Si el que debe una cosa
mueble a plazo, o bajo condición suspensiva o resolutoria, la enajena,
no habrá derecho de reivindicarla contra terceros poseedores de
buena fe”. Artículo 1490. “Si el que debe un inmueble bajo condición
lo enajena, o lo grava con hipoteca, censo o servidumbre, no podrá
resolverse la enajenación o gravamen, sino cuando la condición
constaba en el título respectivo, inscrito u otorgado por escritura
pública”. Artículo 1491.
19.11. Respecto de la servidumbre. Sólo puede afectar a inmuebles.
19.12. Respecto de la donación. La donación de bienes raíces debe otorgarse
por escritura pública e inscribirse.
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20. Importancia en materia penal.
En materia penal también tiene importancia la distinción entre muebles e in-
muebles. De esta manera, los delitos de robo y hurto (dependiendo si hay o no
empleo de violencia) sólo se refieren a cosas muebles, en tanto que el que se
apropia de bienes ajenos inmuebles comete el delito de usurpación.
23. Concepto.
Según el artículo 565, “los bienes consisten en cosas corporales o incorpora-
les”, agregando que “Corporales son las que tienen un ser real y pueden ser
percibidas por los sentidos, como una casa, un libro” e “Incorporales las que
consisten en meros derechos, como los créditos, y las servidumbres activas”.
El artículo 566 señala que “Las cosas corporales se dividen en muebles e in-
muebles”.
24. Clasificación
24.1. Muebles por naturaleza.
Artículo 567. “Muebles son las que pueden transportarse de un lugar a
otro, sea moviéndose ellas a sí mismas, como los animales (que por eso
se llaman semovientes), sea que sólo se muevan por una fuerza externa,
como las cosas inanimadas. Exceptúense las que siendo muebles por
naturaleza se reputan inmuebles por su destino, según el artículo 570”.
a) Cosas semovientes. La distinción entre cosas semovientes e
inanimadas es hasta cierto punto inútil para el Derecho Civil. Que un
bien mueble pueda moverse por sí mismo podría tener cierta impor-
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tancia para efectos de la ocupación en materia civil, o el hurto de
hallazgo en materia penal, por cuanto al desplazarse el animal, al ca-
recer de los resguardos que impidieran, por ejemplo, escapar o eva-
dirse, se disminuye el juicio de reproche al sujeto que recogió, de
buena o mala fe, el animal escapado o evadido. (“En estricto rigor la
clasificación de semoviente apunta a aquellos seres que están en el
linde del reino animal con el vegetal, como los zoófitos, la esponjas,
etc. Sin embargo, y como recoge la observación Victorio Pescio, es
una observación demasiado sutil”).
b) Cosas inanimadas. Tal calidad viene por sí mismo: que el objeto se
mueva en forma autónoma, pero por voluntad del hombre, como un
vehículo, no lo convierte en semoviente.
24.2. Muebles por anticipación.
Artículo 571. “Los productos de los inmuebles, y las cosas accesorias a
ellos, como las yerbas de un campo, la madera y fruto de los árboles, los
animales de un vivar, se reputan muebles, aun antes de su separación,
para el efecto de constituir un derecho sobre dichos productos o cosas a
otra persona que el dueño. Lo mismo se aplica a la tierra o arena de un
suelo, a los metales de una mina, y a las piedras de una cantera”.
24.3. Muebles de una casa.
Artículo 574. “Cuando por la ley o el hombre se usa de la expresión bienes
muebles sin otra calificación, se comprenderá en ella todo lo que se entiende
por cosas muebles, según el artículo 567”. “En los muebles de una casa no se
comprenderá el dinero, los documentos y papeles, las colecciones científicas
o artísticas, los libros o sus estantes, las medallas, las armas los instrumentos
de artes y oficios, las joyas, la ropa de vestir y de cama, los carruajes o caba-
llerías o sus arreos, los granos, caldos, mercancías, ni en general otras cosas
que las que forman el ajuar de una casa”.
Relacionar con artículo 1121. “Si se lega una casa con sus muebles o
con todo lo que se encuentre en ella, no se entenderán comprendidas en
el legado las cosas enumeradas en el inciso 2º del artículo 574 sino sólo
las que forman el ajuar de la casa y se encuentran en ella; y si se lega de
la misma manera una hacienda de campo, no se entenderá que el legado
comprende otras cosas, que las que sirven para el cultivo y beneficio de
la hacienda y se encuentran en ella”.
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V.E. De las cosas corporales inmuebles
25. Concepto.
25.1. Concepto. El artículo 568 señala que “Inmuebles o fincas o bienes raíces
son las cosas que no pueden transportarse de un lugar a otro; como las
tierras y minas y las que adhieren permanentemente a ellas, como los
edificios, los árboles”. Dicha numeración no es taxativa.
25.2. Las casas. La parte final señala que “Las casas y heredades se llaman
predios o fundos”. En un resabio de la sociedad rural que vio surgir el
Código Civil a mediados del siglo XIX, subsiste fuertemente el empleo
de la expresión fundo (véase la Ley Nº 18.101) para referirse a lo que
comúnmente se denomina casa.
25.3. Inmuebles rústicos y no rústicos, urbanos y rurales. La clasificación aquí
está dada sea por un criterio funcional (uso agrícola, ganadero o forestal,
en el caso de los inmuebles rústicos y no rústicos) o bien por un criterio
geográfico (inmuebles urbanos y rurales).
26. Clasificación
26.1. Inmuebles por naturaleza. Corresponden a la definición dada.
26.2. Inmuebles por adherencia o accesión.
Son aquellos que siendo muebles, se reputan inmuebles por estar permanen-
temente adheridos a un inmueble. Deben reunirse dos requisitos:
a) Que la cosa esté adherida a un inmueble. El artículo 569 establece
que “Las plantas son inmuebles, mientras adhieren al suelo por sus
raíces, a menos que estén en macetas o cajones, que puedan trans-
portarse de un lugar a otro”.
b) Que la adherencia sea permanente.
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a.4. Los abonos existentes en ella, y destinados por el dueño de
la finca a mejorarla;
a.5. Las prensas, calderas, cubas, alambiques, toneles y máqui-
nas que forman parte de un establecimiento industrial ad-
herente al suelo, y pertenecen al dueño de éste;
a.6. Los animales que se guardan en conejeras, pajareras, estan-
ques, colmenas, y cualesquiera otros vivares, con tal que
éstos adhieran al suelo, o sean parte del suelo mismo, o de
un edificio.
28. Concepto.
Ya sabemos que los bienes consisten en cosas corporales o incorporales, y que
las incorporales son las que consisten en meros derechos, como los créditos, y
las servidumbres activas.
29. Derechos.
29.1. Derecho real.
Artículo 577. “Derecho real es el que tenemos sobre una cosa sin res-
pecto a determinada persona. Son derechos reales el de dominio, el de
herencia, los de usufructo, uso o habitación, los de servidumbres activas,
el de prenda y el de hipoteca. De estos derechos nacen las acciones re-
ales”.
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29.2. Derecho personal.
Artículo 578. “Derechos personales o créditos son los que sólo pueden
reclamarse de ciertas personas, que, por un hecho suyo o la sola disposi-
ción de la ley, han contraído las obligaciones correlativas; como el que
tiene el prestamista contra su deudor por el dinero prestado, o el hijo co-
ntra el padre por alimentos. De estos derechos nacen las acciones perso-
nales”.
30. Acciones.
30.1. Acciones reales y personales.
Artículo 580. “Los derechos y acciones se reputan bienes muebles o inmue-
bles, según lo sea la cosa en que han de ejercerse, o que se debe. Así el dere-
cho de usufructo sobre un inmueble, es inmueble. Así la acción del comprador
para que se le entregue la finca comprada, es inmueble; y la acción del que ha
prestado dinero, para que se le pague, es mueble”.
30.3. Los hechos que se deben. Artículo 581. “Los hechos que se deben se re-
putan muebles. La acción para que un artífice ejecute la obra convenida, o re-
sarza los perjuicios causados por la inejecución del convenio, entra por consi-
guiente en la clase de los bienes muebles”.
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VI. LAS COSAS PRINCIPALES Y ACCESORIAS
31. Cosas principales. Son aquellas que pueden subsistir en forma independiente, sin
necesidad de otra.
32. Cosas accesorias. Están subordinadas a otra principal sin la cual no existen o no
pueden subsistir.
36. Importancia. Ciertas obligaciones (hechos que se deben) son indivisibles por
disposición de la ley.
37. Cosas consumibles. Son aquellas que no puede hacerse un uso conveniente a su
naturaleza sin que se destruya.
37 bis. Cosas corruptibles. Tiene importancia para materias sanitarias, ley de quie-
bras, artículo 483 Código de Procedimiento Civil (administración de bienes embarga-
dos).
38. Cosas no consumibles. Son aquellas que no se destruyen por el primer uso. A la
larga, todo bien se deteriora o destruye.
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39. Importancia.
39.1. Por regla general solo las cosas no consumibles pueden ser objeto de
relaciones jurídicas. Por ejemplo un usufructo.
39.2. Cuando recae sobre cosas consumibles, debe restituirse un objeto simi-
lar, con el mismo poder liberatorio. Por ejemplo el mutuo.
40.2. Alcance doctrinario. Son aquellas que pueden ser reemplazadas por otra
equivalente, o sea, que tenga su mismo poder liberatorio.
41. Cosas no fungibles. Son aquellas que no tienen un equivalente que pueda reem-
plazarla.
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XI. COSAS UNIVERSALES Y SINGULARES
46.2. Elementos.
a) Bienes muebles o inmuebles.
b) De igual o distinta naturaleza, muebles o inmuebles.
c) No contiene deudas ni pasivos.
46.3. Ejemplo. Una biblioteca, un establecimiento comercial.
47.2. Elementos.
a) Están establecidas por ley.
b) Existe un pasivo y un activo.
c) Opera la subrogación legal.
47.3. Ejemplos.
a) La herencia.
b) La sociedad conyugal.
c) El patrimonio del fallido.
d) El patrimonio reservado de la mujer casada.
e) El patrimonio de toda persona, según algunos.
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XII. COSAS APROPIABLES E INAPROPIABLES
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50.3. Dominio público terrestre.
a) Caso de las minas. Remisión.
b) Calles y plazas.
c) Puentes y caminos.
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b.5. Imprescriptible.
Texto en contra en artículo 2497: debiera primar el princi-
pio superior. “Las reglas relativas a la prescripción se apli-
can igualmente a favor y en contra del Estado, de las igle-
sias, de las municipalidades, de los establecimientos y cor-
poraciones nacionales, y de los individuos particulares que
tienen la libre administración de lo suyo”.
b.6. Inembargable.
Sin embargo, la ley apunta sólo a la ejecución: artículo
752 del Código de Procedimiento Civil y artículo 28
Ley Nº 18.695, de Municipalidades.
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XIII. EL CUERPO HUMANO COMO OBJETO DE DERECHO
53. Restricciones.
Bienes jurídicos involucrados.
54. Aplicación.
54.1. Prohibición.
Órganos vitales. La piel quedaría en este caso (discutible)
54.2. Restricción.
Partes renovables esenciales, pueden ser objeto de contratos, pero sólo
gratuitos. Por ejemplo, sangre, fluidos (semen).
54.3. Permitido.
Partes renovables no esenciales, pueden ser objeto de contratos gra-
tuitos u onerosos. Por ejemplo, pelo, uñas.
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CAPÍTULO 2
EL DOMINIO O PROPIEDAD
1. Denominación.
1.1. Autores que sostienen que hay diferencia.
a) Propiedad: cosas inmateriales, incorporales. Dominio: cosas
materiales, corporales.
b) Objetivo, subjetivo.
1.2. Autores que sostienen que no hay diferencia.
2. Definición.
2.1. Concepto doctrinal.
Es el más amplio señorío que se tiene sobre una cosa.
2.2. Definición legal.
Artículo 582. “El dominio (que se llama también propiedad) es el de-
recho real en una cosa corporal, para gozar y disponer de ella arbitra-
riamente; no siendo contra la ley o contra derecho ajeno”.
3. Regulación.
3.1. Nivel constitucional.
a) Aspectos políticos (propiedad colectiva vs. propiedad individual)
b) Aspectos sociales.
c) Aspectos económicos
c.1. Inviolabilidad.
c.2. Limitaciones.
d) Regulación en la Constitución Política de la República.
3.2. Nivel civil (general y supletorio)
3.3. Nivel reglamentario.
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5. Caracteres del dominio.
5.1. Carácter absoluto.
a) Regla general. “arbitrariamente”
b) Limitaciones.
b.1. A priori. Lo da la propia naturaleza del bien y del dere-
cho.
b.2. La ley y el derecho ajeno (función social). Intervención
de autoridad, por ejemplo, abandono.
b.3. la “elasticidad” del derecho. Caso del usufructo.
c) Problema de denominación: “carácter absoluto” por “carácter general”.
5.2. Carácter exclusivo.
a) Alcances. Titulares únicos. Restringe intromisiones de otras
personas.
b) Manifestaciones. Derecho de cerramiento.
c) Limitaciones. Condominio.
5.3. Carácter perpetuo.
a) Alcances. Subsiste lo que dura la cosa.
b) Limitación.
b.1. Cuando deja de poseer la cosa por un tercero durante
cierto lapso de tiempo (prescripción adquisitiva). OJO: se
pierde no por dejar de poseer, sino porque un tercero
alega la prescripción.
b.2. Cuando existen propiedades sujetar a perderse, como cuando
se sujeta a una condición (fideicomiso, artículo 733).
6. Evolución.
6.1. Pueblos primitivos.
a) Propiedad colectiva.
b) Propiedad familiar.
c) Propiedad individual.
6.2. Roma.
a) Periodo arcaico. Derecho colectivo.
b) Periodo clásico. Derecho civil y de gentes / propiedad quiritaria y
bonitaria.
c) Periodo postclásico. Justiniano. Unificación por el derecho pretorio.
6.3. Edad Media.
a) Aparición de fin político. Feudalismo.
b) Aparición de dominio directo y dominio útil.
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6.4. Edad Moderna.
a) Exaltación de la propiedad individual. Código Civil francés, 1804.
b) Doctrina cristiana de la propiedad (rol social).
6.5. Tiempos contemporáneos.
a) Aparición de nuevas propiedades.
b) Revalorización de la propiedad mueble.
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8. Cláusula de no enajenar.
8.1. Explicación previa. Implica analizar hasta qué punto se puede restringir la
facultad de disposición en forma convencional.
8.2. Puntos en conflicto.
a) Libertad económica y libre circulación de los bienes.
b) Restricciones voluntarias.
8.3. Argumentos a favor de la validez de la cláusula.
a) En derecho privado puede hacerse todo lo que no esté expresa-
mente prohibido.
b) De hecho, está prohibido sólo en ciertos y determinados casos, y
permitido en los demás.
b.1. Artículo 751.
Respecto de la propiedad fiduciaria. “La propiedad fi-
duciaria puede enajenarse entre vivos y transmitirse por
causa de muerte, pero en uno y otro caso con el cargo de
mantenerla indivisa, y sujeta al gravamen de restitución
bajo las mismas condiciones que antes. No será, sin em-
bargo, enajenable entre vivos, cuando el constituyente
haya prohibido la enajenación (…)”.
b.2. Artículo 1126.
Respecto del legado. “Si se lega una cosa con calidad de
no enajenarla y la enajenación no comprometiere nin-
gún derecho de tercero, la cláusula de no enajenar se
tendrá por no escrita”.
b.3. Artículo 1432.
Respecto de la donación. “La resolución, rescisión y re-
vocación de que hablan los artículos anteriores, no dará
acción contra terceros poseedores, ni para la extinción de
las hipotecas, servidumbres u otros derechos constituidos
sobre las cosas donadas, sino en los casos siguientes: 1.º
Cuando en escritura pública de la donación (inscrita en el
competente registro, si la calidad de las cosas donadas lo
hubiere exigido), se ha prohibido al donatario enajenar-
las, o se ha expresado la condición”.
b.4. Artículo 1964.
Respecto del arrendamiento. “El pacto de no enajenar la
cosa arrendada, aunque tenga la cláusula de nulidad de la
enajenación, no dará derecho al arrendatario sino para
permanecer en el arriendo, hasta su terminación natural”.
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b.5. Artículo 2415.
Respecto de la hipoteca. “El dueño de los bienes
gravados con hipoteca podrá siempre enajenarlos o
hipotecarlos, no obstante cualquiera estipulación en
contrario”.
c) Si el dueño puede desprenderse del uso y goce, nada obsta que
también pueda hacerlo de disposición.
d) Artículo 53 Nº 3º Reglamento del Conservador. “Pueden inscribirse:
Nº 3º. Todo impedimento o prohibición referente a inmuebles, sea
convencional, legal o judicial, que embarace o limite de cualquier
modo el libre ejercicio del derecho de enajenar”.
8.4. Argumentos en contra de la validez de la cláusula.
a) El principio de la libre circulación de los bienes.
b) Que en derecho privado puede hacerse todo lo que no esté expresa-
mente prohibido es un argumento vago.
c) Aceptar la cláusula implica vulnerar normas de orden público (evi-
tar la prohibición de usufructos y fideicomisos sucesivos, artículos
769 y 745 respectivamente).
d) Al renunciar a la facultad de disposición, el derecho carecería de
titular. No tendría sentido la cláusula.
e) Respecto del Reglamento del Conservador, tiene menor valor que
el Código Civil pues es un Decreto con Fuerza de Ley, y no puede
pasar a llevar las disposiciones del Código Civil. Se replicó que no
es así, pues se dicto por disposición del artículo 695, y se entiende
por ende incorporado al Código Civil.
8.5. Sanción en caso de infracción.
a) Como obligación de no hacer. Indemnización.
b) Como objeto ilícito. Nulidad absoluta.
8.6. Conclusiones.
a) Regla general. No vale.
b) Excepción. Vale, caso de los bancos. En el fondo es la regla
general.
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10. Clases de propiedad.
10.1. Según su extensión.
a) Primera clasificación. En cuanto al alcance.
a.1. Plena.
a.2. Nuda (usufructo)
b) Segunda clasificación. En cuanto a la duración.
b.1. Absoluta.
b.2. Fiduciaria (gravamen de una condición).
10.2. Según el número de sujetos activos.
a) Individual.
a.1. Privada.
a.2. Pública.
b) Plural, colectiva (condominio, copropiedad)
10.3. Según las cosas objetos del derecho.
a) Civil.
b) Intelectual e industrial.
c) Discusión.
c.1. Propiedades sectoriales, por ejemplo minería.
c.2. ¿Propiedades distintas?
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e) Límites genéricos.
e.1. El derecho ajeno.
e.2. La ley.
11.2. Límites jurídicos.
a) Restricciones genéricas (interés individual)
a.1. Teoría del abuso del derecho.
a.2. Limitación a la facultad de excluir.
• Derecho de uso inocuo.
• Acceso coactivo.
• Principio del mal menor.
b) Restricciones específicas (interés social)
b.1. Restricciones de utilidad pública.
• En interés de la seguridad, salubridad y ornato
público.
• Defensa nacional.
• Economía social (precios, construcciones, aguas,
etc.)
• Patrimonio artístico o histórico nacional.
• Servidumbres administrativas.
b.2. Restricciones de utilidad privada.
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CAPÍTULO 3
LA COMUNIDAD O COPROPIEDAD
I. GENERALIDADES
1. Denominación.
1.1. Autores que lo consideran como sinónimos.
a) Copropiedad.
b) Condominio.
c) Indivisión.
d) Proindivisión.
e) Comunidad.
f) Copropiedad colectiva.
1.2. Autores que no lo consideran como sinónimos.
a) Comunidad, indivisión y proindivisión es el género; los demás son
especies.
b) Para otros, hay comunidad respecto de dos o más personas en una
misma situación jurídica, como cuando todos son poseedores o te-
nedores. Hay copropiedad cuando los derechos son distintos, como
entre el nudo propietario y el usufructuario.
2. Concepto.
2.1. Derecho de propiedad de dos o más personas sobre una sola y misma
cosa, proindiviso, y que corresponde a cada una de ellas en una parte alí-
cuota, ideal o abstracta.
2.2. Derecho de dominio común que tienen dos o más personas en una parte
espiritual de una cosa no dividida materialmente.
34
que en la partición se adjudica a otro de ellos, se podrá proceder
como en el caso de la venta de cosa ajena”.
3.3. Derecho chileno. Sigue la doctrina romana, aunque con matices. Así:
a) Como cada comunero no tiene sobre la cosa común un derecho
radicado en ninguna parte de ella, no puede transferir su dominio ni
gravarla antes de su división. Si lo hace, subsiste la enajenación o
gravamen si la cosa le es adjudicada. Si no, caduca (artículos 1344,
2417, 718).
b) Pero como el comunero es dueño o poseedor de su cuota, puede
enajenarla o gravarla. Por ejemplo, cediendo el derecho de herencia
(artículos 1909 y siguientes), puede vender su cuota (artículo
1812), puede hipotecarla (artículo 2417).
c) Los comuneros en conjunto pueden enajenar la cosa común.
4. Clasificación de la comunidad.
4.1. Atendiendo a sobre lo que recae.
a) De universalidad.
b) De cosa singular.
4.2. Atendiendo a su origen.
a) De un hecho, como al fallecer una persona (sucesión por causa de
muerte)
b) En la disolución de la sociedad conyugal.
c) En la disolución de una sociedad civil.
d) De un contrato.
4.3. Atendiendo a su duración.
a) Temporal.
b) Perpetua.
5. Características de la comunidad.
5.1. Los comuneros tienen el mismo derecho sobre la cosa común, y por ende
análogas facultades.
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5.2. La copropiedad no es persona jurídica (a diferencia de la sociedad, artí-
culo 2053). Luego:
a) La comunidad no tiene domicilio (caso de excepción, materia tributaria)
b) Ni capacidad.
c) Ni patrimonio.
d) Ni acreedores (lo son de los comuneros),
e) No puede ser declarada en quiebra.
f) Carece de representante legal, por ende hay que dirigirse o contra-
tar con los comuneros.
g) Puede tener diversos orígenes.
h) Se puede enajenar la cuota sin problemas.
i) La comunidad puede ser a título universal.
j) Existe el interés de cada comunero: es por ende una situación pasiva.
II. LA COMUNIDAD
6. El cuasicontrato de comunidad.
6.1. Regulación legal. Párrafo 3, Título XXIV, Libro IV, artículos 2304 a 2313.
6.2. Alcances de la comunidad.
Artículo 2304. “La comunidad de una cosa universal o singular, entre dos o
más personas, sin que ninguna de ellas haya contratado sociedad o cele-
brado otra convención relativa a la misma cosa, es una especie de cuasi-
contrato”.
a) Cosa universal. Por ejemplo una herencia. Cada uno es dueño de
un porcentaje.
b) Cosa singular. Igual, como en el caso de un predio: dos comuneros
son dueños de la mitad del mismo, pero no de tal o cual mitad.
6.3. Derechos de los comuneros sobre la cosa común.
a) Artículo 2305. El derecho de cada uno de los comuneros sobre la
cosa común es el mismo que el de los socios en el haber social.
b) Remisión por ende al artículo 2081 (sociedad). Excluye el inciso
primero, respecto del mandato tácito y recíproco. Por ende:
b.1. Derecho de oposición.
Cualquier comunero tendrá el derecho de oponerse a los
actos administrativos de otro, mientras esté pendiente su
ejecución o no hayan producido efectos legales.
b.2. Derecho de uso.
Cada comunero podrá servirse para su uso personal de las
cosas pertenecientes al haber social, con tal que las emplee
36
según su destino ordinario, y sin perjuicio de la comunidad
y del justo uso de los otros.
b.3. Obligación de expensas.
Cada comunero tendrá el derecho de obligar a los otros a
que hagan con él las expensas necesarias para la conserva-
ción de las cosas comunes.
b.4. Limitación en innovaciones.
Ninguno de los comunero podrá hacer innovaciones en los
inmuebles que dependan de la sociedad sin el consenti-
miento de los otros.
6.4. Posibilidad de disponer de la cuota.
a) Respecto de la compraventa.
Artículo 1812. Si la cosa es común de dos o más personas
proindiviso, entre las cuales no intervenga contrato de sociedad,
cada una de ellas podrá vender su cuota, aun sin el consenti-
miento de las otras.
b) Respecto de la hipoteca.
Artículo 2417. El comunero puede, antes de la división de la
cosa común, hipotecar su cuota; pero verificada la división, la
hipoteca afectará solamente los bienes que en razón de dicha
cuota se adjudiquen, si fueren hipotecables. Si no lo fueren, ca-
ducará la hipoteca.
c) Respecto de la reivindicación.
Artículo 892. Se puede reivindicar una cuota determinada
proindiviso, de una cosa singular.
6.5. Los comuneros y las deudas de la comunidad.
a) Respecto de una comunidad universal.
Artículo 2306. Si la cosa es universal, como una herencia, cada
uno de los comuneros es obligado a las deudas de la cosa co-
mún, como los herederos en las deudas hereditarias. O sea, res-
ponden en proporción a su cuota en la comunidad (remisión al
artículo 1354. “Las deudas hereditarias se dividen entre los
herederos a prorrata de sus cuotas. Así el heredero del tercio no
es obligado a pagar sino el tercio de las deudas hereditarias”).
b) Respecto de una comunidad singular.
Artículo 2307. “A las deudas contraídas en pro de la comuni-
dad durante ella, no es obligado sino el comunero que las con-
trajo; el cual tendrá acción contra la comunidad para el reem-
bolso de lo que hubiere pagado por ella.
37
Si la deuda ha sido contraída por los comuneros colectivamente,
sin expresión de cuotas, todos ellos, no habiendo estipulado soli-
daridad, son obligados al acreedor por partes iguales, salvo el de-
recho de cada uno contra los otros para que se le abone lo que
haya pagado de más sobre la cuota que le corresponda”.
6.6. Administración de la comunidad.
a) Se ha designado administrador.
a.1. Regla general.
Designación por unanimidad.
a.2. Excepción.
El artículo 654 Código de Procedimiento Civil, facilita
esta regla permitiendo sea por la mayoría absoluta (re-
glas de la partición de bienes). “Para acordar o resolver
lo conveniente sobre la administración pro indiviso, se
citará a todos los interesados a comparendo, el cual se
celebrará con sólo los que concurran. No estando todos
presentes, sólo podrán acordarse, por mayoría absoluta
de los concurrentes, que represente a lo menos la mitad
de los derechos de la comunidad, o por resolución del
tribunal a falta de mayoría (…)”.
b) No se ha designado administrador.
b.1. Actos deben realizarse por unanimidad.
b.2. Se aplican las demás disposiciones del artículo 2081, ya visto.
6.7. Posibilidad de liquidar o dividir la cosa común.
Artículo 1317 incisos 1º y 2º. “Ninguno de los coasignatarios de una
cosa universal o singular será obligado a permanecer en la indivisión;
la partición del objeto asignado podrá siempre pedirse con tal que los
coasignatarios no hayan estipulado lo contrario. No puede estipularse
proindivisión por más de cinco años, pero cumplido este término podrá
renovarse el pacto”.
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8. Término de la comunidad.
8.1. Causales. Artículo 2312.
a) Por la reunión de las cuotas en una sola persona.
b) Por la destrucción de la cosa común.
c) Por la división del haber común
8.2. Reglas para la partición de los bienes. Reglas de la partición de herencia
(artículos 1317 y siguientes, artículos 2313, 2115 y 1776).
III. LA MULTIPROPIEDAD
9. La multipropiedad.
9.1. Concepto.
9.2. Regulación.
a) Es una comunidad.
b) Es una sociedad.
c) Es una asociación multipropietaria.
9.3. Importancia.
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CAPÍTULO 4
LOS MODOS DE ADQUIRIR EL DOMINIO
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2.6. Ley.
Artículo 1º. “La ley es una declaración de la voluntad soberana que,
manifestada en la forma prescrita por la Constitución, manda, prohíbe
o permite”.
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dición y prescripción relativamente a un mismo bien. Y, así, para ad-
quirir las cosas heredadas o legados, es suficiente la sucesión por causa
de muerte. La tradición no es necesaria”.
5.2. La posesión en cambio, puede ser por varios títulos.
Artículo 701. “Se puede poseer una cosa por varios títulos”.
42
CAPÍTULO 5
LA OCUPACIÓN
I. GENERALIDADES
1. Concepto.
Artículo 606. “Por la ocupación se adquiere el dominio de las cosas que no
pertenecen a nadie, y cuya adquisición no es prohibida por las leyes chilenas,
o por el Derecho Internacional”.
2. Requisitos.
2.1. Debe tratarse de cosas sin dueño. Distinciones:
a) Nunca tuvieron dueño (res nullius).
b) Tuvieron dueño pero éste las abandonó (res derelictae).
c) Tuvieron dueño pero la naturaleza del bien hace presumir un aban-
dono.
2.2. La adquisición de las cosas no debe estar prohibida por las leyes chilenas
o por el derecho internacional.
2.3. Debe haber aprehensión material de la cosa con intención de adquirirla.
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3.2. La caza y la pesca.
a) Regulación civil.
a.1. Artículo 607. “La caza y pesca son especies de ocupación
por las cuales se adquiere el dominio de los animales
bravíos”.
a.2. Artículo 611. “La caza marítima y la pesca se regularán
por las disposiciones de este Código y, preferentemente,
por la legislación especial que rija al efecto”.
b) Regulación especial.
b.1. Ley N° 19.473, sobre caza.
b.2. Ley N° 18.892, general de pesca y acuicultura.
b.3. Reglamentación sectorial.
3.3. La caza.
a) Normas civiles.
a.1. La caza en tierras propias.
Artículo 609. “El ejercicio de la caza estará sujeto al
cumplimiento de la legislación especial que la regule.
No se podrá cazar sino en tierras propias, o en las ajenas
con permiso del dueño”.
a.2. La caza en tierras ajenas.
Artículo 610. “Si alguno cazare en tierras ajenas sin
permiso del dueño, cuando por ley estaba obligado a
obtenerlo, lo que cace será para el dueño, a quien ade-
más indemnizará de todo perjuicio”.
b) Normas penales.
b.1. Violación a normas sobre caza.
b.2. Violación a normas de protección de la propiedad privada
y la intimidad.
b.3. Faltas penales.
• Artículo 494 Nº 21. “Sufrirán la pena de multa de
uno a cuatro unidades tributarias mensuales: 21. El
que con violencia en las cosas entrare a cazar o pes-
car en lugar cerrado, o en lugar abierto contra ex-
presa prohibición intimada personalmente”.
• Artículo 496 Nº 34. “Sufrirán la pena de multa de
uno a cuatro unidades tributarias mensuales: 34. El
que entrare sin violencia a cazar o pescar en sitio
vedado o cerrado”.
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3.4. La pesca.
a) Normas civiles.
a.1. Regulación de la pesca.
Artículo 611. “La caza marítima y la pesca se regularán
por las disposiciones de este Código y, preferentemente,
por la legislación especial que rija al efecto”.
a.2. El uso de las playas.
• Concepto de playa. Artículo 594. “Se entiende por playa
del mar la extensión de tierra que las olas bañan y desocu-
pan alternativamente hasta donde llegan en las más altas
mareas”.
• Uso de las playas. Artículo 612. “Los pescadores podrán
hacer de las playas del mar el uso necesario para la pesca,
construyendo cabañas, sacando a tierra sus barcas y utensi-
lios y el producto de la pesca, secando sus redes, etc.; guar-
dándose empero de hacer uso alguno de los edificios o
construcciones que allí hubiere, sin permiso de sus dueños,
o de embarazar el uso legítimo de los demás pescadores”.
• Uso de zonas contiguas. Artículo 613. “Podrán también
para los expresados menesteres hacer uso de las tierras
contiguas hasta la distancia de ocho metros de la playa
(…)”.
a.3. Limitaciones en el uso de las playas.
• Limitaciones a los pescadores. Artículo 615. “A los que
pesquen en ríos y lagos no será lícito hacer uso alguno de
los edificios y terrenos cultivados en las riberas ni atrave-
sar las cercas”. Artículo 613. “(…) [tampoco] tocarán a
los edificios o construcciones que dentro de esa distancia
hubiere [para los menesteres señalados en el artículo 612],
ni atravesarán las cercas, ni se introducirán en las arbole-
das, plantíos o siembras”.
• Limitaciones a dueños de zonas contiguas. Artículo 614.
“Los dueños de las tierras contiguas a la playa no podrán
poner cercas, ni hacer edificios, construcciones o cultivos
dentro de los dichos ocho metros, sino dejando de trecho
en trecho suficientes y cómodos espacios para los me-
nesteres de la pesca. En caso contrario ocurrirán los pes-
cadores a las autoridades locales para que pongan el
conveniente remedio”.
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b) Normas penales.
b.1. Violación a normas sobre pesca.
b.2. Violación a normas de protección de la propiedad privada y
la intimidad.
b.3. Remisión a faltas de los artículo 494 Nº 21 y Artículo 496 Nº 34.
46
tenece a nadie, adquiere su dominio, apoderándose de ella. De este
modo se adquiere el dominio de las piedras, conchas y otras substancias
que arroja el mar y que no presentan señales de dominio anterior”.
4.3. El tesoro.
a) Concepto.
Artículo 625. “El descubrimiento de un tesoro es una especie
de invención o hallazgo. Se llama tesoro la moneda o joyas, u
otros efectos preciosos, que elaborados por el hombre han es-
tado largo tiempo sepultados o escondidos sin que haya memo-
ria ni indicio de su dueño”.
b) A quién pertenece el tesoro.
b.1. Si se encuentra en terreno propio.
Artículo 626 inciso final: “En los demás casos, o cuando
sean una misma persona el dueño del terreno y el des-
cubridor, pertenecerá todo el tesoro al dueño del te-
rreno”. Aspecto tributario.
b.2. Si es descubierto por un tercero en terreno ajeno.
Artículo 626 incisos 1º y 2º. “El tesoro encontrado en
terreno ajeno se dividirá por partes iguales entre el
dueño del terreno y la persona que haya hecho el descu-
brimiento. Pero esta última no tendrá derecho a su por-
ción, sino cuando el descubrimiento sea fortuito o
cuando se haya buscado el tesoro con permiso del dueño
del terreno”. Artículo 628.
c) Autorizaciones para cavar. Artículo 627.
d) Conflicto con ley de Monumentos Nacionales.
47
4.4. La captura bélica.
a) Concepto. Es el botín que se toma en una guerra a los enemigos.
b) A quién pertenece. Al Estado. Artículo 640. “El Estado se hace
dueño de todas las propiedades que se toman en guerra de nación a
nación, no sólo a los enemigos sino a los neutrales, y aun a los
aliados y los nacionales según los casos, y dispone de ellas en con-
formidad a las Ordenanzas de Marina y de Corso”.
5. Reglas especiales.
5.1. Caso de especies muebles al parecer perdidas.
a) Principio aplicable. No se presume abandono.
b) Procedimiento. Artículos 629 y 630.
48
CAPÍTULO 6
LA ACCESIÓN
I. GENERALIDADES
1. Concepto.
Artículo 643. “La accesión es un modo de adquirir por el cual el dueño de una
cosa pasa a serlo de lo que ella produce, o de lo que se junta a ella. Los pro-
ductos de las cosas son frutos naturales o civiles”.
2. Clases de accesión.
2.1. Accesión discreta. Se refiere a la accesión por producción.
3. Naturaleza jurídica.
3.1. La accesión es un modo de adquirir.
3.2. La accesión es una emanación del derecho de dominio.
4. La accesión de frutos.
4.1. Frutos y productos.
a) Productos. Son aquellas cosas que derivan de una principal, sin
periodicidad o con disminución de aquélla.
b) Frutos. Genéricamente es todo lo que una cosa produce y repro-
duce periódicamente.
b.1. Frutos naturales. Artículo 644. “Se llaman frutos naturales
los que da la naturaleza ayudada o no de la industria
humana”.
b.2. Frutos civiles. Artículo 647. “Se llaman frutos civiles los
precios, pensiones o cánones de arrendamiento o censo, y
49
los intereses de capitales exigibles, o impuestos a fondo
perdido”.
c) Confusión en el Código Civil. Artículo 643 parte final. “Los
productos de las cosas son frutos naturales o civiles”.
50
ministra”; artículo 537 inciso final: “La décima se extenderá, sin
embargo, al producto de las canteras y minas”.
5. La accesión continua.
Se presenta cuando se unen dos o más cosas de diferentes dueños de forma tal
que, una vez unidas, forman un todo indivisible.
6.2. Avulsión.
a) Concepto. Artículo 652. Es aquella parte del suelo que por una ave-
nida o por otra fuerza natural violenta es transportada de un sitio a
otro.
b) Efectos. Como estamos en presencia de un terreno determinado y
con un dueño conocido, éste conserva su dominio, para el solo
efecto de llevársela; pero si no la reclama dentro del subsiguiente
año, la hará suya el dueño del sitio a que fue transportada.
c) Caso de inundación. Artículo 653. “Si una heredad ha sido inun-
dada, el terreno restituido por las aguas dentro de los cinco años
subsiguientes, volverá a sus antiguos dueños”.
51
6.3. Formación de nueva isla.
a) A quién pertenece la isla.
a.1. Caso en que pertenece al Estado.
Artículo 597. “Las nuevas islas que se formen en el mar
territorial o en ríos y lagos que puedan navegarse por
buques de más de cien toneladas, pertenecerán al
Estado”.
a.2. Caso en que pertenece a los particulares.
Artículo 656 inciso 1º. “Acerca de las nuevas islas que
no hayan de pertenecer al Estado según el artículo 597,
se observarán las reglas siguientes”.
b) Hipótesis.
b.1. Caso en que no se forma nueva isla.
Artículo 656, regla 1ª. “La nueva isla se mirará como
parte del cauce o lecho, mientras fuere ocupada y des-
ocupada alternativamente por las aguas en sus creces y
bajas periódicas, y no accederá entre tanto a las hereda-
des riberanas”.
b.2. Caso en que sí se forma nueva isla.
• La isla se forma por abrirse el río en dos brazos que des-
pués vuelven a juntarse. Artículo 656, regla 2ª. “La
nueva isla formada por un río que se abre en dos brazos
que vuelven después a juntarse, no altera el anterior
dominio de los terrenos comprendidos en ella; pero el
nuevo terreno descubierto por el río accederá a las here-
dades contiguas, como en el caso del artículo 654”.
• La isla se forma en el lecho del río, sin que éste vuelva a
juntarse. Artículo 656, regla 3ª. “La nueva isla que se
forme en el cauce de un río, accederá a las heredades de
aquella de las dos riberas a que estuviere más cercana
toda la isla; correspondiendo a cada heredad la parte
comprendida entre sus respectivas líneas de demarca-
ción, prolongadas directamente hasta la isla y sobre la
superficie de ella”.
• La isla se forma en un lago. Artículo 656, regla 6ª.
52
Artículo 654. “Si un río varía de curso, podrán los propietarios
riberanos, con permiso de autoridad competente, hacer las
obras necesarias para restituir las aguas a su acostumbrado
cauce; y la parte de éste que permanentemente quedare en seco,
accederá a las heredades contiguas, como el terreno de aluvión
en el caso del artículo 650. Concurriendo los riberanos de un
lado con los del otro, una línea longitudinal dividirá el nuevo
terreno en dos partes iguales; y cada una de éstas accederá a las
heredades contiguas, como en el caso del mismo artículo”.
b) El río se divide en dos brazos que no vuelven a juntarse.
Artículo 655. “Si un río se divide en dos brazos, que no vuelven
después a juntarse, las partes del anterior cauce que el agua de-
jare descubiertas accederán a las heredades contiguas, como en
el caso del artículo precedente”.
7.2. Requisitos.
a) Plantar, edificar, sembrar.
b) Que las plantas y siembras arraiguen o se unan.
53
a.2. El dueño del suelo ha procedido sin justa causa de error (ha
actuado con ligereza o precipitación). Artículo 668 inciso
2º, primera parte. “Si por su parte no hubo justa causa de
error, será obligado al resarcimiento de perjuicios”.
a.3. El dueño del suelo ha procedido a sabiendas (ha actuado de
mala fe). Artículo 668 inciso 2º, segunda parte. “(…) y si
ha procedido a sabiendas, quedará también sujeto a la ac-
ción criminal competente”, además de lo indicado más
arriba.
b) El dueño de los materiales sí tuvo conocimiento del uso que de
ellos hacía el propietario del inmueble. Artículo 668 inciso 2º, se-
gunda parte. “(…) pero si el dueño de los materiales tuvo conoci-
miento del uso que se hacía de ellos, sólo habrá lugar a la disposi-
ción del inciso anterior”. O sea igualmente se hace dueño de lo edi-
ficado, plantado o sembrado, sea que se haya procedido de buena o
mala fe. El dueño de los elementos en el fondo está consintiendo
en su uso: la indemnización que se proporcione configura una ver-
dadera compraventa.
54
7.6. Tercera alternativa. Se edifica, planta o siembra con materiales ajenos en
suelo ajeno.
Caso no contemplado en la ley. Se resuelve con las reglas señaladas
más arriba.
55
sirva para el uso, ornato o complemento de la otra, se
tendrá por accesoria”.
• Tercera. Regla supletoria. La de mayor volumen. Artí-
culo 661. “En los casos a que no pudiere aplicarse nin-
guna de las reglas precedentes, se mirará como principal
lo de más volumen”.
56
de la cosa pertenecerá a dichos dueños proindiviso, a
prorrata del valor de la materia que a cada uno perte-
nezca”.
• Excepción. Artículo 663 inciso 2º. “A menos que el va-
lor de la materia perteneciente a uno de ellos fuere con-
siderablemente superior, pues en tal caso el dueño de
ella tendrá derecho para reclamar la cosa producida por
la mezcla, pagando el precio de la materia restante”.
57
CAPÍTULO 7
LA TRADICIÓN
I. GENERALIDADES
1. Concepto y alcances.
1.1. Tradición como modo de adquirir. Artículo 670. “La tradición es un modo
de adquirir el dominio de las cosas y consiste en la entrega que el dueño hace
de ellas a otro, habiendo por una parte la facultad e intención de transferir el
dominio, y por otra la capacidad e intención de adquirirlo”.
3. Importancia.
3.1. Gran alcance práctico.
3.2. Permite adquirir todos los derechos, sean reales y personales.
3.3. Permite adquirir las cosas por prescripción adquisitiva.
58
4. Entrega y tradición.
4.1. La intención
a) Entrega. Falta tal intención.
b) Tradición. Existe tal intención. Manifestado por el título traslaticio
de dominio.
4.2. Efectos.
4.3. Confusión de términos en que incurre el legislador en el Código Civil.
a) Casos en que está mal empleado.
a.1. Artículo 1443. “El contrato es real cuando, para que sea
perfecto, es necesaria la tradición de la cosa a que se refiere”.
Hay contratos reales que se perfeccionan con la sola entrega.
a.2. Artículo 2174. “El comodato o préstamo de uso es un con-
trato en que una de las partes entrega a la otra gratuitamente
una especie, mueble o raíz, para que haga uso de ella, y con
cargo de restituir la misma especie después de terminado el
uso. Este contrato no se perfecciona sino por la tradición de la
cosa”. Se perfecciona por la sola entrega, como dice al inicio.
b) Casos en que está bien empleado.
b.1. Artículo 2212. “El contrato se perfecciona por la entrega
que el depositante hace de la cosa al depositario”.
b.2. Artículo 2197. “No se perfecciona el contrato de mutuo
sino por la tradición, y la tradición transfiere el dominio”.
59
• La tradición hecha por quien no es dueño de la cosa
es válida.
• Lo señalan los artículos 682 y 683.
Artículo 682. “Si el tradente no es el verdadero
dueño de la cosa que se entrega por él o a su
nombre, no se adquieren por medio de la tradi-
ción otros derechos que los transmisibles del
mismo tradente sobre la cosa entregada”. “Pero
si el tradente adquiere después el dominio, se
entenderá haberse éste transferido desde el mo-
mento de la tradición”.
Artículo 683. “La tradición da al adquirente, en
los casos y del modo que las leyes señalan, el de-
recho de ganar por la prescripción el dominio de
que el tradente carecía, aunque el tradente no
haya tenido ese derecho”.
• Pero no produce el efecto de transferir el dominio.
Artículo 670.
• Se adquirirá por ende por prescripción.
c.2. Adquisición posterior del tradente.
• Artículo 682 inciso final. “(…) si el tradente ad-
quiere después el dominio, se entenderá haberse éste
transferido desde el momento de la tradición”.
• Relacionar con el artículo 1819. “Vendida y entre-
gada a otro una cosa ajena, si el vendedor adquiere
después el dominio de ella, se mirará al comprador
como verdadero dueño desde la fecha de la
tradición”.
d) Facultad de transferir y capacidad del tradente.
d.1. En cuanto a la capacidad. Rigen las reglas generales.
d.2. En cuanto a la legitimación (o sea, son capaces). Facultad
para transferir.
• Artículo 1796. “Es nulo el contrato de compraventa
entre cónyuges no divorciados perpetuamente, y en-
tre el padre o madre y el hijo sujeto a patria potes-
tad”.
• Prohibición de enajenar.
• Incluye al mandatario o representante legal. Caso en
que éste es incapaz y el representante no.
60
• Sanción. Nulidad. Artículo 1575 inciso 2º. “Tam-
poco es válido el pago en que se debe transferir la
propiedad, sino en cuanto el que paga tiene facultad
de enajenar”.
5.2. El adquirente.
a) Concepto. Artículo 671. “Se llama (...) adquirente la persona que
por la tradición adquiere el dominio de la cosa recibida por él o a
su nombre”.
b) Requisitos.
b.1. Facultad de adquirir.
b.2. Intención de adquirir.
c) La facultad de adquirir.
c.1. ¿Capacidad? Es legitimación.
c.2. Ejemplos.
• Artículo 1798. “Al empleado público se prohíbe
comprar los bienes públicos o particulares que se
vendan por su ministerio; y a los jueces, abogados,
procuradores o escribanos los bienes en cuyo litigio
han intervenido, y que se vendan a consecuencia del
litigio; aunque la venta se haga en pública subasta”.
• Decreto Ley 1939.
c.3. En cuanto a la capacidad, rigen las reglas generales.
d) La intención de adquirir.
61
6.2. Voluntad en la representación.
a) Regla general. Artículo 674. “Para que sea válida la tradición en
que intervienen mandatarios o representantes legales, se requiere
además que éstos obren dentro de los límites de su mandato o de su
representación legal”.
b) Caso de las ventas forzadas. Artículo 671 inciso 3º. “En las ventas
forzadas que se hacen por decreto judicial a petición de un acree-
dor, en pública subasta, la persona cuyo dominio se transfiere es el
tradente, y el juez su representante legal”.
b.1. No toda subasta pública es forzada. Artículo 984 CPC. Ojo
quién firma.
b.2. Incluye la quiebra y los procedimientos ejecutivos.
b.3. Fundamento: derecho de prenda general. Artículo 2465.
62
c.2. Una parte entiende que hay un título traslaticio de dominio
y la otra entiende que sólo hay título de mera tenencia. Por
ejemplo, una entiende donación y la otra comodato.
d) Caso de mandatarios. Esto incluye a los mandatarios.
63
10. Segundo caso. Tradente no dueño de la cosa.
10.1. Hipótesis.
a) Tradente poseedor regular de la cosa entregada.
b) Tradente poseedor irregular de la cosa entregada.
c) Tradente mero tenedor de la cosa entregada.
64
se haya pagado el precio, a menos que el vendedor se haya
reservado el dominio hasta el pago, o hasta el cumpli-
miento de una condición”. Cláusula de reserva de la pro-
piedad.
a.2. Artículos 1873 y 1874. Artículo 1873. “Si el comprador
estuviere constituido en mora de pagar el precio en el lugar
y tiempo dichos, el vendedor tendrá derecho para exigir el
precio o la resolución de la venta, con resarcimiento de
perjuicios”. Artículo 1874. “La cláusula de no transferirse
el dominio sino en virtud de la paga del precio, no produ-
cirá otro efecto que el de la demanda alternativa enunciada
en el artículo precedente; y pagando el comprador el pre-
cio, subsistirán en todo caso las enajenaciones que hubiere
hecho de la cosa o los derechos que hubiere constituido so-
bre ella en el tiempo intermedio”.
b) Planteamiento y solución. Artículo 13 Código Civil.
65
a.1. Caso del artículo 684 Nº 3º. “Entregándole las llaves del
granero, almacén, cofre o lugar cualquiera en que esté
guardada la cosa”.
a.2. Caso del artículo 684 Nº 4º. “Encargándose el uno de po-
ner la cosa a disposición del otro en el lugar convenido”.
a.3. Caso del artículo 149 del Código de Comercio. La entrega
de la cosa vendida se entiende verificada: 1º. Por la
trasmisión del conocimiento, carta de porte o factura en los
casos de venta de mercaderías que vienen en tránsito por
mar o por tierra; 2º. Por el hecho de fijar su marca el com-
prador, con consentimiento del vendedor, en las mercade-
rías compradas; 3º. Por cualquier otro medio autorizado
por el uso constante del comercio”.
b) Tradición de larga mano o longa manus. Artículo 684 Nº 2º. “Mos-
trándosela”.
c) Tradición por breve mano o brevi manus. Artículo 684 Nº 5º pri-
mera parte. “Por la venta, donación u otro título de enajenación
conferido al que tiene la cosa mueble como usufructuario, arren-
datario, comodatario, depositario, o a cualquier otro título no
translaticio de dominio”. O sea, de mero tenedor a dueño.
d) Cláusula de constituto. Artículo 684 Nº 5º segunda parte. “(…) y
recíprocamente por el mero contrato en que el dueño se constituye
usufructuario, comodatario, arrendatario, etc.”. O sea, de dueño a
mero tenedor.
15.3. Tradición de frutos pendientes u otras cosas que forman parte de un predio.
Artículo 685. “Cuando con permiso del dueño de un predio se toman en él
piedras, frutos pendientes u otras cosas que forman parte del predio, la tra-
dición se verifica en el momento de la separación de estos objetos. Aquél a
quien se debieren los frutos de una sementera, viña o plantío, podrá entrar a
cogerlos, fijándose el día y hora de común acuerdo con el dueño”.
66
16.3. Principales regímenes territoriales.
a) Sistema alemán.
b) Sistema Torrens.
c) Sistema de la transcripción.
16.4. Tipos de registros: personales y reales.
16.5. Transcripción e inscripción.
67
Artículo 686. “Se efectuará la tradición del dominio de
los bienes raíces por la inscripción del título en el Re-
gistro del Conservador”.
1.2. Excepción.
Artículo 698. “La tradición de un derecho de servidum-
bre se efectuará por escritura pública en que el tradente
exprese constituirlo, y el adquirente aceptarlo: esta es-
critura podrá ser la misma del acto o contrato”.
b) Publicidad de la propiedad raíz.
Mensaje Código Civil, XXII. “Son patentes los beneficios que
se deberían a este orden de cosas (…) la propiedad territorial de
toda la República a la vista de todos, en un cuadro que repre-
sentaría, por decirlo así, instantáneamente sus mutaciones, car-
gas y divisiones sucesivas (…)”.
c) Requisito, prueba, y garantía de la posesión.
c.1. Requisito para adquirir la posesión de bienes inmuebles.
Artículo 724. “Si la cosa es de aquellas cuya tradición
deba hacerse por inscripción en el Registro del Conser-
vador, nadie podrá adquirir la posesión de ella sino por
este medio”.
c.2. Prueba de la posesión de bienes inmuebles.
Artículo 924. “La posesión de los derechos inscritos se
prueba por la inscripción y mientras ésta subsista, y con
tal que haya durado un año completo, no es admisible
ninguna prueba de posesión con que se pretenda impug-
narla”.
c.3. Garantía de la posesión de bienes inmuebles.
• Artículo 728. “Para que cese la posesión inscrita, es
necesario que la inscripción se cancele, sea por vo-
luntad de las partes, o por una nueva inscripción en
que el poseedor inscrito transfiere su derecho a otro,
o por decreto judicial. Mientras subsista la inscrip-
ción, el que se apodera de la cosa a que se refiere el
título inscrito, no adquiere posesión de ella ni pone
fin a la posesión existente”.
• Artículo 2505. “Contra un título inscrito no tendrá
lugar la prescripción adquisitiva de bienes raíces, o
de derechos reales constituidos en éstos, sino en
virtud de otro título inscrito; ni empezará a correr
sino desde la inscripción del segundo”.
68
d) Solemnidad de ciertos actos o contratos. Ejemplos.
d.1. Caso de las donaciones irrevocables. Artículo 1400.
d.2. Constitución de usufructo sobre inmuebles por acto entre
vivos. Artículo 767.
d.3. Constitución de derecho de uso. Artículo 812, relacionado
con artículo 767.
d.4. Constitución de fideicomisos que afecten o comprendan un
inmueble. Artículo 735.
d.5. Constitución del censo. Artículo 2027.
d.6. Constitución de la hipoteca. Artículos 2409 y 2410.
69
b.3. Renuncia de los derechos inscritos. Artículo 52 Nº 3º
Reglamento.
b.4. Actos relacionados con la sucesión por causa de muerte.
Artículo 55 Reglamento, relacionado con artículo 688.
b.5. Decretos de interdicción, rehabilitación, posesión defini-
tiva de los bienes del desaparecido, beneficio de separa-
ción. Artículo 52 Nº 4º Reglamento.
b.6. Impedimentos o prohibiciones referentes a inmuebles.
Artículo 53 Nº 3º Reglamento. Obligatoria por disposición
del Código de Procedimiento Civil.
b.7. Inscripciones señaladas por la Ley de Quiebras. En Regis-
tro de Interdicciones y Prohibiciones de Enajenar.
b.8. Inscripción señalada en el Decreto Ley Nº 2.695, sobre
regularización de la posesión de la pequeña propiedad raíz y
la constitución del dominio en ella. Artículos 11, 12, 14, 15.
c) Títulos que pueden inscribirse.
c.1. Condiciones de derechos reales inmuebles. Artículo 53 Nº
1º Reglamento.
c.2. Gravámenes personales que tienen por objeto inmuebles;
servidumbres; arrendamientos; otros actos y contratos. Ar-
tículo 53 Nº 2º Reglamento.
c.3. Impedimentos y prohibiciones referentes a inmuebles.
Artículo 53 Nº 3º Reglamento.
d) Otros aspectos de las inscripciones.
d.1. Importancia de las inscripciones facultativas. Para que
terceros no puedan alegar desconocimiento; publicidad.
d.2. Territorio en que debe efectuarse la inscripción de los títu-
los de derechos reales. Artículo 687.
• Regla general. Inciso 1º. “La inscripción del título de
dominio y de cualquier otro de los derechos reales men-
cionados en el artículo precedente, se hará en el Regis-
tro Conservatorio del territorio en que esté situado el
inmueble y si éste por situación pertenece a varios te-
rritorios, deberá hacerse la inscripción en el Registro de
cada uno de ellos”.
• Caso de título relativo a dos o más inmuebles. Inciso 2º.
“(…) deberá inscribirse en los Registros Conservatorios
de todos los territorios a que por su situación pertenecen
los inmuebles”.
70
• Caso de partición. Inciso 3º. “Si por un acto de partición
se adjudican a varias personas los inmuebles o parte de
los inmuebles que antes se poseían proindiviso, el acto
de partición relativo a cada inmueble o cada parte adju-
dicada se inscribirá en el Registro Conservatorio en
cuyo territorio esté ubicado el inmueble”.
d.3. Territorios jurisdiccionales en que deben inscribirse los de-
cretos de interdicción y de prohibición. Domicilio la per-
sona sobre la que recae el decreto o prohibición.
d.4. Personas que pueden requerir la inscripción. Por sí o por
mandatarios.
71
V.C. Tercer caso
Tradición de los derechos reales sobre una cosa corporal inmueble
72
V.E. Quinto caso
Inscripciones a que da origen la sucesión por causa de muerte
73
24.2. Artículo 2513. “La sentencia judicial que declara una prescripción hará
las veces de escritura pública para la propiedad de bienes raíces o de de-
rechos reales constituidos en ellos; pero no valdrá contra terceros sin la
competente inscripción”.
24.3. Inscripción obligatoria por disposición del artículo 52 Nº 1º del Regla-
mento.
27. Conclusiones.
27.1. En cuanto a la inscripción. Conveniencia de la inscripción en el
Conservador.
27.2. En cuanto a las inscripciones del artículo 688. No se exigen, pues el artí-
culo 688 regula la disposición de los inmuebles.
74
28.2. Formas de realizar la entrega.
a) Real. Entrega material del título.
b) Simbólica.
28.3. Requisitos para que la tradición produzca efecto contra el deudor y co-
ntra terceros.
a) Artículo 1901. “La cesión de un crédito personal, a cualquier título
que se haga, no tendrá efecto entre el cedente y el cesionario sino
en virtud de la entrega del título”.
b) Artículo 1902. “La cesión no produce efecto contra el deudor ni
contra terceros, mientras no ha sido notificada por el cesionario al
deudor o aceptada por éste”.
75
CAPÍTULO 8
LA POSESIÓN
I. GENERALIDADES
1. Concepto.
Artículo 700. “La posesión es la tenencia de una cosa determinada con ánimo
de señor o dueño, sea que el dueño o el que se da por tal tenga la cosa por sí
mismo, o por otra persona que la tenga en lugar y a nombre de él”. “El posee-
dor es reputado dueño, mientras otra persona no justifica serlo”.
2. Naturaleza jurídica.
2.1. ¿Hecho o derecho?
a) Discusión doctrinaria. El Digesto.
b) Consiste en hechos, actos o circunstancias materiales.
c) Consiste en derecho en la medida que existen consecuencias jurídi-
cas (interés jurídicamente protegido).
2.2. La posesión es un hecho, pero protegido por el Derecho.
3. Elementos de la posesión.
3.1. El corpus. Poder físico o potestad sobre la cosa. Es la exteriorización de
la posesión.
3.2. El animus. Voluntad de poseer. Es el aspecto subjetivo.
6. Propiedad y la posesión.
6.1. Semejanza entre la propiedad y la posesión.
a) Ambas recaen sobre una cosa determinada.
76
b) Ambas son exclusivas, y tienen las mismas limitaciones y alcances.
c) Ambas tienen ventajas, más o menos idénticas.
6.2. Diferencias entre la propiedad y la posesión.
a) El dominio supone una relación jurídica entre el propietario y la
cosa. La posesión sólo implica una relación de hecho.
b) El dominio se puede adquirir sólo de un modo. En cambio, “se
puede poseer una cosa por varios títulos”. Artículo 701.
c) Tienen acciones distintas: la reivindicatoria para el dominio, y las
acciones posesorias para la posesión.
7. Ventajas de la posesión.
7.1. “De acuerdo con el artículo 700, inciso 2º, el poseedor se reputa dueño
mientras otra persona no justifica serlo; lo que en otros términos significa
que está amparado por una presunción legal. Si alguien quiere discutirle
el dominio, debe probar su calidad de propietario. Aplicando este artículo,
la jurisprudencia ha resuelto que si en un juicio se embarga un bien in-
mueble que está inscrito a nombre de un tercero que no es el ejecutado, el
poseedor de ese inmueble para reclamar de este embargo no necesita en-
tablar una tercería de dominio; basta que acredite en el juicio, en forma
incidental, que es poseedor, ya que el poseedor se reputa dueño”.
7.2. La segunda ventaja que proporciona la posesión cuando ella es regular, es
que el poseedor se hace dueño de los frutos.
7.3. Finalmente, la posesión sirve de base a la prescripción, que, como sabe-
mos, es un modo de adquirir el dominio.
8. La mera tenencia.
8.1. Definición.
Artículo 714. “Se llama mera tenencia la que se ejerce sobre una cosa,
no como dueño, sino en lugar o a nombre del dueño. El acreedor pren-
dario, el secuestre, el usufructuario, el usuario, el que tiene el derecho
de habitación, son meros tenedores de la cosa empeñada, secuestrada,
o cuyo usufructo, uso o habitación les pertenece”. “Lo dicho se aplica
generalmente a todo el que tiene una cosa reconociendo dominio
ajeno”.
8.2. Características.
a) Existe el corpus pero no el animus.
b) Es perpetua.
c) Es inmutable.
77
c.1. Regla general.
• Artículo 716. “El simple lapso de tiempo no muda la
mera tenencia en posesión; salvo el caso del artículo
2510, regla 3ª.”.
• Artículo 719 inciso 2º. “Si se ha empezado a poseer
a nombre ajeno, se presume igualmente la continua-
ción del mismo orden de cosas”.
c.2. Excepciones.
• Artículo 2510, regla 3ª. Interversión de la posesión.
Artículo 2510. “El dominio de cosas comerciales
que no ha sido adquirido por la prescripción ordina-
ria, puede serlo por la extraordinaria, bajo las reglas
que van a expresarse:
3ª. Pero la existencia de un título de mera tenencia
hará presumir mala fe, y no dará lugar a la prescrip-
ción, a menos de concurrir estas dos circunstancias:
1ª. Que el que se pretende dueño no pueda probar
que en los últimos diez años se haya reconocido ex-
presa o tácitamente su dominio por el que alega la
prescripción;
2ª. Que el que alega la prescripción pruebe haber
poseído sin violencia, clandestinidad ni interrupción
por el mismo espacio de tiempo”.
• Artículo 730. “Si el que tiene la cosa en lugar y a
nombre de otro, la usurpa dándose por dueño de
ella, no se pierde por una parte la posesión ni se ad-
quiere por otra; a menos que el usurpador enajene a
su propio nombre la cosa. En este caso la persona a
quien se enajena adquiere la posesión de la cosa, y
pone fin a la posesión anterior”. “Con todo, si el que
tiene la cosa en lugar y a nombre de un poseedor
inscrito, se da por dueño de ella y la enajena, no se
pierde por una parte la posesión ni se adquiere por
otra, sin la competente inscripción”.
78
9. Cosas susceptibles de posesión.
9.1. Cosas corporales apropiables.
9.2. Derechos o cosas incorporales.
a) Derechos reales.
b) Derechos personales (no).
79
c.1. Son los que se limitan a reconocer o declarar un dominio o
posesión preexistentes.
c.2. Tales son las sentencias judiciales sobre derechos litigiosos
y la transacción cuando se limita a reconocer o declarar de-
rechos preexistentes.
11.4. Otros títulos.
a) Qué clase de título es la sucesión por causa de muerte.
b) Las sentencias de adjudicación (declarativo)
b) Títulos injustos.
b.1. Enumeración legal de los títulos injustos. Es taxativa.
b.2. Enumeración de los títulos injustos.
• Título falsificado. Artículo 704 Nº 1º.
• Título conferido por una persona en calidad de man-
datario o representante legal de otra sin serlo. Artí-
culo 704 Nº 2º.
• Título conferido por una persona que exhibe un po-
der de otra que no tiene la calidad de dueño. Artí-
culo 704 Nº 2º.
• Título que adolece de un vicio de nulidad. Artículo
704 Nº 3º.
• Título putativo. Artículo 704 Nº 4º.
80
c) Momento en que se requiere la buena fe. Basta la inicial, aunque
después no subsista. Artículo 702 inciso 2º (ya visto).
d) La buena fe es personal.
e) Error y buena fe.
e.1. Error de hecho. Artículo 706 inciso 3º. “Un justo error en
materia de hecho no se opone a la buena fe”.
e.1. Error de derecho. Artículo 706 inciso final. “Pero el error
en materia de derecho constituye una presunción de mala
fe, que no admite prueba en contrario”.
f) Prueba de la buena fe.
f.1. Regla. La regla es que la buena fe se presume. Artículo
707 inciso 1º. “La buena fe se presume, excepto en los ca-
sos en que la ley establece la presunción contraria”. “En
todos los otros la mala fe deberá probarse”.
f.2. Excepción. Se presume la mala fe en ciertos casos. Caso de
la muerte presunta (artículo 94 regla 6ª), la existencia de un
título de mera tenencia.
g) Alcances generales de la buena fe.
81
13. Posesiones viciosas.
13.1. Posesión violenta.
a) Concepto.
Artículo 710 inciso 1º. “Posesión violenta es la que se adquiere
por la fuerza”.
b) Indiferencia de los sujetos activo y pasivo de la violencia.
c) El momento.
c.1. Antes.
c.2. Durante. Artículo 710 inciso 2º. “La fuerza puede ser ac-
tual o inminente”.
c.3. Después. Artículo 711. “El que en ausencia del dueño se
apodera de la cosa, y volviendo el dueño le repele, es también
poseedor violento”.
d) Caracteres del vicio de violencia.
d.1. Vicio relativo.
d.2. Vicio temporal.
82
IV. ADQUISICIÓN, CONSERVACIÓN
Y PÉRDIDA DE LA POSESIÓN
83
se retrotraerá su posesión al momento en que fue to-
mada a su nombre”.
84
17. Bienes inmuebles no inscritos.
17.1. Adquisición de la posesión.
a) Semejante a bienes muebles. El corpus es más ficticio.
b) Caso de título no traslaticio. Por ejemplo, accesión, prescripción,
sucesión por causa de muerte.
b.1. Apoderamiento material (lo que es distinto de la ocupa-
ción) hace adquirir la posesión
• Artículo 726. “Se deja de poseer una cosa desde que
otro se apodera de ella con ánimo de hacerla suya;
menos en los casos que las leyes expresamente ex-
ceptúan”. ¿Cuáles? ¿Inscripción en el Conservador?
¿Artículo 729?
• Artículo 729. “Si alguien, pretendiéndose dueño, se
apodera violenta o clandestinamente de un inmueble
cuyo título no está inscrito, el que tenía la posesión
la pierde”
b.2. No se requiere inscripción.
b.3. Se adquiere la posesión regular. Se requiere inscripción.
Pero si hay mala fe, es poseedor irregular, pero inscrito.
Para ser poseedor irregular ¿se requiere inscripción?
Véase artículo 724.
b.4. Ocupación: artículo 590, a favor del Fisco.
c) Caso de título traslaticio.
c.1. Para adquirir la posesión regular.
• Se requiere inscripción.
• Fundamento: artículos 702, 724.
• Si es primera inscripción, artículo 693.
c.2. Para adquirir la posesión irregular.
Discusión doctrinaria (ROZAS, p. 232)
85
b.2. Inscripciones paralelas.
b.3. Errores en inscripciones.
b.4. Superposiciones.
c) Posesión de hecho vs. inscripción de papel.
d) En la práctica, la inscripción opera para vender, no para poseer.
e) Leyes de saneamiento. D.L. 2695.
86
• Artículo 686 inciso 1º. “Se efectuará la tradición del
dominio de los bienes raíces por la inscripción del
título en el Registro del Conservador”.
87
por hechos positivos, de aquellos a que sólo da dere-
cho el dominio, como el corte de maderas, la cons-
trucción de edificios, la de cerramientos, las planta-
ciones o sementeras, y otros de igual significación,
ejecutados sin el consentimiento del que disputa la
posesión”.
19.2. Presunciones.
a) Artículo 719. “Si se ha empezado a poseer a nombre propio, se pre-
sume que esta posesión ha continuado hasta el momento en que se
alega.
Si se ha empezado a poseer a nombre ajeno, se presume igual-
mente la continuación del mismo orden de cosas.
Si alguien prueba haber poseído anteriormente, y posee actual-
mente, se presume la posesión en el tiempo intermedio”.
b) Relacionado con artículo 731.
88
CAPÍTULO 9
LA PRESCRIPCIÓN ADQUISITIVA
I. LA PRESCRIPCIÓN EN GENERAL
1. Definición.
1.1. Artículo 2492 inciso 1º. “La prescripción es un modo de adquirir las cosas
ajenas, o de extinguir las acciones y derechos ajenos, por haberse poseído
las cosas o no haberse ejercido dichas acciones y derechos durante cierto
lapso de tiempo, y concurriendo los demás requisitos legales”.
1.2. Clases.
a) Prescripción adquisitiva.
b) Prescripción extintiva. Relacionado con artículo 1567 Nº 10. “Las
obligaciones se extinguen además en todo o parte: 10. Por la pres-
cripción”.
89
No se puede. Artículo 2494 inciso 1º. “La prescripción puede
ser renunciada expresa o tácitamente; pero sólo después de
cumplida”. Relacionado con artículo 12.
b) Después de cumplido el plazo.
b.1. Formas de renuncia.
Expresa o tácita. Artículo 2494 inciso 2º. “Renúnciase
tácitamente, cuando el que puede alegarla manifiesta
por un hecho suyo que reconoce el derecho del dueño o
del acreedor; por ejemplo, cuando cumplidas las condi-
ciones legales de la prescripción, el poseedor de la cosa
la toma en arriendo, o el que debe dinero paga intereses
o pide plazo”.
b.2. Capacidad para renunciar.
Artículo 2495. “No puede renunciar la prescripción sino
el que puede enajenar”.
4.3. Aplicación a toda persona.
Artículo 2497. “Las reglas relativas a la prescripción se aplican igual-
mente a favor y en contra del Estado, de las iglesias, de las Munichpalida-
des, de los establecimientos y corporaciones nacionales, y de los indivi-
duos particulares que tienen la libre administración de lo suyo”.
5. Concepto.
La prescripción adquisitiva es un modo de adquirir las cosas ajenas, por
haberse poseído durante cierto lapso de tiempo, y concurriendo los demás re-
quisitos legales. Artículo 2492.
6. Alcances.
6.1. Sí se pueden adquirir por prescripción. Cosas corporales y derechos
reales.
6.2. No se pueden adquirir por prescripción. Derechos personales y servidum-
bres discontinuas e inaparentes.
90
7. Características.
7.1. Es un modo de adquirir originario, porque el dominio que va a resultar a
favor del adquirente, no deriva del antecesor.
7.2. Es un modo de adquirir a título gratuito.
7.3. Es un modo de adquirir por acto entre vivos.
7.4. Es, por regla general, a título singular; excepcionalmente, en la prescrip-
ción del derecho de herencia, es a título universal.
8. Requisitos.
8.1. Los comunes a toda prescripción.
91
838). Artículo 879: “no hay servidumbre legal de aguas
lluvias”.
c) Prescripción entre comuneros.
92
todo el tiempo de la posesión anterior; a menos que
se haya recobrado legalmente la posesión, conforme
a lo dispuesto en el título De las acciones posesorias,
pues en tal caso no se entenderá haber habido inte-
rrupción para el desposeído”.
93
haya aceptado su encargo, el juez, a instancia del cónyuge
sobreviviente, o de cualquiera de los parientes o depen-
dientes del difunto, o de otra persona interesada en ello, o
de oficio, declarará yacente la herencia” (…)).
c) Diferencias entre suspensión e interrupción.
c.1. Primera diferencia.
El efecto propio de la interrupción es hacer perder todo el
tiempo anterior que se llevaba de posesión, con excepción
de la reglada en el Nº 1º del artículo 2502.
c.2. Segunda diferencia.
La interrupción es causada por un hecho externo, ya sea de
la naturaleza o del hombre; la suspensión, tiene su fuente
en la ley, obra de pleno derecho.
c.3. Tercera diferencia.
Siendo la suspensión un beneficio de carácter excepcional,
sólo puede ser alegada aquel en cuyo favor está estable-
cida: la interrupción puede ser alegada cualquiera que
tenga interés en ella, cuando la interrupción es natural, y el
que ha entablado la acción, cuando la interrupción es civil.
c.4. Cuarta diferencia.
La interrupción se aplica tanto en la prescripción ordinaria
como en la extraordinaria; la suspensión se aplica sólo a la
ordinaria, salvo el caso entre cónyuges, en donde la cues-
tión se discute.
94
9.2. Prescripción adquisitiva extraordinaria.
a) Requisitos.
b) Plazo. Diez años. Artículo 2511. “El lapso de tiempo necesario
para adquirir por esta especie de prescripción es de diez años co-
ntra toda persona, y no se suspende a favor de las enumeradas en el
artículo 2509”.
c) Reglas para el cómputo del plazo.
c.1. Es indiferente que la persona contra quien se prescribe esté
ausente o presente.
c.2. El plazo de diez años vale tanto para los muebles como
para los inmuebles.
c.3. El plazo de diez años corre contra toda persona y no se sus-
pende.
95
tículo 882 inciso 2º. “Las servidumbres continuas y
aparentes pueden adquirirse por título, o por pres-
cripción de cinco años”.
11. Efectos.
11.1. En lo sustantivo. Se adquiere el dominio.
11.2. En lo procesal. Da fundamento a una acción o excepción.
96
CAPÍTULO 10
DE LOS DERECHOS REALES LIMITADOS
Y DE LAS LIMITACIONES DEL DOMINIO
1. Nociones generales.
1.1. Concepto.
Son aquellos que en relación con el derecho de dominio, presentan un
contenido más limitado o restringido.
1.4. Ubicación de los derechos reales limitados dentro del Código Civil.
97
CAPÍTULO 11
LA PROPIEDAD FIDUCIARIA
1. Definición.
Artículo 733. “Se llama propiedad fiduciaria la que está sujeta al gravamen de
pasar a otra persona, por el hecho de verificarse una condición”.
3. Rasgos característicos.
3.1. Existencia de una condición resolutoria.
3.2. Existencia de un solo derecho en la propiedad fiduciaria.
3.3. Existencia de la sustitución fideicomisaria.
98
4.2. En cuanto a las solemnidades.
a) Solemnidad de la constitución del fideicomiso. Artículo 735 inciso
1º. “Los fideicomisos no pueden constituirse sino por acto entre vi-
vos otorgado en instrumento público, o por acto testamentario”.
b) Inscripción en el Registro del Conservador de Bienes Raíces.
b.1. Artículo 735 inciso 2º. “La constitución de todo fideico-
miso que comprenda o afecte un inmueble, deberá inscri-
birse en el competente Registro”.
b.2. Artículo 52 Nº 2º Reglamento.
b.3. Rol de la inscripción.
• Tradición.
• Solemnidad.
c) Adquisición del fideicomiso por prescripción. Planteamiento.
99
• Artículo 745. “Se prohíbe constituir dos o más fidei-
comisos sucesivos, de manera que restituido el fi-
deicomiso a una persona, lo adquiera ésta con el
gravamen de restituirlo eventualmente a otra”. “Si
de hecho se constituyeren, adquirido el fideicomiso
por uno de los fideicomisarios nombrados, se extin-
guirá para siempre la expectativa de los otros”. San-
ción en relación al artículo 10. “Los actos que pro-
híbe la ley son nulos y de ningún valor; salvo en
cuanto designe expresamente otro efecto que el de
nulidad para el caso de contravención”.
c.5. Falta de fideicomisario.
• Fallece antes de cumplirse la condición.
– hay substituto. Pasa a ocupar el lugar del
fideicomisario.
– no hay substituto. Artículo 762. No se trasmite a
los herederos.
• Fallece después de cumplirse la condición. Se trans-
mite a los herederos conforme a las reglas generales.
100
d.2. Excepción. Artículo 739 segunda parte. “(…) a menos que
la muerte del fiduciario sea el evento de que penda la res-
titución”.
5. El fideicomiso ciego.
El fideicomiso ciego es un mecanismo que permite que alguien, al entrar a
ejercer un cargo público, ceda la administración de sus bienes a un tercero sin
conocer de su manejo posterior; herramienta usada con frecuencia en muchos
países para evitar conflictos de interés. Se denomina ciego, ya que el constitu-
yente no debe tener ninguna relación con el fideicomisario.
101
d) Facultad de libre administración.
d.1. Artículo 758 inciso 1º. “Por lo demás, el fiduciario tiene la
libre administración de las especies comprendidas en el fi-
deicomiso, y podrá mudar su forma; pero conservando su
integridad y valor”.
d.2. Grado de culpa de que responde. Culpa leve. Artículo 758
inciso 2º. “Será responsable de los menoscabos y deterio-
ros que provengan de su hecho o culpa”.
e) Facultad de gozar de los frutos. Artículos 781 y 790.
102
c) Restitución de la cosa. Artículo 733 inciso final. “La translación de
la propiedad a la persona en cuyo favor se ha constituido el fidei-
comiso, se llama restitución”.
7.3. Excepciones.
a) Caso de tenedor fiduciario. Artículo 749. “Si se dispusiere que
mientras pende la condición se reserven los frutos para la persona
que en virtud de cumplirse o de faltar la condición, adquiera la
propiedad absoluta, el que haya de administrar los bienes será un
tenedor fiduciario, que sólo tendrá las facultades de los curadores
de bienes”.
b) Irresponsabilidad de todo deterioro. Artículo 760 inciso 1º. “Si por
la constitución del fideicomiso se concede expresamente al fiducia-
rio el derecho de gozar de la propiedad a su arbitrio, no será res-
ponsable de ningún deterioro”.
c) Fideicomiso de residuo. Artículo 760 inciso 2º. “Si se le concede,
además, la libre disposición de la propiedad, el fideicomisario
tendrá sólo el derecho a reclamar lo que exista al tiempo de la
restitución”.
103
8.4. Facultad para solicitar que el fiduciario rinda caución.
Artículo 755.
8.5. Derecho a solicitar indemnización de perjuicios
Artículo 758.
8.6. El fideicomisario puede reclamar la cosa una vez cumplida la condición.
10. Extinción.
10.1. Enunciación. Artículo 763.
10.2. Enumeración particular.
a) Por la restitución. Artículo 733 inciso final. “La translación de la
propiedad a la persona en cuyo favor se ha constituido el fideico-
miso, se llama restitución”.
b) Por la resolución del derecho del constituyente.
c) Por la destrucción de la cosa dada en fideicomiso. Artículo 807
(respecto del usufructo).
d) Por la renuncia del fideicomisario antes del día de la restitución.
e) Por fallar la condición o no haberse cumplido en tiempo hábil.
Artículo 739.
f) Por confundirse la calidad de único fideicomisario con la de único
fiduciario.
104
CAPÍTULO 12
DERECHO DE USUFRUCTO
1. Definición.
Artículo 764. “El derecho de usufructo es un derecho real que consiste en la
facultad de gozar de una cosa con cargo de conservar su forma y substancia,
y de restituirla a su dueño, si la cosa no es fungible; o con cargo de volver
igual cantidad y calidad del mismo género, o de pagar su valor, si la cosa es
fungible”.
2. Características.
2.1. Derecho real de goce.
2.2. Derecho real principal.
2.3. Mueble o inmueble.
2.4. El usufructuario es mero tenedor.
2.5. Carácter temporal.
2.6. Existencia de plazo.
2.7. Es intransmisible.
2.8. Debe recaer en cosa ajena.
105
5. Tercer requisito. Existencia de un plazo.
5.1. Distinciones.
a) Caso de usufructo a favor de una persona natural. Artículo 770 in-
ciso 1º y 2º. “El usufructo podrá constituirse por tiempo determinado
o por toda la vida del usufructuario”. “Cuando en la constitución del
usufructo no se fija tiempo alguno para su duración, se entenderá
constituido por toda la vida del usufructuario”.
b) Caso de usufructo a favor de una persona jurídica. Artículo 770 in-
ciso final. “El usufructo constituido a favor de una corporación o
fundación cualquiera, no podrá pasar de treinta años”.
5.2. Usufructo subordinado a una condición.
Artículo 771. “Al usufructo constituido por tiempo determinado o por
toda la vida del usufructuario, según los artículos precedentes, podrá
agregarse una condición, verificada la cual se consolide con la propie-
dad”. “Si la condición no es cumplida antes de la expiración de dicho
tiempo, o antes de la muerte del usufructuario, según los casos, se mi-
rará como no escrita”.
106
el legítimo consentimiento de los interesados separar de la
propiedad el usufructo, habitación o uso para darlos por cuenta de
la asignación”.
6.3. Prohibiciones.
a) Usufructo bajo una condición o a un plazo cualquiera que suspenda
su ejercicio. Artículo 768. “Se prohíbe constituir usufructo alguno
bajo una condición o a un plazo cualquiera que suspenda su ejerci-
cio. Si de hecho se constituyere, no tendrá valor alguno”. “Con
todo, si el usufructo se constituyere por testamento, y la condición
se hubiere cumplido, o el plazo hubiere expirado antes del falleci-
miento del testador, valdrá el usufructo”.
b) Usufructos alternativos o sucesivos. Artículo 769. “Se prohíbe
constituir dos o más usufructos sucesivos o alternativos”. “Si de
hecho se constituyeren, los usufructuarios posteriores se considera-
rán como substitutos, para el caso de faltar los anteriores antes de
deferirse el primer usufructo”. “El primer usufructo que tenga efecto
hará caducar los otros; pero no durará sino por el tiempo que le estu-
viere designado”.
107
tiempo de deferirse el usufructo”. “Recíprocamente, los frutos que
aún estén pendientes a la terminación del usufructo, pertenecerán al
propietario”.
b) Artículo 790. “Los frutos civiles pertenecen al usufructuario día
por día”.
7.4. Derecho a hipotecar el usufructo.
Artículo 2418.
7.5. Derecho para ceder y enajenar el usufructo.
Artículo 793. “El usufructuario puede dar en arriendo el usufructo y
cederlo a quien quiera a título oneroso o gratuito”. “Cedido el usu-
fructo a un tercero, el cedente permanece siempre directamente res-
ponsable al propietario”. “Pero no podrá el usufructuario arrendar ni
ceder su usufructo, si se lo hubiese prohibido el constituyente; a menos
que el propietario le releve de la prohibición.” “El usufructuario que
contraviniere a esta disposición, perderá el derecho de usufructo”.
7.6. Derecho para disponer de la cosa.
Sólo por parte del cuasiusufructuario.
108
• Artículo 777 inciso 1º. “Si el usufructuario no rinde
la caución a que es obligado, dentro de un plazo
equitativo, señalado por el juez a instancia del pro-
pietario, se adjudicará la administración a éste, con
cargo de pagar al usufructuario el valor líquido de
los frutos, deducida la suma que el juez prefijare por
el trabajo y cuidados de la administración”.
b) Limitaciones al goce de la cosa fructuaria.
b.1. Debe respetar los arriendos. Artículo 792. “El usufructua-
rio es obligado a respetar los arriendos de la cosa fructua-
ria, contratados por el propietario antes de constituirse el
usufructo por acto entre vivos, o de fallecer la persona que
lo ha constituido por testamento”. “Pero sucede en la per-
cepción de la renta o pensión desde que principia el usu-
fructo”.
b.2. Debe recibir la cosa en el estado en que se encuentra. Artí-
culo 774. “El usufructuario es obligado a recibir la cosa
fructuaria en el estado en que al tiempo de la delación se
encuentre, y tendrá derecho para ser indemnizado de todo
menoscabo o deterioro que la cosa haya sufrido desde en-
tonces en poder y por culpa del propietario”.
109
restituirla sino en el estado en que se halle, respondiendo
solamente de aquellas pérdidas o deterioros que provengan
de su dolo o culpa”.
a.2. Caso de cuasiusufructo. Artículo 789. Si el usufructo se
constituye sobre cosas fungibles, el usufructuario se hace
dueño de ellas, y el propietario se hace meramente acreedor a
la entrega de otras especies de igual cantidad y calidad, o del
valor que éstas tengan al tiempo de terminarse el usufructo.
b) Derecho legal de retención.
Artículo 800. “El usufructuario podrá retener la cosa fructuaria
hasta el pago de los reembolsos e indemnizaciones a que, según
los artículos precedentes, es obligado el propietario”.
110
9.5. Derecho a indemnizaciones.
Artículo 787. “El usufructuario de cosa mueble tiene el derecho de
servirse de ella según su naturaleza y destino; y al fin del usufructo no
es obligado a restituirla sino en el estado en que se halle, respondiendo
solamente de aquellas pérdidas o deterioros que provengan de su dolo
o culpa”.
9.6. Derecho de cobro del dinero invertido en obras o refacciones mayores
necesarias para la conservación de la cosa fructuaria.
Artículo 797.
9.7. Derecho al tesoro.
Artículo 786. “El usufructuario no tiene sobre los tesoros que se des-
cubran en el suelo que usufructúa, el derecho que la ley concede al
propietario del suelo”.
9.8. Derecho a pedir terminación del usufructo.
Artículo 809. “El usufructo termina, en fin, por sentencia de juez que a
instancia del propietario lo declara extinguido, por haber faltado el
usufructuario a sus obligaciones en materia grave, o por haber causado
daños o deterioros considerables a la cosa fructuaria”. “El juez, según
la gravedad del caso, podrá ordenar, o que cese absolutamente el usu-
fructo, o que vuelva al propietario la cosa fructuaria, con cargo de pa-
gar al fructuario una pensión anual determinada, hasta la terminación
del usufructo”.
111
usufructuario llegue a cierta edad, y esa persona fallece antes, du-
rará sin embargo el usufructo hasta el día en que esa persona
hubiera cumplido esa edad, si hubiese vivido”.
b) Artículo 805. “En la duración legal del usufructo se cuenta aun el
tiempo en que el usufructuario no ha gozado de él, por ignorancia o
despojo o cualquiera otra causa”.
11.2. Por la muerte del usufructuario.
Artículo 806 inciso 2º. “Por la muerte del usufructuario, aunque ocurra
antes del día o condición prefijada para su terminación”.
11.3. Por la resolución del derecho del constituyente.
Artículo 806 inciso 3º. “Por la resolución del derecho del constitu-
yente, como cuando se ha constituido sobre una propiedad fiduciaria, y
llega el caso de la restitución”.
11.4. Por la consolidación del usufructo con la propiedad.
Artículo 806 inciso 4º. “Por consolidación del usufructo con la propie-
dad”.
11.5. Por la renuncia del usufructuario.
Artículo 806 inciso final. “Por la renuncia del usufructuario”.
11.6. Por prescripción.
Artículo 806 inciso 5º. “Por prescripción”.
11.7. Por la destrucción completa de la cosa fructuaria.
Artículo 807. “El usufructo se extingue por la destrucción completa de
la cosa fructuaria: si sólo se destruye una parte, subsiste el usufructo en
lo restante”. “Si todo el usufructo está reducido a un edificio, cesará
para siempre por la destrucción completa de éste, y el usufructuario no
conservará derecho alguno sobre el suelo”. “Pero si el edificio des-
truido pertenece a una heredad, el usufructuario de ésta conservará su
derecho sobre toda ella”.
11.8. Por sentencia judicial.
Artículo 809. “El usufructo termina, en fin, por sentencia de juez que a
instancia del propietario lo declara extinguido, por haber faltado el usu-
fructuario a sus obligaciones en materia grave, o por haber causado da-
ños o deterioros considerables a la cosa fructuaria”. “El juez, según la
gravedad del caso, podrá ordenar, o que cese absolutamente el usu-
fructo, o que vuelva al propietario la cosa fructuaria, con cargo de pagar
al fructuario una pensión anual determinada, hasta la terminación del
usufructo”.
11.9. Por expropiación del predio rústico sobre el que recaía.
112
VI. PARALELO ENTRE USUFRUCTO Y FIDEICOMISO
113
12.4. Diferencias en cuanto a su terminación.
a) En cuanto a la transmisión.
a.1. En el fideicomiso el derecho del fiduciario pasa a los here-
deros.
a.2. En el usufructo no, pues es intransferible.
b) En cuanto a su terminación por sentencia judicial.
b.1. El fideicomiso no puede terminar por sentencia judicial.
b.2. El usufructo sí.
114
CAPÍTULO 13
DERECHOS DE USO Y DE HABITACIÓN
1. Derecho de uso.
1.1. Definición.
Artículo 811 inciso 1º. “El derecho de uso es un derecho real que con-
siste, generalmente, en la facultad de gozar de una parte limitada de las
utilidades y productos de una cosa”.
1.2. Constitución del derecho de uso.
a) Artículo 812. “Los derechos de uso y habitación se constituyen y
pierden de la misma manera que el usufructo”.
b) Excepción. Artículo 813 inciso 1º. “Ni el usuario ni el habitador
estarán obligados a prestar caución”.
c) Artículo 1337 regla 10ª.
115
b.2. En cuanto a los bienes.
Artículo 816. “En las necesidades personales del usuario
o del habitador no se comprenden las de las industria o
tráfico en que se ocupa”. “Así el usuario de animales no
podrá emplearlos en el acarreo de los objetos en que tra-
fica, ni el habitador servirse de la casa para tiendas o
almacenes”. “A menos que la cosa en que se concede el
derecho, por su naturaleza y uso ordinario y por su rela-
ción con la profesión o industria del que ha de ejercerlo,
aparezca destinada a servirle en ellas”.
1.4. Efectos.
a) Obligaciones del usuario y del habitador.
a.1. Artículo 817. “El usuario de una heredad tiene solamente
derecho a los objetos comunes de alimentación y combusti-
ble, no a los de una calidad superior; y está obligado a reci-
birlos del dueño o a tomarlos con su permiso”.
a.2. Artículo 818. “El usuario y el habitador deben usar de los
objetos comprendidos en sus respectivos derechos con la mo-
deración y cuidado propios de un buen padre de familia, y
están obligados a contribuir a las expensas ordinarias de con-
servación y cultivo, a prorrata del beneficio que reporten”.
“Esta última obligación no se extiende al uso o a la habitación
que se dan caritativamente a personas necesitadas”.
b) En cuanto a su transmisión y transferencia. Artículo 819. “Los
derechos de uso y habitación son intransmisibles a los herederos, y
no pueden cederse a ningún título, prestarse ni arrendarse”. “Ni el
usuario ni el habitador pueden arrendar, prestar o enajenar objeto
alguno de aquellos a que se extiende el ejercicio de su derecho”.
“Pero bien pueden dar los frutos que les es lícito consumir en sus
necesidades personales”.
2. Derecho de habitación.
2.1. Definición.
Artículo 811 inciso 2º. “Si se refiere a una casa, y a la utilidad de mo-
rar en ella, se llama derecho de habitación”.
116
CAPÍTULO 14
DE LAS SERVIDUMBRES
I. GENERALIDADES
1. Definición.
1.1. Artículo 820.
“Servidumbre predial, o simplemente servidumbre, es un gravamen impuesto
sobre un predio en utilidad de otro predio de distinto dueño”.
1.2. Servidumbres “personales” y reales.
2. Elementos.
2.1. Predio dominante.
2.2. Predio sirviente.
2.3. Titularidad de los predios radicadas en distintas personas.
3. Características.
3.1. Es un gravamen.
3.2. Gravamen real.
3.3. Derecho inmueble.
3.4. Derecho accesorio. Artículo 825. “Las servidumbres son inseparables del
predio a que activa o pasivamente pertenecen”.
3.5. Derecho perpetuo.
3.6. Derecho indivisible. Artículo 886. “Si el predio dominante pertenece a
muchos proindiviso, el goce de uno de ellos interrumpe la prescripción
respecto de todos; y si contra uno de ellos no puede correr la prescripción,
no puede correr contra ninguno”.
II. CLASIFICACIÓN
117
5. Segunda clasificación. Según su objeto.
5.1. Servidumbres positivas. Artículo 823 inciso 1º. “Servidumbre positiva es,
en general, la que sólo impone al dueño del predio sirviente la obligación
de dejar hacer (...)”;
5.2. Servidumbres negativas. “(…) y negativa, la que impone al dueño del pre-
dio sirviente la prohibición de hacer algo, que sin la servidumbre le sería
lícito, como la de no poder elevar sus paredes sino a cierta altura”.
118
dos predios, a menos que en el título constitutivo de la enajenación
o de la partición se haya establecido expresamente otra cosa”.
7. Reglas.
7.1. Determinación del ejercicio y extensión del derecho de servidumbre. Re-
gla general.
Artículo 884. “El título, o la posesión de la servidumbre por el tiempo
señalado en el artículo 882, determina los derechos del predio domi-
nante y las obligaciones del predio sirviente”.
7.2. El que tiene derecho a una servidumbre, lo tiene igualmente a los medios
necesarios para ejercerla.
Artículo 828. “El que tiene derecho a una servidumbre, lo tiene igual-
mente a los medios necesarios para ejercerla. Así, el que tiene derecho
de sacar agua de una fuente situada en la heredad vecina, tiene el dere-
cho de tránsito para ir a ella, aunque no se haya establecido expresa-
mente en el título”.
7.3. Las obras indispensables para ejercer la servidumbre son de cargo del que
la goza.
Artículo 829. “El que goza de una servidumbre puede hacer las obras
indispensables para ejercerla; pero serán a su costa, si no se ha estable-
cido lo contrario; y aun cuando el dueño del predio sirviente se haya
obligado a hacerlas o repararlas, le será lícito exonerarse de la obliga-
ción abandonando la parte del predio en que deban hacerse o conser-
varse las obras”.
119
7.5. Limitación general.
Artículo 832. “Las disposiciones de este título se entenderán sin per-
juicio de las ordenanzas generales o locales sobre las servidumbres”.
V. SERVIDUMBRES LEGALES
9. Definición.
Son aquellas impuestas por la ley, aun contra la voluntad del dueño del predio
sirviente.
120
trata especialmente de las de demarcación, cerramiento, tránsito, me-
dianería, acueducto, luz y vista”.
121
manera que no se imponga a ningún propietario un
gravamen ruinoso”. “La cerca divisoria construida a
expensas comunes estará sujeta a la servidumbre de
medianería”.
d) Carácter imprescriptible.
122
f) Medidas para proteger las construcciones.
f.1. Prohibición de plantar a cierta distancia de la muralla.
f.2. Derecho a exigir el corte de ramas de árboles y facultad de
cortar las raíces.
f.3. Obligación de observar las ordenanzas en las obras de que
pueda resultar daño a los edificios o heredades vecinas.
123
11.6. Servidumbre de acueducto.
a) Concepto. Es la servidumbre de que disponen los propietarios no
riberanos para servirse de las aguas corrientes a fin de conducirlas
por la heredad sirviente a expensas del interesado.
b) Naturaleza jurídica. Constituye servidumbre.
c) Características.
c.1. Servidumbre positiva.
c.2. Servidumbre continua.
c.3. Servidumbre aparente o inaparente.
d) Reglas especiales.
d.1. Servidumbre de derrames.
d.2. Servidumbre de drenaje.
124
e) Limitación.
Artículo 876. “El que goza de la servidumbre de luz no tendrá
derecho para impedir que en el suelo vecino se levante una pa-
red que le quite la luz”.
125
Caso de artículo 1337 regla 5ª. “El partidor liquidará lo que a cada
uno de los coasignatarios se deba, y procederá a la distribución de
los efectos hereditarios, teniendo presentes las reglas que siguen:
5ª. En la división de fundos se establecerán las servidumbres ne-
cesarias para su cómoda administración y goce”.
c) Por destinación del padre de familia.
Artículo 881. “Si el dueño de un predio establece un servicio
continuo y aparente a favor de otro predio que también le per-
tenece y enajena después uno de ellos, o pasan a ser de diversos
dueños por partición, subsistirá el mismo servicio con el carác-
ter de servidumbre entre los dos predios, a menos que en el tí-
tulo constitutivo de la enajenación o de la partición se haya es-
tablecido expresamente otra cosa”.
d) Por la prescripción.
Artículo 882. “Las servidumbres discontinuas de todas clases y
las servidumbres continuas inaparentes sólo pueden adquirirse
por medio de un título, ni aun el goce inmemorial bastará para
constituirlas”. “Las servidumbres continuas y aparentes pueden
adquirirse por título, o por prescripción de cinco años”.
126
CAPÍTULO 15
OTROS DERECHOS REALES
127
CAPÍTULO 16
LA REIVINDICACIÓN
1 GENERALIDADES
1. Definición.
Artículo 889. “La reivindicación o acción de dominio es la que tiene el dueño
de una cosa singular, de que no está en posesión, para que el poseedor de ella
sea condenado a restituírsela”.
2. Procedencia.
2.1. Para la protección del dominio. Problema: su prueba.
2.2. Otras acciones y su relación con la reivindicatoria.
a) Posesorias.
b) Publiciana.
c) Recurso de protección.
d) La derivada del contrato.
e) Nulidad.
128
4. Requisitos respecto de la persona.
4.1. El propietario.
Cualquier clase de propietario puede reivindicar. Artículo 893. “La ac-
ción reivindicatoria o de dominio corresponde al que tiene la propiedad
plena o nuda, absoluta o fiduciaria de la cosa”.
4.2. El poseedor.
a) Porqué es el poseedor.
a.1. Debe tener alguna protección jurídica.
a.2. Es más fácil acreditar posesión que dominio.
a.3. El poseedor se reputa dueño.
b) Denominación. Acción publiciana.
c) Requisito. Artículo 894 inciso 1º. “Se concede la misma acción,
aunque no se pruebe dominio, al que ha perdido la posesión regular
de la cosa, y se hallaba en el caso de poderla ganar por prescrip-
ción”.
d) Limitación. Artículo 894 inciso 2º. “Pero no valdrá ni contra el ver-
dadero dueño, ni contra el que posea con igual o mejor derecho”.
129
a.3. Caso en que alguien se da por poseedor. Artículo 897. “Si
alguien, de mala fe, se da por poseedor de la cosa que se
reivindica sin serlo, será condenado a la indemnización de
todo perjuicio que de este engaño haya resultado al actor”.
b) Casos en que no se dirige contra el actual poseedor.
b.1. Contra el que dejó de poseer la cosa.
Artículo 898. “La acción de dominio tendrá también lu-
gar contra el que enajenó la cosa, para la restitución de
lo que haya recibido por ella, siempre que por haberla
enajenado se haya hecho imposible o difícil su persecu-
ción; y si la enajenó a sabiendas de que era ajena, para
la indemnización de todo perjuicio”. “El reivindicador
que recibe del enajenador lo que se ha dado a éste por la
cosa, confirma por el mismo hecho la enajenación”.
b.2. Contra el poseedor de mala fe.
Artículo 900. “Contra el que poseía de mala fe y por
hecho o culpa suya ha dejado de poseer, podrá inten-
tarse la acción de dominio, como si actualmente pose-
yese”.
130
IV. PRESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN REIVINDICATORIA
7. Prescripción.
Por la prescripción adquisitiva. Artículo 2517. “Toda acción por la cual se re-
clama un derecho se extingue por la prescripción adquisitiva del mismo
derecho”.
V. PRESTACIONES MUTUAS
8. Concepto y aplicación.
8.1. Son las indemnizaciones que se deben recíprocamente reivindicante y po-
seedor vencido, al término del juicio reivindicatorio, cuando éste es de-
rrotado.
131
9.2. Indemnización por los deterioros que ha sufrido la cosa.
a) Poseedor de mala fe. Artículo 906 inciso 1º. “El poseedor de mala
fe es responsable de los deterioros que por su hecho o culpa ha su-
frido la cosa”.
b) Poseedor de buena fe. Artículo 906 inciso 2º. “El poseedor de
buena fe, mientras permanece en ella, no es responsable de estos
deterioros, sino en cuanto se hubiere aprovechado de ellos; por
ejemplo, destruyendo un bosque o arbolado, y vendiendo la madera
o la leña, o empleándola en beneficio suyo”.
132
a.2. Reglas. Artículo 908. “El poseedor vencido tiene derecho a
que se le abonen las expensas necesarias invertidas en la
conservación de la cosa, según las reglas siguientes”.
• Obras permanentes. Artículo 908 inciso 2º. “Si estas
expensas se invirtieron en obras permanentes, como
una cerca para impedir las depredaciones, o un di-
que para atajar las avenidas, o las reparaciones de un
edificio arruinado por un terremoto, se abonarán al
poseedor dichas expensas, en cuanto hubieren sido
realmente necesarias; pero reducidas a lo que valgan
las obras al tiempo de la restitución.
• Obras no permanentes. Artículo 908 inciso final. “Y
si las expensas se invirtieron en cosas que por su
naturaleza no dejan un resultado material perma-
nente, como la defensa judicial de la finca, serán
abonadas al poseedor en cuanto aprovecharen al rei-
vindicador, y se hubieren ejecutado con mediana
inteligencia y economía”.
b) Mejoras útiles.
b.1 Son aquellas que aumentan el valor venal de la cosa. Artí-
culo 909 inciso 2º.
b.2. Reglas.
• Buena o mala fe. Artículo 913. “La buena o mala fe
del poseedor se refiere, relativamente a los frutos, al
tiempo de la percepción, y relativamente a las expen-
sas y mejoras, al tiempo en que fueron hechas”.
• Caso de poseedor de buena fe.
– Antes de contestada la demanda. Artículo
909 inciso 1º. “El poseedor de buena fe, ven-
cido, tiene asimismo derecho a que se le
abonen las mejoras útiles, hechas antes de
contestarse la demanda”. Inciso 3º. “El rei-
vindicador elegirá entre el pago de lo que
valgan al tiempo de la restitución las obras
en que consisten las mejoras o el pago de lo
que en virtud de dichas mejoras valiere más
la cosa en dicho tiempo”.
– Después de contestada la demanda. Artículo
909 inciso final. “En cuanto a las obras
133
hechas después de contestada la demanda, el
poseedor de buena fe tendrá solamente los
derechos que por el artículo siguiente se con-
ceden al poseedor de mala fe”.
• Caso de poseedor de mala fe.
Artículo 910. “El poseedor de mala fe no tendrá
derecho a que se le abonen las mejoras útiles de
que habla el artículo precedente”. “Pero podrá
llevarse los materiales de dichas mejoras, siem-
pre que pueda separarlos sin detrimento de la
cosa reivindicada, y que el propietario rehuse
pagarle el precio que tendrían dichos materiales
después de separados”.
c) Mejoras voluptuarias.
c.1. Son aquellas que consisten en objetos de lujo y recreo, y si
aumentan el valor de la cosa, lo hacen en forma insignifi-
cante. Artículo 911 inciso 2º. “Se entienden por mejoras
voluptuarias las que sólo consisten en objetos de lujo y re-
creo, como jardines, miradores, fuentes, cascadas artificia-
les, y generalmente aquellas que no aumentan el valor ve-
nal de la cosa, en el mercado general, o sólo lo aumentan
en una proporción insignificante”.
c.2. Reglas. Artículo 911 inciso 1º. “En cuanto a las mejoras
voluptuarias, el propietario no será obligado a pagarlas al
poseedor de mala ni de buena fe, que sólo tendrán con res-
pecto a ellas el derecho que por el artículo precedente se
concede al poseedor de mala fe respecto de las mejoras
útiles”.
134
CAPÍTULO 17
LAS ACCIONES POSESORIAS
I. GENERALIDADES
1. Definición.
1.1. Artículo 916. “Las acciones posesorias tienen por objeto conservar o
recuperar la posesión de bienes raíces o de derechos reales constituidos en
ellos”.
2. Finalidad.
2.1. Proteger la posesión.
2.2. Fundamento: rechazo a autotutela / la posesión merece protección
jurídica.
2.3. Antecedentes. Los interdictos romanos.
2.4. El recurso de protección y las acciones posesorias.
135
5. Requisitos para entablarlas.
5.1. Que la persona tenga la facultad de entablar la acción posesoria.
a) Requisitos del poseedor.
a.1. Que sea poseedor útil. Requisitos de la posesión. Artículo
918. “No podrá instaurar una acción posesoria sino el que
ha estado en posesión tranquila y no interrumpida un año
completo”.
a.2. Que sea usufructuario, habitador o usuario.
• Artículo 922 inciso 1º. “El usufructuario, el usuario,
y el que tiene derecho de habitación, son hábiles
para ejercer por sí las acciones y excepciones pose-
sorias, dirigidas a conservar o recuperar el goce de
sus respectivos derechos, aun contra el propietario
mismo. El propietario es obligado a auxiliarlos co-
ntra todo turbador o usurpador extraño, siendo re-
querido al efecto”.
• Efectos respecto del propietario. Artículo 922 inciso
2º. “Las sentencias obtenidas contra el usufructuario,
el usuario o el que tiene derecho de habitación, obli-
gan al propietario; menos si se tratare de la posesión
del dominio de la finca o de derechos anexos a él: en
este caso no valdrá la sentencia contra el propietario
que no haya intervenido en el juicio”.
b) Requisitos de la posesión. Artículo 918, ya visto.
5.2. Que la cosa sea susceptible de ser amparada por la acción posesoria.
a) Puede ser amparada por la acción posesoria.
a.1. Bienes raíces
a.2. Derechos reales constituidos en bienes raíces.
b) No pueden ser objeto de las acciones posesorias.
Derecho real de herencia. Fundamento.
5.3. Debe intentarse dentro de los plazos legales.
a) Un año. Artículo 920 inciso 1º. “Las acciones que tienen por objeto
conservar la posesión, prescriben al cabo de un año completo,
contado desde el acto de molestia o embarazo inferido a ella”.
b) Momento desde que se cuenta.
b.1. Artículo 920 inciso 1º. “Las acciones que tienen por objeto
conservar la posesión, prescriben al cabo de un año com-
136
pleto, contado desde el acto de molestia o embarazo infe-
rido a ella”.
b.2. Artículo 920 inciso 2º. “Las que tienen por objeto recupe-
rarla, expiran al cabo de un año completo contado desde
que el poseedor anterior la ha perdido”.
b.3. Artículo 920 inciso 3º. “Si la nueva posesión ha sido vio-
lenta o clandestina, se contará este año desde el último acto
de violencia, o desde que haya cesado la clandestinidad”.
6. Prueba de la posesión.
6.1. Artículo 924. “La posesión de los derechos inscritos se prueba por la ins-
cripción y mientras ésta subsista, y con tal que haya durado un año com-
pleto, no es admisible ninguna prueba de posesión con que se pretenda
impugnarla”.
6.2. Artículo 925. “Se deberá probar la posesión del suelo por hechos positi-
vos, de aquellos a que sólo da derecho el dominio, como el corte de ma-
deras, la construcción de edificios, la de cerramientos, las plantaciones o
sementeras, y otros de igual significación, ejecutados sin el consenti-
miento del que disputa la posesión”.
7. Querella de amparo.
7.1. Objeto. Tiene por objeto conservar la posesión de bienes raíces o dere-
chos reales constituidos en ellos.
7.2. Objetivos. Artículo 921. “El poseedor tiene derecho para pedir que no se
le turbe o embarace su posesión o se le despoje de ella, que se le indem-
nice del daño que ha recibido, y que se le dé seguridad contra el que fun-
dadamente teme”.
7.3. Procedimiento. Artículos 551 y siguientes del Código de Procedimiento
Civil.
8. Querella de restitución.
8.1. Objeto. Es la que tiene por objeto recuperar la posesión de bienes raíces o
de derechos reales constituidos sobre ellos.
137
8.2. Procedencia. Artículo 926. “El que injustamente ha sido privado de la
posesión, tendrá derecho para pedir que se le restituya, con indemnización
de perjuicios”.
8.3. Procedimiento. Similar a la querella de amparo.
9. Querella de restablecimiento.
9.1. Objeto. Es aquella acción que se le otorga al que ha sido despojado
violentamente de la posesión o mera tenencia de un inmueble, a fin que se
le restituya al estado que estaba antes de esa violencia.
9.2. Titulares.
a) El poseedor útil.
b) El mero tenedor.
138
etc., con tal que en lo que puedan incomodarle se reduzcan
a lo estrictamente necesario, y que, terminadas, se restitu-
yan las cosas al estado anterior, a costa del dueño de las
obras”. “Tampoco tendrá derecho para embarazar los tra-
bajos conducentes a mantener la debida limpieza en los
caminos, acequias, cañerías, etc.”.
b.2. Artículo 931. “Son obras nuevas denunciables las que
construidas en el predio sirviente embarazan el goce de una
servidumbre constituida en él”. “Son igualmente denuncia-
bles las construcciones que se trata de sustentar en edificio
ajeno, que no esté sujeto a tal servidumbre”. “Se declara
especialmente denunciable toda obra voladiza que atra-
viesa el plan vertical de la línea divisoria de dos predios,
aunque no se apoye sobre el predio ajeno, ni dé vista, ni
vierta aguas lluvias sobre él”.
c) Procedimiento. Artículos 565 y siguientes del Código de Procedi-
miento Civil.
139
menos de probarse que el caso fortuito, sin el mal estado del edifi-
cio, no lo hubiera derribado”. “No habrá lugar a indemnezación, si
no hubiere precedido notificación de la querella”.
d) Prescripción. Artículo 950 inciso 2º. “Las dirigidas a precaver un
daño no prescriben mientras haya justo motivo de temerlo”.
e) Aspectos de derecho de daños. Artículo 2323. “El dueño de un
edificio es responsable a terceros (que no se hallen en el caso del
artículo 934), de los daños que ocasione su ruina acaecida por
haber omitido las necesarias reparaciones, o por haber faltado de
otra manera al cuidado de un buen padre de familia”. “Si el edificio
perteneciere a dos o más personas proindiviso, se dividirá entre
ellas la indemnización a prorrata de sus cuotas de dominio”.
f) Procedimiento. Artículos 571 y siguientes del Código de Procedi-
miento Civil.
140
10.5 Acción popular.
a) Caso de artículo 948 inciso 1º. “La municipalidad y cualquiera per-
sona del pueblo tendrá, en favor de los caminos, plazas u otros lu-
gares de uso público, y para la seguridad de los que transitan por
ellos, los derechos concedidos a los dueños de heredades o edifi-
cios privados”.
b) Titulares.
10.6. Prescripción.
a) Artículo 950 inciso 1º. “Las acciones concedidas en este título para
la indemnización de un daño sufrido, prescriben para siempre al
cabo de un año completo”.
b) Artículo 950 inciso 2º. “Las dirigidas a precaver un daño no
prescriben mientras haya justo motivo de temerlo”. Uno de los po-
cos casos de acciones que no prescriben.
141
ANEXOS
ANEXO 1
145
dad que se les está transfiriendo es realmente aquella que muestra el certificado de
dominio vigente que emite el Conservador, aunque no sea posible cotejar los datos de
éste con los actuales hitos físicos que demarcan el bien raíz.
No son sólo falencias derivadas de la fórmula de inscribir títulos y no propieda-
des las que afectan al sistema. Están también las menguadas atribuciones que tiene el
Conservador para calificar la legalidad y regularidad de los documentos que se le
presentan para inscribir. El hecho de que una propiedad tenga título inscrito no es
garantía de que no adolezca de algún vicio que pueda luego impactar en el nuevo
adquirente. Ni siquiera asegura que quien figura como propietario en el Registro sea
el dueño legal. El Conservador atestigua sólo que una determinada propiedad aparece
inscrita a nombre de una determinada persona, pero no que esa adquisición haya sido
válida y eficaz.
Por eso los abogados y sobre todo los bancos que permiten financiar la adquisi-
ción de propiedades raíces necesitan hacer acabados estudios de títulos, que encare-
cen fuertemente los costos de cada transferencia. Estos estudios deben incluir un
examen minucioso de la historia de la propiedad por un período de a lo menos diez
años (el plazo de prescripción).
No desconocemos que el Conservador de Bienes Raíces de Santiago, dentro de
los límites de las normas que lo regulan, ha hecho esfuerzos por incorporar la com-
putación y hacer más expedita la consulta y la emisión de certificados. Pero se trata
de cambios accesorios y circunscritos al anticuado contexto normativo. La reforma
sustancial está pendiente. La seguridad en los títulos de dominio y la confianza en el
tráfico de las transferencias y gravámenes de bienes raíces son un factor indispensa-
ble para un funcionamiento más eficiente y económico del mercado inmobiliario.
Es de esperar que los desgraciados incidentes que han llevado al Gobierno a po-
ner la atención en este servicio puedan dar como inesperado fruto positivo el que se
encare una modernización que resulta urgente e indispensable.
146
ANEXO 2
1
ALESSANDRI, ARTURO Y OTROS. Tratado de los Derechos Reales: Bienes, tomo I, N° 174, p. 121.
147
estima que “la manera más adecuada de lograr una correcta protección de los multi-
propietarios es a través de la configuración de la multipropiedad con carácter real”2.
Como vemos, ante la carencia de una regulación especial, no queda sino atenerse
a la existente, la que plantea riesgos, pues si “se compra un inmueble para compar-
tirlo por turnos pero continuamente a través de los años, resulta arriesgada la comuni-
dad temporal en que, si no se renueva el pacto de indivisión, ella está condenada a
desaparecer. La legislación chilena, que tiene en mira sólo la comunidad pasiva, no
acepta pactos de indivisión que duren más de cinco años, aunque puedan renovarse.
Por eso, entre nosotros, la multipropiedad debe adaptarse a esta duración y eventual
renovación”3.
Quedan así pendientes dos problemas que plantea la multipropiedad ante nuestro
derecho: el primero señala si la multipropiedad tiene carácter de derecho real o bien
de derecho personal, y el segundo, una vez dilucidado el primero, dice relación con la
suficiencia de la regulación que el análisis del primer aspecto arroje para poder con-
cluir si se requiere de una legislación especial o bien es suficiente la ya existente. La
amplitud de ambos temas nos obligan a abarcar en el presente trabajo sólo somera-
mente el primer punto.
2
WAISSBLUTH, VERÓNICA. La multipropiedad. Santiago: Editorial ConoSur, 1997, p. 87.
3
ALESSANDRI Y OTROS, obra citada, tomo I, N° 174, páginas 121 y 122.
148
El Código Civil y los principios inspiradores. Debemos tener presente que el Có-
digo Civil es un texto, un mero soporte de instituciones, y en cambio son éstas, las
instituciones, las que contienen los principios inspiradores propiamente tales. Cierta-
mente que el Código Civil reconoce principios fundacionales, pero más bien asimila-
bles a influencias históricas que a principios, pues los principios son universales y las
influencias temporales, hijas de una época histórica precisa y determinada. Sin em-
bargo, nada obsta para que tengan puntos en común. De este modo, los regímenes de
las obligaciones, el de los bienes, y el del de la familia, tienen una serie de principios
inspiradores que corren por cuerdas paralelas y que en algunos aspectos se tocan. Así
como hay principios comunes (mayor o menormente trazados, como el de la autono-
mía de la voluntad) nada obsta para que cada institución tenga a su vez sus principios
inspiradores propios. Respecto de los bienes dentro del Código Civil, aquéllos pue-
den estar considerados desde dos perspectivas: como un objeto de disposición de la
voluntad de las partes en materia contractual, o bien como objeto de regulación en
entidades legales de mayor autonomía y con rasgos jurídicos propios que, sin descar-
tar la autonomía de la voluntad, la restringen (derechos reales). Dentro de este último
los bienes se sujetan a dos principios: una supeditación a fines superiores y, paralela-
mente, a las restricciones que el legislador establece en aras del orden público. Es
precisamente en el dominio donde aparentemente podríamos encontrar los principios
inspiradores que dan aliento al sistema de los derechos reales, pero que en el fondo
son un sencillo rayado de cancha del funcionamiento del sistema jurídico en materia
de derechos reales, pues, como sabemos, el dominio puede recaer a su vez sobre otros
derechos reales. Ante esto, el legislador establece las reglas generales en materia de
tradición, funcionamiento del régimen catastral de la propiedad inmueble, sistema de
reivindicación, acciones posesorias, etc., y que se proyecta a todo el derecho de los
bienes. Así, si examinamos cada derecho real, podremos ver que siempre hay un fin
superior que configura la estructura del derecho en cuestión, como cuando la ley
permite la enajenación de la propiedad fiduciaria, pero con la limitación de mante-
nerla indivisa y sujeta al gravamen de restitución bajo las mismas condiciones de
antes (artículo 751), ya que el legislador busca consagrar el fin superior de la libre
circulación de los bienes.
A este principio, y falta de una denominación mejor, hemos asignado el nombre
de “afectación real”. Este consiste en que el régimen de los bienes siempre está
supeditado a una serie de factores absolutamente externos y que terminan por perfi-
lar a la totalidad del estatuto jurídico de los mismos en un mero reflejo de situacio-
nes exteriores. Dicho de otra manera, el legislador siempre ha estimado que los bie-
nes se sujetan en forma casi absoluta a un fin superior, y que es precisamente ese fin
el que termina configurando las normas a las que deberá someterse el bien en cues-
tión. Así, cuando el legislador se ha propuesto obtener la tutela de un bien jurídico, o
149
la obtención de un fin socialmente provechoso, o la prevención de fraudes, ha termi-
nado por estructurar el régimen de los bienes de un modo tan independiente que éstos
terminan siendo un mero instrumento social provechoso a ese fin. De esto se infiere
que la estructura interna de los derechos reales es bastante débil: no hay principios
que obliguen al legislador a respetar el entramado de los mismos, sino que la propia
urdimbre y su diseño se han hecho con la libertad y la necesidad, a veces imperiosa,
de fines superiores. Y esta libertad legislativa y privada, que a simple vista podría
aparecer excesiva, tienen precisamente su contención en los otros dos principios que
la limitan, cuales son la autonomía de la voluntad y respeto al orden público.
4
Véase WAISSBLUTH, obra citada, capítulo IV, p. 22 y siguientes.
5
Ferrara, citado por ANTONIO VODANOVIC, Manual de Derecho Civil, Tomo I, páginas 309 y 310.
150
Segundo. No puede solicitarse la partición, pues precisamente el espíritu de la asocia-
ción multipropietaria es la reunión de un grupo de personas con el fin de sacarle un
fin provechoso a un bien común, en una relación activa que en ningún caso puede
asimilarse en este sentido, a la relación eminentemente pasiva que tiene la comuni-
dad.
Como vemos, hay dos principios en juego que se desarrollan en pleno: la auto-
nomía de la voluntad y su consecuencia, el de la afectación real. Quedaría por ver si
se atropella alguna norma de orden público.
En este sentido estimamos que no. Si examinamos la forma en que se manifiesta
el respeto al orden público (en la adquisición, modificación y extinción de los dere-
chos), podemos ver que, mientras no perjudique a terceros ni se cometan fraudes,
prima la autonomía de la voluntad sin mayores contrapesos. Con esto, la multipropie-
dad se terminaría rigiendo en principio con las normas que la voluntad de las partes se
establezcan, y secundariamente, por las normas de la comunidad, en la medida que no
entren en conflicto con los principios estatuidos en la multipropiedad.
De la naturaleza de este pacto, que transforma a esta comunidad en un ente a me-
dio camino entre la simple comunidad (un mero ente pasivo) y la persona jurídica,
tenemos que la asociación multipropietaria tiene un rol muchísimo más activo con el
bien involucrado y que en ningún caso puede estimarse que sea de indiferencia o
repugnancia frente a él como para facilitar su partición en la primera oportunidad.
Así visto, la multipropiedad escapa a la noción de contrato y a la de derecho real
para erigirse en una especie de institución sui generis, más cercana, eso sí, a la de un
derecho personal que genera derechos y obligaciones recíprocos entre las partes in-
volucradas. De este modo:
151
Todas estas circunstancias se deducen precisamente de la naturaleza de la asocia-
ción multipropietaria, y son éstas la que lo diferencian sustancialmente como institu-
ción ante nuestro derecho, pues de otro modo se asimilaría completamente a la co-
propiedad, lo que obviamente nos conduce por el derrotero equivocado y a las conse-
cuencias temidas. Sin embargo, ello no obsta para que secundariamente se aplique el
régimen de la comunidad en todo lo que no sea en contra de la propia naturaleza
jurídica de la asociación multipropietaria, lo que implica el respeto absoluto de los
tres grandes pilares de los derechos reales: la autonomía de la voluntad, la afectación
real, y el respeto al orden público.
152
ANEXO 3
153
realidad. En el Código Civil hay ejemplos clásicos y célebres de este tipo de antino-
mias, que han dado lugar a muchas controversias, cuyos intervinientes han lucido
notables sutileza e inventiva.
Los retóricos antiguos, en cambio, daban importancia especial al caso de dos di-
ferentes hipótesis contenidas en sendas leyes, cada cual con una distinta prescripción,
de guisa que, comparadas ambas, no ofrezcan contrariedad alguna; pero que, al inci-
dir o, mejor, coincidir en un caso concreto, resulte imposible aplicarle las dos pres-
cripciones, porque se excluyen recíprocamente. En los manuales de retórica latina
encontramos varios ejemplos, todos escolásticos y ficticios, como era el gusto griego
que los retóricos latinos imitaban. Cierta ley ordena poner en el gimnasio el retrato de
un tiranicida; pero otra prohíbe poner en el gimnasio el retrato de una mujer. Ahora
bien, una mujer mata al tirano; y entonces ambas leyes no se pueden cumplir al
mismo tiempo. También: una ley prohíbe que quien ha sido condenado por extorsión
hable ante la asamblea del pueblo. Otra ley ordena que el magistrado proponga a la
asamblea del pueblo un sucesor para el colega fallecido. Se pregunta si un magis-
trado, que había sido condenado por extorsión, puede proponer al sucesor del colega
fallecido a la asamblea del pueblo. Todavía: una ley ordena que el magistrado con-
ceda al asesino del tirano lo que pida; y otra dispone que después de asesinado el
tirano, el magistrado condene a muerte a cinco de los consanguíneos de éste. La mu-
jer de un tirano asesina a su esposo, y se trata de saber si puede pedir al magistrado la
vida del hijo que con el fallecido había tenido, no obstante que, según la otra ley,
debía ser condenado.
Se ve, en cada ejemplo, que las dos leyes intervinientes no se contradicen en
abstracto, y que cada una se puede aplicar a sus hechos sin perjuicio de la otra. Para
tomar el primer ejemplo, si un hombre mata al tirano, su retrato será puesto en el
gimnasio merced a la ley que así lo ordena. Si alguien desea honrar a una mujer ex-
poniendo su retrato en el gimnasio, no lo puede hacer, merced a la otra ley. Pero he
ahí que las hipótesis de ambas se cruzan en el caso concreto, cuando una mujer mata
al tirano, y ahora surge el problema de determinar a cuál de las dos leyes debe hacerse
obsequio, porque no es posible acatar ambas: si se obedece a una se desobedece a la
otra, y viceversa. Los penalista modernos conocen y estudian el fenómeno bajo el
nombre de “concurso ideal de delitos”: una ley tipifica el incesto y otra la violación,
cada cual con su pena; pero si un padre viola a su hija, se tiene la coincidencia de
ambas leyes en el caso concreto, que al tiempo es incesto y violación. Solo que en el
derecho moderno las complicaciones no son excesivas porque las penas, vale decir,
las prescripciones de cada hipótesis delictual, no suelen ser contradictorias, aunque
teóricamente podrían serio, como si una ley castigara con presidio perpetuo (supo-
niendo que éste existiera de verdad, vale decir, que terminara sólo con la muerte del
delincuente) y la otra con la ejecución; ya que ambas no se podrían aplicar a la vez.
154
Frente a la controversia a que da lugar esta colisión, se pueden asumir dos postu-
ras estratégicas: ora mirar ambas leyes como si fuesen una sola que ordenase –para
seguir con el mismo ejemplo antiguo– exponer el retrato del tiranicida en el gimnasio
aunque sea mujer; ora miradas también como una sola, pero que ordenase exponer el
retrato del tiranicida, excepto si es mujer. Los retóricos ofrecían argumentos para una
u otra posición. En eso radica la honda diferencia entre el derecho y la retórica, de
donde, también, el peligro de tratar retóricamente al derecho. La retórica, en efecto,
sólo apunta a convencer a un auditorio, y por ello el orador, independientemente de la
veracidad de los hechos, de la legalidad y justicia de la causa, de la equidad compro-
metida en ella, puede escoger el “status” que le convenga. En el caso, puede escoger
la ley que ha de mirarse como excepción a la otra, según el interés de su cliente, por
cierto. Los manuales de retórica suministraban los argumentos apropiados a cada
postura, o “status”, lo que ofrece la ventaja de conocer de antemano aquellos que
empleará el orador contrario, sin perjuicio del margen dejado a la inventiva particular
para idear argumentos no previamente formalizados con que sorprender al adversario.
En esta creatividad radicaba la superioridad de un orador genial, como los hubo tan-
tos y muy célebres, en la historia de la retórica antigua.
En la perspectiva del derecho, en cambio, no hay lugar para una estrategia de esa
naturaleza, pues sólo está la solución que es la justa, o bien la legal. Teóricamente eso
significa que sólo hay una solución. La cual teoría, desde luego, hizo parte importante
del moderno movimiento por la codificación del derecho, bajo la forma de una aspi-
ración a que los códigos contuvieran un sistema completo y cerrado de normas unívo-
cas. De esta forma, frente a la apriorística neutralidad de la retórica, está la tendencia
del derecho a decidir y a no dejar casos sin solución.
Debe advertirse que la antinomia puede presentarse con ocasión de “leyes priva-
das”, vale decir, de normas contractuales y de última voluntad. Supóngase que un
testador dice: “Lego a Ticio todos mis perros cazadores”, y que acto seguido dispone:
“Lego a Cayo todos mis perros guardianes”. Es claro que los perros cazadores serán
de Ticio y los guardianes, de Cayo. Pero en el patrimonio sucesorio hay un perro
cazador que es también guardián. ¿A cuál de ambos legatarios pertenecerá? Los ju-
ristas romanos, en un caso semejante a éste, decidían que a ambos en comunidad pro
indiviso. En el caso, la solución es lógica, precisamente porque se dispone del con-
cepto de tal comunidad. Pero no siempre tal solución es adoptable.
En el derecho chileno parece que un caso de la antinomia que hemos venido des-
cribiendo, y que también podríamos denominar “concurso ideal de leyes civiles”, se
tiene entre las reglas que sobre la adquisición del tesoro ofrece el Código Civil y
aquellas sobre monumentos nacionales contenidas en la ley N° 17.288. De hecho se
ha planteado ante la expectativa de existir un tesoro en Juan Fernández, aunque sin el
marco conceptual antes descrito.
155
Trataremos de exponerlo en sus líneas principales.
El artículo 625 CC establece: “[...] Se llama tesoro la moneda o joyas, u otros
efectos preciosos, que elaborados por el hombre han estado largo tiempo sepultados o
escondidos sin que haya memoria ni indicio de su dueño”. A él se añade el artículo
626, que, en síntesis, dispone que el tesoro hallado por el dueño de un terreno en él,
pertenezca a tal dueño; que también le pertenezca si fue encontrado por un tercero sin
o contra su voluntad o prohibición; pero que cuando fue descubierto fortuitamente
por un tercero o con permiso del dueño del predio, pertenezca a ambos en comunidad
proindiviso de partes iguales. En cualquier caso, la norma asigna el tesoro, pues, en
propiedad privada, sea común, sea singular.
Ahora bien, el artículo 21 de la ley N° 17.288 sobre monumentos nacionales, es-
tablece que los “yacimientos y piezas ántropo-arqueológicas” –entre otras cosas– que
“existan sobre o bajo la superficie del territorio” chileno, constituyen “monumentos
arqueológicos” y son de propiedad del Estado. La ley no atiende a que tales objetos
sean hallados o descubiertos por el Estado ni por alguien en especial; tampoco exige
que el monumento esté depositado en terrenos del Estado. Es la existencia del lugar,
ruina, yacimiento o pieza ántropo-arqueológicas sobre o bajo la superficie del territo-
rio nacional la condición de hecho única para la atribución de propiedad por el solo
ministerio de la ley en favor del Estado. De esta forma, cuando un particular descubre
efectivamente un monumento arqueológico, con o sin permiso del Estado, con o sin
permiso del dueño del terreno en que está depositado, sea fortuitamente o no, descu-
bre cosa ajena, ya perteneciente al Estado.
En tales circunstancias, nos encontramos ante dos regímenes totalmente diferen-
tes para el tesoro y para los monumentos arqueológicos. Aquél es de propiedad pri-
vada, singular o común, en la manera antes recordada; éstos son de propiedad estatal.
Pero no puede decirse que haya contradicción entre el artículo 626 CC y el artículo 21
de la ley N° 17.228, porque regulan hipótesis diferentes: por un lado, el primero se
aplica al descubrimiento de un tesoro, y el segundo, a la existencia de un monumento
arqueológico sobre o bajo el territorio nacional; por otro, “tesoro” y “monumento
arqueológico” no son lo mismo. En consecuencia, cada norma se aplica en el ámbito
que le corresponde, sin colisión.
Pero puede llegar a haberla, y entonces resulta una incompatibilidad concreta
entre ambas normas, si es que, por ejemplo, enterrado en un predio de propiedad
privada, su dueño descubre un arcón de madera, fabricado en el siglo XVII, repleto de
monedas de oro de la misma época. Este objeto es un tesoro en el sentido del artículo
625 CC; pero también un monumento arqueológico en el sentido del artículo 21 de la
ley N° 17.288. En cuanto tesoro, pertenece al dueño del predio que lo descubrió en él,
de acuerdo con el artículo 626 CC; en conformidad con la citada ley pertenece, en
cambio, al Estado.
156
Desde un punto de vista retórico, el asunto admite dos planteamientos; pues bien
se defiende que las dos leyes son como una que dijese (en resumen): “todo monu-
mento arqueológico, aunque sea un tesoro, pertenece al Estado”; o bien que dijese:
“todo monumento arqueológico, salvo si es un tesoro, pertenece al Estado”. Lo
mismo se plantea de esta otra manera: “todo tesoro, incluso si es un monumento na-
cional, pertenece a quien dice el artículo 625 CC”; o bien: “todo tesoro, excepto si es
un monumento nacional, pertenece a quien dice el artículo 625 CC”. Cada parte dará
los argumentos aconsejados por los rétores, y el juez decidirá.
Pero en Chile el asunto no debe quedar entregado a la retórica, porque está el ar-
tículo 13 del Código Civil, cuyo tema es la antinomia de que hemos tratado, por más
que no aparezca lúcidamente redactado en tal sentido. Dice: “Las disposiciones de
una ley, relativas a cosas o negocios particulares, prevalecerán sobre las disposiciones
generales de la misma ley, cuando entre las unas y las otras hubiere oposición”. Los
intérpretes explican que esta norma contiene el principio merced al cual la ley espe-
cial prevalece por sobre la general, y que, por ende, dice lo mismo que el artículo 4°
del Código: “Las disposiciones contenidas en los Códigos de Comercio, de Minería,
del Ejército y Armada, y demás especiales, se aplicarán con preferencia a las de este
código”. Pero Andrés Bello no incurrió en semejante redundancia legislativa, por más
que el artículo 13 se presente formulado como norma abstracta y el artículo 4°, como
una más concreta, pertinente a los códigos que en ella se indican. La historia dogmá-
tica del precepto hace ver que el problema al cual se refiere es el de la antinomia, o
“concurso ideal de leyes civiles”, líneas atrás explicada. Él aparece expuesto por
Hugo Grotius, de donde lo tomó Samuel Pufendorf, en quien lo encontró Emer de
Vattel fuente de Bello internacionalista, en una línea cuyos detalles no podemos ex-
plicar aquí. En sus “Principios de derecho internacional” el último de los nombrados
escribió: “En el conflicto de dos disposiciones, se debe preferir, caeteris paribus, la
menos general, esto es, la que concierne más especialmente al caso de que se trata”.
No se discurre, pues, de un conflicto entre la ley general y la especial, cuya abstracta
tipificación de tales obedece a una relación lógica entre ambas y que no ofrece difi-
cultades de solución, sino de dos leyes en conflicto concreto, para superar el cual se
debe preferir “la que concierne más especialmente al caso de que se trata”, que Bello
califica de “menos general”, pero no en sentido lógico, sino en el de “más peculiar”,
“más específica”, “más concreta”, “más conectada con el caso”, etcétera.
Ahora bien, la hipótesis de “moneda o joyas, u otros efectos preciosos, que ela-
borados por el hombre han estado largo tiempo sepultados o escondidos sin que haya
memoria ni indicio de su dueño” es particular –no especial– frente a la de “piezas [...]
arqueológicas que existan sobre o bajo la superficie del territorio nacional”, por po-
seer muchos elementos particularizantes, caracterizadores, individualizantes, singula-
rizantes o especificantes. En consecuencia, el artículo 625 CCCh debe mirarse como
157
excepción al artículo 21 de la ley N° 17.228, y construirse la combinación de ambos
como si fuesen una sola ley que dijere: “todo monumento arqueológico, salvo si es un
tesoro, pertenece al Estado” , de guisa que el dominio del arcón y las monedas de
nuestro ejemplo, puesto que son un monumento nacional constitutivo de un tesoro,
queda determinado por el artículo 625 CC. Por cierto, no interesa que estas normas en
concreto contrarias pertenezcan a leyes diferentes. Lo que no está consentido es sos-
tener que la relación entre ambos artículos se pueda construir de una de estas dos
maneras: “todo monumento arqueológico, aunque sea un tesoro, pertenece al Estado”;
o bien “todo tesoro, incluso si es un monumento nacional, pertenece a quien dice el
artículo 625 CC”, porque en ambos casos se renuncia a la coordinación de ambas
leyes, que les respete su vigencia, sin perjuicio unilateral de una o de otra, en contra
del artículo 13 CCCh, que las supone a ambas vigentes.
158
ANEXO 4
INTRODUCCIÓN
El Colegio de Abogados de Chile A.G., teniendo en cuenta:
a) que una de las labores profesionales frecuentes que desarrollan los aboga-
dos es el estudio de títulos de inmuebles
b) que se trata de una labor compleja, por el sinnúmero de situaciones y figu-
ras jurídicas diversas que pueden presentarse
c) que es un aspecto importante del ejercicio profesional, considerando el
alto valor que generalmente tiene la propiedad inmueble, de manera que
los errores o negligencias en que se incurra en un estudio de títulos pueden
provocar perjuicios importantes a los clientes
d) que por lo anterior, se hace necesario establecer pautas generales mínimas
relativas a los estudios de títulos de manera de aclarar y acotar la respon-
sabilidad profesional de los abogados en esta labor
e) que actualmente los abogados aplican criterios diversos tanto respecto de
los antecedentes que deben ser examinados para llevar a efecto un estudio
de títulos como de los requisitos que deben cumplir los títulos para esti-
marlos en orden, siendo indispensable fijar criterios comunes de manera
de facilitar el ejercicio de la profesión y asimismo la circulación de la pro-
piedad raíz por todo lo anterior, ha estimado necesario dictar las siguien-
tes Pautas para el estudio de títulos de inmuebles urbanos, recomendando
a los abogados ajustarse a ellas.
1.- DEFINICIONES
Para los efectos de estas Pautas las siguientes palabras tendrán los significados que a
continuación se indican:
1.1. Vendedor: es la persona natural o jurídica que tiene la intención de transferir la
propiedad de un inmueble
159
1.2. Comprador: es la persona natural o jurídica que tiene la intención de adquirir
la propiedad de un inmueble.
1.3. Anteriores vendedores: son las personas naturales o jurídicas que han antece-
dido al actual vendedor en la posesión o dominio del inmueble.
1.4. Venta: es el contrato que se celebrará sobre la propiedad entre el vendedor y el
comprador y que origina el estudio de títulos
1.5. Ventas anteriores: son los títulos traslaticios de dominio de donde emanan los
derechos del actual vendedor sobre el inmueble.
1.6. Pautas: son las presentes Pautas
1.7. Colegio: es el Colegio de Abogados de Chile A.G.
1.8. Consejo: es el Consejo del Colegio de Abogados de Chile S.A.
1.9. Títulos en orden: son aquellos que cumplen los requisitos que se señalan en el
número 2.4 de estas Pautas.
2.2. Considerando que se trata de una labor profesional compleja, debe necesaria-
mente ser efectuada por abogados titulados.
OBJETIVO GENERAL:
OBJETIVOS ESPECÍFICOS:
2.4. Sin perjuicio del objetivo general señalado en el número anterior, el estudio de
títulos tendrá por objetivo específico verificar que los títulos de una propiedad se
160
encuentran en orden. Se entenderá que los títulos se encuentran en orden cuando
se cumplan los siguientes requisitos copulativos:
2.4.1. Que el vendedor sea poseedor regular y dueño de la propiedad y que su
dominio se encuentra al abrigo de pretensiones de terceros que pudieran
eventualmente tener derecho a deducir acciones rescisorias, resolutorias o
reivindicatorias, o acciones o excepciones de inoponibilidad o de inexis-
tencia.
2.4.2. Que el vendedor sea propietario pleno del inmueble, y que su dominio no
esté limitado por gravámenes fiduciarios, usufructos, derechos de habita-
ción, servidumbres prediales, hipotecas, censos, obligaciones modales,
pactos de indivisión u otros similares.
2.4.3. Que la propiedad no esté afecta a prohibiciones o restricciones ya sea
legales, judiciales o convencionales que impidan o dificulten la venta o
transferencia al comprador, o su derecho al libre uso goce y disposición
del inmueble.
2.4.4. Que se haya cumplido la normativa legal y reglamentaria sobre loteos,
urbanizaciones, subdivisiones, copropiedad inmobiliaria, y sobre cons-
trucciones en el inmueble.
2.4.5. Que el inmueble no esté afecto a eventuales expropiaciones.
2.4.6. Que el inmueble no registre deudas impagas por concepto del Impuesto
Territorial.
2.4.7. Que tratándose de inmuebles sujetos al régimen de copropiedad
inmobiliaria, no registren deudas impagas por concepto de gastos
comunes.
OBJETIVOS ESPECIALES:
2.6. El estudio de títulos podrá abarcar otros objetivos adicionales a los señalados en
los números anteriores, siempre que el cliente lo solicite expresamente. Así, el
cliente podrá requerir que el estudio incluya verificar si una propiedad puede o
no destinarse a un uso comercial o industrial, las posibilidades de edificación en
altura, etcétera.
161
2.7. El estudio de títulos también podrá ser efectuado para un objetivo distinto de la
compra de un inmueble, como por ejemplo recibirlo en hipoteca, adquirir dere-
chos sobre él, tomarlo en arrendamiento, etc. En tales casos, el estudio de títu-
los podrá efectuarse conforme a las presentes Pautas, en la medida en que ellas
sean aplicables a la transacción que se pretenda efectuar.
2.9. El abogado del vendedor velará para que, dentro de sus posibilidades, los
antecedentes que sean proporcionados al abogado del comprador sean
fidedignos.
2.10. El abogado del comprador debe intentar solicitar el mínimo de antecedentes que
fuere posible para realizar un estudio de títulos, habida consideración de la im-
portancia del negocio, la situación especial en que se pudieran encontrar las
partes, y el prestigio u honorabilidad reconocida del actual o los anteriores ven-
dedores. En todo caso, evitará exigir que se le proporcionen antecedentes mani-
fiestamente innecesarios o que razonablemente puedan ser obviados.
2.11. El abogado del comprador debe tener buena disposición para aceptar soluciones
razonables a los problemas que pudieran presentar los títulos, teniendo en
cuenta que la buena fe se presume y que el plazo de prescripción adquisitiva or-
dinaria es de 5 años.
162
BUENA DISPOSICIÓN PARA COLABORAR EN EL ARREGLO DE
PROBLEMAS DE TÍTULOS:
2.12. Si en una venta se hubiera incurrido en algún error u omisión involuntario que
pudiera viciar el título y que constituya una simple formalidad cuyo incumpli-
miento no haya provocado daño al vendedor o a terceros, quién haya actuado
como abogado del vendedor en esa transacción deberá prestar sus buenos ofi-
cios con su cliente para enmendar prontamente el error u omisión. El abogado
en ningún caso alentará o recomendará a sus clientes que exijan alguna com-
pensación patrimonial como requisito para ello.
2.13. El abogado del vendedor debe actuar de buena fe y exponer al abogado del
comprador cualquier problema que eventualmente pudieran presentar los títu-
los, siempre que tuviera conocimiento de dicha situación. No obstante, el abo-
gado del vendedor en ningún caso será responsable de la mala fe de su cliente si
éste le hubiere ocultado parcial o totalmente información acerca de un eventual
problema en los títulos.
3.1. Para efectuar un estudio de títulos, se aceptará que los antecedentes sean propor-
cionados de la siguiente forma:
3.1.1. En original
3.1.2. En fotocopias autentificadas por Notario.
FOTOCOPIAS SIMPLES:
3.2. Excepcionalmente, y al libre criterio del abogado del comprador, éste podrá
aceptar que los antecedentes le sean proporcionados mediante fotocopias sim-
ples. En tal caso, el abogado del vendedor deberá cerciorarse razonablemente
que dichas fotocopias sean fidedignas, y en caso de no estar en condiciones de
hacerlo, deberá representar esa situación al abogado del comprador.
163
en su caso, y protocolizados en una Notaría de Chile. Con todo, las copias de
escrituras públicas extendidas ante un cónsul de Chile en el extranjero bastará
que hayan sido legalizadas en el Ministerio de Relaciones Exteriores.
INSTRUMENTOS PÚBLICOS:
4.1. En general, para efectuar un estudio de títulos, el abogado del comprador exami-
nará siempre los siguientes antecedentes que deben ser proporcionados por el
abogado del vendedor:
4.1.1. Copia de las escrituras de compraventa y demás títulos traslaticios de
dominio hasta enterar el plazo de 10 años,
4.1.2. Copia de las inscripciones en el Conservador de Bienes Raíces de los
títulos traslaticios de dominio hasta enterar el plazo de 10 años,
4.1.3. Copia de la inscripción de dominio del vendedor en el Conservador de
Bienes Raíces con certificado de su vigencia, emitida con fecha no
anterior a 60 días,
4.1.4. Certificado de gravámenes y prohibiciones de 30 años, emitido con
una fecha no anterior a 60 días,
4.1.5. Certificados de no-expropiación Municipal y del SERVIU emitidos
con una fecha no anterior a 60 días,
4.1.6. Certificado de recepción final de las construcciones existentes en el in-
mueble
4.1.7. Certificado que apruebe la venta por pisos y departamentos o que la
propiedad está acogida al régimen de copropiedad inmobiliaria, en su
caso
4.1.8. Certificado emitido por la Tesorería acreditando que el inmueble no re-
gistra deuda por concepto del Impuesto Territorial, o en caso de que se
164
consigne la existencia de alguna deuda, los documentos que acrediten
su pago.
4.1.9. Si la propiedad está sujeta al régimen de copropiedad inmobiliaria,
certificado del Administrador del condominio respectivo acreditando
que el inmueble no registra deuda por concepto de gastos comunes, o
en caso de que se consigne la existencia de alguna deuda, los docu-
mentos que acrediten su pago.
ANTECEDENTES ESPECIALES:
4.3. Para efectuar un estudio de títulos, el abogado examinará en todo caso aquellos
antecedentes que de acuerdo a las reglas es imperativo revisar. Respecto de los
antecedentes que según estas reglas sea solamente opcional exigir o examinar,
quedará a su criterio profesional exigirlos o revisarlos.
4.4. Un abogado podrá basar su estudio de títulos en otro estudio anterior, siempre
que éste haya sido realizado por un abogado conforme a estas reglas. En este
caso, su examen se limitará a aquellos antecedentes correspondientes a hechos o
actos posteriores no comprendidos en el estudio de títulos precedente. En sus
conclusiones del estudio de títulos, el abogado deberá señalar expresamente que
se ha basado en un estudio de títulos anterior.
165
5.2. MANDATOS
Delegaciones de mandatos:
5.2.2. En el evento que hubiera comparecido un delegado del mandatario, de-
berá acompañarse copia tanto de la escritura de delegación del man-
dato, como de aquella del mandato otorgado al delegante, salvo que se
hubieran insertado en la escritura.
Antecedentes complementarios:
5.3.2. Dependiendo de las características de la venta para cuyo efecto se es-
tén estudiando los títulos, el abogado del comprador podrá exigir uno
o más de los siguientes requisitos:
5.3.2.a. Que las escrituras de poder y delegación en su caso no antece-
166
dan en más de un año a la fecha de la respectiva venta. En
caso contrario, podrá requerir un certificado del Archivo Judi-
cial acerca de que no existe constancia al margen de la matriz
de la escritura de la revocación del poder. Si el poder hubiere
sido inscrito en el Registro de Comercio, podrá exigir también
un certificado de que no hay constancia al margen de la ins-
cripción de su revocación.
5.3.2.b. Si se tratara de un poder otorgado por el directorio de una
sociedad anónima, podrá exigir que se le acredite que quienes
concurrieron a la sesión efectivamente integraban el directorio
a esa fecha. Se aceptará como prueba suficiente a ese efecto
un certificado notarial que acredite la composición del direc-
torio conforme a los datos consignados en el registro público
a que se refiere el Artículo 135 de la Ley de Sociedades Anó-
nimas.
5.3.2.c. Los antecedentes legales ya sea parciales o completos de la
persona jurídica de que se trate, incluyendo copia de las es-
crituras públicas, inscripciones en el Registro de Comercio y
publicaciones en el Diario Oficial en su caso. Sin embargo, el
abogado evitará en lo posible solicitar antecedentes legales de
personas jurídicas, atendiendo la dificultad que supone reco-
pilar dichos antecedentes.
En todo caso, se entenderá que existen motivos suficientes
para solicitar tales antecedentes cuando el inmueble hubiere
sido aportado a una sociedad, o cuando fuere indispensable
examinar el pacto social para revisar las facultades de los
apoderados.
5.3.2.d. Si el vendedor fuere una sociedad anónima, podrá exigirse
que se acredite que el inmueble materia de la venta no repre-
senta más del 50% del activo de la sociedad, con el objeto de
determinar si se requiere o no que la enajenación sea aprobada
por una Junta Extraordinaria de Accionistas. En este último
caso, se requerirá una copia de la reducción a escritura pública
del acta de dicha Junta.
Esta circunstancia podrá ser acreditada mediante un certifi-
cado del Contador o del Gerente General de la sociedad res-
pectiva, o dependiendo de las circunstancias, mediante otros
antecedentes alternativos o adicionales, a juicio del abogado
del comprador.
167
Reducción a escritura pública;
Presunción de veracidad:
5.4.1. En general, se aceptará y presumirá como verídica la declaración de
estado civil que las partes declaren en las escrituras públicas que con-
forman los títulos del inmueble.
168
de defunción del cónyuge respectivo otorgados por el Regis-
tro Civil. Adicionalmente podrá exigirse que se acredite que
el viudo o viuda no ha contraído nuevo matrimonio, bastando
a tal efecto una declaración jurada notarial de 2 personas ca-
paces.
5.4.2.c. Anulados o divorciados: se acreditará mediante el certificado
del matrimonio anterior otorgado por el Registro Civil. El que
debe incluir una anotación dando cuenta del divorcio o la de-
claración de nulidad. Adicionalmente podrá exigirse que se
acredite que la persona no ha contraído nuevo matrimonio,
bastando a tal efecto una declaración jurada notarial de 2 per-
sonas capaces.
5.4.2.d. Casados: se acreditará con una copia del certificado de
matrimonio respectivo otorgado por el Registro Civil.
5.4.3. Para los efectos de dar por acreditado el estado civil, se dará también
valor a aquellos certificados o declaraciones señaladas en el número
anterior que hayan sido insertados en la escritura de venta respectiva,
en cuyo caso no se exigirá exhibir los documentos originales.
169
correspondiente certificado de matrimonio emitido por el Re-
gistro Civil con la anotación de haber pactado dicho régimen.
5.5.2.d. Separación de bienes del Art. 150 del Código Civil (patrimo-
nio reservado de la mujer casada): se dará por acreditado
siempre que en la compra respectiva la mujer señale que obra
dentro de su patrimonio reservado y en ella se hayan insertado
dos o más instrumentos públicos o privados distintos que den
cuenta de que la mujer ejerce o ha ejercido recientemente una
profesión o empleo separados de los de su marido.
5.5.2.e. situación de los matrimonios celebrados en el extranjero:
5.5.2.e.1. Si los cónyuges se miran como separados de bienes
conforme al Art. 135 inc. 2° del Código Civil: se
exigirá que los cónyuges así lo señalen en la res-
pectiva venta, y además que se acompañe copia del
certificado de matrimonio, debidamente traducida,
legalizada y protocolizada en Chile.
Adicionalmente podrá exigirse una declaración ju-
rada notarial de 2 testigos acerca de que no han
inscrito su matrimonio en Chile pactando en ese
acto sociedad conyugal.
5.5.2.e-2. Si los cónyuges han pactado en Chile sociedad
conyugal, separación de bienes o participación en
los gananciales: se acreditará mediante una copia
de la inscripción del matrimonio en el registro de la
Primera Sección de la comuna de Santiago del Re-
gistro Civil, en la que deberá existir constancia del
régimen de bienes de que se trate.
170
5.6. SUCESIÓN POR CAUSA DE MUERTE
Antecedentes de la sucesión:
5.6.1- Si el actual vendedor o alguno de los anteriores hubiere adquirido el
inmueble por sucesión por causa de muerte, se exigirán los siguientes
antecedentes:
5.6.1.a. Copia de la inscripción del decreto judicial que otorga la
posesión efectiva en el Registro de Propiedad del Conserva-
dor de Bienes Raíces correspondiente al Departamento en que
haya sido pronunciado, y en el lugar de ubicación del inmue-
ble. En dicha inscripción debe contenerse la indicación de que
el inmueble se encuentra incluido en el inventario. Si la pose-
sión efectiva hubiera sido tramitada ante el Servicio de Re-
gistro Civil e Identificación, se solicitará, en cambio, copia de
la resolución administrativa que la otorgue y constancia de su
inscripción en el Registro Nacional de Posesiones Efectivas.
5.6.1.b. Constancia de la inscripción del testamento en el registro
Nacional de Testamentos, en su caso, y copia de la inscripción
del testamento en el Registro de Propiedad del Conservador
de Bienes Raíces correspondiente al Departamento en que
haya sido pronunciado el auto de posesión efectiva, y en el
lugar de ubicación del inmueble
5.6.1.c. Copia de la inscripción especial de herencia a nombre de los
herederos
5.6.1.d. Que se haya insertado o se inserte en la escritura respectiva el
comprobante de pago del impuesto de herencia o de su exen-
ción, o la autorización del Servicio de Impuestos Internos para
la enajenación;
171
debe haberse insertado el comprobante de pago del impuesto
de herencia o de su exención
5.6.3.d. copia de la inscripción de dicha escritura en el Registro de
Propiedad del Conservador de Bienes Raíces
172
la escritura pública de cancelación del saldo de precio,
6.1.2.c. Foja y número de las inscripciones en el Conservador de Bie-
nes Raíces,
6.1.2.d. Fecha y notaría de las escrituras de mandato,
6.1.2.e. En general toda otra información que se estime relevante para
dar fe que se ha efectuado un estudio acucioso de los antece-
dentes.
6.1.3. Una declaración de que el informe ha sido realizado conforme a estas
Pautas, y en caso contrario, detallar las Pautas que no se han observado
y las razones tenidas en vista para ello.
6.1.4. Si el informe se ha basado en un estudio de títulos anterior, debe indi-
carse esta circunstancia acompañando al informe una copia del estudio
de títulos anterior.
6.1.5. Una conclusión dando cuenta de que los títulos están en orden, o en su
defecto que presentan deficiencias las que deben ser descritas en deta-
lle.
6.1.6. La fecha, firma y datos personales del abogado que emite el informe.
TEXTO ESPECIAL:
6.2. Las declaraciones a que se refieren los números 6.1.3 y 6.1.4 y la conclusión
señalada en el número 6.1.5 se ajustarán al texto especial que se contiene en el
Anexo.
7.2. Las modificaciones a estas reglas solamente entrarán a regir una vez que sean
aprobadas por el Consejo y en la fecha que se fije para su vigencia. El Colegio
velará por dar debida publicidad a dichas modificaciones de manera que puedan
ser fácilmente conocidas.
173
TEXTO DE LAS DECLARACIONES Y CONCLUSIÓN REFERIDAS EN
LOS NOS 6.1.3, 6.1.4 Y 6.1.5 DE LAS REGLAS
- Que salvo las excepciones que se consignan al final, este estudio de títulos ha sido
realizado ajustándose a “las Pautas", habiéndose examinado todos los documentos que
conforme a tales normas deben ser revisados
- Que este estudio se ha efectuado sobre la base de un estudio de títulos anterior reali-
zado también conforme a “las Pautas” con fecha............................por el abogado
Sr.........................................................., aceptándose sus conclusiones como válidas y sin
que se haya revisado nuevamente la documentación que debió haberse tenido a la vista
para realizar tal estudio. De esta forma, solamente se han examinado los documentos
posteriores a dicho estudio.
174
c. CONCLUSIÓN SOBRE LA TRANSFERIBILIDAD DEL INMUEBLE6
(llenar sólo si fuera procedente, conforme a la alternativa que corresponda)
c.2.- Si el estudio de títulos ha sido efectuado para efectos de constituir sobre el inmueble
una hipoteca
( ) Que el actual propietario puede hipotecar válidamente el inmueble, sin que re-
quiera obtener la autorización de terceros o efectuar gestiones judiciales o ex-
trajudiciales con ese objeto, y que salvo hechos posteriores, la hipoteca podrá
ser inscrita en el registro conservatorio a nombre del acreedor hipotecario
apenas se perfeccione la hipoteca
( ) Que obtenidas que sean las autorizaciones o efectuadas las gestiones que se
detallan al final, en su caso, el actual propietario podrá hipotecar válidamente
el inmueble y la hipoteca podrá ser inscrita en el registro conservatorio a nom-
bre del acreedor hipotecario.
OBSERVACIONES:
1.- En el presente estudio no se han seguido las siguientes normas de “las Pautas”:
6
Estas conclusiones están referidas solamente a los casos en que el estudio de títulos haya sido efectuado con miras a
una eventual compraventa o hipoteca sobre la propiedad. Si el estudio de títulos obedece a otros propósitos, (ej. el aporte
de un inmueble a una sociedad, la constitución de un usufructo, el arriendo etc.) la redacción de estas conclusiones puede
ser adaptada a cada situación particular.
175
3.- Para (vender y transferir) (hipotecar) la propiedad se requiere obtener la autorización de
las personas que a continuación se señalan y/o efectuar las gestiones que se indican a
continuación:
En...............,a........de...............de...............
176
PUBLICACIONES DE LA FACULTAD
OBRAS EDITADAS PUBLICACIONES PERIÓDICAS
ANATOMÍA DE LA CORRUPCIÓN
José Miguel Vera Lara
COLECCIÓN GUÍAS DE CLASES
º 1 ÉTICA Y FILOSOFÍA DEL DERECHO Nº 27 HISTORIA DEL DERECHO CHILENO
Ismael Bustos Concha CONTEMPORÁNEO IV (1865-1924)
Eric Eduardo Palma González
Nº 2 EXPRESIÓN ORAL Y ESCRITA
Gabriel Álvarez Undurraga Nº 28 DERECHO ROMANO
DERECHO SUCESORIO DERECHOS REALES OBLIGACIONES
Nº 3 INTRODUCCIÓN AL DERECHO
Ángela Cattan Atala
Pedro Ballacey Herz