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Accidentes más frecuentes en la cocina y cómo evitarlos

1. Te quemás con aceite hirviendo


En el ranking de las quemaduras, la de aceite hirviendo ocupa el 1er puesto. Hay dos formas
típicas de quemarse. Una es cuando se hacen frituras en una sartén y la manija queda ubicada
fuera de los anafes, de forma que la enganchás sin querer y se te cae encima. La otra forma es
cuando se fríen comidas que contienen agua y el aceite salta de la sartén.

2. Te cortás con un cuchillo


Contra todo lo imaginable, un cuchillo sin filo es mucho más peligroso que uno súper afilado. La
razón es sencilla: si no corta, debés hacer más fuerza y un mal movimiento termina con el cuchillo
clavado en cualquier parte. Así que mejor afilá bien las hojas de tus cuchillos y dejalos fuera del
alcance de los niños.

3. Te electrocutás
Es típico terminar de lavar algo, la espinaca por ejemplo, y con las manos aún mojadas enchufar la
procesadora o abrir la heladera. Sabé que le estás tirando la cola al león: basta que algo falle para
que seas víctima de la electricidad. Así que antes de apretar el botoncito, secate bien las manos.

4. Te intoxicás
Lavar bien los alimentos no alcanza para evitar intoxicaciones. Una de las más frecuentes es la
contaminación cruzada con la bacteria Escherichia coli. Se da al mezclar, durante una misma
preparación, los utensilios para la carne cruda con vegetales que se servirán frescos. Hay que
tener cuidado a la hora de elaborar los alimentos de no mezclar ni la tabla, ni los recipientes, ni los
cuchillos.

5. Te apurás y te lastimás
A veces tenés las cebollas al fuego, listas parar las lentejas y no podés abrir la lata porque no
encontrás el abridor. ¡Que no se te vaya ocurrir intentar hacerlo con el cuchillo! Paciencia y
método: sacá la sartén del fuego y buscá con tiempo. Así vas a evitar accidentes típicos y a veces
graves.

6. Te resbalás
Resbalar y caer es uno de los accidentes más frecuentes. Para evitar deslizamientos, lo ideal es
limpiar en forma inmediata todo lo que se caiga al piso. No importa si es líquido, sólido o si ensucia
o no. Que el piso esté limpio y despejado es el ABC para evitar caídas que pueden terminar en un
yeso y 30 días de reposo.

7. Te ponés nervioso y te quemás


Estás hirviendo las verduras, tenés la carne en el horno y debés colar el arroz. En ese momento
ves que de la olla sale una espuma que amenaza con apagar la hornalla. Y ahí es cuando
descuidás el colado, estirás la mano y… terminás arriesgándote. Lo ideal es hacer una cosa por
vez y así evitar dolores de cabeza y accidentes complicados, como una quemadura de agua
hirviendo.

8. Se te incendia todo
Cuando manipules los repasadores sobre las hornallas, procurá tenerlos enrollados en la mano
para que no caigan al fuego y se prendan. Y por las dudas, acordate de que un fuego se apaga
tapándolo con un trapo o arrojándole abundante harina. Evitá el agua, porque puede haber
electricidad.

9. Te estalla el microondas
Hay que tener cuidado con los recipiente que se meten dentro del microondas. Si metés una
bandeja metálica, en segundos, tenés un agujero en la tapa del aparato. Este electrodoméstico,
que tiene sus trucos. El más conocido es el del huevo: nunca hay que ponerlo sin haberle hecho un
agujerito. Sino, puede explotar y quemarte de la peor manera.

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