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Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto
Rev. Ciencias Sociales 123-124: 79-92 / 2009 (I-II)
ISSN: 0482-5276
RESUMEN
ABSTRACT
This article analyzes a set of relationships between body perception, the construc-
tion of femininity, and consumption practices in a group of young female students
from the University of Costa Rica. It assesses a number of practices and discourses
associated to the female body in contemporary Costa Rican society, and considers
the perceptions and meanings that women construct in relation to their body and
femininity.
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decir al sujeto “mi cuerpo”, utilizando como construcción simbólica particular alrededor de
modelo el de la posesión. Para Le Breton (1995), lo que significa ser mujer y de lo que se conside-
esta representación nació de la emergencia y ra como femenino. Como ya lo afirmara Simone
del desarrollo de condiciones culturales especí- de Beauvoir en su obra El segundo sexo:
ficas en las sociedades occidentales a partir del
Renacimiento. Según el autor, para que la indi- No se nace mujer, llega una a serlo.
vidualización a través de la materia es decir, del Ningún destino biológico, físico o eco-
cuerpo, sea aceptable en el plano social, habrá nómico define la figura que reviste en el
que esperar el desarrollo del individualismo seno de la sociedad la hembra humana:
que opera a partir del siglo XV en Europa. En la civilización en conjunto es quien (la)
ese momento, el cuerpo se convierte en la fron- elabora (1987: 13, citado por Pacheco,
tera precisa que marca la diferencia entre una 2001: p. 39).
persona y otra, convirtiéndose en un blanco de
En ese sentido, el rol femenino asigna-
intervención específica, como por ejemplo el de
do se debe pensar por lo tanto como dinámi-
la investigación anatómica a través de la disec-
co, maleable y cambiante. Paralelo a la idea
ción del cuerpo.
que se construye alrededor del rol social de las
Esta actitud hacia el cuerpo se relacio-
mujeres, se construye la percepción del cuerpo
na con el retroceso y el abandono de la visión
femenino (Pacheco, 2001). La distancia entre la
teológica de la naturaleza que había dominado
diferencia sexual biológica y la construcción de
durante toda la Edad Media. Según el mismo
las identidades, conductas, funciones y deseos
autor, en las sociedades de tipo comunitario,
de género y sexuales está marcada, por lo tanto,
en las que el sentido de la existencia implica
por la cultura.
un juramento de fidelidad al grupo, al cosmos
De esa manera, la percepción que tienen
y a la naturaleza, el cuerpo no existe como ele- las mujeres de sus cuerpos y la idea que cons-
mento de individualización ya que la persona truyen acerca de su feminidad, constituyen
no se distingue del grupo. Como mucho, es una facetas dinámicas e inseparables de un mismo
singularidad dentro de la armonía diferencial proceso, a saber, la construcción de su subjeti-
del grupo. vidad. Paul Schilder (1950), uno de los pioneros
A la inversa, el aislamiento del cuerpo en en el estudio de la experiencia corporal desde
las sociedades occidentales nos habla de una la sociología y la psicología, define a la percep-
trama social en la que el ser humano está sepa- ción corporal como la imagen mental que nos
rado del cosmos y de los otros. De esa manera, hacemos de nuestro cuerpo, entendiendo esa
la distinción del cuerpo es por lo tanto la heren- imagen mental no sólo como una construcción
cia histórica del hecho de que la concepción cognitiva, sino también como el reflejo de nues-
de persona haya sido aislada del componente tras actitudes y relaciones sociales.
comunitario y cósmico, y el efecto de la ruptura En ese sentido, si nuestras actuales con-
que se operó en el ser humano. cepciones del cuerpo están vinculadas con el
El cuerpo se construye por lo tanto cul- ascenso del individualismo como estructura
turalmente y es resultado de determinadas con- social y con la emergencia de un pensamiento
diciones sociales y culturales en las sociedades racional positivo y laico sobre la naturaleza,
occidentales. Es por lo tanto esencial hacer en el caso de las mujeres, podríamos agre-
evidente los estándares de belleza prevalecien- gar, están sujetas a un sistema de dominación
tes en la actualidad para entender prácticas y patriarcal, —que supone relaciones desiguales
discursos relacionados con el cuerpo que de- entre hombres y mujeres—, y a una cultura de
sembocan en una determinada imagen corpo- masas y de consumo, entendidas en su versión
ral, la cual se entiende como la visión subjetiva capitalista (Le Breton, 1995). El cuerpo se con-
que cada persona tiene de su cuerpo. vierte entonces en una especie de “objeto” que
En el caso del cuerpo femenino, esos podemos modificar, y los significados que se le
discursos y prácticas suponen, además, una atribuyen son el reflejo de las actitudes hacia
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los individuos y la sociedad en general. En las salud se entrelaza así con el culto a la belleza,
sociedades occidentales, la existencia del indivi- los cuales aparecen como dos ideales insepara-
duo como entidad separada se acepta como rea- bles: la belleza es salud.
lidad objetiva, aunque esta visión es de hecho Esta promoción del culto a la salud y
bastante reciente en la historia. la belleza supone una dimensión de control y
La percepción corporal es, entonces, sub- dominación sobre el cuerpo de las mujeres, es
jetiva y se encuentra constantemente deter- decir, se traduce en relaciones de poder. Arroba
minada por la experiencia social. Las muje- (1996) sostiene que vistos históricamente, el
res experimentan y entienden sus cuerpos de ideal de belleza femenina y la normalización
acuerdo con imágenes corporales que son cul- del cuerpo de la mujer, tal vez sean la única
turalmente construidas y definidas. En el caso opresión de género que se autoejecuta, aunque
que nos ocupa, el contexto al cual se alude se en diferentes grados y en diferentes formas, a lo
enmarca en los procesos actuales de globaliza- largo de líneas de edad, raza, clase o preferencia
ción económica, social y cultural de los mode- sexual, lo cual debe ser reconocido como una
los de vida occidentales. Según Seremetakis estrategia durable y flexible de control social.
(2001), la globalización ha sido profundamente Michel Foucault fue uno de los primeros
estudiada desde los procesos sociopolíticos y teóricos modernos en situar al cuerpo en el
económicos, pero existen otros nichos de la centro de las regulaciones sociales, dentro de
vida cotidiana poco explorados en donde la glo- las cuales incluyó tanto el control ideológico
balización ha tenido efectos profundos, como el como físico. Piedra (2004), discutiendo el enfo-
imaginario social acerca de la belleza. que de Foucault, sostiene que:
En ese sentido, Arroba (1996) argumenta
El cuerpo ocupa el lugar central desde
que en el proceso de globalización contemporá-
donde se puede ejercer el poder. Hay
nea, muchas de las modas y tendencias vigentes
muchos aspectos que se le exigen a un
en Estados Unidos se manifiestan también en
cuerpo, desde el ideal físico hasta la
sociedades consumistas como la costarricense.
explotación de sus máximas capacida-
En ese sentido, en una escala menor, patrones
des en busca de una eficacia total. (…)
similares pueden ser detectados en la construc-
Nuestro cuerpo se convierte en un ins-
ción de género de lo femenino. Por lo tanto, el
trumento importante a disciplinar. Son
concepto de belleza debe entenderse como el cuerpos dóciles que serán moldeados,
producto de una evolución histórica particular, sometidos, utilizados, transformados y
y los ideales estéticos imperantes, como la del- perfeccionados. (…) La disciplina es un
gadez, como fenómenos históricos relativamen- aspecto y rasgo propio de la sociedad
te recientes. contemporánea (2004: 128).
Es importante mencionar que junto a la
belleza, la salud es otro de los conceptos claves Esas relaciones de poder, tomando como
que representan valores supremos de nuestra referencia los planteamientos anteriores, se mani-
época. Para Díaz (2006), en la sociedad occiden- fiestan en dos niveles: un control social, asociado
tal actual, la cultura del culto al cuerpo se ha a las pautas culturales y momentos históricos que
apropiado de un concepto de salud entendido se manifiesta en múltiples componentes, incluido
en forma muy amplia, alejándose de su sentido el corporal, y un autocontrol, que correspondería
estricto (entendido como “el buen estado del a una vigilancia individual relativamente inde-
organismo”), identificándose con lo bello, lo pendiente del control social, tomando en cuenta
delgado, lo joven y lo equilibrado. Así, se insiste que la asunción de valores es idiosincrásica y se
en la idea de salud interior (por dentro) y exte- reinterpreta de acuerdo con la situación particu-
rior (por fuera), y se entiende más ampliamente lar e historia de vida de cada mujer.
como bienestar, el cual se refiere a la agilidad De acuerdo con lo anterior, se considera
corporal, el equilibrio, el placer, la relajación, que el consumo, entendido en su versión capi-
la tonicidad, la delgadez y la imagen bella. La talista, es una de las vías a través de las cuales
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se expresan esas relaciones de poder y por las cuerpo. El cuerpo ha sido reconocido como un
cuales se canaliza la idea de feminidad y de ser tema válido de la teoría social desde distintas
mujer. Si bien es cierto hay múltiples formas perspectivas teóricas y un elemento importante
de expresar la feminidad, se propone que a de la cultura y la política modernas (Falk, 1997;
través del consumo es una de las formas más Featherstone,1998; Foucault, 1998; O'Neill,
palpables y actuales. En ese sentido, Falk (1997) 1989; Turner, 1984).
concuerda que el consumo moderno es el espa- Consideramos que uno de los enfoques
cio principal de la construcción del ser, el cual más interesantes es aquel que evidencia la rela-
ofrece el material para la construcción social y ción entre la cultura y la percepción corporal
personal de su individualidad. (Dion et ál., 1972; Grogan, 1999). Bordo (1993),
Siguiendo la propuesta teórica de Zukin trazando las implicaciones sociales ligadas a la
(2004), el consumo puede entenderse como una delgadez, demuestra cómo estas cambian a lo
actividad simbólica que se aplica no sólo a bie- largo de la historia y cómo son, en gran medi-
nes, artículos y servicios, sino también a repre- da, construcciones culturales. El cuerpo firme
sentaciones sociales acerca de la mujer. Aunque y tonificado, por ejemplo, es representativo en
no se trate de artículos materiales, el intercam- la actualidad del éxito de quien lo posee, y desde
bio simbólico propio de la práctica del consumo el punto de vista cultural, la delgadez se asocia
se extiende también al conjunto de ideas que comúnmente con la felicidad, el éxito personal,
convergen en las prácticas de consumo. la juventud y la aceptación social.
Para la autora, el surgimiento de una cul- Siguiendo con la idea anterior, algunas
tura de consumo, la cual se entiende como un investigaciones se han centrado en el análisis
producto distintivo de la modernidad, se rela- histórico de los ideales estéticos relacionados
ciona con la creación moderna de lo que algu- con el cuerpo femenino presentes en las socie-
nos han denominan un “ser con capacidad de dades occidentales. En ese sentido, algunos
elección” (a choosing self). El desarrollo de este trabajos han señalado la posibilidad de estudiar
nuevo ser se vincula con el proceso de indivi- el cambio cultural en relación con los ideales
dualización, en el cual la identidad se separa de corporales, evidenciando el vínculo entre per-
una serie de características determinadas por cepción corporal y el contexto cultural en el
el nacimiento y se adscribe a un proceso indivi- cual se desenvuelven las mujeres, y cómo ese
dual y continuo modelado por la apariencia y el entorno cultural tiene una importante inciden-
rendimiento. Las personas viven vidas mucho
cia sobre la idea que construyen acerca de sus
más anónimas y racionales y los tradicionales
cuerpos (Gimlin, 2001; Orbach, 1993; Tiggeman
modelos de referencia de identidad colectiva e
y Rothblum, 1988). Estudios como el de Fallon
individual se debilitan. En ese sentido, el indivi-
(1990), por ejemplo, demuestran cómo la ideali-
duo es por lo tanto “libre” de escoger su camino
zación de la delgadez es un fenómeno reciente,
hacia la auto-realización.
siendo el resultado del marketing exitoso de la
De esa manera, en las sociedades de con-
industria de la moda, la cual se ha convertido
sumo es posible identificar esta “tendencia gene-
en el estándar de la cultura de la belleza en las
ralizada” en los procesos sociales y en las men-
sociedades occidentales contemporáneas.
talidades, la cual homogeniza ciertos deseos,
Otro foco de interés en el análisis del
los dirige hacia el consumo de productos y crea
cuerpo ha sido el estudio de la construcción
nuevos espacios en donde esos productos pueden
social de la feminidad, y cómo esta se encuentra
ser exhibidos, comprados y disfrutados.
vinculada con la percepción del cuerpo femeni-
no (Edut, 1998; Orbach, 1993; Passerinni, 1993;
ESTUDIOS SOBRE PERCEPCIÓN CORPORAL Wolf, 1991). En ese sentido, Chapkis (1986)
Y CONSTRUCCIÓN DE LA FEMINIDAD argumenta que la mujer se encuentra oprimida
por una máquina cultural global (construida a
En años recientes ha habido un renovado partir de la publicidad, los medios de comunica-
interés académico y popular en relación con el ción y la industria cosmética), la cual promueve
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un estrecho ideal de belleza occidentalizado a nino afecta la percepción que tienen de sus
escala mundial. cuerpos las mujeres a las cuales va fundamen-
Estudios antropológicos sobre el cuerpo talmente dirigida la publicidad: las jóvenes,
han provisto una perspectiva cultural compara- potenciales consumidoras de los bienes pro-
tiva que toma en cuenta los valores y creencias ducidos por las industrias de la cosmética, la
de individuos de sociedades y culturas distintas moda, la medicina y la alimentación, las cuales
(Mead, 1975; Pesenti, 1984; Sault, 1994). El mueven al año miles de millones de dólares.
interés por estudiar la construcción social del De ahí el interés principal por realizar una
cuerpo y de la feminidad desde la antropología investigación de este tipo en el contexto de la
radica en el hecho de hacer evidente el carácter sociedad costarricense que aborde, desde una
histórico y cultural de tales construcciones, perspectiva antropológica, las percepciones que
analizando no sólo el contexto, sino también construye un grupo de mujeres sobre ellas mis-
la manera en que cada mujer resignifica ese mas, en términos de sus corporeidades, y las
contexto. Es importante mencionar, dentro relaciones de estas con la construcción de su
de este campo, a Le Breton (1995) y su obra feminidad y la influencia del contexto en el cual
Antropología del cuerpo y modernidad, en la se desenvuelven.
cual se realiza un estudio del mundo moderno
desde una perspectiva antropológica y socioló-
METODOLOGÍA
gica cuyo hilo conductor es el cuerpo.
Según González Suárez y Guzmán Stein
Este trabajo combina métodos de investi-
(1994), los primeros trabajos sobre la mujer gación cuantitativos y cualitativos con el propó-
realizados en Costa Rica fueron elaborados sito de descifrar y evidenciar las vinculaciones
por hombres, cuyos contenidos eran una clara que existen entre los significados e interpreta-
expresión de enfoques androcéntricos sobre la ciones construidos por un grupo de mujeres en
mujer. Durante la primera mitad del siglo XX, torno a su cuerpo y su feminidad, y cómo estas
los asuntos de la mujer fueron ignorados por la reconstrucciones se vinculan con prácticas
mayoría de las disciplinas. Al inicio de los años específicas de consumo en un contexto deter-
setenta se empieza a reconocer a la mujer como minado.
objeto de estudio. Se construyeron hipótesis y Se aplicaron dos técnicas de recolección
propuestas alrededor de la dependencia y la vul- de datos: un cuestionario y entrevistas a pro-
nerabilidad femeninas, contribuyendo con ellos fundidad. El número de casos utilizados fue
a su mayor marginación. determinado con base en tres factores, siguien-
A partir de entonces se han realizado do el planteamiento de Hernández et ál. (2006):
varias investigaciones en ese sentido (Arroba, 1) la capacidad operativa de recolección y análi-
1996; Salazar, 2007). Un ejemplo es el trabajo sis; 2) el número de casos que, a nuestro juicio,
de Mora, Muñoz y Villareal (2001) sobre la ima- nos permitieron responder a las preguntas de
gen corporal en adolescentes estudiantes del investigación planteadas (principio de la “satu-
Liceo Monseñor Rubén Odio Herrera ubicado ración de categorías”) y 3) la frecuencia y acce-
en San José. En su investigación, las autoras sibilidad de los casos bajo estudio.
recogen experiencias de las jóvenes respecto a Como punto de partida, se aplicó un
la forma de vivir su feminidad en la adolescen- cuestionario entre los meses de febrero y marzo
cia, profundizando en las percepciones y signi- del 2006, a 100 mujeres universitarias con eda-
ficados que, a través de la educación, ellas han des comprendidas entre los 18 y los 25 años,
construido alrededor del cuerpo femenino. del área de Ciencias Sociales, el área de Salud
Tomando en cuenta la producción litera- y el área de Ingeniería. El objetivo de este cues-
ria anteriormente mencionada, podemos afir- tionario no fue el de establecer resultados que
mar que existe una preocupación general en pretendieran ser representativos, sino el de
torno al modo en que la promoción constante recoger información general sobre las prácticas
de la delgadez y de cierto tipo de modelo feme- de consumo de esas mujeres en relación con la
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salud y la estética y la incidencia de esas prácti- mujeres que trabajaban, 9 ganaban menos de
cas en la construcción de sus feminidades y las 100 mil colones al mes, 5 entre 100 y 200 mil,
percepciones de sus propios cuerpos. A partir 3 entre 200 y 300 mil y sólo una ganaba entre
de los resultados arrojados por el cuestionario, 300 y 400 mil. Nótese que la mayoría de muje-
los cuales se procesaron con el programa SPSS, res que trabajaban contaban con un promedio
se construyeron categorías de análisis con res- mensual no mayor a los 200 mil colones. Aún
pecto a las ideas acerca del cuerpo femenino y así, como veremos más adelante, los gastos
construcción de la feminidad de ese grupo de relacionados con la estética fueron importantes
mujeres. para la gran mayoría de mujeres, independien-
En un segundo paso, durante el mes temente de su situación laboral.
de octubre del mismo año, se escogieron seis En cuanto a las seis mujeres a las que
mujeres que previamente habían respondido al se le realizaron entrevistas a profundidad, la
cuestionario para trabajar con ellas entrevistas mitad de ellas no trabajaban. Entre las que lo
a profundidad. El objetivo de las entrevistas fue hacían, sus salarios mensuales eran de 135, 150
el de analizar con mayor detalle, desde sus pro- y 200 mil colones respectivamente. Por área
pias experiencias, las relaciones existentes entre de estudios se entrevistaron a dos estudian-
la percepción de sus cuerpos, la construcción tes de antropología, una de sociología, una de
de sus feminidades y sus prácticas de consumo. comunicación colectiva, una de medicina y una
Estas mujeres fueron seleccionadas aleatoria- de ingeniería industrial. Sus edades oscilaban
mente tomando en consideración su carrera entre los 20 y 24 años.
con el propósito de contar con representantes
de cada área de estudio.
2. AUTOPERCEPCIÓN CORPORAL
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cosas”. Tercero: junto a la idea de autocontrol, entrevistadas. Las actividades físicas que prac-
la idea de castigo se expresa cuando se consi- ticaban, el lugar donde lo hacían y los objetivos
dera que se han excedido las cantidades apro- de las mismas, revelaron muchas de las ideas
piadas de alimento, y en este caso se traduce en y percepciones que las mujeres entrevistadas
ejercicio físico, evidenciando la relación entre el tenían acerca de sus cuerpos. En efecto, el ejer-
ejercicio y la comida como formas de controlar cicio físico fue visto, en la mayoría de los casos,
y modificar el cuerpo. Una de las entrevistadas como un medio para lograr un cambio en la
comentó al respecto: “Si me como un helado, forma de ciertas áreas del cuerpo consideradas
lo que hago es que me subo a la bici una hora como “problemáticas” y como una actividad
más…salada…lo que hay que hacer es cuidar casi “obligatoria” para mantenerse delgada y
lo que uno come, no excederse, no mezclar tonificada. De las seis entrevistadas, todas reali-
carbohidratos y no comer nunca comida rápi- zaban algún tipo de ejercicio físico. El hecho de
da”. Cuarto: ideas como “no hay que mezclar que practicaran alguna actividad de este tipo no
los carbohidratos” y “comer equilibrado” nos es tan importante como los objetivos y el lugar
remiten a expresiones de tipo médicas que se donde lo hacían. Cinco de las entrevistadas asis-
utilizan para legitimar el control que se debe tían a un gimnasio, y el objetivo principal era
ejercer a la hora de comer. “estar en forma”: “Para mí lo más importante
Es importante señalar que estas actitu- del ejercicio es marcar músculos más que todo,
des las expresaron todas las mujeres entrevis- fortalecer piernas y panza… eso es en lo que
tadas, sin distinción de edad, carrera o poder más pienso cuando voy al gym…”.
adquisitivo. Como veremos más adelante, estas A partir de los comentarios anteriores
no son aisladas, sino que forman parte de todo notamos que los objetivos del ejercicio físico
un conjunto de ideas y prácticas bastante gene- realizado por estas mujeres se centraban en
ralizadas entre las mujeres que participaron en la modificación de alguna parte de su cuerpo.
el estudio. Nuevamente, la idea de control era el funda-
Un ejemplo de lo anterior lo constituye mento de la actividad física: se realiza porque,
el hecho de que 67 de las mujeres que res- a través de ella, se tiene poder de modificación
pondieron al cuestionario habían modificado
sobre el cuerpo. Durante las entrevistas, por
alguna vez sus hábitos alimenticios. La razón
ejemplo, fue interesante constatar la relación
principal de esta modificación tuvo que ver,
que se construía entre lo que se consideraba
para 41 de ellas, con razones estéticas. Además,
como saludable y lo que se percibía como esté-
39 de ellas lo habían hecho regularmente. Es
tico. A la hora de hablar de los ejercicios físicos,
importante puntualizar que, en el caso de cada
las entrevistadas comentaban constantemente
una de las tres áreas de estudio, las mujeres
los beneficios que para la salud significaba el
que habían modificado sus hábitos alimenticios
practicar algún tipo de ejercicio físico, aunque
fueron siempre mayoría con respecto al total de
resultaba evidente que lo que parecía primar
estudiantes encuestadas dentro de esa área. Si
eran los beneficios estéticos y poder de modifi-
tomamos en cuenta la edad, la misma tenden-
cación corporal de los mismos.
cia persistió.
Los resultados obtenidos en las entre-
vistas se reflejaron en los resultados de los
2.2. HÁBITOS DEPORTIVOS cuestionarios. De la totalidad de mujeres que lo
respondieron, 54 de ellas realizaban algún tipo
Junto con las actitudes hacia la comida de actividad física, y de esa actividad física, 48
y los hábitos alimenticios asociados a ellas, el practicaban ejercicios aeróbicos en un gimna-
ejercicio físico fue otro de los medios utilizados sio; el objetivo de esos ejercicios era, sobre todo,
para ejercer control sobre el cuerpo y modifi- modificar alguna parte del cuerpo. El hecho
carlo. Lo interesante de resaltar en este apar- de que los ejercicios físicos se realizaran en su
tado es la expresión de la autopercepción cor- mayoría en un gimnasio es importante porque
poral en el tipo de ejercicios que realizaban las nos revela cómo este tipo de infraestructura se
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maquillaje se encuentra entre una de las mayo- pelo especiales que compro en el salón… y me
res preocupaciones de las mujeres contemporá- hago las uñas todas las semanas…”.
neas: gastan dinero, tiempo, esfuerzo y energía El gasto en productos de belleza del
utilizándolo. De todas las prácticas de belleza grupo de mujeres analizado en nuestro estudio
en las sociedades occidentales, la utilización osciló entre menos de 5 mil para 13 de ellas,
de maquillaje es tal vez uno de los componen- entre 5 y 10 mil para 37, entre 10 y 20 mil para
tes esenciales de la identidad femenina (Wolf, 27, entre 20 y 30 mil para 12 y entre 30 y 50 mil
1991). De las seis mujeres entrevistadas, todas para 10. Para la mayoría, ese gasto era impor-
utilizaban maquillaje, aunque algunas sólo en tante en relación con otros y todas las mujeres
ocasiones especiales. Tres de ellas lo usaban que participaron en la investigación tenían
diariamente. Una nos comentó: “Siempre uso… algún tipo de gasto que tuviera que ver con este
me delineo los ojos siempre... eso nunca falla... rubro. Además, del total de mujeres, 83 de ellas
es más, nunca salgo sin los ojos delineados por- consideraron que la marca era más importante
que me siento fea”. que el precio. Al preguntárseles acerca de cómo
Lo que se desprende de los comentarios se enteraron de las marcas de maquillaje que
generales de las entrevistadas es la importan- utilizaban, 74 de esas 83 respondieron que a
cia de la apariencia y del uso del maquillaje en través de los diferentes medios de comunica-
la vida diaria de algunas mujeres. Algunas de ción, especialmente los anuncios publicitarios
ellas, por ejemplo, afirmaron no “sentirse ellas televisivos y en las revistas.
mismas” sin maquillaje: Además de los productos de belleza ante-
riormente mencionados, los tratamientos esté-
—Yo no soporto andar sin maquillaje… ticos como limpiezas de cutis, masajes reduc-
no salgo del baño sin pintarme las cejas, tores y blanqueamientos dentales figuraron
porque siento que no tengo… cuando entre los gastos relacionados con la belleza del
ando sin maquillaje no siento que sea grupo de mujeres analizado. Aunque sólo 18 de
yo… ellas se los habían realizado alguna vez, es inte-
resante resaltar que 62 mujeres de las 82 res-
Para algunas mujeres, el maquillaje se tantes se los harían si tuvieran los medios para
convierte en parte esencial de la construcción hacerlo. Entre los tratamientos mencionados, el
de la identidad femenina, y es tan importante blanqueamiento dental y las limpiezas de cutis
que no saldrían de la casa sin él. Así, el uso del fueron los más importantes. Entre las mujeres
corrector de ojeras, el delineador, el maquillaje entrevistadas, el blanqueamiento dental fue el
para cejas, entre otros, las hace sentirse “cómo- más mencionado.
das” en público. Para otras, el maquillaje sólo El deseo de realizarse este tipo de trata-
es utilizado en ocasiones especiales, siendo una mientos nos parece importante en la medida
práctica esporádica. Sin embargo, independien- en que refuerza muchas de las tendencias que
temente de su frecuencia de utilización, lo que hemos venido analizando. La idea del cuerpo
nos interesa resaltar es que por lo menos la como objeto modificable se refleja en el consu-
mitad de las mujeres encuestadas lo utilizaban mo (o deseo de consumo) de toda una variedad
diariamente, y que para ellas significaba un infinita de productos y tratamientos que prome-
gasto económico relativamente importante. De ten la modificación del cuerpo y/o de algunas de
acuerdo con los resultados de los cuestionarios, sus partes.
de la totalidad de mujeres, 76 utilizaban maqui-
llaje, de las cuales más de la mitad lo usaban
siempre. DISCUSIÓN
Además del maquillaje, otro rubro impor-
tante de consumo relacionado con la estética A partir de los datos expuestos, recono-
tuvo que ver con la variedad de productos de cemos que existe un discurso dominante en
belleza utilizados por las entrevistadas. Una de torno a la belleza física, y que hoy en día existe
ellas nos comentó: “Yo uso productos para el una gran presión social por ser bella y delgada,
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independientemente de la edad que se tenga y Aunque unas gastaran más que otras en maqui-
la carrera que se curse. Mediante un lenguaje llaje o cremas, para la gran mayoría el gasto en
dualista que opone la belleza a la fealdad, se este tipo de productos de belleza significó una
fundamenta toda una serie de cánones estéti- porción importante con respecto a su presu-
cos que, por su naturaleza, resultan difíciles puesto total, lo cual nos indica la manera en
de alcanzar para la gran mayoría de las muje- que las ideas sobre el cuerpo expresadas por el
res. Como lo plantea Arroba (1996), lo anterior grupo analizado se materializan en prácticas de
implica el surgimiento de una (in)satisfacción consumo determinadas, las cuales reflejan a su
corporal generalizada entre las mujeres entre- vez una forma específica de entender el cuerpo
vistadas y encuestadas, la cual se debe entender y su relación con el mundo que las rodea.
como subjetiva y socialmente determinada. Es En este inicio del siglo XXI, presencia-
importante resaltar lo anterior en la medida en mos una innegable creciente preocupación por
que la percepción corporal del grupo analizado el cuerpo. Dietas, medicamentos y avances en
no dependió del peso ni de la forma de sus cuer- campos como la cirugía plástica, han abierto las
pos, sino de la evaluación subjetiva de lo que posibilidades, en el mundo occidental, de cam-
significaba para ellas tener cierto tipo de cuer- biar la forma en que nos vemos. Como se discu-
po en el marco de una cultura particular. En tió teóricamente en la primera parte de este tra-
ese sentido, los resultados de esta investigación bajo, la representación de un estrecho rango de
muestran que la (in)satisfacción corporal del ideales estéticos no deja margen de duda acerca
grupo analizado no está relacionada de manera de cómo deben lucir las mujeres. Como lo sugie-
objetiva ni con el peso ni con la forma del cuer- re Chapkis (1986), la homogeneidad cultural de
po de las participantes. estos ideales, junto a la idea de que el poder de
De acuerdo con los datos obtenidos, pro- cambio se encuentra en nosotras mismas, ha
ponemos que existe una exaltación del cuerpo dado paso a una palpable insatisfacción corporal
que se caracteriza por un culto a la imagen y al surgimiento de sentimientos de culpa. Es
estética, tal y como lo afirma Díaz (2006), la necesario por lo tanto un cambio sustancial en
cual se compone de los siguientes aspectos: la manera en que se percibe el cuerpo, sobre
todo el femenino, en las sociedades occidenta-
1. Una evaluación del atractivo físico en les, para dar cabida a la gran diversidad estética
relación con ideales estandarizados de existente y al proceso de autoafirmación de las
belleza; mujeres en la sociedad contemporánea.
2. Una tendencia a la uniformización de los
cuerpos;
3. Una idealización de la delgadez; BIBLIOGRAFÍA
4. Una disciplina marcada por normas de
cuidado, control y vigilancia del cuerpo; A r roba , A nna . “L a con str ucción de la
5. Un consumo de cier tos productos y femeneidad en la era de la globalización:
actividades relacionados con la belleza y la el c a so de Cost a Ric a”. Pone ncia
salud; y present ada en el Tercer Congreso
6. Una insatisfacción corporal generalizada. Centroamericano de Historia. San José,
Costa Rica, 15 al 18 de julio de 1996.
Lo anterior se traduce en la creación de
ciertas conductas, costumbres y hábitos espe- Bordo, Susan. Unbereable weight: feminism,
cíficos, reveladores de ciertos valores culturales Western culture and the body. Berkeley:
relacionados con la belleza y la salud. La gran University of California Press, 1993.
mayoría de mujeres entrevistadas y encuestadas
compartían ese tipo de ideas, lo cual nos per- Chapkis, Wendy. Beauty secrets: women and
mitió distinguir tendencias generales a pesar the politics of appearance. South End
de su edad, su carrera o su poder adquisitivo. Press, 1986.
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92 Tania Cuevas Barberousse
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