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EN EL CAMPO EDUCATIVO
Elaborado por:
El cambio constituye un modo de vida, una necesidad irrenunciable que todos nos
sometemos de alguna manera, puede abarcar un amplio espectro, puede ser inesperado,
repentino, alterante, bienvenido y planeado.
Las resistencias a los cambios como lo menciona Robbins (1999), son de carácter
individual y organizacional; en cuanto a lo individual tiene que ver con las percepciones,
personalidades y necesidades, existiendo cinco razones para que los individuos pudieran
resistir al cambio, estas son: hábitos, seguridad, factores económicos, temor a lo
desconocido y procesamiento selectivo de la información. En lo respecta a las
organizaciones, éstas son conservadoras resistiéndose activamente al cambio, siendo las
fuentes principales: la inercia intelectual, enfoque limitado al cambio, inercia de grupo,
amenaza a las relaciones de poder y amenaza a la distribución establecida de los recursos.
Igualmente Bello (2003), revela sobre la rebeldía tecnológica, donde explica que la
rapidez que generan las nuevas tecnologías, su complejidad inicial y los consecuentes
cambios provocados por su aplicación práctica están ocasionando en las organizaciones una
especie de tecnofobia manifestada como una parálisis ante los cambios tecnológicos en su
sector y entorno.
Los aports que sobre el cambio expresa González revelan que para el cambio hay
necesariamente que renovarse, dejando a tras lo obsoleto y que también conlleva a
adaptarse y lograr su estabilidad; por otro lado Robbins, presenta razones de índole
personal (percepciones, factores económicos, seguridad y temor) y organizacional (inercia
intelectual y grupal,, amenazas de poder y recursos) sobre las resistencias al cambio que
afectan la productividad y el comportamiento de las personas. Asimismo, Nuñez y Gómez,
revelan que la actitud asumida constituye una resistencia al cambio, donde el individuo
fabrica barreras cuando no se siente seguro de lo que hace porque no confía en el cambio
percibido.
La mayor parte de los cambios que se han venido prediciendo en las últimas décadas
en relación con el uso de nuevos medios y materiales han sido absorbidos por las prácticas
de los profesores y acomodados a sus formas de instrucción.
Al respecto, Vázquez, 1994; Touriñán, 1998; Ferrer, 1998, aportan lo siguiente: las
tecnologías de la información obligan, no solamente a realizar modificaciones en la
organización de la educación, al crear entornos educativos, sino también de transmisión de
conocimientos y desarrollo de destrezas, habilidades y actitudes; la clave está en
transformar la información en conocimiento y, este, en educación y en aprendizaje
significativo. En este sentido la escuela debe organizarse para poder realizar todas estas
transformaciones.
Esto ocasiona muchas veces cierta incomodidad por parte del docente hacia el uso y
aceptación de las Tecnologías dentro de clase, perdiendo de vista muchas veces que el
objetivo primordial de las Tic no es aprender Tic sino aprender muchas cosas con ellas. La
implementación de ordenadores en las escuelas trae consigo una serie de cambios
educativos: por una parte es atractiva y de gran incertidumbre; por otra entusiasmo y
problemas; energía y debilidad; popularidad y alto interés público combinados con unos
resultados desconocidos. Se puede apreciar grandes contradicciones entre la consideración
de la cual se habla sobre las realizaciones técnicas y las enormes demandas de
conocimiento y destrezas de los profesores; convirtiéndose en una situación amplia y de
múltiples factores.
Conclusiones
Hoy en día es difícil concebir nuestra vida sin tecnología, y debido a esto la misma
se ha tratado de insertar dentro del ámbito educativo con el propósito de agilizar los
procesos de enseñanza y aprendizaje; ahora bien, esta nueva inclusión hace que nosotros
como docentes debamos ir más allá, y desaprender los viejos paradigmas educativos para
aprender de los nuevos y a su vez del estudiante, permitiendo así que ellos sean los
protagonistas de su propio proceso de aprendizaje y a su vez responsable del mismo.
El uso de las tecnologías obliga al docente a ser polivalente, donde tiene que
desempeñar múltiples roles y actividades. El docente debe cambiar, o por lo menos, adaptar
sus paradigmas sobre educación, aprendizaje y comunicación; donde se convierta en un
facilitador no en un sabelotodo, por lo tanto debe estar en constante innovación y
aprendizaje de nuevos conocimientos, bien sea conceptual o de sus alumnos.
Lo acotado por los autores refleja los beneficios e incongruencias que se han
presentado en la educación, por una parte se aprecia la relevancia y cambios que ha tenido
con la llegada de la tecnología con los ambientes web entre otros y por otro lado la
educación no ha asumido su papel que le corresponde para garantizar la preparación del
docente en el buen uso de esta herramienta de apoyo al aprendizaje o no ha exigido el uso
para la enseñanza. Además reflejan la importancia de contribuir cada día para disminuir las
resistencias con la llegada de las nuevas tecnologías haciéndose notorio en todos los
campos; sin embargo en la medida que se supere esta dificultad se puede garantizar el éxito
y eficacia de su implementación.
De todo lo mencionado nos atrevemos a decir que los cambios son tan necesarios
como el agua para la vida, permite renovar las estructuras y condiciones para el
aprendizaje, si lo asumimos de esta manera se puede dar paso a los avances y prepararse
para recibirlos.
Bibliografía
Calderón y Piñeiro (2004) Actitudes de los docentes ante el uso de las tecnologías
educativas. Implicaciones afectivas. Biné la Comunidad Académica en Linea.
Disponible:http://www.ilustrados.com/publicaciones/EpZyEkEVkVtsIRmuwh.php#i
ntro Consultado: 03 -05-2009.
Chin (2003), Tecnología. En Red. Disponible en:
http://www.monografias.com/trabajos11/Tecnol/Tecnol.shtml. Consultado el: 02-05-
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