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Comité Ejecutivo Distrital de San Borja

PARTIDO APRISTA PERUANO

BOLETIN DIGITAL

Difusión de Actividades

Comité Ejecutivo Distrital de San Borja


28/02/2010

www.aprasanborja.com

ÓRGANO DE DIFUSIÓN OFICIAL DEL CED SAN BORJA,

ELABORADO POR LA SECRETARIA DE PRENSA Y PROPAGANDA


Comité Ejecutivo Distrital de San Borja

DIA DE LA FRATERNIDAD
En la vida partidaria aprista, el “Día de la Fraternidad” quedó establecido el 22 de febrero de
1946, cuando Manuel Seoane en un emotivo discurso pronunciado en el Estadio Nacional de Lima
le dice a Haya de la Torre que le traía un recado que viene del corazón del pueblo y que "El
pueblo aprista esta vez sin consulta ni congreso, por mandato imperativo de abajo hacia arriba,
ha resuelto consagrar que de hoy en adelante y hasta cuando seamos polvo en viaje a las estrellas,
el día 22 de febrero como el “Día Aprista de la Fraternidad".

En esta fecha histórica los apristas recuerdan a Víctor Raúl Haya de la Torre, en su vida,
pensamiento y obra, como el máximo líder y fundador del aprismo, a la vez que le renuevan
lealtad a su filosofía y doctrina en aras de la emancipación económica, espiritual y mental del
pueblo peruano e indoamericano.

1931: DISCURSO PARA LA HISTORIA

El 15 de agosto de 1931, el pueblo de Lima recibió multitudinariamente a Víctor Raúl, joven


trajeado con chaqueta de cuero, la cabeza descubierta, en alto la mano izquierda, trayendo como
dijo el poeta, "la nueva aurora". Más de cien mil ciudadanos lo acompañaron entre vítores y
cantos, con ramas de palma en las manos, agitando pañuelos blancos y entonando a pie firme las
sagradas notas del himno nacional.

Desde un balcón de la Plaza San Martín, el joven revolucionario Víctor Raúl Haya de la Torre,
expresó: "En el ejército civil que es el Aprismo, vengo como soldado dispuesto a marchar al frente
y a llegar al sacrificio que se me pida. Ni venganza ni amenaza están escritas en las banderas del
Aprismo: sólo queremos y realizaremos justicia..."
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Explicó que el Estado anti imperialista será un "Estado técnico, Estado de participación de todos
aquellos que en una forma y otra contribuyan con su trabajo a la formación de la riqueza
nacional".

1934 Y 1946: EL JUBILEO APRISTA

En los años de 1934 y 1946, como ningún otro partido político, la dirigencia nacional acordó
liberar a todos sus militantes de la responsabilidad y la promesa de ser miembros del Partido
Aprista Peruano, en una especie de jubileo.

En 1934 declararon disuelto el partido aprista y las filas volvieron voluntariamente a engrosarse
por nueva afiliación. Y en 1946 repitieron la disolución y todos se reincorporaron decididos a
seguir formando parte del Partido del Pueblo con mayor fe, unión, disciplina y acción.

1946: OTROS PARTIDOS Y MEJOR DEMOCRACIA

Desde la Plaza de Toros de Lima, en 1946, Haya clamó la necesidad de que existiera mejor
democracia sostenida con partidos políticos bien organizados, con libertad de criterio y derecho a
la oposición: "¡Necesitamos otros partidos! No queremos ser solos. No se nos tache de partido
único por el hecho de que los otros no saben organizarse. Es necesario que se organicen".

HAYA: CANDIDATO A LA PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA

El primer domingo de septiembre de 1931, Haya de la Torre compite a la presidencia de la


República con el Comandante Luis Sánchez Cerro, quien había depuesto a Augusto B. Leguía,
perdiendo la elección debido a problemas en el cómputo y a la falta de garantías en las mesas de
sufragio.

En 1962 volvió a postular a la presidencia y un golpe de Estado anuló las elecciones en la que
Haya de la Torre había resultado ser el vencedor. El Ejército y la oligarquía plutocrática le
arrebataron nuevamente la victoria.
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QUE CADA UNO VOTE SEGÚN SU CONCIENCIA

Con Haya la Torre, el aprismo siempre levantó la bandera de la convivencia pacífica y la


fraternidad con todos los peruanos, propugnó nuevas formas de convivir y de coexistir sin
dictadores ni tiranos y convocó a la ciudadanía a cerrar filas contra el imperialismo, enemigo
común de los pueblos indoamericanos.

Cuando los dictadores de turno censuraban a los candidatos del APRA por temor a ser vencidos,
Haya de la Torre y los dirigentes apristas pudieron darse el gusto y el lujo de decir a sus
militantes, antes de una elección que "cada uno vote según su conciencia".

1978: PRESIDENTE DE LA ASAMBLEA CONSTITUYENTE

El 18 de junio de 1978, Víctor Raúl fue elegido presidente de la Asamblea Constituyente del Perú,
con más de un millón de votos. A los 84 años de edad, el 28 de julio de 1978, es ungido presidente
por larga mayoría, llegando a ocupar un cargo oficial por primera vez en su vida y recibiendo
como emolumento, y a su solicitud, la simbólica suma de un sol mensual.

Haya no fue jamás dignatario público, ni concejal ni diputado ni senador ni ministro, pero fue uno
de los más importantes líderes políticos y de mayor influencia en América Latina durante el siglo
XX.

CONDECORACIONES RECIBIDAS
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El 31 de agosto de 1977 recibió la condecoración de la Orden Francisco de Miranda, en su


Primera Clase, de manos del presidente de la República Carlos Andrés Pérez.

Haya agradeció la condecoración con estas palabras: "Señor presidente: es para mí un gran
honor recibir de sus manos esta condecoración, la primera y única que he recibido en mi vida. Me
propongo hoy más que nunca seguir la obra de Miranda como un humilde y devoto cumplidor de
su consigna histórica...Seguiremos manteniendo la consigna histórica que él nos dio: Unir a
nuestros pueblos que en la dimensión de su grandeza, pueden llegar a ser la primera nación del
mundo".

Poco antes de su muerte, Haya de la Torre recibe la más alta condecoración que otorga el Estado
Peruano, la Orden “El Sol del Perú", de manos del Primer Ministro Gral. Pedro Richter Prada en
representación del presidente Francisco Morales Bermúdez.

EL QUE DIVIDE, ENEMIGO ES...

Y en este persistente esfuerzo, decía Víctor Raúl: "Nada ha podido dividirnos, ni la intriga de
dentro ni la de fuera. Nuestras clases trabajadoras, conscientes del peligro cercano y
revolucionarios realistas han desechado todo divisionismo. Saben que el que divide, enemigo es...
Estamos todos juntos. Formamos la falange revolucionaria que nada ni nadie va a destruir".

UNA VIDA AL SERVICIO DEL PUEBLO

Haya de la Torre, por más de sesenta años, sin prisa y sin pausa, demostró su heroísmo en la
adversidad, en tenaz lucha con la muerte como "experto doctorado en adversidades".

Desbordó entusiasmo en el trabajo por los que menos tienen, dentro de un ambiente de
convivencia constructiva, despreciando el dinero y el bienestar material y legando el ejemplo de su
honestidad pública y privada. Al final de la jornada extendió sus manos limpias a la historia, cual
vencedor gigante cubierto con el manto de valores éticos.

Logró calar hondo en la conciencia del pueblo, por la conquista de las 8 horas de trabajo diario y
de los derechos humanos; por la gratuidad de la enseñanza; por impulsar la revolución integral y
la justicia social; por la creación de becas para estudiantes pobres; por fundar las Universidades
Populares González Prada; por promover la unidad política y económica de los países de América
Latina; por forjar y crear una doctrina de cambio social realista y flexible dentro de un Estado
descentralista y regionalizado; por la organización y conducción de un Partido policlasista,
disciplinado y bien organizado, emancipado de toda imitación europea y que agrupe a todas las
fuerzas seccionadas, pero a la vez que proteste también efectúe propuestas para la gran
transformación para que los peruanos tengamos el derecho a una vida digna, libre y justa.
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PORQUE HAYA MUCHO AMÓ

Por: Marco Flores Villanueva (*)


Nota preliminar del autor

El 14 de febrero del 2005, a ocho días de celebrarse el Día de la Fraternidad, el suscrito se sometió a
una cirugía que debió ser episódica pero que estuvo muy cerca de convertirse en una pesadilla
mortal. Tres días después, y con la dedicada ayuda de mi esposa Ludmila María, quien escribió con
cariño lo que mi corazón dictaba en palabras emocionadas, quise yo, no obstante las circunstancias,
rendir tributo al peruano más grande del siglo XX.

Cinco años después de la publicación de la entrega que nos ocupa, no encuentro mejor forma de
ofrecer un nuevo homenaje a Víctor Raúl que reproduciendo aquello que escribí de cara a la muerte.
Porque a pesar de tenerla cerca fueron dirigidos mis pensamientos, plasmados en un artículo
agradecido que pudo ser el último, a la memoria inmortal de Haya de la Torre, a su vida ejemplar y
sin mancha y a la huella indeleble que dejó su apostolado en la vida política nacional y allende las
fronteras de la patria que amó sin condiciones.

Viene, pues, este artículo, que es casi una oración, aquella que se alza reverente desde la tierra hacia
el infinito, allá donde reside el alma pura que habitó en vida al hombre que hizo de su paso por este
mundo una hermosa e inolvidable página de amor, entrega y sacrificio, y que no tuvo otro destino ni
otra finalidad que la conquista de la felicidad para todos los peruanos.

Boston, febrero 22 de 2010.

Escribo estas líneas en trance de convalecencia, luego de una cirugía casi mortal, porque me siento en el
urgente deber moral de honrar la fecha onomástica que estamos celebrando, a pesar del transcurrir de
nuestras propias vidas privadas que deberían ser, como fue la fructífera vida de Haya de la Torre, vidas
sin tregua, entregadas a una noble causa que merece y demanda de nosotros entrega, sacrificio y, para
describirlo con las propias palabras de Víctor Raúl, “profundo amor”.

Y con ese propósito he aludido intencionalmente a las palabras del maestro, para situar mi mensaje por
este Día de la Fraternidad en un contexto más humano que político, si la incisión conceptual me es
permitida. Fue enorme la personalidad de Haya de la Torre, porque todas las manifestaciones de su
figura proteica lo colocaron en un prominente sitial de la historia mundial; desde el político hasta el
filósofo, desde el luchador social hasta el líder carismático de un increíble partido de masas, desde el
organizador político hasta el estadista.

Pero todas estas características extraordinarias que hicieron de él un ser mítico, para todos los que no
llegaron a verlo en vida, y genial, para sus coetáneos, se subordinan, y son producto, de lo que fue la
esencia vital de Haya de la Torre; me estoy refiriendo a su profunda humanidad, que se constituyó en
la raíz de su pensamiento político y la verdadera inspiración de su impecable carrera pública.
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Porque Haya de la Torre fue, sobre todas las cosas, un hombre bueno, un maravilloso ser humano
enamorado de la condición humana, de sus penas y de sus alegrías, de sus aciertos y sus errores, de sus
derrotas y sus triunfos. Víctor Raúl fue un ser humano auténtico, encendido de sentimiento por el
prójimo al que quiso y abrazó sin condiciones, adversario o compañero de lucha, ofreciéndonos con
amor los 84 años de su vida y renunciando, sin condiciones, a su propia felicidad.
Haya de la Torre nos amó y habló de ese amor en público y en privado, en las plazas y los parques de la
patria dolida, o en la tranquila estancia de su oficina partidaria o en Vitarte. Su vida es un himno
inmortal al más hermoso sentimiento que pueda haber creado el ser humano sobre la tierra.

Por eso dio pan y agua al pobre con los comedores populares; por eso convirtió al partido en hogar de
niños en cada navidad; por eso catequizó a la política, que es lucha mortal por el poder, y la absolvió
con la pureza santa del sacrificio y la renunciación; por eso transformó el caudillismo garfo y la vanidad
del liderazgo en responsabilidad paternal y apostolado; por eso se divorció de los zaharaos de la clase
política boyante para vivir modestamente en una propiedad que nunca fue suya; por eso su oratoria fue
siempre magisterio, manantial de vida y verdad, nunca mendacidad o vehículo de sus propios intereses.

Porque Haya mucho amó fue el político o el filósofo que hoy todos admiramos. Porque Haya mucho
amó fue el genial creador de una ideología política aún presente en el escenario político internacional.
Porque Haya mucho amó fue el forjador de un movimiento político de masas que bajo su sabia égida
nunca convivió con él ni el dinero, ni la corrupción, ni la indecencia.

Pero todo esto fue posible porque Haya mucho amó y porque fue Víctor Raúl, primero y ante todo, un
hombre bueno, un alma pura, un ser esencialmente humano. Sin ese sentimiento que lo hizo grande, sin
ese legítimo respeto y amor por el prójimo que le permitió galvanizar su vida con las necesidades de las
grandes mayorías, la figura política que fue Haya nunca se hubiera manifestado en la dimensión
extraordinaria con la que pasó limpia y ejemplar a lo largo de todos estos años.

Ese es el más grande legado de Víctor Raúl, que parte de su vida privada y se proyecta a su carrera
pública, como un luminoso ejemplo sin parangón en la historia de la república. Un legado de amor, de
entrega sin límites, de sacrificio sin quincena que sus enemigos, dentro y fuera del partido, han querido
siempre manchar con el fango de sus acusaciones, con la cobardía de sus insinuaciones oscuras, o con el
vano intento de suplantar su recuerdo, o condenarlo al olvido.

Haya vivirá a pesar de todo y sobrevivirá a todos esas hostilidades, porque la fuerza de su legado es un
misterioso sentimiento universal que ha llevado a millones de seres humanos sobre la tierra a triunfar
sobre las fuerzas oscuras del mal. Ese sentimiento humano, esa vitalidad mística que ha construido la
paz donde hubo guerra y mueve aún el mundo hacia el porvenir, esa emoción humana que Haya abrazó
sin ambages con los brazos generosos de su alma noble no fue otra cosa que el más sincero y más puro
amor por el prójimo.

Y así el destino del continente indoamericano, a pesar de muchos y a pesar de todo, estará siempre
ligado a la memoria inmortal de Víctor Raúl Haya de la Torre. Porque Haya mucho amó.

(*) Fundador del Comité Distrital de San Borja, abogado, compositor y residente en Boston
(Estados Unidos).marcoludmila@msn.com
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RECORDANDO EL “DÍA DE LA PLANTA”

Por: Wilfredo Pérez Ruiz (*)

El 27 de enero de 1922, el joven estudiante trujillano Víctor Raúl Haya de la Torre -con los trabajadores
de Vitarte- institucionalizó el “Día de la Planta”. Una fiesta creada por esa generación influenciada por
el pensamiento de Manuel González Prada, por la creación literaria de Abraham Valdelomar y César
Vallejo y, fundamentalmente, por los importantes cambios sociales y políticos suscitados -en el contexto
internacional y nacional- en las primeras décadas del siglo XX.

Sobre esta histórica celebración, Luis Alberto Sánchez en su obra “Los burgueses” (1983) comenta:
“Las fiestas representativas de los obreros textiles de Vitarte se denominaban la Fiesta de Árbol y
consistían en plantar árboles en señal de sosiego, fertilidad y paz. A la Fiesta de Árbol de 1923, Haya
se hizo acompañar por José Carlos Mariátegui, quien acababa de regresar de Italia”.

Se trataba de una conmemoración en donde universitarios como Raúl Porras Barrenechea, Manuel
Seoane Corrales y otros, promovían sembrar árboles en el distrito de Vitarte -que carecía de especies
botánicas y áreas verdes- y se rendía homenaje a los luchadores de la conquista de las ocho horas de
trabajo (1919). Además, se recordaba las demandas de los obreros con los se identificaba esta que sería
la última promoción de políticos cultos e ilustrados de nuestra patria.

Por su lado, Felipe Cossío del Pomar en su libro “Víctor Raúl” (1961) destaca este acontecimiento de la
siguiente manera: “Víctor Raúl pide y obtiene ayuda del director de la Escuela de Agricultura, un belga
comprensivo. La celebración de la “Fiesta de la Planta” adquiere grandes proporciones. Acompaña la
plantación de cientos de árboles una fiesta deportiva, gran almuerzo popular y actos culturales en el
Cinema-Teatro. Así queda establecida “La Fiesta de la Planta” que ha de repetirse cada año. Con
estos actos Víctor Raúl va levantando su bandera justiciera...”

El “Día de la Planta” es uno interesante antecedente histórico para comprender las raíces del Partido
Aprista Peruano, creado una década más tarde por gran parte de los jóvenes que se integraron a las
luchas de comienzos del siglo XX. Pero, además esta actividad expresa el sentimiento de una juventud
comprometida con los trabajadores, influenciada por la revolución mexicana (1910) y la Reforma
Universitaria de Córdova (Argentina, 1918).

Es pertinente recordar las apreciaciones de Percy Murillo Garaycochea, en su publicación “Historia del
APRA” (1976): “El día en que dicha fiesta se realiza, congrega cerca de 5,000 trabajadores, pues a los
que en el pueblo viven, se suman los vecinos de Lima, Callao y pueblo y estancias vecinas...Después de
recibir a los viajeros, la multitud se congrega en el campo de deportes del sindicato. Vienen una serie
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de discursos de índole diversa, pero de idéntica tendencia; luego dase comienzo a los juegos atléticos:
múltiples carreras, saltos diversos, luchas variadas; hombres, mujeres y niños toman parte en el
certamen. Mientras tanto, la multitud plena de entusiasmo entona himnos revolucionarios, que
interrumpe para aplaudir a los vencedores. Transcurre así la mañana y conforme avanza el día llénase
de más y más entusiasmo el ambiente. Llega la hora de yantar, que dispersa la compacta multitud para
reunir a las gentes en grupos pequeños que se pierden en las casas. A las catorce, una banda de
músicos desafina pero alegra el ambiente, las gentes se congregan en el parque “9 de Enero”. Después
de uno o más discursos iniciales dase comienzo a la plantación de árboles variados....” Esta
celebración marcó el comienzo de un largo camino en la coincidencia con la ecología que caracterizaría
al Partido del Pueblo en su participación en la política nacional. Sus aportes -en los asuntos ambientales-
inicialmente incomprendidos fueron sustanciales en su propuesta programática.

En un documentado artículo titulado “Por un Perú con árboles” (La Tribuna, 2 de abril de 1946)
publicado con las siglas M.C.E. (según el líder histórico del PAP, Nicanor Mujica Álvarez Calderón, fue
escrito por Haya de la Torre) se señala: “En la Asamblea Municipal Aprista se ha hecho una gran
invocación en defensa del árbol. La hizo el propio jefe del partido en su discurso inaugural de aquella
concentración y se ha adoptado como resolución unánime: Hay que procurar despertar en nuestro
pueblo el culto al árbol”. “...En la costa, ésta es una necesidad. La deforestación de nuestro litoral es
algo clamorosa, la falta de zonas verdes en nuestras ciudades las caracteriza por su aridez, soleada e
inauspiciosa. Lima tiene algunas zonas verdes y avenidas, como la de Arequipa y suburbios como San
Isidro y Miraflores, que nos presentan ya como un pueblo civilizado. Pero es notable el abandono del
árbol en el resto del país”. Qué expresiones tan vigentes cuando el crecimiento desmedido de las
principales zonas urbanas de la costa peruana no cuenta con áreas con fines ambientales, sociales y
recreacionales.

Asimismo, la obra “Haya de la Torre y las universidades populares - El surgimiento de una cultura de
productores” de Raúl Chanamé Orbe, dice: “….En un intermedio de las celebraciones de la fiesta de la
planta se institucionalizó una ceremonia de siembra de arboles variados: fresnos, casuarinas y pinos
debían ser sembrados alrededor del poblado por trabajadores distintos, que tenían que comprometerse
a cuidarlos hasta su total crecimiento. Aquí está el principio pedagógico de cuidar la naturaleza para
conservarnos a nosotros mismos, la armonía hombre-naturaleza. Aquí están los principios difundidos
actualmente como son el naturismo y la conservación del equilibrio ecológico”.

Recordar el contenido solidario del “Día de la Planta”, demuestra la visión de esta generación y su
contribución humanista. Estos peruanos entendieron que la política es el arte de vincularse con los
asuntos del Estado, atender las expectativas de la población y las demandas sociales de los desvalidos.
Así lo concibieron los jóvenes que se enrolaron en la política y que permanecieron en la primera línea
para luchar y defender principios.

Es admirable la conducta de ese contingente de peruanos que creyeron en la justicia social y lucharon,
con fervor religioso, sin aguardar nada a cambio. Sus vidas fueron aventuras quijotescas no secundadas
por quienes han hecho de la política una inmoral forma de subsistencia. Su “semilla”, sembrada con
amor y desprendimiento, se ha podrido por la conducta de quienes distorsionaron la senda que ellos
forjaron.
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Cuando analizamos a esta “generación heroica y de peruanos fuera de serie”, como la denominará el
distinguido líder aprista, Carlos Roca Cáceres, sentimos admiración por un grupo cualitativo y diferente,
moralmente imitable, intelectualmente de avanzada y con una incuestionable nobleza que los llevaron a
formar el Partido del Pueblo. Su ejemplo nos recuerda que debemos transformar las organizaciones
políticas en instancias participativas que atiendan las reivindicaciones populares, espacios para servir a
la sociedad, tribunas permeables capaces de escuchar los reclamos de los pobladores e instituciones
transparentes, honestas y representativas de la composición social del país.

Nuestro homenaje a los que hicieron posible este esfuerzo conjunto. Fueron artífices de esta festividad
que vinculó entusiasmos, hermanó inquietudes cívicas, afirmó ideales, generó movimientos populares,
despertó conciencias y contribuyó a la consolidación de una disciplina interrelacionada con los anhelos
de los desvalidos: “...el derecho de habitar en ambiente saludable, ecológicamente equilibrado y
adecuado para el desarrollo de la vida y la preservación del paisaje y la naturaleza”.

(*) Docente, conservacionista, consultor en temas ambientales, miembro del Instituto Vida y ex
presidente del Patronato del Parque de Las Leyendas – Felipe Benavides Barreda.

Obreros y estudiantes en las celebraciones por el Día de la Planta en Vitarte.


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CONADIS: “LA PALABRA DEL MUDO”

Por: Fernando Pilco Castañeda (*)

El Consejo Nacional para la Integración de las Personas con Discapacidad (Conadis) es el ente rector de
las políticas públicas orientadas al apoyo e inserción social para este elevado grupo de peruanos que
bordea el 12.5% de la población nacional. En otras palabras aproximadamente tres millones de personas
padecen de algún tipo de discapacidad sea ésta de origen congénito, adquirida de manera accidental o en
cumplimiento del deber. Si tomamos cuenta clara de que las personas con discapacidad, hoy llamadas
personas con habilidades diferentes tienen todo el derecho de acceder a un empleo justo, educación
adecuada, seguro de salud y atención sicológica permanente entendemos que el Conadis debe
administrar un presupuesto acorde con la envergadura de su responsabilidad, no obstante este organismo
dependiente del Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social cuenta en la actualidad con un presupuesto
para el año 2010 de cinco millones quinientos cuarenta y cinco mil novecientos veinticuatro nuevos
soles s/. 5, 545,924.00, cifra que si tuviéramos que distribuir de manera per cápita alcanzaría a un sol
con ochenta y cuatro céntimos de soles s/. 1.84. Anuales para cada persona con discapacidad,
presupuesto que comparado con el que se asigna para la alimentación de los reclusos del Perú que
asciende a cuatro nuevos soles (s/. 4.00) por día, se constituye realmente en un presupuesto ridículo e
inadmisible por decir lo menos, cuando la pobreza y discapacidad asociadas convierte a quienes la
padecen en el grupo de compatriotas del sector social más vulnerable y vulnerado del país.

En el tema de la discapacidad el Estado Peruano ha suscrito y ratificado sendos convenios


internacionales de reconocimiento de los derechos de la personas con discapacidad, por ejemplo el 31
de diciembre del 2007 la convención de la Organización de Naciones Unidas (ONU), vigente desde
mayo del 2008, señala taxativamente que los estados integrantes deben promulgar y/o adecuar su
normatividad legal a fin de constituir programas de acción que garanticen los derechos de las PCD, en
tal sentido el estado peruano desde hace más de diez años ha promulgado la Ley N° 27050 conocida
como “Ley de las Personas con Discapacidad” más aún, el presente gobierno está denominado como “El
Decenio de las Personas con Discapacidad”, incluso se ha promulgado una Ley de sanciones al
incumplimiento de la ley 27050, todas éstas llenas de normas declarativas y bien intencionadas de la
responsabilidad del estado hacia este sector de conciudadanos, pero que lamentablemente son letra
muerta, porque nadie las cumple, ni siquiera son tomadas en cuenta; lo que es peor ni el propio estado
las recuerda, para confirmar esta afirmación sólo hay que revisar la norma que señala a la letra :” las
entidades del estado reservaran el tres por ciento de las planillas para las PCD”, la misma que
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evidentemente no se cumple casi en ninguna institución gubernamental, solo por resaltar un caso ya que
para muestra basta un botón.

En este contexto de la realidad peruana sobre la discapacidad, donde no existe una focalización efectiva
dentro del territorio sobre la incidencia, alcances y los tipos de discapacidad prevalecientes, donde el
tema de la accesibilidad es aún incipiente en las zonas urbanas, y ni que decir en las zonas rurales,
donde la educación inclusiva carente de una adecuada capacitación previa, infraestructura y material
idóneo para cada tipo de discapacidad; han pasado a ser solamente un buen deseo que linda con una
ilusión al igual que la educación especial que es casi nula, cuando el acceso al trabajo digno es una
quimera, el alcance a la información , la cultura o la recreación, a través de los medios de comunicación
masivos se torna excluyente y hostil, donde no se incorporan a las PCD en los proyectos de desarrollo
social urbanos y rurales manejados por el gobierno central, el gobierno regional e inclusive el local,
donde la atención de la salud y aun la certificación de la discapacidad es limitada, cuando no existe un
respeto democrático en la participación de los gremios de PCD en los diferentes estamentos de la
sociedad y el estado, cuando no se ha establecido un programa sostenible de sensibilización de
autoridades y sociedad civil porque no hemos internalizado más allá de las frases hechas y los gestos de
pacotilla que la discapacidad no es incapacidad, poco o nada podrá hacer el Conadis, menos aún
contando con tan exiguo presupuesto producto más de la indolencia y la enraizada discriminación que
de la precariedad económica.

Por ello, hoy más que nunca cuando nos acercamos al momento de elegir nuestras nuevas autoridades
locales y, posteriormente, regionales y nacionales; debemos incluir con fuerza prioritaria en la agenda
política esta problemática social y exigir propuestas efectivas que permitan empezar a superar de manera
paulatina, razonable y sostenida el drama de las PCD y sus sacrificados familiares.

Sólo por el hecho de estar vivos, todos y cada uno de nosotros somos propensos, a convertirnos en
personas con discapacidad, si no aquilatamos el problema en su real magnitud y no somos parte de la
solución entonces… somos parte del paisaje. Entre ciudadanos de buena voluntad y compañeros
sensibles, dispuestos a conjugar el verbo “trabajar” sin desmayo en base a una agenda política humana,
inteligente e inclusiva: EL PERU AVANZA.

* Ex Presidente del Consejo Nacional para la Integración de las personas con


discapacidad
* Ex presidente de la Sociedad de Beneficencia de Lima
* Colaborador permanente del programa radial “La Palabra del Mudo” (Radio Bacán
Sat)
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ELECCION DE DELEGADOS

EN SAN BORJA

Cumpliendo con el cronograma de la comisión organizadora del XXIII Congreso Nacional del Partido
Aprista Peruano, previsto del 5 al 7 de marzo, se eligió el domingo 7 a los dos delegados que
representarán a los integrantes del Comité Distrital de San Borja en este importante evento partidario.

La elección se realizó dentro del habitual ambiente de fraternidad que caracteriza a la militancia
sanborjina y contó con la asistencia de, aproximadamente, 200 compañeros, quienes ejerciendo la
tradicional democracia interna del aprismo eligieron a sus delegados.

Masiva concurrencia en la elección interna de delegados en San Borja.

Los postulantes, en esta elección interna, fueron los compañeros Rosario Veintemilla de Alvarado,
Carlos Villarán Salas y Luis Carreño Martínez. Siendo elegidos, por amplia mayoría, los dos primeros
para representar a nuestra base en este conclave partidario en el que se debatirán trascendentes temas
sobre la estrategia política en los próximos procesos electorales y se elegirá al nuevo Comité Ejecutivo
Nacional del Partido del Pueblo.

Este importante proceso eleccionario estuvo enaltecido con la visita de la compañera Nidia Vílchez
Yucra, ministra de la Mujer y Desarrollo Social, quien se comprometió a acompañarnos en las
actividades que el Comité Ejecutivo Distrital de San Borja organizará con motivo del “Día de la
Fraternidad”. Esta será la segunda vez, en tan solo dos meses, que nuestra base cuenta con la
concurrencia de un ministro de estado. Anteriormente, estuvo con nosotros el c. Aurelio Pastor
Valdivieso, ministro de Justicia en un almuerzo de confraternidad en diciembre.

San Borja, febrero de 2010.


Comité Ejecutivo Distrital de San Borja

HOMILÍA EN RECUERDO DE
VICTOR RAUL HAYA DE LA TORRE

El sábado 20 de febrero el Comité Ejecutivo Distrital de San Borja llevó a cabo, en la Capilla Beato
Juan XXIII, una misa conmemorativa por el onomástico de Víctor Raúl Haya de la Torre. A la homilía
asistieron numerosos y representativos integrantes de esta base partidaria.

Este acto religioso, realizado por la comisión organizadora presidia por el c. Víctor Ugarte Prada, sirvió
para fortalecer los vínculos de hermandad y fraternidad entre la militancia aprista. Por su parte, el
secretario general del Comité Ejecutivo Distrital de San Borja, Arturo Loli Caballero, expreso las
gracias por la asistencia a este acto: “…Agradezco su participación en esta homilía en recuerdo de
nuestro jefe y fundador, cuyo ejemplo de vida, entrega a plenitud por la causa del pueblo y testimonio
impecable de valores cristianos y decencia ciudadana, nos debe inspirar a seguir su huella”.

c Victor Ugarte Prada. Militantes de San Borja en sentido recuerdo.

Esta fue una nueva ocasión para reafirmar el genuino sentimiento que une a nuestra militancia y
reafirmar nuestra profunda fe cristiana y, especialmente, recordar al jefe y fundador del Partido del
Pueblo, cuyo liderazgo y lucha por la justicia social lo ha convertido en uno de los peruanos más ilustres
del siglo XX en nuestra patria.

San Borja, febrero de 2010.

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