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voces
Pedro Pablo Oliva ( 0 ) Palabras
Yoani Sánchez ( 1 ) La Cenicienta y el pintor
Natacha Herrera ( 4 ) Entrevista inédita a Mike Porcel
Miriam Celaya ( 8 ) Evolución versus Revolución: el signo de la vanguardia social
Pedro Campos ( 11 ) Cuba: la obsoleta fabricación de enemigos

Ín8ice:
Ernesto Morales ( 14 ) Decálogo del blogger cubano
Jorge Enrique Lage ( 17 ) Criptografía cubana
Armando Valdés Zamora ( 19 ) La vida está en otra parte
Ahmel Echevarría ( 23 ) Como una oruga blanca
Fernando Villaverde ( 26 ) El ingeniero
Francis Sánchez ( 30 ) Por el hueco de la sábana
Félix Guerra ( 32 ) Odas
Dalila Douceca (34) Pavimento
Abel Caín ( 36 ) El confesionario
Miguel Iturria ( 43 ) Música de cámara y atonías existenciales
Dimas Castellanos ( 46 ) Cuba: sinrazones del partido único
Calvert Casey ( 51 ) Diálogos de vida y muerte
Enrisco ( 54 ) Qué es un martillo: nuestro apostolillo

Orlando Luis Pardo Lazo ( 60 ) s/t

Diseño de Contraportada: Rolando Pulido


Reverso de portada: Pedro Pablo Oliva
la habana, mayo 2011

www.vocescuba.com
www.vocescuba.com
vocesvocesvoces@gmail.com
vocesvocesvoces@gmail.com
LES CONFIESO QUE no hubiera Una serie de acontecimientos
querido hablar nunca de estas donde quedó involucrada la Casa
cosas. Han sido y son demasiado Taller, desencadenó con el
fuertes para tenerlas presente tiempo la carta que escribí a
en mi memoria. Quisiera Yoani Sánchez y que fue
borrarlas. Si lo hago es porque publicada en su blog con mi
algunos amigos me han pedido que aprobación. Considero hoy que
no me quede callado y porque las aquellos sucesos fueron mal
cosas comenzaron a tomar un giro manejados por las instituciones
que me obliga a comunicarlas. públicas. El empleo de métodos
Creo hoy que es lo mejor. violentos nunca sirvió ni
servirá para aplacar nada en el
Amo mi país. Quienes me conocen mundo de las ideas (les remito a
saben que no es palabra dicha en la Declaración de la Casa Taller
falso. Preferí quedarme en mi publicada en el sitio
sitio, ese que me vio empinar www.casatalleroliva.org).
papalotes y recoger romerillos y También había concedido una
que tanto necesitaba de un soplo entrevista para el programa
nuevo y una visión diferente de radial de Miami “La noche se
las cosas. mueve”, dirigida por Edmundo
García, quien ha realizado
Vengo del mundo de la creación frecuentemente entrevistas en la
artística y el pensamiento. No Isla a otros intelectuales
acostumbramos los artistas a cubanos.
quedarnos anclados en el terreno
de lo que nos dicen, indagamos y Mis palabras expresadas en ambos
vamos en busca de otra sitios infringían o contradecían
explicación del mundo y nos los estatutos ideológicos y el
parece mucho más convincente un código de ética, por el cual se
árbol repleto de flores que la rige la estructura de gobierno,
demagogia de un funcionario. No firmado por mí al asumir mi
dejamos nunca de cuestionarnos responsabilidad en el Poder
la realidad y transformarla, aún Popular. Es por eso, que estuve
cuando nos digan ingenuos y de acuerdo con el delegado que
desinformados. hizo la denuncia.

Cuando hace unos cuantos años se Busco como todo ser humano que
me preguntó si estaba dispuesto ama a su país, una sociedad
a formar parte de la Asamblea mejor, pero esa búsqueda no
Provincial del Poder Popular siempre tiene que coincidir con
como Delegado y dije que sí, lo las ideas de un partido. No
hice porque me pareció oportuno idealizo ninguna sociedad. No
participar, en el contexto de la soy ciego, en las que he vivido,
provincia, ayudando no solo con he palpado que las diferencias
mi proyecto de la Casa Taller y sociales acentúan la pobreza. La
con mi trabajo como creador, nuestra no ha cesado de tener
sino también con mi modesto sus remiendos cada cierto
criterio para contribuir al tiempo. Todas están ahí para
mejoramiento en la esfera de la mejorarlas con la crítica o el
cultura. cuestionamiento.

Por otra parte, pensé que era Se me acusa, entre otras cosas,
extraordinario conocer más de de haber hecho públicos mis
cerca el funcionamiento de un pensamientos en el “terreno de
órgano que tenía vínculos más la disidencia”. No temo a ningún
estrechos con el hombre espacio. Por otra parte estoy
cotidiano. La realidad siempre convencido que ningún órgano de
será mucho más que lo que puede prensa oficial, ni periódico, ni
decir la prensa o la televisión. radio, ni televisión, ni sitio
La verdad que creemos palpable a web hubiese publicado mis
veces puede resultar otra palabras, aún cuando asumiera mi
verdad. total responsabilidad. En todo
caso, participar con ideas en
Cuando se me citó para otros espacios de debate no
informarme sobre la denuncia que implica, en modo alguno,
un delegado había presentado en pensamientos semejantes.
mi contra con el criterio de que
ya no poseía las condiciones Se me cuestiona también el
necesarias, por las cuales fui mantener relaciones de amistad
elegido y que solicitaba se me con ciertos “elementos
evaluara para la separación de contrarrevolucionarios”. Los
esa responsabilidad, confieso amigos los escojo yo. La gente
que nada me tomó por sorpresa. que me conoce sabe que lo mismo

{ V●0a }
converso con un convencido titánica labor, pero aún más lo
comunista que con un liberal, será intentar unificar la nación
una vendedora de dulces sin espiritualmente. Ha sido mucho
interés en la política, un el desgarramiento. Pero, eso sí,
jubilado, un maestro, un tengo el derecho a no estar de
buquenque o el llamado agente acuerdo con un método u otro.
Robin. No discrimino filiaciones Tengo el derecho a la duda.
políticas en mis relaciones con
los demás. La comisión de ética creada para
valorar la denuncia contra mí,
Siempre he agradecido a un determinó que me había pasado a
proceso social llamado “las filas de la disidencia”, en
Revolución y al cual, lo digo en los términos que políticamente
la entrevista radial, le debo se valora en el país. Los demás
haberme podido formar como delegados y hasta el presidente
creador. Pero soy un hombre que de la Asamblea Provincial del
no se queda callado ante lo que Poder Popular aprobaron no solo
considera errado. la calificación de “disidente” y
“contrarrevolucionario” sino que
Quiero dejar algunas cosas aportaron, entre muchas, la de
claras porque también sé lidiar traidor a la Patria y hasta
con la estrechez de pensamiento anexionista, expresiones que no
y las manipulaciones. No me paga había escuchado ni para los más
la CIA, no me sostiene la radicales opositores. Me niego a
Fundación Cubano Americana, ni aceptar esas acusaciones por el
ninguna otra, ni las embajadas solo hecho de haber expresado
polaca y checa, con las que mis ideas.
tengo las mejores relaciones
culturales en un clima de Tomamos la difícil decisión de
respeto. Lo que poseo lo he cerrar la Casa Taller, porque la
logrado a fuerza de trabajo. dirección del Poder Popular,
Duro ha sido no haber perdido la consideró que el proyecto se
lengua en estos años. había desviado de los objetivos
culturales por los cuales fue
Las sociedades donde todo el fundado. Como si la cultura no
mundo piensa igual, sobre todo fuese pensamiento, lucha y
en terrenos tan polémicos como contradicciones.
la política o la ideología, no
existen, y qué bueno. La Este hombre al que hoy le han
inmovilidad de pensamiento es el colocado el traje de “disidente”
cáncer de los procesos sociales. o “contrarrevolucionario” no
Los que me conocen del mundo tiene ninguna intención de
artístico saben que siempre opté partir de este país. Esta tierra
por la obra crítica porque me nos pertenece a todos por un
parecía que la primera función derecho que no lo otorga un
del arte era ayudar a mejorar la partido. Creo que fidelidad a la
sociedad con el cuestionamiento Patria no es fidelidad a un
o la denuncia. Eso me llevó a partido. Un partido es una
asumir unas veces el espíritu de propuesta social, y la Patria
un sociólogo, o de un psicólogo, guarda en sí el pensamiento y el
y otras simplemente, el análisis corazón de todos.
del hombre-artista enfrentado a
su tiempo. Dejar constancia de Seguiré soñando con un país
mi época fue el principio y fin mejor, derecho que tengo como
de mi trabajo, recoger parte del ser humano. Aquí me quedo, esta
estado espiritual de los años es mi tierra y mi gente. Los
que me tocó vivir. conflictos del país, económicos,
espirituales y políticos,
Todo material de pensamiento tendrán que ser resueltos por
sobre Cuba es de mi interés, sea nosotros los cubanos. Los que
publicado dentro o fuera del vivimos dentro y fuera, con
país. Me gusta leer a quien nadie más. Duermo hoy tranquilo,
piensa diferente. La Isla hace mañana volveré a coger mis
rato que no termina en sus pinceles.
bordes.

Vivo en un país marcado cada día


por gente obsesionada con partir
a cualquier sitio. No es ese el
país que soñé. Sé que el
presidente de la nación está ______________________________
haciendo esfuerzos por organizar Pedro Pablo Oliva,
nuestra maltrecha economía, Pinar del Río, 23 Mayo 2011

{ V●0b }
( yoani
sánchez)
( l a c e n i c i e n t a y e l p i n t o r )

LA CENICIENTA, la cola de este caimán ale- Y tomando de la mano —o sirviéndole


targado, el punto más occidental de un país de muleta— a esa damisela alicaída que es Pi-
que hace mucho tiempo dejó de decirse a sí nar del Río, están sus pintores. ¡Vaya zona
mismo occidental. Eso es Pinar del Río, un lu- para dar pinceles, figuras que salen de la es-
gar que ha quedado en el recuerdo de miles trecha marquetería de un cuadro, de los con-
de habaneros por pasar allí nuestras largas tornos trazados en acrílico u óleo! Sin alum-
escuelas en el campo, con sus madrugadas brado público en sus calles, le ha tocado sin
frías y la resina del tabaco que se nos pegaba embargo el perenne resplandor de la creación
a la ropa y nos arrancaba los pelos del brazo. artística. Cuando en enero de 1998 el avión
Territorio en sentido contrario, eso también de Juan Pablo II sobrevoló la región, en las
es, si no me lo creen intenten comprar un bo- azoteas y los patios miles de pinareños apun-
leto de tren u ómnibus en Santa Clara o Ca- taron con trozos de espejos hacia la nave pa-
magüey para viajar directo hacia esa urbe pal que nunca aterrizaría allí. Porque esta
deslucida que está a 150 kilómetros de la ca- porción relegada de nuestra isla, tiene fasci-
pital. Nada llega desde el centro o el oriente nación con las piruetas que hace la luz, está
de Cuba hasta la tierra del Cuyaguateje. Con rendida a los reflejos y las fosforescencias.
su cine Praga cerrado y su Coppelia de un Quizás por eso, fue justamente allí
único sabor, Pinar del Río es —en cierto senti- donde se concibió y se realizó “El gran apa-
do— más Isla que la propia Isla de Pinos, más gón”, obra de Pedro Pablo Oliva, que ha sido
pantanosa que la ciénaga de Zapata, más ári- catalogada por muchos como el Guernica cu-
da que la reseca Guantánamo. Porque la suya bano. La oscuridad, los rostros desesperados
es la poquedad llegada con el olvido, la se- —no por los obuses sino por las penurias del
quía que trae la emigración constante de los Período Especial—, fueron trasladados por
suyos hacia tierras de mayor esperanza, el Oliva desde su realidad de provincia reitera-
sopor resultante del colapso económico ador- damente afectada hasta el caballete. Aunque
nado con vallas rebosantes de triunfalismo. en ese momento ya había hecho una obra dig-
Reconozcámoslo, los cuentos infantiles na de estar colgada en museos de todo el
—y las fábulas políticas— nos han engañado. A mundo, fue su recreación del descalabro ma-
la Cenicienta no le dieron siquiera el zapato terial y moral de aquellos años la que lo ubi-
que le prometió un príncipe cuyo interés nun- có en el imaginario visual de sus compatrio-
ca fue realmente el de instalarla en palacio. tas. “Tenía que ser pinareño”, decíamos to-

{ V●1 }
dos y no en referencia a los chiste crueles na”, comenzó a contar por ahí lo que creía
que se hacen sobre quienes nacieron en esa acerca de algunos temas espinosos. Asuntos
zona del país. Lo decíamos porque sabemos ante los cuales otros guardan cuidadoso mu-
que para ellos la oscuridad suma el doble, la tismo. Oliva bien podía haberse callado tam-
miseria es mayor, el desengaño más profundo. bién. Recordemos que la posibilidad de co-
Así, como quien tiene una luciérnaga merciar su arte en el extranjero y de ganar
en la mano, Pedro Pablo Oliva fue encendien- en esa moneda fuerte —con la que no nos pa-
do el crepúsculo. Abrió su casa-taller en una gan los salarios— ha sellado la boca de más
rotonda circunvalada de viviendas coloniales, de un artista. Los hemos visto renunciar al
que de pronto se convirtió en el punto más conflicto, al precipicio de la crítica, y trasto-
vivo de toda la villa. Después de atravesar el car el trazo atrevido de sus balsas que esca-
amplio portal se llega a una sala de mecedo- pan por una mansión en la zona más protegi-
ras y esculturas por todos lados. Un grifo he- da de la capital.
cho de barro muestra una perenne gota de Ninguna posesión material alcanzada
agua que nunca cae sobre la madera de la con el talento sería obscena si no estuviera
mesa donde está colocado. El patio al final también acompañada de la complicidad y la
de la casona es también como el propio Oli- simulación. De posturas así, lamentablemen-
va: acogedor, risueño, sabio. Y con el pincel te, parece enfermo el arte cubano que se ha-
en la mano nos podíamos topar en su cuarto- ce al interior de la Isla. Demasiadas concesio-
estudio al mismo hombre que mezcla con nes, demasiado miedo, demasiada UNEAC,
atrevimiento tonos en sus pinturas y amigos demasiado Abel Prieto, demasiado “dentro
en la vida. de la Revolución todo, contra la Revolución
Cuando ganó el Premio Nacional de Ar- nada”. Se nota en cada trazo, se percibe en
tes Plásticas en 2006 pensábamos que sólo le los giros folclóricos y costumbristas que inun-
esperaba el reposo. La abulia plácida que dan los lienzos, en los motivos cómodos que
embarga a quienes creen haber alcanzado la se adoptan para vender y no meterse en pro-
cúspide. Pero él decidió seguir metiéndose en blemas.
problemas, lo que para un pintor significa Pedro Pablo Oliva hubiera podido elegir
continuar pintando. También empezó a for- envejecer en paz, mantener el “título nobi-
mar parte de la Asamblea Provincial del Po- liario” que le había otorgado el Poder Popu-
der Popular, lo cual no tiene nada que ver lar, recluirse en su casona de alto puntal o en
con el arte pero sí con ciertas ilusiones que los viajes al extranjero. El día en que decidió
albergaba. Creía poder influir en el derrotero pronunciarse lo ganamos para nosotros, pero
nacional como un ciudadano, desde la silla de él comenzó un largo camino tan oscuro como
un delegado y militando en el único partido “El gran apagón”. El hecho —entre otros— de
permitido por la ley. Hasta qué punto esa fi- dar una entrevista y enviar una misiva donde
liación ideológica le permitió bregar con declaraba estar a favor de la existencia de
suerte en su labor pictórica, es algo que to- otros partidos, le ha traído un castigo despro-
dos nos preguntamos. Pero prefiero creer que porcionado y unos ataques verbales que deni-
la osadía de su paleta compensaba cualquier gran más a quienes los lanzan. Considero que
otra prudencia, cualquiera de sus controver- estando o no en la misma orilla ideológica
tidos aplausos. que él asumió, no es este el momento de re-
Vivimos ahora, sin embargo, tiempos de criminarle haber optado por la sinceridad.
definiciones extremas y encasillamientos es- Darle la bienvenida comprensiva al grupo de
tereotipados. Alguien que pueda lo mismo ha- los inconformes, es la manera de decirle a
blar con el Ministro de Cultura y a su vez asis- quienes no se han atrevido a pronunciarse
tir a una recepción en una embajada europea críticamente, que del lado de acá no les es-
no cabe en ninguno de esos moldes que cada pera ni el regaño ni la venganza, sino el apo-
día ganan más fuerza jurídica y mediática. De yo. A buena parte de los que hoy somos sata-
manera que Pedro Pablo Oliva sintió cómo nizados por la propaganda oficial, nos tocó un
crecía la ojeriza, los susurros tras sus espal- día elegir entre la máscara o el castigo. No
das y le ponían —una y otra vez— las zanca- fue un proceso fácil, tuvo mucho de titubeo y
dillas para verlo negar o negarse. Como es un de culpa, de gente advirtiéndonos que íba-
guajiro llano y franco, capaz de decir “mira mos a “ser manipulados” como si ya por dé-
qué triste se ha puesto de pronto la maña- cadas el gobierno cubano no hubiera estado

{ V●2 }
manipulando nuestro silencio, sumándonos
—al no pronunciarnos—- a las cifras engorda-
das de quienes aplaudían. Ahora el pintor de
un “Saturno devorando a sus hijos” casi pre-
monitorio, se ha señalado públicamente como
alguien que no se calla lo que piensa.
La carta que escribió en su sitio de in-
ternet, a raíz de ser destituido de sus funcio-
nes como diputado, así lo atestigua. En ella
no percibo un conveniente mea culpa por
pensar, por decir, por contactar con gente
como Dagoberto Valdés o con la diminuta ser-
vidora que redacta estas líneas. Su texto pa-
rece más bien el testamento de un desenga-
ñado. La misma reflexión que hubiera podido
escribir mi padre cuando vio al ferrocarril
que amaba hundirse en el caos, o la que una
veintena de filólogos, graduados conmigo en
el año 2000, repetirían si se les preguntara a
lo largo de los cuatro puntos cardinales por
qué se han ido de un país donde el futuro no
se avista. No hay arrepentimiento, pero sí do-
lor en cada frase de esa declaración pública
de Pedro Pablo Oliva, cuyo caso ya tiene la
etiqueta en Twitter de #PPO. Es la molestia
de quien se creyó que “cambiar todo lo que
debe ser cambiado” no era sólo una frase lan-
zada desde la tribuna o música para los oídos
de los ingenuos.
Hoy la rotonda de la calle Martí está
tan oscura como el resto de Pinar del Río. Pa-
rece el talón lastimado de una Cenicienta
tratando de colocarse aquel zapato que no
fue hecho para pie humano alguno. Un siste-
ma que aparta a alguien con la capacidad
creativa y la sinceridad de palabras de Pedro
Pablo Oliva, no puede hacernos creer que
quiere el bien para la nación, lo mejor para
sus hijos. Si incluso a quienes militan en sus
filas y coinciden con su ideología, se les cie-
rran sus centros culturales y se les acusa de
“traicionar” a la patria, qué quedará para los
contestatarios, los frontalmente opositores,
los escépticos de siempre.
No es que este vaya a ser un caso que
remueva la conciencia de otros artistas y ha-
ga salir la voz que tienen trabada en las gar-
gantas, pero de tanto cerrar el interruptor de
un lámpara hay un momento en que la luz se
apaga. Un último rayito de claridad se ha ido
con este castigo, se esfumó una postrera po-
sibilidad de darle a tan desteñido proyecto
social algo de colorido, algún matiz de tole-
rancia y de inclusividad. En Pinar, mientras
tanto, no se ven ni las manos. [●]

{ V●3 }
A PRINCIPIOS DE la década de los 80 La Habana tenía un fantasma.......................
..................En realidad tuvo varios, muchos, muchísimos, pero quizás el fantasma
más conocido de la vida cultural de la época se llamaba Mike Porcel...................
..................................Dos años antes su canción En busca de una nueva flor
había sido himno oficial del Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes cele-
brado en la capital cubana en 1978....................................................
..................................................................Afortunadamente para
nosotros, jóvenes de entonces, un himno sin trompetas ni a degüellos, ni manidas ana-
logías de morir por la patria.........................................................
................................Era una canción tierna, que invitaba a la paz interior
y a la esperanza......................................................................
..................A poco, el autor de ese himno se volvió fantasma....................
...........................................Treinta años después entrevisto al fantasma
más célebre de mi generación para la revista Voces, principalmente para esos lectores
que nacían cuando Mike Porcel soñaba con una nueva flor...............................
....................................................................NATACHA HERRERA
Mike, quizás muchos
lectores de Voces eran
pequeños o no habían
nacido cuando el grupo
mike porcel : musical Dada era popu-
lar en Cuba. ¿Qué re-
Los mejores. Empecé mi carrera profesional como cuerdos guardas de
integrante de Dada, tenía en aquel entonces 18 años aquella época?
y todavía era un estudiante de música. Mi profesora
de guitarra Leopoldina Núñez (una institución
en Cuba en el campo de la guitarra, para los
que no tuvieron el privilegio de conocerla) fue quien me presentó al director de Dada, Raúl Pastora,
que estaba buscando un guitarrista y cantante para el grupo. Guardo lindos recuerdos de aquella época
en la que, además, conocí a la que es aun hoy mi compañera en la vida.
En Dada también empezó mi carrera como compositor.
Conocí y compartí esos años con Alfredo Arias, un muy talentoso músico de quien aprendí mucho, y con
Pedro Luis Ferrer, que también estuvo en Dada por un corto tiempo. Luego, en pos de mi carrera como
solista, dejé el grupo y pasé a trabajar como director musical en Teatro Estudio y paralelamente como
cantautor.
De aquellos años en Dada quedó una hermosa amistad tanto con Raúl como con Alfredo y
Pedro Luis, que aun conservamos. En esa época de la vida alrededor de los veinte años uno está lleno
de ilusiones y sueños. Por eso digo que mis recuerdos de esa época son de los mejores de mi carrera.
Muy pocos de aquellos sueños se concretaron pero era el tiempo de poner proa hacia nuestros objetivos
y vivir esas experiencias.

También fuiste
cofundador de mike porcel :
Síntesis. ¿Cuánto
tiempo trabajaste Sí, junto con Carlos Alfonso (el director de
Tema IV) surgió la idea de hacer un grupo
con este grupo y
musical de rock sinfónico-progresivo e in-
por qué te sepa-
corporar elementos de la música cubana cam-
raste del mismo?
pesina (era mi objetivo), algo inédito en Cuba
para ese entonces. Sólo estuve dos años. La
idea no cuajó, era mucho más ambiciosa
que lo que salió a la luz y el público co-
noció o recuerda.
En aquel entonces yo tenía un espectáculo que se llamaba "Que hablen los poetas", con el actor Carlos
Ruiz de la Tejera y que dirigía el actor José Antonio Rodríguez. Estaba fascinado con la mezcla del tea-
tro y la música. La intención era también incorporar en Síntesis las artes escénicas, algo de acrobacia,
pantomima y crear espectáculos-discos conceptuales. Creo que fue demasiado para aquellos tiempos.

{ V●4 }
Tuvimos miles de dificultades de todo tipo y, por supuesto, no faltaron las ideológicas. Me separé
precisamente porque la idea empezó a derivar en otra cosa y a adaptarse a los cánones estéticos
oficialistas. En aquel entonces mi tolerancia y diplomacia eran mínimas. Aunque yo era demasiado
joven, ya estaba agobiado por el mundo circundante y harto de buscar puntos medios. Carlos y yo
teníamos mucha química musical, pensábamos casi exactamente iguales, por eso para mí fue una
decisión muy dura, difícil, pues fue como renunciar a otro sueño que podía o estuvo a punto de con-
vertirse en realidad. Además, a principios de 1980 empezaban rumores de una salida masiva y mi
idea fue empezar a separarme de todo para estar listo y sin cargas en el momento de partir.

porcel :
Tu canción "En busca de una

mike
nueva flor" fue el tema del
Festival Mundial de la
Juventud y los Estudiantes
celebrado en la Habana en
Sí, claro que hubo un antes y un después. "En busca de
1978, interpretada
una nueva flor" marcó ese punto donde las cosas em-
magistralmente por Argelia
piezan a girar. Por un lado, me sacó definitivamente
Fragoso. ¿Hubo un antes y un
de la oscuridad, del underground world al que estaba
después tras el éxito que
confinado y me expuse a la luz pública. Pero igual (esto
alcanzó este trabajo musical
lo he dicho en varias entrevistas) no fue tampoco fácil.
tuyo?
En el texto de la canción
colaboró conmigo el joven compositor Ireno García, que
por aquel entonces empezaba a componer. Resultó que la
canción fue premiada por un jurado internacional (además del
cubano) que tenía que ver con la organización del Festival Mundial
de la Juventud y los Estudiantes. A la UJC y demás instituciones ideológicas
no les gustó mucho la canción. Recuerdo que en una reunión en el Ministerio de Cultura
a raíz de la premiación, la Sra. Marcia Leiseca, en aquel entonces creo que vice-ministra
de Cultura, me dijo textualmente que "el Ministerio de Cultura pensaba que la canción
parecía un himno protestante" y que "le faltaba combatividad, agresividad", que "no parecía
el texto de un joven revolucionario cubano".
Precisamente eso era lo que yo había querido
hacer. Que la canción saliera premiada para mí fue una especie de milagro, pues lo primero que
se miraba no era la calidad de la pieza, si no cuán ideológicamente estaba comprometida con la
propaganda comunista del momento. Con esos truenos salió la canción y hasta trataron incluso de
bloquearla. Recuerdo que encargaron a Silvio Rodríguez hacer una contra-canción, que luego nunca se
dio a conocer. De esto me enteré por una amiga periodista que estaba en la reunión donde se planteó
esta idea. A partir de ese momento de "En busca de una nueva flor", mi vida cambió drástica y radical-
mente. La canción se convirtió en una especie de estigma que lejos de traerme paz me trajo muchos
sinsabores.
Luego vino el Mariel, los tristemente célebres mítines de repudio organizados por
los CDR y por el llamado Movimiento de la Nueva Trova (con Silvio Rodríguez y Pablo Milanés al frente).
Finalmente, no me dejaron emigrar. Estuve casi 10 años sin obtener el Permiso de Salida: años muy
importantes en mi carrera cercenados, perdidos sin razón. Digo sin razón porque aun no sé, nunca he
sabido, por qué ese ensañamiento durante casi una década.
La espera fue larga e incierta. Siempre se decía (rumores, claro) que era una especie de escar-
miento o de castigo por la famosa canción. En el único disco que hicimos durante la primera etapa de
Síntesis grabamos una versión estilo rock-ballad, pero la versión de Argelia es la que el público recuer-
da, tanto por su calidad como por la difusión que tuvo. En ese año 1978 dejé de cantar la canción. Con
el tiempo he vuelto a reconciliarme con ella, algunas veces hasta la he cantado en conciertos. El públi-
co la recuerda con mucho cariño.

{ V●5 }
Dos años después decidiste irte
mike porcel : de Cuba y el gobierno te castigó
Fue terrible, sin trabajo, acosado, durante 9 años sin permitirte via-
hostigado, sin saber cuánto tiempo estaría jar. Tus temas musicales se prohi-
en esa situación, y lo peor de esta venganza oficial bieron en la radio y la televisión y
es que ese odio pasó a mi hijo, que en aquel enton- tu nombre se evaporó, a pesar de
ces tenía sólo 8 años, y a mi esposa. Recuerdo que que seguías en el país. ¿Cómo fue
fue expulsado del conservatorio por ser hijo de Mike tu vida en Cuba durante esos
Porcel. El trauma con la música desde entonces para nueve años como no-persona?
él ha sido irreversible. Trabajé como organista en
varias iglesias y ese fue mi sostén durante todos esos años
de espera hasta 1989, fecha en que emigré a España gracias
a la intervención de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU.
Mi esposa y mi hijo Charles ya habían salido en 1986 junto con mis padres. No pudimos volver a reunir-
nos hasta noviembre de 1993, cuando llegué a Estados Unidos.

Exilio, cuño intangible que llevamos los cubanos de la diáspora.


¿Qué ha significado para ti?

Bueno, no sé para los demás, porque cada cual habla y se proyecta al


mundo desde su propia experiencia, pero para mí el exilio ha sido una gran escuela.
Primero me ha demostrado que tenía razón, que mi decisión de salir fue la correcta. Sólo lamento no
haberlo podido hacer antes. De hecho, lo intenté en 1980, pero quiero decir aun antes.
:

Desde la otra orilla se ve


el deterioro de Cuba con mayor claridad que cuando estás inmerso en los problemas cotidianos. Como
l

nunca fui profeta en mi tierra, y mi carrera fue siempre contra viento y marea por mis posiciones no
combativas y anti oficialistas, no sentí esa presión del exilio que otros han sentido. Especialmente mis
e

últimos 9 años en Cuba fueron tan difíciles, tan inciertos, tan terribles al sentirme un extranjero, un
paria en mi propio país, que no he podido superar la experiencia todavía. Sin embargo, nunca he senti-
do esa sensación fuera de Cuba. Quizás por eso los golpes como exiliado (que sin duda los he tenido),
c

pues uno tiene que empezar desde cero, han sido compensados con creces con la sensación real de vi-
vir en libertad y experimentarla a diario. Primero durante mis años en España y luego aquí en los Esta-
r

dos Unidos. Hoy soy ciudadano norteamericano y trato de pagar, de retornar diariamente, mi deuda de
gratitud para con este país que me acogió entre sus hijos.
o

¿Qué opinas sobre la naciente sociedad civil cubana que ha roto


el monopolio de la información del gobierno cubano con blogs
p

alternativos a la opinión oficial?

Esa es una prueba de que por mucho que las dictaduras y gobiernos
totalitarios quieran tener todos los cabos amarrados, siempre algo se les escapa.
e

El mundo se ha vuelto más pequeño, más cercano con el fenómeno del Internet. Cuba no
podía quedar fuera de este fenómeno. Hoy se dicen cosas que nunca se hubieran dicho en los 70, 80 o
k

90; es un granito de arena en un largo proceso por despertar la aletargada conciencia civil general del
cubano. Eso es algo que también destruyó el experimento de los Castro.
La nación ha quedado arrasada de punta a cabo en todos los aspectos, económico, moral, espi-
i

ritual. Eso es algo que le es muy difícil de entender a los cubanos que emigraron en la década de los
60, y es que la Cuba que ellos recuerdan, que ellos dejaron, incluso esa clase de cubano, ya no existe.
m

Creo que percatarnos de eso en su totalidad es un triste privilegio que la vida dio a nuestra generación,
a los que estamos en el medio de aquella generación que partió en los 60 (y que fueron en su mayoría
los que apoyaron y/o pusieron a los Castro en el poder) y los que nacieron después de los 80, que a ve-
:

ces me parece que no tienen que ver con nada.

{ V●6 }
Francamente no pienso en eso ni tampoco creo que suceda al menos a corto plazo.

:
No creo en los cambios que se muestran y sé que, para ellos, dejar el poder está
¿Piensas fuera de sus planes. La conciencia ciudadana general está demasiado dañada. Ha
que te dará

m
sido parte del experimento macabro de la revolución socialista tropical cubana y lo
tiempo de lograron sin duda.
ver una No me imagino viviendo allí. Lo siento, quisiera tener esa visión, pero no la tengo.
Cuba sin los

i
Imaginarme una Cuba sin los Castro me cuesta trabajo, de lo que sí estoy seguro es
hermanos que ya nada será igual para ellos y poco a poco tendrán que venir cambios
Castro?

k
reales, no simples make-ups sin dejar el poder. La muerte es
¿Cómo inexorable y se irá llevando uno por uno a los que gobiernan,
imaginas pero el cambio total, real, tomará años, lo mismo que reconstruir

e
esa Cuba? la nación cubana. No, no creo nos dé tiempo a verlo.
¿Volverías a
vivir allí?
¿En qué
Bueno, ahora mismo estoy escribiendo para el grupo
proyecto
Teatro Avante la música de la obra que representará a

p
trabajas en la
Estados Unidos en el Festival de Teatro
actualidad?
Hispano que se celebra anualmente aquí en Miami. Esa es una

o
de mis pasiones, hacer música para teatro. En los últimos años esa
ha sido otra vertiente en mi carrera.

r
He compuesto música también para
documentales en Suiza y España, y una serie de dibujos
animados. Paralelamente con eso, estoy grabando can-

c
ciones nuevas, inéditas, otras más viejas y engavetadas con la idea de
tener temas suficientes para escoger para un segundo CD. En el 2008

e
produje mi primer CD en solitario (pues en Cuba nunca fui grabado)
titulado "Mike Porcel Intactvs". Estoy revisando y desempolvando un proyecto que empecé en España
basado en la poesía de Juan de la Cruz y Teresa de Jesús (poesía mística), dos gigantes de la poesía

l
en castellano. Este proyecto, "Aunque es de noche", ha estado por salir un par de veces y ha vuelto a
las gavetas esperando tiempos mejores que parecen no querer llegar, pero sigo trabajando, nunca he

:
parado de escribir música ni aun en mis más desolados y duros momentos. Creo que eso es lo que me
da fuerzas para seguir adelante teniendo "fe en el mejoramiento humano", como dijera José Martí. [●]

A
A PRINCIPIOS
PRINCIPIOS DE DE lala década
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La Habana
Habana tenía
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entonces, un un himno
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degüellos, ni ni manidas
manidas ana-
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logías
logías de de morir
morir por por lala patria.........................................................
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NATACHA HERRERA
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{ V●7 }
FINALMENTE, los escépticos han podido e v o l u c i ó n
confirmar la justeza de sus apreciaciones
sobre la insolubilidad del problema cuba- v e r s u s
no desde las “iniciativas” gubernamenta-
les. El VI Congreso del Partido Comunista
de Cuba, efectuado en el pasado mes de r e v o l u c i ó n :
abril, no pasó de ser una formalidad co-
yuntural destinada a legitimar las decisio- e v o l u c i ó n
nes previamente establecidas por la má-
xima dirección del país y otorgar luz ver- v e r s u s
de al mismo obsoleto sistema generador
de la crisis nacional, no obstante el bar-
niz supuestamente reformista con que se r e v o l u c i ó n :
pretendía dar algún atractivo lustre al
siempre opaco evento. el signo de
Tras el VI Congreso quedó demos-
trado que la improvisación como método la vanguardia
propio del sistema ha alcanzado su altura
máxima. Un evento en el que no se con- social
cretaron pasos, fases, cronogramas ni pro-
puestas específicas, y cuyos “acuerdos” Todo el actual proceso “apertu-
aplican el socorrido lenguaje críptico en ra/represión” —en el que es mucho más
el que la ambigüedad continúa siendo el visible el segundo componente— se basa
recurso del poder para evitar compromi- en el conocimiento que tienen las autori-
sos y eludir responsabilidades. dades sobre un principio elemental: cual-
En numerosos espacios y foros vir- quier movimiento dentro de un sistema
tuales de opinión se ha estado debatien- totalitario, por mínimo que sea, conduci-
do el problema de la imposibilidad de in- rá tarde o temprano a la transformación
troducir cambios parciales en medio de total de ese sistema. En el caso cubano,
una crisis sistémica; una tesis que se está después de medio siglo de desgaste ideo-
confirmando, por ejemplo, en la aparen- lógico, y de la sostenida “masificación”
te contradicción de simultanear la imple- de los individuos, una autonomía limitada
mentación de medidas económicas con el o una apertura de cualquier naturaleza
aumento de las acciones represivas con- podría propiciar la precipitación de los
tra los sectores no afines al sistema. acontecimientos que darían al traste con
el “proyecto de renovación” del régimen
y, en consecuencia, con éste. La respues-
( m i r i a m c e l a y a ) ta más expedita que éste ha encontrado
para evitarlo es atenazar toda manifesta-
ción de inconformidad o disidencia.
( m i r i a m c e l a y a ) Al margen de las decisiones ofi-
ciales, sin embargo, está la asfixiante si-
tuación sociopolítica y económica de la
( m i r i a m c e l a y a ) Isla. La primera mitad de este año ha
visto acentuarse una dicotomía marcada-
mente insalvable: por un lado, el General
Raúl Castro necesita implementar en un
( m i r i a m c e l a y a ) plazo relativamente breve sus medidas
económicas destinadas a la “actualiza-
ción del modelo”. Por otra parte, produc-
( m i r i a m c e l a y a ) to de la crisis general del sistema, el
equilibrio social se torna cada vez más
frágil, lo que atenta tanto contra la con-
( m i r i a m c e l a y a ) sumación eficaz de dicho proceso de re-
formas, como contra los resultados que el
gobierno espera obtener.

{ V●8 }
He aquí que el General tiene ante centuria de poder de una cúpula que no
sí una misión prácticamente imposible: supo preparar un relevo adecuado ni si-
demostrar la viabilidad del proceso de re- quiera para la salvaguarda de sus propios
formas económicas que tienden a otorgar intereses, pero que pretende ser el fren-
relativa independencia a grandes sectores te que protegería los intereses de toda la
de la población —recordar que el propio nación. Nada podría ilustrar mejor las in-
gobierno aspira a que los despidos que ha franqueables fracturas del sistema.
planificado propicien el incremento de un En la propia reunión de ministros se
sector de protoempresarios que se auto- aprobó una propuesta “para extender el
sustenten y tributen a la economía—, cronograma de ejecución del proceso de
manteniendo a la vez el control social, a disponibilidad laboral”; o, prescindiendo
fin de conservar todo el poder. de eufemismos, para ralentizar también
El dilema se mueve en torno a si se- el programa de despidos, medida que se
ría posible al gobierno mantenerse como corresponde con la insuficiente respuesta
pastor de un rebaño donde más de un mi- al trabajo por cuenta propia como alter-
llón de individuos dejarían de ser “masa” nativa viable al desempleo en las condi-
dependiente del Estado, y en consecuen- ciones cubanas. Es decir, aunque no se
cia, caldo de cultivo propicio para el na- enuncie de esa manera, la falta de estí-
cimiento de ciudadanos como resultado mulo suficiente por parte de los potencia-
de la aplicación de esas mismas medidas les interesados en esta “alternativa de
gubernamentales, o si un eventual proce- empleo” ante las dificultades que impo-
so de reformas estimularía espontánea- nen las altas tasas de impuestos; la ine-
mente el fortalecimiento de una sociedad xistencia de mercados mayoristas para la
civil independiente a partir del surgi- adquisición de productos, insumos, etc.,
miento de grupos con intereses comunes. y los riesgos de invertir los limitados re-
Una situación teórica de jaque mate al cursos propios en una país donde aproxi-
rey, si se juzga por la posición de las pie- madamente el 20% de la población labo-
zas que se pueden observar sobre el tablero. ralmente activa quedará desempleada,
Esta situación, a su vez, ha llevado entre otros factores que demuestran có-
a una ralentización de la aplicación de las mo los problemas de la realidad superan
reformas, demostrando que la reversión ampliamente el alcance de las propuestas
del inmovilismo general es mucho más di- oficiales.
ficultosa y compleja que lo previsto por A la vez que el gobierno ha ralen-
los ideólogos de la renovación desde sus tizado la aplicación de las reformas y de
confortables gabinetes climatizados. Una los despidos, se ha venido produciendo
reciente reunión del Consejo de Minis- una evidente radicalización de la disiden-
tros, presidida por el General, tuvo entre cia. Se trata de un proceso que está re-
los puntos de su agenda el análisis en tor- gistrando un discreto pero sostenido
no a la implementación del trabajo por crecimiento, en el cual podrían estar in-
cuenta propia aplicada hasta el momen- cidiendo simultáneamente el agotamien-
to, “en el que se demostró la insuficiente to del sistema; la crisis general de valo-
preparación inicial en la base”, lo que se res; la estandarización de la pobreza y de
entiende como una incapacidad congénita la corrupción a todos los niveles; la pérdi-
de ciertos dirigentes municipales para da de credibilidad en la “revolución”, el
crear “las condiciones necesarias para ga- gobierno y las instituciones; la falta de
rantizar una adecuada atención a los in- expectativas y un cúmulo innumerable de
teresados en esta alternativa de em- otros agentes igualmente significativos,
pleo”. Esto, sumado a los males burocrá- incluyendo la propia represión. Paradóji-
ticos habituales (solicitud de documentos camente, el régimen ha venido soste-
no requeridos en la legislación, dilación niendo a la vez una marcada tendencia a
excesiva de los trámites, etc.), deja sen- la sistematización del hostigamiento con-
tada a su vez la incapacidad de la má- tra los individuos y grupos críticos al sis-
xima dirigencia para hacerse entender tema, posibilitando así la ampliación del
por sus subalternos, o —en su defecto— la rango de potenciales sectores hostiles al
renuencia de éstos a acatar orientaciones gobierno y, adicionalmente, otorgando vi-
superiores (¿crisis de autoridad?). Media sibilidad e importancia a estos.

{ V●9 }
Usando una lógica suicida, las auto- La ofensiva social está a favor de
ridades intensifican el acoso, la intimi- sectores que tienen nuevas propuestas,
dación, la amenaza, las golpizas, los ideas verdaderamente renovadoras y un
“operativos” y las detenciones breves, discurso más bien conciliador e inclusivo.
con la intención de asfixiar cualquier po- De alguna manera ha comenzado a pro-
sible foco de revueltas y desestimular el ducirse el resquebrajamiento del inmovi-
surgimiento de nuevos espacios alter- lismo social antes que el fin del inmo-
nativos, consiguiendo con ello el efecto vilismo económico, probablemente debi-
contrario: potenciar el protagonismo de do a que, mientras la economía sigue
los disidentes, despertar la simpatía de la sujeta al centro del poder, los nichos cí-
población por los perseguidos —quienes vicos, como fenómenos sociales, poseen
suelen ser, cuando menos, respetados por una independencia relativa respecto de
la valentía que supone enfrentar al poder aquel. Eventualmente, esto tiende a pro-
del régimen—, poner cada vez más al des- piciar gradualmente un espíritu general
cubierto la naturaleza perversa del sis- de cambios más radical y definitorio, más
tema, colocar la lupa sobre el creciente profundo y abarcador que las reformas
activismo opositor y cívico, y ayudar a ex- raulistas.
tender un sentimiento de rebelión la-
tente entre la ciudadanía que busca de-
sesperadamente otras opciones ante el
fracaso del experimento comunista.

Del mismo modo se torna suma- Entre los principales reclamos de


mente difícil a las autoridades ofrecer un los sectores alternativos están la apertura
rostro amigable hacia el exterior bus- de debates públicos, la libertad de pren-
cando apoyo en las potencias económicas sa, la libre circulación de ideas y opinio-
y en los foros políticos internacionales, nes, el derecho de asociación y el acceso
mientras establece, como método de a la información y a las comunicaciones;
control al interior del país, una especie exigencias que se corresponden con la
de “terror atenuado”, que es la aplica- época y el momento que está viviendo el
ción selectiva de la represión sobre in- mundo y cuya negación ya no se puede
dividuos y grupos aislados para mantener enmascarar tras consignas de barricada y
un clima de pánico mudo sobre el resto enemigos de ocasión.
de la población. De manera incipiente, pero visible,
En la actualidad cubana se está ha- se ha comenzado a tejer un entramado
ciendo evidente que, si bien en el plano —todavía frágil, aunque tenaz— a partir
económico el gobierno lleva la dirección, del encuentro de voluntades disímiles que
imponiendo el ritmo y profundidad de las se están uniendo por un espíritu de civi-
reformas en base al monopolio del Estado lidad compartida. Es demasiado pronto
en esta esfera; en el aspecto social los para augurios triunfalistas: más de una
grupos cívicos alternativos o indepen- vez en Cuba han fracasado fraguas más
dientes están marcando pautas de presión elevadas. Pero esta es quizás la última
que las autoridades no pueden seguir ig- chispa de esperanza, apenas un tronco
norando indefinidamente. Un síntoma flotante en el océano del naufragio nacio-
inequívoco de avance en este sentido es nal. Más de un siglo de experimentos re-
que varios grupos de los sectores críticos volucionarios no dejan margen a las du-
ya han superado la etapa inicial de ca- das. Revolución no, evolución. No nos
tarsis y están asumiendo posiciones fran- queda de otra. [●]
camente responsables en el proceso de
ciudadanización de la masa esclava.

{ V●10 }
c u b a : l a o b s o l e t a
f a b r i c a c i ó n d e e n e m i g o s

UNA DE LAS GRAVES consecuencias de la pa-


ranoia de los sistemas estalinistas impuestos

campos
( pedro
en nombre del “leninismo” y de la “clase
obrera”, que pretendían eternizar poderes bu-
rocratizados, fue la fabricación constante de
“enemigos” políticos.
Aquel socialismo que nunca fue, veía
enemigos en todas partes debido a los celos
por el poder, al temor permanente de perder-
lo, a la intolerancia y al sectarismo. Y cuando
no los encontraban, los fabricaban, porque los
necesitaba para justificar sus políticas represi-
vas y totalitarias, y para sostener una burocra-
cia especializada en asuntos de seguridad, que
garantizara la supervivencia de unos pocos lí-
deres creídos la Revolución misma.
Bastaba que alguien, no importa el nivel
de la nomenclatura donde estuviera, o fuera
un simple ciudadano, expusiera algún criterio
que no coincidiera con las posiciones del Gran
Jefe o la dirección política, para que automá-
ticamente se le abriera un expediente de “po-
tencial enemigo” y a partir de entonces una
jauría de agentes y una cantidad indetermina-
da de medios técnicos, según la “gravedad del
caso”, caían sobre el infeliz a fin de compro-
bar si “trabajaba para el enemigo y cuáles
eran sus planes”.
Como solo en pocas ocasiones aparecían
el enemigo y sus planes en forma concreta, se
concluía que sus acciones “coincidían” con las
del enemigo, y como tal había que tratarlo.
Y las acciones podían coincidir con las
del enemigo por un sinnúmero de razones,
desde criticar políticas oficiales con razón o
sin ellas, acercarse por casualidad a alguien de
la familia de los integrantes de la alta cúpula y
afectar así su “seguridad personal”, por pen-
sar en la posibilidad de irse a vivir a otro país,
por hacer “chistes de mal gusto”, y cualquier Cuando los casos eran “operados”, mu-
otra cosa que pudiera afectar la “seguridad chas veces porque los instigadores mismos
del Estado”, que para la cúpula gobernante contaminaban a los involucrados con el “ene-
era su seguridad personal, porque el Estado migo”, los agentes hacían de testigos o conti-
eran ellos mismos apoltronados allí indefinida- nuaban el “juego” en la prisión junto a los ob-
mente, dada la ausencia de procesos democrá- jetivos para “seguir el caso”, los objetivos
ticos y los métodos blanquistas* de hacer la eran acusados de actividad enemiga y senten-
Revolución. ciados y el “Estado obrero-campesino” salía
Cuando no aparecían indicios concretos victorioso de una nueva batalla contra los
que permitieran encausar a los “desafectos “enemigos del pueblo”.
peligrosos”, de acuerdo con las manipuladas Así se fabricaron muchos enemigos y
leyes, era menester “crear el caso” e incitar héroes y a los “potenciales adversarios” que-
al “delito político”, y entonces se reclutaba a daba advertido que no habría tregua con ellos,
los agentes que se acercaban a los “objetivos” se recogían al “buen vivir” o podrían seguir el
para involucrarlos en planes, contactos y ac- mismo camino. Era una formula barata de en-
ciones muchas veces indefinidos, o creados gendrar auto-censura y limitar la “oposición”,
por ellos mismos; pero “incuestionablemente con el mensaje: “en cualquier parte puede
ligados a la actividad del enemigo”. estar un agente de la seguridad del Estado”.

{ V●11 }
La fabricación de enemigos entonces se Aquellos órganos represivos nada socia-
La fabricación de enemigos entonces se listas eran verdaderas fábricas de enemigos.
La fabricación de enemigos entonces se Aquellos desastres en las sociedades, que ini-
La fabricación de enemigos entonces se ciaron procesos políticos hacia el socialismo
La fabricación de enemigos entonces se bajo la férula del estalinismo, fueron propicia-
La fabricación de enemigos entonces se dos por la ausencia de una auténtica democra-
La fabricación de enemigos entonces se cia popular participativa y decisoria, con regu-
La fabricación de enemigos entonces se laciones y restricciones al uso del poder; la
La fabricación de enemigos entonces se violación de todos los derechos políticos y civi-
La fabricación de enemigos entonces se les reconocidos internacionalmente en nombre
La fabricación de enemigos entonces se de la “seguridad del Estado”; la inexistencia
La fabricación de enemigos entonces se de un verdadero estado de derecho; la depen-
La fabricación de enemigos entonces se dencia de todos los poderes de un único centro
La fabricación de enemigos entonces se todopoderoso absoluto; la facultad suprema
La fabricación de enemigos entonces se para emitir decretos leyes; la ausencia de una
La fabricación de enemigos entonces se sociedad civil capaz de someter el poder a es-
La fabricación de enemigos entonces se crutinio constante; la ausencia de las liberta-
La fabricación de enemigos entonces se des de expresión y reunión; y todo por garanti-
La fabricación de enemigos entonces se zar el triunfo y la permanencia de la “revolu-
La fabricación de enemigos entonces se ción socialista”, que los lideres identificaban
La fabricación de enemigos entonces se con ellos mismos y no con el proceso de demo-
La fabricación de enemigos entonces se cratización y socialización de la vida política,
La fabricación de enemigos entonces se económica y social.
La fabricación de enemigos entonces se Cuando aparecieron los socialistas que
La fabricación de enemigos entonces se criticaban aquello y hablaron indistintamente
La fabricación de enemigos entonces se de democracia, poder para el pueblo y los tra-
La fabricación de enemigos entonces se bajadores, trabajo libre asociado, respeto a
La fabricación de enemigos entonces se todos los derechos humanos, el estalinismo te-
La fabricación de enemigos entonces se mió por su poder y en lugar de escuchar sus
La fabricación de enemigos entonces se demandas y asumirlas, trataron de aislarlos y
La fabricación de enemigos entonces se de convertirlos luego en “agentes enemigos”.
La fabricación de enemigos entonces se Unos llegaron a ser detenidos o encausa-
La fabricación de enemigos entonces se dos por cualquier violación de la ley, o acusa-
La fabricación de enemigos entonces se dos y hasta sentenciados por servir al enemi-
La fabricación de enemigos entonces se go, por “traidores”, podridos en las cárceles
La fabricación de enemigos entonces se sin defensa de nadie, figuras como Trotski y
La fabricación de enemigos entonces se Bujarin fueron sencillamente asesinadas, otros
La fabricación de enemigos entonces se optaron por irse del país o fueron obligados a
multiplicaba, porque muchos de los que se hacerlo, los menos terminaron dando todas las
iban dando cuenta de aquella producción arti- razones a los enemigos del socialismo, hubo
ficial seriada de adversarios, se manifestaban quienes concluyeron sus días en hospitales si-
inconformes y si ellos mismos no se autocalifi- quiátricos, con o sin problemas nerviosos y al-
caban de adversarios abiertos de esos méto- gunos persistieron en sus luchas dentro y fuera
dos, cuando sus pensamientos eran “descu- del partido, con muchas dificultades, pero so-
biertos” inmediatamente engrosaban los ar- bre el filo permanente de una navaja, con una
chivos de los potenciales enemigos, se les guillotina cerca.
abría “expediente”. Así, surgió la necesidad Tales métodos, que fueron usados tanto
de “crear” aparatos para controlar a los de la contra la derecha como contra la izquierda en
Contra-Inteligencia. aquellos regímenes, no tienen cabida en un so-
Entre otras razones, aquella de fabricar cialismo participativo y democrático.
enemigos contribuyó sobremanera a que los Este recuento sería incompleto si no in-
regímenes totalitarios del estalinismo cada vez cluyera el papel jugado en estos menesteres
se fueran aislando más del pueblo, de los tra- por los servicios de inteligencia del imperia-
bajadores y de los propios revolucionarios ca- lismo, interesados en destruir todo vestigio de
da vez más descontentos con la actividad re- socialismo, fuera de forma directa o indirecta,
presiva. “Potenciales enemigos” eran todos a través de la penetración o reclutamiento de
aquellos que osaran cuestionar al gran poder, agentes en los propios sistemas políticos y de
aspiraran a cambiar métodos de represión y seguridad que potenciaban aquellas barbarida-
control o sugirieran modalidades de cambios des, o por medio de sus políticas agresivas y
democráticos. de cerco en todos los órdenes, estimulantes de

{ V●12 }
la mentalidad de ciudadela sitiada tan conve-

)
)
)
)
niente a los intereses hegemonistas, auto-
creados o estimulados desde fuera con toda
intención destructiva.
Por eso Lenin tenía tanta razón cuando
señalaba que debajo de la piel de un extre-

campos
campos
campos
campos
mista, se ocultaba un oportunista. Son lec-
ciones que no deben, no pueden ser olvidadas.
Al concluir en debacles las experiencias
del “socialismo real”, las que dieron todas las
razones a aquellos socialistas y comunistas
apabullados, éstos estaban ya diezmados, aba-
tidos por las luchas tan difíciles, sin fuerzas
acumuladas para combatir por unos ideales
maltratados por los auto-denominados comu-
nistas y confundidos por las mayorías que ya
no confiaban en la palabrita socialismo, otrora
mágica barita que movía multitudes. El resca-
te socialista parecía casi imposible.
Sin embargo, cuando todavía no ha
transcurrido un cuarto de este siglo XXI desde
aquel desastre, y la crisis internacional capita-
lista arrasa las pocas conquistas que quedaron
del movimiento obrero de los siglos XIX y XX,
la nueva clase de los trabajadores libremente
asociados que ha ido rompiendo con los lazos
asalariados que los ataban al capital (trabaja-
dores por cuenta propia y cooperativistas que
laboran sobre principios autogestionarios), van
formando ejércitos de millones de trabajado-
res libres en todo el mundo, los que a su ma-
nera están imponiendo nuevos modos de vida,
pedro
pedro
pedro
pedro
principios ecologistas, democráticos y raciona-
les en la producción, y con nuevas formas de
participación ciudadana que recogen las mejo-
res tradiciones de todos los procesos revolu-
cionarios de todas las épocas, e integran el de-
sarrollo de las modernas tecnologías informáti-
cas y comunicativas.
Los principios y las ideas socialistas de
los fundadores siguen vivas y cobran fuerza en
los grandes movimientos sociales contra el ca-
pitalismo que, en maneras diversas, incluidas
las críticas y movilizaciones por medio de las
redes de internet y otras nuevas vías de
comunicación, están teniendo lugar en todas
partes del mundo. Aquellos viejos vicios de
fabricar enemigos y sus asociados van quedan-
do sin cabida en las modernizadas concepcio-
nes democráticas y socializantes, tolerantes y
plurales, sobre la nueva sociedad socialista
que será con todos y para el bien de todos, co-
mo alguna vez soñó y nos legó el más ilustre
(
(
(
(

de todos los cubanos.


Los que revisaron el marxismo, lo con-
virtieron en unos pocos dogmas, y lo usaron *Louis Auguste Blanqui. Revolucionario
para tratar de eternizarse en el poder, van francés que creía que la revolución socialista
quedando sepultados en la Historia. Ya casi triunfaría si era dirigida por una vanguardia
nadie los recuerda sino para tener presente lo profesional que adoptara métodos dictatoria-
que nunca debió ser. [●] les para consolidarse en el poder.

w w w . k a o s e n l a r e d . n e t

{ V●13 }
12
( decálogo del 1. Ya lo decidiste, ya le diste nombre.
Lo lanzaste a rodar en la gran red. Con
blogger cubano) suerte, algún colega te lo promocionó
en su propio espacio y ganaste tus pri-
meros lectores. Pues bien, que lo se-
DESDE SUS OLIMPOS literarios, cuando pas: acabas de ganarte una carga tre-
ya habían rendido al mundo lector con menda. Tu blog no se convertirá en tu
sus ficciones tremendas, Borges, mascota, se convertirá en tu hijo. Y a
Monterro-so, Quiroga, Bukowski, diferencia de las mascotas, que se jue-
escribieron de-cálogos para jóvenes ga un rato con ellas y luego se las deja
escritores. Decá-logos como sutiles a su albedrío en la casa, los hijos no to-
advertencias, quizás. leran el desentendimiento. Que sepas
que, como en aquel texto de Cortázar
con el reloj, tú no te has regalado un
blog a ti mismo: acabas de ser el regalo
para un blog que en lo adelante te ten-
drá en función suya.
Otros, no conformes con la brevedad,
se lo tomaron más en serio: Rainer Ma-
ría Rilke publicó sus “Cartas a un joven 2. El día que publiques tu texto más es-
poeta”, y Mario Vargas Llosa, equili- merado, puede que contabilices diez
brando géneros, sus “Cartas a un joven lectores, de los cuales la mitad haya
novelista”. entrado a tu web por error. El día que
publiques tu texto más mediocre e ina-
cabado, puedes llamar la atención de
alguien con mucho crédito en la red, y
ser recomendado. Ese día tendrás miles
de lectores a quienes no tendrás cómo
Yo comparto con ellos sólo un aspecto: decirle: “Por favor, cuando termines
la enfermedad de la escritura. No ten- este, entra a leer aquel otro”. Conclu-
go Olimpo ganado, aunque sí descara- sión primera: nunca publiques rellenos,
damente deseado. Pero en algo les textos mal logrados para tu exigencia.
aventajo: esos señores de inmortalidad Conclusión segunda: reza porque el día
merecida (exceptuando el reciente Pre- en que publiques el relleno, el texto
mio Nobel) jamás conocieron la palabra que no te pudo salir mejor, nadie con
blog. Ni siquiera un alucinado como Ray credenciales decida fijarse en ti.
Bradbury pudo entrever un futuro de
espacios digitales donde publicar con li-
bertad endemoniada. 3. Como vives en Cuba, la libertad de
expresión te suena a expresión hueca.
Sin embargo, sabes que la necesitas. Y
te la procuras a contracorriente. Eso
siempre será admirable. Regla infali-
ble: los lectores se dan cuenta cuando
Por eso hoy he querido perpetuar la algo es escrito desde la honestidad, y
tradición. Esta vez, esbozando un decá- cuando obedece a órdenes superiores.
logo que, lamentablemente, adolece de Siempre tendrán incomparablemente
universalidad: he querido dedicarlo a más seguidores, consultantes, lectores
un posible bloguero cubano que, qui- en general, los espacios que se escriben
zás, en este preciso instante valora la desde la necesidad de expresión, que
posibilidad de abrir su bitácora desa- aquellos que obedecen a funciones de
fiante. trabajo. Quizás eso responda tu pre-
gunta de por qué los blogs oficialistas
cubanos, solo tienen a sus familias y
amigos como lectores fieles.

e r n e s t o m o r a l e s
{ V●14 }
4567
6. Un punto interesante: jamás dudes
que, a pesar de la soledad del punto
anterior, encontrarás supuestos admi-
nistradores de tu blog, censores, direc-
tores de tu política editorial. No impor-
ta que afirmes una y otra vez: este es
4. Tu arrojo te hará ganar inmediatos mi espacio, aquí digo lo que digo, para
adeptos. Aplaudirán tu valentía para eso lo fundé. No importa. Siempre lle-
enfrentarte al régimen que desaprue- gará uno a decirte: “Yo creo que no de-
bas. Eso es hermoso. Pero cuidado: no biste escribir sobre este tema, y sí so-
creas que todos son aplausos sinceros. bre este otro”. Llegará a decirte: “Es-
Muchos, son aplausos que solo llegan tás muy equivocado, quién te crees que
cuando coinciden con sus propias visio- eres para decir esto”. Y tú dudarás en-
nes. Algunos pretendidos demócratas tre responderle que eres el autor de
que te ovacionarán serán los mismos esa página, que ni a un lector le pides
que no tardarán en lanzar aullidos de permiso para escribir, como tampoco se
fuego en tu contra si alguna vez escri- lo pides a un gobierno; o responderle
bes, con la misma honestidad de siem- con tu silencio. Hay veces que es mejor
pre, pero contrario a puntos para ellos el silencio. No gastes recursos defen-
intocables. La lección es: recuerda que diendo tu derecho a decir lo que te
estás solo. Recuerda que debes obede- venga en ganas. Quienes a veces sí lo
cer a ti, a tus impulsos vitales. Y que gastamos, nos damos cuenta que es un
los aplausos deberán interesarte menos caso perdido: no comprenden que tu
cada vez. libertad de expresión, lo es de verdad.

7. La otra cara de la moneda, con la


que deberás lidiar de lleno, es con los
empleados del Poder. Los diligentes
obreros de la web, que sí encuentran
financiamiento por parte del gobierno
de la Isla, y cuya única función será, en
lo adelante, combatir tu espacio. ¿Có-
5. Y como estás solo en lo conceptual, mo? Los medios son infinitos. Alístate
también lo estás en la práctica: no im- para una guerra sin cuartel, y sin prin-
porta cuántas veces solicites apoyo fi- cipios ni códigos de valores. Lo mismo
nanciero para sostener tu bitácora. No colgarán comentarios de que eres un
importa que miles de personas la to- pederasta, de que tu madre es lesbiana
men como referencia. En el instante en confesa, que echarán a rodar rumores
que alguno de esos miles de lectores bien pensados: por ejemplo, que eres
tengan que firmar una contribución pa- de la Seguridad del Estado. Esa es una
ra tu trabajo, tendrás plena conciencia táctica brillante contra la que no tienes
de esto. Una ironía mordaz: los mismos nada que hacer: pocas cosas son más
que te exigen actualización, que te exi- difíciles de probar, que la inocencia.
gen determinados temas o enfoques, Alístate para ver fotomontajes tuyos,
son los que, finalizada la lectura, se para saber de amigos que hoy te recha-
desentenderán de tu página aunque tú zan por miedo, y para saber que mu-
les digas que necesitas algún apoyo eco- chas puertas en lo adelante se te ha-
nómico. La soledad del escritor y la del brán cerrado. Algunas, en sentido lite-
bloguero son carne de la misma carne. ral. Preguntarle si no a Claudia Cadelo
desde cuándo no cruza las puertas del
cine Chaplin. ¿Pero sabes qué? Hay algo
( decálogo del contra lo que no tienen armas esos em-
pleados del Poder: contra tu voluntad
blogger cubano) de ser digno, tu voluntad de no callar.
Eso les quitará el sueño a ellos, no a ti.

{ V●15 }
810
9
8. No te preguntes cómo, porque a ve-
ces ni tú mismo lo entenderás, pero ten
la seguridad de que las personas que te
rodean, aun las que no conoces, leerán
tu blog. Los fenómenos exóticos llaman
la atención. Y un blog sin miedo en un
país de muchos cobardes es un fenóme-
no exótico. Cuando pienses que sólo es-
cribirás para el mundo, ten conciencia
de que tu vecino, aunque no te lo diga
por precaución, lee e imprime tus tex-
tos. Y secretamente, te admira.

9. Paciencia con la estupidez humana.


Si aceptas que otras personas, tus se-
guidores, comenten sus opiniones bajo
tu escrito, deberás armarte de una co-
raza sólida contra insultos y tonterías.
Si no tienes madera para lidiar con es-
to, mejor desactiva la opción de co-
mentar. La cosa es simple: enviarlos a
la papelera si son obscenos y ofensivos,
o aprobarlos si son virulentos pero res-
petuosos. Como estás solo en esto, no
hay que consultar o aprobar con votos a
favor y votos en contra. Tu blog es tu
democracia, y no olvides que si tú lo
padeces, tú lo decides.

10. Pregúntate, como Rilke a los poe-


tas, si podrías vivir sin escribir tu blog.
Si la respuesta es sí, ni te tomes el tra-
bajo de comenzarlo. Lo abandonarás en
muy poco tiempo. Si la respuesta es no,
si tu necesidad de expresión es irrefre-
nable, y si crees que en verdad tienes
algo para decir, desentiéndete de los
nueve puntos anteriores, y solo inscribe
estas palabras en tu cabeza: no tendrás
felicidad más completa que saberte
consecuente contigo. Tu blog será un
grito de libertad que escucharemos
desde todos los lados del mar. [●]

e r n e s t o m o r a l e s

{ V●16 }
( criptografía

cubana )
( criptografía
cubana )
( criptografía

cubana )
( criptografía
cubana )
( criptografía
cubana )
( criptografía
( criptografía
cubana )

cubana )
( criptografía
cubana )
( criptografía
cubana )
( criptografía
( c
cr uibpatnoag r)a f í a
cubana )
( criptografía
( c
c ruibpatnoag r)a f í a
cubana )
( j o r g e e n r i q u e l a g e )

NO SÉ SI ALGUIEN se acuerda Después de 1959 la cosa Y así sucesivamente,


de Ernesto Pérez Masón (Ma- se pone más interesante. En párrafo por capítulo. Acrós-
tanzas, 1908 - Nueva York, 1965 se publica La sopa de los ticos que parecen tweets.
1980). Es posible que sea un pobres. “La novela consta de El escritor como alguien
escritor olvidado. Roberto Bo- quince capítulos”, sigue Bola- que cifra mensajes, literal-
laño trazó su perfil en La lite- ño. “El primero comienza: Vol- mente. Pero Bolaño va más
ratura nazi en América. El he- vía la negra Petra...; el segun- allá y postula unos censores
cho de que se trate de un es- do: Independiente, pero tími- increíbles. Especialistas en
critor apócrifo, un personaje da y remisa...; el tercero: Va- descifrado que buscan y rear-
inventado por el escritor chile- liente era Juan...; el cuarto: man las frases sumergidas en
no, no lo hace menos impor- Amorosa, le echó los brazos al el texto (y en el contexto). La
tante a la hora de leer la lite- cuello... Pronto salta el censor sospecha siempre va por de-
ratura cubana. avispado. Las primeras letras lante: ¿Por qué ponerse a en-
Bolaño comenta algunas de cada capítulo componen un lazar letras de un capítulo a
obras de Pérez Masón, entre acróstico: VIVA ADOLF HITLER. otro? ¿Y por qué no?
ellas El ingenio de los maso- El escándalo es mayúsculo. Pé- Bolaño se reserva el
nes, “que en su día (1940) me- rez Masón se defiende despec- título de la siguiente produc-
reció los elogios de Virgilio Pi- tivo: se trata de una coinci- ción literaria de Pérez Masón,
ñera”, y El árbol de los ahor- dencia. Los censores se ponen una novela de 200 páginas que
cados, “novela oscura, de un manos a la obra; nuevo descu- ninguna editorial cubana se
gótico caribeño inédito hasta brimiento, las primeras letras atreve a publicar: “Su argu-
entonces (1946), en donde de cada segundo párrafo com- mento indaga los primeros
queda al descubierto su fobia ponen otro acróstico: MIERDA años de alfabetización de los
por los comunistas, por los ho- DE PAISITO. Y las de cada ter- sesenta. Su ejecución es impe-
mosexuales, por los judíos y cer párrafo: QUE ESPERAN LOS cable, en vano los censores se
por los negros, y que le valió la US. Y las de cada cuarto párra- afanan en encontrar mensajes
enemistad de Virgilio Piñera”. fo: CACA PARA USTEDES”. crípticos entre sus páginas.

{ V●17 }
Aun así no se puede Desde luego, Bolaño está Los escritores cubanos
publicar y Pérez Masón que- hablando de la censura cuba- harían bien en tenerlo pre-
mará los tres únicos manus- na, que es lo mismo que ha- sente: para el futuro. Cuando
critos existentes. Años más blar del avance soviético en El se hayan llenado de tierra las
tarde escribirá en sus memo- Caribe, que es lo mismo que viejas trincheras y nos tenga-
rias que la novela entera, des- explorar la tensión con la hue- mos por democráticos, abier-
de la primera a la última pá- lla fascista en Latinoamérica, tos, tolerantes y globales, co-
gina, era un manual de cripto- CIA y dictaduras militares in- mienza una guerra más com-
grafía, el Super Enigma...” cluidas. El tablero se abre a plicada aún. Es en ese esce-
Alfabetización en Cuba. infinidad de posibilidades li- nario, y no en los cortocircui-
Leer y escribir. Grafía y cripto- terarias. tos entre literatura y política
grafía. Pero lo principal, sin de décadas pasadas, donde ha-
Esta vez Pérez Masón su- embargo, es lo bélico de Bo- bría que reubicar a Ernesto
pera a los censores, que sin laño como actitud. Escribir, Pérez Masón.
embargo intuyen algo oculto vivir escribiendo, es habitar Concluye Bolaño su sem-
bajo la ejecución impecable. una dimensión heroica: se es blanza: “El Diccionario de Au-
Es clara la alusión a Enigma, la valiente, se sale a pelear, se tores Cubanos (La Habana,
máquina de encriptar mensa- termina afrontando el abismo 1978) que ignora a Cabrera In-
jes que emplearon las fuerzas o la derrota. El escritor siem- fante, sorprendentemente re-
militares nazis durante la Se- pre está en guerra. La escri- coge su nombre”.
gunda Guerra Mundial. Ahora tura siempre intenta construir Eso quiere decir algo. El
la máquina es una novela. un discurso fuera de lugar, viejo detective (imaginemos su
Alrededor del tema bé- problematizar o subvertir los astuta sonrisa al escribir esta
lico se organizan muchos rela- discursos dominantes. Re/ge- frase) nos miró a los ojos y nos
tos de Bolaño. La literatura nerar información. regaló una pista. [●]
como uno de esos tableros de
( c r i p t o g r a f í a c u b a n a ) ( c r i p t o g r a f í a c u b a n a )
wargame que hemos visto en ( c r i p t o g r a f í a c u b a n a ) ( c r i p t o g r a f í a c u b a n a )
El Tercer Reich, Estrella dis- ( c r i p t o g r a f í a c u b a n a ) ( c r i p t o g r a f í a c u b a n a )
tante y otras páginas de La ( c r i p t o g r a f í a c u b a n a ) ( c r i p t o g r a f í a c u b a n a )

literatura nazi... A Ernesto ( c r i p t o g r a f í a c u b a n a ) ( c r i p t o g r a f í a c u b a n a )

Pérez Masón habría que leerlo ( c r i p t o g r a f í a c u b a n a ) ( c r i p t o g r a f í a c u b a n a )


( c r i p t o g r a f í a c u b a n a ) ( c r i p t o g r a f í a c u b a n a )
desde esa óptica.

j.e.lage.j.e.lage.j.e.lage.j.e.lage
.j.e.lage.j.e.lage.j.e.lage.j.e.lag
e.j.e.lage.j.e.lage.j.e.lage.j.e.la
ge.j.e.lage.j.e.lage.j.e.lage.j.e.l
age.j.e.lage.j.e.lage.j.e.lage.j.e.
lage.j.e.lage.j.e.lage.j.e.lage.j.e
.lage.j.e.lage.j.e.lage.j.e.lage.j.
e.lage.j.e.lage.j.e.lage.j.e.lage.j
.e.lage.j.e.lage.j.e.lage.j.e.lage.

{ V●18 }
K
(( ll aa vv ii dd aa ee ss tt áá
ee nn oo tt rr aa pp aa rr tt ee ))
a r m a n d o v a l d é s z a m o r a
a r m a n d o v a l d é s z a m o r a
a r m a n d o v a l d é s z a m o r a
CON EL DESCONCIERTO que siempre Del acto casi delictivo he pasado
me provoca su bella discreción, G. al acto placentero. Y esta vez debo
acaba de regalarme por mi cumpleaños reconocer que si el tiempo me ha
número X, la edición del primer tomo llevado un poco recio en eso de las
de la Œuvre de Milan Kundera, recompensas (no olviden que hablo de
publicada en la prestigiosa colección de un regalo por mi cumpleaños X), la
La Pléiade de la editorial francesa elección arriesgada de haberme alejado
Gallimard. de la Isla, me sonríe ahora con el
Es la primera vez (insisten los placer de poseer y poder leer este
franceses con esa arrogancia aceptada libro.
por siglos de esplendorosa literatura) Vale ahora, al cabo de tantas
que un escritor vivo aparece publicado lecturas interrumpidas de Kundera,
en La Pléiade. tratar de precisar qué hace grande a
Sí, hay que morirse para estar este escritor o, y esto es lo que más me
canonizado por los galos. Y ni aún así. interesa, el por qué de la atracción
Por ejemplo, de los escritores unánime de sus libros.
latinoamericanos, sólo aparecen Borges Escucho en la radio francesa a
(a pesar de memorables polémicas con François Ricard, prologuista de esta
su viuda María Kodama), Octavio Paz y edición, al escritor Dominque
pronto, Alejo Carpentier… Fernández y al filósofo Alain
Tengo ante mí, y leo en francés, Finkielkrau, en un programa dedicado
reunido en un libro, novelas de Kundera al escritor checo que se niega, hace
que a veces pude hojear o leer de años, a dar entrevistas o aparecer en
prestado en Cuba. público.
Creo fue el bibliófilo Pascual Cruz Y debo confesar que no es sólo
Varela quien me hizo leer en la ciudad leyendo sus novelas sino también sus
nuclear de Juraguá primero, y después ensayos El telón y El arte de la novela,
en La Habana, los libros de Kundera. y ahora escuchando los juicios críticos
Yo era nada más y nada menos que de quienes le conocen, que he logrado
Asesor Literario de la Central Nuclear aclarar las causas de mi placer, mi
de Juraguá cuando conocí a Pascual, y coincidencia o no con quienes admiran
las lecturas de libros que, como un “al otro K checo”, como lo llamara su
prestidigitador desesperado, él hacía amigo Carlos Fuentes.
aparecer de sus mochilas, nos salvó de Al leer a Kundera en Cuba siempre
la pesadilla de permanecer en ese lugar creí que mi empatía con su escritura
varios años de “Servicio Social”. estaba condicionada por las situaciones

{ V●19 }
K
análogas que él viviera y narrara en sus En otras palabras, que la
libros. Quiero decir, el haber vivido y introspección y el lirismo son
creado en un régimen comunista, como remplazados por la confrontación a la
nosotros. Esa resulta ser la primera desilusión y el descubrimiento de la
apreciación de muchos lectores que ambigüedad de lo real.
relacionan la historia contada con la La belleza, parece enseñarnos
Historia soportada. Y resulta ser Kundera, es más auténtica cuando las
también la que más disgusta al propio cosas pierden sus significados aparentes
Kundera, que insiste existir, sobre y lo insólito (es decir la libertad) se
todo, como un escritor universal, y no expresa sin límites y sin las
como un disidente checo que escribe: restricciones fijas de lo real.
novelista y europeo, resultan ser las “Leer una novela de Kundera es
únicas dos etiquetas que acepta. siempre una experiencia de la
La universalidad de las novelas de desilusión”, escribe François Ricard en
Kundera se debe a la manera la introducción a este primer volumen
contemporánea de trabajar temas de la Oeuvre de este checo K que ahora
eternos: la ligereza del ser, el amor, el escribe en francés y no en alemán
lirismo, la ignorancia, la estupidez, el como Franz. Sólo que esta desilusión se
arte, la política, la nostalgia, etc. Es la enaltece por la reflexión y por su
presencia constante de este tema sinceridad.
central el que da unidad a todas las Pensar al tiempo que se escribe,
discreciones que se permite el autor al romper el telón para develar lo más
interrumpir la cronología de lo recóndito de los comportamientos ante
contado. lo sublime y lo ridículo, ante lo trágico
El aspecto fundador de la prosa de y el kitsch, lleva a Kundera a servirse
Kundera proviene de la manera en la de pasajes que pueden considerarse
que él cuenta la anécdota y al mismo ensayos sin que, gracias a la unidad del
tiempo medita sobre la existencia de tema existencial, nos aleje, ni nos
sus personajes. Y subrayo existencia merme el placer de la lectura.
porque Kundera rechaza lo que él llama Si en La insoportable levedad del
“la representación delante del telón” ser Kundera se permite exponer cómo
que superan Rabelais y Cervantes. una ligereza excesiva del espíritu
Según él, existe una doble tradición de puede ser tan nociva como la gravedad
la novela europea a la cual él se que él había explorado en La broma, en
integra, la iniciada por estos autores y La vida está en otra parte ridiculiza y
continuada por Kafka, Musil, Broch y rompe con lo que él denomina “La edad
Gombrowicz. lírica” del hombre, a través de la
El arte de la novela, según historia del poeta Jaromil que llega a
Kundera, sufre una cambio irreversible ser un digno representante del realismo
cuando la historia abandona la socialista.
fascinación psicológica que significa Es a través de una situación y no
explorar los caracteres y se orienta de escenas ni de exploraciones de la
precisamente hacia al análisis psiquis que se revelan según este
existencial, es decir la lectura y escritor, la inexperiencia o el
narración de situaciones que aclaran conocimiento del alma humana.
los principales aspectos de la condición Y cabe preguntarse entonces: ¿y
humana. dónde está el comunismo en todo esto?

{ V●20 }
KK
Es evidente mi intención aquí de Y esta es la grandeza de Kundera,
invertir la lectura de la obra de la de mostrarnos a la vez el desastre
Kundera. Bastaría con haber espiritual del totalitarismo en las
comenzado por una lectura de la crítica personas y el drama en general de la
explícita al totalitarismo que se puede existencia del hombre contemporáneo,
encontrar en la piel, en el exterior de más allá de la anécdota, de la
sus libros cuyas historias transcurren descripción del hecho, de la repetición
casi siempre en la Checoslovaquia simplista de los clichés de quien vive el
sovietizada por la fuerza. trauma irracional de un régimen sin
Kundera nos insinúa que espacios de disensión.
situaciones como las generadas por el Esta universalidad los críticos y
comunismo sólo se diferencian de otras académicos europeos la explican de
surgidas en otros contextos por llevar al manera radical: Kundera es ante todo,
extremo a los seres humanos, por no un intelectual de Europa, dicen. Sus
dejarles opciones. Y es, piensa él, en dudas y angustias no sólo son propias a
estas situaciones que se revelan todos esa civilización, sino que pueden llegar
los registros de la existencia. Lo total a exponerse de manera tan ejemplar
de la imposición enriquece el por el legado de la espiritualidad del
muestrario de desilusiones, de viejo continente.
reacciones de sobrevida, o de
humillaciones por parte del Poder.
a r m a n d o v a l d é s z a m o r a
a r m a n d o v a l d é s z a m o r a
a r m a n d o v a l d é s z a m o r a
a r m a n d o v a l d é s z a m o r a
a r m a n d o v a l d é s z a m o r a
a r m a n d o v a l d é s z a m o r a
a r m a n d o v a l d é s z a m o r a
a r m a n d o v a l d é s z a m o r a
El Tomás libertino de La
insoportable levedad del ser es un Me pregunto entonces, ¿qué
cirujano que termina limpiando lección puede compartir un intelectual
cristales, Ludvik Jahn, estudiante de La o un simple lector cubano de este
Broma, por simpatizar con Trotski, es novelista?
expulsado de la universidad y obligado La misma que los europeos, me
a trabajar en una unidad militar. respondo, detestando distancias y
Jaromil, el poeta de La vida está en discriminaciones. La misma, sin la
otra parte, pone su talento al servicio coincidencia cultural, claro. Sin esa
del régimen comunista porque su ego herencia directa de la cultura griega y
necesita reconocimiento y su lirismo en judía-cristiana. Como si fuera también
el plano social lo lleva a confundir, por el resultado, por ejemplo, de los
oportunismo narcisista, la utopía con la efectos de la lectura de una
realidad. traducción.

{ V●21 }
Pero, y de ahí quizás la razón ocurrirá llevar de regalo a mis amigos
principal de nuestra devoción, un botellas de vino de Burdeos”, le
lector cubano posee la ventaja comento.
cómplice de conocer desde adentro, de Y recuerdo un pasaje en el cual
manera vital, como el joven Milan, la Borges cita a Dante y se refiere a una
alienación existencial del totalitarismo. versión no difundida del mito de Ulises.
Algo que para bien o para mal, no Parece ser, apunta Borges, que Ulises
conocieron, por ejemplo, los franceses. después de estar un tiempo en Ítaca,
En La ignorancia, su última no pudo soportar y siguió navegando
novela, curiosamente publicada hacia otros mares. Kundera sin duda no
primero en español en el 2000 y ignora esa versión y en La ignorancia
después en 2003 en francés, lengua en hace volver sobre sus pasos a los
la cual fue escrita, Kundera cierra un decepcionados exilados, como si la vida
ciclo en la búsqueda personal por siempre estuviera, para todos, en otra
explicarse las reacciones de los parte.
hombres: narra el regreso de dos Esto explica otra de sus
checos exilados, Josef e Irène, a una elecciones. Durante varias semanas
Praga democrática. Kundera manifestó a sus editores
La novela es consagrada a la franceses su interés por titular La Edad
nostalgia y contiene explícitas alusiones Lírica a su novela antilírica que terminó
a Ulises, encarnación, como se sabe, llamándose, como hemos visto, La vida
del desterrado que regresa tras un está en otra parte. En realidad,
largo periplo de aventuras. En una de Kundera retoma de manera sarcástica
las tantas escenas memorables de ese el célebre verso de Rimbaud (La vraie
breve libro, Irène, quien ha vivido vie est ailleurs) para ponernos ante la
muchos años en París, organiza una cruel evidencia que casi siempre
fiesta a sus amigos de infancia y decide negamos: estemos donde estemos de
poner en la mesa una docena de vinos nada sirve imaginar una evasión a la
de Burdeos. Consternada, se percata tragedia humana.
que sus viejos camaradas ignoran el Aunque vivamos aquí o allá uno
vino francés que ella les trae de regalo, lleva consigo a sus propios demonios,
y prefieren beber cerveza local. enfrentará experiencias límites, y la
Contrario a lo que supone la belleza del mundo consiste,
razón, que estipula que el exilado debe precisamente, en la aventura de tratar
volver cuando se extinguen las razones de atravesar el escenario pagando el
de su exilio o simplemente cuando la precio de ser nosotros mismos.[●][●]
nostalgia se vuelve insoportable, los [●][●]
personajes de La ignorancia constatan [●][●]
[●][●]
que es imposible un regreso al origen [●][●]
que abolirá con crueldad las vivencias, [●][●]
las enseñanzas, y las diferencias [●][●]
nacidas durante los años de exilio. [●][●]
n o t a s s o b r e
G. me mira ahora leer la Oeuvre [●][●]
l a [●][●]
de Kundera con la satisfacción c o n s a g r a c i ó n [●][●]
comprensible de quien comprueba que d e [●][●]
su regalo ha gustado a su destinatario. m i l a n [●][●]
“Cuando vuelva a Cuba no se me k u n d e r a [●][●]

{ V●22 }
a
a h
h m
m e
e l
l e
e c
c h
h e
e v
v a
a r
r r
r í
í a
a
a h m e l e c h e v a r r í a
a h m e l e c h e v a r r í a
a
a h
h m
m e
e l
l e
e c
c h
h e
e v
v a
a r
r r
r í
í a
a
a h m e l e c h e v a r r í a

( c o m o u n a o r u g a b l a n c a )

123456 123456 Punto●1 Punto●●2

NO ES perceptible su paso, devora cuanto tiene Diez cuentos integran la entrega número 4 de
delante; puedes ver la estela que deja al pasar. la colección Dienteajo de Ediciones Cajachina.
Como una voraz oruga blanca avanza la radia- Este es un cuaderno en donde Cuba no asoma el
ción tras el desastre nuclear. Radiactividad y morro. ¿Este detalle deviene carencia en el li-
accidente es la fase larvaria y eje del libro de bro? Dejemos la respuesta para el Punto 5.
cuentos Absolut Rötgen (Ediciones Cajachina, Niños, adolescentes, jóvenes, viejos, in-
2009, Centro de Formación Literaria "Onelio cluso perros y muertos, la Iglesia Ortodoxa Ru-
Jorge Cardoso"), ópera prima de Abel Fernán- sa, el Partido Comunista y las Fuerzas Armadas
dez-Larrea. cruzan las 83 páginas del libro; la presencia,
Si no intentamos la maroma de la exacti- desplazamiento e interacción de todos no es
tud, el lector podría confundirse. Bien podría tan sigilosa como los de la nube radiactiva. Se
pensar que Fernández-Larrea y el Centro de alternan el sosiego y el desespero, sin patetis-
Formación Literaria "Onelio Jorge Cardoso" han mos se habla del amor y la muerte, también del
hecho de tripas corazón para ponerse en sinto- dolor, de pérdidas irrecuperables, de las ansias
nía con lo que acontece en nuestra Gran Casa de vivir, de bajas pasiones, incluso de luces y
Azul: el terremoto que en segundos sacudió y zombis, de lluvia con un absoluto sabor a
agrietó no solo el noreste de Japón, también la vodka.
economía y la vida de los japoneses, además de Los diez cuentos tienen como eje el acci-
activar las alarmas ante el desastre nuclear en dente de Chernóbil. Tras la lectura de cada
la Central de Fukushima —y con ello la reconsi- texto el lector no debe esperar una progresión
deración de los planes de extender la genera- cronológica o línea de tiempo respecto a la ex-
ción de electricidad a partir de la fisión del plosión del reactor número 4. La intención no
átomo. es narrar el desastre, sino las consecuencias del
Hay millones de curios avanzando en si- accidente en la vida de quienes la Central de
lencio sobre las páginas de este libro. Está el Chernóbil, de algún modo u otro, fue parte de
eco de una gran explosión. Hay dolor, muchísi- su devenir. Como terribles postales son los
mo, y muerte, como agujas clavadas entre las cuentos. Liquidadores y científicos, periodistas
uñas y la carne. Pero Absolut Rötgen no es un y alumnos de la escuela primaria, chicas con los
boleto de ida y vuelta a Japón. En sus páginas senos en flor, maestras y amas de casa, cama-
está el propósito de narrar la vida antes, duran- reras y militares de diferentes rangos están na-
te y después del fallido experimento que el 26 rrados en estas páginas. Aman y temen, odian,
de abril de 1986 causó la peor catástrofe nuclear violan y matan, golpean y cortejan en un pai-
conocida hasta el momento. Hablamos de Cher- saje otro.
nóbil, Ucrania. Era el siglo XX.

{ V●23 }
Palabra por palabra, Fernández-Larrea Punto●●●3
nos construye pequeñas biografías insertadas
en micro-universos totalmente ajenos a nuestro Estas historias mínimas son los fragmentos de
diario acontecer. Ya lo había advertido: en Ab- un espejo en donde una vez nos miramos. Fren-
solut Rötgen Cuba no asoma el morro. Digamos te a esa luna más de una vez comprobamos el
que Abel se propuso la fuga, escapar de su len- nudo de nuestra pañoleta, o revisábamos los
gua materna, huir del castellano para volver a botones de la camisa o la falda antes de ir a la
un castellano otro; el vocabulario puesto a fer- reunión de la UJC o a su versión senior: el PCC.
mentar y filtrado para obtener a cambio un dis- Frente a ese espejo nos peinábamos —unos se
curso de innegable transparencia, de suave y a preguntaban si podían ganarse un pasaje gratis
la vez extraño sabor. Te asomas a él; sientes en la Soyuz, otros planificaban estratagemas
que hay vida latiendo detrás, o debajo. Sin em- para acumular arrobas de caña cortadas y así
bargo tienes la sospecha de que es inevitable el tener un Lada en la familia, buena parte enar-
regusto sintético, solo será cuestión de avanzar caba las cejas mientras memorizaba manuales.
unas páginas hasta acostumbrarse. Se trata sim- Asesores militares, carne enlatada, frutas
plemente de un pacto ficcional entre el lector y jugos en conserva, electrodomésticos, ingenie-
y el escritor. ros, dibujos animados y programas de TV, auto-
Fernández-Larrea escapó de su lengua ma- móviles, planes de estudio. Era más que la mí-
terna y regresó a ella, pero desde la diferencia, mesis. Mucho más.
como si la radiación del idioma ruso —o del Por estos días nos alegramos de que la
tempo de esa lengua, o la idea que tenemos de Central de Juraguá haya sido un sueño irrealizable.
ese idioma luego de fatigar largometrajes o di-
bujos animados de Sovexportfilm— afectara su
español. Repetir desde la diferencia para inten-
tar una mímesis. La eficiencia de su dispositivo
de enunciación no es total, pero su rango es al-
to y llega a convencer, invita a que apuestes Punto●●●●4
por él.

12 3 456
Absolut Rötgen contiene un par de cuentos que
parecen haber sufrido una mutación debido a
los efectos de la radiactividad. Quizá la altera-
ción que acontecerá en la lectura se avisa en el
cuento “Absolut Vodka”, ocurrirá cuando un li-
quidador, refiriéndose a la lluvia, le confiesa a
un militar que sirvió en Kabul: “¡Era vodka caí-
do del cielo!”. ¿Era el sabor del agua contami-
nada? ¿Afectación del paladar? Lo cierto es que
en los textos “El hombre que no podía decir ad-
jetivos” y “En el principio el verbo” se deja
atrás el vasto terreno del realismo por el que
desandan la mayoría de los cuentos minimalis-
tas de Absolut Rötgen. Realismo irradiado. El
efecto de los millones de curios provocan luces
diminutas saliendo por las ventanas de un apar-
tamento de la calle Arbat, o que un Pope sea
llevado en jeep hasta la comisaría y de allí a un
río: el lugar por el que al pueblo llegan los
muertos para convivir con sus familiares tal co-
mo si regresaran de un viaje.

123 4 56
¿Qué pensar ante tal evidencia? ¿Efectos
colaterales de la nube radiactiva? ¿Aprender a
convivir con la enfermedad, hacerla llevadera
con la gracia del cisne? Supongo que es una
cuestión del pacto ficcional que propone Fer-
nández-Larrea.

{ V●24 }
Punto●●●●●5 Punto●●●●●●6

Retomemos el inicio del Punto 2. Allí mencioné ¿Algún escritor ya narró Juraguá?
que Cuba no asoma el morro en el libro de Fer- En el documental Bretón es un bebé, el
nández-Larrea. Ya lo dijo el grupo Calle 13: cineasta Arturo Soto hace escala en el escena-
“Qué importa si te gusta Cold Play, qué impor- rio de un sueño nuclear cubano que cristalizó
ta si te gusta Green Day…”. El asunto es narrar en un callejón sin salida. Era La Obra del Siglo
una historia y que sea verosímil según sus in- en nuestro archipiélago. Del siglo XX. Cuatro
tenciones, que esa historia hable del hombre, reactores para generar más de cuatrocientos
de su existencia, de sus angustias, de su gran- megawatts. El desastre que en él se narra no es
deza y miserias, aunque el personaje en la estampida de millones de curios en la zona
cuestión sea en realidad un homúnculo. central de Cuba, sino el efecto de la radiación
Una vez tuve el chance de escuchar a La- de un proyecto inconcluso en la vida de quienes
can. Era 1972, Bélgica, estoy casi convencido le darían orden y sentido a la Ciudad Nuclear
de que yo era el único cubano en aquel salón de Juraguá y a la Central. Una oruga blanca.
de conferencias de la Universidad Católica de El testimonio es revelado por técnicos y
Lovaina. Mientras aspiraba humo de su tabaqui- traductores que —tal como dice un mulato es-
to jorobado, el viejo Jacques nos recordaba a pecializado en el trabajo con desechos nuclea-
todos que “nos hacemos preguntas cuyas res- res devenido ganadero— estarían en función de
puestas ya poseemos de antemano”. Tras un generar corriente con una “papa caliente” en
silencio teatral y una nubecilla de humo, el la- las manos; son solo unos pocos los testimonian-
dino conferencista remató la idea y nos remató tes, pero se les ve desempeñando profesiones
a casi todos nosotros: “eso limita mucho el al- inverosímiles, tomando en cuenta los años de
cance de las preguntas”. Supongo que ese sea estudios y materias cursadas.
también uno de los retos de la literatura y la Edificios multifamiliares abandonados a
sociedad cubana. mitad de construcción. La esperanza de algunos
protagonistas de aquel sueño de volver a por la
fisión nuclear. Los fierros e inmuebles de la
CEN varados en el tiempo. El recuerdo de un
discurso de Fidel que en el apocalíptico año 92
anunció el final abrupto de La Obra del Siglo en
Cuba. Las lágrimas y el vacío y el consuelo que
arrancó y brindó, dicen, aquel discurso.
¿Algún escritor cubano ya narró Juraguá?
[●][●][●][●][●][●][●][●][●][●][●]

( c o m o u n a o r u g a b l a n c a )
(( cc oo m
m oo u n
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( c o m o u n a o r u g a b l a n c a )

1234 5 6 12345 6
{ V●25 }
COMENZABA LA desbandada del Mariel Entre los motivos de su silencio podría
cuando avisó a sus familiares floridanos que también contarse el miedo, pero quienes lo
quería partir y les pidió que gestionasen sin conocieron bien consideran más acertado
demora su salida. Noticia que los tomó a achacar su reserva al deseo de no decir
todos por sorpresa; jamás había dado el palabras de más, no participar en
menor indicio de que pensase dejar el país, habladurías sin resultado. Por lo demás,
de que vacilase su fidelidad. cuando delataba de alguna forma, así fuese
Puede que fuese correcta esa imperceptible, el innegable contraste entre
impresión y que jamás lo hubiese pensado; sus acomodados gustos y la áspera vida de
que, efectivamente, nunca hubiese dudado, todos los días, sus más exaltados
pues notable era su desdén por la compañeros no vacilaban en calificar su
imaginación y desde hacía años, las anodina actitud de silencio oportunista.
posibilidades de partir no eran sino sueños; Lo cierto fue que el contraste entre su
no sólo casi nulas sino que cuando existían, tradicional impasividad y la abrupta petición
significaban meses o años de marginación, de partir por una vía con tantos ribetes de
de labores serviles, indefensión y sumisión, desesperada como la del Mariel, de ser uno
que él no estaba dispuesto a soportar. más en el multiforme y desordenado éxodo,
Dificultades multiplicadas en su caso, ya que de sumarse al jeroglífico indescifrable de los
sus capacidades profesionales resultaban en dispuestos a todo con tal de partir, cogió
extremo necesarias, por escasas. Y por eso, desprevenidos a todos sus allegados en
por poco soñador y especulador, no se ambas costas.
sospechaba de sus convicciones, pues Tan decidido estaba a irse que jamás
compensaba la pasividad de su militancia, consideró la posibilidad de que se negase su
que en otros habría sido motivo de petición, y tan seguro se sentía que, al ser
amonestación cuando menos, con una citado a su centro de trabajo para recibir el
invariable ausencia de los conciliábulos necesario salvoconducto, no registró su
inconformistas que abundaban en su fábrica mente un solo atisbo de sospecha o recelo.
a los niveles más diversos, no Partió a la cita resuelto, apoyada su
conociéndosele un solo rechazo a las seguridad en los variados detalles de
órdenes por demás ilógicas venidas de privilegio que durante los últimos años le
remotas necesidades burocráticas que, en la había valido su condición de necesario
concreta realidad del centro de trabajo, profesional, nunca rebelde ni vacilante
eran en el mejor de los casos arbitrarias y frente al nuevo orden de cosas y sus a veces
casi siempre insensatas. caprichosos rumbos.
casi siempre insensatas. caprichosos rumbos.
e l
casi siempre insensatas. i n g e n i
caprichosos rumbos. e r o
e l
casi siempre insensatas.
casi siempre insensatas.
i n g e n i
caprichosos rumbos.
caprichosos rumbos.
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casi siempre insensatas. caprichosos rumbos.
( fernando villaverde )
casi siempre insensatas.
Ni siquiera daba a muestras de
caprichosos rumbos.
A paso firme fue hasta aquel lugar
( fernando villaverde )
Ni siquiera daba a muestras de A paso firme fue hasta aquel lugar

( fernando villaverde )
Ni siquiera daba a muestras de A paso firme fue hasta aquel lugar
Ni siquiera daba a muestras de A paso firme fue hasta aquel lugar
Ni siquiera daba a muestras de A paso firme fue hasta aquel lugar
Ni siquiera daba a muestras de A paso firme fue hasta aquel lugar
Ni siquiera daba a muestras de A paso firme fue hasta aquel lugar
rechazo o burla ante las desmesuradas donde casi todos eran sus subalternos,
diferencias entre metas y logros que, si bien deseoso de recibir de una vez los
cosa de rutina en la nueva sociedad, seguían imprescindibles documentos, y muy lejos de
siendo para muchos de sus empinados sospechar que su despedida pudiese tener
colegas calculado o espontáneo motivo de algo de especial, de notable, más allá de
chiste y ridículo, eje de concertadas gestos o frases secos o desagradables, si
murmuraciones, entre despectivas y acaso de algún insulto que ya había decidido
conspirativas. pasar por alto.

{ V●26 }
Así fue, al principio. Al entrar a las La totalidad de los empleados de la
oficinas de la oficial gerencia fue tan fábrica lo esperaba cuando franqueó la
fríamente recibido como había supuesto y al puerta y salió del salón de doble puntal al
cabo de breves preguntas y respuestas, más centro fabril donde, en su honor, se habían
prontas y descoloridas incluso de lo previsto, reunido desde colegas ingenieros hasta
le entregaron lo necesario para partir, encargados de limpiar el piso, desde
enterados ya sus superiores del desdén laboratoristas veteranos hasta secretarias
oculto que él había debido sentir por ellos jóvenes y aprendices, y donde las detenidas
todos estos años, pero inexpresivos. Iba a maquinarias evidenciaban que la necesidad
irse el ingeniero por donde había venido de dar un escarmiento y evitar otras fugas
cuando se le detuvo, indicándosele que se era más valiosa que cualquier otra meta
dirigiera hacia los recintos interiores de la productiva, por urgente que ésta fuese.
fábrica, hacia el conocido y enorme salón Los congregados, como las máquinas,
donde se centraba la producción, el cual se estaban quietos, callados. Pero la calma
abría tras la indicada puerta; sus duró poco.
compañeros querían decirle adiós. Al momento de acatar la orden
Sintió en ese momento una punzada escuchada a sus espaldas de echar a andar
de temor, presintiendo injurias y hasta hacia la salida del edificio, situada al otro
golpes, como con harta frecuencia estaban extremo del recinto, amplio como un
propinando en las calles grupos armados de hangar, se inició un aguacero general de
bates o palos a quienes se iban o deseaban salivazos, sin palabras, sin más gesto que el
hacerlo; o ser blanco de andanadas de despectivo movimiento de cabeza que
tomates y huevos, como estaba sucediendo acompañaba a cada escupitajo. Lanzados
a muchos otros aspirantes a emigrante, casi todos contra su rostro y los
atacados con lluvias de objetos imprudentemente desnudos brazos, las
mancillantes, lanzados con tanta furia que manos con que sujetaba su costoso
las afiladas cáscaras hacían a veces de salvoconducto, le caían por todas partes,
estilete y vaciaban o cegaban algún que otro sobre el pelo que comenzaba a chorrear
ojo; o hasta la peor desgracia de ser vejado baba, sobre la camisa que sentía empaparse
por docenas de nalgadas burlonas, y pegarse a su pecho y a su espalda, sobre
descaradas despectivamente con la mano, o los pantalones que de tan mojados parecían
dolorosamente con una estaca o un orinados de miedo.
cinturón, para subrayar la vociferada Sentía las pegajosas gotas caerle por
acusación de loca, proferida contra muchos el cuello, por las mejillas, hasta resbalarle,
de los que partían, epíteto alternado sólo como si fuesen suyas, por las comisuras de
con el de delincuente. su propia boca; se sentía anegado por la
Todas estas posibilidades le saliva de sus compañeros y compañeras, de
relampaguearon en la conciencia en ese jóvenes y viejos, de gente que sabía
breve momento. Pero su imaginación, poco elemental y otros cuya inteligencia conocía,
adiestrada, falló en sus especulaciones. Su todos escupiendo unánimes, arrítmicos y
castigo fue inesperado, único. esforzados, cada cual procurando escupir
más y mejor que el vecino, embarrar más de
gargajo al colega que se iba y, a todas luces,
de convertir la líquida agresión en meritorio
elemento del expediente propio.

{ V●27 }
Lo que en un principio había sido lanzaban sus espumarajos aquéllos cuya
doble fila, desfiladero humano organizado actitud de incondicionales había hecho
para darle paso, lo era ya sólo a medias; los acreedores a limitados pero exclusivos
formados militarmente en el segmento privilegios y algunos que, aunque todavía se
inicial de su recorrido, no conformes con los ignoraba, habían pedido también a
escasos momentos en que lo habían tenido ultramarinos familiares que acudiesen en su
al alcance de su saliva, se iban aglomerando rescate y los sacasen de la isla cuanto antes,
tras él, en una turba que acumulaba pero desconocían aún la respuesta a su
injurias, o anticipándose a su paso para pedido y, guardando silencio hasta el último
repetir la rociada, dando empujones con tal instante, tuvieron la fortuna de partir
de colocarse en el preferencial sitio que les cuando los golpes habían cesado y estos
permitiría seguir bañando con su espumosa entusiasmos habían sido encauzados hacia
lluvia al desertor, como lo empezaban a multitudinarias manifestaciones por un
llamar a voces, traidor y maricón. gobierno que comenzaba a preocuparse con
Decidió prudente no echar a correr y tanta euforia sin riendas, y temía que las
le dio esta decisión tiempo de verlos a descontroladas expresiones de la picota
todos, así fuese cegado a ratos por los popular pudiesen degenerar en desenfreno
viscosos escupitajos que le caían sobre los anárquico o fuesen aprovechadas para
ojos y se le quedaban pegados entre agazapadas expresiones de protesta.
pestañas y párpados, y pudo ver cómo le Entre todos lo empaparon y llegaron a
escupían con entusiasmo los inconmovibles, exaltarse de tal manera cuando vieron
los intransigentes de siempre, los que jamás próximo el final de la bautismal travesía,
discutían una orden y tenían el temible tan furiosos fueron los impactos de saliva
insulto de contrarrevolucionario siempre a que sintió caer en ese último tramo sobre su
flor de labios, y pudo verlos codo con codo cuerpo, mojado de pies a cabeza y envuelto
con los eternos participantes en discretos y por una capa de baba tan gelatinosa y
tolerados corrillos, donde la burla y el vibrante que parecía haberse bañado en
desprecio al régimen imperante eran clara de huevo, que de haber tenido el salón
consuelo solitario de su impotencia. Le unos metros más y de no haber dejado
mojaban las orejas, hasta tupírselas, los escapar sus enardecidos compañeros parte
espumarajos de infelices, gente agachada de su desorbitada furia en inocuos coros
que con esta ciega obediencia esperaba salir insultantes o feroces gritos esporádicos, lo
un poco del desamparo de su eterna habrían atacado y hasta linchado en el piso
escasez, y le chorreaban por la nariz, de la fábrica, sin que los mismos jefes, de
goteándole como moco enfermo sobre los haberlo querido, hubiesen podido hacer algo
labios, los salivazos de mujeres cuyos hijos y por impedirlo.
nietos se habían ido hacía años a Miami o Puede que los indignara la manera en
Nueva York, parentela que sin cesar les que, combinando mesura, orgullo y miedo,
enviaba paquetes con zapatos, ropa, jamás varió el penado el ritmo de su andar,
medicinas o comida, según lo permitido en por asqueantes y numerosos que fueran los
cada veleidosa época, para consolar un gargajos. Puede que enfureciera a algunos
ápice sus estrecheces. de envidia y rencor la perspectiva de que su
Hermanados estaban en la inquisidora víctima dejase pronto atrás este insólito
fila hombres que se habían jugado o creído universo en el que ellos quedarían. Al fin
jugar más de una vez la vida en defensa del salió por la destinada puerta,
orden vigente, escupiendo al unísono con comprobándose como si hiciera falta la
aquéllos a quienes ese mismo sistema había detallada planificación de los
fusilado o encarcelado por décadas a acontecimientos, al toparse allí con una
parientes próximos o lejanos, gente querida. detenida camioneta cargada de soldados y
Escupían fraternales ex-presidiarios comunes muchos futuros emigrantes como él, quienes
o políticos, empleados como barrenderos en al verlo salir duchado en pegajosa y
la fábrica a raíz de un pasado considerado burbujeante saliva quedaron incrédulos,
infame, junto a asiduos y estrictos pasmados de espanto.
participantes en cuanto comité de trabajo o Naturalmente que no pudo, no se le
vigilancia pudiera concebirse. Indistintos permitió lavarse, pues una humillación que

{ V●28 }
había costado el tiempo de trabajo de Lo cierto es que, en el preciso
tantos empleados debía ser aprovechada, momento en que la costa del Mariel quedó
justificada al máximo. De manera que una atrás, invisible, y su barco, atestado como
vez depositado junto con los demás viajeros todos, se adentró en las olas del estrecho,
en el patio interior de una escuela, donde avanzó él como un iluminado hasta el lugar
esperó junto a una heterogénea multitud más prominente de la proa, hasta el
que resultaba una muestra cabal de lo peligroso sitio donde el oleaje, al caer en
cubano, pensaba él con su altiva costumbre, bandazos sobre la embarcación, le entraba a
de lo que quedaba de una Cuba en regresiva ésta en marejadas amenazando con
mutación, tuvo tiempo el sol de secarle hundirla. Pero en vez de huirle el cuerpo al
sobre la piel y la ropa la viscosa capa de agua, se lo ofreció a las olas, inclinándose
saliva, transformada en un segundo pellejo, tanto sobre la borda que causó alarma,
en una adherida lámina que, al moverse, le pensando algunos que iba a tirarse y otros
provocaba leves pinchazos por todas partes que les había tocado un orate decidido a
al dar tirones a los pelos en que se había hacer zozobrar su yatecito.
pegado. Se tranquilizaron al verlo quedar
Reunidos al fin en grupos de casi un inmóvil de pie, dejando sencillamente que
centenar cada uno, subieron a los autobuses lo empapara de pies a cabeza el diluvio de
que esperaban y fueron a parar al Mosquito, espuma de las aguas del mar abierto, que el
esa playa de la bahía del Mariel donde tuvo oleaje le enjuagara el pegajoso rostro y las
que esperar más de un día, mientras su encostradas manos, que los chorros de mar
impregnada piel ardía cada vez más por el salada le cayeran sobre el cuello y la ropa,
escozor de la arena que se le iba como si se la lavara puesta, y que el agua le
incrustando, hasta subir a la embarcación limpiara impecablemente la viscosa capa de
que fue a recogerlo, cubierto todavía por la churre en que se había convertido la saliva
resbalosa costra con que lo habían rociado, sobre su cuerpo.
empastada ahora de arena y mugre sobre sus Su conducta posterior fue igualmente
poros y sus pelos, transformada en una peculiar, no se sabe si premeditada desde
especie de envoltura resinosa. sufrir su húmedo suplicio o decidida en ese
Una vez suelto en el encierro del preciso instante en que dejó de ver tierra
Mosquito pudiera haberse lavado, y así se lo cubana; imposible decir si lo transfiguró el
dijo más de uno que lo observó con baño de mar y provocó, o rompió, una
extrañeza y asco. Pero estaba claro que hipnosis, un encanto. Pero jamás volvió a
había decidido no hacerlo y hasta durmió preocuparse por la suerte de la isla en que
esa última noche unas horas refocilado en la había nacido y que había dejado, ni a
baba seca que lo cubría como una crisálida. interesarse por su gente, jamás quiso volver
Pocos pudieron comprender por qué al tema ni mostró interés en él, jamás trató
actuó al final como lo hizo; si sus motivos de informarse, de saber, de comunicarse
fueron conscientes, premeditados, o con alguien dejado allá, por amigo de toda
consecuencia del aturdimiento posterior al la vida que hubiese sido. Hasta que dejó
inaudito castigo, una especie de locura totalmente de pensar en Cuba y se
transitoria o una sucesión de gestos desvanecieron de su mente incluso las
instintivos. Tendrían además, para huellas de esos años, como si hubiese nacido
comprenderlo, que haberlo visto primero en aquel día al lavarse en las aguas de la
tierra y luego en la embarcación, lo que corriente del Golfo. [●]
sucedió a pocos, y haber seguido con
atención sus actos, tarea a la que nadie se

{ V●29 }
inclinó en esos alucinados instantes.

{ V●29
{ V●29 }
}
{ V●29 }
No era un simple pene. Ni
p o r p o r un rabo. El pene es un pequeño
e l e l capítulo de una ciencia
retrógrada, acumula deshechos,
h u e h u e puede transmitir enfermedades
c o c o como la sífilis. Un rabo, pieza
freudiana y retorcidamente
d e d e etnológica, atavismo. Pero un
l a l a falo, por el contrario, usa
siempre tecnología espiritual de
s á b s á b punta, no defrauda, nunca
a n a a n a queda por debajo del deseo
mejor, lo más profunda y
exhaustivamente elaborado.
Mi falo era todo mi
cuerpo. Agarrarlo confirmaba la
p o r p o r presunción de que me podía
e l e l sostener a mí mismo por mis
costados y cargarme y
h u e h u e balancearme entre mis propias
c o c o piernas. Ariete mágico. Podía

)
derribar todas las puertas
d e d e hechas por mano de Dios y de
l a l a hombre. Troya no hubiera

z
resistido ni dos minutos y jamás
s á b s á b se tendrían noticias de Homero.

e
a n a a n a Abrazarlo formaba parte
de mi éxtasis, aunque era
h absolutamente innecesario para
MI SEVERA ESPOSA salió de la él, que con su autosuficiencia
c

sombra. Sudaba, desnuda. No es sobrepasaba cualquier fuerza


lo habitual encontrarla aquí, en opositora, incluso la alcahueta
n

el ambiente underground del ley de gravedad. Se sostenía en


sueño. Entonces, cuando me el aire golpeando, encontraba
á

meto a soñar, por lo general apoyo y tomaba impulso dentro


aprovecho la libertad y las de sí mismo, por puro placer de
s

máscaras para ser infiel en golpear. Nada se conocía entre


abundancia, tanto como nunca cielo y tierra capaz de
lo he probado ni en un detenerlo. Cortaba el aire y me
pestañazo en la vida real (quizás cortaba la respiración. Libre,
s

porque me cuido de traerla a irreductible hacha de Meñique,


antros donde la felicidad no necesitaba una voz de mando
i

siempre tiene algo de ni una mano que lo empuñase


depredación y canibalismo). Y para echar abajo el bosque.
c

yo, por suerte, poseía un sexo Ella se ofreció de raíz.


aplastante. Mirarlo, sacando una Había permanecido dócil en la
n

palabrita culta del caos de mi cama, acostada bocarriba,


mente: “falo”, me hacía verlo expectante, después de verme
a

más grande, mítico, legendario pasar por encima como el coloso


como si toda la literatura de Rodas dándole recibimiento a
r

universal fuera un sembrado de un barco cargado de extrañas y


plantas afrodisíacas, prometedoras mercancías. Se
f

regenerativas, con cuyo zumo levantó y fue contra la pared,


hubiera hecho un emplasto para que yo la registrase,
usando saliva, y lo hubiera completa como estaba, madura,
puesto alrededor del glande. con los labios inferiores y las
(

{ V●30 }
tetas que reventaban. Iba a Sólo al rato fue el mayor
abrir la bahía. placer verme al otro lado del
Por sus vellos exhalaba universo. Asomé por el otero,
una electricidad y una vibración milagrosamente, en un juego de
extremadamente delicada. Era niños. Esconderme para
un globo llenándose de sangre sorprender, al principio
caliente. Sus nalgas redondas y perplejo, reacio, dejando ver
la piel allí más fina y fresca, nada más un detalle de mi vida
donde el sol poderoso del secreta, pero avisándoles a
trópico no había podido llegar todos que había llegado al final
como él mismo quizás hubiera y, del inmenso ejército que se
deseado a marcar su piel, a había puesto en marcha,
corromper otra pequeña fuente quedaba uno y era solamente
de calor. Nalgas que florecían yo.
mucho más blancas, sensibles, No bastaba llenar nuestras
capaces de abrirse al mínimo expectativas. Luego no bastaba
roce. la reconquista a profundidad de
Mordí las puntas de sus la fuente de vida. Necesitaba
nalgas y busqué el fondo. herir, lastimar preventivamente,
Intentaba tomar en mis dientes sintiendo cómo el espacio
y en mi lengua aquella primera divisorio entre nuestros cuerpos
colada de lubricación que había caía saqueado, arrasado, y
llenado la tetera de su vagina: revisar esos intervalos a saco, a
estaba roja, humeaba y garrote.
aumentaba de tamaño, Ninguna extensión parecía
obligándola a apretarse contra suficiente para colisionar o
la pared. abatirnos mutuamente. Incluso
Gemía rogando, la resistencia y dependencia
suplicando viático en posición entre un adentro y un afuera ya
mendicante. Separaba sus no lo era todo en cuestiones de
muslos, entre los que había política.
quedado presa y se ahogaba. Débil, a veces entornaba
Pero no. Yo no podía la cabeza, quejosa, y me echaba
llegar hasta la semilla del una miradita de costado. Me era
clítoris con mi boca llena de fácil comprender lo que en este
saliva y dientes. Incluso entre mi trance pedía sin hablar. Lo que
boca y el horno perfecto de su más disfrutaba era el látigo. La
culo se interponía precisamente bolsa de testículos o la vida.
mi falo, el país y el gobierno y el Cedí. Me entregué a sus
sistema totalitario de mi falo. Y debilidades al ritmo de su
se lo permití todo. Fue un respiración. Ella desesperaba
abandono lento como la tratando de crecer y
insoportable brevedad del multiplicarse por dos, por tres,
paraíso, dulce, pero firme. por todas las cosas inimaginables
Sentía cómo el interior de que pasaban por sus ojos, para
su masa de átomos se dispersarse y desaparecer,
transformaba, abriéndose, desbordando el abismo, con tal
plegándose y adaptándose a mi de tener más carne, cáliz, años
extrema redondez. Desaparecí de vida donde recibir los azotes
dentro de ella. No pensaba ni después de haberse portado
veía más. mal, la pobre, muy mal. [●]

{ V●31 }
ODA A LA HOJARASCA

a La yerba crece
delante del rebaño.
En el lago
la luna pare frutas intocables.
r
Debajo
de la hojarasca suspiran mil voces silenciosas
y elocuentes.
r
e

ODA A EVA
u

Ahí viene Eva:


vi ondear su falda azul
y blanca. Viene a la fiesta y a bailar conmigo:
he visto sus zapatos a lo lejos.
g

Trae prisa:
vi como el viento despeina
sus cabellos. Con ella se apura la tarde:
vi como el sol corre delante
de sus pasos.
x

ODA AL AMIGO

El lagarto sube al árbol.


i

El árbol baja con igual rapidez


por ese amigo.
Cuan-
l

do uno afloja el paso el otro frena


su destino.
é

oo
o dd
d aa
a s ss
f

{ V●32 }
ODA A LA CENA FAMILIAR

Ensalada de yuca. Anómalas palabras.

aa
Habichuelas muertas y sus frijoles dentro.
Pez viaja en bandeja pegada al techo.
Olor a tenedor vigila aceitunas en vuelo.
Entrechoque de cristalería, mientras
rr
se empecina el humo. Del hollín
de la cocina cuelgan gatos: a ninguno
le interesan
los gorriones crudos de allá afuera.
rr

Sal imprime placentero sabor a océano:


recuerdan costas de Nuevitas y del Adriático.
Gira la familia, como torbellino de sangre.
Caos dentro de la sazón. Sazón bailando
ee

dentro del ajo.


Ojo arquitecto observa en planta
dislocaciones y desplazamientos de la sangre.
uu

La col mastica su ración de boca.


Lógica atrapada en el plato, segundo antes
de la digestión, ración humea
y cae al cielo del paladar. Tenedores apuntan
al sabor,
g

disparan su puré de vitaminas.


Los minutos escurren en el mismo placer
de las ensaladas.
Cebolla lloriquea simultáneos
gemidos. Vaso inclina y entrega cuotas de agua.
Se entrecomen y hablan los protagonistas,
ellos y sus hambres,
intercambian sabores y se dedican a ser yo,
con cuchara, devoción y masticación
xx

consanguínea. Boca desbocada, esófago


de Sófocles escurridizo y vigente.

De placenta en placenta y placenteramente


ii

se reprodujo la familia. Cambio de sonrisa y


de postal. Poesía como hábil juglar
juega a ser perro o vegetal que se pacienta y duerme
las caricias.
ll

Yuca resbala al viejo abismo. Se remueven caldos,


ciclo dental, antiguas precisiones, humo
de arroz, vinos en largo periplo a la vejiga.
El pulso alterado de las copas.
éé

Es una charla muy rota por los niños


Y el infantil atolladero de los ancianos.
ff

{ V●33 }
p p

a a

v v

i i
( dalila
m m

e e
douceca )
n n

t t

o o
YO NO QUERÍA obsesionarme con ella. Uno Supe que era bella, puta, mala o malig-
conoce sus debilidades y se hace lo que se na, que estaba enferma, loca y que no salía
puede. No fui yo, aunque nadie me crea. Fue de su casa desde hacía años. ¿Quién no sale
el destino quien la puso en el centro de mi de su casa en La Habana? Me moría de envi-
cabeza. dia. Ya me las había agenciado para no salir
Los escritores que había conocido me del país. Sin embargo, una fuerza superior
habían decepcionado por pusilánimes, bajos, me precipitaba contra las aceras hirvientes
cobardes y chismosos de un mundillo intelec- del barrio.
tual. Los imagino con rolos y chancletas ma- Me leí todo lo que pude. Viví la pesadi-
tándose las liendres en los jardines de la lla de sus personajes más enfermos, me sen-
UNEAC. También es cierto que tengo amigos tía el hilo de realidad entre sus líneas, el
escritores muy buenos pero no soy fans de cuerpo que no supuso para sus creaciones. Me
ellos. Los leí después de conocerlos. Así no imaginaba que iba a fumigarle el cuarto como
vale. una inspectora de mosquitos, o como una
El caso es que me cayó un cuento suyo mandadera que le llevaba el pan todas las
en las manos y me lo devoré dos veces segui- mañanas.
das. Sentí que la literatura se restituía y los Ojalá mi fantaseo terminara así, ella
rolos y chancletas pasaban a mejor vida. No congelada como el más especial de mis fan-
me gusta que la ficción se vuelva personal, el tasmas, aunque con carnet de identidad. La
precio de la realidad es alto cuando la imagi- había sublimado y podía vivir con ello. Lo
nación se vuelve tangible. Por eso, cuando inesperado fue que la realidad superara al
me prestaron una de sus novelas con dedica- ideal. ¿Cómo se supone que uno lidie con se-
toria de su puño y letra, temí. Temí porque mejante contradicción?
los caminos del azar son inhóspitos para las Los días pasaban lánguidos y yo les in-
mentes débiles como la mía. yectaba vida tratando de encontrar otra no-
Los accidentes se sucedieron apabullan- vela suya que no aparecía por ningún lugar.
tes. Descubrí que nacimos en la misma cua- De haber nacido en el siglo XIX no habría re-
dra. Yo me fui y ella se quedó. Tengo cada cibido aquel correo, yo seguiría viva y ella
columna de su solar retratada en la retina y muerta. Una pena para el hombre no tener la
las dos entradas perfectamente pintadas en posibilidad de predeterminar ciertas condi-
la memoria. No sé por qué supe dónde vivía. ciones al nacer.
Luego llegaron los detalles siniestros, los Claro que miento. La culpa fue mía.
peores, los que levantan ese sentimiento tan Contra todo pronóstico me respondió a un
terrenal y poco decente que es la lujuria. spam de esos que mando por toneladas y has-

{ V●34 }
ta me dio las gracias. No lo calculé. Mi ideal La cuidé muy bien. A cuenta gotas lle-
se volvió virtual y me aterré. Estábamos su- garon los amigos, familiares, vecinos, maes-
biendo los escalones de la realidad de dos en tros, admiradores, en fin, los de-más. Uno a
dos. Yo no quería, pero igual que salgo de mi uno desfilaron por delante de mí y me rindie-
casa a insolarme. Aceleré todo el proceso y ron como si fuera una reina y no una sobrevi-
terminé escribiéndole una carta de dos pági- viente. La vida no iba tan mal, ella soñaba y
nas que redacté tres veces. yo me ocupaba de los asuntos de la vigilia.
Un mes después nos tomamos el primer Mientras organizaba mi residencia indefinida
café. A mí no me bajaba por la garganta, en el portal abandonado de un pabellón del
temblaba tanto que por un instante auguré Calixto García, vigilaba con premura que mi
una burla. Ella comentaba de política, un te- otra yo no tuviera mal puesta la manguera
ma tan cómodo como el clima en mi país. Su- del neumotórax, que el fémur de su muslo
pongo que trataba de ser amable. Yo adivina- quedara en el lugar preciso y que el sangra-
ba el tiempo que faltaría para meter la cabe- miento digestivo por estrés post-traumático
za debajo de su saya mientras respondía con fuera controlado antes de volverse hemorra-
monosílabos a asuntos de debacle nacional. gia. Además, mataba cucarachas y orinaba en
No sé cómo me las agencié para despertarme un pomo de refresco.
con una sonrisa entre sus tetas. Un día despertó y todo, absolutamente
El resto prefiero no contarlo. Yo perdi- todo el universo, se puso patas arriba salvo
damente enamorada y ella perdidamente so- un detalle: yo seguía respetando la ley de la
la. A pesar de la mierda circundante me gus- gravedad. Para empezar no se acordaba de
taba vivir. No tenía detalles del otro lado, así mí, ¿cómo podía? Desgarrada, vislumbré la
que me limitaba a aprovechar este. Nuestra anulación de mi alter ego. Le salvé la vida y
convivencia fue tan plácida como la muerte, en agradecimiento me hacía visitas estrafa-
salvo por mis arranques de ira y sus depresio- larias a las tres de la tarde.
nes fui feliz, según el canon. Con mi tenden- —Me gusta caminar, es bueno para la
cia a la inmovilidad sentí que había al fin en- recuperación —y yo con lágrimas en los ojos
contrado mi lugar en su cuerpo y no me im- me fumaba un cigarro tras otro ante su mira-
portó si ella estaba de paso o no. da recriminadora.
Quizás la lógica indique lo contrario. —Eres muy joven, no deberías fumar.
Pero no sé lo que oí primero, si el rebote del Me molestó el mediocre final de nues-
cuerpo contra el pavimento o mi nombre tra historia. Tenía que existir la posibilidad
cuesta abajo cinco pisos. Caminé hasta el de volver a tomar las riendas. Para nuestra
borde del alero y vi mi ser en otra piel sin cita de una vez al mes lo planeé todo con
oxígeno. Como no quería que muriésemos, cautela, no fuera que la desconocida sospe-
actué de acuerdo a las leyes de la mecánica chara mis intenciones. Escogí el mediodía pa-
humana: vecino médico, carro, hospital. ra que el cielo azul del Caribe opacara los
Nació otra vez, según dijeron los enfer- instintos. Preparé el café y me acomodé en el
meros. Pensaba que despertaría mi alter ego marco de la ventana. Con dulzura inicié nues-
y no mi amante, o mejor, mi amada. En ese tra insípida charla.
momento no reconocí mi desliz. La policía me —A partir de hoy todo volverá a ser co-
interrogó una única vez y, a pesar de que yo mo antes, no te asustes —dije y me lancé al
insistí en accidente, ellos marcaron suicidio. vacío.
Probablemente les fue muy difícil ima- No grité su nombre. No me dio tiempo. [●]
ginar el arrepentimiento entre el tercer y el
primer piso. Estaba convencida que ella ha-
bría descubierto el sentido de la vida en la
caída, o sea, mi sentido de la vida, y me ha-
bía llamado aterrorizada. Ahora sé que fue
para castigarme.

{ V●35 }
LA COSA SERÍA así: yo esperaría a I. en la pa- Entonces vi a I. caminar hacia mí, con
rada del P-12 (que cuando aquello, la ruta to- cara de susto. Venía con otra muchacha, que
davía se llamaba M-2 y era con camellos autén- hacía de testigo (seguro que era la tal L.). Por
ticos). De ahí, tenía pensado llevarla a casa de poco no las veo llegar, y a mí no me gusta que
O., un primo mío que de vez en cuando me de- me cojan de sorpresa. Saludé a I. como si la
jaba las llaves del lugar cuando se iba de viaje. hubiese visto la víspera, y la víspera de la vís-
“¡Aprovecha, chama!”, me decía. pera. Nuestro secreto, pasando raya y suman-
Este pariente se pasaba una semana y pi- do, tenía algunas semanas de vida, solo que
co en el bisneo por toda Cuba. Yo digo que vi- hacía años que no nos veíamos.
vía bien: un apartamento que le había dejado
mi tía, cuando se fue del país, para él solo. Eso ( abelcaín )
está buenísimo. Tenía ropa, dinero, le gusta- e l c o n f e s i o n a r i o
ban las putas. Nunca supe en qué negocios an- e l c o n f e s i o n a r i o
daba, ni tampoco me interesó porque él no se e l c o n f e s i o n a r i o
metía en mi vida —rara vez me preguntó si-
quiera por la escuela—, pero era un tipo natu- ( abelcaín )
ralmente solidario. De alguna forma, sabía de Una vez más, me tiré en el suelo, llevando
mis problemas para templar en mi propia casa, conmigo el teléfono. Me gustaba hablar así,
y trataba de ayudarme ofreciéndome su apar- bocarriba, con la espalda sobre el piso frío. Me
tamento cuando estaba vacío. Confieso que relajaba. Poco a poco, la sensación hostil de la
aproveché muy poco las oportunidades que tu- frialdad era removida por el calor que genera-
ve. Creo que estaba comiendo mucha mierda. ba la piel.
Uno de esos viajes al interior no tuvo re- Me había acostumbrado a no utilizar
torno. Hoy mi primo vive en Estados Unidos por- asientos, aunque las sillas del comedor estu-
que se fue en una lancha que lo recogió por allá viesen a mano. Era pura vagancia, un reflejo
por Cifuentes. Tía se la mandó. En fin, que hoy físico de mi estado de ánimo porque, cuando I.
no hay llave ni hay apartamento, he tenido que me llamaba, poco importaba lo que nos contá-
arreglármelas solo, pero esa es otra historia. ramos mutuamente. No había compromisos o
Así, de vuelta al lugar, resulta que estoy lealtad. Ese era el encanto de nuestra conver-
parado esperando, frente al hospital Emergen- sación: puro cinismo.
cias. Tuve tiempo para comenzar a elaborar —Oye… soy yo —me decía una vez más,
los insultos que diría a I. por teléfono como no declarando no solo propiedad, sino también
apareciera. Se estaba tardando un poco y ha- una disposición a prueba de bala.
cía calor. Delante de mí, una pareja comenzó Así, con el paso de las semanas íbamos
a pegarse unas galletas fortísimas que apare- dejando de ser desconocidos para convertirnos
cieron de pronto, sin insultos ni gritos previos. en cómplices. Ella sabía que la reconocería una
Él: ¡Páfata! Eran un jabao y una mulata. Ella: vez más porque nuestras voces habían hecho el
¡Suávana! Se ve que llevaban algún tiempo re- amor la víspera, poco después de empezar a
primiendo el deseo, y ahora se desbordaban, relatarnos mutuamente nuestras experiencias
apasionadísimos. ¡Páfata! Yo miraba, perplejo. sexuales (dentro de las cuales, más de la mitad
Hace tiempo aprendí que en broncas conyuga- de mis aportes eran completamente teóricos).
les no hay árbitros emocionales. ¡Suávana! —Dime: ¿cómo tú estás? ¿Estás en tu
¡P…! (esta última no dio en toda la cara de casa? —pregunté.
ella). Sin embargo, unas viejas comenzaron a —Sí. Es que Él se quedó trabajando hoy.
gritarle al tipo: Debe venir tarde y… no sé, no quiero estar sola
—¡¿Pero, qué es eso?! —a este último tipo de frase, I. le añadía un
—No se preocupen —respondió el jabao—, tono de solicitud. Lo decía con una satería de
que Ella es mi esposa. cliché.
Evidentemente, aquello era lo más nor- “Él” era su novio desde hacía casi cuatro
mal de este mundo. Pero su mujer estaba ga- años. Se habían empatado poco después de
nando en popularidad entre los respetables es- que yo le dijera que ya no quería seguir con
pectadores, miembros de la cola del M-2, así ella. Lo poco que había durado lo nuestro (me-
que el jabao la dejó ir no sin antes dispararle nos de un mes) se había visto superado dece-
amenazas e insultos para que todo el mundo nas de veces por aquella relación, cosa lógica.
viera que él era El Tipo. Volvió la tranquilidad, I. y yo nos habíamos conocido en la se-
luego de que El Tipo se largara siguiendo los cundaria. Nos gustamos y comenzamos con
pasos de su mulata, que le llevaba un par de esos juegos que dejan, pronto, de ser suficien-
minutos de ventaja. Yo me quedé imaginando tes cuando se tienen catorce años y el sexo,
el reencuentro que tendrían los dos amantes más que un placer, es un trofeo. Pero en aquel
violentos. entonces yo buscaba tan desorganizadamente

{ V●36 }
desprenderme de mi virginidad, que jamás en- el lavado, la purificación, o lo que nos dé la
contraba la combinación persona-momento-lu- gana de hacer.
gar necesaria. El peor de los problemas no De alguna forma, las conversaciones pe-
eran sus negativas, sino mi impaciencia. No du- riódicas iban ganando en estabilidad, pero
ramos nada. Mi obsesión solo se calmó tiempo nunca llegaban a ser serias. Todo era como un
después de cometer algunos errores parecidos, impasse, una pausa en la locura diaria, un ade-
cuando ya hacía bastante tiempo las mujeres rezo. Al principio me refrescaba. Después,
de mi edad sabían con quién y cuándo. cuando cogimos confianza, me calentaba. Por
Pero nunca me había perdido por com- último, me cansé de las sesiones en el confe-
pleto de su vida. Noté que muy de tarde en sionario telefónico. I. parecía tener tremenda
tarde, durante uno o dos días, me llamaba pa- tragedia en su vida. Estaba incompleta, y era
ra saber cómo estaba, para contarme algo que demasiado cobarde como para pegar un tarro,
a mí no me importaba en absoluto. En esos pe- pero demasiado caprichosa como para no lla-
ríodos yo quizá la llamé un par de veces, y has- marme más.
ta nos habíamos visto en una ocasión, casi sin
quererlo. Pero cuando comenzamos a llamar-
nos en secreto esta última vez, hacía mucho La llevé para casa de O. Por el camino, traté
tiempo que no la escuchaba. Tanto, que no pu- de relajarla, porque estaba nerviosa. Seguro
de evitar sorprenderme el primer día que me pensaba que la seguían. La terapia no funcio-
llamó. nó. Hasta que no llegamos al lugar en donde
—Buenas. Por favor, con V… íbamos a estar a solas, no se calmó un poco.
—Soy yo. Subimos las escaleras mientras trataba de aflo-
—¿Sabes quién te habla? (Silencio) Es I… jarla hablando en el mismo tono que en el te-
En medio de mi soledad, inherente a casi léfono. Abrí la puerta del apartamento… ¡y el
todo aquel que esté pasando por el Servicio Mi- singao de O. estaba ahí, en calzoncillos!
litar no profesional, escuchar una voz como —¡Q…! —cerré la puerta rapidísimo, co-
aquella volviendo del pasado fue divertido: mo si no se hubiese abierto nunca—. ¡Coño,
“¡Coño!”, pensé después, “¡Qué extraño!” pensé que éste se habría ido ya! —le dije a I.,
Comenzó a llamarme casi a diario. Me en- quien mostraba señales claras de abandonar el
tretenía porque, fuera de ahí, estaba solo. juego a toda prisa.
Desde que terminé con N. no había aparecido —Vámonos.
más nadie, y por lo pronto mi única posibilidad —Espérate. Tranquila. Te dije que aquí
fuera de volver a N., era I. no había problema.
Como iba diciendo: hacía tiempo que no —¡Ay, no! ¡Ay, Dios mío, pa´ qué me me-
contactábamos. Habríamos cambiado muchísi- tí en esto!
mo, con seguridad. Yo no era capaz ni de ima- —No te has metido en nada.
ginarme cómo era su cara en aquel momento; —Vamos…
y la que recordaba que tenía estaba un poco —Oye, deja ver si mi primo ya se metió
difusa por las decenas de relaciones, amista- en su cuarto. No abandones aquí, si ya llegas-
des, experiencias que había tenido después de te. Si quieres, nos vamos, pero déjame ver…
I., ajenas ya a su existencia. Ahora, más que —abrí la puerta un poco, todo parecía desier-
desempolvar, exploraba. Todo era como nuevo. to—. ¿Viste? No te preocupes, que él está en lo
Me adapté al timbrazo, o al aviso si no suyo.
era yo el que atendía el teléfono, o al recado —No, no, no.
si yo no estaba o no quería estar. A veces de- —Bueno, déjame tomar agua. Déjate de
jaba lo que estaba haciendo para conversar un boberías y pasa un momento. Enseguida nos
rato con una voz en una cajita. Como en un vamos.
confesionario, ella me contaba parte de sus Entramos y la pasé para la sala. Serví un
cosas. Yo me divertía muchísimo. Es bastante vaso con agua. Ella no quiso. Me senté frente a
contradictorio —y esto lo vi después— tener ella para tomarme el agua. Nos miramos, cosa
dieciocho años, ser un cañón, ser puta… y es- que no hicimos en la calle. Ahora, sin confesio-
tar con un tipo que ofrece estabilidad, tranqui- nario.
lidad, seriedad. Es enfermizo. Creo que forma Había cambiado, como cambian las mu-
parte de la cultura machista que algunas muje- jeres cuando tienen una vida sexual tranquila y
res se comporten así. provechosa. Se cuidaba, se gustaba. Tenía la
—Reza cinco Padres Nuestros y tres Ave- piel blanquísima, los ojos verde marrón, ladi-
marías, por tus insatisfacciones —le decía, nos, llevaba ropa un poco apretada. Por deba-
cuando terminaba sus historias—. O ven a ver- jo de eso parecía esconder un cuerpo delicio-
me para hacerte el despojo, la santificación, so, con exageraciones para gastar. Los pechos,
realzados por el escote, eran una tentación.

{ V●37 }
“¡Cojones!”, pensé, tratando de reprimir el estar. Sentía cierto rencor hacia I., pero aún
instinto básico de mirarla del cuello para me quedaba la satisfacción de haber tenido la
abajo. tarde libre. Después de todo, no me había abu-
—Vámonos —insistió. rrido, solo me había decepcionado un poco, y
—Pero, ¿a dónde? eso casi siempre te pone fuerte y soberbio. “Al
—No sé. A un parque. Tú me dijiste que carajo, me voy”. Ésa fue mi actitud.
íbamos a estar solos. —Espérate —pidió. Hubo una pausa, casi
Era cierto. Las condiciones ideales ha- imperceptible, en donde me pareció oír un co-
bían sido esas: un lugar para nosotros solos. ro celestial. Pocas veces en mi vida recuerdo
Traté de insistirle, sin llegar a ponerme dema- haber prestado tanta atención—. ¿Todavía tu
siado baboso: no sería propio de mí, que me primo está en la casa?
había comportado como un sátrapa por teléfo-
no. Además, no me daba la gana de comportar-
me así. Finalmente, entendí que la cosa estaba
jodida. Quizá siempre lo había estado, pero
uno es demasiado estúpido a veces como para
darse cuenta.
—Entonces, ¿lo vamos a dejar aquí?
—No sé.
Había mucha duda todavía en ella, o a lo
mejor lo hacía a propósito. De cualquier mane-
ra, yo me irritaba. ¡De pinga haber luchado un
permiso de mi jefe por gusto! ¡De pinga seguir
en la pasmadera esta!
—Vamos —le dije, haciendo una mueca.
Bajamos, y nos sentamos en un parque-
cito por ahí. Dimos muela un rato, nos pusimos
al día en cosas que todavía queríamos refres-
car acerca de nuestras vidas, nada más allá de
lo que fuera estrictamente necesario saber. La
tarde caía, mirábamos los carros pasar por la
calle. Para mí, todo había acabado, había acep-
tado este hecho como una verdad irremediable.
No pasó mucho tiempo. Le dije que tenía
que irme para hacer no sé qué cosa. Ella no se Todo salió apurado, a medias: le quité la ropa
lo creyó, pero yo ya estaba bastante cabrón a medias, la calenté a medias, el rabo se me
por dentro. ¡Qué clase de mierda! Caminamos paró… a medias.
rumbo a mi casa, hasta que tuvimos que sepa- Había silencio desde que comenzamos a
rar caminos. Al hacerlo, I. me pidió que la caminar de regreso a casa de O.; llegamos con-
acompañara un poco más allá. migo casi sin creerme aquello, más aún porque
–Ná. ¿Para qué? —le descargué—. Yo no la luz permaneció apagada dentro del cuarto
sé qué es lo que tú quieres. No sé cuál es el en donde consumamos el hecho. “Déjala así”,
lío. Todos los días hablamos por teléfono, nos me había ordenado I., mientras se tapaba los
conocemos, yo estoy solo, tú estás quizá más senos con las manos, despojada de su ropa,
sola que yo. Me encanta hablar contigo, pero con un pudor que me puso frenético y que era
no estoy pa´ esto. más fuerte que todo el deseo que tenía acumu-
—Es-que-yo-nunca-he-hecho-esto. lado hasta aquel entonces. No me permitió ex-
—¿Hacer qué, si todavía no hemos hecho plorarla. Yo estaba mosqueado con el asunto
nada? Voy echando, que tengo que descansar, de mi media erección. Fui pésimo. Cuando, al
entretenerme con algo. Cuídate por ahí —ya se final, descargué lo mío, fue más el placer de
veía mi edificio gris empercudido, al final de la haber terminado aquella tragedia que el propio
calle Uno. éxtasis del orgasmo. Ella estuvo mucho mejor
No había remedio, yo no era el tipo. A lo que yo.
mejor ella se lo había pensado mejor al verme, Me quedé acostado, después, preguntán-
quizá no le gusté (y me parecía justo, porque dome qué le habría parecido el desastre. ¿Val-
mi aspecto físico estaba en llamas, a golpe de dría la pena pegar un tarro con un tipo como
malas comidas, malas noches, malos transpor- yo? Me disculpé, estaba abochornado. Tomé
tes, malos tratos, mala actitud de no querer tiempo para recuperar la autoestima perdida.
tirarlo todo a mierda cuando era preciso). Se No tenía el valor para intentarlo de nuevo. No
terminó. Yo no me veía ahí, sino en mi sala de quería correr el riesgo de cagarla, una vez más.

{ V●38 }
—No importa —decía ella—. ¡Ahh, mira ser pretencioso, y raspar en esa capa de frivo-
esto! —y se sacudía mis pelos de su vientre—. lidad que adornó las primeras llamadas.
¿Mi´jito, por qué tú no te afeitas? A esas alturas del campeonato, poco me
Sonreí. Aquel interés en deshacerse de importaba ya que el piso donde me acomodaba
mis pelos me divertía. Su novio no sería muy para hablar estuviera frío o sucio; y cada día
feliz si descubriera que estaba llenita de pen- era todo un partido, en el cual siempre se es-
dejos no identificados, negrísimos, sobre su taba en desventaja, donde el único premio —el
piel blanca. Ahora I. trataba de deshacerse de más delicioso—, era estar en casa. El Servicio
la evidencia mientras yo, por mi parte, busca- Militar Obligatorio es una mierda, donde tienes
ba donde botar el preservativo: uno de los tres que aguantar que un imbécil, que de milagro
integrantes de la cajita destacada, desde hacía se sabe su propio nombre, te dé órdenes du-
dos días, para aquella misión tan accidentada rante toda la jornada. Hay que jugarle cabeza,
que fue nuestra primera vez. escondérsele; hacerte el que estás trabajando
Se asustó un poco cuando vio que caía la y que te portas bien, para ver si tienes tu pa-
noche. Si el sol recién se ocultaba cuando dio ga: una autorización garabateada en la tarjeta
su brazo a torcer, en aquella esquina de la ca- de pase.
lle Uno en donde un “espérate” lo había deci- Cuando la cosa está para darse, no hay
dido todo, para cuando terminamos ya era bas- quien pueda evitarla, pero hay que ser pacien-
tante oscuro. Cerré bien la casa de O., que se te y astuto. Seguí emplazándola, madurándola.
había esfumado, y nos largamos. Caminamos Ella comenzó a buscar nada menos que seguri-
sin hablar mucho. Me temía que no hubiese dad. ¡Ja! De alguna forma, logré convencerla
una segunda vuelta. para que nos viéramos.
—Llámame cuando llegues —le pedí, sin —Te voy a llevar a un lugarcito que tengo
grandes esperanzas. por ahí, para estar solos y conversar y…
e l c o n f e s i o n a r i o conversar… —le propuse.
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o —No sé si pueda verte. Él está viniendo
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c o n f e s i o n a r i o
o n f e s i o n a r i o temprano del trabajo.
e l c o n f e s i o n a r i o
—¿No te dejan salir? —me burlé.
Las llamadas seguían dándose cuando anoche- —Bueno. Le voy a decir que… que voy pa-
cía, quizá un poco más tarde. Si I. me llamaba ra casa de una “amiguita” mía.
desde su casa, hablaba tranquilamente, pero si —…de una “buena amiguita” tuya.
me llamaba de casa del novio, hablaba todavía —No chico. En serio. Yo tengo una amiga
más serena: que si el trabajo le cansaba, que que se llama L. Ella es la única que sabe de ti.
si le aburría… Yo creo que, en general, no le Le voy a decir que voy para casa de ella… y me
gustaba trabajar, y que se aburría porque tenía encuentro contigo.
una vida sin espiritualidad. Nunca intenté ha- Pausa: en estas cosas siempre se tiene
blarle de algo productivo porque era como que- un testigo, aún cuando no es prudente. Es casi
rer llenar un pozo insondable. instintivo. ¿Una amiga que sabe qué…? En fin,
A todas las llamadas se le añadía un poco seguimos cuadrando:
más de descaro. Me pregunto si era la sinceri- —¿Cuándo? —proseguía yo.
dad lo que la serenaba. Desde mi posición, yo —Mañana.
transmitía la seguridad de quien no tiene nada —¡Uff! Estás apuradita —ahora era yo el
que perder. Después de todo, no era mi con- que resbalaba, simulando no caer en el deses-
fianza la que estaba siendo traicionada. Cuan- pero—. Estoy enreda´o mañana.
do se está en una relación demasiado formal, —Bueno, ¿el miércoles? —no había arre-
sin estar convencido de quererla así, uno co- glo, al parecer se había encendido una mecha
mienza a mentir. Al principio, se ve como algo que se quemaba más rápido de lo que yo podía
normal, un escape para una discusión o una pre- correr para apagarla.
gunta incómoda, pero ocurre a veces que la —Dale. Voy a pinchar por la mañana… y
mentira crea vicio, y toda adicción acaba da- por la tarde nos vemos.
ñando la conciencia. —¡Qué “puntualito” tú eres! ¿Tú no pue-
Un día, mientras me hablaba de sus frus- des faltar un día a la cosa ésa?
traciones en el confesionario, me empingué: —¿Eh? ¿Tú estás loca? Ni que tú me fueras
—¿Por qué no te pones a ver novelitas, a justificar. Tú no sabes lo que es el “verde”.
de esas de las que a ti te cuadran? Mira, el jefe mío es tremendo singao, el tipo
Desafiarla en aquel momento fue lo me- no entiende. Por lo menos tengo que ir para
jor que se me haya ocurrido jamás. Sin llegar a pedirle permiso, a ver si me lo da.
ser demasiado soez, nuestro lenguaje iba lle- —No, no, no, vaya. ¡Qué “puntualito” tú
gando a un nivel de confianza que me permitía eres!

{ V●39 }
Me di cuenta de que me sonsacaba, y yo N. era mi primera novia que se había to-
se la ponía demasiado fácil. Acordamos vernos mado su papel en serio, arrastrándome delicio-
el miércoles, a las dos, frente al hospital Emer- samente consigo. Nos acostumbramos a hacer
gencias, en la parada del M-2. Colgué el telé- el amor, y a dormir juntos después, y a amane-
fono, tratando de no darle importancia a aque- cer juntos y volver a hacer el amor. Despegar-
llo. Total, seguro que se rajaba. me de esa costumbre fue dificilísimo. Cuando
salí de mis ataques de nostalgia me di cuenta
de que había envejecido un poco. Lo supe por-
que, cuando se termina algo intenso, es como
si se arrebatara un trozo de adentro, que de-
mora en volver a crecer, y que primero se en-
durece como un callo por la abrasiva sensación
que traen los buenos recuerdos de un amor
que imaginamos auténtico. Ese callo era la
prueba de mi vejez, como las marcas que de-
jan en la piel las malas costumbres.
Yo era más fuerte, ahora que había pasa-
do el dolor. Fuerte con cojones. Salí del pre-
universitario como el que sale de una pecera, y
conocí cosas feas, como los jefes a los que te-
nía que responder. Conocí también mucha gen-
te que, como yo, estaban descubriendo lo que
es dejar de ser un chama. Las reglas del juego
habían cambiado, ya no había libertades ni
contemplaciones. A patadas por el culo, todos
los días, luchando contra los deseos de cagarte
en la madre de todo el mundo, vivía, durante
todo un año de servicio militar, esperando a
que la pesadilla acabase.
En circunstancias tan jodidas, uno de los
Parece que era grande la curiosidad de I., por- pocos consuelos que hay es el de hacer amigos
que no se echó para atrás. Cuando comencé a que comparten los mismos deseos de libertad y
sospechar que todo era un juego, apareció. En- buena parte de los sueños de algo mejor que la
tonces la conocí mejor, mucho mejor, y no ya mierda en que se vive.
por teléfono, sino en su forma más tangible. Por mi parte yo podía quizá tener, ade-
Visto así, nos reencontramos para luego encon- más, el consuelo de I.; de sus llamadas casi pe-
trarnos. Si no fue una cita a ciegas, al menos riódicas que habían derivado en un sexo erráti-
lo fue a media luz. Estaba hecho. co. Cuando se vive como vivía yo en aquel en-
El confesionario estaba libre, vacío, en tonces, un ligerísimo cambio en la rutina diaria
espera. “Llámame cuando llegues”, le dije, es todo un evento, cualquier susurro es una sin-
cuando terminó el día. Pensaba que lo que ha- fonía, cualquier mancha es un mural vanguar-
bía sucedido era lo más lejos a lo que podía dista. Por eso, desde que nos despedimos al
llegar. Igual me parecía bueno, pero jodida- terminar el día anterior, esperaba su llamada.
mente efímero. ¡Y todo porque yo no había No me decepcionó. Sonó el teléfono a la
funcionado! Sólo me restaba esperar a que me hora acostumbrada.
llamase, y aún cuando lo hiciera, tal vez no Una vez más acudí al confesionario, pero
hubiese una segunda vez. con menos paciencia para oír historias de na-
De todas formas, yo me lo cargaba con die. Era yo el que quería ser la historia esta
carácter deportivo. A fin de cuentas, si no ha- vez. La tarde anterior, me las había arreglado
bía dado la talla, fue por el tira y jala de ella, para practicar un hueco en la madera que nos
que ya me tenía frito. Ahora solo me invadía el separaba en las conversaciones indebidas, para
deseo de reivindicarme, y eso podía hacerlo mirarla y calentarme con lo que veía.
con cualquiera. Por otro lado, tenía en la boca —¿Te regañaron? ¿Cómo llegaste ayer? —le
el sabor del triunfo que experimenta el tipo pregunté con sorna.
que depende de que coincidan muchos eventos —¡No me digas nada! —se oía ridículamen-
aislados. te molesta—. Se puso bravísimo conmigo y nos
Aquel episodio adornó mi soledad, que peleamos.
ya se volvía contra mí, por no tener un fin —Qué pena…
desde que N. y yo habíamos roto, hacía pocos —¿Y tú? ¿A qué hora llegas mañana?
meses, una relación que duró más de un año.

{ V●40 }
Me desvié. Caminé por su silueta, doblé
en sus caderas, me detuve en sus senos. Dos
(( a
abbee lll c
caa íí n
n )) círculos rosados me deleitaron. Eran simétri-

(( a b e l c a íí n
a b e c a n ))
cos, gemelos idénticos; buscaban ternura hacia
delante, meciéndose. Agradecidos al roce, ha-
brían endurecido ante una mano precisa, y pe-
( abelcaín ) dido más: lengua, besos, dientes.
—¿Grité mucho? —preguntó I., que sabía
I. estaba desnuda, acostada a mi lado. Estuve la respuesta.
de tanta suerte que O. no había llegado toda- —¿No viste que te tuve que tapar la boca?
vía de sus cambalaches, y la casa era virtual-
mente mía. “Aproveché”, como me decía él. (( a
a b
b e
e ll c
c a
a íí n
n ))
Me había venido tres veces ya. Estaba
muerto de cansancio, satisfecho. Esta vez sí
(( a
abelcaín
b e l c a í n ))
me había tomado tiempo para todo: llegamos
al cuarto, y con la lámpara encendida había
( abelcaín )
comenzado a besarla y a quitarle toda la ropa. L. no vivía muy lejos de casa de O. En reali-
Mis manos la despojaron de todo lo que la se- dad, Centro Habana es un municipio chiquito y
paraba de mí. Traté de no apurar el fin inevi- todos viven relativamente cerca, como en un
table, quería que aquel encuentro se exten- solar, pero a escala urbana. Era de noche, qui-
diera. Nos disfrutamos mucho jugando a ver zá las diez o las once. I. y yo caminábamos ha-
quién reventaba de deseos primero, con la cia casa de L., en Cayo Hueso.
vista, el tacto… el paladar. Cuando se desata- Andábamos rápido. En casa de I. no de-
ron mis embestidas ya no quedó resto de civi- bían saber nunca nada de lo que ocurría. Nun-
lización alguna, y fuimos un par de animales, ca. Ella era una niña buena y decente. Buena y
haciéndolo como si la continuidad de toda la decente frente a todo el mundo. Su amiga L. la
especie dependiera de ello. taparía y ella seguiría siendo buena. “¡No, qué
¡Ahh! ¡Ahh! Ella gritaba de placer, y yo va! ¿Otro? ¿Yo?”, diría. ¡Zorra! Una vez más, ca-
gozaba con el escándalo. Esperé sus orgasmos minábamos en silencio, como si el sudor de
hasta donde pude aguantarme. ambos en la cama hubiese disuelto todas las
Después del sexo hay como una tregua. palabras. No había problema: al otro día habla-
La sensación de la desnudez compartida hace ríamos.
sentir que no queda nada que perder. Lo más La estaban esperando: L. se veía preocu-
privado del secreto físico deja de ser un tabú. pada. Parece que algo no había salido bien,
En esos momentos fue que aproveché la poca que la tapadera tenía un hueco que sólo se de-
luz que dejamos para tratar de describir el jó ver con la lluvia, cuando era demasiado tar-
cuerpo de I. Se veía preciosa y perfecta, y de y todo se estaba empapando. Nos despedi-
distante, y ajena. Entonces me pareció más mos de prisa, yo caminé de regreso a casa. To-
fantástico todavía aquel instante, mientras la do me olía muy raro, de vez en cuando miraba
miraba. Completamente lisa, gracias a un afei- hacia atrás. Era tarde, estaba oscuro. Podía es-
tado cuidadoso, su piel más íntima se mostraba tarme esperando alguien, en algún lugar. Ade-
pura, mas no estéril: un poco más abajo, se más, ¿por qué la preocupación de L.?
ensombrecía alrededor de los labios menores, Un perro estuvo gruñéndome durante dos
que asomaban húmedos, carnosos, y que defi- o tres días, en los cuales no supe nada de I.
nitivamente fueron los que se robaron todo el Era adentro, sólo yo podía oírlo. El animal gru-
color de lo que les rodeaba. Emergían de aden- ñía pero no mordía. No me gusta que me ame-
tro, en donde todo parecía estar demasiado nacen, y menos cuando he llegado a creerme
apretado como para guardarlos. que soy el rey del mundo, así que me molesta-
Aquella visión no duró. Sus muslos ocul- ba. Todo había salido de maravilla esta oca-
taron aquel lugar tan hospitalario para mí. En- sión: un buen palo. Era chocante que la prime-
tre ellos formaron un triángulo invertido en su ra vez hubiese sido una mierda y la llamada no
vientre, en cuyo vértice quedó una línea verti- se hiciera esperar. Sin embargo, después de la
cal, la que parte en dos al bajo pubis y señala segunda vuelta todo era silencio en el confe-
por dónde se llega a lo profundo del cuerpo, al sionario. ¿Qué coño estaba pasando aquí?
punto, al eje de todo el placer. No más hay Hay normas que no se violan. Una de
que seguirla para descubrir dónde está el pe- ellas es no meterse con una mujer que le gusta
queño rincón del éxtasis de la mujer. Siempre dar celos a los hombres. Varias veces había te-
me ha llamado la atención cómo un minúsculo nido esa certeza de I., en medio de nuestras
espacio puede hacer que el cuerpo entero se conversaciones. Por eso trataba de tener cui-
estremezca. dado, mucho. Pero la curiosidad me reventaba

{ V●41 }
como cuando se tienen incontenibles deseos de Es mi día libre, el primero que tengo en dos
mear y se está en medio de una multitud. semanas. Han pasado algunos días desde que I.
Como ya venía haciendo desde hacía al- y yo nos vimos por última vez. Llevamos una
gunas semanas, cuando I. me dio su número de relación telefónica intensa, sazonada con un
teléfono por enésima vez, agarré el auricular y par de encuentros esporádicos. El primero de
marqué su casa. Un timbre, dos: ellos le valió el fin de su relación, según ella.
—¿Oigo? —dice una voz de hombre, de- La he llamado a su casa en la mañana y resultó
masiado joven para ser el padre de ella. que su novio estaba ahí. Lo he entendido todo
—Por favor, con I. —pido. muy bien: quería darle celos a él. Yo no he
—¿De parte…? sido más que el móvil escogido, que sacó de su
¿Quién coño era ése? Jamás me habían cajoncito de insatisfacciones. Tal vez sea una
preguntado “¿de parteeee…?” en casa de I. de esas mujeres que ha aguantado de todo, y
—De parte de V. —respondí. exige venganza. De todos modos, lo he pasado
—¿De V., no? bien. No he perdido nada porque nunca tuve
—¡Mi´jo! —ahora era I. quien hablaba, el nada.
teléfono había cambiado rápida y forzosamen- Una muchacha que no es I. me ha
te a sus manos. Ella estaba fuera de sí, como llamado tres veces ya por teléfono, y ninguna
parecía estarlo ahora quienquiera estuviese de ellas coincidió con que yo estuviera en la
con ella del otro lado de la línea. El confesio- casa. Tocan a mi puerta. Toc, toc. Abro, y veo
nario estaba ardiendo—. Ahora no puedo. Te a este tipo, con cara de cagalera:
llamo luego. Después hablamos. —¿Tú eres V.? —pregunta.
—¡Dame el teléfono! —se oía detrás. —Sí.
Colgó. —Yo soy el esposo de I. [●]

{ V●42 }
( miguel Es un placer leer Música de Cámara
pese a lo real y sus dobles, pues
Reinaldo se las arregla para hacer la
radiografía psicológica de Néstor,

iturria ) dirigente de una empresa estatal en


fusión con un grupo español; Bruno,
el amigo de Néstor que teme al
HACE OCHO O DIEZ años, quizás despido, y la esposa de cada uno
HACE OCHO O DIEZ años, quizás (Cristina y Magda); ninguno de los
HACE OCHO O DIEZ años, quizás cuales es marginal ni se pinta de
HACE OCHO O DIEZ años, quizás santo, aunque Néstor —interpretado
HACE OCHO O DIEZ años, quizás en la película por Jorge Perugorría—
HACE OCHO O DIEZ años, quizás es más cínico que Bruno —Vladimir
HACE OCHO O DIEZ años, quizás Cruz—, el “socarrón petulante”; en
once, Reinaldo Montero, con quien tanto Cristina, incapaz de callar o
coincidía a veces en el Centro inhibirse, reduce la vida al sexo y las
Cultural de España en La Habana, me satisfacciones; mientras Magda, la
invitó a la presentación de una “más atrasada de la clase”, transita
novela suya en uno de los pabellones de la inhibición al desborde y es
de La Cabaña, sede de la Feria poseída por los tres.
Internacional del Libro. Como al
preguntarle el día y la hora me quedé El autor les echa mano a personajes
pensativo, Reinaldo intentó opuestos, cuya contraposición recrea
motivarme: “el personaje principal desde el ángulo de cada uno
de la trama es un hijo de puta”. Para mediante monólogos y diálogos que
no reír en su cara le dije que iría condimentan el interés de la trama y
pero aún no he visto el libraco; la articulan el crucigrama. La estructura
historia de un hijo de puta en 800 compositiva de la novela, basada en
páginas me parece una burla a los un cuarteto de cámara, ofrece el
lectores, ningún HP merece tanta modelo para expresar afinidades y
distinción, aunque en Cuba se lejanías, evidentes en la carga
reproducen como el marabú. semántica de las palabras y en el
sentido de subversión que anima la
Después de aquella evasiva puteril obra, tan contemporánea como
coincidí con Reinaldo Montero en universal y cubana.
otras instituciones capitalinas,
adquirí tres libros suyos (Misiones, La
visita de la Infanta y Donjuanes), y
ahora compruebo que el narrador m ú s i c a
sigue interesado en los hijos de puta;
a quienes les toma el pulso en su d e
novela Música de cámara
(Afinidades), editada en el 2004 y
c á m a r a
llevada al cine en el 2010 bajo su
subtítulo. El libro, de solo 136
y
páginas es, en cierta medida, la
convergencia de cuatro hijos de puta
a t o n í a s
—dos parejas— que pasan un weekend
en la Laguna del Tesoro, centro
e x i s -
turístico de la Ciénaga de Zapata, al t e n -
sur de Matanzas, donde comparten
manjares, tragos, paseos e c i a l e s
intercambian sus cuerpos, además de
hablar sobre lo divino y lo prohibido
en la Isla.

{ V●43 }
Ya la crítica calificó esta pieza de Los personajes conversan durante el
Montero como sólida, vertiginosa, cabaret, el restaurante, los paseos en
multifacética y de prosa impúdica, bote y en la cabaña. Los temas
“llena de humor y mordacidad”; pero oscilan del sexo al despido laboral,
vale la pena adentrarnos en el las consignas políticas, las finanzas
“desencuentro entre el cuerpo y el del Estado, el poder y sus límites, la
espíritu”, ya que en la misma no solo izquierda internacional y chistes
importa “lo erótico como ímpetu populares como el de Pepito y un
soberbio que puede destruir la ilusión español que pregunta por el indio de
de equilibrio”, sino varios referentes la Cerveza Hatuey, El Milagro de la
sociales de la crisis material y moral Bonanza por la Virgen de la Caridad,
que transita el país. etc.

Música de cámara es un libro de Cada movimiento o capítulo favorece


madurez que revela oficio y el crescendo de la trama. En el
virtuosismo. Reinaldo Montero se primer movimiento: Llegada (según
apropia de personajes “colocados” en Néstor), De las palabras y el deseo
una empresa que muta para (según Bruno), La espera (según
sobrevivir (como el régimen cubano), Cristina), e Intento de fuga (según
a fin de aproximarnos a conflictos Magda), se ofrece el modelo a seguir,
individuales que parten de grietas basado en las voces de los
sociales. El sexo sin máscaras ni personajes, que aportan su
convenciones es resultado de otras percepción del pacto acordado e
dicotomías y rupturas. La sorna de infieren la transición sufrida en “la
Bruno (el “arcángel de la apatía”), odisea”, incluida el juicio sobre los
las ironías de Néstor (el “hijo de puta puntos de vista del contrario, a veces
profesional que discursa sobre el la propia mujer, el marido o las
pueblo y los gastos del Estado”), el frases del otro.
cinismo erótico de Santa Cristina La
Dispuesta y las digresiones de Santa Las certezas, contrariedades y
Magda del Cielo, son un mini-tratado enfoques, más corales que
filosófico sobre la existencia humana, polifónicos, ayudan a la comprensión
casi una exploración sociológica del del libro y los caminos entrelazados
hombre y su entorno. de los protagonistas, enfrentados a sí
mismos y a las expresiones del resto.
Al principio, en el barco, camino de Si para Cristina el forcejeo físico es lo
la Ciénaga (alegoría de aislamiento y esencial, las diatribas de Bruno sobre
podredumbre), Bruno busca un Cuba, los quarks o los átomos, no es
pueblo, una iglesia y un camino que más que petulancia; en tanto juzga al
no aparecen. Al final, Cristina marido (Néstor), mejor estimado por
descubre el cementerio, aunque la Magda, que lo considera un caballero
Negra Conciencia dicta que “muertos y teme enamorarse de él, pues piensa
no deben visitar muertos”. Estos que “Ni el amor ni la felicidad
seres sexuales, náufragos del pueden durar; si duran, matan…”
erotismo sin reglas del fin de semana,
se enredan en sus cuerpos y en El duelo sociológico existencial gira
reflexiones irreverentes: el Gran en torno a las posiciones de Néstor y
Cabaret, metáfora del Gran País, Bruno, quienes comparten ironías y
exhibe un show que incluye a la Diva se distancian sin llegar a la ruptura. A
con Peluca (Omara Portuondo en la Néstor lo asedia La Negra Conciencia
vida y el filme) y bailarines que, y siente el deseo de “hundir la vida
según Bruno, escenifican al de cuatro idiotas en un barranco”;
“Imperialismo sojuzgando al Mundo, detalle obviado por la película de
tratando de cubrir los cuerpos de Perugorría y Cruz, aunque la escena
baratijas, para que las almas queden final corresponde al último
sepultadas para siempre”. movimiento del cuarteto, cierre

{ V●44 }
circular del libro, donde cada Para Bruno “la realidad es o
personaje retoma su instrumento en incomprensible o insensata”, por eso
La laguna más oscura (Néstor), Un habla de los ladrillos de la realidad;
café pone orden en la tierra (Bruno), mas reconoce que “la realidad tiene
Necrópolis (Cristina) y Éxodo a veces alardes de sensatez, permite
(Magda), lo cual revela la excelencia comprensiones (…) pero la razón es la
del diseño narrativo. más porfiada enemiga de la razón”.

En el trasfondo de las contradicciones Néstor no se lanza tan lejos, es jefe


de Néstor y Bruno está nuestra Isla, con criterios propios pero cumple
que entre coitos y pláticas deviene órdenes y no echa en saco roto su
sustancial. En algún pasaje Néstor posición como directivo de una
queda convencido de que “una empresa estatal. Para él, “ahora la
amistad vieja puede ser amistad izquierda se confunde con cualquier
muerta, un frustrado como Bruno es cosa (…), mas siempre, hasta con
el clásico tipo imposible de ayudar, noventa años, la izquierda será muy
hombre extinto como onda en el erótica, y la erótica cae bien”.
agua, hombre cayendo como carro en
vuelo dentro de un barranco…” Por eso opta por frases sobre altos
valores morales, el sentido del deber,
Justo en la página anterior Bruno la sensibilidad política y “la
afirma su “mala leche sobre Cuba”, autoridad como derecho que pervive”
muy crítica e irónica: “Dentro de cual “nómada con una sola idea
Cuba existen dos países, Cuba- inmóvil: permanecer”.
Bahamas y Cuba-Haití… Unos pocos
cubanos viven en Cuba-Bahamas, En Cristina y Magda, más emotivas y
mientras la mayoría mal sobrevive en sensuales, también anidan
Cuba-Haití, aunque a veces algunos inquietudes existenciales ligadas al
habitantes de Cuba-Haití se llegan estadio insular. En la escena del
por Cuba-Bahamas… El mejor baño, al seducir a Magda, el autor
ejemplo es este lugar, exclusivo para pone en voz de Cristina una frase con
cubano-bahameses… Es justo premiar la cual culmino este comentario
a los cubano-bahameses aupados por sobre su cuarteto literario musical:
el Estado, son los que enflaquecen las “Hay que vivir la vida, Princesa, la
finanzas, gastan sin importarles las vida que quieras, la vida que puedas,
cuentas cobradas o por cobrar, o el la vida que te atrevas”. [●]
alto precio que pagan los cubano-
haitianos por productos esenciales;
pobre Estado con cubano-haitianos,
que somos la mayoría, que nada
ahorran y con tan pocos bienes que m
m ú s
ú s i
i c
c a
a
se hacen imposibles gravarlos; me
gustaría saber quién de los cubano-
d
d e
e
haitianos (…) será capaz de comprar
una póliza para asegurar esta vida de
c
c á m
á m a
a r
r a
a
mierda”.
mierda”.
y
y
mierda”.
mierda”.
a
a t
t o
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n í a
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mierda”. e
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i s
s -
-
mierda”.
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-
mierda”.
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c i
i a
a l
l e s
e s

{ V●45 }
( d i m a s c a s t e l l a n o s )
( d i m a s c a s t e l l a n o s )
c u b a :
s i n r a z o n e s d e l
p a r t i d o ú n i c o
LOS ASPECTOS comunes que identifican al gé-
nero humano se acompañan con importantes
diferencias que no pueden ignorarse. El carác-
ter social —la peculiaridad más definitoria y
esencial del hombre— se manifiesta en la di-
versidad de asociaciones que éstos crean para
la colaboración, promoción y defensa de sus
intereses; realidad que tiene su reflejo en el
concepto filosófico de unidad en la diferencia.
Como indica la etimología de la palabra,
los partidos políticos son asociaciones no de
toda la sociedad, sino de una parte de ella; en
consecuencia, cualquier intento de convertir
una parte en representante del todo, con la
diversidad de intereses y concepciones que lo
caracteriza, constituye una violación del dere-
cho de igualdad ante la ley y de la libertad po-
lítica. Por ello todo partido político autodecla-
rado como fuerza única o superior de la socie-
dad, para imponerse, ha tenido que violar los
derechos civiles y políticos más elementales
de los ciudadanos: un acto contra la naturale-
za social del género humano, contra la digni-
dad y consiguientemente contra el progreso
social, lo que ha acarreado el fracaso global
del monopartidismo a través de la historia.
En 1878, en Cuba se crearon el Partido
Unión Constitucional y el Partido Liberal, uno
que representaba el sentimiento de los espa-
ñoles, el otro el de los cubanos. A finales del
siglo XIX, se fundó el Partido Autonomista, de
corte reformista, el cual coexistía con el Par-
tido Revolucionario Cubano (PRC) que enarbo-
laba la independencia. En 1899, Diego Vicente
Tejera creó el Partido Socialista Cubano por-
que los intereses de los obreros no estaban re-
presentados en los partidos liberales y conser-
vadores de la época. En 1925, se fundó el Par-
tido Comunista por un grupo de cubanos que
asumieron esa ideología. En 1947, Eduardo
Chibás fundó el Partido Ortodoxo porque el
Partido Auténtico, en el que militaba, no sa-
tisfacía a una parte de sus miembros. Fidel
Castro, que procedía del Partido Ortodoxo,
después del asalto al Cuartel Moncada fundó el
Movimiento 26 de Julio, ya que sus ideas insu-
rreccionales no tenían cabida en las asociacio-
nes existentes. Cada líder o grupo social, en
dependencia de sus intereses, fundó un solo
partido; ninguno se propuso el absurdo de fun-
dar varios a la vez, lo que pone en ridículo el
pretexto de que Martí organizó un solo partido
para justificar el actual monopartidismo.

{ V●46 }
El Partido Comunista de Cuba, autopro- otro partido, lo que implica la existencia de
clamado “fuerza dirigente superior de la so- otros. Él no se plantea sustituir ni eliminar, si-
ciedad y del Estado”, después de brindar indis- no competir. Contradictoriamente, el propio
cutibles pruebas de incapacidad, como la vio- artículo de Granma reconoce que “en un mo-
lación del tiempo señalado en sus propios es- mento en que la lucha política se expresaba
tatutos para la celebración de los congresos cada vez más entre partidos políticos perfec-
cada cinco años; de incumplir los acuerdos to- tamente estructurados y organizados se reque-
mados en los congresos anteriores; de carecer ría la existencia de un partido que inspirara
de cuadros para el relevo de su dirigencia; confianza por sus cualidades: cohesión en las
cuando se ha visto obligado a iniciar reformas filas, modestia de sus miembros, sensatez en
que atentan contra los principios declarados, los propósitos”.
se propone conservar el monopartidismo que La segunda cita fue extraída de la carta
es una de las causas del fracaso sufrido. a José Dolores Poyo, en noviembre de 1887: En
Tres hechos recientes demuestran que la otro tiempo pudo ser nuestra guerra un arre-
declarada intención de cambiar todo lo que bato heroico o una explosión de sentimiento;
deba ser cambiado, no incluye el sistema de pero aleccionados en veinte años de fatiga,
partido único. En el Informe al VI Congreso del (…) no es ya como antes la guerra cubana una
Partido Comunista, el 16 de abril, se planteó simple campaña militar en la que el valor cie-
que la Conferencia Nacional, a celebrarse en go seguía a un jefe afamado, sino un compli-
enero de 2012, tiene entre sus objetivos con- cadísimo problema político, fácil de resolver
cretar, “para hoy y siempre”, el contenido del si nos damos cuenta de sus diversos elementos
artículo 5 de la Constitución de la República, y ajustamos a ella nuestra conducta revolucio-
que refrenda el unipartidismo. Al día siguiente naria, pero formidable si pretendemos darle
el Presidente de la Asamblea Nacional del Po- solución sin arreglo a sus datos, o desafiándo-
der Popular, dijo: “hay que tener en cuenta los. (…) Y lo que más da que temer la revolu-
que este Partido es realmente la organización ción a los mismos que la desean, es el carácter
política de la nación cubana, el heredero legí- confuso y personal con que hasta ahora se le
timo del Partido de Martí”, Pero más elocuen- ha presentado; es la falta de un sistema revo-
te había sido el artículo La idea de un solo lucionario, de fines claramente desinteresa-
Partido es un legado de José Martí, publicado dos, que aleje del país los miedos que hoy la
el día 8 de abril en el periódico Granma. Como revolución le inspira, y la reemplace por una
este último se propone atribuir la autoría del merecida confianza en la grandeza y previsión
monopartidismo al más brillante político cuba- de los ideales que la guerra llevará consigo en
no de todos los tiempos, me detendré en las la cordialidad de los que la promueven, en el
mismas citas de Martí para demostrar la orfan- propósito confeso de hacer la guerra para la
dad de los argumentos esgrimidos. paz digna y libre, y no para el provecho de los
La primera cita es tomada de una carta que solo vean en la guerra el adelanto de su
que Martí dirigió al General Máximo Gómez en poder o de su fortuna. (2)
julio de 1882: ¿A quien se vuelve Cuba, en el Aquí huelgan los comentarios. Martí se
instante definitivo, y ya cercano, de que pier- refiere claramente a la necesidad de una orga-
da todas las nuevas esperanzas que el término nización, en este caso de un partido, para no
de la guerra, las promesas de España, y la po- repetir los errores del pasado, pero en ningún
lítica de los liberales le han hecho concebir? momento habla de partido único.
Se vuelve a todos los que le hayan de una so- La tercera, de fecha 30 de abril de 1892,
lución fuera de España. Pero si no está en pie, dice: La unidad de pensamiento, que de nin-
elocuente, erguido, moderado, profundo, un gún modo quiere decir la servidumbre de la
partido revolucionario que inspire, por la co- opinión, es sin duda condición indispensable
hesión y modestia de su hombres, y la sensa- del éxito de todo programa político (…). Abrir
tez de sus proyectos, una confianza suficiente al desorden el pensamiento del Partido Revo-
para acallar el anhelo del país, ¿a quién ha de lucionario Cubano sería tan funesto como re-
volverse, sino a los hombres del partido ane- ducir su pensamiento a una unanimidad impo-
xionista que surgirán entonces? ¿Cómo evitar sible en un pueblo compuesto de distintos fac-
que se vayan tras ellos todos los aficionados a tores, y en la misma naturaleza humana. Si
una libertad cómoda, que creen que con esa por su pensamiento, y por su acción basada en
solución salvan a la par su fortuna y su con- él, ha de ser eficaz y gloriosísima la campaña
ciencia? Ese es el riesgo grave. Por eso es la del Partido Revolucionario Cubano, es indis-
hora de ponernos en pie (1). pensable que, sean cualesquiera las diferen-
Aquí, como podemos ver, Martí plantea cias de fervor o aspiración social, no se vea
la necesidad no del partido, sino de un parti- contradicción alguna, ni reserva enconosa, ni
do, para atraer a los que se irían detrás de parcialidades mezquinas, ni arrepentimiento

{ V●47 }
de generosidad, en el pensamiento del Partido
Revolucionario. El pensamiento se ha de ver
en las obras. El hombre ha de escribir con las
obras. El hombre sólo cree en las obras. Si ins-
piramos hoy fe, es porque hacemos todo lo
que decimos. Si nuestro poder nuevo y fuerte
está en nuestra inesperada unión, nos quita-
ríamos voluntariamente el poder si le quitá-
semos a nuestro pensamiento su unidad” (3).
En esta cita Martí hace énfasis en la ne-
cesidad de la unidad de pensamiento dentro
del PRC como condición del éxito, pero aclara
que eso sería tan peligroso como reducir su
pensamiento a la unanimidad imposible. Y
añade algo que bien vale la pena tener en
cuenta: El pensamiento se ha de ver en las
obras. El hombre ha de escribir con las obras.
El hombre sólo cree en las obras. La idea del
partido único parece que estaba solo en la
mente del autor o los autores del artículo,
pues en las citas utilizadas esa pretensión bri-
lla por su ausencia.
Según el artículo, una vez eliminado el
poder español e implantada la ocupación mili-
tar estadounidense, Estrada Palma dio por
concluida la misión del PRC y procedió a su
disolución, con lo que mutiló una parte impor-
tante del ideario martiano que preveía em-
plear el Partido no sólo en la guerra contra Es-
paña, sino también en la fundación de una Re-
pública “con todos y para el bien de todos”.
En este planteamiento se confunde el fin con
los medios, pues el propósito martiano consis-
tía en gestar la República desde la guerra.
En las resoluciones del PRC no aparece
nada relativo a su labor después de la victoria,
mientras que en sus Bases se define claramen-
te que el PRC se constituye “para lograr con
los esfuerzos reunidos de todos los hombres de
buena voluntad, la independencia absoluta de
la Isla de Cuba, y fomentar y auxiliar la de
Puerto Rico”; que no se propone perpetuar en
la República Cubana “el espíritu autoritario y
la composición burocrática de la colonia, sino
fundar en el ejercicio franco y cordial de las
capacidades legítimas del hombre, un pueblo
nuevo y de sincera democracia, capaz de ven-
cer, por el orden del trabajo real y el equili-
brio de las fuerzas sociales, los peligros de la
libertad repentina en una sociedad compuesta
para la esclavitud”; y que “no tiene por objeto
llevar a Cuba una agrupación victoriosa que
considere la Isla como su presa y dominio, sino
preparar, con cuantos medios eficaces le per-
mita la libertad del extranjero, la guerra que
se ha de hacer para el decoro y bien de todos
los cubanos, y entregar a todo el país la patria
libre” (4).
c u b a :
s i n r a z o n e s d e l
p a r t i d o ú n i c o

{ V●48 }
Martí estableció una relación genética ria del país, ni ha de trabajar directamente
entre Guerra y República, donde la segunda por el predominio actual o venidero de clase
tenía que incubarse desde la primera. Él pro- alguna; sino por la agrupación, conforme a
yectó la fundación de la República, que en su métodos democráticos, de todas las fuerzas
ideario era forma y estación de destino, a di- vivas de la patria; por la hermandad y acción
ferencia de la guerra y del partido, concebidos común de los cubanos residentes en el ex-
como eslabones mediadores para arribar a tranjero; por el respeto y auxilio de las repú-
ella. Por eso en el discurso Con todos y para el blicas del mundo, y por la creación de una re-
bien de todos, expresó: “…cerrémosle el paso pública justa y abierta… levantada con todos y
a la república que no venga preparada por me- para el bien de todos” (10).
dios dignos del decoro del hombre, para el e) El 17 de febrero de 1892, en Nuestras
bien y la prosperidad de todos los cubanos” Ideas, expresó: “Y no es el caso preguntarse si
(5); y el 5 de diciembre de 1891 escribió a Jo- la guerra es apetecible o no, puesto que nin-
sé Dolores Poyo: “Es mi sueño que cada cuba- guna alma piadosa la puede apetecer, sino or-
no sea hombre político enteramente libre…” (6). denarla de modo que con ella venga la paz re-
Veamos otras ideas esenciales de Martí publicana, y después de ella no sean justifica-
acerca del PRC. bles ni necesarios los trastornos a que han te-
a) Estando en Nueva York en enero de nido que acudir” (11).
1880, Martí presentó un estudio crítico de los f) El 10 de abril de ese mismo año, en el
errores de la Guerra de los Diez Años en el que acto de fundación del PRC, reiteró que el par-
incluyó los diversos factores que explicaban el tido se crea: “de modo que en la conquista de
fracaso y en consecuencia señaló sus causas, la independencia de hoy vayan los gérmenes
entre ellas la falta de unidad de los revolucio- de la independencia definitiva de mañana”
narios, de donde deduce la necesidad de una (12) y en abril de 1893 expresó: “La grandeza
organización para forjarla. es esa del Partido Revolucionario: que para
b) En julio de 1882, en Carta a Máximo fundar una república, ha empezado con la re-
Gómez, esbozó los objetivos del PRC así: pública. Su fuerza es esa: que en la obra de
“…sólo aspiro a que formando un cuerpo visi- todos, da derecho a todos. Es una idea lo que
ble y apretado, aparezcan unidas por un mis- hay que llevar a Cuba: no una persona” (13).
mo deseo grave y juicioso de dar a Cuba liber- Parece ser que el contenido de estas dos citas
tad verdadera y durable, todos aquellos hom- llevó al autor del artículo publicado en Gran-
bres abnegados y fuertes, capaces de reprimir ma a pensar que se referían a una supuesta la-
su impaciencia en tanto que no tenga modo de bor del PRC después del triunfo.
remediar en Cuba con una victoria probable g) En el Manifiesto de Montecristi, fir-
los males de una guerra rápida, unánime y mado conjuntamente con Máximo Gómez el 25
grandiosa” (7). Fiel a esos principios, Martí se de marzo de 1895, planteó que la guerra no es
separó del Plan Gómez-Maceo en 1884 y escri- “el insano triunfo de un partido cubano sobre
bió al Generalísimo: “…Pero hay algo que está otro, o la humillación siquiera de un grupo
por encima de toda la simpatía personal que equivocado de cubanos; sino la demostración
usted pueda inspirarme, y hasta de toda razón solemne de la voluntad de un país harto pro-
de oportunidad aparente: y es mi determina- bado en la guerra anterior para lanzarse a la
ción de no contribuir en un ápice, por amor ligera en un conflicto sólo terminable por la
ciego a una idea en que me está yendo la vida, victoria o el sepulcro” (14).
a traer a mi tierra a un régimen de despotis- Lo común en las citas tomadas del artí-
mo personal, que sería más vergonzoso y fu- culo de Granma, y en las que yo añado, es que
nesto que el despotismo político que ahora la fundación del PRC fue concebida como una
soporta” (8). institución organizadora, controladora y crea-
c) En diciembre de 1887, le advirtió a dora de conciencia, conforme a métodos de-
Máximo Gómez que el país marchaba desorde- mocráticos, para sustituir la espontaneidad y
nadamente hacia la guerra y que se carecía de la inmediatez, fomentar la unidad de los com-
“un plan que lo una y un programa político batientes, sustituir el caudillismo, el persona-
que lo tranquilice” (9). Para eso precisamente lismo, y dirigir la guerra como una necesidad
funda el PRC, como institución organizadora, táctica de una estrategia mayor, como un es-
controladora y creadora de una conciencia en- labón intermedio para gestar la Patria y con-
caminada a sustituir la espontaneidad y la in- formar la República con todos y para el bien
mediatez. de todos. Sus funciones se delimitaron para
d) En las Resoluciones de noviembre de que de su seno surgieran los gérmenes de la
1891 planteó que: “La organización revolucio- independencia definitiva, no para representar
naria no ha de desconocer las necesidades a una clase social o a los revolucionarios sino a
prácticas derivadas de la constitución e histo- todos los cubanos, no con fines electoreros, no

{ V●49 }
para dominar y prohibir la existencia de parti- 1) Martí, José. Obras Escogidas. La Habana, Editorial de
dos diferentes después del triunfo, no para Ciencias Sociales, 2000. Tomo I, p. 326
2) Martí, José. Obras Completas. La Habana, Editorial de
anular la participación popular, no para decla- Ciencias Sociales, 1991. Tomo I, pp.211-212
rar que la calle y la universidad pertenecen a 3) Martí, José. Obras Completas. Tomo I, p.424
los revolucionarios, no para encarcelar a los 4) Martí, José. Obras Escogidas. Tomo III, pp.26-27
que piensan diferente. Realidades que de- 5) Martí, José. Obras Escogidas. Tomo III, pp.9-10
6) Martí, José. Obras Escogidas. Tomo III, pp.24-25
muestran que las ideas democráticas y huma- 7) Martí, José. Obras Escogidas. Tomo I, p.325
nistas de Martí son no sólo ajenas sino con- 8) Martí, José. Obras Escogidas. Tomo I, p.459
trarias a la práctica de partido único. 9) Martí, José. Obras Escogidas. Tomo II, p.211
El carácter antinatural de la conforma- 10) Martí, José. Resoluciones tomadas por la emigración
cubana de Tampa y Cayo Hueso en noviembre de 1891.
ción del monopartidismo en Cuba consiste en Obras Escogidas. Tomo III, p.23
que para su implantación tuvo que eliminar los 11) Martí, José. Obras Escogidas. Tomo III, p.65
demás partidos políticos y la variedad de aso- 12) Martí, José. Obras Escogidas. Tomo III, p.99
ciaciones existentes, de cuyo proceso emergió 13) Martí, José. Obras Escogidas. Tomo III, p.192
14) Martí, José. Obras Escogidas. Tomo III, p.511
un modelo “perfecto” de régimen totalitario,
y con él, el estancamiento y el fracaso. 1) Martí, José. Obras Escogidas. La Habana, Editorial de
Incluso, aceptando la absurda tesis de Ciencias Sociales, 2000. Tomo I, p. 326
que Martí preveía después del triunfo emplear 2) Martí, José. Obras Completas. La Habana, Editorial de
Ciencias Sociales, 1991. Tomo I, pp.211-212
el Partido en la fundación de la República, ha- 3) Martí, José. Obras Completas. Tomo I, p.424
bría que aceptar también la contratesis de 4) Martí, José. Obras Escogidas. Tomo III, pp.26-27
que, por su profundo pensamiento democráti- 5) Martí, José. Obras Escogidas. Tomo III, pp.9-10
6) Martí, José. Obras Escogidas. Tomo III, pp.24-25
co, lo haría en competencia con los partidos
7) Martí, José. Obras Escogidas. Tomo I, p.325
existentes, no autodeclarando al suyo como 8) Martí, José. Obras Escogidas. Tomo I, p.459
partido único. Tampoco ninguno de los delega- 9) Martí, José. Obras Escogidas. Tomo II, p.211
dos a las asambleas constituyentes de Jima- 10) Martí, José. Resoluciones tomadas por la emigración
cubana de Tampa y Cayo Hueso en noviembre de 1891.
guayú (1895) y de la Yaya (1897) —entre los
Obras Escogidas. Tomo III, p.23
cuales había seguidores de las ideas martianas 11) Martí, José. Obras Escogidas. Tomo III, p.65
como Fermín Valdés Domínguez y Enrique Loy- 12) Martí, José. Obras Escogidas. Tomo III, p.99
naz del Castillo—, propuso incluir algún artícu- 13) Martí, José. Obras Escogidas. Tomo III, p.192
14) Martí, José. Obras Escogidas. Tomo III, p.511
lo de esa índole, lo que demuestra la ausencia
de tal propósito. Otra prueba contundente 1) Martí, José. Obras Escogidas. La Habana, Editorial de
consiste en la diferencia de intereses y de Ciencias Sociales, 2000. Tomo I, p. 326
composición social que tenían los núcleos re- 2) Martí, José. Obras Completas. La Habana, Editorial de
Ciencias Sociales, 1991. Tomo I, pp.211-212
volucionarios en la Florida, en Nueva York y en
3) Martí, José. Obras Completas. Tomo I, p.424
el interior de Cuba; una diversidad que Martí 4) Martí, José. Obras Escogidas. Tomo III, pp.26-27
convocó para la guerra, pero que después de 5) Martí, José. Obras Escogidas. Tomo III, pp.9-10
la victoria se manifestaría de forma natural en 6) Martí, José. Obras Escogidas. Tomo III, pp.24-25
7) Martí, José. Obras Escogidas. Tomo I, p.325
la variedad de asociaciones y fines.
8) Martí, José. Obras Escogidas. Tomo I, p.459
Por todo lo anterior, el propósito de con- 9) Martí, José. Obras Escogidas. Tomo II, p.211
cretar el papel del Partido Comunista como 10) Martí, José. Resoluciones tomadas por la emigración
vanguardia organizada de la nación en la veni- cubana de Tampa y Cayo Hueso en noviembre de 1891.
Obras Escogidas. Tomo III, p.23
dera Conferencia Nacional debería, en bien de
11) Martí, José. Obras Escogidas. Tomo III, p.65
los cubanos todos y como respeto a José Martí, 12) Martí, José. Obras Escogidas. Tomo III, p.99
rectificarse. Y en su lugar despenalizar la dife- 13) Martí, José. Obras Escogidas. Tomo III, p.192
rencia política e instituir el derecho de asocia- 14) Martí, José. Obras Escogidas. Tomo III, p.511
ción, para que en presencia de otros partidos,
1) Martí, José. Obras Escogidas. La Habana, Editorial de
el comunista demuestre o no su potencialidad Ciencias Sociales, 2000. Tomo I, p. 326
para autodenominarse vanguardia, pero sobre 2) Martí, José. Obras Completas. La Habana, Editorial de
todo, para que los cubanos devengan ciudada- Ciencias Sociales, 1991. Tomo I, pp.211-212
3) Martí, José. Obras Completas. Tomo I, p.424
nos y desempeñen el papel activo que les co-
4) Martí, José. Obras Escogidas. Tomo III, pp.26-27
rresponde en los destinos nacionales. [●] 5) Martí, José. Obras Escogidas. Tomo III, pp.9-10
[●] 6) Martí, José. Obras Escogidas. Tomo III, pp.24-25
( d i m a s [●] 7) Martí, José. Obras Escogidas. Tomo I, p.325
8) Martí, José. Obras Escogidas. Tomo I, p.459
c a s t e l l a n[●] o s ) 9) Martí, José. Obras Escogidas. Tomo II, p.211
[●] 10) Martí, José. Resoluciones tomadas por la emigración
[●] cubana de Tampa y Cayo Hueso en noviembre de 1891.
[●] Obras Escogidas. Tomo III, p.23
( d i m a s [●] 11) Martí, José. Obras Escogidas. Tomo III, p.65
12) Martí, José. Obras Escogidas. Tomo III, p.99
c a s t e l l a n[●] [●] o s ) 13) Martí, José. Obras Escogidas. Tomo III, p.192
14) Martí, José. Obras Escogidas. Tomo III, p.511

{ V●50 }
(
( calvert
d i á l o g o s D E v i d a Y m u e r t e )

casey )
A LA GRAN OBSESIÓN con la vida en Martí, Fuga, diría un psiquiatra moderno, ten-
A LA GRAN OBSESIÓN con la vida en Martí, dencias suicidas, autodestrucción, duplicidad
A LA GRAN OBSESIÓN con la vida en Martí, del ego u odio a sí mismo. Todo es posible.
A LA GRAN OBSESIÓN con la vida en Martí, Preferimos contrastar las dos tendencias para
A LA GRAN OBSESIÓN con la vida en Martí, obtener la visión de un cerebro pensante de
A LA GRAN OBSESIÓN con la vida en Martí, rara honestidad, o de una originalidad que im-
responde otra obsesión igual, o más poderosa pulsa grandemente su tradición. Indudable-
aún, la de la muerte. Desde que su producción mente se nutre del naturalismo, lo admira y lo
literaria comienza a fluir en abundancia en cita constantemente. Pero su yo interior es
México, no cumplidos aún los 25 años, hasta otra cosa. Los constantes estallidos de un ce-
pocas horas antes de Dos Ríos, la idea de la rebro atormentado e inmensamente fecundo
muerte estará alimentando su pensamiento. denuncian al héroe romántico rezagado, el
La suya es la muerte del héroe román- mismo que permanecerá sumergido y en silen-
tico en su más puro aspecto. Quien tenía la cio en medio de la inundación del positivismo
certeza del reino de este mundo, de la felici- y sus secuelas literarias, hasta volver a con-
dad posible, alcanzable por la simple fórmula sultar la muerte en lenguaje surrealista. No es
de la generosidad y el amor, sintió toda su casual que sienta "el misterio de Poe" y com-
vida —y es la nota que remata muchos de sus prenda su mundo tenebroso.
pensamientos— el deseo de la muerte en con- La suya no es la obsesión existencial con
traste con la otra gran vertiente del pensa- la muerte, que exige el compromiso como la
miento martiano: el amor a la vida, la fuerte única justificación de una vida cuyo signi-
pasión por el goce de los sentidos, la posi- ficado no debe preocupamos porque no es
bilidad de ver los más mínimos detalles de un aparente. Sería pueril negar que a la inma-
mundo que para él es esencialmente hermoso nencia Martí prefiere la trascendencia.
y sólo pasajeramente afeado por lo menos no- Por admisión explicita desde los prime-
ble que ve en sí y en sus semejantes. ros artículos de México, es un convencido de
La contradicción no es aparente. Surge ésta, y mantendrá la convicción hasta última
de la más somera lectura de una gran mayoría hora. Rara vez habla de Dios y detesta la reli-
de textos martianos, y es uno de sus rasgos gión organizada, pero cree, como anota Vitier,
más intrigantes. en una vida preexistente y en la venidera.
Una formidable y (envidiable) pasión li- ¿Explica esto su obsesión con la muerte? Di-
teraria, casi única en las letras hispanoame- fícilmente, porque al otro lado de la balanza
ricanas, que le hacía pensar escribiendo, como está la intensa pasión por la vida, la capacidad
otros piensan en voz alta, y que lo obliga a apasionada para gozar de la tierra. ("contigo
escribir como la manera esencial de pensar, renazco", le dirán una y otra vez sus mujeres),
nos revela las dos grandes obsesiones de Martí: un amor por la justicia y la bondad humanas
la de la vida y, por encima de esta, la de la muy difícil de conciliar con el desasimiento
muerte. del trascendentalista activo.

{ V●51 }
El ensayo sobre Walt Whitman nos inicia mal es la muerte, viniendo como viene de uno
en la fascinación de Martí con la vida y con la de los más grandes comprometidos del siglo
muerte. Admira con pasión al Whitman de la XIX, capaz de un grado de compromiso que
"persona natural" de la "naturaleza sin freno haría palidecer de envidia al más engagé de
en original energía", de las "miríadas de man- los héroes sartrianos, y de un hombre que no
cebos hermosos y gigantes", al Whitman "sa- deja de sentir admiración por el pensamiento
tisfecho", pero abre su ensayo citando al materialista: "La filosofía materialista, que no
Whitman que cree que "el más breve retoño es más que la vehemente expresión del amor
demuestra que en realidad no hay muerte", humano a la verdad, y un levantamiento salu-
para enseguida convenir con él: "la muerte es dable del espíritu de análisis contra la pre-
la cosecha, la que abre la puerta, la gran re- tensión y soberbia de los que pretenden dar
veladora"... "lo que (y ya esto es Martí) siendo, leyes sobre un sujeto cuyos fundamentos
fue y volverá a ser; porque en una grave y desconocen…"
celeste primavera se confunden las oposi- ¿Quién puede dejar de sentirse intrigado
ciones y penas aparentes... la vida es un him- ante el gran espíritu capaz de pensar que
no; la muerte es una forma oculta de la vida..: "adelantar por las sendas de la muerte es una
los hombres al pasar deben besarse en la forma de la vida, como el arte es una forma
mejilla; abrácense los vivos en amor inefable; del amor", mientras dedica la vida entera a ase-
amen la yerba, el animal, el aire, el mar, el gurar óptimas condiciones materiales y políti-
dolor, la muerte". cas a todo un pueblo?

¿Deseo de negarla? No en quien escribe Explicar este aspecto de su personalidad


que "la muerte o el aislamiento serán mi pre- limitándolo al viejo culto hispánico de la
mio único" o que "la muerte es júbilo, reanu- muerte que se hermana con la pasión por la
damiento, tarea nueva", para rematar con que vida sería injusto. Martí es mucho más compli-
"la muerte es la vuelta al gozo perdido, es un cado. Hay algo que lo convierte en el héroe
viaje". existencial de nuestros días: su negativa a
Las tres afirmaciones, dichas en los años aceptar a priori nada que no haya podido ex-
de México, y ahondadas hasta llegar al enig- perimentar directamente. Pero Martí excede
mático "¿Qué es la capacidad de morir sino la al héroe existencial en que, si éste se niega a
capacidad de ordenar?", alcanzarían por sí so- discutir la muerte porque lo aniquila y la ve
las la categoría de obsesión. Pero dichas por como una enorme amenaza, Martí trabaja con
un profundo gozador de la vida y por uno de ella en todo el curso de una de las vidas más
los grandes creadores políticos del siglo XIX en plenas posibles, trata de controlarla, de diri-
el continente americano, revelan a un hombre gida, de expresarla en términos vitales para
más misterioso y extraordinario aún de lo que restarle su carácter definitivo, de incorporarla
habíamos supuesto. Su actitud desmiente todo a la vida, negado a la última exclusión, desde
el pensamiento moderno de que el supremo una de las vidas más fragorosas de su tiempo:

{ V●52 }
"Es un crimen oponer a la muerte todos los caja del cuerpo se vea miedo: los pantalones,
obstáculos posibles"… "Así, siento que muero y anchos y ligeros, le vuelan sin cesar, como a
alzo la cabeza, tiemblo de un espantoso frío, y un viento rápido". Y unas leguas más allá:
sigo adelante". Es la actitud dualista, res- "¿Cómo no me inspira horror la mancha de
paldada por una de las vidas más fecundas y sangre que vi en el camino? ¿ni la sangre, a
extraordinarias con que nos hayamos puesto medio secar, de una cabeza que ya está en-
en contacto. terrada, con la cartera que le puso de des-
En sus últimos momentos, su obsesión canso un jinete nuestro?"
por unir los opuestos, por salvar las con- Aunque mucho más, es también el viejo
tradicciones aparentes, deja de ser una expre- juego sensual con que el español acaricia la
sión literaria para convertirse en sus actos muerte para destruirla. Y los anuncios cons-
póstumos. El viaje de Montecristi a Cabo tantes: "yo sigo a un viaje donde no me llegará
Haitiano, de Cabo Haitiano a Dos Ríos, es un respuesta suya"... "vamos de frente y acaso no
fervoroso canto a la existencia por un espíritu vuelva... yo aquí quedo con el alma en fue-
que ha alcanzado al fin la embriaguez de vivir, go"… "Será un rompimiento interior, una caída
abiertamente dionisíaca. "En estos campos su- suave…"
yos, únicos en que al fin me he sentido entero Las últimas horas permiten intuir el
y feliz... llegué al fin a mi plena naturaleza. enigma, anunciado ya en las dos estrofas de
No estuve más sano nunca"...; "al sombrío de los Versos Sencillos que sacuden con violencia
los árboles se oye un coro de carcajadas. Los a la poesía española:
mozos echan el brazo por la cintura a las mu-
jeres de bata morada, Una madre me trae su En cuanto llega a esta angustia
mulatico risueño. Y los ojos me comen, y lue- Rompe el muerto a maldecir:
go se echa a reír mientras se lo acaricio y se lo Le amanso el cráneo: lo acuesto:
beso. Sobre la cerca pobre empina los ojos Acuesto el muerto a dormir.
luminosos Augusto Etienne"; "...es el fustán Mi paje, hombre de respeto,
almidonado de una negra que pasa triunfante". Al andar castañetea:
Y días después: "...parece impasible, con la Hiela mi paje, y chispea:
mar a las plantas y el cielo por fondo, un ne- Mi paje es un esqueleto.
gro haitiano. El hombre asciende a su plena
beldad en el silencio de la naturaleza", para Ante la amenaza al supremo bien de la
llegar en las selvas de Baracoa a los límites de vida, Martí se pone a sobar la muerte, a hacer-
la exaltación: "La noche bella no deja dor- la suya mediante la proeza poética morbosa,
mir... Vuelan despacio en torno las animitas; para destruirla comunicándole la vida, que es
entre los nidos estridentes oigo la música de la su negación y su destrucción definitiva. [●]
selva, compuesta y suave... siempre sutil y su negación y su destrucción definitiva. [●]
mínima —es la miríada de son, fluido, ¿qué su negación y su destrucción definitiva. [●]
alas rozan las hojas? ¿qué danza de almas de su negación y su destrucción definitiva. [●]
hojas?" Y en la gran exaltación de la vida, el su negación y su destrucción definitiva. [●]
gran abrazo a la muerte, como negándose a su negación y su destrucción definitiva. [●]
dejarla fuera del banquete, complacido de su su negación y su destrucción definitiva. [●]
proximidad, de comprobar la ausencia de su negación y su destrucción definitiva. [●]
horror en lo que mucho se ha temido, con una su negación y su destrucción definitiva. [●]
complacencia no exenta de morbosidad: "No su negación y su destrucción definitiva. [●]
es horrible la sangre de las batallas". "¿Será su negación y su destrucción definitiva. [●]
verdad que ha muerto Flor, gallardo Flor?... su negación y su destrucción definitiva. [●]
Juan vio muerto a Flor, muerto, con su bella su negación y su destrucción definitiva. [●]
cabeza fría, y su labio roto". su negación y su destrucción definitiva. [●]
Estas últimas páginas sobre la muerte su negación y su destrucción definitiva. [●]
posiblemente den la clave del insistente con- su negación y su destrucción definitiva. [●]
trapunto de toda una vida: Martí llega a amar su negación y su destrucción definitiva. [●]
tanto la vida y siente tanto horror a la muerte su negación y su destrucción definitiva. [●]
que su única forma de destruirla es haciéndola su negación y su destrucción definitiva. [●]
parte de la vida, jugando con ella, tocándola, su negación y su destrucción definitiva. [●]
besándola. Ve ejecutar al cuatrero Masabó "sin su negación y su destrucción definitiva. [●]
que al hombre se le caigan los ojos, ni en la su negación y su destrucción definitiva. [●]

{ V●53 }
e n r i s c o :
LA DÉCADA DE los 90 del pasado milenio ha si- pornográficos los poemas que escribió para ni-
do —entre tantas cosas— la de los ataques más ños, los poemas de sus Versos Sencillos. Truca-
decididos al mito martiano y la de una mos con pliegues la efigie suya en los bi-
profunda revisión de su legado. Ha lletes para inventarle historias. Estas ma-
sido también el período en que se ha neras de citar a José Martí, tan extendidas
desarrollado una crítica más sistemá- como las mejores maneras públicas, han
tica del nacionalismo cubano que —co- sido escasamente recogidas y son también
mo no es difícil demostrar— ha tenido cultura cubana, pertenecen a la historia
como uno de sus ejes simbólicos más secreta de Cuba. (Ponte, 2000 p.52)
estables a la figura de José Martí. En esa “historia secreta de Cuba”
Si cabe la comparación en cuan- también se fermentó el discurso antidog-
to a cercanía de propósitos de toda una mático que ahora emerge en forma de crí-
generación, este gesto se acerca al de tica intelectual. Al rememorar sus años es-
la generación de los años 20 —desde colares no es extraño que los escritores cu-
Mella a Mañach—, aunque de signo con- banos aludan a sus primeros encuentros
trario. Mientras estos fueron respon- con el mito martiano. Cabrera Infante cuen-
sables en buena medida del asentamien- ta que en tercer grado se ganó un primer
to del dogma y el culto martianos, la premio “que fue un ejemplar de La Edad
generación de ensayistas que emerge de Oro, de José Martí, a quien nos enseña-
en los 90 se ha propuesto su desmon- ban en la escuela a venerar más que a ad-
taje. mirar”, y a continuación añade que “esa
Muchos son los factores que se veneración terminó en la adolescencia”.
pueden invocar en la explicación de Reinaldo Arenas en su autobiografía re-
este fenómeno. El acontecimiento his- cuerda que:
tórico más importante de esos años, Una vez el aula se vino abajo por el
la caída del comunismo euro-oriental estruendo de la risa, cuando recitando el
debe haber tenido una influencia de- poema “Los dos príncipes”, de José Martí,
cisiva. La apelación al nacionalismo y en vez de decir el verso “entra y sale un
a Martí por parte del régimen cubano perro triste”, dije: “entra y sale un perro
para apuntalar su poder simbólico, flaco”. La solemnidad de aquel poema,
gravemente afectado por el derrumbe que hablaba de los funerales de dos prín-
ideológico y político del proyecto co- cipes, no admitía un perro flaco; segura-
munista, dio un impulso decisivo a mente mi subconsciente me traicionó y yo
una generación que ha encontrado su trastoqué el perro de Martí por Vigilante,
perfil en la crítica al tan socorrido ima- el perro flaco y huevero de nuestra casa.
ginario nacional. (Arenas 1992 pp.27-28)
Sin embargo, suele subestimarse A esto podemos sumarle lo que cuen-
un factor que ha podido condicionar una ta Carlos Victoria sobre un condiscípulo su-
actitud crítica desde los niveles más yo que fue expulsado de la escuela por pre-
elementales, que haría parecer mu- guntar si era cierto que a Martí lo llamaban
cho menos brusco el salto a la crítica Pepe Ginebrita. En estos tres ejemplos la
del mito. Me refiero a la subterránea presencia de Martí en la escuela puede
pero sostenida tradición popular y es- adoptar la forma de premio, vergüenza o
colar de cuestionamiento burlón o in- castigo. Esta resistencia clandestina esco-
sidioso del mito martiano. Una tradi- lar al dogma martiano aparecería entonces
ción que acumula chistes, adivinanzas como natural y necesaria. Fue ella una de-
y parodias a la obra martiana, junto a fensa contra la ubicuidad del culto a Martí,
legendarias dudas sobre la imagen so- como un modo a un tiempo de no sentirse
brehumana del Apóstol y suspicacias aplastado por el dogma (“un mecanismo de
sobre su sacrificio final. No es casual defensa frente a la frustración cubana”
que Antonio José Ponte, en un vehe- (Ponte 2000 p.52), “pues el cubano siem-
mente ensayo sobre el mito martiano pre se encuentra frustrado frente a Martí,
escribiera: frente a su cumplimiento”) y un modo de
Lo llamamos también Pepito Gi- evitar compartir su infatigable gravedad,
nebra, insistimos colegialmente en volver tan asfixiante como ridícula para un escolar.
{ V●54 }

q u é e s u n m a r t i l l o :
n u e s t r o a p o s t o l i l l o
Pese a no estar historiada, no es difícil ima- de Cabrera Infante a Martí en Vista del amane-
ginar que esta tradición del choteo martiano de- cer...): El hombre era tan grande que no cabía en
be haberse reforzado en los últimos cuarenta la isla porque hacía sentir pequeños al resto de
años, justo cuando el dogma, estatalizado, se ha- los habitantes de la isla. (…) En el destierro, el
bía hecho cada vez más ubicuo y vacío y se care- hombre grande fue el blanco de millones de in-
cía del mínimo espacio público para ejercer su trigas, ofensas y calumnias de todo tipo. Lo til-
crítica. Muchas de estas burlas vienen de los años daron de cobarde, de Capitán Araña, de deprava-
republicanos pero hay indicios abundantes de que do, de elitista, de borracho, de drogadicto y has-
esta tradición ha sido renovada con amplitud en ta de amigo del dictador de la Isla. (…) Pero el
el período revolucionario. Abundan los chistes en hombre, a pesar de toda aquella guerra contra su
los que Martí se disculpa de la responsabilidad persona, seguía creciendo, se hacía cada vez más
que se le achaca como autor intelectual del asal- grande y proseguía la lucha contra el dictador. Y
to al cuartel Moncada o parodias a “Los zapaticos a medida que crecía comprendía con mayor clari-
de rosa” (el poema más caricaturizado en la his- dad que toda aquella grandeza no tendría ningún
toria cubana), en las que abundan detalles que sentido si no iba a morir a su amada isla, donde,
denotan una factura más o menos reciente, aun- por otra parte, su grandeza no tenía lugar. Así,
que en realidad pueden ser sólo actualizaciones mientras era injuriado por todos los que querían
de parodias más o menos antiguas. mantener la isla en la tiranía absoluta y por los
Toda esta espontánea guerra de guerrillas que querían liberarla, el hombre grande partió
contra el dogma martiano podría verse como la clandestinamente rumbo a la isla. En cuanto lle-
última línea de resistencia. Un intento desespe- gó, todos los ejércitos, tanto los amigos como los
rado de no dejarse impresionar, atrapar, por el enemigos, se confabularon contra él y lo mata-
dogma, ha sido recrear un Martí faliblemente hu- ron. Entonces el hombre grande se disolvió en la
mano, de recrear su mito en el sentido más libre isla alimentando aquellas tierras. Cuando ya fue
del término. De ahí la insistencia en atribuirle to- sólo polvo y nadie ni siquiera podía identificar
do tipo de debilidades y vicios. Desde la afición dónde había caído o dónde estaba su tumba, los
por la bebida y las drogas, hasta por las mujeres. nativos de la isla, tanto los amigos como los ene-
De ahí el placer de descubrir un Martí adúltero migos, se sintieron orgullosos de haber tenido un
que traiciona a un amigo para tener una hija con hombre tan grande. E inmediatamente comenza-
la esposa, en verlo como un Casanova abandonan- ron a erigirle estatuas. Tantas son ya las estatuas
do a sus amantes, de imaginarlo abofeteado por que no hay un rincón de la isla que no ostente el
Maceo en el encuentro de La Mejorana, de verlo rostro pensativo del hombre grande. (Arenas
avanzando por el campo de batalla enfundado en 1999 p.218)
una inexplicable levita negra sobre un caballo Esta confirmación subversiva del mito posi-
blanco como diana perfecta y ridícula para el blemente tenga el mismo origen que las resisten-
enemigo (según uno de esos chistes populares un cias que se le intentan. Ese origen sería el incum-
oficial enemigo exclamaría: “¡Tírenle al músi- plimiento de las profecías martianas. El pueblo
co!”). Pero esa suspicacia popular hacia el mito, que ha traicionado una y otra vez las profecías
como en tantas ocasiones, también lo complementa. del Apóstol, incumpliéndolas, debe expiar esa
Esa secreta tradición cubana, como hemos culpa imaginando una traición anterior. La trai-
visto, gusta de suponer a Martí traicionado por ción por la que el mismo pueblo empujó a su re-
los propios que dicen seguirlo o acompañarlo. Y dentor a la muerte.
es que un Martí traicionado es el mejor vehículo La reciente rebelión contra el mito martia-
para que los cubanos como pueblo expíen sus cul- no a la que nos referiremos en detalle a conti-
pas. Al Martí triunfante sobre la voluntad nacio- nuación, puede verse también como rebelión
nal de los libros de texto se le opone un Martí vi- contra esa culpa. Nietzsche en su Genealogía de
lipendiado y cuestionado que debe demostrar su la moral afirmaba que la impotencia de los hom-
valía y lavar su honor en el campo de batalla. El bres para hacer valer su voluntad los hacía sen-
Martí que se agranda hasta lo inconmensurable en tirse culpables hasta resultar imposible la expia-
medio de un pueblo que se le queda demasiado ción “a fin de cortarse de una vez y por todas la
pequeño. Posiblemente no se haya expuesto con salida de ese laberinto de ideas fijas” y “estable-
más dramatismo esta creencia secreta que en la cer un ideal —el del Dios Santo— para adquirir en
fabulación que hace el casi siempre irreverente presencia del mismo una tangible certeza de su
Reinaldo Arenas en El color del verano (que a su absoluta indignidad”. (Nietzsche p.119)
vez se hace eco evidente de la ya citada alusión

e n r i s c o

{ V●55 }
Esta rebelión contra esa culpa sería enton- a los principales símbolos fundacionales, y en es-
ces la búsqueda de una salida al laberinto de pecial a Martí, sería el tributo agradecido a pagar
ideas fijas que integran el discurso nacionalista por esta salida victoriosa.
cubano con Martí como figura mayor de su altar. De cualquier manera, se pueden encontrar
Elegir la rebelión frente al mito martiano abundantes razones que explican la crítica más o
no tiene que conducir necesariamente a una lec- menos reciente al mito martiano. Algunas de ellas
tura heroica o ética de esa elección. Según una en el propio ámbito de la crítica literaria, históri-
lectura “ética”, mientras el discurso oficial se ca y política, como puede ser el desarrollo del es-
escuda tras Martí una vez más para encubrir sus tudio de la figura de Martí fuera del ámbito cuba-
fracasos, la última generación de intelectuales no, con el que toman contacto los críticos cuba-
intenta destruir la base dogmática de ese escudo nos tanto dentro como fuera de Cuba. Ese nivel
simbólico para así ejercer sin embarazo su crítica de desarrollo chocaría escandalosamente con la
sobre el discurso oficial. Sería provechoso, en rudimentaria propaganda del dogma puesta en
cambio, aplicar las observaciones que hace Nietz- circulación tanto por su discurso oficial cubano
sche sobre procesos semejantes en el texto ya ci- como por el del llamado exilio histórico.
tado. Allí Nietzsche, al hablar de la formación del Rafael Rojas, el más influyente ensayista
culto a los antepasados en las sociedades primiti- de su generación, fue a su vez de los primeros en
vas afirma con su vehemencia habitual que: intentar un cuestionamiento a fondo del dogma
El temor al antepasado y a su poder, la martiano. Dan fe de ello ensayos publicados en la
conciencia de tener deudas con él crece por ne- primera mitad de la década de los 90 en los que
cesidad, según esta especie de lógica, en la exac- intentaba desplazar a Martí del centro obligado
ta medida en que crece el poder de la estirpe de la tradición política cubana. Para ello, en en-
misma, en la exacta medida en que esta es cada sayos como el debatido “Las dos morales de la
vez más victoriosa, más independiente, más ve- historia”, a la tradición de la racionalidad moral
nerada, más temida. ¡Y no al revés! Todo paso emancipatoria que desembocaría en Martí él le
hacia la atrofia de la estirpe, todas las eventua- opone otra tradición, la racionalidad instrumen-
lidades desastrosas, todos los indicios de degene- tal utilitaria.
ración, de inminente ruina, hacen disminuir Esta operación tenía en contra varias limi-
siempre, por el contrario, el temor al espíritu de taciones evidentes. Una de ellas es que en su crí-
su fundador y proporcionan una idea cada vez tica a la teleología nacional cubana, al construir
más pequeña de su inteligencia, de su previsión y otra tradición, reproducía la misma operación del
de la presencia de su poder. (Ibíd. p.115) discurso oficial y de algún modo reforzaba el dua-
A la lógica conclusión de que el discurso lismo propugnado por este. De hecho, ni siquiera
oficial se escuda tras Martí una vez más para en- se trataba de la creación de una tradición igno-
cubrir sus fracasos, estas observaciones de Nietz- rada por el discurso oficial. Este reconocía esa
sche sugieren otra fructífera interpretación. Lo tradición pero la consideraba contraria al verda-
que ha sido visto por el discurso crítico como un dero destino de la nación o, en el mejor de los
fracaso en toda regla del proyecto nacional enca- casos, tributaria de la tradición revolucionaria de
bezado por Fidel Castro (que supuestamente de- las que ese discurso del poder se consideraba su
bía desembocar en una sociedad comunista prós- natural culminación. Frente a esto Rojas hizo el
pera e igualitaria y en cambio la ha sumido en la intento, que abandonaría más tarde, de presti-
más profunda crisis que conociera el país), trae- giar aquella tradición con el propósito de quebrar
ría como respuesta, de acuerdo al esquema nietz- el fatalismo teleológico del discurso oficial.
scheano, un rechazo de Martí como símbolo máxi- La otra limitación era aún más difícil de su-
mo de la fundación nacional. Desde el poder la perar. Según este esquema inicial de Rojas, pese
caída del socialismo este-europeo y su consiguien- a la competencia que le ofrecía a la tradición que
te repercusión en Cuba tendría una lectura total- él mismo hacía culminar en Martí, las razones que
mente distinta. La supervivencia del régimen de lo hacían el centro de esta tradición revoluciona-
La Habana a la debacle comunista en Europa se ria y que justificaban su monopolio por el discur-
vería en realidad como una victoria que confir- so del poder cubano se mantenían intactas.
maba el origen y hasta el sentido nacionalista de Hay otros dos momentos sintomáticos de
la Revolución, y vería en la crisis subsiguiente esta ofensiva antidogmática. Ambos aparecen en
(metamorfoseada en la indulgente expresión “Pe- la revista de exilio Encuentro de la Cultura Cuba-
ríodo Especial”) el precio a pagar en esta reno- na. Son ellos el artículo de Enrique Patterson
vada épica de la resistencia. De ahí que la vuelta “Cuba: discursos sobre la identidad” y el ya men-
q u é e s u n m a r t i l l o :
n u e s t r o a p o s t o l i l l o
{ V●56 }
cionado de Antonio José Ponte “El abrigo de “Existe en el
aire”. pensamiento de Martí
En el primero, tras evaluar la historia del una indistinción entre
pensamiento cubano sobre el conflictivo tema de los conceptos de iden-
las razas y la nación, no se intenta resolverlo, co- tidad, soberanía
mo ocurre a menudo, con la conocida frase mar- e independen-
tiana de que “cubano es más que blanco, más cia, siendo es-
que mulato, más que negro”. Antes, al contrario, te último el cen-
se cuestiona la validez de esa frase y del concep- tro de toda su acti-
to que resume. Dice Patterson que: vidad política”.
El humanismo martiano, tratando de re- (Ibíd. p.64)
chazar la solución racista de Saco y Arango, eli- Patterson insis-
mina el problema en sí. Sin duda hay un avance te que lo que pudo
en Martí, en el sentido que no elimina, al menos, ser útil tácticamente
a los negros como cubanos, no obstante, los eli- para la movilización
mina como negros, como sujetos con una historia de la población ne-
y con problemas sociales específicos. Ese “deta- gra hacia la guerra
lle” hace que el horizonte del pensamiento mar- y el atenuamiento
tiano no rebase —a su pesar— el espacio de la de la suspicacia ra-
ideología racista de la élite cubana. (Patterson cial, resultó a la lar-
p.54) ga tremendamente
Más adelante remata la faena añadiendo perjudicial como
que la tan citada frase de Martí “es ética y lite- proyecto nacional.
rariamente bella, políticamente oportuna (de Al contrario de
nuevo los negros son necesarios) y sociológica- otros casos, no acu-
mente vacía”. Patterson, aunque concentrado en sa al poder políti-
un aspecto de lo que habitualmente se le da en co cubano de igno-
llamar el “ideario martiano”, ataca de hecho uno rar a Martí sino de
de los pilares del mito: ese que se sostiene en la aplicarlo de un mo-
creencia en la validez eterna de las ideas de Mar- do elemental pero
tí sin importar el campo del conocimiento al que persistente. (“No
se refieran. Más aún si se refieren a un tema tan sólo se adoptó el
central como es el de la identidad nacional y su aspecto reduccio-
sentido en el proyecto nacional. Patterson no se nista del discurso
deja impresionar por la belleza de la frase al martiano sino que
tiempo que denuncia un patente pero ignorado se llevó a la
vicio de la retórica martiana: el de la práctica con una
imprecisión. consecuencia
pertinaz”).

{ V●57 }
Aunque Patterson se limita a aplicar las lí- pio autor. “Martí es elemental, es uno de los ele-
neas generales del discurso de reivindicación de mentos, es aire imprescindible. Gana el tremen-
las minorías raciales (que se resumiría como el do poder de convicción que tiene lo natural, Mar-
rechazo a aceptar la disolución del discurso de tí se legitima en naturaleza”. (Ponte 2000 p.48)
una minoría dentro de cualquier metarrelato na- Añade Ponte para concluir que Martí “es ai-
cional), el efecto de sus observaciones en el rudi- re y todo el resto es literatura, autores, y el aire
mentario marco de discusión que en aquellos mo- está por encima de estos, está más allá, no pue-
mentos se seguía al respecto, no se debe subestimar. den compararse una cosa y la otra”(Ibíd. p.48).
Este ensayo tuvo la virtud de señalar un Su análisis socio-histórico lleva a Ponte a similar
fructífero campo de trabajo, el de la revisión del conclusión:
metarrelato nacional y los mitos que lo sostienen Y hemos llegado a lo que diferencia a Martí
desde la perspectiva de discursos de minorías. de otros autores del anaquel: según afirman des-
Desde estos discursos de minorías que cuestionan de todas partes, está pendiente. Leyéndolo, po-
el monopolio de sentido de los grandes relatos demos alcanzar lo que siente frente a las Santas
nacionales a costa de los relatos menores de los Escrituras cualquier temeroso de Dios. Podemos
diferentes grupos, el mito martiano aparecería encontrarnos, en suma, temerosos de Martí. O
especialmente vulnerable. El discurso de la armo- temerosos de volvernos martinianos profesiona-
nía social preconizada por Martí se asienta justa- les. (Ibíd. p.50)
mente a costa de obviar los intereses específicos Martí se completa más allá de sus páginas
de los diferentes grupos, imaginando un pueblo justamente en lo que estas parecen anunciar. Su
ideal que excluía a buena parte de su realidad ét- incumplimiento, el incumplimiento de sus profe-
nica y social. Estas observaciones de Patterson vi- cías, parecen reforzar la certeza de estas. Martí
nieron a confirmar que efectivamente el rey esta- más que el apóstol de la patria aparece, tal como
ba desnudo. nos lo presenta Ponte, como el santo patrón de
En lo que a estudio de vestimenta y desnu- los intelectuales y como modelo y tentación vital:
damiento se refiere el artículo de Patterson, no Cierta inconformidad de los letrados por la
se halla distante del de Ponte. Difieren, sin em- letra, cierto desprecio por la vanidad de la letra,
bargo, y no poco, en el tono y el punto de vista. coloca por encima de ella a cualquier acto o he-
El artículo de Ponte tiene un fuerte aliento poé- cho que no sean los de escribir, aconseja entre-
tico y se maneja a través de imágenes en las que garse a la vanidad de los hechos y los actos. Se
contrapone la ubicuidad de Martí en el imaginario venera la letra puesta al borde, no por su estabi-
nacional en contraste con la levedad, o mejor, el lidad difícil, sino porque más adelante la letra ya
escaso peso real de su ideario. El centro de la mi- no existe. Se venera el abrigo abandonado en una
rada de Ponte se sitúa, más que en las ideas de mañana de invierno porque a partir de él comien-
Martí, en su literatura, y su pregunta principal va za la cabalgata de los actos, una vida verdadera.
encaminada a determinar “lo que diferencia a Entonces cualquier otro destino que el escritor
Martí de otros autores del anaquel”. comparta —místico o héroe o asesino o político—
Las respuestas van en dos direcciones: apre- se encarama sobre el insuficiente destino de au-
sar aquello que distancia a Martí del resto de los tor y lo contiene y lo sobrepasa, quién sabe bajo
autores mediante imágenes y mediante la refle- qué leyes caprichosas. Bajo las caprichosas leyes
xión histórico literaria. En el primer caso, el pun- de la ideología, puede responderse inmediata-
to de partida es un abrigo que Martí dejó abando- mente. Lo que es José Martí como ideología es lo
nado en Nueva York al marcharse a iniciar la gue- que lo convierte en aire. Al fin y al cabo, ideolo-
rra de independencia en Cuba. El abrigo vacío, gía y aire tienen esto en común: que llenan cada
que cuando su dueño lo usaba apenas lo alcanza- vacío, que tratan de ocuparlo todo, de estar en
ba a rellenar, es el eje del leve Martí que nos todas partes. (Ibíd. p.50)
ofrece Ponte. Una levedad que tiene un costado Pese a la saña inédita con que Ponte se en-
patéticamente frívolo que difícilmente encaja frenta a Martí, el ensayista intenta “salvarlo” (lo
con su imagen mística y arrebatada. Por otro la- inédito de ese ensañamiento, como sospecha el
do, la identificación poética de Martí con el aire, autor, no lo hace necesariamente nuevo: “Los
arrastra al ensayista a reconocer otras propieda- modos más secretos de la crítica literaria cubana,
des del aire no ajenas a Martí: como el aire, Mar- lo que se dice a solas frente al libro, lo que tal
tí es para los cubanos ubicuo e imprescindible. vez no alcanza a formularse con palabras, aquello
“Martí es como el aire que respiramos”, declara que se permite en una conversación aunque esta-
un poeta en una anécdota que presenció el pro- ría muy lejos de afirmarse por escrito, ¿qué dicen

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de José Martí, cómo lo citan?”) (Ibíd. p.52). El
método de salvación consistiría en ponerlo junto
a sus iguales, los escritores, devolverlo a la letra,
incluso lo que de él parece escapar de esta:
Poco dotado para la ficción en novela y
drama, consiguió sin embargo la mayor ficción de
toda la literatura cubana, la de su cumplimiento.
Para llegar a entender como ficción, como litera-
tura, lo que las políticas exigen interesadamente
que esperemos y nunca nos darán. Para entender
a José Martí como la gran promesa de la litera-
tura cubana. (Cecilia Valdés y José Martí son los
dos mitos mayores de la ficción cubana)”. (Ibíd.
p.50)
Y ni siquiera toda la letra, según Ponte, me-
rece ser tenida en cuenta. Una vez reducido a los
límites de su literatura, tendrá que exponerse a
sus reglas, sus exigencias, sin que lo salve una
vez más la coartada patria. Asumir que el mito de
la eterna vigencia de su obra es sólo eso: un mi-
to. “He escrito estas líneas —concluye Ponte su
ensayo— para poner a Martí a disposición de los
lectores, a disposición de lo bursátil que pueda
haber en la lectura. He querido hundirlo (grave-
dad contra aire) en la pelea temporal de las lite-
raturas, de la que ningún autor escapa. Y que
salga de allí solo lo que esté vivo. (Ibíd. p.52)
[●][●][●][●][●][●][●][●][●][●][●][●][●][●][●]

Arenas, Reinaldo. Antes que anochezca. Barcelona:


Tusquets Editores, 1992.
--------. El color del verano o Nuevo "Jardín de las
delicias" : novela escrita y publicada sin privilegio
imperial. Barcelona: Tusquets Editores, 1999.
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Victoria, Carlos. “Nota sobre una
estrella que ilumina y mata”. Mariel
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{ V●59 }
que de todas formas a las pocas
semanas murió, rabiando y sin la
ecuanimidad de sus sacrificados.

( o r l a n d o l u i s p a r d o l a z o )

{ V●60 }

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