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DESASTRE NUCLEAR EN JAPON: La catástrofe.

Por: Andrés Guillermo Pereira Duran.

El pasado 11 de marzo a las 2: 46 pm, se produjo un terremoto de 8,9 puntos en la


escala de Richter, cerca a la costa noreste de Japón, lo que genero un tsunami
con olas de hasta de 10 metros de altura y sin numero de daños en la
infraestructura del país, entre los que sobresalen los sufridos en las plantas
nucleares que generan aproximadamente el 30% de la energía eléctrica del país.
Estas situaciones encadenadas han sumido a Japón en la situación más crítica
desde la Segunda Guerra Mundial según dijo el primer ministro Naoto Kan.

Según lo registrado por el diario el mundo [1], la fuerza generada por el terremoto
es una treinta veces mayor que la que los reactores están diseñados para
soportar, la crisis nuclear se ha generado en la central de Fukushima Daiichi
donde cuatro de los seis reactores que estaban operando colapsaron, el reactor
número dos sufrió además explosiones lo que ha generado radiación y una avería
en el núcleo y los mecanismos de contención. Además de los desplazamientos
provocados por la devastación y las inundaciones, la radiactividad generada en
Fukushima ha obligado a evacuar un radio de 30 km a la redonda de los focos de
emisión.

El problema de los reactores se debe a que no se logra refrigerar el combustible


(Uranio o plutonio) que se encuentra en el reactor y en las piscinas de almacenaje,
El problema no fue tanto estructural sino que se debió a fallas eléctricas del
sistema principal y de los de emergencia, lo que hizo fallar los sistemas de
refrigeración generando el recalentamiento del núcleo, lo que genera emisión de
partículas radiactivas, volátiles y toxicas.

La planta nuclear de Fukushima ha operado desde hace 4 décadas y tenía


permiso para funcionar por lo menos unos 10 años más. Unas 85.000 personas
se han evacuado de las inmediaciones de la planta. Tepco la empresa que opera
la planta de Fukushima Daiichi ha planteado una estabilicizacion de los reactores
afectados en unos seis a nueve meses. Una de las consecuencias que deben
generarse es la evaluación de los protocolos nucleares y de la seguridad de las
plantas. En este sentido la planta nuclear de Hamaoka fue cerrada por
considerarla una de las más vulnerables ante un terremoto, la empresa operadora
de esta planta, Chubu Electric, ha pedido al gobierno apoyo para aumentar la
producción de las centrales eléctricas para contrarrestas el cierre de esta planta
nuclear.
En Alemania la canciller Angela Merkel ha planteado la necesidad de revisar las
políticas en cuestiones nucleares. El actual gobierno derogo un plan de abandono
de la energía nuclear aprobado en el 2000, pero la situación vivida en Japón ha
generado una nueva polémica liderada por el partido social-demócrata y facciones
verdes de la política germana.

Francia por su parte según el ministro de industria Eric Besson confía en la


seguridad de sus reactores (que aportan el 80% de la energía eléctrica de Francia)
por haber sido diseñados teniendo en cuenta el riesgo de terremotos e
inundaciones, lo que permite preguntar a qué nivel será una garantía este tipo de
diseño, ya que Japón y en especial la zona del reactor de Fukushima son sitios de
actividad sísmica elevada por lo que los reactores que han generado la crisis
cumplían un estricto conjunto de especificaciones técnicas para hacerlos
resistentes a este tipo de eventos, situación, que hoy resulta evidente, no fue
suficiente.

Otro foco de la catástrofe en Japón ha sido la contaminación de alimentos con


partículas nucleares, se freno la distribución de hortalizas y leche producidas cerca
a la planta nuclear de Fukushima, Aunque según el gobierno nipón los niveles
registrados no representan un riesgo elevado para la población.

Varios tipos de contaminación pueden afectar a las personas según Greenpeace


la mezcla de partículas con el aire que es inhalado, la contaminación del agua
como ya ocurrió en Tokio –aunque a niveles aun muy por debajo de los
establecidos en la ley como peligrosos- y la de los alimentos que sean ingeridos
por la gente, en este ultimo tipo de contaminación las partículas mezcladas en el
aire caen a la tierra siendo absorbidas por las plantas y por los animales que
ingieren dichas plantas, por ejemplo las vacas cuya carne y leche puede ser foco
de contaminación radiactiva.

Este tipo de riesgo es más difícil de medir pues implica consecuencias a largo
plazo por acumulación de partículas, además este tipo de influencias pueden
mezclarse con otras causas de enfermedades y muertes a medida que pase el
tiempo.

El miedo de los operadores logísticos y transportadores de suministros ha


entorpecido el abastecimiento de la zona evacuada tras la catástrofe. La gasolina
de las bombas días después del terremoto solo era accesible para los vehículos
del gobierno ya que eran indispensables para las operaciones de rescate,
generando aun más problemas para la gente que se encuentra en las zonas más
afectadas. [2]
Los alcances sociales de la catástrofe llegan desde distintos focos como la
infraestructura, el riesgo de contaminación, el desabastecimiento de electricidad,
agua y comida. La magnitud de la tragedia es muy difícil de cuantificar por el
carácter incalculable de los daños psicológicos, productivos y sociales que la
población ha recibido. Los residuos de la actividad nuclear han sido siempre uno
de los focos del problema y en Fukushima se vio que es real la posibilidad de que
el uranio y el plutonio almacenado después de utilizarse en los reactores generen
altos niveles de radiación un riesgo importante para la sociedad.

A pesar de la cadena de desastres y de la difícil situación ha habido situaciones


que ayudan a ver una esperanza real en el camino y otras tantas que redujeron el
alcance del problema nuclear.

Los protocolos de seguridad empezaron a apagar los reactores tras registrarse el


terremoto, además los reactores japoneses tienen una cubierta que los aísla del
exterior y da más campo de acción ante situaciones de emergencia. El gobierno
ya empezó a desactivar reactores nucleares a lo largo del país y ha mostrado una
clara intención de fortalecer la producción eléctrica por medios alternativos como
el eólico y el solar.

Sin lugar a dudas el alcance de la tragedia no se puede revisar de inmediato pues


la reconstrucción apenas empieza, los alcances de la radiación en la salud son
variables que se deben evaluar a largo plazo, pero si se puede ver que ni los más
estratificados protocolos, previsiones y diseños son una garantía ante las
catástrofes naturales y que el único camino que queda es el aprendizaje y un
análisis en cuanto a qué nivel de seguridad ofrece la energía nuclear para la
sociedad.

BIBLIOGRAFIA

[1] Artículos Elmundo.es:


Un terremoto de magnitud 8.9 arrasa Japón y deja miles de muerto
Diez claves sobre la crisis en Japón
Una técnica 'simple' pero que falla sin agua
Chernobil 'versus' Fukushima
¿Hay que replantearse la seguridad en las centrales nucleares?

[2]Articulos BBC mundo (www.bbc.co.uk)


Japón / crisis nuclear: temen contaminación de alimentos
Japón: dudas sobre el manejo de la crisis nuclear
Japón: testimonio desde dentro de la zona de evacuación

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