Vous êtes sur la page 1sur 16

Jérôme Thedrel

Master 1 Enseignement spécialité Espagnol


Université Paris-Sorbonne
Enero 2011
jthedrel@gmail.com

La conmemoración del 2 de octubre 1968

La oscuridad engendra la violencia


Y la violencia pide oscuridad para cuajar el crimen.
Por eso el 2 de octubre aguardo hasta la noche
Para que nadie viera la mano que empuñaba
El arma, sino solo su efecto de relámpago.
[…]
Quien? Quienes? Nadie. Al día siguiente, nadie.
La plaza amaneció barrida; los periódicos
Dieron como noticia principal
El estado del tiempo.
Y en la televisión, y en el radio, en el cine
No hubo ni un cambio de programa,
Ningún anuncio intercalado ni un
Minuto de silencio en el banquete.
(pues prosiguió el banquete.)
[…]
Recuerdo, recordamos.
Esta es nuestra manera de ayudar a que amanezca
Sobre tantas conciencias mancilladas,
Sobre un texto iracundo, sobre una reja abierta,
Sobre el rostro emparado tras la máscara.
Recuerdo, recordamos
Hasta que la justicia se siente entre nosotros.

(Rosario Castellanos, poema grabado en el memorial de Tlatelolco)

1
Una conmemoración dice el hecho de acordarse de algún evento según un cierto modo
que nos revela la memoria de lo que se conmemora. El estudio de la conmemoración es el
punto de partida para entender porque se celebra tal fecha y no otra. Además pone de relieve
la relación entre la historia y la memoria, es decir comó se construye la memoria de la
historia. Ese ensayo se dedicara a la conmemoración del dos de octubre de 1968 porque, al
interesarse en la historia moderna de México, nos damos cuenta de la relevancia de esa fecha
en el calendario. Las repeticiones de las marchas, años tras años y hasta hoy en día, cuarenta y
dos años después, y también la suma impresionante de la materia cultural que existe al
respecto, nos revela una obsesión del dos de octubre pero, al mismo tiempo, notamos la falta
de estudios sobre la conmemoración en sí misma. El estudio de la conmemoración es, sin
embargo, el método para desglosar un valor que fue mitificado y para destacar la parte mitica
del recuerdo. Lo que atrae la mirada sobre ese tema, además de la obsesión que provoca, es
¿ Por qué se celebra la fecha del dos de octubre y no otras? Y, ante todo ¿Por qué celebrar una
matanza? Es cierto que el dos de octubre fue un evento trágico con centenares de asesinados
por el ejército en los cuales se encontraban estudiantes pero también mujeres y niños1 pero
nuestra hipótesis de partida es que la razón de esa obsesión se explica por la construccion de
un mito sobre la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco, en la delegacion Cuauhtemoc de la
ciudad de México. Nuestra hipótesis se justifica porque además de “ser un hecho histórico”, el
dos de octubre nos parece ser “una representación simbólica de nuestra historia subterránea o
invisible” como lo dice el pensador mexicano, Octavio Paz.2 Además se refuerza la hipótesis
por el hecho que la memoria es siempre selectiva y si se eligió conmemorar el dos de octubre
y no otra fecha es que tiene un sentido específico, subterránea y invisible. Pero además, es una
lucha contra el olvido una dinámica que se construye. ¿ Que se recuerda en exacto en las
marchas conmemorativas? ¿ Por qué se conmemora así y no de otra manera? ¿En las marchas
conmemorativas, solo se recuerda? La insistencia con la cual se repitió y se esta repitiendo
“El dos de octubre no se olvida”, la repetición de las marchas conmemorativas, nos hace
pensar que el dos de octubre no es solo una fecha histórica y un discurso social y político. Si
se sigue acordando de eso, si se sigue pidiendo la justicia y la cabeza de los culpables, si se
sigue luchando por y para la memoria, es que todavía el dos de octubre está vivo. El dos de
octubre no es historia, es memoria viva.

1
Foto del Memorial de Tlatelolco donde está grabado algunos nombres de los caidos Lista de documentos, p.14
2
Paz, Octavio. “Olimpiada y Tlatelolco” in Postdata. México. Siglo XXI. 1971.

2
A partir de todas esas dudas, sospechas y cuestiones se planteó el problema de saber
por qué se conmemora el dos de octubre y a que se refiere esa conmemoracion. Nuestro
método va a ser el análisis de la manera en la cual se conmemora, lo que nos va a ayudar para
destacar la memoria que se conmemora. En un primer lugar, analizaremos pues la
conmemoración basándonos sobre fuentes periódicas. Además, conmemorar es también
actuar el pasado pero, como toda actuación, implica un escenario espaciotemporal, unos
actores, una dirección, unos vestidos y un guión. Veremos así el teatro de esa
conmemoración. Luego, en segundo lugar, vamos a destacar lo que permanece siempre en esa
conmemoración y lo que fue consagrado. Veremos la dimensión sagrada de ese teatro.

Un análisis de fuentes periodísticas aclaran la vigencia de la conmemoración. Ahora


vamos a analizar los titulares de dos periódicos con una línea editorial muy diferente para
destacar el problema de la memoria de la conmemoración. El Universal, cuya línea editorial
es centrista, en sus ediciones de 2008, 2009 y 2010, siempre muestra unas fotos de jóvenes
agitando banderas anarquistas (con el A dibujado en el centro) y en el anuncio lamenta los
brotes de violencia, las pintas en los negocios y cierto numero de detenidos. En vez de las
banderas rojas y negras de los anarquistas, en las fotos de la Jornada aparecen unos jóvenes
pacifistas agitando banderas blancas (con una paloma dibujada). Aun si en la edición de 2009,
la Jornada enseña también una foto representando los incidentes entre los manifestantes y la
policía. Sin embargo, lo hace para indicar la severidad de la violencia policiaca al enseñar un
manifestante tirando una botella de plástico a un policía que se dispone a tirarle un ladrillo3.
Es aun mas interesante porque es un montaje y como cada montaje fotográfico es el resultado
de una eleccion y de un sentido creado por el que edita la imagen. Las imágenes son claras y
enseñan un contraste perfecto. En la Jornada, los policías son los provocadores mientras que
en El Universal los provocadores son esos jóvenes anarquistas.

Esa comparación nos enseña el proceso diferente de los datos y resaltan dos actitudes
muy diferentes. De un lado, tenemos tres artículos del Universal que se parecen mucho. La
edición de 2010 habla de que “pese al cerco policial hubo brotes de violencia, pintas en
negocios, gritos e insultos contra uniformados en la marcha para recordar el movimiento
3
Portada, La Jornada, 3 de octubre de 2009

3
estudiantil del 68”4. El año anterior se hablaba de que “la marcha para conmemorar el 41
aniversario de la represión en la Plaza de las Tres Culturas sirvió de pretexto para que cientos
de jóvenes se expresaran con violencia”5. Y en 2008 se mencionó que “la marcha terminó con
enfrentamientos entre jóvenes y granaderos, en el Zócalo”. Los discursos son muy similares
años tras años, insistiendo sobre todo en la violencia de jóvenes anarquistas. Se desprende de
un cierto conservatismo del Universal. Mientras que, para las ediciones de los mismos años
La Jornada presenta un contenido diferente cada vez. Por ejemplo, en la edición de 2008, el
anuncio hace mención de que una “multitudinaria marcha recordó la matanza del 2 de
octubre” y la entradilla nos habla de “decenas de miles de personas de diversos estratos
sociales participaron en la movilización.”6 Se insiste aquí sobre el conjunto de personas, de
diversos estratos sociales y se ve a los manifestantes como a un grupo unido en su lucha. La
edición del 3 de octubre de 2010 insiste sobre las reivindicaciones de los manifestantes que
“exigen al PRI pedir perdón por la matanza”. Así el periódico da la voz a los manifestantes.
Podemos concluir con esa comparación, que el Universal debido a su carácter centrista y
conservador no participa a dar sentido a esa conmemoración y que de ese modo destaca la
invalidez y las perversiones de esas conmemoraciones. Del otro lado, tenemos a La Jornada
que participa activamente al recuerdo del dos de octubre y que defiende la vigencia de esas
marchas. Entre El Universal y La Jornada tenemos la misma tensión que entre una tendencia a
olvidar y una a recordar. Eso nos lleva directamente al debate que tiene lugar hoy en día entre
el festejo y la conmemoración.

El debate sobre si se tiene que festejar o conmemorar el dos de octubre es muy


importante. Nos planteamos la pregunta de por qué esta fecha se conmemora cada año y por
qué se le da tanta observación a las fechas de actos violentos de la historia mexicana. Es una
duda que plantea también Carlos Monsiváis cuando se pregunta si “¿tiene tanta importancia
un acto represivo? ”7. Además destaca de un cierto modo la vigencia de esas
conmemoraciones que son omnipresentes en la memoria colectiva pero de ese modo participa
a la dilución del recuerdo del dos de octubre8. Así se plantea el problema de saber si las
marchas conmemorativas son todavía vigentes. De un cierto modo, la relevancia de esas
conmemoraciones nos pueden alejar del referente histórico que poco a poco se va olvidando.
Y ese recuerdo no tiene nada que ver con lo que se recuerda en las marchas. Es a través el
4
Portada, El Universal, 3 de octubre de 2010
5
Portada, El Universal, 3 de octubre de 2009
6
Portada, El Universal, 3 de octubre de 2008
7
Monsiváis, Carlos. Días de guardar. 1970, p.16
8
Ibid.

4
estudio de los diferente mensajes de las octavillas y de los carteles que vamos a poder
distinguir entre dos maneras de celebrar el dos de octubre como conmemoración o como
festejo. Al estudiar las imágenes, la separación ideológica entre las octavillas y los carteles se
ve mas y mas nítida. Por una parte, los octavillas son una invitación a la marcha y como tal se
tiene que atraer al manifestante ( ver los documentos adjuntos al final) . Presentan entonces
las marchas como un festival cultural en lo cual se organiza conciertos y/o exposiciones de
fotos y/o proyecciones de películas sobre el dos de octubre. Además de esos eventos que, en
cierto modo, reemplazan las marchas, o se sustituyan a ellas, hay también activistas políticos
que sostienen que se tiene que “conmemorar de manera jocosa y divertida,”9 como dice Paco
Ignacio Taibo II. Lo dice porque según él, el movimiento estudiantil era muy entusiasta y
aunque se acabo en una masacre, se tiene que conmemorar con el entusiasmo que tenían los
estudiantes y por el cambio que llevaron al país.

En respuesta a ese discurso y a esa tendencia a hacer de las marchas unos festivales
culturales, un cartel fue colocado en la Plaza de las Tres Culturas y decía: “2 de octubre no es
festival, es luto nacional. No se festeja, se conmemora”. Ese cartel esta denunciando la
perversión de la conmemoración que, a celebrarse como un festejo, se está alejando del hecho
histórico en si mismo. En el apéndice se encuentran varios otros ejemplos de carteles
centrándose en la conmemoración de esta fecha y sus ideales. No se festeja, se conmemora
porque no se puede celebrar la matanza como si fuera un pasado glorioso. Esa tensión entre el
festejo y la conmemoración destaca el problema de la memoria como construcción que se
elabora a través de una lucha ideológica. Es decir, ¿cómo se tiene que recordar el dos de
octubre? Además, según el punto de vista adoptado cambia la manera de celebrarlo y visé
versa, la manera de celebrarlo es una elección que tiene un sentido relevante. Para los
tenientes de la conmemoración, celebrar el dos de octubre como un festejo es la marca de una
perversión de esas marchas. La conmemoración implica una visión critica de la historia que
va en contra ese sentido absoluto del dos de octubre que se utiliza para justificar cualquiera
lucha o reivindicación. Lo que esta atrás de todo eso es más bien una tensión sobre la idea del
dos de octubre y sobre su mitificación. Por ejemplo, todo la materia cultural que se ha creado
en respeto al dos de octubre sirve en construir la memoria pero también a mistificarla. La
mistificación o mas bien su mitologización se expresa en la suma de mas de cuarenta libros,
centenares de artículos, decenas de tesis y de canciones y varias películas. En conclusión,

9
La Jornada, 3 de octubre de 2010, p.9

5
tenemos que aclarar lo que se recuerda en concreto en esas marchas para ver si se trata
realmente a un alejamiento del sentido original del dos de octubre.

El análisis de artículos de periódicos son las fuentes principales e indispensables para


ver lo que se recuerda en esas marchas a través de los años. No son las únicas fuentes pero
dicen mucho sobre la manera en la cual se conmemora. Son la memoria escrita de esas
marchas. Para la causa estudiantil y las causas que se representan en el 2 de octubre, es
necesario que tengan portavoz a través de un periódico de la izquierda. Esa elección no
supone una preferencia personal, es solo que esas marchas por sus reivindicaciones y por sus
actores son de izquierda. Utilizar un periódico de derecha como el Diario Reforma, por tener
un ejemplo de periódico de circulación nacional, no sirve entonces como evidencia. Nuestra
fuente principal será pues La Jornada, diario de circulación nacional, que se ubica a la
izquierda en el tablero político y cuyos columnistas participaron en la construcción de la
memoria del dos de octubre como Elena Poniatovska10. Así se podrá expresar con mayor
relieve lo que esta en juego en esas marchas. Los archivos electrónicos son disponibles sólo a
partir de 1996 cuando se abrió el sitio Internet, lo cual limita el análisis de esa fecha hasta hoy
en día. Podremos de esa manera darnos cuenta del proceso de esas marchas y ver lo que
cambia o lo que se queda igual.

Ante todo, las marchas conmemorativas del dos de octubre siempre aparecen en las
portadas de las ediciones del día siguiente. Cambia el tamaño del anuncio del articulo según
que se trata de una conmemoración a las décadas del hecho de 1968. Por ejemplo, por la
treintena de la conmemoración (en 1998), las marchas ocupaban casi toda la portada mientras
que en 2001 ocupaban un espacio menor. Aun así la información sobre las marchas queda
situada en la portada, lo que significa que las marchas son siempre tratadas y puestas en
evidencia. Además de la presencia en la portada, en todas las ediciones se ve una fotografía de
las marchas excepto en 2001 puesto que los atentados de Nueva-York y la búsqueda de Bin
Laden ocupaban casi toda la portada. Sin embargo, queda mencionada la marcha
conmemorativa del dos de octubre. En conclusión, el proceso de datos del periódico, por una
parte, demuestra la vitalidad de esas marchas conmemorativas y, por otra parte, indica su
interés a informar sobre ese tema. Es decir que los periódicos participan en la creación de la
conmemoración de esas marchas.

10
Poniatovska, Elena, La noche de Tlatelolco. Testimonios de historia real. México, 1971.

6
Además de ser la voz del pueblo, vemos a ver a través de las diferentes ediciones de
La Jornada que en las marchas del dos de octubre muchas reivindicaciones se entremezclan.
En 2010, era la del perdón exigido al PRI; en 2007, se repitió la exigencia de juzgar a los
culpables. La edición de 2006 titulada “Cobran actualidad demandas del 68” porque “el
conflicto en Oaxaca pasó a primer término durante la marcha para recordar la matanza de
estudiantes el 2 de octubre de 1968.”11 Es decir que además de las reivindicaciones que fueron
siempre las del dos de octubre (la demanda de justicia, la apertura de los archivos, etc.) se va
añadiendo año tras año nuevas reivindicaciones. Con el conflicto en Chiapas entre los
sindicatos de la Educación y el gobernador (que utiliza el ejercito), los manifestantes dicen
como en 68 no a la militarización de Oaxaca, no a la represión del movimiento popular
oaxaqueño y no a la intimidación de los cuerpos policiacos. En 2005, pidieron al juicio de los
que disculparon a Echevarria, principal responsable de la matanza del dos de octubre. En
2004, se condenó a la cárcel a Echevarria. En 2003, se pidió cumplir la palabra de Fox de
juzgar a los culpables. En 2000, Fox había prometido una comisión de transparencia y la
apertura de los archivos. En 1998, era el tema de la apertura de los archivos y el cese de la
impunidad. En 1997, se pidió la creación de una comisión. Toda esa historia se desarrolla a la
manera de una novela policiaca cuya intriga es encontrar al culpable y juzgarle.

Al igual, al examinar los periódicos nos damos cuenta que el dos de octubre esta liado
con muchas más reivindicaciones a lo largo de los años. El dos de octubre parece ser el
envase de muchas luchas. Lo que estamos viendo es que la conmemoración del 2 de octubre
se adapta, se actualiza, a unos problemas sociales y políticos contemporáneos. Se ve como,
por ejemplo el tema de la insurrección en Chiapas de los indígenas, estuvo muy presente en la
marcha conmemorativa de la treintena. Se leyó una carta del Subcomandante Marcos en la
cual aprovechaba el 2 de octubre para recordar la lucha de los indígenas. Además hubo
muchos eslóganes como “Viva Marcos” y fotos del Che y de Marcos y banderas del EZNL.
Lo que es más presente en estas conmemoraciones es el lema de “no olvidar” pero también la
dimensión de la justicia y de la verdad. Una de las reivindicaciones, quizás la mas importante
desde un punto de vista político, es “queremos saber la verdad”, lo que incluye el querer saber
quienes fueron los responsables y la constitución de una comisión de verdad. Esa memoria se
actualiza, se le añade algo cada año y se desarrolla. La demanda de abrir los archivos se lió
mucho con la política actual, pidiendo que se juzgara a Echeverría al igual que a Ordaz....

11
La Jornada, 3 de octubre del 2006

7
En conclusión del tratamiento periodístico del 2 de octubre, nos podemos dar cuenta
que esa memoria es el fruto de una lucha entre una parte de la población y el gobierno. Algo
interesante también es ver como el 2 de octubre engloba una suma grande de muchas
reivindicaciones que va mucho mas allá de pedir la justicia para los hechos del 2 de octubre.
Sin embargo, como se testimonia en los periódicos, una joven exclama, “no se dejará de
conmemorar por que es como nuestra memoria.”12

Podemos decir que con el tiempo se fue ritualizando también las marchas tanto en el
discurso que en la representación del lugar, en el símbolo de la fecha y el símbolo de los
estudiantes. Para utilizar una metáfora, podemos hablar de un teatro de la crueldad en lo cual
los espectadores son conmovidos en lo mas profundo de su ser y con una violencia extrema
según lo que decía Artaud de esa expresión13. Se puede en efecto considerar la Plaza de
Tlatelolco, el dos de octubre, la matanza de los estudiantes como un representación teatral de
la cual los mexicanos fueron los espectadores chocados en el mas profundo de su ser. Ese
choque original puede ser una explicación metafísica de la vigencia contemporánea de la
memoria del dos de octubre. Para decirlo, el dos de octubre se ha consagrado con el tiempo y
es esa consagración que vamos a estudiar ahora.

Primero el análisis a continuación tiene su origen del estudio de los periódicos. Se


desprendió a lo largo de la lectura de quince anos de archivos, unos signos, unos símbolos que
al contrario de las reivindicaciones sociales y políticas quedaban iguales. Se trata del lugar, de
la fecha, de los actores y de las oraciones. Todo eso se sacralizo para volver una memoria
sagrada que se tiene que defender a lo largo del tiempo. Por eso, el dos de octubre no se
olvida pero también no se olvidara. Aquí vamos a ver que la memoria no es solo histórica, que
va mucho mas allá de lo histórico, que lo interpreta y que lo sacraliza. La fecha, el lema, el
lugar y los estudiantes se volvieron respectivamente el calendario, la oración, la procesión y
los mártires de una liturgia.

Se puede hablar de las marchas como parte de una liturgia. El hecho histórico fue
creando un sentido social y política a esas marchas conmemorativas. Sin embargo, notamos
que el sentido de esas conmemoraciones expresaba algo que va mas allá de lo político y de lo

12
Ibarra, Maria Esther. “Contra el olvido” in La Jornada. 3 de octubre 1998.
13
Artaud, Antonin. Le théâtre et son double. Gallimard, Paris, 1938.

8
social en la manera en la cual se fue idealizando el dos de octubre. El escritor Carlos
Monsiváis, utiliza el termino de recuperación litúrgica de la fecha14 para insistir sobre el culto
a la fecha del dos de octubre. En si misma la fecha del dos de octubre es todo un símbolo que
se refiere obviamente a Tlatelolco, al año 68, a las marchas estudiantiles y también a un lema
absoluto (“El dos de octubre no se olvida”). Y como toda liturgia se compone con cantos,
procesiones, oraciones y un calendario. Que significa entonces la fecha del dos de octubre en
el calendario de los cultos? Primero, podemos hablar de la ritualización de la fecha puesto que
año tras año no se deja de observar. Segundo, una critica de la conmemoración era la
completa ignorancia por parte de la juventud de hoy en día del sentido del dos de octubre.
Pero aun si es cierto que los jóvenes que marchan no necesariamente saben lo que pasó el dos
de octubre tienen siempre una idea muy distinta de lo que significa. Es decir que la
representación tomo el paso sobre la historia. Indica que hubo realmente una transmisión de la
historia que redujo la distancia generacional. Porque son jóvenes y que eran jóvenes, porque
quieren libertad y que ellos la querían también, las reivindicaciones se volvieron universales,
justificadas en cada época. Como está escrito en un cartel visto en una marcha
conmemorativa: el dos de octubre no tiene limite de tiempo. La consagración de la fecha es
debido al carácter universal que se tiene de la representación del dos de octubre. El dos de
octubre seria pues la fecha del calendario que remite a una pausa en el tiempo cotidiano para
entrar en un tiempo que consagra ideales de justicia y de democracia.

Al estudiar las marchas conmemorativas, nos damos cuenta también del papel muy
importante de la ruta de la procesión. El trayecto es casi siempre el mismo: se empieza en la
Plaza de las Tres Culturas y se termina en el Zócalo, donde se ubica el Palacio Nacional. Ese
camino puede ser interpretado como la metáfora espacial del tiempo de las reivindicaciones.
Primero se recuerda en la Plaza de las tres culturas y luego se pide justicia en el Zócalo, la
Plaza de la Constitución. La marcha conmemorativa representaría ese movimiento de una
memoria pasiva a una memoria activa. En otros términos, se podría hablar de la dimensión
proyectiva de la memoria. Es decir que la memoria que se manifiesta en las marchas es viva y
dinámica.
Además del simbolismo del trayecto, la Plaza de las Tres Culturas y el Zócalo
aportan un simbolismo importante. La Plaza del Zócalo es una plaza donde se celebro el grito
de Miguel Hidalgo, que conmemoraba la independencia. Metafóricamente, el Zócalo puede
ser interpretado como el espacio originario del México liberado. El final de las marchas
14
Monsiváis, Carlos. Días de guardar. Biblioteca Era. p. 300.

9
conmemorativas del 2 de octubre en el Zócalo significa la base sobre la cual algo descansa.
Marchar en el Zócalo puede significar volver a los orígenes a los valores del México
moderno. La Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco aporta significados simbólicos también.
Geográficamente se ubica en el centro de la zona urbana de Tlatelolco, barrio del Distrito
Federal. Monsiváis describe así la arquitectura del Conjunto Urbano de Nonoalco Tlatelolco
en esos términos: “la inflexibilidad se confiesa desde la arquitectura. Los edificios de
Tlatelolco extienden un acto de la voluntad estatal: hay que pensar en proporciones
gigantescas que exorcicen el complejo de inferioridad y nos prueben los iguales de cualquier
nación.”15 Además de ser grandes edificios, unos de ellos ha sido la cede de la Secretaría de
Relaciones Exteriores. Podemos decir entonces que esa arquitectura manifiesta un poder
político autoritario que representa a la perfección al poder político priista de aquella época.
Además de eso, la Plaza de las Tres Culturas, como lo indica su nombre, es un lugar que
proyecta tres culturas diferentes que se representan en la arquitectura. La prehispánica a través
de vestigios de pirámides, la colonial a través de un convento y templo católico y la moderna
a través de la Torre de Tlatelolco entre otros edificios. Se puede hablar de como ese espacio
fue una síntesis de los tres léxicos, el precolonial, el colonial y lo moderno. Es un lugar de
memoria excepcional donde toda la historia de México se sintetiza. Por eso, Monsiváis habla
de Tlatelolco como el lugar del retorno y donde se representa con mayor relevancia al drama
y al patetismo de lo irremediable16. Según él, este lugar es un panteón mas representativo que
el Panteón Civil de Dolores donde se encuentran las personas ilustres de la nación o que e el
del Panteón Jardín donde están enterrados varios actores muy icónicos como Pedro Infante.
Depende de la memoria a la cual nos referimos pero si se trata del drama y de lo oscuro de la
historia mexicana, Tlatelolco es, por cierto, el panteón que lo simboliza más. Hay que decir
que no solo sucedió la matanza de los estudiantes en la Plaza de las Tres Culturas si no
también una masacre de 40000 hombres de Cuauhtémoc quienes fueron asesinados por las
tropas de Hernán Cortés al llegar a Tenochitlán en 1521. Todo ese recorrido nos ayuda a
captar con mayor precisión la dimensión simbólica de este lugar. La Plaza de las Tres
Culturas es un lugar de memoria donde se conmemora la tragedia de la historia mexicana. 17
Por eso, podemos hablar de un lugar sagrado.

Además de conmemorar una fecha y un lugar, se conmemora un cierto discurso que va


mucho mas allá de los sentidos políticos y sociales de los cuales hablamos en la primera parte.
15
Monsiváis, Carlos. Amor perdido. Biblioteca Era. p. 43-44
16
Monsiváis, Carlos. Días de guardar. Biblioteca Era. p. 300.
17
Monsiváis, Carlos. Amor perdido. Biblioteca Era. p.43.

10
El dos de octubre tiene su oración como cualquiera liturgia y los manifestantes no dejan de
repetirlo año tras año en la forma de un lema. Se ve siempre sobre los carteles que desfilan en
las marchas el lema “2 de octubre, no se olvida”. Es el lema más repetido y utilizado durante
las marchas. Este lema parece expresar con mayor profundidad que cualquier otro la oración
de esas marchas. Es el lema más usado, gritado, escrito, etc. en las marchas conmemorativas,
pero ¿qué nos dice? Primero, es una frase imperativa, que se presenta como un imperativo
categórico, se presenta como un valor absoluto. Con eso no se discute. Se justifica en si
mismo. Ese lema se desarrolla después en diferentes ideas como “Nunca olvidáramos el dos
de octubre” o “Ni perdón, ni olvido” pero el “dos de octubre, no se olvida” es el lema mas
representativo del discurso originario de esas marchas. Es decir que el dos de octubre es ante
todo una lucha para no olvidar. Sin embargo el gobierno ha tratado de borrar esa fecha de la
memoria colectiva. Y lo ha hecho con tanta fuerza utilizando la censura, pretextando una
amnesia, o también justificando lo que sucedió construyendo una presumía culpabilidad de los
jóvenes que estaban pacíficamente en la plaza. Al fin y a cabo, la energía que gasto el
gobierno a borrar ese hecho de la memoria ha dado aun mas fuerzas para gritar y seguir
gritando que el dos de octubre no se olvida.

Finalmente, una conmemoración es una demostración de fuerzas entre dos partes de la


población pero también es una actuación de lo que se recuerda. A ese escenario, nos falta los
actores. Como en cada ritual, se sacrifica siempre algo. Esos estudiantes que fueron victimas
fueron los sacrificados de la nación. Por eso al referirse a ellos se habla de mártires . Hubo
banderas en Tlatelolco en las cuales estaba escrito: a los mártires, estudiantes de Tlatelolco.
Se ve de esa manera la glorificación de esos estudiantes, o sea, su mitificación.

En conclusión, a lo largo de esa ensayo, tenemos pistas para responder a la pregunta


que nos planteábamos al principio: ¿Por qué se conmemora una matanza? Se conmemora el
dos de octubre porque además de ser un hecho histórico , es también una representación de la
historia mexicana. ¿Y que se conmemora entonces? Con lo que acabamos de ver es obvio que
se conmemora mas la representación que el hecho histórico y siendo así la representación es
lo que siempre se conmemora porque sus elementos fueron sacralizados y son sagrados.
¿Sería eso un límite a la vigencia de esas marchas? No, porque en esas marchas se expresa el
valor cultural de los mexicanos.

11
Al fin y a cabo, el dos de sentido tiene dos sentidos principales. En un punto de vista
histórico, el dos de octubre significa el fin del pacto revolucionario entre el gobierno y el
pueblo.18 Es decir que representa la fin de la revolucion y un corte muy nitido en la historia
mexicana. Octavia Paz referándose a una historia más amplia, hablaba del ano 68 como de un
año axial durante lo cual se efectuo la transicion a la modernidad. La barbarie fue tal que las
valores democraticas se imponieron. Esa analisis quedo valida durante mucho tiempo pero
hoy en dia se pone en cuestion la realizacion de esos valores democraticos debido a la tasa de
corrupcion alta de los politicos y de la policia. Si el sentido del dos de octubre se vuelve
menos entusiasta y utopica, quedan las marchas para expresar esas demandas.

Bibliografía:

Obra crítica:

-Monsiváis, Carlos. “ Dos de octubre /Dos de noviembre /día de muertos. Y era nuestra
herencia una red de agujeros” in Días de guardar. Biblioteca era ensayo, 1970
- Monsiváis, Carlos. Amor perdido. Biblioteca era ensayo, 1977
- Monsiváis, Carlos. A ustedes les consta. Biblioteca era ensayo, 1980

18
Gruzinski, Serge. Histoire de Mexico. Fayard, 1996, p.375-376

12
-Paz, Octavio. “Olimpiada y Tlatelolco” in Postdata. Laberinto de la soledad. Colección
popular, 1970

Obras de referencia:

-Artaud, Antonin. Le théâtre et son double. Gallimard, Paris, 1938.


-Gruzinski, Serge. Histoire de Mexico. Fayard, 1996
-Nora, Pierre. « La loi de la mémoire » in Mémoires comparées. Revue le Débat n°78, 1994
- Rivière, Claude, Les liturgies politiques. Presses universitaires de France, 1988
- Todorov, Tzvetan. Les abus de la mémoire. Arléa, 1995

Lista de documentos:
A] Cartel colocado en la Estela del 68, el mismo día 2 de octubre del 2010
Fotografía: Miguel Ángel Márez

13
B] Memorial de Tlatelolco edificado en 1996 en la Plaza de las Tres Culturas. Entre otros caidos, tenemos a
Guillermo Rivera Torres que tenia 15 anos y a Reynaldo Monzalvo Soto que tenia 68 anos.

C] Octavilla invitando a conmemorar el dos de octubre como un festival cultural.

14
D] Otro octavilla presentando el dos de octubre como el soporte de otras reivindicaciones

15
E] Carteles conmemorativos : tres reivindicaciones: la democracia, la libertad de prensa y la libertad a los presos
politicos

16

Vous aimerez peut-être aussi