Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
INTERCULTURAL
1. INTRODUCCIÓN Y ANTECEDENTES
Son parte del Organismo Andino de Salud seis países con diferente grado de desarrollo
económico social: Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Perú y la República Bolivariana de
Venezuela. Todos los países andinos, y muchos de los países de América latina, tienen rasgos
comunes como lengua, religión, costumbres que se explican por la historia común de los países
andinos, todos colonizados por más de 300 años por la corona española. Pero al mismo tiempo,
los países andinos tienen también grandes diferencias entre sí y al interior de cada uno de ellos.
Estas diferencias se explican por el diferente grado de desarrollo económico y social alcanzado
por países del área andina y por los pueblos indígeno-originarios que han habitado el continente
americano desde antes de la colonización española y cuyas lenguas, costumbres y
cosmovisiones perviven hasta ahora, articuladas con patrones culturales dominantes en las
formaciones sociales de los países andinos y suramericanos.
Los Ministros y Ministras de Salud del Área Andina, en respuesta a las iniciativas
orientadas a brindar servicios de salud con enfoque intercultural, emitieron las Resoluciones
REMSAA XXVII/417 2006 y REMSAA/438/marzo 2007, que permitieron la Constitución de la
Comisión Andina de Salud Intercultural y la elaboración del Plan Andino de Salud
Intercultural, respectivamente
Las acciones en Salud Intercultural llevadas a cabo en los países andinos han estado
orientadas a reconocer e incorporar aspectos culturales de la medicina tradicional, en el
proceso de atención de salud, valorando la diversidad cultural y social del ser humano como
un factor importante en todo proceso de salud y enfermedad; perspectiva que busca articular
las prácticas de la medicina tradicional y de la medicina académica; así como, disminuir las
brechas de acceso a los servicios de salud.
Como resultado de las reuniones sostenidas por los miembros de la Comisión Andina
de Salud Intercultural, se ha establecido como objetivo general del Plan Andino, fortalecer las
acciones que se vienen desarrollando en el marco de los Planes Nacionales de Salud
contribuyendo al ejercicio de los derechos de las poblaciones indígenas, promoviendo
espacios de concertación social que permita la construcción de modelos de salud que
responda a las culturas de los pueblos originarios y de los afro descendientes, al
empoderamiento de dichas poblaciones y mejorar la salud de la población indígena de los
países miembros del Organismo Andino de Salud (Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Perú y
Venezuela).
Comisión Andina de Salud Intercultural, con el apoyo del Organismo Andino de Salud
- Convenio Hipólito Unanue (ORAS CONHU), ha estructurado un Plan Andino de Salud
1
Intercultural con el fin de contribuir a fortalecer las acciones que se desarrollan en los países
andinos para favorecer el enfoque intercultural, dirigidas a hacer realidad: el derecho a la
salud de nuestros pueblos originarios, a disminuir las brechas de acceso a los servicios de
salud de la población indígena, y a promover el dialogo, articulación y complementariedad
entre los saberes y prácticas de la medicina tradicional indígena y la medicina académica,
así como a la construcción de modelos de salud con pertinencia intercultural;
Uno de los objetivos del Plan es contar con indicadores epidemiológicos diferenciados
en los sistemas de información de los países, que permitan el desarrollo de una guía
conceptual y metodológica para la construcción del ASIS Andino con enfoque intercultural
2
2. PUEBLOS INDÍGENAS EN LA SUBREGIÓN ANDINA
En las últimas décadas los gobiernos de los países andinos, y los de América Latina en
general, han introducido reformas dirigidas a reconocer los derechos de los pueblos
indígenas y de las poblaciones afrolatinas. De acuerdo con Van Coot, citado por Peter Wade
en “Etnicidad, multiculturalismo y políticas sociales en Latinoamérica”, entre estas reformas
se incluyen algunos de los siguientes elementos:
Las razones para estas reformas son múltiples: La necesidad de luchar contra la
exclusión social por parte de los estados es una de las principales razones que citan muchos
autores, puesto que como sostiene Gros (1997) citado por Peter Wade en Etnicidad,
multiculturalismo y políticas sociales en Latinoamérica, “los Estados ahora acogen la
diferencia como una nueva forma de gobernar en una época en la que el “desarrollo” está en
crisis, los ajustes estructurales y el neoliberalismo han causado impactos brutales en las
entidades públicas de bienestar y la colonización de fronteras continúa a pasos acelerados.”
Según el mismo autor, los Estados tenían interés de estas formas de gobierno neoliberales,
mediante las que podía lograrse indirectamente el control de áreas marginales creando o
cooptando organizaciones indígenas en estas zonas o incentivándolas para involucrarse en
un diálogo formal con el Estado. En otras palabras esta política sería una forma de
legitimación del Estado Neoliberal frente a los pueblos indígenas de cada país.
Los países andinos han sido habitados en la etapa pre-colonial por pueblos indígenas
y originarios portadores de sus propias culturas y que más tarde, en la época republicana, se
vieron incorporados a las naciones independizadas y, en algunos casos, resultaron
fragmentados en diferentes Estados. Estos pueblos indígeno originarios han pervivido
durante toda la época republicana, explotados económicamente, subordinados políticamente
y discriminados y excluidos socialmente por las clases dominantes de las formaciones
sociales latinoamericanas. Esto no ha permitido la visibilidad de los pueblos indígenas y
3
originarios. En los últimos años asistimos a una emergencia de los movimientos indígenas y
de pueblos originarios. De hecho, en la actualidad las constituciones de por lo menos once
países de América Latina reconocen y aceptan su pluriculturalidad: Argentina, Bolivia, Brasil,
Colombia, Ecuador, Guatemala, México, Nicaragua, Paraguay, Perú y Venezuela.
Chile, con una proporción relativamente baja de población indígena con relación a
otros países del Área Andina reconoce por ley una educación diferenciada, es decir una
educación de carácter intercultural.
4
PUEBOS INDÍGENAS EN LA REGIÓN ANDINA
En cifras absolutas, Perú es el país con mayor población indígena del Área Andina
con 4.358.532 habitantes, que representa el 36.6% de la población indígena andina. La
población indígena de Bolivia, con 4.133.138 personas, representa el 34.7% de la población
indígena andina. La población indígena de Colombia, con 1. 392.623 personas, representa el
11.7% del total de la población indígena andina. Los países del área andina con más baja
población indígena, en cifras absolutas son Ecuador con 830.418 personas, 7.7% de la
población indígena andina. La población indígena de Chile con 692.192 personas representa
el 5.8% de la población indígena del área andina y, finalmente, la población indígena de la
5
República Bolivariana de Venezuela, con 511.329 personas, representa el 4.3% de la
población indígena andina.
Los anteriores son datos oficiales extraídos de los censos nacionales de cada país,
por tanto, es sobre la base de estos datos que se debe trabajar en los diferentes programas
y proyectos dirigidos a los pueblos indígenas del área andina. Sin embargo, es necesario
tomar en cuenta que al no existir criterios uniformes para la identificación de quién es
indígena o quién no lo es, puede tratarse de un registro de la verdadera realidad demográfica
de la población indígena en los países andinos. Anne Deruyttere, en la presentación
realizada ante el Foro de las Américas del Banco Interamericano de Desarrollo, en abril de
1997, presentaba datos sobre la población total e indígena de los países de América Latina,
de la cual extraemos datos correspondientes a los países del área andina.
Entre los países andinos, Bolivia es el país que tiene porcentualmente una población
indígena mayor con relación a la población total de ese país. En el censo de 1976, la
población indígena representaba el 64.46% de la población total de este país, este
porcentaje disminuyó a 61.42% en el censo 1992 y a 49.95% en el censo de 2001, es decir
que la mitad de la población de Bolivia se autoidentifica como perteneciente a un pueblo
indígena. En cifras absolutas, la población indígena de Bolivia aumentó de 2.639.504
personas en 1976 a 4.133.138 en 2001, que representa un aumento del 56.6%.
6
BOLIVIA: POBLACIÓN DE 15 AÑOS O MÁS QUE SE IDENTIFICA CON PUEBLO
ORIGINARIO O INDÍGENA. SEGÚN DEPARTAMENTO
7
Dpto. de Santa Cruz
13. Esse Ejja Amazónica Municipios de S. Buenaventura del Dpto de La Paz y 518 Tacana
Gonzalo Moreno del Beni
14. Guarayo Amazónica Municipios Ascensión de Guarayos y Uribichá del Dpto. de 8.450 Tupi guaraní
Santa Cruz
15. Itonama Amazónica Municipios de Magdalena y San Joaquín del Dpto. de Beni 389 Itonama
16. Joaquiniano Amazónica Municipios de San Joaquín, San Ramón y Puerto Siles del 13 Conglomerado
Dpto. del Beni. multiétnico
17. Leco Amazónica Municipios Guanay y Apolo del Dpto de La Paz 132 Leco o Lapa lapa
18. Machineri Amazónica Municipio de Bolpebra del Dpto. de Pando 13 Arawak
19. More o Amazónica Municipio Puerto Siles del Dpto. del Beni 44 Chapacura
Itenez
20. Moseten Amazónica Municipio Palos Blancos de La Paz y San Borja del Beni 948 Moseten
21. Movima Amazónica Municipios Santa Ana, Exaltación, San Joaquín y San 1.173 No
Ignacio del Beni clasificada
22. Moxeño Amazónica Municipios de Trinidad, San Javier, San Pedro,, Moxos, 4.228 Arawak
Loreto y San Andrés del Dpto. de Beno
23. Pacahuara 6
24.Reyesanos Amazónica Municipios Reyes y Santa Rosa del Dpto. del Beni. 53 Tacana
(maropa)
25. Sirionó 187
29.Weenhayek Chaqueña Municipios de Yacuiba y Villa Montes del Dpto. de Tarija 1.929 Weenhayek
(mataco)
30.Yaminawa Amazónica Municipio Bolpebra del Dpto. de Pando 51 Pano
31. Yuqui Amazónica Municipio Puerto Villarroel del Dpto. de Cochabamba 140 Mwmya
(Tupi Guarani)
32. Yuracaré Amazónica Municipios de Villa Tunari, Chimoré y Puerto Villarroel de 1.809 No clasificada
Cochabamba; San Ignacio de Moxos del Beni
33. Afrobolivianos Amazónica Provincias Nor y Sur Yungas. La Paz. 20.711 Castellano
subtropical
34. Guarasugwe Amazónica Municipio San Ignacio del Dpto. de Santa Cruz 31 Tupi guaraní
35.Caripuna Amazónica Provincias Mamoré, Yacuma, V. Diez y F. Roman - Pano
36. Nahua Amazónica Municipio Manuripi - Nahua
Fuente: Elaboración propia, en base a datos del INE. Censo 2001
8
De acuerdo al idioma que se habla, de los 4.133. 138 indígenas del `país, 2.848.719
hablan el idioma castellano (68.9%), le sigue en importancia los indígenas que hablan
quechua que alcanza a 2.281.198 (55.2%) hablantes, seguida de la aymará con 1.525.321
(36.9%) y la guaraní 62.575 (1.5%) personas. El resto son grupos étnicos con una población
mucho más baja, algunos inclusive en vías de extinción.
9
DISTRIBUCIÓN URBANO - RURAL DE LA POBLACIÓN INDÍGENA DE CHILE
(en porcentaje)
De acuerdo con los datos proporcionados por el censo de 2005, la población total de
Colombia ascendía a 41.468.384 habitantes. La población indígena ascendía a 1.392.623
personas, cifra que representa el 3.43% de la población total nacional, mientras que la
población afrodescendiente llegaba a 4.311.757 personas, lo que representa el 10.62% de la
población colombiana. El siguiente cuadro registra la distribución de la población Colombia
de acuerdo a su pertenencia étnica.
COLOMBIA: POBLACIÓN INDIGENA SEGÚN DEPARTAMENTOS
11
“Según el censo general 2005, en Colombia residen 87 pueblos indígenas
identificados plenamente; junto con personas pertenecientes a los atavaleños y a otros
pueblos indígenas de Ecuador, Bolivia, Brasil, México, Panamá y Perú. El proceso de
afianzamiento e identidad cultural ha conducido a que algunas personas se reconozcan
como pertenecientes a etnias ya extinguidas como los Tayronas, Quimbaya, Calima,
Yariguíes, Chitareros y Panches.” (Colombia Una Nación Multicultural. Dirección de Censos y
Demografía del DANE. Mayo 2007). En el siguiente cuadro se registra la distribución de los
pueblos indígenas por departamento y según las divisiones territoriales del DANE
12
De acuerdo con la Constitución Política de Colombia, el castellano es la lengua oficial
de ese país, pero las lenguas indígenas son también oficiales en sus territorios. En Colombia
se hablan 64 lenguas amerindias y una diversidad de dialectos que se agrupan en 13
familias lingüísticas.
Los anteriores son datos demográficos oficiales del Censo Nacional de Población y
Vivienda, 2001, sin embargo algunas organizaciones, entre ellas la Confederación de
Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) sostiene que la población indígena en el
Ecuador representa entre el 35% y el 40% de la población Total. Sin duda que el
planteamiento del CONAIE se trata de una sobreestimación de la población indígena en el
Ecuador. Sin embargo, los resultados del censo 2001 parecen reflejar un subregistro como
consecuencia de la asimilación de la lengua española por parte de la población indígena que
reside en áreas urbanas.
13
En el Ecuador se reconocen 14 nacionalidades y 16 pueblos indígenas. El Consejo
de desarrollo de Nacionalidades y Pueblos del Ecuador (CODENPE), que es la instancia
oficial para reconocer nacionalidades y pueblos en el Ecuador, registra las siguientes
nacionalidades y pueblos para este país.
NACIONALIDADES INDÍGENAS PUEBLOS INDÍGENAS
1 Awá 1 Panzaleo
2 Chachi 2 Salasaka
3 Epera 3 Saraguro
4 Tsachila 4 Kitukara
5 Cofán 5 Karanqui
6 Secoya 6 Natabuela
7 Siona 7 Chibuleo
8 Waorani 8 Waranka
9 Shiwiar 9 Kañari
10 Zápara 10 Puruhá
11 Achuar 11 Otavalo
12 Andoa 12 Pastos
13 Kichwa Amazónico 13 Paltas
14 Shuar 14 Kisapinchas
15 Kayambi
16 Tomabela
14
ECUADOR: POBLACIÓN DE NACIONALIDADES Y PUEBLOS INDÍGENAS
en el entendido que el Proyecto seguramente no trabaja con todos los pueblos indígenas del
Ecuador y mucho menos con toda la población de pueblos y nacionalidades del Ecuador.
Según los resultados del XI Censo Nacional de Población, al 21 de octubre del año
2007, la población peruana censada fue de 27.412.157 habitantes, mientras que la población
total, es decir, la población censada más la omitida llegaba a 28.220.764 habitantes. De
acuerdo a área de residencia, la población censada en los centros poblados urbanos del
país es de 20.810.288 habitantes, la misma que representa el 75,9% de la población
nacional. La población empadronada en los centros poblados rurales es de 6.601.869
personas que significa el 24,1% de la población censada. En cuanto a la distribución de la
población según regiones naturales el 54.6% de la población (14.973.264 habitantes) fue
censada en la costa; el 32.0% (8.763.601 habitantes) corresponde a la población de la sierra
y el 13.4% (3.675.292 habitantes a selva.
Este último censo, sólo toma en cuenta el parámetro de lengua aprendida en la niñez
como referente para cuantificar la población quechua y aymará. Es conocido que la lengua
sola, es un criterio insuficiente para definir la pertenencia de una persona a un grupo étnico
determinado, pues los indígenas migrantes a las ciudades suelen abandonar su lengua para
evitar la discriminación en las ciudades. En consecuencias, los datos que se registran sobre
indígenas del Perú, pueden no reflejar realidad cuantitativa de los pueblos indígenas de ese
país.
Por área de residencia, se observa que de los 3.261.750 personas que manifestaron
haber aprendido la lengua quechua en su niñez, 1.521.39 personas (46.6%) habitan en
centros urbanos y 1.740.359 personas (53.4%) habitan en el área rural. En cuanto a la
población que declaró haber aprendido la lengua aymará en su niñez, 189.525 personas
(43.6%) residen en centros urbanos y 244.845 (56.4%) residen en comunidades rurales. De
16
las 223.194 personas que declararon haber aprendido otras lenguas nativas en su niñez,
39.337 personas (17.6%) residen en centros urbanos y 183.857 personas (82.4%) residen en
comunidades rurales.
El censo 2007, toma el criterio de lengua aprendida en la niñez como el único criterio
de pertenencia a un grupo étnico o pueblo indígena. Sin embargo, es reconocido que “la
identidad étnica, además de la comunidad de lengua, plantea el uso consciente y simbólico
de elementos de raza, historia, origen común, costumbres, valores y creencias que hacen los
miembros de un grupo para crear una comunidad exclusiva y cohesionada que demanda el
reconocimiento por parte de los demás grupos.” (Brass, 1999). De esta manera, tomando en
cuenta, además de la lengua materna, el criterio de autoidentificación como miembro de un
grupo, seguramente la población indígena del Perú aumentaría en forma considerable.
17
25. Huitoto – Murui 1,512 0.45 Amazónico
26. Iquito 519 0.16 Amazónico
27. Jebero 126 0.04 Amazónico
28. Jebero-Chayahuita 1/ 226 0.07 Amazónico
29. Jibaro Achual 1/ 168 0.05 Amazónico
30. Kichwaruna 116 0.03 Amazónico
31. Kisamberi-Sapitieri-Amarakaeri 1/ 47 0.01 Amazónico
32. Lamas (Llacuash) 16,929 5.08 Amazónico
33. Marinahua 20 0.01 Amazónico
34.Mastanahua-Sharanahua-Marinahua 1/ 79 0.02 Amazónico
35. Matses 1,724 0.52 Amazónico
36. Matsiguenca 11,279 3.39 Amazónico
37. Nomatsiguenga 8,016 2.41 Amazónico
38. Ocaina 97 0.03 Amazónico
39. Orejón 190 0.06 Amazónico
40. Piro 3,261 0.98 Amazónico
41. Pukirieri 168 0.05 Amazónico
42. Quichua 19,118 5.74 Amazónico
43. Resigaro-Ocaina 1/ 37 0.01 Amazónico
44. Secoya 921 0.28 Amazónico
45. Sharanahua – Marinahua 1/ 486 0.15 Amazónico
46. Shipibo – Conibo 22,517 6.76 Amazónico
47. Ticuna 6,982 2.10 Amazónico
48. Toyoeri-Amahuaca-Matsiguenga 1/ 77 0.02 Amazónico
49. Toyoeri-Shipibo-Conibo-Ese'Ejja-Arazaeri-Matsiguenga 48 0.01 Amazónico
50. Urarina 4,854 1.46 Amazónico
51. Yagua 5,679 1.71 Amazónico
52. Yaminahua 600 0.18 Amazónico
Total 332,975 100.00 Amazónico
Fuente: INEI. Censo 2007
Sobre la base de los datos registrados en el Censo de Población y Vivienda 2007, sobre
población mayor de 5 y más de edad según lengua prendida en la niñez, se puede estimar la
población indígena total del Perú, estimación que se presenta en el siguiente cuadro.
18
PERÚ: RESUMEN DE PUEBLOS INDÍGENAS
19
VARIABLE ETNIA: CODIFICACIÓN EPIDEMIOLÓGICA GENERAL
De acuerdo con los resultados del Censo Indígena 2001, El 25% de la población
indígena de Venezuela (126.652 personas) habita las principales ciudades de este país. Se
registra una mayor concentración de población indígena en el estado de Zulía (90%),
especialmente en los municipios de Maracaibo y San Francisco de este estado, con una
población perteneciente mayormente a la etnia wayúu (aproximadamente 113.983
personas). Llama la atención la presencia considerable de la etnia wayúu en los municipios
Maracaibo y San Francisco de la ciudad de Maracaibo, en esta ciudad las personas
pertenecientes a la etnia wayúu representan el 13% de la población total.
20
b) Los pueblos indígenas emergentes o en reconstrucción, se caracterizan, por una
diluida o difusa identidad, con reducidos ámbitos de la cultura propia del grupo, y con
pérdida del control de un conjunto significativo de los propios recursos naturales,
como consecuencia de las agresiones coloniales a lo largo de su historia. En este
grupo puede detectarse etnogénesis, los Chaimas, los Guaiqueries, los
Cumanagotos, entre otros.
21
3. DETERMINANTES SOCIALES DE LA SALUD EN PUEBLOS INDÍGENAS DEL ÁREA
ANDINA
22
asume, en cada sociedad, la articulación entre los procesos biológicos y sociales hasta
traducirse en modos de vida, y condiciones de vida particulares de cada población.
Por lo tanto, niveles de determinación mas próximos de las inequidades en salud están
constituidos por las condiciones de vida de cada población o grupo social, entre estas la
OMS destaca las condiciones residenciales, las condiciones de trabajo y las respuestas
sociales ante la salud, las mas importantes de las cuales son los sistemas de salud y las
redes de solidaridad y protección social. Un nivel más inmediato y personal de determinación
lo constituyen los estilos de vida y más íntimamente las características individuales,
biológicas y genéticas, de las personas.
De acuerdo con el análisis que hace Peter Wade “La exclusión social que padecen
las comunidades indígenas es múltiple y compleja. Es en realidad difícil tener un panorama
amplio de la situación política y socioeconómica de estas comunidades en América Latina,
en parte porque es muy variada y en parte porque la información estadística que desagrega
las poblaciones nacionales por etnicidad sigue siendo desigual. En general, sin embargo, en
comparación con los no indígenas, presentan menor esperanza de vida, mayores índices de
mortalidad, peor acceso a la educación y a la atención en salud, mayores índices de pobreza
(que se mide generalmente en términos de obtención de ingresos) y menores niveles de
alfabetismo. A menudo viven en regiones aisladas, no hablan bien el español y en la práctica
es posible que tengan poco acceso a las urnas de votación. La composición estadística de
las ganancias diferenciales entre los obreros indígenas y no indígenas señala que hasta el
50% de la diferencia puede deberse a la discriminación en los mercados laborales de
Guatemala, Perú y México, y alrededor del 30% en el mercado laboral urbano de Bolivia.
Para Perú, “aun si las comunidades indígenas tuvieran la misma educación y experiencia o,
lo más importante, la misma proporción de trabajadores que los no indígenas en lugares
agrícolas y rurales, aun así ganarían cerca de la mitad (del ingreso) de los no indígenas”.
Todas estas medidas, favorecidas por organismos como el Banco Mundial el Banco
Interamericano de Desarrollo, la OIT, etc., tienden a crear indicadores sobre la exclusión de
una sociedad “modernizadora”. De otro lado, el acceso a la tierra puede ser mejor para
algunos indígenas que para las poblaciones pobres no indígenas, pues en algunos países
hay sistemas extensivos de reservas territoriales: en Colombia, por ejemplo, las
comunidades indígenas poseen, al menos en el papel, cerca del 22% del territorio nacional
en forma de reservas. En Brasil, los indígenas tienen derechos especiales a la tierra, aunque
sea difícil ponerlos en práctica y enfrenten intensa presión por parte de los hacendados y
colonos.” (Peter Wade. 2006. Etnicidad, multicultarismo y políticas sociales en
Latinoamérica.).
Con relación a los derechos sociales, civiles y políticos de los pueblos indígenas, y
citando nuevamente a Peter Wade, éstos “son un asunto más complejo, y aún no he podido
encontrar datos detallados sobre el particular, en parte porque es un escenario variado y
también en rápido cambio. Mi impresión es que los indígenas se definen por lo general como
ciudadanos de una nación y tienen derecho a votar. Van Cott señala que después de las
reformas liberales de finales del siglo XIX, se suprimieron las referencias a las comunidades
indígenas de las constituciones de la región”. Sin embargo, prosigue, comenzaron a
reaparecer, generalmente como campesinos, en los 60 y 70, aunque después de 1979,
varios países comenzaron a reconocer algunos derechos culturales y lingüísticos de estos
pueblos (Van Cott, 2000b:42). Ahora, los pueblos indígenas tienen algunos derechos
especiales en ciertos países –en Colombia, por ejemplo, a la tierra, a formas colectivas de
propiedad sobre la tierra, a elegir representantes especiales al Congreso. Muchas reformas
23
recientes a la constitución han reconocido los derechos colectivos a la propiedad para los
pueblos indígenas, así como algunos derechos al uso de sus lenguas nativas y a la
educación bilingüe. En Perú, la constitución de 1930 reconoció el derecho de las
comunidades indígenas a tener su propia tierra, pero esto fue revocado en la reforma
constitucional de 1993. En teoría, las prohibiciones legales contra la discriminación racial
deben proteger los derechos civiles de estas comunidades, así como los de los individuos
afrolatinos.” (Peter Wade. 2006. Etnicidad, multicultarismo y políticas sociales en
Latinoamérica.).
Con relación al derecho a la tierra algunos de los países andinos han realizado
avances concretos. En el caso de Colombia el derecho a la propiedad colectiva de la tierra
para comunidades indígenas se materializa en los llamados “resguardos”, los mismos que
aunque ocupan una extensión aproximada de 34 millones de hectáreas, el 29.8% del
territorio colombiano, no siempre es tierra productiva, parte de ella corresponde a Parques
Naturales, otra a zonas montañosas donde nacen ojos de agua. En Bolivia se reconoce el
derecho de las comunidades indígenas originaria a la propiedad colectiva de la tierra a través
de las llamadas Tierras Comunitarias de Origen (TCOs). El saneamiento de tierras en este
país está en pleno proceso y a muchas comunidades indígenas el Estado les viene
delimitando sus Tierras Comunitarias de Origen, en muchos casos en franco enfrentamiento
a los latifundistas de este país.
Las barreras económicas para la exclusión social en salud se explican por el lugar
que ocupan las economías de los pueblos indígenas en las estructuras económicas de las
formaciones sociales de los países andinos. En las estructuras económicas de los países
andinos, el modo de producción dominante es el capitalista. Somos países de capitalismo
atrasado, dependientes de países de capitalismo desarrollado, principalmente de los Estados
Unidos, del Japón y de otros países europeos. La interior de los países andinos registramos,
al mismo tiempo, un desigual desarrollo de la economía capitalista que se refleja en las
asimetrías que existen entre nuestros países en todos los campos de la vida social.
menor parte de su producción es destinada al mercado. Bajo los términos de intercambio
desigual que caracterizan a las formaciones sociales capitalistas, el excedente de las formas
de producción pre-capitalistas es apropiado por el modo de producción capitalista dominante,
como uno de los principales mecanismos de su propia reproducción. De esta manera, se
aseguran las condiciones de inequidad en los determinantes sociales de la salud en contra
de las comunidades indígenas, tales como bajos ingresos, deterioro en las condiciones de
vida y trabajo, bajos niveles de educación e inaccesibilidad a servicios básicos.
Los países andinos están entre los más inequitativos del mundo. El Coeficiente de
Gini, que mide la desigualdad en la distribución de los ingresos, muestra en los países
andinos brechas mucho más grandes con relación a otros países del mundo. Algunos países
como Estados Unidos (40.8), España (34.7), Noruega, (25.8), Suecia (25.0) o Dinamarca
(24.7) son más equitativos en la distribución del ingreso.
de la población del acceso a la misma. Al mismo tiempo, la desigual distribución del ingreso
tiene efectos sobre inequidades múltiples sobre las condiciones de vida y el acceso a bienes
y servicios. Las poblaciones indígenas son los que más sufren las consecuencias de la
inequidad y las desigualdades múltiples.
Está demostrado que existe, de acuerdo con estudios empíricos del Banco Mundial y
del BID, un alto grado la correlación entre pobreza y origen étnico, un cálculo aproximado
indica que la cuarta parte de los habitantes de América Latina que viven en la extrema
pobreza son indígenas, siendo esta proporción más elevada en países con poblaciones
indígenas mayores como Bolivia, Guatemala, Perú o Ecuador (Dereyttere 2001). Chile no es
la excepción a esta situación, en el año 2003 se constató que el 28.7% de la población
indígena vivía en situación de pobreza e indigencia frente a un 18.1% de población no
indígena que viven en esta misma situación (Casen 2003). Coincidentemente y en la misma
dirección, se evidencia que la incidencia de la extrema pobreza es mayor en países con una
importante población indígena.
En Bolivia, algo más del 40% de la población vive en la extrema pobreza; en Ecuador
el 17.7% y en el Perú 10.5% (PNUD. Informe sobre Desarrollo Humano 2007 – 2008). En
estos últimos países, se observa una mayor incidencia de la pobreza extrema entre
comunidades indígenas. En Bolivia, se observa que en algunos municipios del norte del
departamento de Potosí y el centro del departamento de Chuquisaca, la incidencia de la
pobreza afecta al 100% de su población, la mayor parte población indígena.
Para el año 2002, la Unidad de Análisis de Políticas Económicas y Sociales (UDAPE), que
hace el seguimiento al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, registra que
26
el 39.3% de la población boliviana vive en la extrema pobreza, esta incidencia es de 24.1%
para la población no indígena de Bolivia; mientras que en la población indígena la incidencia
de la pobreza extrema es de 49.2%. Es decir que casi la mitad de la población indígena
boliviana sufre las consecuencias de la pobreza extrema. En Bolivia por cada persona pobre
no indígena se cuenta con dos pobres indígenas. De otra parte, los Objetivos de Desarrollo
del Milenio han planeado para Bolivia reducir la extrema pobreza a 24%, esta meta ya ha
sido cumplida en la población no indígena (24.1). La pobreza en la población indígena esta a
25.2 puntos de las Metas del Milenio, y es probable que no sea alcanzado.
En Ecuador, de acuerdo con datos del censo de población y Vivienda 2001, el 61.3%
de la población vive en condiciones de pobreza y el 32.0% sufre pobreza extrema, medida
por Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI), con diferencias en la extrema pobreza de
18.2% para el área urbana y 53.6% para el área rural. De los 830.418 personas que se
autoidentificaron como indígenas, el 89.9% viven en condiciones de pobreza y el 67.6% en
pobreza extrema. De la población indígena que habita en el área rural, el 96.3% vive en la
pobreza y el .76.9% en la extrema pobreza. La incidencia de la pobreza en la población
afroecuatoriana aunque menor con relación a la población indígena del Ecuador, es mayor
con relación a las medias nacionales. De los 604.009 personas afrodescendientes el 70.3%
son pobres y el 37.7% viven en la extrema pobreza, en el área rural el 85.6% de los
afroecuatorianos son pobres y el 53.6% viven en la extrema pobreza.
La pobreza medida por los ingresos, los hogares que viven con 2 US$ o menos al
día, afecta 77% de los hogares indígenas ecuatorianos, 17 puntos porcentuales por encima
de la población no indígena de ese país. En cuanto a la pobreza extrema, hogares que viven
con 1 US$ o menos al día afecta al 49% de la población indígena, casi el 50% de los
hogares indígenas, 18 puntos por encima de la población no indígena del Ecuador.
27
PERÚ: QUINTILES DE RIQUEZA O POBREZA SEGÚN ANTECEDENTES LINGÜÍSTICOS
DE LAS MADRES (en porcentaje)
Con esta explicación, en el cuadro anterior se observa que del total de mujeres
quechua y/o aymará hablantes (512), el 93.0% se ubican en el quintil más pobre y en el
segundo quintil, mientras que el cuarto y en el quintil más rico suman apenas el 1.8% de las
mujeres hablantes de quechua y/o aymará. De las mujeres antiguo hablantes de castellano
(3.718) algo más de 56.0% se ubican en los quintiles más rico y en el cuarto quintil. De este
mismo grupo de mujeres, el 25.1% se encuentran en el quintil más pobre y en el segundo
quintil.
Aunque la muestra es pequeña, del análisis del cuadro anterior se pueden sacar
algunas conclusiones:
28
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA: PORCENTAJE DE HOGARES POBRES POR
MUNICIPIOS, NACIONAL E INDÍGENAS
Entre los países andinos, Chile y Colombia son los países que registran la incidencia
más baja de extrema pobreza (<2% y 7%, respectivamente); coincidentemente estos países
son los que registran un menor porcentaje de población indígena: Chile, 4.68% de población
indígena y Colombia 1.7% de población indígena.
Siguiendo nuevamente Harry Anthony Patrinos, “En cuatro de los cinco países
estudiados, desde el primer hasta el último año para el cual se disponen datos, casi no
disminuyó la proporción de los pueblos indígenas en la pobreza. En dos de estos países, las
tasas de pobreza de los pueblos no indígenas sí experimentaron una caída (México y
Bolivia). Tal patrón sugiere que allí donde se están obteniendo logros en cuanto a reducción
de la pobreza, los pueblos indígenas obtienen menores beneficios, lo que se repite en el
caso de Guatemala (1989 – 2000), país donde las tasas de pobreza indígena disminuyeron,
pero a un ritmo inferior respecto de las poblaciones no indígenas. En dos de los casos
(Ecuador y Perú), durante el período estudiado aumentaron las tasas nacionales de pobreza,
aunque tal aumentó afecto en menor medida a la población indígena. En conjunto, estos
29
hallazgos indican que los ingresos de los pueblos indígenas se ven menos afectados por las
tendencias macroeconómicas, sean éstas positivas o negativas.” (Harry Anthony Patrinos:
Pueblos indígenas, pobreza y desarrollo humano en América Latina: 1994 – 2004).
departamento de Potosí el analfabetismo en mujeres llega a 44.7%, mientras, mientras que
en el departamento de Chuquisaca el analfabetismo afecta al 42.5% de las mujeres mayores
de 15 años. En ambos departamentos se registra los mayores porcentajes de población
indígena: 64.91% en Chuquisaca y 80.76% en el departamento de Potosí, con un importante
porcentaje de mujeres quechuas monolingües.
indicador Población
Indígena No indígena
Tasa de analfabetismo en mayores de 10 años 8.2 4.0
Población que alcanza la educación media 29.8 36.3
Población que alcanza la educación superior 7.9 16.8
Fuente: INE, Chile. Censo 2002
En Chile, la tasa de analfabetismo es 4.3% a nivel nacional, esta tasa es casi el doble
en la población indígena y es 105% más que la tasa de analfabetismo en la población no
indígena. La brecha de género en cuanto a analfabetismo presenta diferencias significativas,
la mujer presenta mayores tasas de analfabetismo con relación al hombre, especialmente si
se trata de indígenas que viven en áreas rurales.
31
PERÚ: TASA DE ANALFABETISMO SEGÚN ÁREA DE RESIDENCIA Y LENGUA
APRENDIDA EN LA NIÑEZ. 2007
Área de Nacional Lengua aprendida en la niñez
residencia Castellano Quechua Aymará Ashaninka Otras lenguas nativas
Total 7.1 4.3 21.8 14.6 27.5 20.8
Urbana 3.7 2.4 4.9 9.7 8.4 7.0
Rural 19.7 14.4 29.3 19.0 30.6 24.9
Fuente: INEI – Censos Nacionales 2007
3.4. Otros determinantes sociales de la salud en pueblos indígenas
33
4. DESCRIPCIÓN DE LA SITUACIÓN DE SALUD DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS Y
GRUPOS ÉTNICOS EN PAÍSES ANDINOS
Está demostrado que en países en desarrollo con una importante población indígena
los niveles más bajos en el estado de salud se dan precisamente entre las comunidades
campesinas e indígenas. Además de los determinantes sociales descritos ampliamente en el
capítulo anterior, una serie de factores relacionados con la organización de los servicios de
salud determina está situación de desventaja en la que se encuentran las comunidades
indígenas de los países andinos, entre éstos los más importantes son la disponibilidad y
accesibilidad a los servicios de salud por la población indígena, la inadecuación cultural de
los servicios y su consecuencia, el bajo uso y utilización de estos servicios por la población
indígena de nuestros países.
34
4.1. Pueblos indígenas y disponibilidad de recursos para la atención de la salud
35
DISPONIBILIDAD DE RECURSOS HUMANOS EN SALUD EN PAÍSES DEL ÁREA
ANDINA (Datos 2000 – 2006)
En los últimos tiempos, asistimos a una concentración cada vez más importante de
profesionales de la salud en las capitales y centros urbanos desarrollados, con abandono
prácticamente total de poblaciones en las zonas rurales, cuya atención de salud está,
generalmente, en manos de personal auxiliar o empírico. Paradójicamente, las
universidades, tanto públicas como privadas, lanzan al mercado laboral considerables
cantidades de profesionales médicos que no siempre encuentran trabajo en sus países y se
ven, por tanto, obligados a la migración forzosa a otros países de mayor desarrollo o a la
desocupación en sus propios países.
36
BOLIVIA: DISPONIBILIDAD DE MÉDICOS EN EL SUBSECTOR PUBLICO, SEGUN
DEPARTAMENTO Y ÁREA DE TRABAJO
Departamento Total departamento Capital de departamento Resto del departamento
Pob. Total Médicos Pob. Total Médicos Pob. Total Médicos
médicos X 10.000 médicos X 10.000 médicos X 10.000
hab. hab. hab.
Chuquisaca 531.522 470 8.8 215.778 359 16.6 315.744 111 3.5
La Paz 2.350.466 1.180 5.0 793.293 813 10.2 1.557.173 367 2.6
Cochabamba 1.455.711 358 2.5 517.024 186 3.6 938.687 172 1.8
Oruro 391.870 147 3.8 201.504 134 6.6 190.366 13 0.7
Potosí 709.013 235 3.3 145.057 86 5.9 563.956 149 2.6
Tarija 391.226 255 6.5 153.457 144 9.4 237.769 111 4.7
Santa Cruz 2.029.471 403 2.0 1.135.526 271 2.4 893.945 132 1.5
Beni 362.521 183 5.0 79.963 81 10.1 282.558 102 3.6
Pando 52.525 42 8.0 22.324 34 15.2 30.201 8 2.6
Bolivia 8.274.325 3.273 4.0 3.263.926 2.108 6.5 5.010.399 1.165 2.3
Fuente: INE, Censo Nacional de población y vivienda, 2001. Ministerio de Salud y Deportes, 2004
De acuerdo con la información del cuadro anterior, dentro del subsector público de
salud de Bolivia se dispone de 4 médicos por 10.000 habitantes. Sin embargo, en las
capitales de departamento de ese país la disponibilidad de médicos aumenta a 6.5 médicos
por 10.000 habitantes contra 2.3 médicos para el resto de los departamentos. En el
departamento de Chuquisaca, la disponibilidad de médicos en la capital de departamento
(Sucre) es 4.7 veces mayor que la disponibilidad de este recurso en el resto del
departamento; mientras que en la capital del departamento de Pando la disponibilidad de
médicos es 5.8 veces superior a la disponibilidad de médicos en el área rural. La
concentración de médicos en las capitales de departamento y en las grandes ciudades es un
fenómeno común a todos nuestros países como consecuencia de la globalización y la
urbanización creciente. En consecuencia, asistimos a una menor disponibilidad de recursos
para la atención de la salud en las áreas rurales y en las regiones de asentamiento
tradicional de pueblos indígenas y grupos étnicos.
a) Barrera económica.
servicio se hace nulo cuando los medicamentos, los exámenes complementarios de apoyo
diagnostico (exámenes de laboratorio, rayos X, etc.) tienen un costo.
La barrera económica se hace dramática para pacientes pobres, y sobre todo para
paciente indígenas, en los casos de hospitalización. Los establecimientos hospitalarios de
las grandes ciudades, y también de las ciudades intermedias, se han convertido en centros
inaccesibles para la población pobre y la población indígena por sus elevados costos de
atención. En muchos casos, familias pobres con pacientes hospitalizados se ven obligadas a
vender los pequeños bienes que han podido hacerse con mucho sacrificio en la vida, para
posibilitar el retorno a la familia del paciente hospitalizado o el retiro del cadáver que se
retienen como garantía para el pago de los servicios recibidos en el centro hospitalario.
Muchos países del Área Andina realizan esfuerzos para eliminar la barrera económica a
través de seguros desde el subsector público de salud.
b) Barrera geográfica
c) Barrera cultural.
El extremo que limita el acceso a los servicios de salud está la concepción racista de
algunos prestadores de salud. El mal trato y la atención diferenciada a pacientes indígenas y
afrodescendientes son expresiones del racismo en los prestadores de salud. El Instituto
Nacional de Estadística e Informática (INEI) del Perú en su Documento de Trabajo
“Etnicidad, Antecedentes Lingüísticos y la Salud Materno Infantil en el Perú” afirma que: “El
racismo podría tener un impacto en los indicadores de salud. El racismo hace referencia al
acceso diferenciado a bienes, servicios y oportunidades dentro de la sociedad por el factor
raza. Esto se manifiesta en condiciones materiales y en el acceso al poder. Los ejemplos de
racismo en las condiciones materiales incluyen el acceso diferenciado a la calidad de la
educación, alojamiento, empleo bien remunerado, facilidades médicas apropiadas, un
ambiente pacífico, etc.”. En cuanto al rol de los proveedores de salud en la generación de
38
desigualdades sostiene: “La idea básica es que los doctores, encubiertos por prejuicios y
creencias estereotipadas y ante la incertidumbre sobre la condición o estado de los
pacientes, pueden usar la raza al realizar su diagnóstico. Por ejemplo, se ha documentado
que los pacientes afro-americanos en comparación con los pacientes blancos, reciben en
menor proporción medicamentos para el dolor cuando van a la sala de emergencias. De la
misma manera, Schulman et al (2002) proporciona evidencia que sostiene que las mujeres
afro-americanas tienen menos probabilidad de ser enviadas para una cirugía al corazón; en
comparación con los pacientes hombres blancos”.
4.3. Cobertura y uso de los servicios de salud por la población indígena en países
andinos
ésta siempre resulta menor. Es pues necesario distinguir la cobertura teórica o legal de la
cobertura real o efectiva. En nuestros países, se reconoce el derecho a la cobertura de
salud, con carácter universal para toda la población, a través del sector público. Esta
cobertura legal, sin embargo se ve limitada por la disponibilidad de servicios de salud y la
accesibilidad a los mismos. Un ejemplo de esta situación es Bolivia. Por un lado, en forma
oficial se afirma que el sistema sanitario de Bolivia tiene una cobertura de algo más del 70%
de la población; sin embargo, la Organización Panamericana de la Salud en su estudio “La
exclusión social en Salud en Bolivia” llega a la conclusión que el 77% de la población
boliviana estaría excluida, en alguna forma, de los servicios de salud. Los indicadores de
proceso evalúan la producción de servicios, es decir las actividades de salud desarrolladas
con el uso de los recursos. Los indicadores de proceso más frecuentemente empleados son:
Es conocida la correlación directa que entre pobreza y la condición de ser indígena.
Las poblaciones indígenas y los grupos étnicos son los grupos más pobres en las
formaciones sociales de los países andinos tal como se ha visto en el capítulo de
determinantes sociales de la salud. En cuadro anterior se observa las inequidades en la
cobertura de la atención del parto por personal especializado y en la cobertura de
vacunaciones de acuerdo a quintiles de pobreza y riqueza. En Bolivia existe una diferencia
de 71 puntos porcentuales en la atención del parto por personal especializados entre el 20%
más pobre y el 20% más rico. En este último grupo casi el 100% de las embarazadas son
atendidas por personal sanitario especializado. La diferencia es menor en los niños de 1 año
con inmunización completa. En Colombia, la inequidad en la atención del parto por personal
especializado es menor, pero no deja de ser importante pues existe, en la atención del parto
por personal especializado, una diferencia de 27 puntos porcentuales entre el 20% de
embarazadas más ricas y el 20% más pobre. Las diferencias son también importantes entre
los niños pertenecientes al 20% más rico y el 20% de niños pertenecientes al grupo más
pobre, la diferencia es de 20 puntos porcentuales entre ambos grupos. En Perú se registra
una diferencia de 36 puntos porcentuales en las condiciones de atención del parto y
solamente 8 puntos porcentuales de diferencia entre niños pertenecientes al quintil más rico
con relación a los niños pertenecientes al quintil más pobre.
El uso de los servicios de salud por la población indígena es, pues, siempre más baja
con relación a la población no indígena de los países andinos, situación que se explica por la
incidencia más alta de la pobreza entre la población indígena y por la inadecuación cultural
de los servicios de salud. Los pueblos indígenas sufren exclusión social en salud tanto por
ser pobres como por su condición indígena.
41
ECUADOR: COBERTURA DE LA ATENCIÓN MATERNO INFANTIL SEGÚN CONDICIÓN
ÉTNICA (en porcentaje)
Las diferencias de cobertura y uso de los servicios de salud entre población indígena
y no indígena son también evidentes en la República del Ecuador. Existe una diferencia de
26 puntos porcentuales en el control prenatal a mujeres embarazadas indígenas frente a
embarazadas no indígenas. La diferencia aumenta a 38 puntos porcentuales entre ambos
grupos en atención del parto por personal calificado. En el Ecuador, por cada mujer indígena
que es atendida por personal calificado, son atendidas 1.8 embarazadas no indígenas. En
cuanto a vacunación completa en niños menores de 5 años, la diferencia entre niños
indígenas y no indígenas es de 24 puntos porcentuales.
En el caso del Perú se encuentran datos interesantes en relación con la cobertura de los
servicios de salud según condición étnica. En primer lugar llama la atención que el
porcentaje de madres embarazadas con al menos 4 controles clasificada como “castellano
antiguo” hablantes sea menor a la media nacional de 86.2%. Las madres “quechua-aymará”
hablantes registran 1 punto porcentual menos en el control prenatal y 1.3 puntos
porcentuales con relación a la media nacional. La embarazadas como “castellano reciente”
hablantes son las que registran los mayores porcentajes de control de embarazo con
relación a los otros grupos. En l atención del parto institucional las embarazadas “quechua-
aymará” hablantes registran un déficit de 33.6 puntos porcentuales con relación a las madres
“castellano antiguo” hablantes. En la terapia de rehidratación oral, aunque pequeñas,
también se encuentran diferencias entre niños indígenas y no indígenas.
En general, los países andinos, al igual que otros países de América Latina, están
experimentando un proceso de doble transición: Por un lado la transición demográfica con un
aumento de la esperanza de vida al nacer y su consecuencia directa, el aumento cada vez
42
mayor de la población llamada de la tercera edad o población adulta mayor. Y por el otro
lado, una transición en el perfil epidemiológico caracterizado por la coexistencia de
enfermedades transmisibles, propias del rezago epidemiológico junto con enfermedades
emergentes, crónico degenerativas y una influencia cada vez mayor de la violencia y los
accidentes como causas principales de muerte. El perfil epidemiológico de una formación
social determinada tiene una correlación con el desarrollo económico social de la misma. En
países andinos de mayor desarrollo económico social como Chile, Colombia y Venezuela,
las enfermedades crónicas degenerativas, la violencia y los accidentes tienen un peso mayor
en la conformación del perfil epidemiológico, mientras que en los países de menor desarrollo
económico social tienen todavía especial importancia las enfermedades transmisibles e
infecciosas en la configuración de los perfiles epidemiológicos.
Las acciones de salud buscan al final el mejoramiento del estado de salud de una
población determinada. En este sentido, la evaluación de los sistemas sanitarios que aplican
el ASIS Andino con Enfoque Intercultural ha de realizarse por los resultados e impacto que
se obtiene en el mejoramiento del nivel de salud de las poblaciones indígenas de nuestros
países. Los indicadores de resultado que suelen utilizarse en la evaluación de los servicios y
sistemas sanitarios son la cobertura de los servicios que se ha analizado en acápites
anteriores, la eficacia, eficiencia y la efectividad. La información para evaluar la eficacia y la
eficiencia de los servicios y de los sistemas sanitarios no siempre es fácil de obtener y, para
el caso del presente estudio esta información simplemente no existe en forma desagregada
para poblaciones indígenas y no indígenas. En consecuencia vamos a emplear indicadores
disponibles de efectividad o impacto, entendida como el resultado final de las acciones de
salud sobre la población, en este caso sobre la salud de las poblaciones indígenas. La
información disponible como resultado final de las acciones de salud y de otros sectores son
el de prevalencia de la desnutrición crónica y el de mortalidad infantil en poblaciones
indígenas y no indígenas.
43
PREVALENCIA DE LA DESNUTRICIÓN CRÓNICA Y MORTALIDAD INFANTIL EN
PAÍSES ANDINOS, SEGÚN NIVELES DE POBREZA/RIQUEZA
La lucha contra la pobreza, que uno de los objetivos de las Metas del Milenio, debe
ser pues una de las prioridades dentro de las políticas sociales de los países andinos con el
objetivo de mejorar el estado de salud de la población andina y crear bases sólidas para la
integración.
Una de las Metas del Milenio para Bolivia es la reducción en la mitad la desnutrición
crónica en menores de 3 Años, de 38.3% en 1989 a 19% en 2015. De acuerdo con los datos
publicados por la Unidad de Análisis de Políticas Económicas y Sociales (UDAPE), para el
44
2003, la prevalencia nacional de la desnutrición crónica en menores de 3 años alcanzó a
24.2%, con variaciones según condición étnica de 15.7% para niños no indígenas y una
prevalencia de 27.8% para niños indígenas. Los niños no indígenas ya habrían sobrepasado
las Metas del Milenio con 3,3 puntos porcentuales, mientras los niños indígenas están
todavía a 8.2 puntos porcentuales de lograr dichas metas. Por otra parte, se puede concluir
que en Bolivia por cada niño no indígena menor de 3 años con desnutrición crónica existen
1.8 niños indígenas en esta misma condición.
45
BOLIVIA: MORTALIDAD INFANTIL Y EN LA NIÑEZ SEGÚN CONDICIÓN ÉTNICA
En el Ecuador, la tasa media de mortalidad en menores de 5 años fue de 35 por mil
nacidos vivos. Esta misma tasa fue en la población no indígena de 32 por mil nacidos vivos,
3 puntos porcentuales por debajo de la media nacional; mientras que en la población
indígena la tasa de mortalidad en la niñez fue 51 por mil nacidos vivos, 16 puntos
porcentuales por encima de tasa media nacional y 19 puntos porcentuales por encima de la
tasa de mortalidad en la niñez de la población no indígena. En el Ecuador por cada niño no
indígena menor de 5 años que fallece, se produce el fallecimientos de 1.6 niños indígenas.
comparar la situación de estos grupos con el resto del país: altas tasas de mortalidad infantil
superiores en 40 puntos a la media nacional, para el caso del pueblo atacameño; menor
esperanza de vida al nacer, inferior en 10 años para la población aymará; bajo índice de
Swaroop, equivalente al que poseía el país a inicios de los años 80; patrón de causas de
muerte pretransición epidemiológica para el caso aymará, y condiciones de salud de los
pueblos indígenas que viven en los centros urbanos más deterioradas que la de los que
viven en el campo. Estudios posteriores han mostrado que la incidencia de la muerte por
bronconeumonía en niños mapuche menores de 5 años es mayor que en niños no mapuche
(12). Del mismo modo la TBC es más alta en las zonas en las zonas de alta concentración
indígena, siendo especialmente vulnerable la población aymará, lo que se refleja en el
Servicio de Salud Arica, con una tasa de mortalidad por TBC del doble de la tasa nacional.
Estudios han revelado que la población mapuche presenta talla menor tanto en adultos
como en niños, y parte de esta diferencia se explica por su asociación a la pobreza y
vulnerabilidad social. La IX Región de la Araucanía (concentración de población mapuche)
presenta mayor mortalidad por cáncer de vesícula, coexistiendo una alta prevalencia de
colelitiasis con un pobre acceso a colecistectomía.
48
4.5.5. Salud de los grupos étnicos. Perú
49
5. MARCO TEÓRICO DE LA GUÍA CONCEPTUAL Y METODOLÓGICA DEL ASIS
ANDINO CON ENFOQUE INTERCULTURAL.
Por una parte, la acepción lata o general que hace referencia a todos los aportes que
hubiera alcanzado una determinada comunidad sea nacional, regional, étnica, etc. A lo largo
de sus propio procesos históricos. Esto significa que tanto la producción material y científica,
espiritual, los usos, costumbres y hábitos, así como las adquisiciones de la vida social en
general y de todo tipo, forman el cuerpo de la cultura. En este sentido incluso
manifestaciones como por ejemplo la lucha social y política, forman parte de la cultura. El
concepto restringido de cultura hace referencia únicamente a los aspectos propiamente
intelectuales como son la literatura, la filosofía, el pensamiento político, las teorías
económicas y la ideología. (Jorge Echazú: El aporte de los intelectuales a la cultura en
Bolivia)
M.M Rosental y P.F. Iudin ” definen cultura: (Del latín cultura: cultivo, elaboración)
como el conjunto de valores materiales y espirituales, así como de los procedimientos para
crearlos, aplicarlos y transmitirlos, obtenidos por el hombre en el proceso de la práctica
50
histórico-social. En un sentido más estricto de la palabra, continúa la definición, suele
hablarse de cultura material (técnica, experiencia de producción y otros valores materiales) y
de cultura espiritual (resultados en el campo de la ciencia, del arte y la literatura, de la
filosofía, de la moral, de la instrucción, etc.). La cultura es un fenómeno histórico que se
desarrolla en dependencia del cambio de las formaciones económico-sociales. (M.M
Rosental y P.F. Iudin. Diccionario Filosófico. 2007)
Un grupo étnico puede ser definido como “una colectividad que se identifica a sí
misma y que es identificada por los demás en función de ciertos elementos comunes, tales
como el idioma, la religión, la tribu, la nacionalidad o la raza, o una combinación de estos
elementos, y que comparte un sentimiento común de identidad con otros miembros del
grupo” (Stavenhagen, 1991, pag, 2). Esta definición es lo suficientemente amplia como para
decir que “los grupos étnicos así definidos pueden también ser considerados como pueblos,
naciones, nacionalidades, minorías, tribus o comunidades, según los distintos contextos y
circunstancias”. (Stavenhagen. 1991, citado por Susana Schkolnik y Faviana del Popolo en
los “Censos y los pueblos indígenas en América Latina: Una metodología regional”.
políticos, religiosos y otros organizan socialmente su identidad étnica, por lo general con
referencia al Estado u otros grupos con identidades sociales diferentes y hegemónicas
(Bello, 2004).
La modernización rompe con los mecanismos integradores del Estado, que a través
de sus discursos, y políticas parciales trata de proteger los intereses de determinados
grupos. Durante el período nacional populista éstos aparecían como campesinos y
ciudadanos del país, al romperse los lazos integradores, comienzan a ser considerados
como indígenas propiamente tales, viéndose a sí mismos cada vez más excluidos,
comienzan a emerger las demandas indígenas, los reclamos por los derechos de la doble
ciudadanía nacional y étnica. La exclusión indígena es entonces la base de la conciencia
indígena (Bengoa, 2000). De esta forma los grupos que no han desaparecido, “pasaron a
formar parte de un sector de sociedad nacional cuya condición de subordinación responde a
un proceso combinado de formas de exclusión y explotación y en donde la cultura propia
ocupa un lugar central en el imaginario de esa subordinación” (Bello, 2004: 45).
Con esto se puede decir que la etnicidad tiene al menos dos frentes de construcción,
en íntima relación, uno desde dentro, organizado, significado e instrumentado por el propio
grupo, y otro desde fuera, donde el Estado es el principal agente, lo étnico es entonces una
condición de subordinación, un producto histórico y no una esencia.
ELEMENTOS DECISIONES
CULTURALES Propias Ajenas
Propios Cultura autónoma Cultura enajenada
Ajenos Cultura apropiada Cultura impuesta
(Fuente: Bonfil Batalla. 1991: 50)
52
Los elementos culturales son considerados por este autor como materiales, sean
estos naturales y transformados; organizacionales, referidos a participación; intelectuales, lo
que engloba conocimientos y experiencias; simbólicos y emotivos, que apuntan a la
subjetividad como recurso.
Bonfil (1991) denomina cultura autónoma a un grupo social que posee el poder de
decisión sobre sus propios elementos culturales y es capaz de producirlos, usarlos y
reproducirlos. La cultura apropiada corresponde a la totalidad cultural compuesta por
aquellos recursos ajenos, de los que el grupo ha logrado apropiarse y que han quedado bajo
su control y capacidad de decisión. La cultura impuesta, se da cuando, las decisiones y los
elementos culturales no son del grupo social. Cuando los elementos culturales siguen siendo
propios y la decisión sobre y control sobre ellos es ajeno, se está frente a una cultura
enajenada. La cultura autónoma y apropiada conforma el ámbito de la cultura propia. La
cultura impuesta y enajenada pertenecen al ámbito de la cultura ajena.
Es importante señalar que la identidad étnica, como las demás identidades, por sí
misma no remite necesariamente a la cultura implicada, ya que ésta puede ser parte de una
sociedad culturalmente diversificada (que distribuye los contenidos sociales en función de su
status social, empresario, campesino, etc.), o puede ser integrado incompletamente en un
individuo al ser este socializado en dos culturas, o de un individuo consciente o
inconscientemente influido por otra cultura, en este caso la identidad étnica no es un
supuesto de comportamiento uniforme, ni de homogeneidad cultural (Esteva, 1986).
La mayor parte de los teóricos han circunscrito el problema nacional a la etapa
capitalista, estableciendo que sólo la aparición y desarrollo del capitalismo habría dado
origen al surgimiento de las naciones. Samir Amin, en oposición a lo anterior afirma que la
nación no es producto exclusivo del capitalismo y que existieron naciones completamente
establecidas en las formaciones sociales precapitalistas, como es el caso de las
formaciones sociales antiguas del Cercano y Lejano Oriente. Samir Amin define los
conceptos de etnia y nación afirmando que “La etnia supone una comunidad lingüística y
cultural y una homogeneidad del territorio geo-cultural y, sobre todo, una conciencia de esta
homogeneidad cultural, incluso cuando ésta es imperfecta, pues las variantes dialécticas
difieren de una provincia a otra, o los cultos religiosos. La nación supone la etnia, pero la
supera. Según Saad Zahrane, aparece realmente, si, además, una clase social, que controla
el aparato central del Estado, asegura una unidad económica a la vida de la comunidad, es
decir, si la organización por esta clase dominante de la generación del excedente y de su
circulación y distribución, solidarizan la suerte de las provincias. Esta definición es más
amplia que la fundada sobre el mercado capitalista. La clase en cuestión no es necesaria y
exclusivamente la burguesía. La clase dominante controla siempre –por definición- el Estado.
Pero éste será un imperio (étnicamente homogéneo o no) o una nación, cuando constituye
por lo menos una unidad económica, es decir, que la organización de la formación, de la
circulación y distribución del excedente determine como mínimo una solidaridad entre las
provincias.
“Si bien, como hemos visto, la fase nacional es anterior al capitalismo, subsiste el
hecho de que el modo de producción capitalista lleva el hecho nacional a un nivel muy
superior al de las formaciones precapitalistas. De hecho, el capitalismo lleva la centralización
económica a un nivel superior, mediante la generalización de la forma comercial de todo el
producto (y ya no solamente del excedente), la forma comercial que adquiere (asegurando
con la movilidad de la población, una mayor integración humana) y finalmente la forma
comercial asumida por el propio capital, que asegura la integración del mercado (y la
circulación de la riqueza). Esta es indudablemente la razón por la que los marxistas han
creído que debían reducir el hecho nacional a un fenómeno concomitante con el capitalismo,
tanto más cuando que en Europa la sociedad precapitalista –feudal- nunca ha sido nacional.”
(Samir Amin. Sobre el desarrollo desigual de las formaciones sociales).
La categoría de nación hace pues referencia a una formación histórica milenaria cuya
existencia es, por tanto, muy anterior al modo de producción capitalista y que tiende
indefectiblemente a la autodeterminación, que convierte a la “nación en sí” en “nación para
sí”. Toda nación está constituida por tres matrices:
( Una matriz subjetiva y cultural que comprende el idioma o la lengua, los usos, las
costumbres, la tradición, la mitología, la religión y la psicología común;
54
( Una segunda matriz objetiva que comprende la población (el pueblo) y el territorio (el
habitat).
( Una tercera matriz política económica que corresponde a las naciones más
evolucionadas, característica de las naciones modernas, el estado nacional del
capitalismo.
Debe pues establecerse en forma precisa el uso correcto de la categoría nación como
formación milenaria, distinguiéndola del Estado-nación que es propia de las formaciones
sociales donde el modo de producción es dominante y determinante en última instancia.
55
los siguientes términos: “Es nación y pueblo indígena originario campesino toda la
colectividad humana que comparta identidad cultural, idioma, tradición histórica,
instituciones, territorialidad y cosmovisión, cuya existencia es anterior a la invasión colonial
española.” (Artículo 30, inciso I de la Nueva Constitución Política del Estado).
5.1.4. Interculturalidad
como persona humana portadora, justamente en su diferencia, de una dignidad inviolable
que nos hace iguales.”. (Tomado de “El enfoque intercultural en la atención de la salud
materna: Un avance para las políticas públicas de salud”. Ministerio de Salud y Deportes de
Bolivia. Mayo, 2006).
La política de salud para pueblos indígenas del Ministerio de Salud de Chile incluye
los siguientes aspectos como elementos integrantes de una política de salud con enfoque
intercultural:
• Integralidad en el concepto de salud-enfermedad.
• Sistema de salud incluyente, abierto, que reconoce, respeta y aplica concepciones y
prácticas de salud de otras culturas.
• Visión holística.
• Oferta de servicio regular, equitativo y con pertinencia cultural.
• Personal de salud calificado y sensible a las necesidades de salud de la población
57
• La capacitación aborda sistemáticamente la diversidad y problemática local en
materia de salud.
• Colaboración entre sistemas médicos oficial e indígena.
En este contexto, para hacer efectiva la práctica de la interculturalidad en términos de
igualdad en el campo de la salud es necesario trabajar en las siguientes tres dimensiones:
• Intraculturalidad: Significa el reconocimiento, respeto y, sobre todo, la revalorización
de los saberes de los pueblos originarios en materia de salud, de lo que en nuestros
países se conoce como medicina tradicional.
• Articulación de la medicina occidental y de la medicina tradicional: En términos
de igualdad y respeto mutuo, estableciendo en los sistemas sanitarios mecanismos y
puentes de articulación y complementariedad entre ambas medicinas, adecuación
intercultural de la atención en salud.
• Formación de recursos humanos con enfoque intercultural, sobre todo en la
formación de pregrado y, por supuesto, en el post-grado.
• Cultura de respeto a los derechos de los pacientes: Respeto a las creencias y
cosmovisión de los pacientes, a sus costumbres y preferencias. Este es un trabajo
fundamental que debe realizarse dentro del personal de salud de los sistemas
sanitarios y en la formación de recursos humanos de pre-grado y postgrado.
5.1.5. Otras definiciones de utilidad
d) Tierras Comunitarias Originarias (TCOs). En Bolivia, son los espacios territoriales que
constituyen el hábitat de los pueblos y comunidades indígenas y originarias reconocidas
por el Estado, a los cuales han tenido tradicionalmente acceso y donde mantienen y
desarrollan sus propias formas de organización, económica, social y cultural, de modo
que aseguran su sobrevivencia y desarrollo. Son inalienables, indivisibles, irreversibles,
colectivas, compuestas por comunidades o mancomunidades, inembargables e
imprescriptibles.
58
e) Medicina Tradicional Indígena: Conocimientos, prácticas, rituales, conceptos y procesos
de salud integral que ancestralmente han realizado los pueblos indígenas como modelo
de vida colectiva. Enmarcado dentro de la cosmovisión de cada pueblo
5.2. Marco conceptual del Análisis de la Situación de Salud Andino con enfoque
intercultural (ASIS Andino Intercultural)
La salud no constituye un hecho aislado, sino que se encuentra en contradicción
permanente con la enfermedad formando parte del proceso salud enfermedad, proceso que
al mismo tiempo es parte de procesos más amplios que se dan en las formaciones sociales,
como son los procesos económico sociales y la situación de las clases y grupos sociales en
la estructura de dichas formaciones sociales.
La desigual distribución del poder, de la riqueza nacional y del acceso a los bienes y
servicios afecta las condiciones y la calidad de vida de la población y determinan diferentes
formas de enfermar y morir, con una exclusión más temprana del ciclo de vida de los grupos
sociales económicamente deprimidos y culturalmente excluidos de las formaciones sociales.
La salud, la enfermedad y la muerte son, pues, resultantes de múltiples factores causales
ambientales, biológicos, psicológicos, culturales, sociales y culturales que dependen de la
estructura económico social, del nivel de desarrollo económico alcanzado por la sociedad,
del desarrollo de sus fuerzas productivas y de la tecnología alcanzada.
esencia, la propuesta de la OMS se orienta a superar las inequidades sociales como base de
las inequidades en salud, y al desarrollo de capacidades de las personas, familias y
poblaciones como la forma de superar las inequidades sociales.
No se puede transformar una realidad si es que no se la conoce y no se la explica en
su compleja red de interconexiones. Se trata de un proceso de análisis concreto de una
situación de salud concreta para encontrar soluciones de intervención también concretas. En
este sentido, el ASIS Andino con Enfoque Intercultural viene a representar una síntesis del
proceso de conocimiento de las condiciones relacionadas con la salud de los pueblos
indígenas y sus determinantes sociales. El ASIS de ha convertido, desde el punto de vista
metodológico, en un valioso instrumento para conocer el estado de salud de la población, en
el presente caso el estado de salud de la población indígena de los países andinos,
establecer las causas determinantes y condicionantes de dicho estado, establecer las
necesidades y prioridades de salud de la población indígena e identificar estrategias e
intervenciones para mejorar su salud en términos de equidad y respeto a los derechos
humanos. En consecuencia, el ASIS Andino con enfoque intercultural es un proceso de
análisis de la información sobre el estado de salud de la población que permite establecer en
los países andinos perfiles epidemiológicos diferenciados por etnia. Este análisis incluye la
información sobre los determinantes económicos y sociales de la salud indígena, las
condiciones de vida en las que se encuentra esta población, los recursos para la atención de
la salud de las poblaciones indígenas, los procesos que se desarrollan y finalmente el perfil
patológico y de mortalidad en la población indígena.
Son muchos los objetivos que se busca con el desarrollo de procesos de Análisis de
la Situación de Salud Andina con enfoque Intercultural, entre los cuales podemos apuntar:
60