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Cada 31 de Mayo, la Organización Mundial de la Salud organiza el Día

Mundial sin Tabaco, una iniciativa destinada a recordar los grandes


perjuicios que acarrea el tabaco para la sociedad (no sólo para los
fumadores), uno de los problemas más graves de salud pública.

31 de mayo de 2011

El 31 de mayo de cada año la OMS celebra el Día Mundial sin Tabaco,


cuyo objetivo consiste en señalar los riesgos que supone el consumo
de tabaco para la salud y fomentar políticas eficaces de reducción de
dicho consumo. El consumo de tabaco es la segunda causa mundial
de muerte, tras la hipertensión, y es responsable de la muerte de uno
de cada diez adultos.

La Asamblea Mundial de la Salud instituyó el Día Mundial sin Tabaco


en 1987 para llamar la atención mundial hacia la epidemia de
tabaquismo y sus efectos letales. La celebración de este día es una
oportunidad para destacar mensajes concretos relacionados con el
control del tabaco y fomentar la observancia del Convenio Marco de la
OMS para el Control del Tabaco. El consumo de tabaco es la principal
epidemia prevenible a la que se enfrenta la comunidad sanitaria.

El tabaco provoca casi cinco millones de muertes al año

ELMUNDOSALUD.COM

Cada año se producen casi cinco millones de muertes por


enfermedades relacionadas con el consumo de tabaco, según
estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS)
publicadas con motivo de la celebración del Día Mundial sin Tabaco.
4,9 concretamente en el 2002.

La OMS también facilita otros datos: al año fallecen en el mundo


cuatro millones de personas por culpa del tabaco. Para la década del
2020 o 2030, el número de víctimas relacionadas con el tabaquismo
que podrían evitarse alcanzará los diez millones de muertes al año.

Además, el informe de la OMS recuerda que el 70% de estas muertes


se produce en los países desarrollados, donde el consumo de tabaco
está aumentando espectacularmente.

Sólo en España, los cálculos de la Sociedad Española de


Especialistas en Tabaquismo estiman que cada 10 minutos muere una
persona por causas directamente relacionadas con el tabaco, esto es,
6 a la hora, 150 al día, 1.050 a la semana, 4.500 al mes y unas 55.000
al año. Las mismas estimaciones apuntan que el gasto diario en
tabaco en España asciende a 24.040.050 de euros, lo que significa
que cada segundo el gasto es de casi 300 euros.

«El impacto extremadamente negativo del consumo de tabaco sobre la


salud mundial es la principal razón para destinar un soporte
económico adecuado a la lucha contra el consumo de esta sustancia a
nivel internacional», se destaca en el informe que la OMS redactó en
el año 2002 con motivo de la celebración del Día Mundial Sin Tabaco.

Una estrategia global

Para luchar contra este problema, hace falta un movimiento


internacional, que la OMS trata de liderar a través del proyecto 'The
Tobacco Free Initiative', creado por la directora general de este
organismo, Gro Harlem Brundtland, en 1998.

El objetivo es coordinar y promover una estrategia global para


responder a esta tendencia sociosanitaria. La misión a largo plazo de
los distintos gobiernos, recuerda la OMS, se estableció de cara a
reducir la prevalencia en el consumo de tabaco en todos los países y
en función de los distintos grupos sociales, así como el catálogo de
enfermedades derivadas del hábito.

Cada día se fuman en todo el mundo nada menos que 15 billones de


cigarrillos (uno de cada tres se fuma en China) y las estimaciones de
la OMS apuntan a que en los próximos años se producirá un
significativo aumento de esta cifra debido al crecimiento de la
población mundial. España se sitúa en el grupo de países con un
mayor consumo de tabaco por persona, con más de 2.500 al año.
El tabaquismo es la adicción al tabaco, provocada principalmente por
uno de sus componentes activos, la nicotina; la acción de dicha
sustancia acaba condicionando el abuso de su consumo.

Según la Organización Mundial de la Salud el tabaco es la primera


causa de invalidez y muerte prematura del mundo.1 En Europa el
tabaquismo provoca cada año 1,2 millones de muertes. Está
directamente relacionado con la aparición de 29 enfermedades, de las
cuales 10 son diferentes tipos de cáncer, y es la principal causa del
95% de los cánceres de pulmón, del 90% de las bronquitis y de más
del 50% de las enfermedades cardiovasculares. En España cada año
mueren más de 50.000 personas debido al consumo de tabaco, más
que por los accidentes de tránsito y el consumo de todas las drogas
ilegales juntas.

El tabaco tiene poder adictivo2 debido principalmente a su componente


activo, la nicotina, que actúa sobre el sistema nervioso central. El
fumador sufre una dependencia física y psicológica que genera un
síndrome de abstinencia, denominado tabaquismo. La nicotina genera
adicción, pero tiene efectos antidepresivos y de alivio sintomático de la
ansiedad. No se utiliza en farmacia, porque en la segunda mitad del
siglo XX se descubrieron antidepresivos más eficaces y que no crean
adicción. Tampoco se emplea para el alivio sintomático de la
ansiedad, salvo en casos excepcionales, porque las benzodiacepinas,
que son el tipo de tranquilizantes más utilizado, también crean
dependencia, pero se consideran más eficaces y menos nocivas.

Es factor de riesgo en enfermedades respiratorias, cardiovasculares,


distintos tipos de cáncer, y es especialmente perjudicial durante el
embarazo. Además, no sólo perjudica a los fumadores, sino también a
los que respiran el mismo aire (fumadores pasivos). El tabaquismo es
la principal causa de mortalidad, en la mayoría de los países
desarrollados, a principios del siglo XXI, aunque hay otros estudios
que indican que estas enfermedades atribuidas al tabaco son en
realidad la contaminación industrial y química, los aditivos alimentarios
y los pesticidas utilizados en la agricultura[cita requerida]. Además, el tabaco
como tal es lo que menos se fuma, pues excepto el poco tabaco
natural, todo lo que se comercializa está adulterado con sustancias
químicas que le aportan dudosas o preocupantes propiedades como la
de ser más adictivo o mejorar su sabor, y otras que no se saben
porque también tienen fórmulas secretas.[cita requerida] Las industrias
agregan aditivos que el tabaco puro jamás ha tenido, aumentando la
toxicidad que de por sí ya tiene. Sin embargo es importante recalcar
que el tabaco por muy puro o de "liar" como se conoce, siempre
causará daño irremediablemente, por lo que la única opción que
minimiza el riesgo de padecer enfermedades respiratorias a edades
avanzadas es simplemente no fumar.

Debido a las consecuencias, tanto a la repercusión (dependencia)


física, psicológica y social que genera en los consumidores, ya desde
el último Congreso de Psiquiatría que tuvo lugar en la Habana, fue
considerado una enfermedad más, pues requiere tanto tratamiento
medicinal como rehabilitación psicológica y re-educación social.
Dichas dependencias son las más difíciles de corregir, aunque la
dependencia física es la que con mayor facilidad desaparece, después
de la abstinencia. Queda constituida desde entonces, como una
enfermedad, que genera enfermedades y otras complicaciones.

Composición físico-química del humo del tabaco

Actualmente la forma de consumo más habitual es la inhalación de los


productos de combustión del tabaco. En el extremo del cigarrillo que
se está quemando se alcanzan temperaturas de hasta 100º C. Se han
reconocido cerca de 5.000 compuestos químicos en las distintas fases
(gaseosa, sólida o de partículas) del humo del tabaco. Entre estos
compuestos químicos se han identificado sin dudas al DDT(insecticida,
propano(combustible para naves espaciales y propelente de aerosoles
como en antitranspirante), benceno, butano, arsénico y, como trágica
anécdota, cianuro de hidrógeno, que era nada más y nada menos que
el gas utilizado por los nazis en las tristemente célebres cámaras de
gas de exterminio de judíos en los campos de concentración. Se
consideran ingredientes del tabaco (término aconsejado por la OMS)
a todos los componentes del producto, mientras que emisiones de los
productos del tabaco a lo que realmente capta el fumador siendo la
principal causa de mortalidad y enfermedades atribuidas al tabaco, y
exposición a la parte de emisiones que realmente absorbe el
fumador. Actualmente las emisiones son el punto principal de la
regulación, aunque los ingredientes permisibles también están
regulados.

Tabaco y salud

El fumar puede ser el causante de varias enfermedades, como el


cáncer de pulmón, la bronquitis y el enfisema pulmonar.

El tabaquismo es reconocido desde hace varios años como un


problema de salud pública, debido a que los daños a la salud
asociados al consumo del tabaco causan más de medio millón de
muertes en el continente americano. El fumar es la causa más
frecuente de muertes que pueden evitarse. Según los últimos
informes, cientos de miles de personas mueren anualmente de forma
prematura debido al tabaco. Estudios recientes indican que la
exposición al humo de los cigarrillos fumados por otra gente y otros
productos del tabaco, producen al año la muerte de miles de personas
que no fuman. Pese a estas estadísticas y a numerosos avisos sobre
los peligros de fumar, millones de adultos y adolescentes siguen
fumando. De todos modos se están haciendo progresos: cada día son
más las personas que dejan de fumar.

En el año 2004, la Organización Mundial de la Salud estimaba en 4,9


millones el número de muertes anuales relacionadas con el consumo
de tabaco. Pese a existir una probada relación entre tabaco y salud,
esto no impide que sea uno de los productos de consumo legal que
puede matar al consumidor asiduo.

Fumar un sólo cigarrillo da lugar a una elevación del ritmo cardíaco, la


frecuencia respiratoria y la tensión arterial. El humo produce una
reacción irritante en las vías respiratorias. La producción de moco y la
dificultad de eliminarlo es la causa de la tos. Debido a la inflamación
continua se produce bronquitis crónica. También produce una
disminución de la capacidad pulmonar, produciendo al fumador mayor
cansancio y disminución de resistencia en relación a un ejercicio
corporal.

Tabaco y embarazo
Durante el embarazo el tabaco multiplica su potencial dañino
generando no sólo riesgos para la fumadora, sino también para el
bebé, entre otros riesgos aumentan los de sufrir embarazo ectópico,
hemorragias vaginales, alteraciones cardiacas, o en el bebé riesgo de
nacer con bajo peso, insuficiencias respiratorias, riesgo de padecer
muerte súbita, infartos o leucemia infantil.

El humo del tabaco se compone de una corriente primaria o principal,


que es la que inhala directamente el fumador, y una corriente
secundaria, generada mediante la combustión espontánea del cigarro.
Se han identificado más de 4.000 sustancias nocivas en el humo del
cigarrillo, de los cuales al menos 60 son probables carcinógenos
humanos, como los 4-aminobifenoles, benceno, níquel, otras
sustancias tóxicas son monóxido de carbono, dióxido de carbono,
nitrosaminas, amoníaco, y otras están como partículas en suspensión
(alquitranes y nicotina).3

Tabaco y cáncer

La primera evidencia que se tiene de su relación fue sugerida en 1761


por John Hill, que describió el desarrollo de pólipos laríngeos en los
consumidores de rapé; dos de los casos que describió presentaban
una trasformación maligna; esta asociación ha sido corroborada en
multitud de ocasiones desde esa época.

En 1941 los trabajos de Yamagawa e Ichikawa, demuestran por


primera vez la naturaleza carcinógena de diferentes hidrocarburos del
humo de cigarrillos. Posteriormente en 1950 y 1952 los trabajos de
Doll y Hill publicados en BMJ y usando metodología del tipo estudio
caso-control ya sugieren que el tabaco es la principal causa de cáncer
de pulmón.

El tabaco se ha relacionado con diferentes cánceres: cáncer de


pulmón, laringe, orofaringe, esófago, estómago, páncreas, hígado,
colon, recto, riñón, vejiga, mama, aparato genital, linfático. En el humo
del tabaco se encuentran numerosos compuesto químicos
cancerígenos que provienen de la combustión, como el benceno, el
benzopireno, el óxido nítrico, los derivados fenólicos y nitrosaminas,
además de ser una fuente importante de la nicotina, que se considera
un fármaco psicoadictivo.
Se cree que el causante del 85% de los cánceres a causa del
tabaco es el alquitrán que contienen los cigarrillos estándar. En su
cubierta se pueden observar una serie de finas líneas. Estas líneas
son del alquitrán que la marca posiciona cada cierta distancia para
que el cigarro no llegue a apagarse y siga consumiéndose de
forma continua[cita requerida]. Dicha concentración provoca que un
fumador de cigarrillos estándar tenga hasta 5 veces más
probabilidades de contraer cáncer con respecto a otro que fume
puros o en pipa

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