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ESCUELA DE DERECHO
LA ACUSACION CONSTITUCIONAL EN
CHILE.
DERECHO CONSTITUCIONAL I
Luzmila
Muñoz Fernandois
Eduardo
Greenhill González
Profesor: Vicente
Villarroel.
Otoño, Mayo 2011.-
Índice
Materia página
Introducción 03
3- Nociones teóricas 09
4- Antecedentes Chilenos 12
5- La Acusación Constitucional 14
Conclusiones 36
Fuentes Bibliográficas 37
INTRODUCCIÓN.
Antecedentes generales
DESTITUCION POR
ACUSACION VOTO DE CENSURA
BRASIL URUGUAY
BOLIVIA BOLIVIA
ARGENTINA GUATEMALA
CHILE VENEZUELA
MEXICO PERU
COLOMBIA COLOMBIA
PARAGUAY PARAGUAY
COSTA RICA
ECUADOR
DESTITUCION
AUTOMATICA DECISIÓN DEL PRESIDENTE
ARGENTINA BOLIVIA
ECUADOR
(1979-1998) EL SALVADOR
MEXICO PARAGUAY
BRASIL
Fueron juicios aplicados por los reyes de España en contra de las autoridades
residentes en los reinos de las indias que ejercían funciones gubernamentales,
administrativas, judiciales y municipales. Este era un juzgamiento de carácter
político que tenía por objeto defender los derechos de los nacidos en los reinos
españoles y castigar a autoridades reales que hubieren cometido abusos o
excesos. Este juicio podía terminar con sanciones de diversa índole, como
multas, prisión o destierro.
Se vio como lógico que ambas cámaras conocieran del Impeachment debido a
la legitimidad de sus miembros, quienes eran representantes de la nación
elegidos democráticamente por medio de elecciones.
2.- Quienes se pronuncian sobre la acusación son las dos ramas del
4- ANTECEDENTES CHILENOS
5- LA ACUSACIÓN CONSTITUCIONAL.
a) En la Cámara de Diputados
Según el artículo 52 Nº 2 de la C.P.R los Diputados tiene la atribución
exclusiva de: “De formular una acusación esta tiene que cumplir con un primer
requisito; que no sean menos de diez ni más de veinte de sus miembros los
formulen la acusación en contra de las autoridades que ese mencionaran más
adelante”. La fijación de un número máximo y mínimo de parlamentarios que
pueden presentar una acusación: el mínimo se fijó para evitar las acusaciones
temerarias, sin fundamento y que no tengan un mínimo de representatividad (se
fija para una interposición “seria” de la institución en estudio). El máximo de 20
diputados evita que la acusación al momento de su formulación cuente ya con
el acuerdo de la mayoría de la Cámara, pudiendo así evitarse un análisis
prudente y un debate acorde con la seriedad de la instancia. (Provocándose de
ese modo que se encuentre culpable al acusado en el momento mismo de la
interposición de la acusación).
1. El Presidente de la República.
2. Los ministros de Estado.
3. Los magistrados de los Tribunales superiores de Justicia y del Contralor
General de la República.
4. Los generales o almirantes de las instituciones pertenecientes a las
Fuerzas de la Defensa Nacional; y
5. Los intendentes y gobernadores.
La Constitución expresa también taxativamente las causales por las
que puede ser acusada una autoridad pública, y serán solo estas (causales) las
que podrán invocar los Diputados para los efectos de llevar adelante una
acusación.
1) Control formal, si cumple con los requisitos del Art. 52 (si es una de las
autoridades mencionadas o si esta es acusada por una de las causales
expresamente indicadas en la constitución); solicitud de informe al
acusado y nombramiento de una comisión informante de la misma, lo
que se hace por sorteo sin que la integran los acusadores
2) Presentación del informe de la Comisión y del acusado
3) Discusión y votación.
b) En el Senado
En suma, ya en julio del año 2006 las máximas autoridades del Ministerio de
Educación estaban al tanto de las irregularidades y desordenes administrativos,
financieros y contables dentro de la SEREMI de la región metropolitana.
Antecedentes de Derecho:
Dejo sin ejecución las leyes no solo por la falta de control y fiscalización, sino
también por la falta de corrección oportuna y adecuada de las irregularidades y
desordenes acontecidos. Estas leyes son:
Esta disposición es clara respecto del control que ejercen las autoridades
y el ámbito de aplicación de este control. Si bien la responsabilidad es
personal y no podría imputarse a un ministro por cada acto que
realizaren sus subalternos. Sin embargo, la ley dice palmariamente que
estas atribuciones tienen un sentido temporal claro y preciso. En la
medida que el control jerárquico se lleva en forma adecuada y
sistemáticamente, es posible advertir las irregularidades y corregir los
errores que se manifiestan. En este caso concreto, la Sra. Provoste no
habría ejercido la supervigilancia en forma clara ni oportuna.
Según esta disposición legal, los ministros de Estado deben fiscalizar las
acciones realizadas en su respectivos Ministerios, corrigiendo así los
desórdenes e infracciones ocurridos en sus carteras. La Sra. Provoste en
este caso no habría cumplido con el mandato de ley que le encomienda
fiscalizar, puesto que si lo hubiere hecho, todos los desordenes
administrativos de los que se le acusó no hubieran ocurrido.
Al leer este capítulo acusatorio se puede notar que los Diputados argumentaron
más por el lado de la falta de diligencia de la ministra y no tanto así por las
irregularidades mismas, y según todos los antecedentes de derecho y
documentos probatorios presentados por los Diputados acusadores, la ex
ministra tenía una responsabilidad ineludible. Datos duros comprobaban su falta
de actividad para corregir estos hechos. (Incluso se podría pensar que si no
hubiera sido por el actuar de la Contraloría, estas irregularidades seguirían
aquejando profundamente el MINEDUC)
A partir de los informes emitidos por la Auditoría Interna del MINEDUC (que
envía directamente sus informes al respectivo ministro para saber de las
irregularidades mediante informes de auditoría) se detectaron varias
irregularidades (incluso delitos) en diversos organismos pertenecientes al
Ministerio de Educación. Si bien la ex ministra tenía un pleno conocimiento de
estos hechos, su solución fue nula o inoportuna.
Carece de toda lógica que cualquier falta a la verdad por parte de una autoridad
pública constituya una “infracción a la Constitución” por infringir el principio de
probidad. Diariamente vemos a las autoridades hacer promesas muy difíciles de
cumplir y no por ello los ciudadanos piden la destitución de éstas.
CONCLUSION.