Vous êtes sur la page 1sur 47
CATEDRAS NACIONAL PERO- NISTAS Y DE BASE LA BUROCRA- CIA ENFRENTA A LAS BASES | EL MENDOZAZO | INFORME INTERNA- CLONAL PAGINA DE CIERRE El gran ocuerdo necional, creado para incorporor @ la clase media «al proyecto contrarrevolucionario del régimen, se desintegre. répidamente porque lo clare obtera peronista demuestra que yo no hay ‘"Yransielones” bi Seontinuided institusional” posibes. S6lo una dietadura militar © un ‘ebiemo civil froudulento, poyado en las FF-AA., puede gobernar. El proyecto integracor fracaza en toda Io ined poraue (oe marae pO pulares fe niegon’@ ingresar en lor oparatos creases ora. mantener Fégimen, pete 0 la buene volunted de buréerates y politicos que con lo ‘camisets peronista estan uganda el "gran partide"” En porte orgonizoda, y mayoritariamente de modo esponténea, la presencia’ de lo case obrera oterroriza.o lor closer domimantes, Desde Face 17 aos, las nepociaciones de los burécratas no pueden impedir 1a proteste popular, como el 29 de febrero y el 19 de marzo; durante ls Viojes de Monrique el interer; y en Mendoza, Tucuman y Chaco, donde LLanuise intente guapear y el pueblo manifests abiertomente su repusia. { mendozore y Villa Lujan, las noranjas y slides de tucumancs y chaqueton, demostraron 2 Ia aligarqufe y los buréeratas cue Sus negocio” ‘iones fenian poco vuelo. Perdn responds exigiends pleno poder cl pueblo Yiembreta 0 le buroerocia en una estrotegia quo, al estar un poco mas Gis" de lo que el ragimen puede aceptor, provoco lo criss y desnuda onti= lpadamente Ia maniora proseriptve que Lanuise reiervabo para fin de (Sho. Al mismo tiempo, ol ertor mie ocd del proyecto revolucionon de 1a Clove ebrera peronista, permite incorporor a tectores vocales de:plozadot Enel reparte'y quite mementoncamente al Bloque, dominante. una base Secial de sustertocion, Esta es una maniobro coyuntural,y como tal no mo difica a estructura del poder, pero desnuda la politica lanusista y feciita ia profundizacién de! proyecto orgonizativa desde las bases, que el pueblo peronista se va dando en la pergectiva de una larga guerra popular, in Fidgicas coyunturas que de un dia para el ro permitan a burbcratas, p0- Iticos y “milnarer ofortunador” hover la revolue'an pare el pueblo. ‘Al mismo tempo que Perén en Madrid aprieta a Cori, Rucci y Ml uel, rompigndoles e| negocio. que tenion preparado con San Sebostidn Cel Consejo econdmico y socal, los comandantes en jefe comenzan 9 difundir Su esis sobre la "nd preseindencia de las FFLAA. en el process de intitueio- halizacién" Mor Roig explica@ los olmirantes que Perén "puede pero 8O ‘Sete ser condidato, y que los FELAA. “deben pero no seran"”prescindente, En ol dia del ejecta, en ceremanige clausurados con la “marcha de lo libertad, los generale: destacan que su princigal preocupacion es la iolencia popuor y lo candisatura de Pern, y qua el ajgteito hara fo posi bie por terminar con esos peligros. Lonvse no hoblS «| 29 de mayo) se ro. Servo para un ecto "civico" el 31 en San Nicolas, dende festejs un “acuers ‘do que 9rav0c8 una guerra lvl de 10 afos entie Bs. As. y las provincia, Herrera, jefe el estado mayor, dio que el “est gma de nuestro tie po es la vslencia y el eiéreto debe entrontorio con decision y tirmaza! Caceres Monis ofirms que “nuevamente la seguridad de lo replica i= pus al ejercit To obligacion de entrar en botalia”. Para Leper Autrane {a“violencia de la subversion es fo més negotiva porque consciente 9 ine Conscienterente ext6 ol servicio de interes extvenacionales” Hie cuen= tor demastrando ue el “extremismo” robs 2.000 millones de peso, cerca {be 3 millones declares. El semanorio “El Economist” se bur. de los faleulos de Lépex Autranc y destaca que en 1971 los eapitales privados, fon fines especulotives, transineron al exterior 420 millones de dolores. “Tados los generates destecaron la no prescindancia de los fuerzas or- mmades, su voluntad de no volver al possdo, y repudioran 0 demogegor y FRombres|providenciles. Herrera otacé a quienes tienen "como anica fe halidad la toma cel poder para st stacer Vien resentimientos™ Esto ofr= Imocign del jefe del estedo mayor es porcicimente correcia: no es Paton, Sino la clase obrere intepretado por su Hider, quien tiene muchos cuentas fue cabrer ol regimen monopcliste que la explota y se apropia. del pais. El teno de ls dixuracs fue coineidente: Ia gctuol etapa se define por le guerra eantartevolue oneria, el ejetete debe garontizer una eleecion ‘que aregure la continuided institucional y Perin debe ser prosrinto por ‘ue no gorantize lo continuidad, Dos dias despus, Lanusse repetio y omr= Blabo e2os conceptos: no volveremes ol posada, debe ‘cordarse un pro: Brame de gobierno entre los politicos y los fuertas ormodas, que delorsn {Sobernar cl que gone, siempre y cucndo cumpla con lo acordado (verda Sera ocepeién del gron acuerdo necional); Percn na puede ser condidato fi tampceo puede gobernar el peronismo sin coalicion Tonusse especula’ con la" voluntad ‘electoraita. del radicalismo.y ‘otros portidos, y de_un emplio sector de lo close media. También espero [o ouhesién del neoperonisme, los provinciales y la burocrocia sindical Pora eso programa une reforma de la canstitucién que permita @ la asam- bea legisiotva elegir ol futuro. presidente, Que sea Lanusse u otro no combia demasiado la cova: el problema es que no sea Pet ‘Aunque los monifestociones de fos ofr mondos porecen damostrar cue Lonusse es fuerte y report los responsobilidedes entre generates, Mirontes y brigodieres, Io. incapacidad. para desnaturslizar al perorismo Safalo el camino: unitse desde cbojo, sin burseratas, taideres ni refor= mista, sin fantesies concliedoras, profundizende la lucha y la organiza ‘dn, la definicion politica « ideolepice que surge de lo experiencia de lo ‘late cbrera peronista aatropologta SUMARIO OPINION, pda. 3 LA RESISTENCIA Crinica por los resistentes, pag. 9 CEDIP: DE COMO FERMENTO. MENDOZA, pg. 22 CATEDRAS NACIONALES: DE BASE Y CON PERON, pig. 27 Informs Internecional LA ESCLAVITUD EN AMAZONIA, 6a. 35, BRASIL: MILAGRO PARA LOS MONOPOLIOS, pg. 37 LA INDUSTRIA BELICA ISRAELI, p59, 39 EL_IMPERIO. MORMON, Pg. 1 EL PUEBLO DEL SIGLO, is. 43 Director: ‘cuttme Gurires Fea Santas cnt a Cite ERCP Este 10 StettSA 2 SSEENS Anes aatropologia S¥flundo opinién el desarrollo del gan pro- fundiza el enfrentamiento de las bases con la Los siltimos acontecimientos confirman que el Mamado “gran acuerdo nacional” es un medio para preservar Ia estabilidad en un momento en due la evsis politica avanza ripidamente, pero zo existen los canales para imponer una alterna tiva popular revolucionaria, En términos genera les, el GAN aparecia como la politica de los sec- tores mis concentrados de las elases dominantes, sustentado sobre el reformismo de la clase me- dia expresaco en las buroeracias de los partidos politicos. Este ultimo sector quedaba en el me- {dio de los dos polos principales del proyecto, el Estado como principal fuerza social del sistema, y el poder econémico y finaneiero de los mono- polios. Sin posibilidades auténomas, la partido- gracias incu en la carer elglendo el al menor, aceptando desde el prineipio wna salida absolutamente condicionadas 1) Incidencia directa de las fnerzas armadas cen el gobierno que surgiera de las elecciones, co- ‘mo reaseguro permanente; 2) gobierno de transicién y consolidacién, es decis, continuismo de la Rev. Arg. y culminscién de su proyecto; 3) todo esto lewilizado por ka feforma previa de la Constitucion (Reunion de TLanusse con los mandos militares, primera sema- na de febrero} La burocracia peronista se inserta en el GAN ti. roneada de dos lados: por una parte el gobierno, ‘que trata de lograr un acuerdo permanente con Jos sindicalistas, en virtud de sw autonomia con respecto a Perdn (Lanusse expresa al secretario de la CGT su comprensidn por el paro del 29 de burocracia febrero), en tanto procura dividir a Ta buroera- cia politica, débil y sin eapacidad propia de ac- cionar, buscando un acuerdo con una de las frac ciofes, el paladinismo; por el otro, Perén procura newualzar a ls burocracia sical yd nif car In superestructura politica del Movimiento: fos recambios em el seo del conejo superior In orden de fa lista nica, En sintesis, roginnen Peri se contraponen en el campo de batall de Ia buroeracia buscando el acuerdo eon ¢l primero, en tanto Perén la engloba en wna n niobra permanente de hostigamiento (exigencia de eleeciones en el 72, no desautorizacién de la Tacha armada, ete) En definitiva, el proceso del Gan desde su ‘enuneiacién el ‘aio pasado por Lanusse marca tn deterioro mutuo, tanto del gobierno como del Movimiento Peronista, al menos en sus expresio- nes superestructurales: las fracturas del regimen por un lado, el deterioro acelerado de In buro- cracia y det conjunto de las organizaciones poli- ticas por ef otro: en Uérminos estzucturales, las clases dominantes no se ven afectadas en lo que hace a su situacién actual, pero se ven imposibi- litadas de asegurar un equilibrio de largo alcan- a la inversa que el peronismo, euya potencia- lidad revolucionaria asentada en las bases. se mantiene al margen del deteriora buroeritico, pero que no consigne armar en el corto ni pre ver en el mediano plazo una organizacién que se transforme en alternativa de poder. E] desgaste_mutuo se verifiea en el desarvollo del GAN, desde su knzamiento como politica no- vedosa de la Revolucién Argentina hasta el ae: tual momento, en gue la prosimidad de las fe- cchas decisivas transforma el reloj politico del ré- igimen en el detonador de una bomba de tiempo. Tos “haleones” que han congelado momenténea- ‘mente su desconfianza ante la audacia de Lanus- se no estin dispuestos a conceder un margen ex- cesivo al experimento insitucional, concientes de Ia fragilidad del proyecto del presidente, Al margen de las intenciones, Ia “salida” elec- toral sigue enfrentada a la realidad econémica: el deterioro de la economia popular no es una mera frase retérica sino una situacién cotidiana, que produce no sélo los estallidos de la bronca concentrada coma en Mendoza, o las respuestas de las Ligas Agrarias 0 de la poblacién tucuma- nna, sino fundamentalmente una brecha entre ell movimiento conereto de las masas y las idealiza- ciones que sobre ellas se tejen desde adentro 0 desde afuera del gobierno. En ese sentido Ia habilidad 0 la avdacia politica del equipo de Lanusse, procurandoel encuadramiento del pue- ‘blo mediante un pactocon sus “oficiales” se pa- rece mis al acuerdo de Nizon con Van Thiew gue una solucién efectivade largo plazo para el régimen, se pie pass EL punto eritico es conjugar la politica econd- mica que imponen los orgmismos finaneieros, fen resguardo de la continuidsd del crecimiento del sector monopolista, con um. salida leg: cuya condicién bésica es una ninima parti cién y consenso popular. Desde 1955 los mono- polios han acrecentado sus ganaacias, y desde 1966 lo han hecho atin més; pero el trabajo na- ional ha participado cada vez menos de estas Zanancias, como lo demmestran las mismas ci- fras oficiales: si en 1950/55 los trabajtdores par- ticipaban en el 45,73% del Producto Brito. In- temo, en los 14 afios que van entre 1955/69 ol promedio de participacién baja al 38,57%, y en 1971 la misma baja a un 35%. Con todo, la situacién de deterioro no termi- na alli, sino que abarca a vastos sectores de la ‘economia; el fracaso de la casecha gruesa, la dis- minucién del saldo exportable de sorgo y maiz ‘con respecto a 1970/71, el déficit del comercio exterior que llaga a los 220 millones de délares, ja caida de las reservas y la prenda del 33% de las divisas para obtener los eréditos europeos, se contradicen en su realidad critica con los aumen- tos de las ganancias de las grandes empresas, de la coneentraci6n bancaria y de las cada vez mayores facilidades para operar de los monopo- lios, ejemplificado por situaciones como la mo- ratoria sin interés a los petroleros privados 0 la permanencia de las tarifas de SEGBA e Italo en tanto las de Agua y Energia deben rebajarse. La desastrosa situacién en materia de divisas a el nudo de la cuerda del Fondo Moneta- rio, que all margen de las especulaciones populis- tas de Lanusse mantiene sus imposiciones: au- mento considerable de las exportaciones, redue- cin del aumento de los salarios a un 25% anual, disminucién del déficit del presupuesto, impedir quo la inflacién supere un 20-259%. En este mar- co, el supuesto enfrentamiento del Ejecutivo con el equipo econémico liberal se resuelve con la liguidacién de algunos personajes menores, en tanto que los representantes de la politica de los ‘monopolios, Brignone y Licciardo, contingan en sus puestos asegurando la alta tasa de ganancia de los intereses extranjeros. Como el mismo Brig- none dijo a los banqueros curopeos mientras les tiraba Ia manga: el objetivo seria “.. .asegue rar la continuidad de una politica econémica sin fecha limite. Se trata de una politica elaborada por la Junta de Comandantes en Jefe, politica que cuenta con el consenso general del pais”, cousenso, por otra parte, bastante dudoso, de quienes reciben un 15% de aumento en sus ine sres0s frente a un 26% de aumento de la infla~ cidn en los primeros cuatro meses de 1972. La critica situacién econémica tiene una rex percusién permanente en los sectores “ultras” del régimen, del cual A. Alsogaray es un claro exponente: “La solucién parcial de la erisis tampoco sig- nified nada nuevo, Ni las designaciones efetua~ das ni el Consejo Ee. y Social, ni ningumo de los anuncios formulados resolveré nada... No es ‘envidiable la tarea impuesta a los integrantes de este tiltimo (nuevo equipo econdmico). Cuando fracasen —lo que inevitablemente ocurrird, ya que se les ha prohibido adoptar medidas ‘que podrian conducir al éxito— habré tal vez una nueva autocritica y mas cambios. Y asi segui- remos hasta que la dificil tarea de gobernar pase a manos de quienes estin realmente capacitados para desempefarla,” — A Alsogaray, “La Pren- sa’, 7 de mayo). Por otto lado, los sectores econémicos despla zados de la integracién imperialista, nucleados fundamentalmente en la CGE, reclaman re- formas que se entrelacen con la’ prometida lucién insitucional. Para ellos la culminacién exi- tosa del GAN y su participacién en el aparato del Estado a través de la partidocracia no €s otra cosa que la posibilidad de una base para negociar una poreién del proceso que hoy usu- fructiian los sectores monopolistas, Pero sus re- clamos por reformas en el plan econémico cho- ‘can con dos obstaculos insalvables: la imposicién, inflexible del mismo a través de Brignone, y la propia reaccién de Lanusse, que si bien dice concordar eon las reivindicaciones critica seve- ramente la forma que la misma adopta, con ‘movilizaciones” y actos piblicos de los empre- sarios. El mAs sonoro de todos, el 27 de enero, sor- prendig a Lanusse en viaje desde Colombia, que reipondié con un duro comunicado, refer ido en su parte final a la existencia de “empre- sas pobres y empresarios ricos”. No era raro que Lanusse tomara esta actitud: en ese momento los sectores golpistas ebrasileros» intensificaban su presién, y Lanusse debe ponerse delante de ellos, liderindolos con medidas duras: la res- puesta a los empresarios “nacionales” y una po- Hitica dual con respecto al peronismd, que en Jo duro se expresa en la querella a la revista “Las Bases” y la impugnacién del papel de Perdn, Esta habilidad de Lanvsse para neutralizar si tuaciones dificiles explican la permanencia del sector Tanussista y su hegemonia en el tripode Janussismo-ultras-desarrollistas. En términos de contradiccién intema del régimen, esta es mvilti- ple: lanussistas-ultras, Ianussistas-desarrollistas, desarrollistas-ultras. Este es el “pico de la ofensiva brasilera, Inego del cual comienza a evidenciarse un paulatino ablandamiento de sus posiciones eon respecto a Ja salida lanussista. No es Ja audacia del presiden- te, sin embargo, el elemento determinante del re- troceso ultra: dos elementos inciden fuertemente en el mismo. A nivel superestructural, el Ianza- miento del Frente Civico por Peron, que ripida- ‘mente quita toda posible apoyatura civil aun. golpe militar (salvo la Nueva Fuerza); y funda- mentalmente, la agudizacion de las protestas ‘masivas, que se superponen a la represion inten sificada, recomendando ain a los “ultras” perse- verar en la estrategia legalista, en la biisqueda desesperada de una valvala de escape. A ésto debe sumarse que en realidad el régimen di- Fiere del esqucina brasilero solo en ls super cie, porque Ia represion a las fuerzas populares, el modelo econdmico, Ia esencia del sistema de poder, son los mismos sélo que redefinidos en funcién de la particularidad argentina. La. pre- sién gorila se sucede en tranquilidad por parte de ese sector en la medida en que el presidente aclara la continuidad de Ja situacién y su acuer- do con la misma: “No se equivoquen los espe- euladores de debilidades que no existen, poraue no dudaremos un instante en ejercer ha fuerza le que somos capaces” (Lanusse, 23/2/72). De todas modos ef presidente events an eon of argumento para sostener su proyecto frente a los ultras: en exso de una pérdida de control de a situacién, trasticar el juego institucional am- plio en un intercambio entre los mandos v los Politicos y sdicalitas dopuestos a acepar sin eriticas la politica del réqimen, uns ficcién legal reducida alos primeros actores con libreto mili tar y donde las masas no entrarian ni siquiera ‘como piblico, En fin, una salida golpista con Ja permanencia de Lannsse en In ecispide, La mesurada continuidad de los “duvos", basa da sobre todo en la seguridad cle su base de apo- yo, contrasta con los angustiosos vaivefes de: la lideranza desarrollista y partidocratica, que de criticar eneonadamente al capitin de las elec ciones terminan coldndose desesperadamente en su bareo como polizontes. El frondi-frigerismo, expresion civil de la oficialidad “nacionalista y popular’, transitaba ese destino desde el fracaso do la intentona de Azul, después de Ta cual ten- dran que reconstruir su estrategia: de ahi su in- terés en transformar los contenidos del Frente Givico en una reproduccién del frente del 58, tratando de montarse una vez més en Ja fuerza electoral del peronismo en funcién de los desi nios de una burguesia “nacional” impotente. En este contexto, las contradicciones del tr- pode que seflalabamos antes, lanussismo, desarro- Nismo, ultras, se resuelven en el mantenimiento de la iniciativa por parte de Lanusse, quien, atin con altibajos, sigue siendo el produetor de hechos politicos y propagandisticos que en su anticipa- cién y audacia, le permiten absorber situaciones critieas. en el curso de su estrategia contrarre- volucionatia, Dicha estrategia contrainsurgente es prioridad desde el punto de vista militar: "Lo fundamen- tal es la seguridad, sin ella Ia confusién y el re- troceso... “guerra’ contrarrevolucionaria como je de la actividad militar” (Vicealmirante Giz vedonni); dicha concepcién se sustenta en. la iden de que las movilizaciones y_protestas po pulares sen conscenencia de Ia accion subversi va; operativamente, se concreta en el intento de aislar_a las organizaciones revolucionarias del corjuato del pueblo, Pero los estrategas de la guerra contrerrevolu- cfonaria han comprendido las condiciones en ae Aicha estrategia es posible: que es preciso el de- sarrallo de espectativas politicas en Ins masas, y que éstas se viabilizan mediante el acuerdo entre Ta eaispide militar y la buroeracia politica y sine dical, los caballos troyanos en el seno del pueblo. Al complejo de la maguinaria represiva se su ma entonces el intento de ahsorcién de las tic- ticas de hostigamiento kanzadas por Pern, pro- curando transormarlas en parte integrante de la estrategia del régimen, Los medios de commie cacién masiva revierten la historia del Peron “malo” en una de Perdn coneiliador y enemigo de la violencia, lo cual complementa ef pivote principal de dicha politica, Ia utilizacién de la buroeracia como pieza intema de la dietadura en el seno del movimiento popular. Las consa- bidas transformaciones de las tietieas de Perén en estratesia de los sucesivos comandos taeticos son la eonerecién histériea de dicho proyecto, cuya condicién de desarrollo es la contradiccion real en el seno del Movimiento Peronista y su situacién objetiva de deterioro La Hora del Pueblo y el Encuentro de los Ar- wentinos son la ofensiva contra Levingston, y la hase de sustentacién del golpe de Lanusse, que los absorbe como parte integrante del GAN, Pa ladino se transforma en negociador de la paz, de negociador en interlocutor y de interlocutor en representante de Lanusse ante Perén; transfor- ‘macién visible atin para los ingenuos que en nom- bre de una lealtad formal inadvertidamente He- fgaron a justificar mas las maniobras del régimen que las del propio Perén, hasta que la dureza de 1a realidad los hizo desgarrarse las vestiduras en su brusca voltereta anti-Paladinista. Es ese desarrollo de la estrategia contrainsur- gente, y In participacién de la burocracia en la misma, la que obliga a Perén a recrear perma- nentemente sus técticas de hostigamiento, tanto ‘como respuesta de aislacién al régimen como forma neutralizadora de la aceién de los buré- cratas, Es en ese contexto, en la parte decisiva del GAN, que surge el Frente Civico: la apa- rente ambigiiedad del mismo obedece a la voca~ ‘cin integracionista de la burocracia, dispuesta 4 transformarlo rapidamente en una’pieza més del GAN, y a la necesidad de Peron de que esta nueva instancia mantenga la desorganizacién y lucha interna en la superestructura, y que nin guna de las instancias pasadas o actuales acumu- Ie por si sola el conjunto del poder de negocia- cin, Al mismo tiempo aprovecha la agudizacion coyuntural de la contradiccién interimperialista provocada por las medidas ccondmico-financie- ras de Nixon, ‘Tal el sentido inicial del Frente Civico en el planteamiento de Perén, segiin él mismo lo re- sume en su documento “La nica verdad es la realidad”, lanzado en febrero en la revista “Las bases”. Alli define al imperialismo y sus agentes natives como los responsables de la situacién argentina, continda dudando de las promesas gubernamentales, y exige al régimen una vez mis €l adelanto de la fecha electoral y un ministro del interior equidistante, Lejos de condenar la Ja violencia “de arriba’, y propone una serie de violencia popular, la explica como resultante de medidas dle emergencia como paliativos del de- tetforo econdmico y social, El frente aparece eo ‘mo el englobamiento del conjunto de las fuerzas que se oponen a la dietadura, como un instru- ‘mento destinado a lograr esos objetivos inmedia- tos, a la vez que destaca la inoperancia de los “ditigentes” despojados de toda representatividad popular. Aqui vemos como Perén por un lado, téc- ticamente, amplia el conjunto de fuerzas que se oponen a la dictadura y les ofrece la posibilidad de funcionamiento con el esfuerzo mayoritario, el peronismo; incide directamente en la accién de la superestructura, neutralizando a quienes desde tiicticas anteriores estin mis cerca del régimen que de sus directivas, y lanza propues- tas que englobando a esas ticticas ya desgastadas incorporen a sectores marginados en etapas an- teriores; y por otro lado, imposibilitado de ope- rar directamente en la construccién de una es- trategia de poder surgida desde las bases, le da tiempo a su desarrollo manteniendo ccupados a los burécratas, lejos de las bases, obligindolos a desplazarse en los limites de los juegos de pala cio: “Me han sorprendido las palabras del Dr. Cimpora... no soy intermediario entre el gene- ral Perdn y el presidente Lanusse, no conozco que el Gral. Perén ponga requisites 0 condiciones” (Elias Sapag, Madrid, 24 de abril) —"Peron me fnvitd a una reunién que él mantuvo con Sapag. Sapag le manifest6 que él tenia que cumplir una mision en nombre del Sr. Lamusse.... (Héctor Cmpora, Bs. As,, 22 de abril). El Frente Civico, una vez, lanzado, reproduce su ambigiiedad en los miiltiples contenidos que cada sector le adjudiea, Es claro que los “ultras” se ven aislados de toda base civil, como se ana~ lizé anteriormente, y que en esa medida lo ab- sorben en tanto entrevén la posibilidad de estruc- turarlo, en el futuro, en el contexto de In estra- tegia contrainsurgente, como ocurrié con “La hora del pueblo” y el “Encuentro de los argenti- nos"; en este sentido, la euforia de “La Opi in” es un reflejo propagandistico, pero. reflejo al fin, de mo Ia Casa Rosada confia en su jue- go politico con la burocracia para integrar las ofensivas de Perén, » “i El desarrollismo se consideré desde el princt pio el gran socio del Frente Civico. Sin posibili- dades de constituirse en alternativa en el seno de las FF.AA,, el frondifrigerismo abandoné su pos- tura critica con respecto a las elecciones y se couvirtié en uno de los panegiristas del proceso institucional. “El proceso institucional leva una marcha irreversible... hace rato que se estin dando los pasos concretos (para constituir el fren- te) en primer lugar con Ia. prédica que hemos estado tealizando de carécter doctrinario y en segundo lugar sobre la base de encuentros y con- Versaciones entre hombres de todos los sectores politicos” (Frondizi, Canal 13, 22 de febrero). Desde el punto de vista frondi-rigerista, el lanzamiento del Frente Civico es paralelo 2 su conocida verborragia de cambio de estructuras, incluso transformando las exigencias de Pern en materia econémica para el corto plazo en plan ‘econémico: para Frondizi “tiene mi plena coin- cidencia desde el punto de vista econémico” el citado documento de Perén, y esto dicho en el contexto de un discurso referido a que “con ur- nas o sin urnas en la Argentina habré una re- voluoién que pasa por el meridiano de lo nacio- nal y de lo antinacional’, discurso pronunciado en la reunién de politicos, sindicalistas y empre- sarios convocada por la CGE el 9 de marzo. En esa misma reunién no sélo se junté la opo- sicidn legal, el complemento natural del régimen: la CGE, la burocracia cegetista, La Hora del Pueblo, el Encuentro de los Argentinos, el desa- rrollismo, ete., sino también el mticleo de una concepeién expresada en las burocracias y con tun claro sustento de clase: la “burguesfa nacio- nal’, los comisionistas de los monopolios euro- ‘peos, los sectores desplazados de la integracién imperialista, el sindiealismo integracionista, has- ta el recuerdo de la pequetia burguesia tefor- ‘mista y liberal de otros tiempos, el PSD, todos unidos en una idea fantasmal expresida por el Sr, Gelbard al comenzar el acto, en dos palabras: *Sefiores lideres...” Alli el tnico liderazgo en discusién era, como siempre, la repartija del ‘esfuerzo liberador del pueblo para mejor presio- nar al gobierno de los monopotios y reclamar una porcién del botin, Alguna revista definié a ese encuentro como el “verdadero GAN’, y muchos participantes en- trevieron en el msimo el comienzo de desarro- lo del Frente Civico: no hay que desconfiar de Ta diferencia de las dos definiciones, porque en Ta dindmiea con que Ia partidocracia, los burd- cratas, los desarrollistas y el gobierno piensan la relaciin GAN-Frente Civico, ambas_instan- ‘eias son como el hilo blanco y él hilo negro en medio de la oscuridad. En su etapa actual, el GAN no se desliga del ruido de fondo que lo acompatia permanente- mente desde su lanzamiento: los rumores golpis- tas, La andacia del presidente, la mesura, “ul- tra” a la espera de los resultados de la politica lo aguél, no suponen el equilibrio de la “salida” do la tercera etapa de la Rev. Argentina, sino cl testimonio de que, integradas las. burocra- cias, el pueblo sigue siendo un factor externo y tentrentado al régimen. Toda Ia habilidad del go- bierno lo lleva entonces a quemar reservas de maniobra politica para responder a la situacién ‘objetiva de la combatividad popular y al hosti- gamiento de Perén: en ese sentido desgasta su creatividad, slus posibilidades y en siltima ins- tancia su politica. Pero el peronismo, aunque se mantenga incd- Iume como “eje del esfuerzo liberador” también se desgasta en tanto Movimiento: no podia ser de otra manera en la medida en que, como vi- ‘mos, su burocracia sobrevive como complemen taria de la accién del régimen. En el pueblo pe- ronista esté la potencialidad que “no es inacti- vidad”, tal como dice Perén, sino aceién que por ahora ho se constituye en alternativa de poder. Por el contrario, el conjunto superestractural si fre un proceso complicado que se manifiesta en dos direcciones: una, tratar de interpretar el au- tomovimiento real de las masas, y advertir cémo desde ese movimiento real se esta gestando una ‘nueva organicidad, una nueva definicién que re- afirman el cardcter hist6rico y no providencial del Peronismo; en otra direccién, la burocracia se desgasta en la lucha por la “manija” a ln vez ‘oue las formaciones ideolégicas de In clase me- dia y los sectores burgueses se reelaboran den- tro de si misma, en una especie de “dindmiea del quietismo ideolégico", que trata de reclaborar la doctrina en lo que era y no en lo que debe ser, olvidando que la ideotogia y el eonoeimien- to s6lo se hacen revolucionarios en la medida en que sintetizan los antagonismos socfales a par- tir del sector mis consecuentemente revolucio- nario que interviene en ellos, la clase trabajadora. Los doetrinarios de Ja clase media aparecen asi como el reverso de los tradicionales idedlogos pequeiio-burgueses del “partido del proletaria- do", introduciendo una concepeién doctrinaria forinalista: on ella, el campo de Ia sociedad divi- dido en explotadores y explotaos se transforma en tun campo de batalla donde la Iogica de lo apren- ido en los manuales militares reemplaza a la complejidad de la politiea real, donde el motor de Ia historia vuelve a ser la’ voluntad de los grandes generales en lugar de la lucha de los pueblos contra la opresién, donde el sujeto de los aconteciimentos son las operaciones de “retira- da estratégica, defensiva estratégica, equilibrio tactico, ofensiva estratégica”, operaciones de es- cuadea y tralineas donde las masas son un obi to de manipulacién en manos del “comando’ Ese reduccionismo seria cémico en su delirio si no fuera trigico en su trasfondo fascistizante que s6lo puede engendrarse en el pensamiento quie- to y conformista del pequefio-burgués, Como dice Ia sabiduria popular, el que no avanza retrocede. Crear una politica con datos apenas diferentes a los de octubre de 1945, aun- ‘aparezcan envueltos en el sonsonete de la ictualizacién doctrinaria” slo puede eaber en la imaginae’én de los sectores de In clase media incorporados tardiamente al peronismo, se tan en él a partir de sus propios intereses de clase y no asnmiendo su sismificacién histé- rica, son la expresiin politien del proletariado. Sélo asi pueden aparecer hoy tos deltios de un “socialismo” planificado en cenaculos de coman- dantes teenoldgicos, al margen de la préctica real de las masas que es el tinieo lugar donde se gestan la estrategia, el poder, el socialismo y los comandantes teenolégicos, al margen de la plictica real de las mases que es el nico lugar donde se gestan la estrategia, el poder, el socia~ lismo y los comandantes que el pueblo necesita En un sistema que ha cortado toda posibili- dad estructural a 1a pequeiia burguesia, ésta re suelve su frustracién legendaria reclamando una incorporacién en el liderazgo de un proceso que xno cred, suponiendo que en un aiio de prictica verborrigica ha obtenido los galardones sustitu- tivos de su imposibilidad de obtener puestos en Ja judicatura, de vestir la toga profesoral 0 con- tinuar una carrera militar abortada. Sélo as cxiando el tradicional arribismo de la clase me dia se ha reelaborado en una suerte de oportu- nisino peronologista, puede uno explicarse que se Mame “gruptisculos” a quienes sobrellevan desde hace cuatro afios el enfrentamiento mis

Vous aimerez peut-être aussi