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PROGRAMA NACIONAL DE

PROMOCIÓN DE LA MUJER
2004- 2010
Hecho el Depósito Legal en la
Biblioteca Nacional del Perú Nº: 2006-1280

Tiraje: 1000 unidades


Lima, Diciembre 2005
Impreso en los Talleres de LAYMAR
de Carlos M. Ramírez Silva

Auspicio del Fondo de Población de las Naciones Unidas - UNFPA


RED NACIONAL DE PROMOCION DE LA MUJER

Consejo Directivo Nacional 2004-2006


Presidenta Carmela Chung Echevarria
Vice presidenta Lourdes Palao Iturregui
Secretaria Irene Benitez Monago
Tesorera Rosa Gamarra Montesinos
Vocal de Capacitación Salvith Vizcarra Padilla
Vocal de Comunicación Edita Herrera Calle
Vocal de Relac. Interculturales Mirtha Villanueva C.
Coordinadoras Territoriales:
Norte Jessica Rueda Socola
Costa Centro Betty Tamayo W.
Sur Margarita Soto Salas
Oriente Olivia Hidalgo Gonzáles
Centro Isabel Dávila Cárdenas
INDICE

Presentación 7

Introducción 8

Programa Nacional de Promoción de la Mujer 2004 - 2010 11

Áreas temáticas 17
1. Mujer y vida familiar 18
2. Actividad productiva 35
3. Mujer, hábitat y medio ambiente 52
4. Educación y cultura 77
5. Salud integral de la mujer 95
6. Formas de violencia contra la mujer 118
7. Participación política de la mujer 128
8. Imagen de la mujer en los medios de comunicación
social 145
9. Información sobre la mujer 155

Antecedentes históricos 159

5
PRESENTACIÓN

Promover y difundir la adopción de políticas públicas que permitan


la ejecución del Programa Nacional de Promoción de la Mujer por
las diferentes organizaciones del Estado y la sociedad civil constituye
la misión de la Red Nacional de Promoción de la Mujer. Fue
precisamente en 1995, que decidimos reorientar nuestros esfuerzos
hasta conformar una organización que sirviera de enlace entre la
sociedad civil y el Estado para la promoción de políticas, programas
y proyectos que redundaran en la promoción de las mujeres
peruanas, y por ende, en la mejora de la calidad de vida de toda la
sociedad peruana, lo cual está expresado en el Programa Nacional
de Promoción de la Mujer.

El Programa Nacional de Promoción de la Mujer constituye la


propuesta de trabajo fundamental de la RNPM, cuya actualización
es permanente. La presente actualización es un producto colectivo,
trabajado por las coordinaciones regionales de todo el país en el
2003. El Consejo Directivo Nacional 2004-2006 ha asumido la tarea
de publicarlo.

De esta manera, se emprendió el trabajo de recoger las experiencias


y nuevas corrientes de pensamiento que permitieran cumplir con
este objetivo de actualización de nuestras propuestas para la
promoción de las mujeres peruanas, en una perspectiva de equidad
de género.

Esta actualización está destinada a la difusión entre los y las


miembros de la Red y entre las instituciones públicas y privadas

7
relacionadas con las actividades de promoción del desarrollo y la
equidad de género, está orientada a contribuir a la formulación de
planes que converjan hacia el objetivo común de producir cambios
en la situación y condición de las mujeres, especialmente de las
más pobres y vulnerables.

La presente actualización del Programa de Promoción de la Mujer


2004-2010 ha contado con el apoyo de José Cornejo en el trabajo
de sistematización, la revisión estuvo a cargo del Consejo Directivo
Nacional y de las miembras del Consejo Consultivo de la RNPM:
Violeta Sara Laffose, Amelia Fort Carrillo, Nancy Tolentino, Delma
del Valle, y su publicación ha sido posible gracias al apoyo del Fondo
de Población de las Naciones Unidas.

Consejo Directivo Nacional de la RNPM


2004-2006

Diciembre 2005

8
INTRODUCCIÓN

El Programa Nacional de Promoción de la Mujer constituye el marco


programático sobre el cual la RNPM establece las prioridades y
estrategias de su acción, recogiendo en todo momento las iniciativas
y propuestas de las mujeres peruanas en torno a los temas
priorizados. Este es un trabajo permanente, concebido y ejecutado
de manera participativa, poniendo a disposición del mismo la
estructura amplia de red, a través de las instancias descentralizadas
de nivel departamental y macro regional de la RNPM, promoviendo
y realizando debates en talleres, foros, seminarios, asambleas de
mujeres, con la participación de mujeres de diferentes pertenencias:
organizaciones de base, liderezas comunales, comedores populares,
vaso de leche, regidoras, alcaldesas, trabajadoras del sector público,
educadoras, enfermeras, obstetrices, médicas, funcionarias de los
diferentes sectores principalmente los sociales, juezas, fiscales y
empresarias.

Aprobado el Programa Nacional de Promoción de la Mujer 1990-


1995, formulado a iniciativa de una instancia estatal, pero con un
trabajo participativo como el descrito anteriormente, nació la Red
Nacional de Promoción de la Mujer, concebida para convertirse en
el agente que facilitara la relación del Estado con la sociedad civil,
particularmente las mujeres organizadas. En cumplimiento de ese
mandato, al que se suma nuestra particular forma de trabajo
participativa y de búsqueda de consensos, es que recogiendo el
sentir de las mujeres peruanas se han llevado a cabo dos procesos
de actualización del Programa de Promoción de la Mujer, el primero
para el periodo 1996-2001 y un segundo para el periodo 2004-

9
2010. En el primer caso, culminado hacia fines de 1996, acogió
muchas propuestas que en el transcurso de estos años se han puesto
en práctica, aunque no contarnos con facilidades que nos
permitieran su publicación. En el segundo caso, se realizó a través
de un cuestionario mediante al cual las Coordinaciones
Departamentales de la RNPM hicieron llegar sus propuestas
terminándose el proceso en la XIII Asamblea de la RNPM de Chiclayo
de 2004. Resulta pertinente rescatar los proceso de actualización
del Programa Nacional de Promoción de la Mujer para dejar
testimonio de nuestro esfuerzo y para continuar en la lucha por
conseguir aquellos postulados que aún no han sido recogidos o
para perfeccionar aquellos que habiendo sido puestos en práctica,
requieren del seguimiento permanente en su ejecución, tomando
en consideración las propuestas y sentir originarios de las mujeres
peruanas.

10
PROGRAMA NACIONAL DE
PROMOCIÓN DE LA MUJER
2004- 2010

OBJETIVOS GENERALES

1. Sensibilizar a la población en general e incidir en los


decisores tanto públicos como privados, sobre la actual
situación de discriminación y subordinación de la mujer,
así como de los obstáculos que impiden el ejercicio de sus
derechos, su pleno desarrollo y afectan su dignidad como
persona.

2. Promover la integración de la mujer en condiciones de


libertad e igualdad de derechos, deberes y oportunidades,
sin discriminación por género, en todos los niveles del
proceso de desarrollo económico, político, social y cultural
de la nación, promoviendo su participación política y la
vigilancia de las políticas públicas.

3. Impulsar y reforzar un sistema de redes autónomo para


promover organizaciones y grupos de mujeres a nivel
nacional.

ESTRATEGIA GENERAL

El Programa Nacional de Promoción de la Mujer está dirigido a


atender la situación y marginación de todas las mujeres del país,

11
particularmente de las que viven en las zonas rurales deprimidas y
urbano marginales y, dentro de estos grupos, se priorizará a las
mujeres jefas de hogar, andinas y nativas, niñas adolescentes y
mujeres de menores recursos.

La ejecución de este Programa Nacional será una acción conjunta


entre el Estado y las instituciones de la sociedad civil. Particular
responsabilidad tiene la Red Nacional de Promoción de la Mujer la
que a través de acciones de promoción y defensa pública, a nivel
nacional , regional y local, información, capacitación, vigilancia,
comunicación y difusión deberá crear condiciones para la ejecución
de las acciones de promoción de la mujer y la equidad de género
dentro de las acciones de promoción del desarrollo humano.

La responsabilidad del Estado en la ejecución del Programa debe


ser definida por el Ministerio de la Mujer y Desarrollo social
MIMDES, como organismo rector de las políticas de promoción de
la mujer, concertando y coordinando con otras instituciones públicas
y los gobiernos regionales y locales las acciones de promoción de
la mujer y de erradicación de la discriminación y de la violencia
contra la mujer.

Se deberá garantizar la participación de las mujeres organizadas en


las fases de planificación, programación operativa, ejecución,
seguimiento y evaluación del Programa para lo cual se establecerán
los canales y mecanismos correspondientes entre le Estado y la
Red Nacional.

Finalmente, se impulsará un sistema de información a nivel local,


regional y nacional que permita contar con los insumos necesarios
para el seguimiento y la evaluación del Programa Nacional de
Promoción de la Mujer.

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ORGANIZACIÓN PARA EL PROGRAMA

El presente Programa se inscribe dentro de las acciones de


cumplimiento de la Promoción de la Igualdad de Oportunidades
sin Discriminación Nos comprometemos a dar prioridad efectiva a
la promoción de la igualdad de oportunidades, reconociendo que
en nuestro país existen diversas expresiones de discriminación e
inequidad social, en particular contra la mujer, la infancia, los adultos
mayores, las personas integrantes de comunidades étnicas, los
discapacitados y las personas desprovistas de sustento, entre otras.
La reducción y posterior erradicación de estas expresiones de
desigualdad requieren temporalmente de acciones afirmativas del
Estado y de la sociedad, aplicando políticas y estableciendo 24
mecanismos orientados a garantizar la igualdad de oportunidades
económicas, sociales y políticas para toda la población. Con este
objetivo, el Estado: (a) combatirá toda forma de discriminación,
promoviendo la igualdad de oportunidades; (b) fortalecerá la
participación de las mujeres como sujetos sociales y políticos que
dialogan y conciertan con el Estado y la sociedad civil; (c) fortalecerá
una institución al más alto nivel del Estado en su rol rector de
políticas y programas para la promoción de la igualdad de
oportunidades entre hombres y mujeres, es decir, equidad de
género; (d) dará acceso equitativo a las mujeres a recursos
productivos y empleo; (e) desarrollará sistemas que permitan
proteger a niños, niñas, adolescentes, adultos mayores, mujeres
responsables de hogar, personas desprovistas de sustento, personas
con discapacidad y otras personas discriminadas o excluidas; y (f)
promoverá y protegerá los derechos de los integrantes de las
comunidades étnicas discriminadas, impulsando programas de
desarrollo social que los favorezcan integralmente.

Las políticas contenidas en el presente Programa de Promoción de


la Mujer son políticas públicas y como tales son recogidas por el

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Estado y se generan en concertación con la Sociedad Civil. Del
mismo modo su ejecución, seguimiento, supervisión, evaluación y
reformulación serán, también, una empresa compartida y en manos
de las propias mujeres. El Programa se constituye en un referente e
insumo para los planes de nivel nacional, regional y local.

La responsabilidad de la ejecución de acciones de promoción de la


mujer recae fundamentalmente en el Estado, que es la institución
que diseña políticas y más recursos capta de fuentes internas y
externas para estos propósitos, sin dejar ser responsabilidad de todas
las instituciones privadas y de la sociedad civil que ejecutan acciones
de promoción. Sin embargo, el Programa debe ser capaz de
continuar como un esfuerzo pluralista y participativo a pesar de
tener que estar necesariamente inmerso en los procesos políticos
que se dan permanentemente en cualquier circunstancia y bajo
cualquier sistema. El Programa Nacional de Promoción de la Mujer
debe constituirse en referente e insumo para los planes de desarrollo
de nivel nacional, regional y local.

Por ello desde un primer momento, se ha considerado entonces


que la mejor forma de organización es la de «red», de acuerdo con
las nuevas ideas que se han venido desarrollando en el mundo
entero en los últimos cincuenta años.

El concepto de red surge como una respuesta a una realidad. La


organización social se ha hecho cada vez más extensa y compleja,
se reconoce una multiplicación de instituciones, tanto públicas como
privadas. Hay también una tendencia en todas y cada una de ellas
a aislarse con lo que se genera una, cada vez mayor, duplicación de
esfuerzos y consecuente pérdida de recursos.

En respuesta a esta situación se genera la idea de poder construir


redes de instituciones, de grupos de diversa naturaleza y de

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personas, donde predominen las relaciones horizontales, la
comunicación directa, personal e informa¡, y, no entren en juego la
burocratización y la jerarquización. Estas redes están abiertas a todos
los entes del Estado, a la sociedad civil y a otras personas.

Así, de acuerdo a los intereses compartidos o frente a tareas


comunes, se pueden aprovechar todas las energías y creatividades
para un trabajo sin omisiones ni duplicación de esfuerzos.

Es preciso reiterar que las redes deben ser abiertas, autónomas,


horizontales en sus relaciones, sin jerarquías y donde todos estén
en un plano de igualdad para poder opinar libremente y sin temor.
Igualmente, en ellas, deben predominar los canales informales, las
modalidades de comunicación directa, el uso de todo el desarrollo
tecnológico y científico de las comunicaciones que permite
establecer contacto directamente, a gran distancia y sin pérdida de
tiempo.

La idea de poder utilizar al máximo posible las capacidades


individuales e institucionales y desarrollar con sentido democrático
las relaciones sociales nos lleva, naturalmente, al problema de lograr
que la gran cantidad de instituciones públicas, de la sociedad civil y
personas puedan tener formas fáciles y prácticas de comunicarse y
esta comunicación sea promovida, estimulada y facilitada.

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AREAS TEMÁTICAS

1. MUJER Y VIDA FAMILIAR

2. ACTIVIDAD PRODUCTIVA

3. MUJER, HÁBITAT Y MEDIO AMBIENTE

4. EDUCACIÓN Y CULTURA

5. SALUD DE LA MUJER

6. FORMAS DE VIOLENCIA CONTRA LA MUJER

7. PARTICIPACIÓN POLÍTICA DE LA MUJER

8. IMAGEN DE LA MUJER EN LOS MEDIOS DE


COMUNICACIÓN SOCIAL

9. INFORMACIÓN SOBRE LA MUJER

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MUJER Y VIDA FAMILIAR
La familia es el grupo social en el cual se reproduce y desarrolla el
ser humano. Este desarrollo es tanto físico como emocional. Por
eso podemos decir que la familia cumple un doble papel:
proporcionar nuevos miembros a la sociedad, es decir, individuos
socializados, capaces de participar activamente en ella; y, satisfacer
las necesidades afectivas de sus integrantes, lo cual les permite
alcanzar un equilibrio emocional.

Para el cumplimiento de esos papeles, en la familia se entablan


relaciones y se realizan múltiples actividades. Cada grupo familiar
se inicia con la constitución de la pareja la cual, en el Perú, puede
tener orígenes muy diversos. La gran mayoría se constituye por la
atracción afectiva mutua, aunque no faltan casos en los que se
conforma por imposición de los padres o para satisfacer una
necesidad económica de él o de ella.

La pareja ya constituida tiene que velar por su propia supervivencia


y la de sus hijos, para lo cual necesita generar ingresos y adquirir o
producir los bienes esenciales como alimento, vestido y vivienda y
los servicios de salud, crianza y educación de los hijos. Algunas de
estas actividades se realizan fuera de la casa y otras al interior,
cuando se hacen al interior se denominan tareas domésticas.

Equidad o desigualdad en el aporte económico

Según el ordenamiento jurídico actual, marido y mujer son


responsables del aporte económico para el sostenimiento del grupo
familiar (Ver Anexo: Código Civil). Esta es una realidad en la familia

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campesina andina y en un alto porcentaje de familias urbanas tanto
del sector medio como del sector popular.

En el área rural de la zona andina, la mujer es parte integrante de


una familia nuclear donde, según la racionalidad andina, ella cumple
roles específicos complementarios con el esposo y los otros
miembros de la familia en el proceso productivo, además de los
roles domésticos. En gran proporción, las mujeres de estas áreas
participan en la administración de la economía familiar. Las
migraciones, en general, afectan la composición de la familia en la
Sierra, quedándose la mujer, eventualmente, como única jefa del
hogar en muchas zonas rurales.

En gran parte de la zona rural costeña y en la mayoría de familias


urbanas existe una división de trabajo entre marido y mujer según
la cual el marido es el responsable de generar ingresos para la familia
y la mujer es la responsable de realizar las tareas domésticas. Para
ambos casos se supone que la familia es un grupo solidario, que los
ingresos que obtienen los miembros forman parte de un presupuesto
común y que los gastos son realizados equitativamente para
satisfacer las necesidades de todos ellos. Sin embargo, esto sucede
en un reducido porcentaje de familias; en la gran mayoría, la madre
desconoce el monto de los ingresos del marido y éste cuida de
mantener este dato en secreto. En el caso del padre patriarcal, él
cumple con dar lo necesario para la mujer y los hijos, pero gasta en
su persona y en sus compromisos sociales sin dar cuentas a nadie
de sus egresos.

De otro lado, el hecho que más mujeres ingresen en el mercado


productivo induce cambios en las relaciones de género. La situación
de crisis económica obliga a los varones a «permitir» que las mujeres
salgan de su casa para trabajar o para ir a los clubes de madres a
recibir alimentos.

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En el caso del marido machista la situación es grave. El gasta la
mayor parte de sus ingresos en su ropa, su alimentación, la bebida
y otros compromisos con los amigos. Lo que queda es para la mujer
y los hijos, lo cual es totalmente insuficiente. En estas circunstancias
es que la mujer busca algún empleo precario que le permita comprar
lo indispensable para satisfacer el hambre de los hijos y el suyo
propio. Si el empleo que consigue la mujer es más permanente, el
marido reduce aún más su aporte o lo hace esporádico, llegando el
caso en que él le exige a ella la entrega de sus ingresos.

Hay otras circunstancias en las que el marido ha formado otra familia


con una segunda mujer y convive con ambas alternadamente
dándose así una situación de bigamia encubierta. Finalmente un
situación muy común es que el marido abandone a la mujer y a los
hijos, negándose a darles el apoyo económico indispensable. La
mujer se convierte así en la única jefa de familia que sostiene sola
su hogar.

En la Costa Norte se constata la existencia de bigamia por parte del


varón, siendo ésta aceptada por las mujeres. Existe una pasividad
de las mujeres como consecuencia de su propia desvaloración y
por no asumirse como personas con derechos. En el caso de crisis
económica, el apoyo asistencial por parte de Estado o de algunas
instituciones privadas hace que el marido machista se desentienda
de su responsabilidad como proveedor en el hogar. En resumen,
una gran mayoría de mujeres asumen solas el sostenimiento de sus
familias.

La participación de las mujeres de la Selva, en la generación de


ingresos, es relevante; la mujer en el campo trabaja en toda época
mientras que el marido en la temporada de espera de cosecha se
dedica a la bebida, gasta en otras mujeres, sin establecer relaciones
permanentes. Las mujeres realizan múltiples actividades para

21
agenciarse de recursos económicos. Muchas mujeres se ven
obligadas a mantener a los varones. Del mismo modo, el grado de
abandono del hogar por parte de los hombres es muy frecuente así
como la utilización de las mujeres para el tráfico de drogas.

El abandono paterno de la familia

Se tiene información estadística sobre el abandono de familia en


algunos departamentos del Perú; así sabemos que en Piura es el
delito que está a la cabeza de las denuncias penales en ese
departamento, mientras que en uno del sur como Arequipa, ocupa
un lugar mucho menos importante; en la Selva, el hombre abandona
fácilmente a su familia. Esta situación de abandono, bastante
generalizada, se refleja en una creciente proporción de familias
nucleares monoparentales, formadas por mujeres solas, jefas del
hogar con sus hijos. Estas familias no reciben la protección de la
sociedad y forman la categoría más pobre de la escala social.

Según los datos del Censo de 1993 el 23% de hogares están


jefaturados solamente por mujeres.

Tareas domésticas compartidas o divididas

En el aspecto de los quehaceres domésticos, la división sexual del


trabajo es mucho más acentuada que en la generación de ingresos.
Son relativamente pocas las familias donde se comparten las tareas,
de acuerdo a lo dispuesto por el ordenamiento jurídico actual; la
gran mayoría de quehaceres domésticos son realizados por la mujer.
(Ver Anexo: Código Civil).

Esto sucede tanto en el medio urbano como en el rural, aunque en


el caso de la familia campesina andina y en algunos sectores
populares urbanos, las tareas domésticas podrían incluir la

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construcción y reparación de la vivienda, tarea que realiza el marido
con la colaboración de la mujer; así como la fabricación de prendas
de abrigo hechas tanto por el marido como por la mujer en las
zonas andinas. Las mujeres se hacen cargo de los padres en edad
avanzada en diferentes lugares del país, especialmente en la Sierra
Sur. En la Selva, las mujeres son orientadas a establecer uniones
tempranas con la finalidad de que ellas realicen las tareas
domésticas.

La especialización de la mujer en las tareas domésticas, llevadas a


cabo la mayor parte por ella, en condiciones de aislamiento y con
métodos primitivos y/o artesanales, convierten estas tareas en
tediosas y rutinarias; al mismo tiempo le exigen muchas horas de
dedicación y esfuerzo con lo que resultan de una baja productividad.
Todo ello lleva a su poca valoración social, sobre todo en un medio
urbano donde coexisten técnicas y métodos industriales de gran
productividad y donde la mayor parte de los trabajos son un esfuerzo
social que permite la asociación de quienes lo realizan.

Esta situación se agrava cuando la mujer cumple, al mismo tiempo,


con la responsabilidad de generar ingresos para el hogar, porque la
gran mayoría no encuentra en el marido una respuesta equitativa
de compartir las tareas domésticas o porque el marido la ha
abandonado quedando ella como jefa de familia. El resultado es
una sobrecarga de trabajo en la mujer, reduciendo o anulando su
tiempo libre cotidiano o semanal así como su descanso nocturno.
En muchos casos delega sus responsabilidades en otras mujeres de
la familia o vecinas, debido a la falta de servicios que socialicen el
trabajo doméstico.

Una forma sustantiva de transformación de las tareas domésticas


en el medio urbano, se produce por el funcionamiento de las cocinas
multifamiliares, conocidas como comedores populares. Estas, no

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sólo elevan la productividad del trabajo doméstico al aumentar la
escala de producción y especializar las tareas, sino que rompen el
aislamiento del ama de casa convirtiendo su tarea individual en un
trabajo social y solidario.

Relaciones de pareja democráticas o autoritarias

Una relación fundamental que se entabla entre los cónyuges es la


relativa al ejercicio de la autoridad. Esta relación se presenta en
forma muy variada según la procedencia rural o urbana, costeña,
serrana o selvática de los grupos familiares. La relación mayoritaria
es la de dominación del marido en forma bastante arbitraria, sobre
todo cuando la mujer está en una situación total de dependencia
económica, sea por no contribuir a los ingresos familiares, o por no
haber aportado con tierras o animales al capital inicial de la unidad
productiva familiar en el campo. En la región de Selva, el varón
busca como pareja a una mujer joven para poder formarla a su
manera.

El autoritarismo marital se manifiesta arbitrariamente desde la


decisión que concierne a que la mujer trabaje en la obtención de
ingresos para la familia, la de continuar sus estudios o de adquirir
una capacitación técnica en una escuela vespertina. Pero lo más
grave es que el marido decide el sólo si la mujer va a estar
embarazada o no, lo cual se pone de manifiesto en la cantidad de
mujeres que declaran no haber deseado el número de hijos que
tienen, así como la afirmación de que el marido se opone a que ella
use anticonceptivos.

La decisión sobre cuando tener los hijos y cuántos, depende, en el


caso del padre patriarcal, de la información que tenga acerca de
los medios que le permitan el acceso a la anticoncepción. En el
caso del padre machista, la situación de la información no afecta

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su comportamiento, porque no se siente responsable de los hijos
que engendra y, en algunos casos, llega a vanagloriarse de tener
muchos hijos como prueba de su supuesta virilidad.

Otra forma de autoritarismo masculino está vinculada a la


participación de la mujer en grupos ajenos a la familia. Limita o
impide la incorporación activa de la mujer en las organizaciones
barriales, sean culturales, políticas o de supervivencia y, en los casos
de mujeres obreras, les impide una vida gremial activa. Es
interesante señalar que este comportamiento masculino nunca ha
tenido un respaldo legal explícito y, sin embargo, es el que más
fuerza tiene.

La manera cómo el marido impone su autoridad sobre la mujer es,


mayoritariamente, mediante el maltrato psicológico y físico si es
que ella se atreve a desobedecerlo como en el caso de las dirigentes
y, en otros casos, es el chantaje económico, al no cumplir con el
aporte indispensable para el mantenimiento de los hijos o la
amenaza de abandono que se efectúa con bastante frecuencia.

Sexualidad y relaciones afectivas

Hemos señalado que en la familia se satisfacen las necesidades


afectivas y con ello se logra el equilibrio emocional de sus miembros.
También hemos precisado que la mayoría de parejas se constituyen
por una mutua atracción afectiva, sin embargo, la manera como a
menudo se vive la sexualidad en las parejas, sin distinción de área
geográfica o clase social no permite alcanzar ese necesario equilibrio
emocional. Ella es vivida como el ejercicio de un derecho por parte
del marido y el cumplimiento de un deber por la mujer, donde en
muchos casos se produce violación sexual. Esta forma de relación
estaba indirectamente normada por el Código Penal de 1924 el

25
cual, al tipificar el delito de violación, lo excluía como delito en
caso de matrimonio. A partir del nuevo Código Penal de 1991 esta
situación ha cambiado radicalmente, el marido que obliga a su mujer
a tener relación sexuales comete el delito de violación contra ella y
puede ser condenado a prisión. Felizmente hay bastantes parejas
que mantienen vivo el vínculo afectivo y para las cuales la sexualidad
es la expresión de un encuentro amoroso.

El incesto y el abuso sexual incestuoso 1

El incesto está prohibido universalmente y en la mayor parte de


culturas merece la muerte o la expulsión del o de los culpables. En
las sociedades modernas también recibe penas severas porque se
ha llegado a comprender que no se trata de un simple agravante
de la pedofilia, sino que su presencia destruye las bases mismas de
la familia en tanto grupo social adecuado para la construcción de
personalidades equilibradas. Esto sucede cuando aquel que está
llamado a proteger (padre o padrastro) a una criatura en formación,
se convierte en el agresor, dejando a la víctima en el más completo
desamparo e inseguridad frente a los que la rodean. Deja en ella
una marca indeleble que no le permitirá el desarrollo de una
personalidad con confianza en los demás y carente de confianza
en sí misma, así como sin autoestima personal.

Los datos que se tienen en nuestro medio acerca del abuso sexual
infantil muestran que la mayor parte de los abusos se realizan en el
entorno familiar del niño o de la niña. Sin embargo la legislación
existente no expresa la gravedad que comporta el delito del incesto,
ni prevé tratamiento adecuado para la víctima, ni protección futura

1
El texto fue tomado de la «Propuesta de aspectos a ser considerados en un programa
de gobierno relativo a la protección de la familia» entregada a la Ministra de
PROMUDEH Susana Villarán el 23 de enero del 2001 por el equipo de especialistas
Cecilia Aldave, Diana Cordano y Violeta Sara-Lafosse.

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frente al abusador, quien también requiere ser tratado
psicológicamente.

Educación y crianza de los hijos compartidas y sin


discriminación de género

La manera como se mantienen los roles asignados por género es a


través de la socialización de los hijos en el seno de la vida familiar.
Ahí no sólo se moldean al ser masculino y femenino como opuestos
y antagónicos sino que se norman los comportamientos de
dominación y de subordinación que deben ser internalizados por
los varones y por las mujeres respectivamente cuando entran en
relación.

Los mecanismos de represión del llanto para los varones y de evitar


las peleas para las mujeres nos explican la dureza en ellos y la
incapacidad de autodefensa en ellas. La segregación en los juegos
y en los juguetes por género, con la correspondiente prohibición
de compartirlos, va generando en unos y otras la vivencia y la
vocación de mundos diferentes y exclusivos, con el agravante de
la sanción de ridículo y vergüenza para quien se atreva a incursionar
en el mundo del otro.

Las relaciones entre hermanos son ocasiones privilegiadas del


aprendizaje de subordinación en las niñas y de dominación en los
chicos. Ella debe servir al hermano y cuidar de tener en orden y
limpias sus prendas personales, además de serle obediente si él es
el mayor.

El impulso sexual negado en la joven hasta el punto de hacerle


sentir sentimientos de culpabilidad por experimentarlo, así como
el mismo impulso estimulado tempranamente en el adolescente
varón del medio urbano y despojado de su componente afectivo al

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ser impelido a acudir a un prostíbulo para probar su «virilidad»,
nos pone de manifiesto las razones que les impiden a ambos
experimentar una sexualidad humana en la cual se sientan
realizados. Esta educación incide en la existencia de una alta tasa
de abuso sexual por parte de los padrastros y en el incesto.
Igualmente en la demanda de prostitución en las zonas urbanas,
con la consiguiente esclavitud de miles de mujeres.

Finalmente, es en el medio familiar donde se proyecta, para el hijo,


estudios superiores y se lo presiona sin tener en cuenta su vocación;
y de la misma manera, se destina a la hija a ser ama de casa o
permitiéndole solo la capacitación en carreras técnicas y cortas como
un seguro contra un posible fracaso conyugal. Las tareas domésticas
son descargadas en las hijas mayores, afectando su desarrollo
personal y opciones a la educación, entre otros. Hay falta de tierras
a nombre de las mujeres, en zonas donde la tierra es escasa,
especialmente en la Sierra Sur, por la preferencia frecuente de los
padres en dejar como herederos a los varones.

Si bien la educación segregada por género todavía perdura,


expresada no sólo en el hogar sino en las escuelas que aún son
segregadas por sexo, cada vez más las niñas y jóvenes están
incursionando en muchos comportamientos, deportes y estudios,
antes reservados para los varones.

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OBJETIVOS ESPECÍFICOS Y LINEAS DE ACCIÓN

Equidad en la aportación de ingresos

Objetivo 1
Lograr que el aporte para el sostenimiento del hogar sea equita-
tivamente compartido por la pareja, y por los hijos en la medida
que estos hayan alcanzado una edad adecuada para hacerlo. 2

Líneas de Acción
1.1. Promover campañas de sensibilización sobre la
responsabilidad irrenunciable de los padres en aportar con
sus ingresos para mantener y educar a los hijos.
1.2. Impulsar campañas educativas contra el gasto superfluo y
nocivo en alcohol y prostitución que desvían los ingresos
necesarios para satisfacer las necesidades familiares y
deterioran las relaciones familiares.
1.3. Promover la difusión de los deberes y derechos de la pareja
(casados o convivientes) contenidos en la Constitución y
en el Código Civil, en especial los relativos a los deberes
compartidos en el sostenimiento familiar.
1.4. Promover la elaboración de una propuesta normativa que
incluya en la legislación sobre omisión de asistencia
alimentaria la fijación de una unidad impositiva alimentaria
fijada por el Poder Judicial.
1.5. Promover la elaboración de una propuesta normativa que
incluya en las responsabilidades de las Fiscalías de la
Familia, la de ubicar y hacer detener al padre que incurra
en el delito de omisión de asistencia alimentaria, en
cumplimiento de la Constitución, que lo señala como el

2
Tomadas de la Propuesta citada el tratar el tema del incesto.

29
único delito que no puede ser eximido de pena privativa
de la libertad.
1.6. Promover la elaboración de una propuesta normativa que
incluya dentro de los requisitos para el nombramiento y
ejercicio como Juez o Fiscal del niño y del adolescente y
de la Familia, un comportamiento familiar responsable.
1.7. Exigir el trato preferencial para obtención de trabajo
carcelario a los padres detenidos por el delito de omisión
de asistencia alimentaria; y, canalización de los ingresos,
que el interno obtenga, para sostener a sus hijos, de la
misma manera que lo hacen las madres detenidas. El
rechazo a dicha propuesta no le otorgará los beneficios
carcelarios.

Responsabilidades de los padres

Objetivo 2
Erradicar la impunidad de los padres que abandonan a la pareja
con los hijos y asegurar el derecho a la identidad de niños y niñas.

Líneas de Acción
2.1. Impulsar que en los casos de abandono paterno de los
hijos, las fiscalías de familia se encarguen de ubicar al padre
y de obligarlo en forma coactiva a entregar su aporte
económico para el mantenimiento de los hijos.
2.2. Exigir la permanente revisión de la legislación que regula
los trámites de los juicios de alimentos, para garantizar su
celeridad y protección efectiva de las mujeres, niños y niñas
abandonados
2.3. Impulsar la creación de Consejos de Familia Regionales.
2.4 Promover acciones de vigilancia ciudadana para garantizar
a las niñas y niños el derecho al nombre y la identidad.
2.5 Impulsar medidas legislativas que faciliten el ejercicio del

30
derecho al nombre e identidad de las niñas y niños,
reduciendo los costos en todo lo posible.

Solidaridad en la realización de tareas domésticas

Objetivo 3
Lograr que la pareja y otros miembros de la familia compartan la
responsabilidad de las tareas domésticas, aún en los casos en los
que la mujer no realice un trabajo remunerado, reconociendo así
el derecho del ama de casa al descanso.

Líneas de Acción
3.1. Fomentar la capacitación de los maestros como apoyo para
difundir una estructura familiar de tipo igualitario que
enfatice en la solidaridad de la pareja en la realización de
las tareas domésticas como un modelo de democracia para
los hijos.
3.2. Promover, difundir y sensibilizar a la población, a través
de los medios de comunicación masiva y alternativa, los
deberes y derechos de parejas, contenidos en el Código
Civil, con el apoyo de instituciones privadas u otros
sectores; así como los derechos de la niña a la recreación
y a la capacitación.

Modernización del trabajo doméstico

Objetivo 4
Lograr el acceso a la tecnología en todos los aspectos que faciliten
el trabajo doméstico.

Líneas de Acción
4.1. Impulsar la reducción de los costos de los comedores
populares a través de acciones coordinadas con los
gobiernos locales y los productores agrícolas.

31
4.2. Promover el compromiso y el apoyo de los gobiernos
locales en los esfuerzos de trabajo comunal y en los de
ayuda mutua que realizan las mujeres y varones en la
construcción de sus viviendas y otras tareas domésticas.

Relaciones de parejas democráticas o autoritarias

Objetivo 5
Erradicar el autoritarismo masculino sobre la mujer y demás
miembros de la familia así como toda forma de maltrato que él
ejerce sobre ella y los hijos.

Líneas de Acción
5.1. Exigir que las delegaciones de mujeres y/o secciones
especializadas hagan conocer a los maridos, las sanciones
a las que se hacen acreedores por comportamientos de
violencia y chantaje que ejercen sobre sus compañeras.
5.2. Promover la vigilancia ciudadana, en especial a través de
las organizaciones femeninas locales, para el cumplimiento
de las sanciones que se impongan a los maridos violentos.
5.3. Impulsar la creación en las delegaciones existentes una
sección especializada para la atención de las denuncias de
las mujeres, atendida por mujeres policías debidamente
capacitadas, para aquellos lugares donde la creación de
delegaciones de mujeres no se realice a corto plazo.

Humanización de la Sexualidad y erradicación del incesto

Objetivo 6
Promover la vivencia de una sexualidad libre y voluntaria en la
pareja que les permita realizarse plenamente como personas, así
como combatir el incesto y todo abuso sexual.

32
Líneas de Acción
6.1. Fomentar entre las mujeres la autoestima y la solidaridad
de género a través de talleres.
6.2. Difundir el mensaje del derecho de las parejas a una
sexualidad humana, dentro del respeto a la igualdad y
dignidad de las personas garantizado por la Constitución.
6.3. Difundir masivamente la gravedad del incesto explicando
las consecuencias nocivas que el incesto produce en el
individuo, la familia y la sociedad.
6.4. Difundir los derechos de niños y niñas, en especial el
derecho a un desarrollo psicológico sano y protegido.
6.5 Que las niñas y los niños víctimas de incesto o violación
sexual sean atendidos por personal (médico legista,
enfermeras, etc.) especialmente formado para una correcta
atención de estos casos y que, posteriormente, reciban
un tratamiento psicológico hasta lograr su recuperación.
6.6 Promover la creación de Equipos Interdisciplinarios
(abogados, psiquiatras, psicólogos, asistentes sociales) que
realicen un trabajo de seguimiento de la persona (padre o
padrastro) que cometió el incesto o abuso sexual.

Educación de los hijos compartida y sin discriminación


de género

Objetivo 7
Propiciar que los padres y madres asuman, de manera compartida,
la responsabilidad de educar a sus hijos y que lo hagan en forma
igualitaria sin establecer entre ellos discriminación por género.

Líneas de Acción
7.1. Promover campañas permanentes de orientación e
información, utilizando los medios de comunicación masiva
(radio, TV, prensa escrita) en los que se oriente a los

33
miembros de familia y a la comunidad sobre cómo educar
a los hijos, poniendo especial énfasis en la valoración de
la mujer y en no ofrecer una educación diferenciada según
el sexo.
7.2. Promover talleres sobre educación no diferenciada por
sexo de los niños, para maestros, asistentes sociales,
promotores sociales que pueden orientar a la población
sobre el tema.
7.3. Impulsar la orientación de los varones acerca de la
responsabilidad masculina en la educación de los hijos,
estableciendo convenios con los gremios y organizaciones
populares.
7.4. Impulsar el fortalecimiento de las escuelas de padres a
cargo del sector educación, integrando a las organizaciones
comunales con la finalidad de que el padre y la madre
asuman conjuntamente la educación de los hijos.

ESTRATEGIA

En cumplimiento del deber constitucional del Estado de proteger a


la familia, se deberá definir la responsabilidad del gobierno central
y la de los gobiernos regionales en las acciones que les competen.
Para ello coordinarán con los gobiernos locales y las organizaciones
vecinales y comunales las acciones que favorezcan la
responsabilidad de los varones padres de familia y su mayor
solidaridad con la mujer y los hijos.

De igual manera, coordinarán con las diversas instancias del sector


justicia para lograr que se cumplan las normas que rigen la vida
familiar, haciendo operativas sus disposiciones. Asimismo, se
establecerán canales de colaboración entre las organizaciones de

34
mujeres y el sector educación para que éste apoye la difusión de
los deberes y derechos de la pareja en la vida familiar.

Como una política preventiva se establecerán acuerdos de


colaboración con los centros de capacitación pedagógica para que
los futuros maestros asuman la tarea de orientar a los padres de
familia hacia una concepción democrática de la sociedad sin
discriminación por género. Y, en forma más concreta, se establecerá
una mayor coordinación entre los sectores de salud y educación
para que ofrezcan una educación familiar y sexual integral.

Finalmente, se coordinará con los gobiernos locales los mecanismos


de apoyo que puedan brindar para la creación de servicios
domésticos colectivos.

35
ACTIVIDAD PRODUCTIVA
La participación de la mujer, en la actividad económica, siempre ha
estado a la sombra y no ha recibido el interés que sí ha tenido el
estudio de la mano de obra masculina. De otro lado, las actividades
realizadas por las mujeres en la estructura productiva, siempre han
estado signadas por los bajos ingresos y el menor prestigio social.

La ampliación del mercado laboral en las últimas décadas, con


significativa presencia femenina, se atribuye a la pérdida de
capacidad adquisitiva de los ingresos reales de las familias debida a
las crisis económicas que, desde mediados de los años 70, afectó la
economía peruana.

Población Económicamente Activa (PEA) a nivel nacional

Está comprobado que, en época de crisis, se da una mayor presión


en el mercado de trabajo y la Mano de obra se incorpora sin importar
«las condiciones de trabajo» para lograr un ingreso con que poder
subsistir. Asimismo, la presión más fuerte en el mercado laboral, en
época de crisis, la ejercen las mujeres exponiéndose a la
desprotección y marginación económica que se da como una
constante, tanto en el área urbana como rural. Para Lima
Metropolitana, un perfil de «pobre típico» es una mujer abandonada
(o con una relación inestable) que se convierte en el sostén de sus
hijos y que no asume los prejuicios frente a la ocupación que suele
tener la mano de obra masculina.

La población económicamente activa nacional alcanzó los


11,912,462 personas en el III trimestre del 2000, el 64.6% se
ubicaba en el área urbana y el 35.4% en el área rural. Para este

36
año sólo el 30% las mujeres era PEA, a pesar de que ellas constituían
el 51.6% de la población en edad de trabajar. Con las cifras que se
presentan en el Cuadro Nº 1 y siguientes, se puede apreciar la
creciente inserción de las mujeres en el mercado de trabajo.

La tasa de actividad femenina ha tenido significativos incrementos


desde las últimas décadas; la mujer ha pasado de una tasa global
de actividad de 20.4% en 1972, a 25.5% en 1981, alcanzando en
el último trimestre del 2000 el 57%, constituyéndose así en el
43% de la PEA total. Este aumento podría ser mayor si en los
censos se contabilizaran todas las tareas que las mujeres realizan
en los predios familiares como: cuidado de los animales, trabajo en
las diversas labores agrícolas (deshierbe, siembra, cosecha, etc.),
que han sido asumidas por ellas como parte de su quehacer cotidiano
en su rol de mujer-madre-esposa y no son entendidas como
actividades productivas. Por lo tanto, son subenumeradas por los
empadronadores censales en el proceso de recolección de
información, a causa de la concepción que se tiene del empleo,
como sí sólo los varones pudieran incorporarse en él. Cabe señalar
que para el último trimestre del 2000 la tasa de actividad masculina
alcanzó el 81%.

Condiciones de inserción en el mercado de trabajo

Se ha incrementado la participación de las mujeres, sin embargo,


las condiciones en que trabajan no son las más adecuadas. Por
ejemplo, en 1981, la PEA masculina estaba desocupada en un 3%
y las mujeres alcanzaban el 19%.

Esto se debe a la selectividad existente en el mercado de trabajo:


es decir, se prefiere a la PEA más joven, con educación formal, con
experiencia laboral y de preferencia soltera; requisitos que no

37
siempre poseen las mujeres y que las excluyen en fuertes
proporciones de este mercado.

Actualmente, esta situación ha variado, la tasa de desempleo en el


último trimestre del 2000 para la PEA femenina fue de 5.4%, el
mismo porcentaje que la masculina, sin embargo en cifras absolutas
si hay diferencias por sexo ( 276,474 mujeres y 366,799 hombres).

En el caso del subempleo las mayores diferencias se presentaron


en los niveles de subempleo por horas: 16% para las mujeres
(829,422) y 9.5% para los hombres (645,295). Si bien el
subempleo por ingresos muestra proporciones casi similares 39.8
para ellos y 38.9 ellas, en términos de población afecta a 2’703,444
varones y 1’991,636 mujeres, respectivamente. Estas cifras
muestran de manera fehaciente la precariedad del mercado de
trabajo nacional, la baja remuneración a la mano de obra y la escasa
calidad del empleo existente en nuestro país.

De otro lado, las condiciones del mercado de trabajo, han cambiado


significativamente, hay mayor flexibilidad’ y liberalización.

Cifras a nivel nacional muestran que la proporción de analfabetismo


femenino aún es alto, y se refleja también en la PEA (11.1% ó
203,777 mujeres de 14 años y más) a pesar de la mayor cobertura
educativa. La ubicación geográfica ayuda a conocer mejor esta situa-
ción, así sólo el 3.8% de la mano de obra femenina urbana carece
de educación (125,717 mujeres) en comparación a 24.5% de la
PEA femenina rural (cuyo volumen asciende a 443,819 mujeres).
Por otra parte, la capacitación técnica que se da no alcanza plena-
mente a las mujeres ya que también ésta discrimina por género.

Un aspecto muy importante que limita la participación laboral de


las mujeres es la continuidad y permanencia en el mercado de

38
trabajo. Los varones mantienen mayor permanencia en su actividad
laboral urbana formal (desde su ingreso hasta su jubilación)
independientemente de su movilidad ocupacional. No así las
mujeres, ya que ellas se ven «obligadas» a interrumpir sus trabajo
por circunstancias adscritas a su rol reproductivo, relacionado con
su ciclo vital, es decir matrimonio, maternidad, cuidado de hijos,
etc. Asimismo, todas las normas legales de protección a la mujer-
madre han contribuido a aumentar la marginación de la mujer, ya
que en el sector empresarial no hay por lo general, disposición
para asumir los costos relacionados con la provisión de cunas, con
los permisos por lactancia materna y por gravidez, prefiriendo
contratar mano de obra masculina.

Participación por sectores y ramas de actividad

La ubicación de la PEA por sexo en la actividad económica muestra


rasgos interesantes. Hay una tendencia a la inserción de la PEA
masculina en los sectores primario (35.9%) y secundario (17.2%),
en cambio, las mujeres lo hacen mayoritariamente en el sector
terciario (61.5%).

Para el año 2000 las mujeres participan en un alto porcentaje en el


comercio (27.3%), luego en agricultura (29%), y en servicios no
personales y personales (27%). En el comercio ellas se dedican,
principalmente, a la venta de alimentos y venta ambulatoria de
productos diversos, con una dotación de capital muy baja y que les
genera escasos ingresos. Los varones mantienen sus tendencias
históricas, así participan en las ramas de agricultura (35%), en
servicios no personales y personales (33.2%) y comercio (13.5%).
Ver Cuadro Nº 2.

La inserción de la PEA femenina es en los sectores comercio y


servicios, los que se convirtieron en fuentes efectivas de trabajo,

39
extendiéndose de esta manera la informalización de la economía.
Según la estructura del mercado de trabajo, un 18.7% de la PEA
trabaja en microempresas (cuyo tamaño es de 2 a 9 trabajadores)
y las mujeres participan en un 11.3% (547,428).

Cabe señalar que la participación de las mujeres en la actividad


productiva del campo es generalizada, sin embargo, estas cifras
aparecen subestimadas porque la recolección de información por
los censos y encuestas es insuficiente y también por las mismas
mujeres, quienes no valoran su aporte en las diferentes tareas que
realizan, aunque se ha reportado un incremento de la PEA femenina
agrícola, que se revela en la tasa de actividad: 67.8.

Categorías de ocupación

Existe un predominio de las mujeres en aquellas categorías


ocupacionales de baja productividad, con escasa tecnología, con
mínimas posibilidades de prestaciones sociales y de organización,
es decir trabajadoras del hogar y trabajadoras familiares no
remuneradas (96.4% y 68.5% respectivamente).

El 38.5% de la PEA nacional total trabajaba de manera


independiente (campesinos, parceleros, comerciantes, vendedores
informales), es decir trabajadores que carecen de relaciones
contractuales de trabajo que les permita el acceso a la seguridad
social obligatoria. En esta categoría se encuentra el 41.4% de
mujeres. Los obreros y empleados (trabajadores asalariados) forman
un 35.4% y estarían protegidos con la estabilidad laboral y seguridad
social. La proporción de mujeres es de 30.9%: 8.8 obreras y
22.1.empleadas. La tendencia a la fuerte incursión de la mano de
obra en el denominado sector informal (independientes no
profesionales y no técnicos) sigue siendo una característica de la
mano de obra en el país, ante la incapacidad del sector formal o

40
moderno de absorber la creciente oferta de trabajo. Ver Cuadro
Nº 3.

Ingresos de las mujeres

En el aspecto relativo a la retribución, se notan abismales diferencias


en el trato a los trabajadores. Aún continúan las diferencias salariales
por género, a pesar que la Constitución establece en los artículos
24 y 26 remuneraciones justas y trato no discriminatorio.

Sin embargo, numerosos estudios, tanto en las áreas urbanas como


a nivel nacional, han demostrado que el promedio de ingresos de
los hombres es 2 veces lo que reciben las mujeres. Así, cifras para
Lima Metropolitana muestran que estas diferencias no sólo se dan
entre los profesionales de la salud, contadores/economistas, sino
también entre costureras/sastres, obreros textiles y otros.

Para el tercer trimestre de 2000 la diferencia de ingresos mensuales


era 73% entre varones y mujeres, si se excluye a los ocupados sin
ingreso y comparándolo con el ingreso por hora, esta diferencia se
acortaba al 89%. A pesar de las diferencias salariales, cabe señalar
que el ingreso de las mujeres constituye un aporte significativo en
la economía familiar, ello se ha hecho más visible desde 1980 en
adelante.

La carencia de información actualizada no permite mostrar este


aporte a nivel nacional pero, usando datos anteriores, es posible
mostrarlo de acuerdo a los segmentos de mercado en que éste se
genera. Así, cuando los ingresos de las mujeres se originan en el
mercado autónomo, sólo cubren el 25% del total de los ingresos
familiares, aunque las mujeres destinan el monto total a la economía
del hogar (Lima Metropolitana). Esto se puede deber a una

41
subestimación del ingreso de las mujeres y al no reconocimiento
del aporte de su trabajo.

Cuando las mujeres trabajan en el mercado formal, público o


privado, su contribución a la economía familiar es más alta. El 50%
de ellas cubren entre 51 y 100% de los ingresos de la familia, en
conjunto.

Con la agudización de la crisis, se deterioraron aún más los niveles


de ingresos y, por tanto el bienestar de la familia. De allí que las
mujeres adoptan diversas estrategias que permitan su sobrevivencia
y la de su familia, a través de trabajos no remunerados: comedores
populares y trabajo por alimentos, entre otros.

Un programa que captó mano de obra femenina e incrementó la


participación de más mujeres en el mercado de trabajo, desde 1985
a 1990, ha sido el Programa de Apoyo al Ingreso Temporal (PAIT).
Aún cuando sus condiciones de trabajo no fueron las mejores,
facilitó la inserción al empleo temporal, por primera vez para muchas
mujeres, permitiéndoles la obtención de un ingreso.

La situación laboral actual es caracterizada por una capacidad


remunerativa muy baja, el promedio de ingresos en nuevos soles
del III trimestre del año 2000 para la PEA nacional fue de S/. 558.5,
la mano de obra masculina recibía S/. 682.4 y la femenina
S/. 394.1. Hay una fuerte proporción de PEA que no recibe ingresos
y que involucra mayormente a mujeres que trabajan como familiar
no remunerados (1,346,318 ). Ver Cuadro Nº 4.

Según área geográfica la PEA urbana obtenía un promedio de


S/. 758.4 con relación a la rural, que percibía S/. 214.5. La PEA de
Lima Metropolitana percibió en promedio S/. 952.9.

42
Un dato importante sobre el acceso d e las mujeres a los medios de
producción está dado por las diferencia en la propiedad de la tierra.
Sólo el 4.7% de las mujeres contaba con títulos de propiedad frente
a un 14.7% de los varones, de acuerdo al último Censo Nacional
Agropecuario de 1994.

Condiciones de Trabajo

«Se consideran condiciones de trabajo: la duración de la jornada


de trabajo, la categoría y la ocupación, los medios, el ambiente y
otros elementos relativos a la actividad laboral de los trabajadores.
Se incluyen en este concepto, las sumas de dinero y otros bienes
entregados por el empleador para facilitar la actividad del trabajador,
como los destinados a movilidad, vestuario y elementos para su
protección alimentos, en el caso de que éstos sean entregados con
ocasión de trabajo; y vivienda, si hubiera obligación legal del
empleador d proporcionarla».

Esto es válido tanto para hombres como para mujeres, pero la que
llevan siempre la peor parte son ellas. Hay evidencias empíricas
que demuestran la excesiva jornada doméstico-laboral de las
mujeres campesinas: 8.5 horas promedio/día sin ningún descanso
semanal y e tareas que les demandan un gran desgaste de energías
y esfuerzo físico tanto por el tipo de trabajo: deshierbe, siembra y
cosecha, como por habilidad manual y concentración que despliegan
en su realización

Cuando trabajan en el sector comercio, igualmente hay un


sobreempleo en horas, ya que su «día de trabajo» no es de 8 horas
como en las oficinas, sino que se extiende entre 12 y 14 horas
(incluyendo el preparado de alimentos en su hogar antes de salir a
la venta y el trasporte hasta el lugar de trabajo), diariamente.

43
En la industria de confecciones, conservas, electrónica y laboratorios,
se ha comprobado la sobreexplotación femenina: carencia de
instrumentos mínimos para la ejecución de tareas, carencia de
vestuario adecuado para proteger su salud (caso de las trabajadoras
conserveras); carencia de estabilidad laboral, falta de protección
frente a la ingesta de elementos tóxicos, temperaturas muy bajas,
rutinización (industria farmacéutica y laboratorios), entre otros.

Las trabajadoras ambulantes y empleadas del hogar, sufren también


por carencia de protección social adecuada: llámese seguridad social,
maltrato, estabilidad laboral, asedio sexual y violaciones.

Finalmente, cabe señalar que la totalidad de las mujeres que trabajan


para generar un ingreso, en situación de dependientes o de
independientes, se encuentran sometidas a una doble y hasta triple
jornada de trabajo, ya que ellas siguen siendo las que asumen las
tareas del hogar y cuidado de los hijos, así como las actividades de
tipo colectivo para resolver los problemas de sobrevivencia.

Sin embargo, el trabajo reproductivo del ama de casa no se


contabiliza como generador de valores de uso (bienes y servicios)
que conlleva a la reproducción de la fuerza de trabajo, aporta no
sólo a la economía familiar, sino a la economía nacional.

Legislación Laboral

En el caso peruano, desde 1918 existen normas que regulan y


protegen el trabajo femenino (Ley 2851 de Trabajo de Mujeres y
Menores y la Ley 4239). Esta legislación, sin embargo, ejerce una
influencia negativa en la participación de la mujer en el mercado
de trabajo. Los dispositivos contenidos en ella sobreprotegían el
trabajo femenino y atentaban contra la igualdad de oportunidades
frente al varón para obtener un empleo (visión de los empresarios).

44
Así, puede decirse que en algunos casos, el derecho se rezagó
respecto a la situación de las mujeres, por ello es necesario según
la OIT: «su revisión ... y modificación de acuerdo a la realidad,
necesidades y circunstancias propias de cada país».

Las leyes 2851 y 4239 fueron derogadas por la Ley 26413 (13 de
Junio de 1995). Ultimamente han sido restituidas la licencia pre y
post natal para la trabajadora gestante: Ley 26644 del 27/06/96.

Teniendo en cuenta las disposiciones constitucionales, convenios y


recomendaciones internacionales acerca de la igualdad de
oportunidades en el trabajo y la ocupación, deberán derogarse y/
o modificarse aquellas que afecten la inserción de la mujer en el
trabajo productivo. La norma más novedosa ha sido la promulgación
de la Ley del Trabajo Doméstico, que ha recogido el derecho de los
trabajadores domésticos, en su mayoría mujeres, a los mismos
derechos que otros trabajadores.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS Y LINEAS DE ACCIÓN

Acceso al trabajo

Objetivo 1
Ampliar el acceso de la mujer al empleo productivo a nivel
nacional.

Líneas de Acción
1.1. Sensibilizar al sector empresarial y a la comunidad en
general para la igualdad de oportunidades en el acceso al
trabajo de las mujeres y varones.
1.2. Promover un dispositivo legal que de prioridad a las
mujeres jefas de hogar en el acceso al trabajo productivo
y bien remunerado.

45
1.3. Considerar el trabajo de ama de casa como productivo y
desarrollado por la población económicamente activa del
país.
1.4. Implementar programas de empleo, considerando las
características y necesidades específicas de las mujeres en
cada región.

Condiciones de trabajo

Objetivo 2
Mejorar las condiciones de trabajo para la mujer que desempeña
actividades productivas, ya sea en los sectores formal e informal.

Líneas Acción
2.1. Fortalecer las organizaciones gremiales femeninas y
fomentar la agremiación de mujeres en espacios laborales
colectivos.
2.2. Hacer cumplir las normas constitucionales y la legislación
laboral para que la mujer reciba igual remuneración que
el varón por trabajo similar realizado, tanto en el campo
como en la ciudad.
2.3. Difundir la legislación de seguridad social a fin de que las
mujeres que trabajan en los diferentes sectores
económicos accedan a sus beneficios.
2.4. Asegurar para las mujeres, ambientes adecuados e
implementos necesarios de trabajo, evitando situaciones
de riesgo o tensión, en cumplimiento de las normas
vigentes.
2.5. Cumplir el mandato de la Organización Internacional del
Trabajo, respecto a la organización de casas cunas fuera
de las empresas con el aporte de los trabajadores,
empresarios y el Estado.

46
2.6. Promover la licencia parental y/o permitir el goce de
licencia por maternidad de manera indistinta por cada uno
de los padres.
2.7. Modificar las labores de inspección haciéndolas de oficio
en los centros de trabajo donde laboren mujeres, para
controlar el cumplimiento de las normas laborales, sin que
medie denuncia y aplicar sanciones si fuera necesario.
2.8. Extender la protección legal y social a todas las
trabajadoras aún cuando no cumplan con la jornada de
48 horas semanales,
2.9. Hacer cumplir las disposiciones que exigen precisar los
montos salariales y otras referidas a las trabajadoras al
destajo.

Capacitación

Objetivo 3
Ampliar el acceso de la mujer a una capacitación técnica para el
trabajo.

Líneas de Acción
3.1. Promover el acceso a la información a las mujeres, que les
permita actualizar sus conocimientos técnicos y legales.
3.2. Promover a través de los municipios la capacitación de
mujeres en el uso de Internet con fines productivos.
3.3. Impulsar medidas de discriminación positiva para mujeres
que laboran en construcción civil.
3.4. Capacitar a las mujeres del sector informal (independientes
no profesionales y no técnicos) en los aspectos de gestión
empresarial, crediticia y financiera para que puedan
proyectarse y crear su propia empresa.

47
3.5. Capacitar a las mujeres productoras en aspectos de
comercialización e información de canales de
comercialización, así como en los aspectos contables
básicos.
3.6. Fomentar la incorporación de las mujeres a la capacitación
tecnológica productiva en todas las ramas de actividad.
3.7. Difundir, a través de los medios de comunicación, los
deberes y derechos laborales, así como los diferentes
niveles y cursos de capacitación a los que pueda acceder
la mujer, en igualdad de condiciones que el varón.
3.8. Exigir a las empresas e instituciones que faciliten la
capacitación técnica y profesional de las mujeres en
cumplimiento de las disposiciones vigentes.

Discriminación en el trabajo

Objetivo 4
Eliminar todo tipo de discriminación de la mujer en el trabajo.

Líneas de Acción
4.1. Hacer cumplir los mandatos constitucionales, a igual labor
igual remuneración, sin distinción de sexo, raza, edad,
estado civil.
4.2. Suprimir aquellos requisitos laborales exigidos por los
empleadores que son discriminatorios, tales como la raza,
edad, estado civil.
4.3. Promover el acceso de las mujeres a cargos directivos, en
los centros laborales, orientado a lograr la equidad con
los varones.
4.4. Difundir la legislación existente que pena, como falta grave
del empleador, el asedio sexual.

48
Acceso a recursos productivos

Objetivo 5
Lograr el acceso de la mujer a los diversos recursos productivos en
todos los campos de la actividad económica.

Líneas de Acción
5.1. Garantizar el derecho a la propiedad de tierras a mujeres
jefas de hogar en el área rural y urbana.
5.2. Promover la implementación de servicios adicionales
(guarderías) en centros de capacitación laboral y educativa.
5.3. Promover la eliminación progresiva de los services.
5.4. Promover el acceso de las mujeres a todas las actividades
productivas del país.
5.5. Impulsar el otorgamiento de los mismos derechos a las
mujeres para la tenencia de la tierra, uso del agua y otros
recursos productivos en el campo.
5.6. Promover y facilitar el otorgamiento de créditos a las
mujeres, tanto en área urbana como rural, suprimiendo
las trabas burocrático-legales que lo impiden.

Trabajadoras del hogar

Objetivo 6
Exigir la incorporación de las trabajadoras del hogar al régimen
laboral de la Ley del Trabajo Doméstico.

Líneas de Acción
6.1. Velar por el cumplimiento de del Código del Niño y
Adolescente respecto a la edad mínima para trabajar, sobre
todo en el ámbito doméstico.

49
6.2. Velar por el cumplimiento de la nueva Ley del Trabajo
Doméstico.
6.3. Promover el acceso de las trabajadoras del hogar a
programas de capacitación en educación formal o laboral.
6.4. Exigir a EsSalud que controle los hogares que cuenten con
servicio doméstico, para hacer cumplir con la
obligatoriedad del seguro y sancionar si no lo hubieran
hecho.
6.5. Velar por la permanencia de la trabajadora del hogar en el
trabajo, cuando esté en estado de gestación.
6.6. Promover la creación de agencias municipales de empleo
doméstico, supervisadas por el Ministerio de Trabajo.
6.7. Exigir al Ministerio de Trabajo que reconozca el derecho
de las trabajadoras del hogar a su sindicalización.
6.8. Proveer de un ambiente físico de descanso, en su lugar de
trabajo.
6.9. Promover el establecimiento de centros de alojamiento
para las trabajadoras del hogar a nivel local, dirigidos por
las propias trabajadoras y que brinde no sólo vivienda,
sino apoyo integral, capacitación y recreación.
6.10. Establecer cupos en las cunas o guarderías para los hijos
de las trabajadoras del hogar.

Investigaciones sobre el aporte económico de la mujer

Objetivo 7
Incentivar investigaciones que precisen el aporte económico del
trabajo de las mujeres a la economía nacional.

Líneas de Acción
7.1 Impulsar la visibilización del aporte de las mujeres en las
actividades productivas del país.

50
7.2 Difundir experiencias exitosas de mujeres en actividades
productivas.
7.3 Fomentar investigaciones en los centros académicos e
institutos privados, acerca del aporte significativo que la
mujer realiza con su trabajo a la economía del país.
7.4 Solicitar a los institutos públicos y privados encargados
de recolectar información estadística en el ámbito nacional,
urbano-rural, departamental/provincial sobre actividad
laboral, que lo hagan incluyendo la distinción por sexo,
para mantener información actualizada y comparable en
el tiempo.

Concientización de la mujer trabajadora

Objetivo 8
Propiciar la concientización de la mujer para que valore su trabajo
productivo y que la sociedad en su conjunto la reconozca como
productora.

Líneas de Acción
8.1 Realizar campañas de difusión en las que se concientice a
las mujeres trabajadoras del importante rol que
desempeñan en la sociedad.
8.2 Capacitar a las mujeres trabajadoras en aspectos
concernientes a sus derechos legales laborales para que
estén en condiciones de participar en las etapas de
negociación colectiva.

ESTRATEGIA

El Estado debe crear programas especiales de empleo (con


características diferentes según áreas urbano-rural), que permitan
generar empleos permanentes y con condiciones y cupos que
posibiliten el acceso de las mujeres a la actividad económica.

51
Del mismo modo, habrá que establecer mecanismos de fiscalización
para que se cumplan los convenios y legislación nacional en materia
de no discriminación remunerativa, para hombres y mujeres por
desempeño en ocupaciones similares.

Igualmente, debe promoverse la creación de microempresas


comunales y autogestionarias a nivel nacional, contemplando el
otorgamiento de créditos sin discriminación por género o estado
civil, tanto en dinero como en insumos, capacitación en gestión
administrativa, asistencia técnica y desarrollo tecnológico; a través
de una coordinación entre Estado, gobiernos regionales, locales,
con instituciones de capacitación como IST’s, CEO’s, y otras de su
tipo, incluyendo las del sector privado si las hubiere y, también con
las instituciones de crédito ya existentes, así como las de reciente
creación, Edpymes, además de las organizaciones de mujeres.

En el ámbito rural, se debe propiciar la participación de las mujeres


en la ejecución de proyectos orientados al desarrollo de
infraestructura económica y capacitación agropecuaria, tales como
recuperación de tierras, pequeñas irrigaciones, producción de
especies (agrícolas y pecuarias) que generen divisas.

Es importante difundir los derechos laborales de las mujeres a través


de los órganos competentes en los niveles local y regional. Para
ello, el Ministerio de Trabajo deberá implementar una labor
fiscalizadora y de inspección más estrecha, vigilando para que los
centros de trabajo e instituciones sociales cumplan con sus
obligaciones.

Todo lo detallado anteriormente facilitará la mayor incorporación


de la mujer en la actividad económica, pero deberá contar con
servicios, tales como cunas y guarderías, de ser posible
autogestionarias con el financiamiento tanto de los empleadores,
trabajadores, como de la comunidad.

52
MUJER, HABITAT Y MEDIO
AMBIENTE

Al plantear la problemática del hábitat estamos aludiendo a


satisfactores básicos para cubrir las necesidades cotidianas de
habitabilidad tanto en zonas urbanas como en zonas rurales.

Nos referimos a los usos del suelo, la distribución de la población


en el territorio, la vivienda, las redes de servicios de agua, desague
y energía eléctrica, la vialidad, el equipamiento de salud, educación,
recreación, áreas verdes. Recojo de basura, el transporte,
comunicación, las características físico-legales como: el grado de
consolidación, estado de la construcción de la vivienda y situación
legal. La organización espacial de las actividades y las relaciones
sociales. Servicios Públicos, como el gobierno local.

Actualmente más del 70% de la población vive en el área urbana.


Las ciudades intermedias han crecido a mayor ritmo tanto por
migración como por crecimiento vegetativo. El desplazamiento ha
sido mayor de zonas rurales a zonas urbanas pero a menor
intensidad que en las décadas anteriores, llamando la atención el
crecimiento de las ciudades de la Selva. De los flujos migratorios
las mujeres representan el 52%.

Los motivos de atracción de flujos migratorios están relacionados


con la posibilidad de obtener mejores ingresos y con el acceso a
mejores servicios que influyan en mejorar la calidad de vida, como
son educación, salud.

53
Las ciudades focos de migración no están preparadas para recibir
nueva población, tanto porque no tienen un desarrollo
socioeconómico que oferte el número de fuentes de trabajo
requerido como porque no tienen condiciones para albergarla.

La migración tiene efectos diferenciados y desiguales en las mujeres,


porque si es el varón el que migra, ella se queda en el lugar de
expulsión a cargo de las tareas productivas y reproductivas. Si la
migración es femenina, en muchos casos, se desplaza con sus hijos
o los deja al cuidado de otra mujer sea abuela o hermanas. En
ambos casos «las mujeres» asumen la responsabilidad de los niños
durante el tránsito. Las mujeres migrantes solas, además, suelen
ocupar las peores zonas de habilitabilidad en los lugares de
recepción.

Si a esto se suma que el Estado sólo ha tenido como política de


vivienda la promoción de la autoconstrucción y la autoayuda,
política que se agudiza ahora que se deja en manos del mercado la
satisfacción de necesidades básicas.

La mayoría de la población sigue autosolucionando el problema de


vivienda vía la invasión y un largo proceso de urbanización. El
déficit de vivienda, tanto cualitativo como cuantitativo para el año
2000, ha sido calculado por el Vice-Ministerio de Vivienda en
1,888,000.

El déficit de servicio de agua potable es del 35% de las viviendas,


de ellas el 40% se ubican en área urbana y el 60% en área rural. El
déficit de los servicios de evacuación de excretas, indica que el
44% de las viviendas carecen de servicios higiénicos conectados a
una red pública, 55% de ellos corresponde a áreas urbanas y 45%
al área rural.

54
Todos estos porcentajes suben alarmantemente en el caso de
hogares jefaturados por mujeres. Así, por ejemplo en estos hogares
el 47% carece servicio de abastecimiento de agua a través de redes
públicas. El 45% de las viviendas no disponen de alumbrado público.
Teniendo en cuenta, tanto las necesidades básicas insatisfechas
como la línea de pobreza, el Instituto Nacional de Desarrollo Urbano
ha clasificado en cuatro estratos de pobreza de mayor a menor a
20 ciudades donde se podrán dirigir de forma prioritaria acciones
para mejorar la habitabilidad urbana.

En el estrato 1 está Huancavelica. En el estrato ][[ están Abancay,


Ayacucho, Cerro de Pasco, Iquitos y Puerto Maldonado. En el estrato
III están Puno, Pucallpa, Piura, Hluánuco, Huaraz, Tumbes,
Cajamarca, Huancayo, Moquegua, y en el IV están Tarapoto, Ica,
Chimbote, Chiclayo y Cusco.

La Mujer y el Hábitat

En la vida cotidiana, las mujeres y el hábitat son inseparables dado


que el rol reproductivo que se les atribuye social y culturalmente,
hacen de ellas las usuarias permanentes del espacio, la vivienda y
los servicios.

La aplicación de políticas de ajuste y de nuevos modelos económicos


han deteriorado la calidad de vida de la población en general,
afectando más a los pobres que a los ricos y más a las mujeres que
a los varones. Las diferentes Cumbres y Conferencias de Naciones
Unidas han constatado que los más pobres entre los pobres son
mujeres.

Los avances legales en reconocer la igualdad entre varones y


mujeres a la propiedad del suelo y la vivienda, no garantiza a las
mujeres, igualdad de oportunidades para acceder al crédito, la

55
información y muchos de los requisitos para mejoramiento del
hábitat son implícitamente excluyentes para las mujeres.

Por otro lado en las diversas instancias estatales a nivel nacional o


local los técnicos no toman en cuenta que los déficit de vivienda,
servicios y equipamiento generan efectos desiguales y diferentes
en mujeres y varones y que además ambos tienen necesidades
distintas en los diversos momentos de su cielo vital.

Las mujeres deben obtener el agua, los combustibles y los alimentos,


eliminar los desechos, entre otros. Sin embargo, por estas mismas
actividades tienen necesidades específicas que por lo general no se
atienden.

Cuando se diseñan y ejecutan programas de asentamientos


humanos, urbanizaciones populares, conjunto residenciales o de
desarrollo integral del hábitat total, no se piensa en las necesidades
de las mujeres. De esta manera sus condiciones de vida se toman
penosas. Se ha comprobado también que el acceso de mujeres en
los diferentes espacios de toma de decisiones es todavía incipiente
y aún las mujeres que tienen puestos de poder no identifican las
necesidades diferenciadas de las mujeres en el hábitat. Esto se da
en los diversos sectores sociales.

Acceso a la vivienda

El acceso a la vivienda está relacionado a las condiciones o requisitos


de la oferta existente. Para la mayoría de la población el acceso vía
el mercado se está haciendo cada vez más difícil, porque el sector
privado no construye viviendas para alquiler y menos para venta.

A pesar de que el Estado actualmente desarrolla los Programas


MIVIVIENDA y TECHO PROPIO, no se cubren las necesidades de
la población, ya se construye de manera centralizada y no tienen

56
acceso a estos programas la población de bajos ingresos y los
trabajadores independientes, por ende la mayoría de las mujeres.

Aún el Banco de Materiales que debe estar dirigido a la población


de bajos ingresos tiene como requisito un ingreso familiar de 1,000
soles, lo que excluye a la población en situación de pobreza, según
el criterio de línea de pobreza por ingreso, que es de 400 dólares.

a. Familias de Bajos Ingresos


Para las familias de bajos ingresos sigue siendo la invasión de 6
terrenos la manera viable de tener vivienda. Se invaden terrenos
no urbanizados, es decir se consigue un lote y la vivienda se
construye en el espacio, el cual se urbaniza a lo largo de 15 a 20
años.

b. Familias Jefaturadas por madres solteras, mujeres


adultas mayores.
Si las familias de clase medía y de bajos ingresos tienen dificultades
de acceder a la vivienda, esto se hace más difícil para las mujeres
jefes de hogar, solteras, y adultas mayores, por los requisitos
económicos excluyentes y porque en general los requerimientos
tienen implícitamente la concepción de familia jefaturadas por el
varón. Esta concepción no sólo deja de lado a los hogares
Jefaturados por mujeres sino, que tampoco protegen a las mujeres
que aún contribuyendo al mantenimiento de la familia de diversas
maneras ya sea con su ingreso complementario o principal, con sus
ahorros, con trabajo físico en la construcción de la vivienda y en el
cuidado de todos los miembros del hogar, sus derechos son
inequitativos si comparamos su aporte respecto al aporte del varón.
Por otro lado los problemas de acceso a la información, las
dificultades en los engorrosos trámites que le toman parte de su
tiempo dedicado al trabajo y al cuidado del hogar, son una manera
de hacerle más difícil el acceso a la vivienda.

57
c. Mujeres Migrantes
Habría que tener indicios más claros de los problemas de acceso a
la vivienda para las mujeres migrantes que constituyen el 52% del
total de migrantes.

d. Mujeres de Bajos Ingresos que habitan en tugurios


Merece especial atención en este momento, la situación de los
tugurios en los centros históricos de nuestras ciudades, si bien es
cierto que es necesaria su recuperación y que todos tenemos
derecho a gozar de ellos, no menos cierto es que allí viven familias
de bajos ingresos que no pueden acceder a la vivienda de otro
modo y que además han organizado su vida y sus costos de acuerdo
a esa ubicación.
Deben generarse procesos de rehabilitación de estas viviendas para
que tengan mejores condiciones de habitabilidad y, cuando sea
necesaria la reubicación de las familias, deben plantearse alternativas
para proceder a hacerla teniendo en cuenta la situación económica
de las familias, así como el aumento en el gasto para su economía
familiar que podría significar su reubicación en la periferia, sin
servicios y lejos de sus lugares de trabajo. Los desalojos forzosos
tendrán efectos negativos adicionales para las mujeres cabeza de
familia y para las mujeres en general, a las cuales se les recargará
sus tareas domésticas.

e. Mujeres en el Área Rural


A estos problemas se añaden otros propios de las diferentes
situaciones del área rural del país, como son la propiedad de la
tierra cuya obtención casi siempre supone un uso de tiempo excesivo
en trámites que son incompatibles con el tiempo de las mujeres
encargadas de la producción y del trabajo doméstico por un lado y
por otro a sus dificultades de conocer y entender los procedimientos,
así como el uso del idioma castellano.

58
Las parcelas individuales suelen estar a nombre del varón y sólo se
da el título a la mujer cuando es viuda o jefe de hogar. Merece
especial atención en este caso la situación de las mujeres viudas
desplazadas que vuelven a los lugares de origen, del cual salieron
por razones de violencia.
Las trabajadoras del hogar no tienen espacios propios, las viviendas
que ocupan la mayor parte del tiempo, son las de su lugar de trabajo,
lo que las imposibilita tener una vida privada.

Uso de la vivienda

Tanto en los hogares de clase media como en los de sectores de


bajos ingresos el acceso a una vivienda adecuada es cada vez más
difícil, la conciencia de que constituye un problema social es bastante
baja, porque tradicionalmente cada quien ha solucionado este
problema, de cualquier manera.

Actualmente asistimos a situaciones que van más allá de los


problemas que acarrean que en el diseño de viviendas no se tomen
en cuenta las necesidades específicas de varones y mujeres y por
lo tanto los usos diferenciados que hacen de los espacios, tanto
privado como público.

Si echamos un vistazo en nuestras ciudades a distritos que se


consideran de clase media, podemos percibir procesos de
hacinamiento, siendo Lima una de las ciudades donde más
rápidamente se está evidenciando este fenómeno. Viviendas
construidas para albergar un hogar hoy albergan a más de uno.
Con los consiguientes problemas de convivencia y conflicto familiar,
en el que la mujer lleva la peor parte, porque es la que tiene que
acondicionar el espacio y la que pasa mayor parte del tiempo en él,
en razón de las tareas domésticas atribuidas. Este proceso puede
estar generando la expulsión de los adolescentes a la calle.

59
Otra realidad son las familias ampliadas compuestas por padres e
hijos con su pareja y nietos u otros allegados. Ancianos, adultos,
conviven en espacios pequeños, compartiendo los servicios, cuando
existen, creándose conflictos interpersonales, tensiones y angustias
por su rol asignado, así como por las posibles agresiones sexuales,
especialmente a la niñas.

La mujer minusválida, al no existir diseños de viviendas adecuadas


para ella, tiene mayores limitaciones para el cuidado de su familia,
está en constante peligro de sufrir accidentes y que su labor sea
más difícil y prolongada. Asimismo es necesario tener en cuenta
los usos de la vivienda de las mujeres adultas mayores.

Por otro lado en sectores de bajos ingresos, la vivienda es hoy


usada también como espacio de trabajo, más del 23% de
actividades económicas clasificadas como informales se realizan
en las casas. Este hecho además de agudizar los problemas de
hacinamiento y convivencia arriba señalados, genera problemas
de desgaste físico y psicológico en las mujeres que en el mismo
espacio y en el mismo momento tienen que atender sus dos tareas:
la productiva y la reproductiva. Obviamente que la calidad de la
vivienda, en términos de habitabilidad disminuye y su deterioro
será mayor y más rápido. El capital acumulado, representado en la
vivienda, al ser usado es consumido rápidamente.

Espacio alrededor de la vivienda

La ubicación de la vivienda debería permitir el fácil acceso de la


mujer a los servicios de apoyo al trabajo doméstico y a su trabajo
productivo, también a servicios recreativos y de participación
comunal. Así INADUR establece como modelo de habitat urbano
que el transporte público se pueda tomar a 600 metros de la
vivienda, y acceder al centro educativo y puesto de salud entre
600 y 1000 metros de la misma.

60
Esto no sólo no se da en gran parte del país, sino que se agregan,
a las lejanías y carencias de los servicios y recursos, el deterioro de
la ciudad expresada en los baches en el pavimento, la basura en la
calle, semáforos que no funcionan, inseguridad para moverse, ruido
y congestión vehicular, polución que afecta el entorno de la vivienda,
la salud y a las actividades de los miembros de la familia
especialmente las mujeres y los niños.

El agua de los ríos de la selva, en mucho casos, se encuentra


contaminada por desechos químicos del petróleo que perjudica
principalmente a las mujeres, que son las que hacen mayor uso y
están en constante contacto con estas aguas.

Servicios

El servicio de transporte urbano está diseñado para atender el


traslado de trabajadores, con recorridos lineales, de un distrito a
otro y hacia el centro de las ciudades. No hay recorridos vecinales
que articulen los servicios. Actualmente llenan este vacío los triciclos
llamados taxis cholos, sin embargo, estos muchas veces entran en
recorridos en carreteras causando graves accidentes. Por otro lado
las normas mínimas de seguridad y urbanidad no se respetan en el
transporte público siendo no sólo inseguros, sino lugares donde
niños y mujeres son víctimas de abuso sexual y de robos.

Además, la falta de normatividad en los taxis los hacen una


alternativa de transporte insegura en tres sentidos: las condiciones
técnicas de los vehículos, el incumplimiento de normas de tránsito
y la agresión sexual a niños y mujeres.

En el campo, en lugares alejados, no hay acceso a transporte por lo


cual las mujeres tienen que recorrer grandes distancias a pie o a
lomo de bestia. Los centros de abasto así como los lugares de

61
comercio de productos agropecuarios, donde las mujeres podrían
obtener mejores precios, se encuentran en los extremos de los
pueblos por lo que deben en la mayoría de los casos caminar mucho
o usar medios inseguros de transporte empleando más tiempo de
los debido. Merecen especial trato en el transporte público los niños
y niñas, ancianos y ancianas y las mujeres embarazadas.

En la mayoría de asentamientos humanos sean urbanos o rurales


no cuentan con espacios reservados a diferentes actividades de
cultura, trabajo, recreación, servicio social afectando especialmente
a niñas y mujeres que no son tomadas en cuenta aún en dichas
actividades normalmente pensadas en función de las necesidades
de los varones.

A pesar de que cada vez un mayor número de mujeres de los


diferentes estratos sociales, especialmente las de bajos y medianos
ingresos se incorporan al mercado de trabajo no se cuenta con una
red de centros de cuidados infantiles en los que puedan estar sus
hijos durante las horas en las que ellas trabajan.

Si bien actualmente se vienen desarrollando los llamados WAWA


WASI, sin embargo estos deben ser revisados porque se desarrollan
en casas de familias pobres, usando su infraestructura, no preparada
para estos fines en la que tienen que recibir, además de la propia
familia, a 8 niños más menores de tres años, agudizando las
condiciones de hacinamiento que habíamos señalado. Además estos
niños son cuidados por una sola mujer que no ha sido entrenada
para dichos fines, salvo cursos rápidos que no aseguran ni la
asimilación, ni un real desarrollo de sus capacidades. En
compensación estas madres reciben un sol diario por niño pagado
por los padres de éstos y reciben apoyo en alimentos del PRONAA.
Este sistema debe ser revisado a fondo por el Ministerio de
Educación, porque se basa en pago ínfimo para mujeres que usan

62
y deterioran su propia estructura y que tiene una responsabilidad
que excede largamente su capacitación.

No existen criterios únicos para la ubicación de postes de alumbrado


eléctrico en las calles y avenidas de las ciudades. En las zonas urbano
marginales se suele poner uno o dos postes de baja intensidad por
cuadra, en zonas residenciales se pone tres por cuadra, ello va en
desmedro de la seguridad de la población en general y expone a
las mujeres a situaciones de riesgo frente a la delincuencia común,
a abusos sexuales especialmente en paraderos, parques, avenidas,
etc.
Las mujeres y los niños son los más expuestos a los riesgos de
habitabilidad que conllevan las viviendas precarias en la medida
que pasan un mayor tiempo en ellas, constituyéndose en potenciales
víctimas de incendios, sismos, derrumbes, huaycos, deslizamientos,
desbordes, etc.

El uso del espacio público como lugar de trabajo

Las mujeres para generar ingresos para el mantenimiento de sus


hogares hacen uso del espacio público para realizar actividades
económicas. Más allá de los problemas de ornato, higiene y
seguridad pública que esto trae implica para las mujeres, en la
mayoría de los casos, el traslado del rol doméstico al ámbito del
espacio público. Así los hijos cuando salen del colegio se dirigen al
lugar donde se encuentra la madre, donde suelen comer, hacer sus
tareas domésticas y jugar. Cuando tienen niños pequeños los
puestos de trabajo se convierten en cunas.

63
PROBLEMAS, OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Y LINEAS DE ACCIÓN

PROBLEMA 1
El mayor costo social de los procesos migratorios recae en las
mujeres, especialmente la migración rural urbana, mujeres jóvenes
y niñas.

Objetivo 1
Contribuir a la disminución del impacto negativo en las mujeres de
los procesos migratorios tanto en los lugares de expulsión como en
los receptores.

Líneas de Acción
1.1. Promover la realización de diagnósticos adecuados y
específicos sobre los principales ámbitos expulsores y
receptores de la población a fin de indagar sobre las causas
que la originan y los efectos diferenciados para varones y
mujeres.
1.2. Promover estudios concretos sobre las actividades
productivas locales que las mujeres desarrollan, en los
lugares de mayor expulsión femenina, a fin de potenciarlas
y ofrecerles mejores condiciones para el cumplimiento de
su labor productiva.
1.3. Apoyarla implementación de programas de capacitación
y crédito sobre actividades productivas locales viables en
zonas expulsoras de población migrante, especialmente
dirigido a mujeres entre 18 y 25 años de edad.
1.4. Impulsar la incorporación en los instrumentos legales y
mecanismos administrativos acciones positivas para las
mujeres en general y para las mujeres cabeza de familia
en particular para el acceso a la tierra rural.

64
1.5. Promover la mejora en las condiciones de habitabilidad
de las viviendas en los principales ámbitos expulsores de
población femenina, priorizando a las mujeres cabeza de
familia de bajos recursos económicos.
1.6. Promover y apoyar la mejora del equipamiento social
necesario para aliviar la sobrecarga de trabajo productivo
y reproductivo de las mujeres en los principales ámbitos
expulsores de población femenina.
1.7. Exigir una adecuada distribución de combustible a los
hogares rurales a través de centros de acopio, distribución
y transporte cercanos a cada centro poblado a fin de aliviar
las labores domésticas de la mujer rural.
1.8. Apoyar la incorporación de las mujeres retornantes a la
dinámica de sus lugares de origen, priorizando necesidades
específicas de las mujeres de acuerdo a su ciclo vital y
particularmente al segmento poblacional de las mujeres
cabeza de familia de bajos recursos económicos.
1.9. Impulsar la realización de un censo de las madres viudas
como consecuencia de la situación de violencia vivida
durante la década del 80 y comienzos del 90.
1.10. Promover la aplicación de subsidios o créditos blandos para
las mujeres viudas como consecuencia de la situación de
violencia.
1.11. Impulsar la incorporación de la perspectiva de género en
las acciones de repoblamiento y de desarrollo rural, de tal
manera que permitan la inserción de la mujer en los
procesos de desarrollo local.
1.12. Impulsar el establecimiento de subsidios directos a las
mujeres jefas de familia de centros poblados rurales para
mejorar las condiciones de habitabilidad de sus viviendas.
1.13. Impulsar el establecimiento de mecanismos de control
normativos y técnicos, que permitan garantizar la calidad
del agua de los ríos y lagos para que las mujeres

65
campesinas y sus familias que usan esas fuentes no corran
riesgos en su salud.
1.14. Impulsar la capacitación de las mujeres en el uso de
materiales y tecnología de construcción de viviendas no
sólo acorde con la realidad regional y étnico cultural de
cada zona sino también acorde con las capacidades y
posibilidades de las mujeres para acceder a ellos.
1.15. Impulsar la realización de estudios en veinte ciudades más
importantes del país para identificar las áreas donde
preferentemente se establecen las mujeres migrantes, para
realizar en ellas acciones positivas de promoción y de
priorización de sus necesidades básicas de habitabilidad
insatisfechas.

PROBLEMA 2
Los efectos del deterioro del hábitat urbano y rural así como del
déficit acumulado de vivienda, servicios básicos y equipamiento
afecta de manera diferenciada y desigual a las mujeres, sobretodo
a las mujeres cabeza de familia y a las de bajos ingresos, existe
tugurización y hacinamiento creciente .

Objetivo 2
Promover políticas efectivas para superar los déficit de vivienda,
de servicios básicos y el deterioro del hábitat, tomando en cuenta
los efectos diferenciados y desiguales en las mujeres especialmente
en las mujeres pobres jefas de hogar y las necesidades específicas
que de ellas se derivan.

Líneas de acción:
2.1. Impulsar la creación de diversos sistemas de consulta para
reglamentar el diseño y el área adecuada de las viviendas,
que tenga en cuenta los usos diferenciados que de ella
hacen los diversos miembros de la familia y

66
específicamente las mujeres, por los roles culturalmente
atribuidos que desarrolla.
2.2. Promover estudios en organismos públicos y privados la
investigación y desarrollo de programas de mejoramiento
de las viviendas en áreas rurales que consideren las
necesidades específicas de las mujeres.
2.3. Promover la construcción de viviendas de interés social
con materiales alternativos que abaraten el costo de
construcción, utilizando ¡os materiales de cada región y
que en la medida de lo posible, pueda crear fuentes de
trabajo para mujeres, siempre y cuando el trabajo esté
acorde con sus posibilidades físicas.
2.4. Impulsar la priorización en la metas programadas para
atender la demanda de vivienda, a las mujeres cabeza de
familia de bajos recursos económicos y con
responsabilidades familiares, estableciendo cuotas de
viviendas.
2.5. Exigir la adecuación de los horarios, lugares y sistemas de
atención de los servicios públicos a la realidad de las
mujeres.
2.6. Favorecer las políticas de alquiler de vivienda en todas las
ciudades del país, que consideren mecanismos legales y
condiciones económicas adecuadas y accesibles, que
atiendan las necesidades de acceso de las mujeres a este
recurso.
2.7. Impulsar la creación de sistemas de financiamiento de
concordancia con los ingresos reales de la población para
que los montos establecidos como requisitos no
constituyan un mecanismo de discriminación de las
mujeres.
2.8. Impulsar el establecimiento de mecanismos técnicos que
controlen los procesos de densificación de las viviendas
de estratos sociales medios a fin de que este proceso n o

67
vaya en desmedro del rol productivo y reproductivo que
varones y mujeres desarrollan en sus hogares.
2.9. Impulsar el diseño de soluciones intermedias a corto plazo
para el establecimiento y almacenamiento de agua en
zonas de difícil acceso.
2.10. Promover la capacitación de las mujeres en el rol y
desempeño que ellas cumplen en el uso intensivo del agua
como recurso escaso y en la eliminación de aguas
residuales.
2.11. Impulsar la inclusión dentro del proceso de aplicación de
la ley de promoción de acceso a la propiedad, la
incorporación de las Municipalidades como instancias
involucradas en el proceso de promoción del acceso a la
propiedad formal en tanto representan espacios de más
fácil alcance y cercano a las mujeres.
2.12. Promover el establecimiento para el caso de las familias
nucleares en que los cónyuges, estén casados o no, y en
el que ambos hayan adquirido el terreno y la construcción
de la vivienda contribuyendo con recursos económicos y
con trabajo, la obligatoriedad de otorgar títulos de
propiedad a ambos salvo que, bajo común acuerdo y
explícito, decidan lo contrario.
2.13. Impulsar la localización de los centros y puestos de salud
y educación que son frecuentemente utilizados por las
mujeres en zonas convenientes a sus necesidades y
posibilidades de acceso.
2.14. Promover la mejora del sistema de mantenimiento de
parques y plazas que constituyen los espacios colectivos
de recreación y de uso preferencial por madres, niños y
ancianos.
2.15. Difundir la necesidad y la importancia de servicios de
cuidado infantil, de la calidad de los mismos, su ubicación
y horarios de acuerdo a las necesidades de las mujeres de
diversos sectores sociales y de diferentes ocupaciones.

68
2.16. Promover el funcionamiento de servicios comunales rurales
capaces de facilitar los quehaceres domésticos que se
encuentran bajo responsabilidad de las mujeres.
2.17. Impulsar la implementación de sistemas estratégicos de
limpieza pública en aquellos lugares que por su dinámica
generan una mayor cantidad de residuos sólidos como es
el caso de los mercados y los centros comerciales y que
son frecuentados regularmente por la mayoría de varones
y mujeres como parte de sus actividades domésticas. Estos
sistemas estratégicos de limpieza pública deberán
considerar la ampliación de frecuencias, horarios y
recorridos sin desmedro de las actividades que en ellos se
realizan.
2.18. Exigir la mejorar el alumbrado público de las calles y
avenidas, estableciendo normas estandarizadas para la
ciudad en su integridad considerando el espaciamiento
entre postes de alumbrado público y la intensidad de la
luz.
2.19. Promover la implementación con iluminación adecuada
los paraderos de transporte público con la finalidad de
evitar agresiones de diverso tipo para las mujeres y los
niños.
2.20. Promover la implementación de sistemas de alumbrado
público especiales para las áreas de parques y en general
ámbitos públicos abiertos a fin de evitar las agresiones a
mujeres y niños.
2.21. Promover servicios sub urbanos para atender las
necesidades de transporte local para las mujeres.
2.22. Promover la incorporación de la perspectiva de género en
los criterios de calificación para otorgar licencias a los
conductores de transporte público.
2.23. Promover el diseño de programas de capacitación para
los transportistas sobre el correcto comportamiento frente

69
al público usuario, en especial para las mujeres y niños,
considerándolos como un requisito para la autorización
Municipal de las vías solicitadas, en el sistema vial urbano.
2.24. Promover la reglamentación del servicio de Taxis en las
ciudades a fin de garantizar la seguridad de los usuarios y
usuarias de este servicio.
2.25. Promover la incorporación en los sistemas de seguridad
ciudadana criterios que permitan condiciones de seguridad
específicas en las labores cotidianas que realizan las
mujeres.
2.26. Incentivar la creación y funcionamiento de servicios de
recreación, esparcimiento y práctica de deportes para
mujeres de diferentes estratos sociales y de diferentes
grupos etários, promover acciones de saneamiento físico
legal para las viviendas de sectores urbano marginales.
2.27. Promover acciones en los municipios y ONGs para la
construcción de vías y veredas en los AAHH que faciliten
el acceso a varones y mujeres a sus viviendas.
2.28. Promover en los municipios el apoyo a los AAHH en el
diseño de planos tipos que recojan las necesidades de las
mujeres para sus viviendas y de esa manera facilitarles el
saneamiento físico legal de sus viviendas.

PROBLEMA 3
Las mujeres que viven en Asentamientos Humanos y Tugurios por
carecer de ingresos adecuados, así como las mujeres jefes de hogar
y migrantes viven con más dificultad los problemas vinculados a la
vivienda y el hábitat.

Objetivo 3
Atender de forma prioritaria las necesidades específicas de vivienda,
servicios y equipamiento de diversos grupos de mujeres en el país
en situación de desventaja, que les permita un ambiente adecuado

70
y el acceso a satisfactores básticos para cubrir las necesidades
mínimas de habitabilidad tanto en zonas rurales como urbanas.

Líneas de acción
Mujeres de Hogares de Bajos Ingresos
3.1. Promover que se destine una cuota de lotes o viviendas
en los programas de interés social para mujeres cabeza de
familia, solteras, abandonadas, viudas o aquellas que
necesitan un alojamiento temporal por diversos motivos.
3.2. Exigir que se otorgue a las familias jefaturadas por mujeres
que ocupan viviendas barriales, acceso al crédito, con
intereses preferenciales para el mejoramiento de la
vivienda.
3.3. Promover el diseño de proyectos de créditos rotatorios
destinados a mujeres jefes de familia que habitan en
viviendas tugurizadas.
3.4. Promover el diseño programas municipales de renovación
urbana, tomando en cuenta la doble función que cumplen
las viviendas tanto para la vida doméstica como la vida
productiva y el uso que varones y mujeres dan al espacio.
3.5. Promover el establecimiento de acciones positivas para
las mujeres jefas de familia en los mecanismos de
compensación para la población excedente de los tugurios
sujetos a procesos de renovación urbana.
3.6. Impulsar la implementación de los comedores populares
y clubes de madres de acuerdo a las necesidades de sus
socias y beneficiarios, ello incluye consideraciones de
infraestructura física y utensilios de cocina.
3.7. Impulsar la creación de servicios de cuidado infantil en
todos los asentamientos humanos, barrios, y centros
poblados rurales acordes con las necesidades de las madres
y niños.

71
3.8. Promover el diseño de programas integrales con
componentes de capacitación, subsidio alimentario y
monetario para las madres cuidadoras de los WAWA
WASIS, reduciendo además, a cuatro el número de niños
por madre cuidadora a fin de garantizar mejores
condiciones en el cuidado de los niños. Que los WAWA
WASIS sean asumidos por programas municipales para
garantizar la sostenibilidad de estos programas y que
beneficien a las mujeres trabajadoras.
3.9. Promover la ampliación y adecuación los servicios oficiales
de cuidado infantil de acuerdo a las necesidades horarias
de las madres de los asentamientos humanos y tugurios.
3.10. Promover el establecimiento de espacios para reuniones
vecinales y comunales en los asentamientos humanos y
centros poblados rurales que sirvan de uso múltiple y cuya
administración esté a cargo de las mujeres cuando ellas
sean las usuarias de los mismos.

Mujeres Jefas de hogar


3.11. Promover la aplicación de acciones positivas para el acceso
de las mujeres a los sistemas de financiamiento para la
dotación de servicios básicos. Esta acción se concretará a
partir de subsidios específicos para hogares jefaturados
por mujeres de bajos ingresos económicos destinados al
financiamiento de redes de agua y desagüe.
3.12. Promover la incorporación en el sistema tarifario del
servicio de agua potable y alcantarillado criterios sociales
que beneficien a los sectores de más bajos recursos
económicos, particularmente a los hogares jefaturados por
mujeres. Estos criterios podrían contemplar tarifas
estandarizadas por consumos mínimos de agua y
facilidades de pago, sin intereses.
3.13. Impulsar la incorporación en las empresas autogestionarias
de limpieza pública conformadas por mujeres en la mayoría

72
de casos jefes de hogar, normas sanitarias y sistemas de
atención de salud que las proteja de enfermedades
bronquiales e infecto contagiosas a las que se encuentran
permanentemente expuestas.
3.14. Promover la facilitación de créditos y subsidios para el
mejoramiento y/o construcción de la infraestructura
comunal donde funcionan las organizaciones sociales de
base o viviendas donde se brinda servicio comunal,
especialmente las que se encuentran a cargo de la mujer.
3.15. Impulsar el establecimiento de mecanismos equitativos
entre varones y mujeres jefes de familia para la
adjudicación de lotes de asentamientos humanos.
3.16. Exigir se brinde a las familias jefaturadas por mujeres que
ocupan viviendas barriales, acceso a créditos con intereses
preferenciales para el mejoramiento de la vivienda.
3.17. Impulsar el establecimiento de acciones positivas para las
mujeres jefes de hogar en los mecanismos de
compensación para la población excedente de los tugurios
sujetos a procesos de renovación urbana.

PROBLEMA 4
El uso de la vivienda como lugar de trabajo deteriora la calidad de
vida y las relaciones humanas al interior de la familia, siendo mayor
el deterioro físico y psíquico de las mujeres.

Objetivo 4
Mejorar las condiciones de vivienda en el país que permita mejorar
la calidad de vida de las mujeres, especialmente en aquellos casos
en que también se usa la vivienda como lugar de trabajo.

Líneas de Acción
4.1. Promover el acondicionamiento adecuado de las viviendas
que son utilizadas tanto para la vida doméstica como para

73
actividades económicas, de tal manera que se considere
el rol productivo y reproductivo que cumplen las mujeres
de acuerdo al ciclo vital.
4.2. Impulsar el diseño de actividades y talleres de diseño
participativo para recoger los requerimientos
habitacionales de mujeres de bajos recursos económicos,
compatibles con sus requerimientos y roles.
4.3. Impulsar el diseño de programas de crédito destinado a
familias de bajos ingresos jefaturadas por mujeres, que
incluyan un componente para el mejoramiento de la
vivienda y otro para la generación de actividades
económicas en ella.
4.4. Exigir el replanteamiento y flexibilización de la zonificación
del espacio urbano ante el uso intensivo de la vivienda no
sólo para actividades domésticas sino para actividades
productivas.
4.5. Promover y apoyar la implementación de programas
sociales de cuidado infantil, de ancianos y minusválidos,
teniendo en cuenta lo siguiente: que estos programas no
utilicen de forma gratuita el trabajo de las mujeres y su
infraestructura (Vivienda), que estos programas no
representen la reproducción de espacios comunitarios de
pobreza y que estos respondan a las expectativas y
posibilidades de las mujeres que los necesitan como una
forma de aliviar su rol reproductivo y aliviar su labor
productiva.

PROBLEMA 5
Dado el deterioro de los ingresos y la falta de puestos de trabajo,
las mujeres han ingresado al mercado laboral en trabajos precarios,
y ubicados en las micro empresas, siendo más del 70% trabajadores
del comercio ambulatorio que desarrolla sus actividades en la vía
pública.

74
Objetivo 5
Promover la mejora de las condiciones de trabajo de las mujeres
microempresarias y comerciantes ambulantes considerando sus
necesidades específicas desde una perspectiva de género.

Líneas de acción
5.1. Promover la elaboración de diagnósticos desde la
perspectiva de género de las actividades del comercio
ambulatorio en los espacios públicos, a fin de identificar
necesidades específicas y establecer acciones concretas
para los procesos de reubicación en ferias y centros
comerciales formales.
5.2. Impulsar el establecimiento de acciones positivas para las
mujeres cabeza de familia en la adquisición de terrenos
para el establecimiento de los comerciantes informales.
5.3. Promover la incorporación en los sistemas de tributación
para comerciantes informales en el espacio público,
acciones positivas dirigidas a las mujeres cabeza de familia.
5.4. Promover el diseño de programas de apoyo y servicios de
guardería en lugares de fácil acceso, cercanos a los puntos
de concentración del comercio ambulatorio, con un
servicio de 12 horas como mínimo de tal forma que se
ajuste a los horarios de las mujeres dedicadas al comercio
informal en el espacio público.
5.5. Impulsar la implementación de servicios higiénicos públicos
en las ferias rodantes.
5.6. Promover el diseño de programas y actividades económicas
alternativas para las mujeres dedicadas al comercio
ambulatorio con componentes de capacitación
microempresarial y de crédito para mejorar su ingreso o
cambiar a otra actividad más rentable.
5.7. Promover la capacitación de las mujeres dedicadas al
comercio ambulatorio y de servicios en la vía pública a fin

75
de que adquieran habilidades que contribuyan al
mejoramiento del entorno laboral y el medio ambiente.
5.8. Promover la capacitación sobre la planificación de género
y el uso del espacio público como lugar temporal de trabajo
a los técnicos y funcionarios que tienen a su cargo el diseño
e implementación de los programas de reubicación de
comerciantes ambulantes.

PROBLEMA 6
A pesar de que las mujeres construyen el hábitat no se reconocen
suficientemente ni tienen acceso a espacio de decisión pública
nacional y local.

Objetivo 6
Propiciar una mayor participación y control de la mujer sobre los
diferentes niveles de decisión que afectan la vivienda y el hábitat
especialmente en el nivel local.

Líneas de acción
6.1. Exigir que las dependencias del Estado brinden información
clara y oportuna a las mujeres acerca de oportunidades y
requisitos de financiamiento para el mejoramiento de las
vivienda y servicios básicos para que puedan tomar
decisiones favorables de acuerdo a sus necesidades
específicas.
6.2. Impulsar el establecimiento de mecanismos de consulta a
las mujeres acerca de sus preferencias y necesidades antes
de emprender programas de rehabilitación o renovación
urbana.
6.3. Promover la incorporación de las mujeres en los
mecanismos de planificación urbana a nivel local y
provincial para garantizar que su visión y necesidades
específicas sean tomadas en cuenta.

76
6.4. Exigir que en todos los municipios, organismos del
gobierno central y empresas privadas que ejecuten obras
y brinden servicios públicos, se establezcan mecanismos
de fiscalización ciudadana en el que participen las mujeres.
6.5. Promover la participación de las mujeres de organizaciones
sociales de base en los directorios de las empresas
municipales de agua potable y alcantarillado.
6.6. Impulsar la creación de sistemas de consulta a las mujeres
sobre la localización del equipamiento social y comunal
en sus respectivos barrios.
6.7. Fortalecer la participación de las organizaciones de mujeres
que desarrollen estrategias de sobrevivencia con una visión
integral de desarrollo en los espacios de poder local.
6.8. Exigir en todos los proyectos dirigidos a mujeres, espacios
adicionales de reflexión y valoración sobre el aporte de su
acción en el contexto del desarrollo local.
6.9. Promover el fortalecimiento y autonomía de las
organizaciones sociales de mujeres a través de los fines y
acciones de los comités de gestión local señalados en la
Ley 25307.

ESTRATEGIA

La complejidad de la temática relacionada con el hábitat y la


diversidad de agentes relacionada con ella requiere tener en cuenta
la siguiente estrategia:
- Impulsar la definición clara de las competencias y funciones
de las diversas instituciones del Estado a nivel central, regional
y local.
- Impulsar el establecimiento de mecanismos de coordinación
para evitar duplicidad y dispersión de acciones,

77
contradicciones y por lo tanto un uso poco eficiente de los
recursos públicos.
- Promover el otorgamiento de competencias y funciones a las
municipalidades como instancias de planificación del desarrollo
local, así como los recursos económicos y financieros adecuados
para llevar adelante programas y proyectos que de este plan se
deriven.
- Impulsar el establecimiento de mecanismos de participación y
fiscalización ciudadana en los diversos niveles de planificación y
ejecución de proyectos y programas de mejoramiento del
hábitat.
- Exigir que el Estado, bajo la estrategia de privatización de los
servicios, no utilice trabajo gratuito de las mujeres en la atención
de sus necesidades básicas en respuesta a los problemas del
hábitat.
- Evitar una visión fragmentada de los problemas que afectan a
las mujeres y promoviendo el establecimiento de una comisión
ad hoc en la comisión interministerial que planifique, ejecute, y
monitoree un plan de mejoramiento de las condiciones de vida
de las mujeres.
- Realizar incidencia política permanente para fomentar el derecho
de acceso a la vivienda digna.
- Promover la incorporación de la educación ambiental en todos
los niveles y modalidades educativas.
- Impulsar programas que faciliten el acceso a créditos para
vivienda para personas con discapacidad.
- Vigilancia ciudadana que garantice el acceso de todas las familias
a una vivienda digna.

78
EDUCACIÓN Y CULTURA
«La educación es un derecho humano y constituye un instrumento
indispensable para lograr los objetivos de la igualdad, el desarrollo
y la paz. La educación no discriminatoria beneficia tanto a las niñas
como a los niños y, de esa manera, conduce en última instancia a
relaciones más igualitarias entre mujeres y hombres. La igualdad
de acceso a la educación y la obtención de educación son necesarias
para que más mujeres se conviertan en agentes de cambio. La
alfabetización de la mujer es importante para mejorar la salud, la
nutrición y la educación en la familia, así como para habilitar a la
mujer para participar en la adopción de decisiones en la sociedad.
Ha quedado demostrado que la inversión en la educación y la
capacitación formal y no formal de las niñas y la mujeres, que tiene
un rendimiento social y económico excepcionalmente alto, es uno
de los mejores medios de lograr un desarrollo sostenible y un
crecimiento económico a la vez sostenido y sostenible»

La educación en nuestro país, según las normas legales que las


refrendan, no se define como discriminatoria, sin embargo, en la
medida que no ha logrado incorporar en sus acciones la
heterogeneidad de la población que debe atender, termina siendo
en la práctica, discriminatoria, particularmente en el caso de las
mujeres.

Acceso a la educación

Los años 80 mostraron un perfil educacional femenino (mujeres de


15 años y más) en el que todavía un 23% no había recibido
instrucción y un 40% había logrado algún nivel de primaria. Sólo
8, de cada 100 mujeres, había accedido a la educación superior. Es
decir, la profesionalización no era todavía un hecho contundente

79
ni masivo para el conjunto de mujeres jóvenes y adultas. Sin
embargo, los niveles educativos de las mujeres evolucionan en
sentido positivo; la proporción de mujeres de 15 años y más, sin
instrucción y con primaria disminuye; mientras que, se incrementan
las proporciones de población con secundaria y superior. El promedio
de escolaridad pasó de 5.4 años en 1981, 7.1 en 1993 y para el
2000 es de 8.8. El cambio más destacable es el registrado en el
incremento de la población femenina con educación superior; la
que en 1981 era de 8%, pasó a 19% en 1993 y la tendencia sigue
incrementándose.

Las mujeres tienen limitaciones para acceder a los diferentes niveles


de educación. Es así que el 18% del total de las mujeres, mayores
de 15 años a nivel nacional, no tiene ningún grado de instrucción,
mientras que en el caso de los varones, este porcentaje llega sólo
al 7.0. Igualmente, las mujeres constituyen el 73% de la población
analfabeta mayor de 15 años del país. Esta situación se hace más
grave en las mujeres de algunos departamentos del interior y de
áreas rurales.

Llama la atención el hecho de que el número de analfabetas de las


zonas urbanas, ha registrado un incremento. Como balance global
se aprecia, entonces, que se ha dado un cierto desplazamiento del
problema del analfabetismo hacia las ciudades y poblados urbanos;
lo cual, posiblemente, guarde relación con los procesos de migración
y despoblamiento de zonas rurales por efecto de la violencia
terrorista.

Diferentes gobiernos han intentado atender este problema,


desarrollando una serie de programas de alfabetización, sin que
ellos hayan logrado captar el interés y permanencia de la población
femenina, en tanto esos programas no se han adecuado a las
necesidades de las mujeres que tienen hijos menores y realizan
tareas domésticas. Las mujeres no asisten a las clases de

80
alfabetización y educación de adultos por los calendarios rígidos,
lo exigente del horario y la inexistencia de lugares donde dejar a
sus menores hijos. En suma, si se considera la distribución de los
analfabetos por sexo, el problema del analfabetismo sigue siendo
mayoritariamente femenino. Entre los 5 y 9 años, la asistencia a la
escuela es masiva, 92% en promedio, pero no universal.

Esto explica que los programas de alfabetización desarrollados desde


el sistema educativo, sólo haya logrado reducir la tasa de
analfabetismo femenino de 26.1 en 1991, 19.3 en 1993 y 17.2%
en 2001, quedando pendiente aproximadamente, una población
analfabeta de 500,000 que deberá ser atendida en los próximos
años.

En los niveles de educación primaria y secundaria se mantienen


algunas diferencias entre varones y mujeres, sin embargo, en la
educación superior esas diferencias se acrecientan, particularmente
en el caso de la formación superior universitaria, donde las mujeres
constituyen el 38% de los estudiantes.

Con una mediana de estudios de 8.6 años para 2000, las mujeres
registran todavía diferencias de logro educacional en relación a los
varones; la mitad de los hombres ha alcanzado por lo menos 9
años de escolaridad. Mientras la mitad de las mujeres residentes
en el área urbana tiene por lo menos 10 años de estudios, la mediana
de educación para las mujeres de áreas rurales es de 6 años, es
decir, sólo primaria completa.

Otros indicadores que expresan las dificultades de las mujeres para


lograr su educación son el inicio tardío de su vida escolar y sus
altos niveles de deserción. Esto se aprecia en los datos de matrícula
donde se constata que en el primer grado de educación las mujeres
tienen una edad promedio mayor que los varones y, en el último
año de educación secundaria, el promedio de edad de las mujeres

81
es menor que la de los varones. La deserción escolar de las mujeres,
en algunos lugares de la selva, se ha agudizado por su dedicación
a la producción cocalera, trabajo doméstico, comercialización de
droga y prostitución.

Los padres de familia, siguiendo los patrones culturales


predominantes optan por retirar a sus hijas del colegio y dedicarlas
a las tareas del hogar cuando ellas han sido desaprobadas en un
año escolar, mientras que, para el caso de los varones, la opción es
repetir sus estudios hasta lograr culminarlos como una aspiración
legítima de toda la familia.

Estos comportamientos se modifican y la opción es distinta cuando


son las propias mujeres las que deben decidir sobre sus posibilidades
de educación. Es así que, en la educación vespertina, la escolaridad
es mayoritariamente femenina, sobre todo en las ciudades donde
un buen porcentaje de empleadas domésticas hacen uso de este
servicio educativo. Esto no sucede en las zonas rurales de la Sierra
y Selva, donde las mujeres no pueden hacer uso de la educación
vespertina por sus múltiples tareas y por la oposición del esposo.

Entre los elementos que explican la situación de discriminación de


la mujer en el ámbito educativo, podemos señalar los siguientes:
cuando los costos de la educación son inaccesibles a las familias
más pobres, ellas darán prioridad a la educación de los varones;
cuando la madre tiene que buscar una sustituta para las labores
domésticas o para el cuidado de los bienes del hogar, las hijas son
las escogidas; y, son las hijas las que colaboran con la madre cuando
ésta tiene que realizar una actividad que le genera ingresos dentro
de su hogar.

De otro lado, razones como la falta de seguridad, la falta de


condiciones de infraestructura adecuadas para las niñas y el asedio
sexual, son las que justifican muchas veces la decisión de los padres

82
para no enviar a sus hijas al colegio, especialmente en lugares del
interior del país. El matrimonio, la maternidad precoz y múltiple
son las razones poderosas para que las mujeres abandonen sus
estudios. Pero, detrás de todo esto, está la razón más importante y
que tiene que ver con aspectos culturales, y es que a las hijas no se
les concede la aspiración de conseguir el más alto nivel educativo
es suficiente con que sepan leer y escribir, las mayores aspiraciones
educativas están puestas en los varones.

Formación escolar

Las mujeres que se incorporan al sistema educativo nacional se


enfrentan, además, a una formación sexista, restringida con la que
se les prepara para asumir roles tradicionales. asignados por la
sociedad.

Esto se expresa en los contenidos curriculares y en los diferentes


textos escolares. Al hacer un análisis de contenido, se puede apreciar,
en primer lugar, un predominio de la figura masculina y, en segundo
lugar, una orientación para la mujer limitada básicamente a la vida
doméstica; mientras que para el varón, se presenta una gama amplia
de actividades en las cuales él puede desempeñarse. Esto se hace
evidente en la Historia del Perú, que hace conocer una historia
hecha y contada por hombres y donde los sujetos son
fundamentalmente masculinos.

Las restricciones educativas para la mujer llegan hasta materias


como la educación física, a la que se le presta menor importancia
que en el caso del varón. Otra dificultad para lograr una formación
más igualitaria entre los géneros, ha sido el predominio de los
colegios en los que se practica la separación entre hombres y
mujeres, frente a los mixtos, principalmente en la ciudad de Lima y
demás ciudades del interior del país.

83
La coeducación no se ha generalizado a nivel nacional, funda-
mentalmente por la presión ejercida por los padres de familia, a
pesar de que durante la Reforma Educativa del Gobierno Militar
del Gral. Velasco Alvarado, fue dispuesta su aplicación con carácter
obligatorio para todos los colegios del Perú, públicos y privados.
Esta disposición fue derogada en el 2do. Gobierno Constitucional
del Arq. Fernando Belaúnde Terry y, en la actualidad, existe sólo un
50% de alumnado de secundaria en colegios mixtos de Lima y
esto se mantiene gracias a la defensa de sus profesores y de los
propios alumnos. Las diferencias de aceptación entre padres y
maestros frente a la educación mixta nos muestran que el sistema
educativo no ha logrado incorporar a los padres de familia como
un elemento fundamental en el proceso educativo.

Estudios recientes nos indican que en los colegios mixtos las mujeres
tienen una mayor percepción de igualdad de capacidades entre los
sexos y los varones presentan un aumento en su percepción sobre
la igualdad en los aspectos intelectual y de amistad con las mujeres.

Es importante señalar, además, que en la formación escolar no se


había logrado asumir una educación sexual adecuada y es por ello
que, desde 1984, se intentó introducir este componente a través
de¡ Programa de Educación en Población. En 1996, con la
incorporación del, Programa Nacional de Educación Sexual, de¡
Ministerio de Educación, para la educación secundaria, se trata de
incorporar una adecuada enseñanza de la educación sexual en todos
los niveles de la educación primaria y secundaria, para corregir los
enfoques sexistas.

Debido a los siglos de subordinación y marginación que recaen


sobre ella, la mujer desconoce su derecho a la educación; y,
contradictoriamente con los limitados niveles de educación que
tiene, es ella quien educa y socializa a los hijos, e incluso, asume la
educación inicial de niños menores de 5 años de su comunidad, a

84
través de los llamados Programas No Escolarizados de Educación
Inicial (PRONOIS). En el ámbito urbano, el Programa de Wawa
Wasi, intenta atender, aunque en forma limitada, el cuidado de
niños pequeños, para las mujeres que estudian y trabajan.

En consecuencia, las limitaciones para el acceso de la mujer al


sistema educativo, la orientación sexista de la educación y sus
programas escolarizados rígidos y no acordes con sus demandas,
nos plantea, desde ya, las limitaciones que ellas arrastran para
enfrentarse al desarrollo de sus vidas, al mercado de trabajo y a la
defensa de sus derechos.

Formación Universitaria

Socialmente, las demandas y el acceso a las distintas profesiones


están diferenciadas por el sexo. Es por ello que existen algunas
carreras identificadas como ‘ femeninas : Servicio Social (97% de
mujeres), Obstetricia (97%), Enfermería (75%), Psicología (64%),
Educación (55%). Asimismo, dentro de la rama de educación, las
mujeres se encuentran mayoritariamente en la educación inicial y
primaria, mientras que los varones predominan en la educación
secundaria y superior.

Las carreras donde la participación de la mujer es menor son


Medicina, Derecho y Agronomía y, en una proporción mínima,
diversas ramas de la Ingeniería.

En la actualidad las mujeres representan un 40% de los postulantes


a las universidades, un 39% de los ingresantes, un 36% de los
estudiantes universitarios y un 40% de los graduados en esos
centros de estudios. En buena cuenta, de cada 10 personas que
llegan a nivel educativo más alto, 6 son de sexo masculino y 4 de
sexo femenino. No se logra establecer la equidad pero, en
comparación con otros indicadores, hay por lo menos una buena

85
aproximación. La participación de la población femenina en la
educación universitaria ha venido registrando un incremento
persistente.

En 2000, sobre el total de graduados en las diversas áreas de


especialización de Ingeniería, las mujeres representan un 21%. En
relación a 1990, esto significó un incremento de cinco puntos
porcentuales. La mayor parte de las graduadas estudió especiali-
dades de Ingeniería Civil, Industrial, Química y Manufacturera.

Al interior de la rama de Ingeniería, las mujeres tienen una presencia


superior al promedio, como graduadas en las especialidades de
Ingeniería Química y Manufacturera (28.6%), Ingeniería Ambiental
(21.2%), Civil (20.7%), Industrial (19.7%), Pesquería (18.8%) y
de Sistemas (17.6%). En otras especialidades minoritarias en el
conjunto, como Ingeniería Estadística, su peso relativo es mayor.

En suma la participación femenina en la educación superior


universitaria ha logrado alcanzar y mantener un nivel cercano a la
equidad, pues alrededor de cuarenta de cada cien postulantes,
ingresados, estudiantes y graduados de este nivel de estudios, son
mujeres. No puede decirse lo mismo de las opciones profesionales,
donde parecería mantenerse una persistente presencia de mujeres
en las ramas tradicionalmente asumidas como femeninas y una
ausencia elocuente en las ramas de ingeniería. Hay, sin embargo,
lo que llamamos un tímido desplazamiento hacia nuevas áreas de
formación típicamente concebidas con un sesgo masculino. Al
respecto, parece claro, que las posibilidades de atención a éstos
comportamientos distintos se encuentran en el terreno de las
imágenes, los estereotipos y modelos de éxito que se transmiten.
Y en este sentido es tan importante la incorporación de las mujeres
a cualquier rama profesional como el desplazamiento de los varones
hacia algunos territorios «femeninos».

86
Esto se hace más discriminante, en tanto son justamente las carreras
donde predominan los varones las que tienen un mayor prestigio
social y donde se han introducido los mayores adelantos de la
tecnología moderna. Es el caso de las carreras denominadas
femeninas, éstas tienen un menor prestigio social, menor adelanto
tecnológico, e incluso, su prestigio se ve disminuido por estar
compuestas, mayoritariamente por mujeres.

Capacitación Técnica

Las mujeres que acceden a la capacitación técnica lo hacen


principalmente en las ramas de corte y confección, cocina, repostería
y en cosmetología, incluso se puede señalar que el predominio de
corte y confección es 10 veces mayor que las otras actividades.
Todas ellas constituyen una extensión de las tareas domésticas y
están mostrando que, aun a este nivel, se mantienen restringidas
para la mujer las posibilidades de calificarse y poder acceder a otras
alternativas en el mercado de trabajo; mientras que para el hombre
las alternativas de capacitación técnica son muy amplias.

La capacitación técnica para las mujeres campesinas es un proceso


muy lento debido a que todavía los Programas de Capacitación
estatales mantienen la participación de varones y no se promueven
suficien-temente en aspectos no tradicionales por estereotipos
existentes a pesar de que ellas participan en actividades
agropecuarias desde siempre.

Cultura y recreación

Las mujeres como poseedoras y transmisoras del acervo cultural


de diversos pueblos del país, garantizan su permanencia a través
de los tiempos. Sin embargo, ese bagaje cultural que posee la mujer
andina, la de la Selva y la migrante en el medio urbano, no ha sido

87
incorporado como parte de nuestra cultura nacional. Es más, en
muchos casos, las mujeres del Ande y de la Selva son aisladas
culturalmente por tener un idioma, una música, bailes y una serie
de costumbres que no son reconocidas como parte de la cultura
nacional. De igual forma, las mujeres migrantes en Lima por razones
de sobrevivencia y pérdida de identidad cultural, cada vez participan
menos en las expresiones culturales propias.

Las mujeres tienen una mínima participación en las actividades


culturales que son promovidas por las instancias del Estado, llámese
Instituto Nacional de Cultura, Ministerio de Educación, medios de
comunicación y otros, debido fundamentalmente a la falta de
recursos para ello, lugares inadecuados y sobrecarga de trabajo
que les restringe sus posibilidades para la cultura y el esparcimiento.
En consecuencia, las actividades culturales que se desarrollan en el
país no brindan las condiciones ni promueven la participación de la
mujer.

En los últimos años se aprecia un incremento de mujeres


profesionales (sectores medios y altos) en el arte y otras
manifestaciones culturales.

Respecto al deporte y la recreación, las mujeres adultas no los


perciben como una necesidad y es por ello que no encontramos
demandas que involucren al Instituto Peruano del Deporte y al
Ministerio de Educación para que asuman un papel más activo en
su promoción, para la población femenina. Las mujeres jóvenes
son las que, en los últimos años han incursionado en el deporte,
particularmente en el voléibol, sin embargo, este deporte aún no
cuenta con el estímulo y las condiciones adecuadas para
desarrollarse masivamente en el país.

88
OBJETIVOS ESPECÍFICOS Y LINEAS DE ACCIÓN

Objetivo 1
Contribuir a erradicar el analfabetismo femenino, especialmente
en las zonas rurales y urbano marginales del país, respetando su
propia lengua, promoviendo la interculturalidad y asegurando el
acceso oportuno de las niñas y mujeres al sistema educativo.

Líneas de Acción
1.1. Promover programas intensivos de alfabetización y
post-alfabetización para mujeres, en horarios adecuados
y con servicios de cuidado infantil para mujeres madres
que participan en ellos.
1.2. Utilizar metodologías de enseñanza para la lecto escritura
en la lengua materna de las analfabetas de lengua indígena
y de enseñanza del castellano como segunda lengua en
forma simultánea y progresiva con contenidos orientados
a perfeccionar las actividades productivas y de gestión que
realizan las mujeres de las diversas regiones.
1.3. Promover la capacitación a promotores y docentes, sobre
la metodología y uso del material de apoyo para los
programas de alfabetización.
1.4. Desarrollar programas de difusión y de sensibilización
sobre la importancia del acceso oportuno y permanencia
de las mujeres en el sistema educativo.
1.5. Promover la reestructuración de los contenidos curriculares
en los programas de educación de adultos, orientándolos
a formar a las mujeres en las actividades productivas que
se desarrollan en el país sin restricciones por razón de sexo.
1.6. Promover la creación de servicios de cuidado infantil en
todos los programas de educación de adultos, para
garantizar la asistencia de las mujeres que son madres.
1.7. Apoyar y ampliar el sistema de. educación a distancia en

89
todos los niveles educativos, así como otros sistemas
educativos alternativos, dirigidos especialmente a las
mujeres.

Objetivo 2
Promover y asegurar el acceso a una educación de calidad a las
niñas, jóvenes y mujeres, creando condiciones para su acceso
oportuno, promoción y permanencia en el sistema educativo.

Línea de Acción
2.1. Promover el cumplimiento e implementación de la Ley de
Fomento de la Educación de las Niñas y Adolescentes
rurales.
2.2. Impulsar la vigilancia ciudadana para el cumplimiento de
las políticas que garanticen el acceso y la permanencia de
las niñas y adolescentes en el sistema educativo y el
funcionamiento eficiente de los .espacios de gestión
educativa.

Objetivo 3
Exigir la eliminación de la formación escolar sexista, brindando una
educación democrática y de calidad orientada para la vida y el
trabajo en igualdad de oportunidades y condiciones para las niñas,
jóvenes y mujeres, considerando las realidades socio culturales
especificas de cada región.

Líneas de Acción
3.1. Apoyar la revisión y modificación de los contenidos
curriculares de todos los niveles y modalidades del sistema
educativo, orientándolos a eliminar los estereotipos
tradicionales de varones y mujeres.
3.2. Exigir que en los textos y en los espacios educativos de
todos los niveles del sistema educativo se incorporen

90
contenidos sobre sexualidad humana, orientados a superar
prejuicios y estereotipos, adecuando estos contenidos a
las diferentes realidades socio culturales de las regiones.
3.3. Fomentar el liderazgo femenino desde la escuela.
3.4. Ampliar la información para que las mujeres accedan a
niveles de vida adecuados y sin discriminación,
incorporando en todos los niveles educativos aspectos
referidos a sus derechos económicos, sociales y culturales
Exigir la implementación de la coeducación de manera
progresiva en aquellos colegios que tienen el sistema
separado por género y difundir sus beneficios.
3.5. Impulsar la revisión y modificación de los contenidos de
los textos escolares, eliminando todos aquellos contenidos
sexistas y discriminatorios contra la mujer.
3.6. Promover y desarrollar cursos de capacitación para
docentes en formación y servicio, sobre orientación sexual,
deberes y derechos de las mujeres, buscando modificar
las actitudes que refuerzan las relaciones desiguales entre
varones y mujeres.
3.7. Impulsar la visibilización de la presencia de y la
contribución de las mujeres en la vida social, económica,
cultural y política del país a través de la historia.
3.8. Promover la producción de material educativo para el
desarrollo de la educación sexual en los diferentes niveles
y modalidades del sistema educativo y adaptarlos a las
diferentes realidades socio culturales de las regiones.
3.9. Promover el desarrollo de programas especiales de
educación sexual para padres y madres de familia, con la
finalidad de prepararlos para la formación de sus hijos.
3.10. Exigir el establecimiento de un sistema de sanciones para
las autoridades educativas que impiden que la alumna
prosiga sus estudios en el mismo plantel, en razón de
embarazo, maternidad o estado civil.

91
3.11. Exigir la aplicación de sanciones drásticas y efectivas para
evitar que en los centros educativos de primaria,
secundaria y superior, las y los estudiantes sean objeto de
asedio y chantaje sexual por parte de los profesores.
3.12. Exigir la aplicación de sanciones drásticas para los docentes
que incurran en actos de asedio, chantaje y violencia sexual
contra las y los estudiantes.
3.13. Promover la creación y /o fortalecimiento de centros
jurídicos y de defensa de los derechos de las estudiantes,
para que se hagan efectivas las sanciones relacionadas con
la violencia y asedio sexual en los centros educativos.

Objetivo 4
Promover la ampliación de oportunidades para que las mujeres
accedan y permanezcan en las distintas carreras que brinda el
sistema educativo superior.

Líneas de Acción
4.1 Impulsar el establecimiento de programas especiales de
orientación vocacional para mujeres con enfoque de
género, para que opten por cualquier carrera u oficio que
se ofrece en el sistema de educación superior, sin
restricciones por razones de sexo.
4.2 Promover el desarrollo de programas, a través de los
medios de comunicación social, para sensibilizar a la
población en general sobre la importancia de la
incorporación de las mujeres en las carreras u oficios en
los que tienen poca participación.
4.3 Impulsar en las universidades peruanas la adecuación de
sus programas curriculares a las necesidades de la región,
sin discriminación por género.
4.4 Promover estudios con perspectiva de género en
programas de titulación y perfeccionamiento.

92
4.5 Promover el acceso de mujeres a carreras profesionales
de ciencias exactas y tecnología de punta.
4.6 Promover la docencia universitaria equitativa de varones
y mujeres como referente para las y los jóvenes.

Objetivo 5
Promover niveles de capacitación técnico productiva y de gestión
para las mujeres, propiciando las condiciones para que accedan a
todas las opciones que brinda este servicio y amplíen sus
oportunidades de calificación.

Líneas de acción
5.1. Promover el establecimiento de centros de capacitación
técnica donde se ofrezca a las mujeres la oportunidad de
perfeccionarse en áreas antes limitadas para ellas, con
énfasis en actividades productivas de campo y ciudad, uso
de tecnología moderna y tradicional, gestión empresarial,
manejo del sistema financiero y otros.
5.2. Impulsar el desarrollo de programas especiales en todos
los medios de comunicación de capacitación técnico
productiva en horarios apropiados para las mujeres.
5.3. Promover el desarrollo de programas intensivos de
capacitación productiva para mujeres de bajos recursos
rescatando las tecnologías tradicionales locales y
visibilizando experiencias exitosas.
5.4. Promover programas de reconversión laboral para mujeres
desempleadas y despedidas.
5.5. Promover programas de capacitación especial para que
mujeres con algún tipo de discapacidad puedan ampliar
sus oportunidades de empleo.
5.6. Promover el desarrollo de programas educativos para las
mujeres reclusas.

93
5.7. Promover programas educativos técnico-productivos y de
gestión para mujeres en situación de riesgo.

Objetivo 6
Promover y revalorar la participación de la mujer en las distintas
expresiones culturales de la comunidad y la sociedad en general.

Líneas de Acción
6.1. Promover el establecimiento de servicios de esparcimiento
con condiciones adecuadas para el cuidado y recreación
de los hijos, a fin de que las mujeres también puedan
realizar actividades culturales y de recreación.
6.2. Realizar actividades que permitan el intercambio de
experiencias culturales femeninas, con la finalidad de dar
mayor participación a la mujer.
6.3. Gestionar canales de participación de la mujer en
actividades de tipo cultural desde temprana edad, a través
de los municipios, el sector Educación y el Instituto
Nacional de Cultura.
6.4. Impulsar la presencia de la mujer en los diferentes espacios
y formas culturales en roles protagónicos.
6.5. Impulsar programas para la creación de bibliotecas
populares con enfoque de género.
6.6. Impulsar la creación de centros deportivos, culturales y
recreativos con infraestructura y mobiliario adecuados
para lograr la mayor participación femenina en el deporte
y la cultura
6.7. Impulsar programas que motiven la creación de bibliotecas
populares y prácticas de lectura para niñas y mujeres.

Objetivo 7
Promover una educación de calidad en el país con perspectivas de
género, impulsando la coeducación en todos los niveles educativos
94
y tomando en cuenta las áreas geográficas del país, y garantizando
la gratuidad de la enseñanza en el sector estatal como un derecho
de todos y todas para el acceso a la educación.

Líneas de acción
7.1. Exigir la implementación del calendario escolar de acuerdo
a la realidad de cada región.
7.2. Exigirla implementación de la coeducación de manera
progresiva en aquellos colegios que tienen el sistema
separado por género y difundir sus beneficios.
7.3. Mantener una actitud vigilante frente al ejercicio del
derecho a la gratuidad a la enseñanza.
7.4. Promover la aplicación de la de la perspectiva de género
en planes y programas curriculares en todos los niveles y
modalidades educativos.

ESTRATEGIA

Las acciones de alfabetización y post alfabetización de educación


primaria y secundaria de adultos, de capacitación técnico productiva,
deberán priorizarse en base al criterio de atender principalmente a
la población femenina para elevar su nivel educativo y lograr
equidad entre varones y mujeres.

La responsabilidad educativa que les corresponde a los gobiernos


local, regional y central, debe ser asumida claramente con la
finalidad de lograr una efectiva operativización de los programas
educativos propuestos.

La participación de las organizaciones de mujeres en las fases de


programación, ejecución y evaluación de los programas educativos
propuestos en el presente Programa Nacional, cumplirán un rol

95
fundamental para garantizar su ejecución, especialmente en los
programas de alfabetización, educación primaria y secundaria de
adultos, de sexualidad humana y de educación en población.

De igual forma es importante establecer canales de coordinación,


de seguimiento y evaluación entre el sector público, privado y
comunal especializado en educación popular para el diseño de los
contenidos y metodologías de los programas de alfabetización
integral, educación de adultos y sexualidad humana.

Las instancias descentralizadas del sector educación deberán asumir


la responsabilidad de realizar la adaptación de los Programas
Curriculares y de los contenidos de los textos escolares de los
distintos niveles educativos, en coordinación con instituciones
privadas y con organizaciones de mujeres, en base al criterio de
lograr una formación igualitaria para varones y mujeres.

Dicha responsabilidad, debe asumirse en base a la coordinación


con otros sectores como salud, trabajo, agricultura, economía,
justicia y con instituciones privadas, para incorporar nuevos
contenidos educativos en los diferentes , niveles del sistema,
educativo. Asimismo se debe buscar la activa participación de las
universidades, colegios profesionales y centros de educación
superior para estimular y efectivizar la participación de las mujeres
en las diferentes carreras y oficios que ofrece el sistema educativo
superior.

La Red a través de sus Coordinaciones Departamentales y/o


Regionales promoverá eventos de capacitación y acciones de
seguimiento y de propuesta para promover el cumplimiento del
PNPM, incorporando acciones de sensibilización en el personal del
sistema educativo, para incorporar la perspectiva de género en el
trabajo educativo.

96
SALUD INTEGRAL DE LA MUJER
Para una mejor comprensión de la situación de salud de la mujer
en el Perú, queremos compartir la definición del concepto de salud
dado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el sentido
que es « El completo estado de bienestar físico, psíquico y social».
Con este enfoque, nuestro análisis va mas allá de una concepción
de salud como ausencia de enfermedad, para expresarse mejor en
un logro de calidad de vida. Por consiguiente tiene que ver con las
posibilidades de desarrollo de todas las potencialidades de las
personas para devenir como tales.

Este concepto, traducido a la vida cotidiana, es la posibilidad de


crecer en un mundo de afecto, con alimentos suficientes, tener
acceso a la educación y a la cultura, vivienda y abrigo dignos, la
posibilidad de tener trabajo creador y satisfactorio; tener descanso,
recreación y deporte, desarrollar una sexualidad gratificante, tener
los hijos que uno desee y por último, en caso de enfermar, tener las
condiciones para reparar la salud perdida.

La salud es uno de los aspectos donde podernos apreciar con mayor


crudeza la situación de discriminación de la mujer en nuestro país,
agravada por la agudización de la crisis que afecta principalmente
a las mujeres pobres de los sectores urbano marginales y rurales.

Esta discriminación proviene de la ubicación de la mujer en la


sociedad y los roles que se le han asignado históricamente. Además
del rol de reproducción biológica, la división sexual del trabajo asigna
a la mujer toda la responsabilidad de las tareas que se realizan
dentro de la unidad familiar, trabajo que no es reconocido como tal
y por tanto no es remunerado, añadiendo a ello que muchas mujeres

97
deben cumplir el rol productivo como únicas responsables o como
complemento del aporte del varón a la economía familiar.

Asimismo, en la última década, por efecto de la agudización de la


crisis, la mujer ha venido asumiendo la responsabilidad de la
supervivencia a nivel de su comunidad añadiéndose a sus
responsabilidades el rol comunal, trabajo casi exclusivamente de
mujeres y que también tiene la peculiaridad de no ser remunerado.

El cumplimiento de sus diversos roles tiene implicancias en la salud


psico física de la mujer, aunque existen pocas investigaciones que
nos puedan señalar los diferentes factores de riesgo. Sin embargo
tenemos testimonios recogidos a nivel nacional que dan crédito de
cansancio, fatiga crónica, agotamiento, stress, como consecuencia
de una sobrecarga de trabajo y malas condiciones de vida,
agravándose en el caso de familias urbano marginales y rurales.

Los problemas de salud relativos al trabajo doméstico y al trabajo


comunal son aún poco estudiados y, por no ser reconocidos como
tales, carecen de políticas orientadas a normar, proteger o mantener
la salud en la ejecución de los mismos.

El trabajo doméstico, por las características y condiciones en que


se desenvuelve, afecta la salud de las mujeres en general y en
especial la de las mujeres de los sectores populares. Las actividades
que realizan (lavado, cocina, compras para el consumo familiar,
limpieza y saneamiento ambiental, cuidado y educación de los hijos)
sin descanso, sin vacaciones, ni reconocimiento, las expone a riesgos
de accidentes, tensión nerviosa, cansancio, enfermedades de la piel,
alergias, riesgos de exposición a sustancias tóxicas.

En el contexto de crisis, los esfuerzos para que el dinero alcance


producen tensiones así como las distancias de los mercados y las

98
dificultades en los transportes hacen que tengan que caminar
cargando diariamente pesos fuertes que les ocasionan cansancio
adicional y otros transtornos en la salud.

Desde la Red Nacional de Promoción de la Mujer las mujeres


peruanas de todo el pais hemos elaborado propuestas respecto a
la salud de la mujer. Quisieramos que ellas sean asumidas por los
sectores público y privado y que formen parte de la acción del
gobierno y las ONGs en los próximos años.

Insistimos en que la salud de la mujer sea vista desde cuatro


perspectivas fundamentales.

Salud Integral

En los últimos años se han dado importantes avances respecto a la


concepción de la salud y dentro de ella específicamente la salud de
la mujer.

Desde una concepción biologisista, que situaba la salud en el campo


estrictamente médico, hasta otra que resaltaba la importancia de
los factores sociales, culturales, económicos y políticos en la salud,
y de ésta en el desarrollo de la persona y de la sociedad. Proponemos
la importancia de comprender que en salud no sólo se trata de
atender a los enfermos sino también de promover la salud y prevenir
la enfermedad, tarea que podrían enfrentar además del sector salud,
el conjunto del Estado y la sociedad civil.

Ciclo Vital

Es necesario también desde nuestro enfoque, concebir la salud de


la mujer peruana en una perspectiva que considere el ciclo vital,
aspecto de importancia primordial, teniendo en cuenta que la salud
de la persona, y en el caso específico de la mujer, depende de

99
procesos que se cumplen en el transcurrir de la niñez, la
adolescencia, la madurez y la ancianidad. Es de vital importancia
para lograr la salud integral de la mujer, enfocar sus necesidades
en cada etapa de su ciclo vital, reconociendo estas diferencias.

Enfoque de género

Para sostener sanas relaciones familiares y sociales, libres de


discriminación e inequidad, es básico considerar el enfoque de
género dado que las relaciones entre varones y mujeres en el Perú
se han construido socialmente bajo patrones de dominio y
subordinación de la mujer por parte del varón.

El cambio en las actitudes y conductas del varón y la mujer, respecto


del rol que cada uno puede y debe cumplir en la sociedad, constituye
una condición necesaria para lograr la salud integral en ambos y
especialmente en la mujer.

Participación y Liderazgo de la Mujer en Salud.

En diferentes niveles de la sociedad, la mujer viene demostrando


un potencial creador en el logro de «La salud para todos», tanto en
el sector público como en el privado, ellas han sido frecuentemente
incorporadas a los programas de salud como colaboradoras,
promotoras y como ejecutoras. Sin embargo, aún no existen
dispositivos que faciliten que la mujer esté presente, con poder
deliberativo y de decisión en las fases de planificación, ejecución y
evaluación de las acciones que tienen que ver con su salud. Las
mujeres profesionales de la salud, que pueden con su conocimiento
y experiencia aportar, están en la mayoría de los casos en cargos
de dependencia y es mínimo el número de ellas que ocupan cargos
de dirección.

100
Consideramos necesario, para un buen gobierno en el terreno de
la salud, que se cumplan estos cuatro aspectos fundamentales, sólo
así la mujer peruana podrá lograr ser beneficiaria de normas
adecuadas que consideren sus necesidades y demandas, y pueda
obtener una salud integral en cada una de las etapas de su vida.

Al respecto la Red Nacional de Promoción de la Mujer viene


impulsando los Comités de Vigilancia Ciudadana para una
Maternidad Sana y Segura y para los Derechos Sexuales y
Reproductivos, que suman actualmente más de 100 en todo el
país y tiene presencia en todas la regiones.

Salud Sexual y Reproductiva

La salud reproductiva se define como el estado general de bienestar


físico, mental, social y ambiental y no sólo la ausencia de
enfermedad en todos los aspectos relacionados con el sistema
reproductivo, sus funciones y procesos (OMS); indica la capacidad
de disfrutar de una vida sexual satisfactoria y sin riesgos, la
capacidad y la libertad de procrear o no, cuando y con qué
frecuencia.

La salud sexual y reproductíva tiene como objetivo el desarrollo


integral de¡ ser humano y el derecho de la mujer y M varón a
asumir el control y tomar decisiones respecto a su cuerpo y su
sexualidad, es parte integrante de los derechos humanos.»

En el siguiente diagnóstico veamos el avance en el ejercicio de


estos derechos, en forma especial en el derecho a la salud
reproductiva.

¿Cuán cerca estamos los peruanos, varones y mujeres de poder


gozar de una salud sexual y reproductiva acorde con nuestra
condición de seres humanos?

101
DIAGNOSTICO

Mortalidad Materna

En el cumplimiento del rol reproductivo, constatamos la existencia


de uno de los indicadores más preocupantes del estado de salud
de la mujer en nuestro país: La mortalidad debido a la maternidad.
Resulta paradójico que para dar vida las mujeres tengamos que
pasar por el grave riesgo de enfermar o de morir ¿no es esto una
inequidad?

De acuerdo con la OPS por los niveles alcanzados en mortalidad


materna, los países se clasifican en cuatro grupos:

IV Países con baja mortalidad Menos de 20 muertes


materna. por 100,000 nacidos vivos.
III Países con mediana Entre 20 y 49 muertes
mortalidad materna por 100,000 nacidos vivos.
II Países con alta mortalidad Entre 50 y 150 muertes
materna. por 100,000 nacidos vivos.
I Países con muy alta Mas de 150 muertes
mortalidad materna. por 100,000 nacidos vivos.

El Perú tiene dentro de América Latina una de las tasas más altas
de mortalidad materna, se estima que para el período 2000 se
produjeron 185 muertes maternas por l00,000 nacidos vivos
llegando casi al doble del límite referido para los países con muy
alta mortalidad materna, lo que significa que 1,800 mujeres
murieren por causas relacionadas al embarazo, parto y post parto,
es decir, que mueren 5 mujeres al día por estas causas.

También es necesario señalar que este promedio nacional oculta


las diferencias por áreas geográficas y por educación que son

102
indicadores de niveles de vida y de grandes desigualdades sociales.
Mientras que en las zonas urbanas la tasa se reduce a 153, en las
zonas rurales llega hasta 328 muertes maternas por 100,000 nacidos
vivos. Asimismo la mortalidad materna en mujeres con educación
superior es de 39, mientras que para las mujeres sin educación
llega a 389 por 100,000 nacidos vivos.

Las causas principales de estas muertes maternas, están vinculadas


a las hemorragias, infecciones, las complicaciones en el puerperio
que tienen que ver con la falta de atención adecuada en el
embarazo, parto y por parto, la interrupción del embarazo no
deseado y las toxemias. Todas estas muertes maternas, no tienen
justificación ya que, la tecnología actual permite prevenirlas y siguen
siendo la demostración de la falta de una política más agresiva y
adecuada para atender correctamente a la mujer en su rol
reproductivo y en la prevención de los embarazos no deseados.

La mortalidad materna varía según las condiciones de riesgo y de


vida en que la mujer asume su maternidad, es mayor en las mujeres
multíparas (700 x 100,000 n.v), mujeres solas (600 x 100,000
n.v.), mujeres añosas (500x l00,000 n.v.), asimismo de cada 10
muertes maternas una es de mujeres entre los 15 y 19 años de
edad.

a. Aborto
Según el Ministerio de Salud los abortos espontáneos llegan a
90,000 por año y los inducidos se calculan en 270.000 por año,
resultando en total una relación de 4 abortos por cada 10 nacidos
vivos.
La muerte por aborto estaría representando aproximadamente el
10% de las muertes maternas y este cifra podría ser más alta, si
consideramos que estaría encubierta en los reportes de hemorragias,
infecciones y otras complicaciones del embarazo, parto y puerperio.

103
En 2000, el Instituto Alan Guttmacher publicó los resultados de un
estudio un segundo en países de América Latina en base a los
egresos hospitalarios por complicaciones de aborto del Ministerio
de Salud y en una encuesta de opinión a profesionales de la salud
realizada en la serie de Encuestas Demográficas y de Salud Familiar
(ENDES). Según este estudio, las tendencias se mantienen en el
país, el 30% de embarazos terminarían en aborto inducido, el 30
% en nacimientos no deseados y el 40% en nacimientos deseados.
En promedio, 5 de cada 100 peruanas de 15 a 49 años se provocaría
un aborto cada año. Esta cifra que comparada con la tasa de los
Países Bajos de 0.5%, Canadá de 1.2% y de Estados Unidos de
2.7%, es bastante elevada. Sigue siendo la región del altiplano la
que contribuye con la tasa más elevada de abortos.

b. Maternidad Temprana
El proceso reproductivo aunque es un fenómeno fisiológico
implica grandes exigencias para el organismo de la mujer y
cuando se produce a muy temprana edad la afecta suprimiendo
etapas muy importantes de su maduración psico sexual y social
y, la expone a un mayor riesgo reproductivo. Generalmente va
asociada a la ausencia de pareja, a un entorno familiar poco
estable y a un embarazo no deseado, lo cual aumenta sus
conflictos emocionales produciéndole una sobrecarga psicológica
que afecta su salud integral.
La maternidad temprana es mayor en las zonas rurales, según la
ENDES 2000 se encontró entre las adolescentes de 15 a 19 años
un 11% de mujeres madres y 2% de embarazadas del primer hijo.
Según las regiones naturales, la selva presenta el mayor número de
mujeres adolescentes madres y embarazadas (25.7%), los
porcentajes mayores se encuentran en los departamentos de San
Martín, Ucayali y Loreto. La Sierra llega un promedio de 12.5% de
mujeres madres y embarazadas, siendo los departamentos de

104
Cajamarca, Huancavelica y Ayacucho los de mayores porcentajes
de mujeres madres y embarazadas.
La unión y la maternidad temprana, a su vez influyen en la alta
fecundidad de las mujeres ocasionando que termine su etapa
reproductiva con una sobrecarga en el número de hijos.

c. Alta Fecundidad
En 2000, la tasa global de fecundidad (TGF) para el total de mujeres
fue de 2.9 hijos por mujer, tasa que ha venido descendiendo
sistemáticamente en todos los grupos poblacionales; sin embargo
esta disminución es incipiente en las áreas rurales donde la tasa
global de fecundidad se mantiene en 4.3 hijos por mujer. Las
diferencias de la fecundidad según áreas de residencia son
significativas, mientras que para la Lima la tasa es de 2.3 hijos por
mujer para Amazonas, Apurímac, Ayacucho, Cajamarca y
Huancavelica la tasa es de 5 o más hijos por mujer.
El factor más importante en la disminución de la fecundidad es la
educación, llegando para las mujeres sin educación a 6.2 hijos por
mujer mientras que para las que tienen educación superior la tasa
es de 1.8 hijos por mujer. El aumento en los niveles educativos de
las mujeres hace que ésta retrase la edad a la que tiene el primer
hijo, las mujeres con instrucción superior tienen su primer hijo siete
años más tarde que las mujeres sin instrucción.

d. Fecundidad no deseada
En 2000 el 67% de mujeres en unión no desea más hijos, sólo el
21% desea tener mas hijos y de éstas sólo el 27 % lo tendría
dentro de los próximos 2 años. De las que sí desean tener hijos,
más de la mitad desean espaciar dos o más años para tener el
próximo. La proporción de mujeres que desea tener un hijo después
de 2 años se ha incrementado. Las más jóvenes de 15 a 19 años,
han declarado no querer tener más hijos en un 48 %, este

105
porcentaje aumenta en la medida que aumenta la edad actual
Son las mujeres de las zonas rurales y las de menor instrucción las
que tienen porcentajes más altos de hijos no deseados, con las
consecuencias que ello implica para la salud psico física de la mujer
y la del niño.

e. Déficit en el conocimiento y uso de la planificación


familiar
El conocimiento de los métodos anticonceptivos está ampliamente
difundido en el Perú, sin embargo no podemos afirmar que sea un
conocimiento adecuado. La mayoría de mujeres ha escuchado sobre
los métodos, pero no ha recibido una buena capacitación que les
permita administrarlos adecuadamente en su oportunidad, lo que
influye negativamente en su salud sometiéndola al riesgo de
embarazos no deseados, y lo que es peor, al riesgo del aborto
provocado.
Según la ENDES 2000, el 95% de las mujeres unidas conoce la
píldora, 97% las inyecciones. Las mujeres en las zonas rurales y las
mujeres sin educación presentan los niveles más bajos de
conocimiento de métodos modernos.
Respecto al uso de métodos, las mujeres que usan métodos
anticonceptivos llegan a un 68% y de ellas el 45% usa un método
moderno, el 20% un método tradicional y el 2% otros métodos
tradicionales de menor efectividad, lo que nos indica que hay una
cantidad de parejas que están expuestas al riesgo de un embarazo
no deseado. Los porcentajes menores de uso de métodos modernos
se encuentran entre las mujeres sin instrucción 16% y las de las
zonas rurales 25%.

f. Cáncer
Además de los riesgos reproductivos analizados, existen otros
transtornos vinculados a la reproducción como es el caso del cáncer

106
ginecológico, enfermedad que afecta fundamentalmente a las
mujeres en edad reproductiva y posteriormente en la menopausia.
En el análisis de la situación de salud se establece que la primera
causa de mortalidad general en mujeres en edad fértil a nivel
nacional es el cáncer. En el grupo de 25 a 44 años, las tasas son
más elevadas en las mujeres que en los varones, debido a la
mortalidad por cáncer al cuello uterino y al cáncer a la mama.
El cáncer al útero representa en el Perú altos porcentajes de
defunciones femeninas y está asociado al estrato social y económico
así como al comportamiento sexual, indicándose como factor de
riesgo la promiscuidad y el inicio precoz de las relaciones sexuales.
El cáncer a la mama se encuentra con mayor frecuencia después
de los 45 años de edad, es el segundo cáncer más frecuente después
del cervical en Lima Metropolitana.

g. Infecciones
Otro transtorno frecuente son las infecciones del aparato genital y
urinario, motivo de muchas molestias y que afectan a un alto
porcentaje de mujeres que viven en zonas con falta de agua y
saneamiento básico. La falta de una educación específica preventiva
sobre este aspecto de la salud sexual dirigida a mujeres y varones
de todas las edades agrava la situación.

h. Enfermedades de Trasmisión Sexual y VIFI/Sida


Las enfermedades de trasmisión sexual (ETS) constituyen un serio
problema en la salud reproductiva, ellas se trasmiten a través de la
relaciones sexuales desprotegidas, las trasfusiones sanguíneas o
de madre a hija(o) antes o durante el nacimiento.
Los problemas más comunes causados por las enfermedades de
trasmisión sexual son el flujo vaginal y uretral, dolor al orinar y
durante las relaciones sexuales, llagas dolorosas e inflamaciones.

107
Pueden afectar la salud de la mujer durante el embarazo y también
dan por resultado infecciones neonatales o la muerte del recién
nacido.
Si las ETS no son bien tratadas, las mujeres pueden estar en mayor
riesgo de contraer cáncer cervical, o de afectar el aparato
reproductivo, con la secuencia de dolor pélvico crónico, infertilidad
o riesgo de embarazo eutópico o la muerte a causa de hemorragia
interna.
En décadas pasadas la gonorrea y la sífilis fueron la preocupación
fundamental en este tipo de enfermedades, en la actualidad las
infecciones causadas por el virus de inmunodeficiencia humana
(VIH) que produce el SIDA, es la preocupación fundamental.
Desde su descubrimiento en el Perú (1983) el número de casos
registrados ha ido en aumento, para 2001 se registraron 12,184
casos, lo que nos puede estar indicando que en el país existen
cerca de 30,000 personas que hayan contraído el sida y 100,000
tengan el virus de inmunodeficiencia humana (VIH).
El riesgo de las mujeres de contraer el VIHISIDA se ha incrementado
en forma importante, la vía de trasmisión es la vía sexual y en
muchos casos a través de su pareja estable.
Entre las mujeres que manifiestan conocer el sida el 35% no sabe
o está mal informada sobre la forma de evitarlo. Esta proporción es
menor entre los varones 23%. El 49% de los varones y el 39% de
las mujeres indican el condón como una forma de prevenir la
trasmisión del sida. Asimismo, el 37% de las mujeres y el 36% de
los varones mencionaron que tener una sola pareja sexual es otra
de las formas de evitar la enfermedad.

i. Desnutrición
La desnutrición proteico calórica afecta a las mujeres durante
todo su ciclo vital, pero de manera especial en la gestación, creando

108
serios impedimentos para el desarrollo de la capacidad física de su
hijo con probable consecuencia negativa para su capacidad mental
y futura productividad en el trabajo.
Esta situación en la actualidad sigue grave por la crisis que afecta la
disponibilidad plena de calorías por habitante en relación a su
necesidad de elevadas dosis de hierro. La anemia, resultado de
dicha deficiencia, unida a otras carencias nutricionales hace a la
mujer más propensa a la fatiga y más vulnerable a otras
enfermedades. El 32% de las mujeres en edad fértil presenta algún
grado de anemia (ENDES 2000).

j. Enfermedades cardiovasculares
Las enfermedades cardiovasculares son una de las cinco primeras
causas de muerte femenina para casi todas las edades, con un
marcado incremento a partir de los 25 años y, en especial, después
de los 45 años. La hipertensión es el transtorno más frecuente y
hay muchos factores que se relacionan con ella: los procesos de
urbanización, cambios de los estilos de vida, las tensiones, la
sobrecarga de trabajo y otros. En el Perú, las mujeres presentan
porcentajes mayores de enfermedades al corazón a partir de los 25
años de edad.

Salud Ocupacional

Desde la vertiente del trabajo remunerado, las mujeres deberían


estar comprendidas dentro de las políticas de salud ocupacional y
atención de la seguridad social, la que no toma en cuenta la
necesidad de explicar situaciones específicas diferenciales.

Las mujeres que trabajan en la venta ambulatoria tienen largas


jornadas de pie a la intemperie y en zonas con muchas polución,
muchas de ellas sufren enfermedades respiratorias y bronquiales,
prolapsos y problemas renales.

109
Un problema señalado reiteradamente por ellas, es la falta de
servicios higiénicos públicos, lo que incrementa sus problemas
urinarios y ginecológicos. Al no contar con lugares para dejar a sus
hijos, deben llevarlos a su espacio, de trabajo y atenderlos en forma
simultánea al negocio, por lo que hay tensión permanente.
Las obreras son otro grupo ocupacional cuya exposición al riesgo
de perder la salud depende de la rama industrial y el lugar donde
trabajen. Hay empresas que exigen el uso intensivo de mano de
obra; otras que funcionan en establecimientos pequeños y trabajan
con tecnologías obsoletas; otras que recurren en mayor medida a
las horas extras, lo que acentúa la fatiga y predisposición a los
accidentes.

Las trabajadoras a domicilio tienen largas jornadas de trabajo,


asumen en forma simultánea el trabajo doméstico y el asalariado,
lo que les ocasiona una gran tensión y desgaste físico y emocional.
Por otro lado, las tareas muchas veces exigen gran esfuerzo visual
que, en condiciones de mala iluminación, causan desgaste y
deterioro de la visión; por último en las empresas que utilizan
sustancias químicas dañinas, sobre todo para la mujer embarazada,
se pueden presentar partos prematuros y abortos.

Generalmente, los trabajos que se asignan a las mujeres están


claramente diferenciados de los que realizan los varones: son
monótonos, repetitivos, rutinarios y con menor posibilidad de
promoción. La mayor destreza de las mujeres es utilizada en trabajos
minuciosos o delicados, pero estas características consideradas
«normales» no son reconocidas como destrezas o calificación
adquirida durante los largos años de socialización. Estas condiciones
vuelven a las mujeres más vulnerables a la fatiga emocional y mental
(stress).

Las mujeres campesinas están sujetas a otros riesgos de salud,


debido al uso de herramientas y maquinaria rudimentaria que exige

110
mayor esfuerzo, mientras su acceso a la tecnología moderna es
muy limitado. Asimismo, ven recargada su tarea doméstica al. tener
que caminar largas distancias para conseguir leña, agua y cargar
pesos excesivos.

El entrenamiento para el uso de ciertos productos químicos, como


los pesticidas, muchas veces no toma en cuenta sus posibilidades
reproductivas. Prolapsos, abortos espontáneos, sangrado y otros
son problemas frecuentes derivados de este trabajo.

El trabajo en el sector salud tiene riesgos mayores por el peligro de


contraer enfermedades por contagio. La mayoría está expuesta a
sufrir infecciones, cortes, quemaduras con los esterilizadores,
exposición a los rayos X. El contacto frecuente con los pacientes
les aumenta el riego de enfermar.

Un buen porcentaje de mujeres impedidas físicas están confinadas


a un aislamiento social, perjudicial para la salud.

El alcoholismo es otro daño para la salud que se manifiesta, de


manera aguda, en mujeres solas.

Salud Mental

La discriminación y desigualdad que están en la base de la condición


de la mujer en el país, influyen también en su salud psíquica y
emocional. Las investigaciones recientes demuestran que las
mujeres cada ves más se ven afectadas por constantes tensiones
que afectan la salud integral de la mujer.

Servicios

La atención de la salud integral de la mujer, comprende un conjunto


de servicios que deberían estar al alcance de todas las mujeres,

111
ofrecerse con calidad y calidez lo que significa promover la
competencia técnica, un trato digno, respetuoso y personalizado,
garantizando la intimidad y confidencialidad de la o del usuario.
Así tenemos que para el 2000 sólo el 57.9% de los partos fueron a
tendidos en un establecimiento de salud

La accesibilidad a todos estos servicios dependerá de asumir como


prioridad la salud de la mujer y desarrollar estrategias que permitan
superar barreras fundamentalmente económicas y culturales.

Política de Salud Integral y Reproductiva

El Gobierno Peruano ha manifestado en forma expresa en diferentes


declaraciones públicas, a través de los diferentes medios de
comunicación, su compromiso para lograr una mejor y mayor
atención a la salud de la población peruana en general y en forma
especial su compromiso con la salud reproductiva y la planificación
familiar.

El marco de referencia lo establece el artículo 6 de la Constitución


Política del Perú, donde se sustenta el derecho de las familias y las
personas a decidir libremente el número de hijos que desean tener.

Afirma también que la salud reproductiva es una condición esencial


para que los hombres y mujeres participen plenamente de los demás
derechos civiles, políticos, económicos y sociales. Por ello la Salud
Reproductiva es un derecho primordial que el Estado prevee y
reconoce».

Como antecedentes podemos señalar la existencia de programas


que representaron la mejora en la atención de la salud de la mujer:

a. Programa de Salud Reproductiva y Planificación Familiar


La Misión del Programa de Salud Reproductiva y Planificación

112
Familiar tenia por objetivo mejorar el estado de la salud repro-
ductiva de los hombres y mujeres en todas las etapas de su vida,
mediante la provisión de servicios de promoción, prevención,
tratamiento y rehabilitación de la mejor calidad posible; que lleguen
sin restricción a todos los habitantes del Perú y que respondan a las
verdaderas necesidades de la población.

b. Programa de Salud Integral del Escolar y del Adolescente


Las principales acciones del programa de Salud Integral del Escolar
y del Adolescente estaban dirigidas a la promoción y prevención
de la salud integral y en forma particular la salud sexual y
reproductiva.

c. Programa Mujer Salud y Desarrollo


En 1990, se incorpora en el programa de Política de la Oficina
General de Planificación del Ministerio de Salud el Programa Mujer,
Salud y Desarrollo con la estrategia de sensibilizar al sector sobre la
problemática de salud de la mujer con enfoque de género

d. Programa de Salud Materna Perinatal


Programa para contribuir en mejorar la cobertura del control pre
natal, el parto y del puerperio.

Actualmente, se desarrolla el Programa de Atención Integral de


Salud, que se viene implementando progresivamente, y que tiene
por finalidad acercar los servicios de salud a las necesidades de
cada usuario, posibilitando una atención más personalizada a las
necesidades de las mujeres a lo largo de su ciclo vital.

113
OBJETIVOS ESPECÍFICOS Y LINEAS DE ACCIÓN

Objetivo 1
Mejorar la salud integral de la mujer en todas las etapas del ciclo
vital, poniendo el énfasis en la atención a las mujeres pobres de las
zonas rurales y urbano marginales.

Líneas de Acción
1.1. Exigir el acceso a los servicios de salud con calidad y calidez
para la mejor atención integral de la salud de la mujer en
todas las etapas de su ciclo vital teniendo el marco de los
derechos humanos, género y diversidad cultural.
1.2. Movilizar y concertar esfuerzos del Estado, sociedad civil
y comunidad para diseñar modelos alternativos de atención
en salud que respondan a las necesidades y exigencias de
calidad, calidez y accesibilidad (cultural, económica,,
geográfica, etc) para las mujeres de las zonas rurales y
urbano marginales.
1.3. Impulsar y promover que los Consejos Regionales de Salud
vigilen la incorporación de la perspectiva de género en las
políticas regionales de salud.
1.4. Diseñar indicadores de calidad de servicios de atención
integral de salud desde la perspectiva de las mujeres rurales
y urbano marginales.
1.5. Impulsar programas de información y educación sobre de
los servicios de salud dirigidos a las mujeres de las zonas
rurales, comunidades nativas y urbano marginales.
1.6. Exigir y vigilar que los servicios de atención integral a la
mujer incluyan un sistema de subsidios y exoneraciones
asumidos por el Estado que garanticen el acceso universal
con énfasis en las mujeres pobres.
1.7. Fomentar la creación de servicios de salud diferenciados
para la niña, adolescente y mujer adulta y adulta mayor ,
que atiendan su subsistencia y su salud integral.

114
1.8. Fomentar el desarrollo de procesos de planificación
participativa, con enfoque de género en todos los
programas y proyectos del sector salud con miras a la
atención integral de la mujer a través de todo el ciclo vital.
1.9. Impulsar el establecimiento de programas preventivo
promocionales para hacer frente a las amenazas para la
salud de las mujeres y contribuir a la reducción efectiva
de los indicadores de mortalidad y morbilidad así como
las tasas de embarazo precoz.
1.10. Promover la revalorización de los conocimientos y prácticas
de las mujeres en la producción, mantenimiento y
recuperación de la salud.
1.11. Impulsar la incorporación del concepto de salud mental
en todos los programas que ofrecen servicios de salud a la
mujer durante el ciclo vital.
1.12. Impulsar campañas de información sobre la salud integral
de la mujer, con énfasis en la niña y la adolescente.
1.13. Demandar que en los programas de salud ocupacional se
incorpore la atención y prevención de enfermedades
ocupacionales de la mujer en prevención y/o control de
riesgos ocupacionales..
1.14. Vigilar la calidad y calidez de los servicios a través de los
Comités de Vigilancia ciudadana que impulsa la RNPM.

Objetivo 2
Impulsar y fortalecer los mecanismos necesarios para que la
perspectiva de género y los derechos humanos se constituyan en
una de las estrategias más importantes de los procesos educativos,
las políticas, programas y proyectos en salud de la mujer.

Líneas de acción
2.1. Sensibilizar y capacitar los recursos humanos con capacidad
de decisión y ejecución, jefes de departamentos docentes

115
y hospitalarios en la importancia de la perspectiva de
género en salud.
2.2. Promover la incorporación en la currícula de los
profesionales de la salud la perspectiva de género, los
derechos humanos y la visión de ciclo vital.
2.3. Impulsar en el sector salud programas básicos de educación
para la salud con perspectiva de género dirigidos a
directivos, jefes de programas y al personal de centros y
puestos de salud para su aplicación en las zonas rurales,
comunidades nativas y urbano marginales del país.
2.4. Diseñar una estrategia de trabajo y comprometer a los
medios de comunicación social formadores de opinión para
que introduzcan contenidos de educación para la salud
con perspectiva de género y derechos humanos
contribuyendo así a formar una cultura de salud.

Objetivo 3
Mejorar la salud reproductiva de la población promoviendo el
ejercicio responsable de la sexualidad humana, la paternidad
responsable y la planificación familiar con énfasis en los jóvenes.

Líneas de Acción
3.1. Fortalecer e impulsar acciones que revaloricen la
capacidad, autoestima y autodeterminación de varones y
mujeres sobre su vida, su cuerpo y su sexualidad de manera
que les permita disfrutar de su vida sexual plena y
satisfactoria sin riesgo para su salud y con plena
responsabilidad.
3.2. contribuir a la eliminación de mecanismos discriminatorios
de género para lograr que los varones asuman su
responsabilidad en la salud integral y reproductiva de la
familia, la planificación familiar y en las enfermedades de
transmisión sexual.

116
3.3. Exigir información clara, oportuna, de fácil acceso para
prevenir el embarazo no deseado y reducir la frecuencia
de abortos inducidos y muertes por complicaciones.
3.4. Impulsar en forma permanente la incorporación de
contenidos de salud sexual y reproductiva con enfoque
de género durante la formación escolar, pre y post grado,
de manera que le permita al educando integrar
conocimientos, actitudes y prácticas en el campo de la
salud reproductiva.
3.5. Promover e implementar campañas de información en
salud reproductiva para la comunidad mejorando la
capacidad de respuesta frente a complicaciones y
urgencias.

Objetivo 4
Lograr la participación de las mujeres y varones organizados en la
planificación, ejecución y evaluación de los programas y proyectos
de salud integral así como en la gestión y vigilancia de las políticas
que afecten su salud.

Líneas de Acción:
4.1. Impulsar y fortalecer los procesos participativos locales
con carácter multisectorial y multidisciplinario.
4.2. Incrementar y fortalecer los Comités de Vigilancia
Ciudadana por los Derechos Sexuales y reproductivos y
para una Maternidad Saludable y Segura que impulsa la
RNPM a nivel nacional.
4.3. Fomentar en la mujer el derecho a participar y a exigir
servicios de salud accesibles a su economía y cultura que
le garanticen la atención de su salud durante las diferentes
etapas de su vida.
4.4. Incorporar los recursos de la comunidad creando una red
de atención de la salud de la mujer, propiciando la
participación activa del varón.

117
4.5. Promover el máximo desarrollo de la mujer como agente
de salud para constituirla en dueña de su propio destino.
4.6. Promover la promulgación de la Ley de Vigilancia
Ciudadana, incorporando las propuestas de la RNPM, que
aseguren la participación de la sociedad civil y la población
organizada en la vigilancia de los servicios de salud integral
y la disminución de la mortalidad materna

ESTRATEGIAS

- Establecer coordinación intersectorial con los sectores


Educación, Agricultura, Transporte y con los gobiernos
regionales, departamentales y locales para realizar en forma
conjunta intervenciones que mejoren la salud y la calidad de
vida de las mujeres pobres de las zonas rurales, comunidades
nativas y urbano marginales.
- Negociar con el Estado y la sociedad civil la participación de
la mujer con nivel deliberativo y decisorio en todos las fases
de planificación, ejecución y evaluación de las acciones de
salud.
- Impulsar el establecimiento de alianzas a nivel nacional ye
internacional para una maternidad segura.
- Promover políticas públicas con enfoque integral para superar
los déficit de servicios de salud, sobre todo en las zonas
rurales, comunidades y urbano marginales para dar respuesta
a los problemas de salud de la mujer.
- Establecer programas de capacitación del enfoque de género
en el que participan el sector salud, la universidad, los colegios
profesionales, las sociedades científicas, las ONGs y la
comunidad.
- Promover la investigación científica con enfoque de género
en los diferentes campos de la salud, así como el desarrollo
de una tecnología adecuada.

118
- Promover la atención integral en los servicios de salud
incluyendo la salud mental como componente importante de
la salud integral.
- Lograr que los programas creados para mejorar la condición
de la mujer se mantengan dentro de los programas estatales.
- Articular nuestras propuestas en los programas de salud de
los gobiernos regionales y locales.
- Vigilar la participación real de las mujeres en los programas de
salud.
- Promover una iniciativa legislativa de vigilancia ciudadana en
salud en el marco de la propuesta de la RNPM.
- Fomentar la vigilancia ciudadana desde la sociedad civil a las
entidades que prestan servicios de salud.

CONCLUSIONES

1. Se ha institucionalizado dentro de las políticas del Estado


algunos de los derechos sobre la salud de la mujer, por los
cuales hemos luchado durante muchos años desde diferentes
vertientes del movimiento de mujeres.
2. El Estado ha estado influenciado fuertemente por el
movimiento de mujeres a nivel nacional.
3. El movimiento de mujeres ha contado con importantes
representantes dentro del Estado que han tenido una
influencia en la política estatal.
4. En la actualidad El Cairo y Beijing han jugado y siguen jugando
un rol muy importante en los avances que vienen mostrando
las políticas estatales en relación a la salud integral de la mujer
con énfasis en la salud reproductiva.

119
FORMAS DE VIOLENCIA
CONTRA LA MUJER
Nuestro país experimentó, especialmente en la década de los 80,
un acelerado incremento de la violencia en todas las esferas, tanto
privada o familiar como pública, a causa de la condición de
marginalidad y la profundización de ciertos patrones de relación
entre varones y mujeres que se agudizan con la crisis estructural.
En este espiral de violencia son sin duda las mujeres y las niñas, los
grupos más vulnerables.

Dependiendo de la ubicación geográfica, la violencia toma formas


específicas. Veamos en qué magnitud ésta se dirige, especialmente,
contra la mujer en los espacios donde se manifiesta.

Violencia Familiar

La magnitud de la violencia física, psicológica y sexual que sufren


las mujeres, aún no es posible determinarla en forma real y precisa,
los registros existentes no reflejan la dimensión del problema. Por
un lado muestran deficiencia y subregistros, y por otro, se considera
que sólo el 20% de mujeres que sufren violencia acuden a efectuar
denuncias a las Delegaciones existentes. En el ámbito familiar se
estima que 8 de 10 casos de abuso sexual tiene como agresor a un
miembro del entorno familiar de la víctima y 6 de cada 10 embarazos
en niñas de 11 a 14 años son producto del incesto o violación.
Asimismo, casi todas las mujeres en edad fértil algunas vez unidas,
viven o han vivido situaciones violencia física , el 41% de las mujeres
han sido agredidas físicamente por su esposo y 28% por otros
varones.

120
El Estado ha asumido un rol activo en la lucha contra la violencia, a
través de la ejecución del Programa Nacional contra la Violencia
Familiar y Sexual a cargo del Ministerio de la Mujer y Desarrollo
Social MIMDES, ofreciendo servicios de prevención y atención con
los Centros de Emergencia Mujer. El ministerio de Salud está cargo
de los Módulos de Atención al Maltrato Infantil (MAMIS) y el
ministerio del Interior es responsable de las comisarías de la Mujer,
para la recepción de denuncias de maltrato a mujeres.

Estas dependencias que atienden violencia doméstica y sexual


contra las mujeres y las niñas, muchas veces no responden a las
expectativas de quienes acuden a efectuar sus denuncias. No se
cuenta con recursos suficientes para su adecuado funcionamiento.
Los servicios legales y psicológicos que deben prestar dependen
del apoyo externo de ONGs o profesionales ad honorem; en muchos
casos no pueden mantenerse en forma permanente.

De otro lado se presenta desconocimiento de un manejo adecuado


para tratar las diferentes formas de violencia contra la mujer por
parte de autoridades y profesionales que deben atender estos casos.
No se cuenta con espacios de protección o refugio para mujeres y
niñas víctimas de maltrato.

En Lima existen 2 refugios para mujeres «El Hogar de las


Entusiastas» y la «Voz de la Mujer», ésta última funciona desde
1984 y ha brindado refugio a más de 2,600 mujeres; en estos
momentos viene atravesando dificultades económicas para su
funcionamiento.

Desde el punto de vista legal se logró la promulgación de la Ley N’


26260 contra la Violencia Familiar, la cual ha sido objeto de
modificaciones y mejorar impulsadas por el movimiento de mujeres.

121
Sin embargo, se registran avances en la conciencia ciudadana
respecto a la protección frente al abuso sexual. Así en marzo de
203, se promulgó la Ley 27942 de Prevención y Sanción del
Hostigamiento Sexual, que tiene por objetivo prevenir y sancionar
el hostigamiento sexual en contra de varones y mujeres en
diferentes ámbitos: trabajo, , centros educativos, o de enseñanz,
fuerzas armadas y policiales. Protege especialmente a las mujeres,
niñas y adolescentes, que por circunstancias de dependencia a
superiores son pasibles de abuso sexual. En Junio de 2004 se
modificó el Código Penal con respecto a elevar sanciones de los
delitos sexuales mediante la Ley 28251.

Violencia Política

El Informe Final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación de


agosto de 2003 se señaló que más de 70,000 fueron víctimas de la
violencia política y social entre los años 1981 y 2000. El informe
reveló un número elevado de violaciones, que llega a sumar miles,
cometidas por las fuerzas armadas y policiales en los actos de
represión indiscriminada.

En esta violencia política, se destaca la violencia ejercida, de un


lado, por los grupos terroristas y, de otro lado, por las Fuerzas
Armadas, Policiales y grupos paramilitares, contra las mujeres,
especialmente en las zonas rurales más alejadas, donde los actos
de violación, tortura, atentados contra el patrimonio y el alarmante
incremento de la prostitución debido a la presencia de las Fuerzas
Armadas y Policiales, fueron bien conocidos pero, en gran parte
fueron ignorados, silenciados o justificados. Uno de los efectos más
importantes fue la gran cantidad de niños nacidos como producto
de las violaciones, los cuales fueron acogidos por las familias
extensas o se sumaron a la gran cantidad de huérfanos existentes
en las zonas que fueron declaradas en emergencia. Por otro lado,
queremos subrayar la mayor vulnerabilidad de las mujeres

122
detenidas, sea por el delito que fuere, en tanto estuvieron más
expuestas al asedio y chantaje sexual, así como a la violación.

En la sierra y selva, generalmente, las mujeres y los niños son los


que sufrieron doblemente la violencia del narcotráfico, subversión
y delincuencia común, al quedarse solas por la desaparición de los
esposos, padres e hijos. Esto afecta intensamente su salud mental,
y, en algunos casos, las obligó a migrar, abandonando sus bienes y
viviendas para vivir en situación precaria en los asentamientos
urbano marginales de las ciudades a las que migraron.

Según el Consejo Nacional de Derechos Humanos del Ministerio


de Justicia se estima que el total de personas emigrantes, como
resultado de la violencia terrorista, ascendía a fines de 1992, a
unos 600,000.

Actualmente, el Programa de Apoyo a la Repoblación PAR del


MIMDES es el responsable de atender a las necesidades de los
miles de desplazados.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS Y LÍNEAS DE ACCIÓN

Objetivo 1
Contribuir a erradicar toda manifestación de violencia y abuso sexual
contra la mujer, niña, adolescente, adultas mayores, en cada una
de sus formas, tanto en los espacios públicos como privados,
promoviendo los mecanismos para que las mujeres se asuman como
sujetos de derechos y los ejerzan con autonomía.

Líneas de Acción
1.1. Promover y desarrollar campañas permanentes de
prevención destinadas a identificar y eliminar todas las
formas de violencia y abuso sexual contra la mujer, niña y

123
adolescente, adulta mayor, concertando espacios gratuitos
en los medios masivos de comunicación.
1.2. Promover la difusión en los Centros Educativos de todos
los niveles y en la sociedad civil, la temática de violencia
contra la mujer, niña, adolescente y adulta mayor.
1.3. Promover y ampliar la incorporación del tema de violencia
contra la mujer en la formación del personal policial,
judicial, médico legal, de salud y psicológico para mejorar
la atención de todas las formas de violencia contra la mujer,
niña, adolescente y adulta mayor.
1.4. Impulsar la creación y/o fortalecimiento de Delegaciones
o Secciones Especializadas de la Mujer en cada distrito,
atendidas preferentemente por personal femenino
especializado y debidamente capacitado en género,
respecto a las formas de violencia contra la mujer, niña y
adolescente.
1.5. Promover la creación y/o fortalecimiento de las
Defensorías del Niño y Adolescente en los Gobiernos
Locales y coordinar acciones de prevención, atención y
recuperación a la violencia familiar y sexual .
1.6. Promover la incorporación de la problemática de la
violencia género en las currículas de las Universidades,
Escuelas de la PNP, Ciencias de la Salud, Educación, etc.
1.7. Reconocer y apoyar el funcionamiento de grupos,
organizaciones sociales de base, comités de vigilancia
ciudadana rurales y urbanas, como instancias de defensa
solidaria contra la violencia familiar.
1.8. Promover asesoramiento multidisciplinario en los Juzgados,
Salas y Fiscalías de Familia con los servicios
correspondientes.
1.9. Promover la incorporación de la participación directa y
comprometida de varones en los espacios de debate sobre
la violencia contra la mujer.

124
1.10. Promover que el ministerio Público disponga la atención
a los agresores en servicios psicológicos del MINSA, con
reporte a las autoridades respectivas, para prevenir
reincidencia en actos de violencia contra la mujer.
1.11. Sistematizar y publicar experiencias concretas sobre las
consecuencias de las diferentes formas de violencia contra
la mujer.
1.12. Difundir los logros alcanzados para erradicar las diversas
formas de violencia contra la mujer en las diferentes
Conferencias Mundiales.
1.13. Impulsar la investigación de alternativas para evitar la
violencia contra la mujer, niña, adolescente y mujeres
adultas mayores en los diferentes sectores y su impacto
en el desarrollo social y económico del país en todos los
niveles.
1.14. Difundir acuerdos internacionales suscritos por el gobierno
del Perú para prevenir, sancionar y erradicar la violencia
contra la mujer.
1.15. Promover el desarrollo de programas de inserción social
para reclusas, así como de un servicio de asistencia jurídica,
psicológica y social en los penales.

Objetivo 2
Promover la plena vigencia en la aplicación y cumplimiento de las
normas legales que sancionan todo intento de coacción, acoso o
encubrimiento dirigido a conseguir acercamiento y/ o relación sexual
no deseados con mujeres, niñas y adolescentes en todos sus
espacios.

Líneas de Acción
2.1 Impulsar una revisión permanente de las normas sobre
maltrato, violación y chantaje sexual, priorizando los
intereses y derechos de la mujer, niña y/o adolescente

125
como persona, frente a la defensa de las instituciones
sociales.
2.2 Establecer mecanismos de vigilancia para el cumplimiento
de sanciones drásticas para el agresor sexual que abusa
ejerciendo la tutela sobre la mujer, niña o adolescente.
2.3 Promover la difusión del Código Penal sobre la tipificación
del delito de violación como un delito contra la integridad
personal, como parte de la integridad física y moral de la
persona, exigiéndose el tratamiento psicológico y
psiquiátrico de las víctimas que sufren agresión sexual.
2.4 Difundir y vigilar el cumplimiento de las disposiciones
referidas al asedio, chantaje y hostigamiento sexual en
los centro laborales, educativos, castrenses y policiales,
entre otros, y buscar los mecanismos para su aplicación
eficaz.

Objetivo 3
Adoptar medidas eficaces que conlleven a una aplicación rápida,
real y efectiva de la ley contra la violencia familiar y sexual y normas
conexas.

Líneas de Acción
3.1 Sensibilizar y capacitar al cuerpo policial para tratar
adecuadamente a las mujeres, niñas, adolescentes y
adultas mayores víctimas de violencia familiar, así como
para evitar su revictimización por las instituciones que
deben protegrla.
3.2 Sensibilizar y capacitar a las autoridades judiciales, fiscales
y médicos legistas en la problemática específica que
concierne a la mujer, niña y adolescente.
3.3 Impulsar la revisión y permanente actualización de
mecanismos procesales adecuados para la viabilidad de la
Ley contra la Violencia Familiar.

126
3.4 Promover la creación de casas refugio, con disponibilidad
presupuestal, como acción concertada de los municipios
e instituciones públicas y privadas, para mujeres
maltratadas en todas las localidades, asegurando atención
integral (psicológica, social, jurídica, etc.) y disponibilidad
presupuestal.
3.5 Ejercer la vigilancia de la adecuada aplicación de las normas
que contribuyen a disminuir la violencia.

Objetivo 4
Establecer mecanismos concretos de reparación integral para las
niñas, adolescentes y mujeres víctimas de violencia política,
narcotráfico y privadas de su libertad.

Líneas de Acción
4.1 Cautelar que el Estado asuma su deber y compromiso de
protección a las familias víctimas de violencia política.
4.2 Desarrollar acciones de vigilancia que garanticen una
atención de calidad en las instancias que atienden casos
de violencia de género.
4.3 Desarrollar acciones de vigilancia que garanticen una
atención de calidad en las instancias que atienden casos
de violencia de género.

Objetivo 5
Contribuir a mejorar la autoestima de las/los diferentes miembros
de a familia con problemas de violencia de género, propiciando su
desarrollo integral.

Líneas de Acción
5.1 Difundir y sensibilizar a través de los medios de
comunicación y centros educativos sobre los derechos de
la niña y adolescente.

127
5.2 Sensibilizar y capacitar en temas de autoestima, habilidades
sociales, acertividad y comunicación interpersonal a niños
y niñas en centros educativos, asociaciones de padres de
familia, organizaciones e instituciones.
5.3 Coordinar y concertar con el Ministerio de Comercio
Exterior y Turismo, Gobiernos Regionales y Locales,
EsSalud, empresas privadas y Clubes que ofrezcan
programas de recreación familiar, como mecanismo
integrador y preventivo de violencia.

Objetivo 6
Contribuir a disminuir toda forma de lucro basada en la explotación
de la mujer, niña y adolescente o en su imagen a través de la
pornografía y la prostitución, tráfico de mujeres y turismo sexual.

Líneas de Acción
6.1 Impulsar acciones para abolir la reglamentación de la
prostitución, como mecanismo de garantizar la libertad
de las mujeres y personas que se consideran trabajadores
sexuales.
6.2 Exigir el cumplimiento de los dispositivos que regulan la
pornografía y establecer la necesidad de un control de los
avisos en periódicos y revistas, cabinas de Internet y control
de hostales, para impedir el acceso de menores y personas
vulnerables a la pornografía.
6.3 Fortalecer las iniciativas sociales y las redes sociales que
se han creado con el fin de erradicar la explotación sexual
infantil y de las mujeres.

128
ESTRATEGIA

Considerando que la responsabilidad en este campo, debe ser


asumida entre la sociedad civil y el Estado se plantea las siguientes
estrategias .

Fortalecimiento de las relaciones de coordinación, concertación y


articulación entre la RNPM y los sectores más involucrados en el
tratamiento de violencia contra las mujeres en todas sus instancias
a nivel nacional, regional y local (MIMDES, PNPVFS, Ministerio de
Justicia, Educación, Salud, PNP, Gobiernos Regionales, Locales,
Iglesia, etc.).

Concertar con los propietarios de medios masivos de comunicación,


Colegios Profesionales, Federaciones, Redes para efectuar en forma
articulada una mayor difusión de los temas de violencia contra la
mujer.

Sensibilizar a las autoridades civiles, militares y eclesiásticas de


decisión nacional, gobiernos regionales, locales, sobre el tema de
violencia familiar y contra la mujer.

Creación y formación de grupos de trabajo departamentales que


aporten permanentemente propuestas de las Comisiones de la
Mujer existentes en los Municipios y Gobiernos Regionales.

Incentivar la investigación sobre la violencia contra la mujer en las


ciencias de la salud, abogacía y psicología, que permitan un
conocimiento cabal de la situación a ser utilizado en la toma de
decisiones y de medidas.

Impulsar la revisión de la legislación existente y proponer


modificaciones o ampliaciones de las normas relacionadas a la
violencia contra las mujeres, presionando para que se adopten.

129
Generar corrientes de opinión favorable a la formulación de
dispositivos y mecanismos para erradicar todo tipo de violencia
contra la mujer.

Convocar a la población y representantes de organizaciones


femeninas de todo tipo para garantizar su participación en las
propuestas de diseño de políticas, normas y autodefensa como
respuesta activa y acorde con la realidad de la violencia que vive la
mujer.

Coordinar y concertar con instituciones y organizaciones el


desarrollo de programas de recreación familiar como acciones
preventivas de violencia.

Promover campañas de sensibilización de tolerancia «0» a la


violencia contra las mujeres, las niñas, los niños en todas sus formas,
promoviendo una sanción moral a quienes la practiquen.

130
PARTICIPACIÓN POLÍTICA
DE LA MUJER
El problema de la exclusión de las mujeres de las instancias de
toma de decisiones no se restringe a su ausencia o participación
minoritaria en ellas, sino que también se manifiesta en la
postergación de la atención a sus problemas, en lo que se ha venido
en llamar la «invisibilización» de las mujeres en el diseño de políticas.

Los retos son entonces de doble naturaleza, por un lado es necesario


encontrar mecanismos que hagan posible que cada vez, más
mujeres estemos presentes en diversas instancias de decisión, como
funcionarias o representantes, y por otro lado, para que esa
participación no se restrinja a una presencia simbólica, necesitamos
dotarla de contenidos, elaborar propuestas y lograr las capacidades
adecuadas a las exigencias que su implementación plantea.

Requerimos discutir un conjunto de problemas para avanzar en


precisar los objetivos y caminos necesarios de transitar o construir
a fin de alcanzar nuestros sueños y esperanzas. Para ello requerimos
recoger los aportes que las distintas experiencias que la diversidad
de mujeres han vivido y viven.

Participación en el Estado

a. Participación en la administración pública y el ejecutivo:


En las instancias directivas del aparato administrativo estatal la
participación de las mujeres ha aumentado. El acceso a puesto
directivos se ha incrementado debido al mayor grado de acceso a
la educación superior de las mujeres.

131
Mientras en el 83' no hay ninguna mujer como ministra o
vice-ministra, entre el 87 88' encontramos 2 (de 16 ministerios), el
94' 2 ministras de 15 y 4 vice ministras de 16 vice ministerios, en
1995 1 ministra. A partir de la creación del antiguo PROMUDEH
en el año 1997, una mujer ha formado parte del gabinete ministerial
siempre. Aunque brevemente, una mujer ha llegado al cargo de
Presidenta del Consejo de Ministros, contando con una amplia
aprobación de la población. Actualmente, dos mujeres son ministras.
A nivel del Estado se han creado varias instancias encargadas de la
temática de la mujer: el actual Ministerio de la Mujer y Desarrollo
Social, MIMDES, anteriormente PROMUDEH desde 1997; la
Comisión de la Mujer y Desarrollo Social del Congreso de la
República en 1996; la Defensoría Especializada en los Derechos de
la Mujer en 1996; la Comisión sobre Derechos Humanos de e la
Mujer Policía en 2002.
Además de la evidente desproporción que nos indican las cifras, la
presencia de mujeres en cargos directivos y las instancias creadas
no logran aún articular una voluntad política consistente y de largo
plazo que priorice la atención a las mujeres.
No siempre la sola presencia de mujeres garantiza interés por
nuestra problemática o políticas con enfoque de género. No se
está enfrentando uno de los nudos más difíciles, que tiene que ver
con las estrategias de implementación. Muchas veces objetivos y
metas señalados no pasan de ser manifestaciones de buena voluntad
por las trabas que enfrentan en las estructuras organizacionales,
los hábitos de trabajo y las propias concepciones de los funcionarios
encargados de la ejecución.
Otro grupo de problemas está en la orientación de estas oficinas:
los contenidos que son asumidos como «promoción de la mujer»
muchas veces tienden más al reforzamiento de roles tradicionales
y estereotipos antes que a la búsqueda creativa de caminos para
superar la postergación de las mujeres.

132
La presencia de mujeres en la administración pública se incrementa
en relación inversa a los niveles de responsabilidad en que nos
hallamos presentes. La institucionalización de la carrera
administrativa, la promoción en base a los méritos, capacidades y
experiencias son los caminos necesarios para lograr que mayor
número de mujeres calificadas logren estar presentes en los más
altos niveles de la administración pública.

b. Las representantes: mujeres y votos


A partir de la Ley 27387 de diciembre de 2000, que establece que
el 30% de candidatas mujeres las representantes electas en todos
los niveles ha aumentado. Para las elecciones generales de 2000 y
2001, en las cuales por primera vez se aplicó la ley de cuotas para
el Congreso, la presencia de mujeres congresistas se incrementó
de 11% a 20 y 19%, respectivamente, en relación al periodo
anterior.
La relación candidatos parlamentarios electos, para las mujeres
candidatas a diputadas en el 80' fue de 18.5 a 1, mientras que para
los hombres fue de 13.5 a 1. En el caso del senado, para las mujeres
fue de 62 a 1, mientras que para los hombres es ligeramente inferior
que en diputados: 13.2 a 1. En 1985 en diputados la relación de
mujeres fue 21.3 a 1, y para los hombres 9.92 al; en el senado
para las mujeres fue 35.3 y para los hombres 10.7. En 1990, para
diputados (con cifras sólo de Lima) para las candidatas la relación
es de 16.6 a 1 y para hombres 5.3, mientras que en el senado
(cifras nacionales) la relación es de 28.8 a 1 para las mujeres y 15
al para los hombres. En 1993, para el Congreso Constituyente
Democrático la relación fue 24.8 a 1 para las mujeres y de 17.3 a 1
para los hombres.
Es evidente que en relación a la mayor jerarquía del puesto el
senado era llamado «cámara alta» las posibilidades de las mujeres
de acceder al cargo al que postulan disminuyen notablemente,

133
mientras que en el caso de los hombres sus posibilidades se
mantienen similares, cualquiera sea el cargo al que postulan.
En 1985, de los 17 candidatos para vicepresidentes, sólo una era
mujer. En términos absolutos desde 1980 el número de
parlamentarias es similar: en 1980 eran 15, en 1985 13, en 1990
nuevamente 15, en 1993 disminuyen a 7, y en 1995 nuevamente
13, aunque ahora representan el 10.8% de parlamentarias frente
al 6.3% de 1980.
En 1980 de las 13 diputadas, 7 pertenecían a Acción Popular, partido
de gobierno. En 1995, de las 13 representantes en el parlamento,
7 son de las filas de Nueva Mayoría Cambio 90. En el 2001 hay 23
Congresistas mujeres.
Presencias importantes, como la del APRA, disminuyeron pasando
de 6 en el 80' a 4 en el 90', sin lograr representación en los últimos
procesos. Las distintas versiones de la izquierda contaron con
parlamentarias (nunca más de dos períodos) entre el 85 y el 93,
mientras que la presencia de parlamentarias en organizaciones
identificadas como de derecha se da recién desde las elecciones de
1990. En los nuevos agrupamientos (Unión por el Perú, Frente
Independiente Moralizador, Movimiento Independiente Agrario)
la tendencia general poca participación femenina es similar a la
existente en los llamados «tradicionales».
Cabe resaltar la respecto, que en el periodo 1996-2000, aunque
en condiciones políticas autoritarias, dos mujeres ejercieron la
presidencia del Congreso de la República.
Respecto de los gobiernos locales, en el 89 teníamos 7 alcaldesas
provinciales, en el 93' llegaron a ser 9. En el 80’ellas representaban
el 5.2% de alcaldes provinciales a nivel nacional, en el 93' son sólo
el 4.9%. En las elecciones del 98’ llegan a 3,1%. Sin embargo el
incremento ha sido sustantivo en el número de regidoras, para el
periodo 1995-1998 sólo el 8% de regidores eran mujeres, en
cambio para el periodo 1998-2000 las regidoras representan el

134
24%. Por último, en las elecciones regionales 3 mujeres fueron
elegidas Presidentas Regionales de 25, asimismo, las mujeres
conforman el 16% de los vicepresidentes regionales y el 22% de
los consejeros regionales.
En este aspecto, las Leyes Orgánicas de Gobiernos Regionales y de
Municipalidades, propician una mayor representación de las mujeres
en los llamados Consejos de Coordinación Regional y Local, muchas
dirigentas y miembros del movimiento de mujeres han sido elegidas
a estos consejos de coordinación , la RNPM tiene el mayor número
institucional de representantes con 13 mujeres representantes en
los Consejos de Coordinación Regional y 3 representantes a
Consejos de Coordinación Local Provinciales. En ese sentido, la
nueva Ley de Participación Ciudadana abre las posibilidades a una
mayor participación de las mujeres peruanas a nivel local y regional.
La promoción de mujeres como candidatas a cargos electivos
plantea no sólo el reto de diseñar propuestas que atiendan
necesidades específicas de la mujeres, sino cómo se logra introducir
otras perspectivas al enfocar y atender los temas que cotidianamente
se atienden en estos puestos.
Es necesario además evaluar esta participación, para contrastar el
desempeño de hombres y mujeres, y confirmar o desmentir mitos
y supuestos, como la mayor o menor aptitud para uno u otro cargo
de hombres y mujeres, o las mejores cualidades de unas u otros
para ellos.
Está siempre presente el riesgo de que se «feminicen» funciones,
cargos, especialidades; si el mayor acceso de mujeres a puestos en
gobiernos locales se da por la difusión de una visión de éstos como
una ampliación del terreno de lo doméstico, en los que se nos valora
sólo como «buenas administradoras», que cómo partícipes de
espacios reales de gobierno, de ejercicio de la ciudadanía, no
estaremos avanzando mucho; o si, en otras instancias, las mujeres
aparecemos sólo en comisiones o grupos encargados de temas como

135
salud, familia, mientras que seguimos marginadas de aquellos que
tienen que ver con la economía; por ejemplo, los avances se
neutralizan al reproducirse, en otro nivel, la asociación de mujeres
a lo que tradicionalmente es entendido como propio de «roles
femeninos».

c. Administración de Justicia/Ministerio Público


Actualmente contamos con presencias relevantes. La Fiscalía de la
Nación sigue siendo ocupada por una mujer, y hay cada vez mayor
cantidad de mujeres como jueces y miembros de salas del poder
judicial.
Es fundamental dotar de contenidos, de propuestas a la presencia
de las funcionarias y representantes, establecer los compromisos
necesarios para diseñar políticas de promoción de la mujer que no
sólo contemplen objetivos sino que pongan el acento en las
estrategias de implementación, considerando una perspectiva de
mediano y largo plazo.
Requerimos además espacios y mecanismos de articulación de las
mujeres que están cumpliendo estas funciones, que tienen una
experiencia acumulada, a fin de lograr potenciar mucho más nuestra
presencia en dichos espacios.
Mucho de las crisis de legitimidad de nuestras instituciones se ha
originado en su carácter excluyente. Las mujeres tenemos ante
nosotras el reto de aportar a superar esta situación desde nuestra
condición también de excluidas.

La participación en partidos y organizaciones políticas

Los partidos, en 1985, tenían una baja representación de mujeres


en sus cargos directivos, que iba desde el 1% hasta el 9% en ocho
de las agrupaciones políticas más importantes. El proceso de
desestructuración y dispersión que han vivido las organizaciones

136
políticas y el surgimiento de nuevos agrupa-mientos ha cambiado
algunos nombres, símbolos y referencias, pero la situación para las
mujeres peruanas se presenta bastante similar al pasado reciente.
Actualmente, se ha promulgado una Ley de Partidos Políticos
después de varios años de discusión, en la cual se exigen que los
partidos mantengan prácticas demo-cráticas dentro de su
organización, parte de ellas la participación de las mujeres como
dirigentas. Se espera que esta norma genere un espacio mayor
para la participación de las mujeres.

Al referimos a los partidos, no podemos dejar de considerar un


aspecto que es consustancial a ellos, las ideologías, los discursos.
Cabe preguntarnos, ahora que desde algunos puntos de vista se
declara el fin de las ideologías, ¿cuáles son los referentes ideológicos,
y por tanto políticos, de las mujeres? ¿es posible hablar de ellos?
¿sigue siendo el feminismo y sus banderas un referente necesario
en tomo al cual organizar la acción política de las mujeres?

Estas interrogantes no obedecen a un interés intelectual o


académico, sino que tienen consecuencias inmediatas y bastante
prácticas. Algunas de las reivindicaciones principales de las mujeres,
desde la perspectiva del discurso feminista, pasaban por la
reivindicación de dominios profanos, como terreno también cuando
no principalmente político: el espacio de lo privado, el control de
nuestros cuerpos y nuestra sexualidad, la práctica de una «forma
alternativa» de hacer política que recusaba lo que identificábamos
como característico de la práctica política masculina: autoritarismo,
manipulación, etc.

¿Son estos los referentes desde los cuáles nos interesa desarrollar
la práctica política de las mujeres? Si no es así, ¿cuáles son nuestros
nuevos referentes? ¿o no es posible un referente ideológico por
llamarlo de alguna manera para nuestra práctica política? ¿cuáles
son los espacios de promoción de los liderazgos femeninos?,

137
finalmente ¿qué imagen de «mujer política» nos interesa promover:
una que se equipare a los hombres en actitudes, oratoria, en fin, el
manejo de los códigos y símbolos de los que tradicionalmente se
asocian a lo «político»? De no ser así ¿cuál es la otra imagen que
nos interesa como paradigma?.

Tal vez el ejemplo extremo de una participación femenina


absolutamente subordinada a concepciones, estilos y práctica ya
no sólo autoritarios sino criminales, lo constituye Sendero Luminoso:
la significativa presencia de mujeres en sus estructuras de base y
de dirección es ampliamente conocida.

Necesitamos incorporar en los programas de las organizaciones


políticas temas como los derechos de la mujer, la discriminación
que afrontamos, así como promover nuestra participación como
militantes, candidatas o representantes, y propiciar nuestra propia
agenda de debate acerca de cuáles deberán ser las formas y los
contenidos de nuestro quehacer político.

Hay, en nuestro país, muchas necesidades y urgencias: el acceso a


la condición de ciudadanos y ciudadanas de manera real y no sólo
formal, la definitiva superación de los rezagos de las formas
«gamonales» en el ejercicio político, la construcción de una
institucionalidad renovada que legitime tanto a los mecanismos de
representación como a sus representantes, son parte de los retos
en que necesariamente deben estar presentes las mujeres.

La organización social y la sociedad civil

Diferentes formas de organización social insurgieron en el país en


las últimas décadas y se convirtieron en poderosos agentes de
cambio. Con ellas, los rostros de hombres y mujeres
tradicionalmente excluidos de los dominios de la política se hicieron
presentes, aunque una vez más, nosotras aparecimos excluidas o

138
relegadas al papel de acompañantes. La energía renovadora de
estos movimientos no alcanzó al momento de abordar los universos
específicos de problemas de las mujeres, tanto en sindicatos como
en las organizaciones barriales o campesinas.

Ello se expresaba, una vez más, en una mínima participación de las


mujeres en los cargos dirigenciales de federaciones y centrales de
trabajadoras, aún en los casos en que las mujeres eran la mayoría
de los trabajadores, o en la total desatención a las necesidades de
organización de sectores en los que la presencia de las mujeres era
casi absoluta, como en el caso de las trabajadoras del hogar.

La crisis institucional a la que aludimos en el acápite anterior también


ha alcanzado a estas organizaciones, por lo que también aquí están
planteados grandes retos. En nuestro horizonte de preocupaciones
no sólo está planteado al acceder a las organizaciones y sus
dirigencias, sino cuáles son o tienen que ser nuestros aportes para
la construcción o reconstrucción de estas instancias de organización
social.

Un grupo específico lo constituyen las organizaciones de


sobrevivencia que, articuladas en tomo a la alimentación, la salud
y el bienestar familiar, tienen en las mujeres a sus principales
protagonistas y dirigentes. Según cifras de PRONAA, en 1994 en
el país había 9,410 comedores populares que tenían como
beneficiarios a 951.966 personas. En 1995 el número de comedores
se había incrementado a 12,395, lo que hace un aproximado de
1’254,084 beneficiarios.

Es necesario reflexionar sobre las especificidades de estas


organizaciones, que partiendo de un terreno tradicionalmente
asignado a las mujeres el reproductivo ha permitido la adquisición
de experiencia y capacidades de gestión, la promoción de liderazgos,
y un tránsito peculiar al terreno de lo político. ¿Constituyen acaso

139
referentes paradigmáticos de construcción de identidades y prácticas
políticas de las mujeres? ¿Cuáles son sus potencialidades y cuáles
sus límites?

Cabe preguntarse si los principios que cimientan a las organizaciones


sociales participativas, asambleístas, homogéneas, indiferenciadas,
solidarias a los cambios que la humanidad está viviendo y que
exigen, por ejemplo, velocidad en la toma de decisiones, exigencias
mayores de especialización y capacidades, incluso la reivindicación
de las diferencias y singularidades en oposición a lo homogéneo y
estandarizado.

¿Qué tipo de organizaciones, de propuestas, podemos las mujeres


alcanzar? ¿son las organizaciones sociales las mejores vías de
promoción de liderazgos y representaciones?

Las mujeres requerimos ampliar nuestra presencia en otras instancias


de la sociedad, como en lo colegios profesionales, donde sólo en
los casos en que el 90% o 100% de las afiliadas son mujeres
logramos ser parte de los cargos directivos, o las recientes
organizaciones de micro y pequeña empresa, las grandes
organizaciones empresariales, etc.

Existen, además, otros espacios desatendidos, pero íntimamente


vinculados a nuestras necesidades, como la defensa de nuestros
derechos como consumidores de productos y servicios, como
ciudadanas con derecho a participar en las decisiones pública, en
tomo a los derechos humanos, etc.

Espacio feminista

Un espacio importante que surgió en la década del 70' en el país


fue el Movimiento Feminista. La crisis de paradigmas que de pronto
se mostraron envejecidos e incapaces de dar cuenta de un mundo

140
cambiante de alguna manera también lo alcanzaron. Es urgente
hacemos algunas interrogantes: ¿porqué no se logró en el país
construir un movimiento feminista masivo? ¿cuál es la situación
actual real del movimiento? ¿ha sido beneficioso el tránsito a su
institucionalización? ¿cuáles son las propuestas, los aportes del
feminismo a las necesidades de las mujeres peruanas hoy?

Uno de los aspectos centrales del discurso feminista, la posibilidad


de un ejercicio político que no lleve aparejada la dominación,
requiere ser reivindicada con energía, para enfrentar el signo de
estos tiempos, que es el del cambio. En nuestro país, las formas, las
estructuras por las cuales transitó el sentido de lo que se entendía
comúnmente como lo político ha mostrado su des legitimación.
Las mujeres podemos aportar a construir una nueva
institucionalidad, incluyente antes que excluyente, democrática,
tolerante, con ciudadanos y ciudadanas capaces de relacionarse
entre sí en términos equitativos, con la posibilidad y capacidad de
participar en las decisiones públicas.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS Y LINEAS DE ACCIÓN

Objetivo 1
Promover la incorporación de la perspectiva de género en las
políticas y programas que se diseñan y se implementan desde las
organizaciones de la sociedad civil (organizaciones populares,
comunales, gremiales, políticas) y poderes e instancias del Estado a
nivel nacional, regional y local.

Líneas de Acción
1.1. Defender e impulsar el funcionamiento de las instancias
de promoción de la mujer a nivel nacional, regional y local
(MIMDES, Defensoría del Pueblo, Congreso), con los
recursos y prerrogativas necesarias para garantizar su
funcionamiento eficaz en el marco de las políticas y

141
acciones destinadas a mejorar la situación de la mujer
peruana.
1.2. Impulsar y/o fortalecer la conformación de instancias
descentralizadas, democráticas y sostenibles, a diferentes
niveles de promoción de la mujer y equidad de género
con participación del Estado, gobiernos locales,
organizaciones de la sociedad civil y organizaciones no
gubernamentales.,
1.3. Sensibilizar y capacitar a funcionarios públicos a fin de
que las necesidades específicas de las mujeres sean
consideradas en el diseño y ejecución de, políticas públicas.
1.4. Participar activamente en el planeamiento concertado con
perspectiva de género entre instancias de la sociedad civil
y del Estado para el desarrollo nacional, regional y local
1.5. Vigilar la incorporación de la equidad de género en los
planes de desarrollo y presupuestos participativos.
1.6. Revisar y sistematizar la legislación concerniente a las
mujeres para proponer modificaciones y/o iniciativas
legislativas necesarias.
1.7. Vigilar la implementación de la política de Estado Décimo
Primera del Acuerdo Nacional y los acuerdos regionales
de gobernabilidad.

Objetivo 2
Promover la conciencia ciudadana de las mujeres desarrollando sus
capacidades en el ejercicio político.

Líneas de Acción
2.1. Realizar campañas a través de los medios de comunicación
y/o redes sociales sobre derechos humanos de la mujer,
autonomía, ciudadanía, equidad de género.
2.2. Difundir permanentemente en todas las instancias de la
sociedad civil una imagen de la mujer como forjadora de

142
nuevos liderazgos y valores para el desarrollo, la vida
democrática y una cultura de paz.
2.3. Impulsar la vigilancia para el cumplimiento del Convenio
sobre la Eliminación de toda Forma de Discriminación
contra la Mujer y otros tratados y acuerdos relativos a los
derechos humanos de la mujer suscritos y ratificados por
el Perú.
2.4. Generar y difundir información para el conocimiento y
ejercicio de los derechos civiles y políticos que les son
reconocidos jurídicamente, eliminación de toda forma de
discriminación contra la mujer, y de los documentos, leyes,
convenios y otros que los sustentan, en el marco de los
derechos humanos.
2.5. Acciones de sensibilización y capacitación a funcionarios
y docentes y propuestas curriculares en el ámbito de la
educación formal en todos sus niveles, en torno a temas
de derechos humanos de la mujer y la problemática de
género, con especial atención a los obstáculos
socioeconómicos y culturales que limitan la participación
femenina.
2.6. Acciones desde las instancias de la sociedad civil, para que
asuman la capacitación de la población en los derechos
de la mujer y equidad de género.

Objetivo 3
Promover la participación de hombres y mujeres en la construcción
de la equidad de género.

Líneas de Acción
3.1. Fortalecer las formas y mecanismos que garanticen la
participación activa y democrática de las mujeres en los
diferentes niveles e instancias del Estado.
3.2. Fortalecer mecanismos ágiles y viables para una activa
participación de las organizaciones de mujeres en el

143
monitoreo, evaluación y vigilancia de programas que las
beneficien o afecten.
3.3. Difundir entre los ciudadanos y ciudadanas el conocimiento
y ejercicio de los derechos de participación y de democracia
directa reconocidos por la Constitución y las Leyes.
3.4. Implementar acciones periódicas de consulta, análisis,
debate y propuestas sobre la situación y posición de las
mujeres y sobre los temas de agenda pública.

Objetivo 4
Promover el acceso a liderezas y organizaciones de mujeres a
instancias de toma de decisiones y representación política.

Líneas de Acción
4.1 Capacitar a dirigentas y liderezas que acceden a instancias
de decisión política en temas de planificación para el
género y gestión de políticas públicas y todo aquello que
contribuya a un desempeño .eficiente y eficaz.
4.2 Establecer servicios permanentes de información dirigidos
a organizaciones de mujeres, dirigentas y liderezas para
lograr un desempeño más eficiente y fortalecer las
capacidades de negociación y propuesta para el monitoreo
de políticas públicas.
4.3 Promover que los partidos políticos establezcan cuotas de
participación femenina en sus instancias de dirección en
un porcentaje no menor del 50% de manera obligatoria,
así como la alternancia, para promover el acceso de las
mujeres a cargos de dirección política.
4.4 Promover que los partidos políticos destinen partidas para
la capacitación de las militantes mujeres, sustentadas en
los recursos destinados por el Estado a los partidos
políticos.

144
Objetivo 5
Promover la participación ciudadana y democrática de las mujeres
en todos los espacios de la sociedad.

Líneas de Acción
5.1 Impulsar y fortalecer propuestas para la incorporación en
la currícula de los diferentes niveles y modalidades
educativas, los derechos humanos de la mujer, la
participación ciudadana y el enfoque de género.
5.2 Capacitar a docentes y hacer propuestas curriculares en
el ámbito de la educación formal en todos sus niveles, en
tomo a temas de derechos humanos de la mujer,
democracia y ciudadanía desde una perspectiva de género.
5.3 Impulsar la participación activa de las mujeres jóvenes en
la vida política y democrática del país.
5.4 Impulsar y fortalecer la participación de representantes
de la RNPM en espacios de concertación, decisión y
consulta a nivel nacional, regional y local.
5.5 Estudiar y evaluar los factores que favorecen o dificultan
la participación equitativa de la mujer.
5.6 Impulsar a través de las oficinas correspondientes la
inscripción de indocumentadas a nivel regional,
departamental y de registros públicos.
5.7 Proponer que para reuniones y eventos de diverso tipo
se prevean espacios y el servicio necesario para atender a
los niños de manera tal que la madre pueda participar en
el desarrollo de sus capacidades.
5.8 Establecer mecanismos que garanticen la participación y
presencia activa de la mujer en los niveles de decisión en
las organizaciones e instituciones sociales, políticas y
administrativas, así como en todos los poderes del Estado.
5.9 Establecer mecanismos con el propósito de evitar que en
los partidos políticos, como movimientos, organizaciones,

145
instituciones y otros se produzcan discriminaciones por
razón de sexo, clase, cultura, edad, raza, estado civil.
5.10 Exigir resultados diferenciados de votantes por sexo a nivel
descentralizado.

Objetivo 6
Recuperar la historia de la participación política de las mujeres en
el Perú.

Líneas de Acción
6.1 Promover investigaciones sobre la participación política
de las mujeres, en Colegios, Institutos y Universidades,
ONGs y OSB.
6.2 Promover y difundir el registro de historias de vida,
testimonios e historia oral sobre el tema a todo nivel.
6.3 Impulsar acciones ( concursos, convenios, etc ) .que
revaloren la participación política de la mujer en la historia.

ESTRATEGIA

- Establecer vínculos formales entre los poderes del Estado y


organizaciones representativas de la sociedad civil, con la
finalidad de que la problemática de género sea tomada en cuenta
en la formulación de políticas y proyectos de ley por el poder
Legislativo y Ejecutivo.
- Concertar y establecer alianzas entre sectores sociales y
organizaciones de la sociedad civil para influenciar en diferentes
espacios de decisión política.
- Utilizar los medios de comunicación masiva para que hombres
y mujeres tomen conciencia sobre los derechos humanos de la
mujer, priorizando la difusión de los temas de autonomía,
ciudadanía y democracia, para avanzar hacia una relación
equitativa entre los géneros.

146
- Establecer servicios permanentes de información sobre los
derechos de la mujer, con un sistema de coordinación entre
organizaciones privadas e instituciones sociales, políticas y
públicas comprometidas en el trabajo de promoción de la mujer.
- Establecer vínculos con instancias de] sistema educativo para
proponer la incorporación en los curriculum educativos de
contenidos que coadyuven a la participación política de las
mujeres.
- Comprometer a las organizaciones populares, gremios, colegios
profesionales, organizaciones políticas e instituciones públicas,
en impulsar la participación activa de las mujeres en sus
actividades e instancias directivas.
- Forjar alianzas y concertar promoviendo la participación de
hombres y mujeres en la solución de la problemática de género.
- Propiciar la articulación y fortalecimiento de liderazgos femeninos
y organizaciones de mujeres.
- Concertar y establecer alianzas entre sectores sociales,
organizaciones de la sociedad civil y movimiento políticos.
- Establecer alianzas y mecanismos para garantizar la efectiva
participación de las mujeres en los procesos electorales sin
discriminación alguna.
- Comprometer a las instancias de diferentes niveles del sistema
educativo para que promuevan la sistematización y visibilización
de la participación política de «las’ mujeres» en la historia
nacional.
- Concertar entre sectores sociales, organizaciones de la sociedad
civil y movimientos políticos, para promover la recuperación de
la historia de la participación política de las mujeres.
- Comprometer la participación y aporte del sector privado a la
recuperación de la historia de participación política de las mujeres
en el país

147
IMAGEN DE LA MUJER EN LOS
MEDIOS DE COMUNICACIÓN
SOCIAL
Los medios de comunicación juegan en nuestro país un papel
fundamental en lo que respecta a la producción y emisión de
contenidos culturales e ideológicos, unas veces de manera explícita
y otras de forma velada o encubierta. Más aún si consideramos la
escasa integración cultural y geográfica del Perú.

En ese sentido, los medios de comunicación, básicamente radio,


televisión y prensa escrita, tienen un rol fundamental en la
reproducción y el afianzamiento de cierta imagen, todas aquellas
características psicológicas, morales y físicas, reales o atribuidas,
roles sociales, valores, intereses y aspiraciones con los que se
representa a la mujer.

Los medios de comunicación masiva con su inmenso poder


perpetúan estereotipos ideologías y costumbres que influyen
enormemente en el desarrollo de los pueblos, mantienen y refuerzan
una imagen estererotipada de la mujer, expresando sólo ciertos
aspecto de la realidad: aquellos que refuerzan patrones, roles
tradicionales y funcionales al sistema y en resumen la mujer
representada en el «eterno femenino» (débil, dulce, sumisa, insigne,
abnegada) que contraría con la verdadera personalidad de la mujer,
lo que la mujeres y hacia dónde se está encaminando es, diariamente
ignorado o distorsionado por los medios. Prueba fehaciente de
ello es el profundo sexismo presente en la imagen de la mujer que
encubre estereotipos culturales, modelos de ser que se le atribuyen
y que son sumamente importantes debido al tremendo poder que
tienen los medios para llegar masivamente a la población sugiriendo,

148
construyendo imágenes y patrones de relación entre los géneros,
influyendo enormemente sobre nuestras mentes. Su influencia
puede contribuir notablemente a cambiar la situación de exclusión
y poco favorable de la mujer, puede acelerar o retrasar estos
cambios. Se dedica muy poco espacio a los temas propios de la
mujer. Desde el punto de vista informativo, las noticias que tienen
como sujeto a la mujer son irrelevantes cuantitativa y
cualitativamente, no se nos toma en cuenta como sujetos de opinión
o como partícipes en el proceso de desarrollo de nuestro país. esto
refleja la distribución de roles en la sociedad: lo doméstico, «propio»
de la mujer, no es noticia o, si lo es, se le trata con sensacionalismo;
el mundo externo, en cambio, donde el hombre es el protagonista,
está lleno de acontecimientos de interés público. Es claro que, a
este respecto, quienes toman las decisiones son hombres, por lo
que resulta inevitable un sesgo masculino en la elección de los
personajes de la noticia, sin embargo se percibe una falta de
conciencia de género en las periodistas, por lo que se hace necesario
la inclusión de estudios de género en los programas de las carreras
de comunicación social.

Entre los estereotipos de mujer mayormente difundidos y reforzados


por los medios, o implícitamente identificables, tenemos:

a) La esposa y madre: es aquella que se define a partir del esposo


y/ o los hijos, se le atribuyen abnegación y sacrificio casi sin
límite. Su éxito o realización personal radica en su dedicación
al hogar y la familia de manera exclusiva y excluyente. No
tiene intereses propios ni aspiraciones personales que no
involucren el éxito y felicidad de su esposo y sus hijos. «En
sus características psicológicas es una mujer dócil, pasiva,
indecisa y dependiente; feliz de su sumisión y recompensada
por su dependencia». Muchas veces los mensajes educativos
que se dirigen a ellas son denigrantes y/o refuerzan roles
tradicionales de la mujer.

149
b) La mujer objeto sexual: es la mujer siempre atractiva, blanca,
rubia, de ojos claros, cúmulo de erotismo y sensualidad, sin
notables cualidades intelectuales.
c) La virgen prostituta: el ejercicio de la doble moral confina a la
mujer a debatirse en modelos simplistas y contradictorios de
mujer; buena o mala en relación al ejercicio de su sexualidad.
Es notoria la difusión y reforzamiento, a través de los medios,
de una doble moral en lo que concierne a las expectativas sociales
de comportamiento. De esta manera, ella es usualmente
prescriptiva y proscriptiva para la mujer; permisiva y tolerante
con el varón.
d) Mujer con trabajo remunerado: como ya dijéramos,
absolutamente sobrepresentada y, en aquellos espacios en los
que está presente, desempeña roles secundarios, de
subordinación, servicio y auxilio al varón; la mujer que escapa a
este estereotipo es fácilmente satanízada, cuestionada en su
feminidad y en otros aspectos.

Finalmente, quisiéramos señalar que estas imágenes de la mujer


han sido generadas en relación con prejuicios aceptados socialmente
en mayor o menor medida y que están en abierta contradicción
con los esfuerzos que, desde diversos espacios, se vienen realizando
a fin de integrar a la mujer en los planes de desarrollo nacional.

Todos aquellos estudios que han tenido como objeto analizar el rol
que juega la mujer en los medios de comunicación social coinciden
en señalar, en primer lugar, que a pesar de constituir la mitad de la
población peruana la mujer está sobrepresentada en términos
cuantitativos.

En aquellos espacios en los cuales sí se le representa, ella es


cosificada en tanto objeto de placer (para el varón) y contextualizada
en lo superfluo, ligero y trivial de acuerdo con el arraigado prejuicio

150
según el cual la mujer es relacionada exclusivamente con lo
irracional, lo afectivo, la esfera privada y el mundo doméstico,
mientras que el varón es identificado con la razón y la esfera pública.

Creemos también que hay un marcado racismo (en especial con la


mujer serrana y selvática) y contenido de clase en la imagen de la
mujer difundida por los medios masivos en especial, la publicidad,
pero también en lo que llega masivamente al público femenino
como son las fotonovelas, telenovelas y revistas. Así, la mujer
«ideal» posee características físicas ajenas a nuestra realidad y es
predominante de clase media alta por nacimiento o por matrimonio.
La mujer perteneciente a los sectores populares o zonas rurales es
caricaturizada (en las telenovelas, por ejemplo) utilizada como
gancho publicitario para la venta de productos del hogar.

Existen, a nivel nacional, diversas organizaciones no


gubernamentales que trabajan en el ámbito de la comunicación
popular y alternativa con diferentes productos en cuanto a calidad
y medio de difusión. La mayoría se dedican a la producción de
videos, en los que la imagen de la mujer tiene un tratamiento
sustancialmente diferente a la TV. comercial.

En el campo radiofónico y de la prensa escrita hay experiencias


exitosas en cuanto a introducir producciones alternativas hechas
por mujeres y con mujeres, en los circuitos comerciales, sin
desmedro de los contenidos y mensajes. Ultimamente se ha
conformado la oficina de la «Defensoría del Pueblo» el cual vemos
con beneplácito y esperamos que esta instancia apoye la causa de
las mujeres, contribuyendo de esta forma a mantener la democracia
en el país.

151
OBJETIVOS ESPECIFICOS Y LINEAS DE ACCION

Objetivo 1
Promover la erradicación de imágenes y mensajes que denigren la
dignidad de la mujer.

Líneas de Acción
1.1. Denunciar la difusión de mensajes que denigren la
condición humana de la mujer.
1.2. Promover normas legales que prohíban mensajes
estereotipados y lesivos a la dignidad de la mujer.

Objetivo 2
Propiciar mensajes que tiendan a la equidad de derechos, deberes
y oportunidades entre varón y mujer, en el ámbito familiar y político.

Líneas de Acción
2.1. Promover y difundir la elaboración de programas y
publicaciones que enfaticen el papel que ha cumplido
históricamente la mujer en el Perú.
2.2. Generar talleres de capacitación en organizaciones de
mujeres y Asociaciones de Padres de Familia, de los Centros
Educativos, con la finalidad de que asuman y conozcan
sus deberes, derechos y oportunidades.

Objetivo 3
Contribuir a modificar los roles tradicionales atribuidos a mujeres y
varones construidos socialmente para ambos géneros, en cuanto
reportan las potencialidades de las mujeres para desenvolverse en
todos los campos.

Línea de Acción
3.1. Diseñar y difundir programas e información orientados a
la modificación de los roles tradicionales de género.

152
Objetivo 4
Sensibilizar a los comunicadores en la perspectiva de género y
fomentar su participación en cargos de responsabilidad y decisión.

Línea Acción
4.1. Talleres de capacitación de género a comunicadores, con
el propósito de sensibilizarlos y comprometerlos con la
problemática de la mujer en el Perú.

Objetivo 5
Propiciar en los medios de comunicación espacios, que permitan a
la mujer información y cultura, teniendo en cuenta sus especifidades
culturales, intereses y preferencias.

Líneas de Acción
5.1. Fomentar reuniones periódicas con la red alternativa de
comunicación con el propósito de apoyarlos en su
quehacer e intercambiar experiencias y ayudarlos para su
formalización.
5.2. Coordinar con las Universidades, institutos de enseñanza
superior de periodismo, publicidad, artes gráficas y manejo
televisivo y/o radial para promover la investigación sobre
las preferencias de las mujeres en el consumo de medios.

Objetivo 6
Promover la difusión de los esfuerzos de varones y mujeres por
resolver las necesidades básicas (salud, educación, vestido, vivienda)
y necesidades estratégicas (violencia, acceso al poder, participación
política, capacitación de la mujer).

Líneas de Acción
6.1. Promover y diseñar programas que resalten la labor que
vienen cumpliendo las organizaciones de base (clubes de
madres, vaso de leche)

153
6.2. Elaborar artículos sobre el aporte de varones y. mujeres
en el desarrollo M país, y difundirlos en los medios de
comunicación.
6.3. Convocar reuniones de trabajo con dirigentas de
organizaciones de base (clubes de madres, vaso de leche,
comedores), gremiales, colegios profesionales y otros, con
la finalidad de propiciar en ellos una mayor participación
en los medios de comunicación.

Objetivo 7
Fomentar el respeto a la identidad cultura, regional y local y generar
reflexión de aquellos elementos culturales que denigren la condición
de la mujer.

Líneas de Acción
7.1. Diseñar y difundir programas y artículos sobre la realidad
de la mujer peruana y su contribución al desarrollo del
país.
7.2. Realizar foros para analizar críticamente, desde el punto
de vista de la mujer, los contenidos de programas de
televisión, incluyendo telenovelas.

Objetivo 8
Cautelar para que el Defensor del Pueblo, de trámite a las denuncias
sobre mensajes que denigren la dignidad de la mujer.

Línea de Acción
8.1. Coordinar con el Defensor del Pueblo actividades que
conlleven a levantar la imagen de la mujer en los medios
de comunicación.

Objetivo 9
Crear opinión pública favorable a la causa de la equidad entre

154
hombres y mujeres a través de los diferentes medios y distintas
formas creativas de comunicación.

Líneas de Acción
9.1. Impulsar una campaña de comunicación y género con el
propósito de sensibilizar a la opinión pública en materia
de género.
9.2. Desarrollar talleres de capacitación en género a
funcionarios públicos de los diversos sectores y gerentes
de empresas privadas, con énfasis a los encargados de las
oficinas de comunicación con la finalidad de que el material
que produzca sea respetuoso de la dignidad de la mujer.

Objetivo 10
Gestionar la introducción de perspectiva de género en la formación
académica de los comunicadores.

Líneas de Acción
10.1. Convocar reuniones de trabajo con universidades,
institutos o centros de enseñanza superior en periodismo,
con la finalidad de introducir estudios de género en los
programas de las carreras de comunicación social.
10.2. Contribuir a la elaboración de la currícula de comunicación,
con enfoque de género.

Objetivo 11
Difundir a través de los medios de comunicación el PNPM
actualizado, visibilizando de esa forma el trabajo de la Red, por
consiguiente de la mujer.

Líneas de Acción
11.1. Generar una mesa de trabajo con periodistas, directores y
propietarios de medios, para la divulgación del PNPM
actualizado.

155
11.2. Impulsar una campaña de información en Universidades,
Colegios Profesionales, Institutos Superiores, Sector
Público, Privado y Organizaciones de Base; respecto al
PNPM actualizado.

Objetivo 12
Mejorar la capacidad de negociación de la Red dándole presencia
pública.

ESTRATEGIA

La estrategia comprenderá el desarrollo de un conjunto de acciones


paralelas a nivel nacional y regional, orientadas a cubrir diferentes
áreas.

En el campo de la producción y dirección de programas de radio,


televisión y prensa escrita se propiciará una mayor participación de
la mujer en dichas funciones, creando al mismo tiempo
oportunidades (becas, entrenamiento en servicio, otros), para elevar
su nivel profesional.

Igualmente, se tendrá que garantizar que en los medios de difusión


masiva hayan espacios permanentes que se ocupen de informar
sobre las acciones de la mujer, destacando su presencia en todas
las esferas y sobretodo se buscará influir en los medios de
comunicación masiva y alternativos la imagen integral y holística
de la mujer de los espacios de selva y valle, resaltando sus
actividades productivas.

Con tal motivo, se reforzará la Red Alternativa de Comunicación y


se promoverá la creación de redes y de empresas de comunicación
social a nivel regional y local, de propiedad y bajo la dirección de
mujeres. Asimismo, se llevará a efecto la descentralización efecti-
va de los institutos de adiestramiento y capacitación (INICTEL,

156
SENATI, y otros), para apoyar los esfuerzos regionales de produc-
ción de mensajes privilegiando los sectores sociales de base y, den-
tro de éstos, a las organizaciones de mujeres.

En el campo legislativo se vigilará y exigirá el cumplimiento de las


normas que cautelen la valoración real de la imagen de la mujer.
De] mismo modo, se exigirá la reglamentación de aquellos
dispositivos legales que regulan los programas televisivos
favoreciendo la producción nacional y, dentro de ésta la producción
de espacios con y para mujeres, posibilitando, asimismo, el acceso
a los medios de programas alternativos.

De acuerdo a esta perspectiva, se darán todas las facilidades para


la creación de medios masivos alternativos, particularmente en radio,
TV, UHF y Cablevisión para que las organizaciones de mujeres
accedan a ellos con producciones propias.

Se buscará influenciar en las empresas y equipos de publicidad para


proyectar una nueva imagen de la mujer.

Se incorporarán comunicadores en las redes. Utilizando los medios


de comunicación radio, TV., Prensa escrita y las diferentes formas
de comunicación que a nivel nacional, regional, y local existan, se
divulgará el PNPM actualizado.

Con el apoyo del Defensor del Pueblo, se buscará generar una


corriente de opinión que cuestione el actual uso de los medios de
comunicación y la utilización indebida de la mujer en la publicidad.

Finalmente se orientará la investigación social para conocer el


consumo de medios por parte de las mujeres, así como sus intereses
y preferencias que permitan una programación y producción más
en consonancia con su realidad.

157
INFORMACION SOBRE LA MUJER

OBJETIVOS ESPECÍFICOS Y LINEAS DE ACCIÓN

Objetivo 1
Mejorar el registro sobre la contribución de la mujer en la economía,
vida social y pobreza, y su participación en la vida política a través
de la desagregación de las variables por sexo, edad.

Líneas de Acción
1.1. Promover que las instituciones del Estado elaboren y
ensayen indicadores nuevos, como el de jefe de hogar, de
medición de trabajo no remunerado y rural, así como de
otros temas.
1.2. Difundir las estadísticas de género a través de
capacitaciones.
1.3. Revisar los indicadores que mantienen estereotipos de
género.
1.4. Desagregar la información a nivel regional, departamental,
provincial, distrital para hacer evidente las diferencias
interregionales.
1.5. Estandarizar formatos de registros de estadísticas en
instituciones públicas y privadas.
1.6. Formular propuestas de sistematización y presentación de
toda información sobre la mujer y otros.
1.7. Incorporar en las muestras de las encuestas demográficas
y de salud familiar (ENDES) a varones para conocer sus
actitudes reproductivas.

158
Objetivo 2
Promover la investigación e información sobre grupos vulnerables
específicos niñas, adolescentes, tercera edad, indígenas, nativos,
desplazadas, discapacitadas, sobre la situación de su salud, violencia,
pobreza, participación política, economía, desde una perspectiva
de género.

Líneas de Acción
2.1. Informar y sensibilizar a las ONGs, sector privado y
universidades sobre la importancia de la realización de
estudios e investigaciones en temas específicos de la mujer
y de corte cualitativo.
2.2. Realizar talleres para detectar necesidades y vacíos de la
investigación en género.
2.3. Promover estudios sobre la violencia contra la mujer, sus
causas y efectos.
2.4. Promover el estudio de la pobreza desde una perspectiva
de género.
2.5. Difusión de estudios e investigaciones para la toma de
decisiones.
2.6. Elaborar propuestas de indicadores y métodos de
investigación adecuados para mejorar el análisis de género
por ejemplo, con el indicador de jefe de hogar, trabajo no
remunerado, trabajo rural y trabajo doméstico.
2.7. Difundir los resultados de la investigación a fin de
sensibilizar a la población.
2.8. Difundir los resultados de la investigación a través de
Foros, Mesas Redondas, Conversatorios, entre otros, a fin
de generar sensibilidad entre la población.

159
Objetivo 3
Mejorar los registros de estadísticas vitales (nacimientos, muertes,
matrimonios, divorcios, separación) y estadísticas sectoriales e
institucionales (salud, enfermedades, consultas comisarías,
violencia: víctimas y agresores), etc. desagregando la información
por sexo y edad.

Líneas de Acción
3.1. Coordinar con las entidades que producen información
estadística para que introduzcan modificaciones al
indicador «Jefe de Hogar», y la desegregación de
indicadores de pobreza, violencia, salud, educación,
participación política, etc. por sexo y edad.
3.2. Presentar las estadísticas desagregadas por sexo y edad
para que reflejen los problemas de hombres y mujeres en
las distintas etapas de su ciclo vital.

Objetivo 4
Generar sistemas de seguimiento e indicadores para evaluar el
impacto de programas y proyectos especialmente en las mujeres.

Líneas de Acción
4.1. Coordinar con las ONGs, sector privado, universidades y
otros centros de investigación y responsables de programas
y proyectos para que introduzcan en sus sistemas de
seguimiento y evaluación indicadores de impacto de estos
proyectos a la población, especialmente mujeres.
4.2. Coordinar con los medios de comunicación hablada y
escrita para las campañas temas que conciernen al género
y que van a producir impacto en la población.
4.3. Sensibilizar a los responsables de programas y proyectos
de salud y alivio a la pobreza, para que introduzcan en

160
sus sistemas de seguimiento y evaluación de indicadores
de impacto de estos proyectos a la población,
especialmente mujeres.

Objetivo 5
Presentar estadísticas desagregada por sexo y edad en las distintas
etapas de su ciclo vital.

Línea de Acción
5.1. Realizar talleres de sensibilización e información a
funcionarios públicos del más alto nivel, funcionarios de
ONGs y de la cooperación internacional sobre la necesidad
de contar con información desagregada por sexo y edad
en las distintas etapas de su ciclo vital.

161
ANTECEDENTES
HISTÓRICOS
PROCESO DE FORMULACIÓN DEL
PROGRAMA NACIONAL DE PROMOCIÓN
DE LA MUJER 1990-1995

El Programa Nacional de Promoción de la Mujer es uno de los siete


subprogramas que conforman el Programa Nacional de Población,
diseñado por la Comisión Presidencia¡ de Población y aprobado
por R.S. 0125 88/PCM.

El Consejo Nacional de Población, responsable del desarrollo de


dicho Programa, consideró pertinente convocar a un grupo de
personas para organizar el proceso de formulación del Programa
Nacional de Promoción de la Mujer. Con este propósito, realizó un
primer taller del 13 a 15,de julio de 1988, en el que participaron
30 personas con experiencias y/o interés en el tema, tanto de Lima
como del interior del país.

En el taller se planteó innovar el proceso de formulación del


Programa Nacional de Promoción de la Mujer, haciéndolo
participativo y descentralizado. Este proceso debería garantizar la
contribución de la mujer en las diferentes regiones del país y, por
otro lado, recuperar la confianza en la factibilidad de que programas
de dimensión nacional puedan cumplirse gracias a la participación
y movilización amplia de las mujeres organizadas, desde sus etapas
iniciales de preparación. Para este efecto, el taller consideró
necesario el establecimiento de una red de personas vinculadas a
diferentes instituciones públicas, y de la sociedad civil, con capacidad
y experiencia en el tema de la mujer.

Desde esa perspectiva, el Consejo Nacional de Población con apoyo


de un Grupo de Trabajo, preparó el Proyecto: «Formulación del

165
Programa Nacional de Promoción de la Mujer», el mismo que fue
financiado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UN
17PA) y que luego contó con el apoyo económico complementario
del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONCYTEC), Centro
Canadiense.

Este Proyecto tuvo como objetivo a largo plazo: Promover la


valoración de la mujer, a fin de lograr su integración plena al proceso
productivo, político, social y cultural nacional, con absoluto
reconocimiento de su dignidad como persona, y su participación
conciente y organizada en condiciones de libertad, de igualdad de
derechos y deberes con los otros miembros de la sociedad, tal como
se propone en el Programa Nacional de Población»; y, a corto plazo
«Formular el Programa Nacional de Población, a través de un
proceso participatorio y descentralizado y que incorpore un sistema
de seguimiento, evaluación y reajuste permanente»

La ejecución de] Proyecto y el proceso de formulación del Programa


Nacional de Promoción de la Mujer, constituyó una rica y novedosa
experiencia y supuso la realización de actividades que, en el proceso,
se fueron reformulando como fruto de la participación y consulta
nacional a las mujeres organizadas.

Definición de un Marco Conceptual

Se desarrollaron los conceptos básicos para orientar el contenido


del Programa y la elaboración de la metodología a seguir. Este marco
conceptual partió de la constatación que existe una problemática
de género, referida a las relaciones asimétricas entre varones y
mujeres que se han ido construyendo socialmente, generando una
situación de suborbinación y marginación de las mujeres.

Estas relaciones se originan en la división sexual del trabajo, por la


cual se les asignan a los hombres y a las mujeres diferentes

166
responsabilidades y tareas. A nivel de la sociedad en general, al
hombre se le asignan las tareas de producción y las de gestión
pública. A la mujer, se le asignan responsabilidades de servicio a la
familia y de crianza de los niños. Además se valora de distinta
manera lo que hacen los hombres y las mujeres. A lo que ellas
realizan se califica de social o cultural y se vincula a la reproducción
y organización social.

Esta división lleva a no reconocer que las mujeres cumplen diferentes


tipos de actividades (trabajo productivo y doméstico, trabajo
productivo y trabajo de gestión comunal o político) combinándolas,
gran parte de las veces, y desarrollándolas en condiciones de
desventaja en relación con el varón.

Se reconoció, entonces que se debía «planificar para el género`


que las mujeres tienen necesidades específicas producto de sus
múltiples actividades y de las condiciones en que las llevan a cabo;
analizando las causas de los problemas y de las situaciones
específicas que los afectan; buscando soluciones a sus problemas,
teniendo en cuenta que son de carácter integral; reconociendo
diferencias entre las mujeres (según edad, ingresos, procedencia,
raza, cultura, etc.); y, finalmente buscando su participación en la
formulación de políticas y en la toma de decisiones, en mérito a
una alternativa más igualitaria y democrática desde el punto de
vista social.

Metodología de trabajo

Se preparó una metodología que propiciara la reflexión y el debate


sobre la situación de la mujer, a fin de hacer las propuestas de
cambio. En una primera etapa de capacitación, la metodología
permitió desarrollar ejercicios que promovieran el análisis y reflexión
sobre los conceptos básicos (problemas de género); y aprender el

167
manejo de una guía metodológica para recoger la consulta y un
documento para la sistematización de la información recogida.

En una segunda etapa, se aplicaron las guías metodológicas a las


mujeres organizadas en cada localidad, así como a aquellas
instituciones que, no siendo ajenas a la condición de la mujer, son
voceros importantes de opinión o llevan a cabo programas de
desarrollo.
La, guía metodológíca permitió conocer y organizar la variedad de
situaciones y de propuestas referidas a la mujer, para hacer posible
el trabajo posterior de consolidación nacional. La consulta se inició
en los niveles locales y sobre esta base se fue construyendo la
formulación de¡ programa en los niveles departamentales y nacional.

Recogida la información en cada departamento, se inició la tercera


etapa de sistematización, preparándose 1,as propuestas
departamentales que, finalmente, se consolidaron en el nivel
nacional y constituyeron el principal insumo para el documento del
Programa, debatido y aprobado en la Reunión Nacional con la
participación de representantes de todos los grupos
departamentales.

Constitución de la Red Nacional

Para el proceso de formulación de este Programa se organizó una


Red Nacional de Mujeres vinculadas a organizaciones e instituciones
que trabajan en la problemática de la mujer o en el desarrollo
socio-económico de su región.

El Grupo de Trabajo Nacional constituyó el núcleo de la Red y tuvo


como responsabilidad la organización de los Grupos
Departamentales que convocaron, articularon y nuclearon a las
mujeres de su ámbito territorial.

168
De acuerdo a su naturaleza, la Red fue constituida por mujeres
cuyo aporte al proceso de formulación del Programa fue voluntario,
uniéndolas su interés y preocupación por buscar la solución de los
problemas de la mujer. Ellas pertenecen a instituciones públicas,
privadas y a organizaciones populares, tales como gremios,
coorporaciones departamentales, colegios profesionales, ONGs,
municipalidades, iglesias, universidades, partidos políticos, clubes
de madres, organizaciones de campesinas y nativas, y otras.

En cada grupo departamental la participación fue variable según la


realidad local. Asimismo, razones como la fuerte crisis económico-
social, la situación de violencia política que fue agudizándose en
nuestro país, hicieron que las comunidades, base del proceso entre
los miembros de la Red, se dificultaran hasta casi paralizarse en
algunos departamentos originando un avance desigual del proceso
que, finalmente, culminó de acuerdo a las metas señaladas, salvando
esas dificultades.

En la Reunión Nacional de Chaclacayo, realizada en el mes de marzo


de 1990, la asamblea aprobó y firmó un compromiso de intención
para la constitución formal de la Red, encargando a un grupo
provisional las gestiones necesarias para que, en un plazo de ciento
ochenta días, adquiera la calidad jurídica de derecho para que actúe,
como ente autónomo, en representación de la mujer peruana, frente
al Estado y la sociedad civil, así como con todas las organizaciones
internacionales que correspondan.

La constitución formal de la Red de Mujeres del Perú es la garantía


para el cumplimiento del Programa Nacional de Promoción de la
Mujer.

169
ACTUALIZACIÓN DEL
PROGRAMA NACIONAL DE PROMOCIÓN
DE LA MUJER 1996-2001

Los debates realizados a nivel mundial para la organización de las


Conferencias Mundiales sobre Derechos Humanos en Viena, sobre
Población y Desarrollo en El Cairo y sobre la Mujer en Beijing,
hicieron necesaria la actualización de las propuestas contenidas en
el Programa Nacional de Promoción de la Mujer incorporando las
nuevas ideas y perspectivas adoptadas en estas reuniones.

Así se inició el trabajo de actualización del Programa Nacional de


Promoción de la Mujer en la Asamblea de la Red llevada a cabo en
Pachacamac en Octubre de 1995. Se organizaron talleres de trabajo
para la revisión del Programa, que partieron de la reflexión sobre
cuatro documentos preparados expresamente para la Asamblea
que incorporaban los nuevos elementos aparecidos en el debate
previo a la realización de las mencionadas cumbres mundiales. Estos
documentos fueron: Equidad de Género, Mujer y Paz, Mujer y
Desarrollo y Mujer e Igualdad. En esta primera revisión participaron
las representantes del Consejo Directivo Nacional, incluyendo a
las Coordinaciones Territoriales, a todas las Coordinaciones
Departamentales de la Red del país y del Comité de Fiscalización
Nacional. Posteriormente, se acordó la revisión de todos los temas
en cada una de las Coordinaciones Departamentales bajo la misma
modalidad de talleres.

En ese sentido, se organizaron las Jornadas de Reflexión


Departamentales entre Enero y Marzo de 1996, en las que
participaron las y los miembros de la Red, así como también
representantes de instituciones públicas y privadas de cada

170
departamento, permitiendo recoger las opiniones y perspectivas
de diferentes agentes sociales involucrados en las acciones de
promoción de la mujer.
Seguidamente, en la Asamblea realizada en Huaychulo en Mayo
de 1996 se recogieron las propuestas formuladas por las
Coordinaciones Departamentales en las Jornadas de reflexión.

Finalmente, las miembros del Consejo Directivo Nacional asumieron


la tarea de consolidar estos aportes para la incorporación de las
nuevas perspectivas en el diseño y ejecución de políticas, programas
y proyectos de promoción de la mujer que permitieran consolidar
el proceso de erradicación de la discriminación y la violencia en
contra de la mujer en la sociedad peruana para el periodo 1996-
2001.

MUJER Y VIDA FAMILIAR:


Responsable Violeta Sara-Lafosse Valderrama
Revisión Ana Tallada Iglesia

ACTIVIDAD PRODUCTIVA:
Responsable Delma del Valle Seminario
Revisión Norma Añaños Castilla

MUJER Y HÁBITAT:
Responsable María Josefina Huamán
Revisión Carmela Chung Echevarría

EDUCACION Y CULTURA:
Responsable Norma Añaños Castilla
Revisión Carmela Chung Echevarría

SALUD DE LA MUJER:
Responsable Hilda Mercado Avalos
Revisión Carmela Chung Echevarría

171
FORMAS DE VIOLENCIA CONTRA LA MUJER
Responsable Edita Herrera Callo
Revisión Martha del Castillo

PARTICIPACION POLITICA DE LA MUJER:


Responsable Mercedes Cruz Díaz
Revisión Edita Herrera Calle

IMAGEN DE LA MUJER EN LOS MEDIOS DE COMUNICACION


SOCIAL:
Responsable Wilma Villacrés García
Revisión Mercedes Cruz Díaz

INFORMACION SOBRE LA MUJER:


Responsables Elizabeth Bendezú Benevides
Susana Guevara Salas
Revisión Denesy Palacios Jiménez

172
La Red Nacional de
Promoción de la Mujer
Es una asociación que trabaja en todo el país, coordinando esfuerzos
de instituciones y personas que se interesan por la promoción de la
mujer. La Red Nacional de Promoción de la Mujer cuenta con un
mandato principal: impulsar la ejecución del Programa Nacional de
Promoción de la Mujer.

La Red se constituyó desde un inicio, como un conjunto de personas


cuyo interés común es promocionar a la mujer. La Red impulsó y
convocó la participación, no sólo de personas, sino de instituciones
de todas las organizaciones sociales, para crear un espacio de
información y acción a lo largo del país de modo descentralizado y
democrático.

Somos mayoritariamente mujeres que trabajamos en diferentes


entidades: organismos estatales y no gubernamentales, colegios
profesionales, asociaciones de desarrollo, institutos de formación,
universidades, iglesias, organizaciones de mujeres, organizaciones
populares, culturales, así como personas individuales sean varones
o mujeres. A todos los miembros de la Red nos moviliza el propósito
común de promover el desarrollo y mejora de la posición y situación
de las mujeres peruanas hacia la equidad de género.

Para lograr un trabajo orgánico, en Mayo de 1990, nos constituimos


en una Asociación Civil sin fines de. lucro y en 1991 se realizó la
Asamblea Estatutaria donde se aprobó hacer de la Red un ente
impulsor y movilizador y se eligió el 1 Consejo Directivo Nacional.
En 1992, se modificó el estatuto creando un sistema de toma de
decisiones descentralizado. Se creó para ello, cinco Coordinaciones
Generales Territoriales, que forman parte del Consejo Directivo

173
Nacional representando, cada una, a un conjunto de departamentos
afines

La RNPM ha establecido su Visión, Misión y Objetivos estratégicos


para orientar sus actividades:

VISIÓN

Lograr la equidad y la igualdad entre varones y mujeres.

MISIÓN

Impulsa, gestiona, vigila la formulación e implementación de


políticas públicas en el marco del Programa de Promoción de la
Mujer y de un desarrollo humano sostenible.

OBJETIVOS ESTRATÉGICOS

Objetivo Estratégico 1
La RNPM como organización descentralizada, habrá incrementado
su capacidad de gestión y propuesta que le permita alcanzar
sostenibilidad, mayor impacto social y contribuir al desarrollo
humano.

Objetivo Estratégico 2
Fortalecer las capacidades teóricas y metodológicas de las
integrantes de la RED, para responder en mejores condiciones a

174
las demandas de los actores sociales, en los ejes temáticos
priorizados: Salud Integral de la Mujer, Violencia contra la Mujer,
Educación de las Mujeres y las Niñas, Participación Política y
Trabajo.

Objetivo Estratégico 3
La RNPM se ha posicionado como una institución eficiente y
competitiva en el manejo de los ejes temáticos priorizados para
formular propuestas de políticas públicas y vigilar su adecuada
implementación para mejorar la posición y condición de la mujer.

Objetivo Estratégico 4

La RNPM contribuirá a que las organizaciones sociales con las cuales


trabaja, prioritariamente los Comités de Vigilancia Ciudadana,
fortalezcan sus capacidades para una participación activa y el
ejercicio de sus derechos hacia la construcción de una ciudadanía
plena.

175
DOCUMENTO DE INTENCION Y DE
COMPROMISO PARA LA CONSTITUCION
FORMAL DE LA NACIONAL RED DE
PROMOCION DE LA MUJER

Chaclacayo 24 de marzo de 1990

Las participantes, de la Reunión Nacional para la formulación del


Programa Nacional de Promoción de la Mujer, reunidas en
Chaclacayo, del 21 al 24 de marzo de 1990, nos comprometemos
formalmente a constituir una Red Nacional que agrupe a todas las
instituciones públicas, de la sociedad civil organizaciones populares
femeninas de base, interesadas activamente en la promoción de la
Mujer.

Entendemos que esta Red Nacional es el instrumento fundamental


para la ejecución del Programa Nacional de Promoción de la Mujer;
que es una entidad social, no burocrática ni jerárquicamente
organizada, no dependiente de entidad pública alguna y ajena a
cualquier identificación con movimientos o partidos políticos; que
se basa en la plena participación de todas las mujeres organizadas
y en la práctica de una democracia cotidiana a todos los niveles de
la sociedad nacional. Cómo las instituciones, organizaciones y
personas que conforman la Red Nacional provienen de diferentes
realidades nacionales, de diversas ideologías y de distintos ámbitos
de trabajo, respetan todas estas diferencias que enriquecen el
movimiento de la mujer peruana para su revaloración y lugar en el
proceso de desarrollo social del país.

Consideramos que es imprescindible que haya un núcleo del


funcionamiento permanente de la Red y que éste opere, coordinada

176
y decentralizadamente, en los niveles local, subregional
(departamental), regional y nacional.

Mientras este sistema se constituye en la forma más representativa


posible, un Grupo Provisional por delegación de esta Reunión
Nacional tendrá la responsabilidad de formular todos los dispositivos
pertinentes para que la Red Nacional adquiera la calidad de persona
jurídica de derecho. De este modo, la Red podrá actuar en
representación de la mujer peruana, frente al Estado, las
instituciones de la sociedad civil y las organizaciones populares, así
como con todas las organizaciones internacionales que corresponda.
El Grupo Provisional está explícita y formalmente autorizado para
proceder de inmediato, conforme a la ley, de forma tal que la Red
Nacional pueda constituirse legalmente dentro de un plazo de ciento
ochenta días a partir de la fecha.

En la redacción de los Estatutos de la Red Nacional se deberán


considerar, como marco de referencia, los planteamientos aprobados
y/o sugeridos en la discusión del tema durante la Reunión Nacional.

1) Hilda Mercado 38) María Elena Vizcarra


2) Ubina Rojas Alvarez 39) Martha Del Castillo Morey
3) Yolanda C. Ludeña Merino 40) Mélida Sara Rivero Lazo
4) Esperanza Castro García 41) Vera Talancha Carrillo
5) Luderits Aquino Julca 42) Sonia Meza Núñezv
6) David Tejada de Rivero 43) Betty Villanueva Nuñez
7) Salvith Vizcarra de Nájar 44) Aurora Astete Neira
8) Azalia Gómez de Angulo 45) Rosa Becerra Saavedra
9) Veneranda Posada Amaro 46) Alcira Blas Zavaleta
10) María Luisa Rodríguez 47) Azucena Cava Moya
11) Doris Escobar 48) Genoveva Medina
12) Dolores Castañeda Avendaño 49) Gregoria Félix Huanca
13) Luz Rejas Barrios 50) Violeta Sara Lafosse

177
14) Luz Acela de Ríos 51) Delma Del Valle
15) Teresa Aparcana Arias 52) Alda Rotta
16) Nelly Chávez Chamamé 53) Eulalia Valdez Palomino
17) Rosa Avellaneda Valdez 54) Tamara Prevost
18) Elisabeth Bendezú Benavides 55) Gloria Del Campo Castello
19) Graciela Alegría Olazábal 56) Ada Ortiz
20) Betty Córdova Vila 57) Ana Tallada
21) Mercedes Ceorimanya Llavilla 58) Miriam Guevara Guevara
22) Haydée Delia Feria Macizo 59) Amelia Fort
23) Octavia Checa Castro 60) Lucila Cruz
24) Nora Galarza Villanes 61) Charo Calcina Chipana
25) Celestina Ccorpa Pérez 62) Sonia Molina Cabada
26) Ruth Noemí Otañe Rodríguez 63) Susana Moscoso
27) Mirtha Villanueva Cotrina 64) Eliana Villar
28) Elisabeth León Minaya 65) Frida Valdivia Meneses
29) Ada Luz Rojas Marín 66) Susana Galdos
30) Betty Leveau Sintiv 67) Gabriel Chávez
31) Ana Sánchez Oliva 68) Luz Alvarez de Schulz
32) Wilma Villacrés García 69) Beatriz Gil Herníquez
33) Rosa Ochoa Vigo 70) Rosa García Garayar
34) Gloria Tuesta Rodríguez
35) Nirma Labán Pauta
36) Carmen Koochoi Gutiérrez
37) Florencia Pacheco Ponce

178

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