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Concejales presentes:
ANTELO, Norberto. A.
GUARDO, Marta Isabel
Versión taquigráfica
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Turno 01 D. R.
- En Olivos, Partido de Vicente López, a los
veintitrés días del mes de marzo de 2010, siendo
las 9 y 25:
DECRETO DE CONVOCATORIA
- Se lee.
- Resulta afirmativa.
Sr. ROJAS.- Señor presidente: me llamo Walter Rojas. Salí a la vida a los veinte días que
se inició el año de la muerte –el 24 de marzo de 1976-, y el día anterior a la desaparición
del “Negrito” Avellaneda, en Munro. Fue detenido en la comisaría de Villa Martelli, junto a
su mamá Iris, la cual hoy todavía no recuperó su cuerpo.
Sé que mis padres se llaman Norma y Lorenzo. El nieto 101 recuperado, supo recién
en febrero de 2010 que su madre se llamaba Silvia y su papá Abel. Silvia fue detenida y
desaparecida en las cercanías de Hipólito Yrigoyen y las vías del Ferrocarril Belgrano, en
Florida. Estaba embarazada de seis meses. Y ese bebé que llevaba en el vientre fue
apropiado por un militar represor.
Sé que mis hermanos se llaman José, Manuel y Silvana. Juliana es vecina de Munro,
al igual que su madre Beatriz, detenida y desaparecida, también embarazada de cinco
meses. Buscó a su hermano por más de treinta años, y en 2009 se reencontró con ese
hermano que no era un hermano, sino una hermana. Recién ahora están rearmando sus
historias.
Alrededor de cien jóvenes, recién en los últimos cinco o diez años, están pudiendo
rearmar sus historias. Estoy hablando de jóvenes de mi edad. Hay más de cuatrocientos
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jóvenes que todavía no han podido rearmar sus historias. Esperemos que algún día puedan
hacer su historia.
“Habrán vencido si lloramos a nuestros hermanos, familiares, amigos, torturados y
asesinados. Pero luego, si después de las lágrimas no continuamos la lucha por un mundo
más justo, entonces ellos habrán vencido.” Esto fue escrito por René Flores, quien vivió
junto a su hermano, en Deán Funes, entre Hipólito Yrigoyen y Libertad, Florida. Los dos
continúan desaparecidos.
En el Polideportivo de Florida Oeste se está llevando a cabo el juicio oral y público
al Batallón 601, que operó en Vicente López. Hay más de doscientos desaparecidos.
Nuestro municipio tiene más de doscientos desaparecidos. Lamentablemente, desde la
Municipalidad no hubo ninguna difusión al respecto. ¿Por qué? Quisiera que desde el
oficialismo se dijera por qué no se dio difusión a esto, ya que constituye un hecho histórico.
La sentencia se va a producir el 20 de abril. Esperemos que para esa fecha desde el
oficialismo se hayan expedido al respecto.
Campo de Mayo y la ESMA fueron los centros clandestinos donde pasó el mayor
número de prisioneros.
Se están realizando a lo largo del país veinte juicios por crímenes de lesa
humanidad. Los bandos militares pudieron cumplir su rol de facto, debido a la complicidad
de civiles, los que denunciaban, los que miraban para otro lado y los que decían “algo
habrán hecho”, “son tan culpables como aquéllos que apretaron el gatillo.”
La semana pasada pasó algo que la verdad me horroriza. Creo que también horroriza
a la gran mayoría de ustedes. Son las declaraciones de Astiz, del “Tigre” Acosta y de
Donda, el tío de la diputada nacional, Victoria Donda.
¿Qué dijo el “Tigre” Acosta, ex jefe del grupo de tareas? “La carta a la junta que
tenía Walsh es un documento, pero también un arma, y la admiración que aún hoy genera
su lectura es un indicador que la guerra no terminó.”
Esos muchachos no entendieron nada del proceso histórico que está viviendo la
Argentina. Debemos dejar sentado en este cuerpo lo que ha pasado.
Lo que he dicho hasta ahora quizá sea la parte poética y romántica de mi
intervención, pero quiero plantear algo que se está gestando en este honorable cuerpo, en
una institución de la democracia. Tiene que ver con varias cosas. Una de ellas es que si no
fuera por un grupo reducido de colegas –en el que me incluyo- esta sesión no se estaría
llevando a cabo hoy. Seguramente se estaría haciendo –con mucha suerte- en la apertura del
período de sesiones ordinarias.
También quiero plantear que existe en este Concejo un proyecto de ordenanza que
dice que se va a prohibir emplear en el ámbito municipal a toda persona vinculada con
delitos de lesa humanidad. Dicho proyecto, por lo menos hace año y medio que fue
presentado y no creo que sea tratado en comisión. No tengo la esperanza de que sea tratado
en comisión por las características que tiene este cuerpo.
Recién dije que se están llevando a cabo los juicios a Campo de Mayo en Florida
Oeste. Es un tema histórico para nuestro municipio. Hemos presentado un proyecto para
que se declaren de interés.
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Fue girado a una comisión. El presiente –no quiero que se sienta involucrado- tiene
interés de tratarlo, pero hay concejales que se hacen los distraídos y no quieren que se trate.
Turno 2 M. T.
Y lo planteo en este momento, porque creo que hoy es el día en que hay que
plantearlo, para que se terminen los dobles discursos.
Sr. ROBERTO.- Señor presidente: quienes hemos participado en varias de estas sesiones
cada año, tenemos que ir pensando qué cosas podemos decir que no hemos dicho. Yo creo
que el año pasado se produjo un hecho histórico en este Concejo Deliberante, que fue la
declaración de ciudadano ilustre post mortem del Negrito Avellaneda.
Y en este mismo momento, cuando nosotros hacemos esta sesión, a través de una
iniciativa de la Central de Trabajadores Argentinos de Vicente López, se está presentando
un libro sobre la vida de Floreal Avellaneda, y un CD con el juicio que se hace en la
Escuela 2°, hoy desde las 8 de la mañana, en la cual figura en el libro la participación de
este Concejo Deliberante en la declaración de ciudadano ilustre post mortem del Negrito
Avellaneda, y del homenaje que se le hizo en la escuela donde él estudiaba en la localidad
de Munro.
Así que quería invitar a todos los señores concejales de este cuerpo, para que
cuando termine esta sesión concurramos a esa actividad, porque creo que es de mucho
valor, y para que este libro después sea entregado a todas las escuelas de Vicente López,
para que los jóvenes estudiantes puedan tomar conocimiento de esa historia, ver ese juicio y
seguir profundizando la memoria.
Yo quería invitarlos y felicitar a la organización de la CTA por esta actividad,
porque es una manera de que la historia se difunda en cada una de las instituciones
escolares del municipio.
Sra. ALEÑA.- Señor presidente: en esta víspera del triste día de la verdad y la memoria,
creo que la mejor manera de recordar a los compañeros caídos en esos años, tal vez los más
tristes de la historia argentina, es con el compromiso que tiene que hacer este cuerpo, más
allá de los colores políticos, más allá de quién esté gobernando el municipio, más allá de
quién esté en el gobierno nacional.
Creo que los ciudadanos argentinos nos han demostrado que si hay cosas que no
nos gustan, se pueden cambiar y la mejor manera de cambiarlas es el voto. Por suerte la
gran mayoría de los argentinos ha perdido esa manía que tenía de pedir – y de eso muchos
son culpables – que los militares se hicieran cargo del poder. También tenemos que asumir
la complicidad en los silencios de muchos sectores de la Argentina.
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Sra. CAPUTO.- Señor presidente: hace unos días, el 19 de marzo pasado, leí un artículo en
el diario “Página 12”: “Reencuentro de la memoria”. Me llamó la atención. Allí se
anunciaba la identificación por parte del Equipo Argentino de Antropología Forense, de un
desaparecido, Roberto Di Vicenzo, militante peronista, sepultado como NN en Barrancas,
Provincia de Santa Fe, luego de su desaparición el 27 de noviembre de 1976. En la
conferencia de prensa, el hijo de la víctima, Gustavo Di Vicenzo, declaraba:
“Nosotros por fin sentimos alivio, después de tantos años de búsqueda, haber
identificado y poder contar con los restos de nuestro padre nos trae una mezcla de
sensaciones positivas. Nosotros conocimos a nuestro padre por fotos; mi hermano Darío
tenía un año y ocho meses y yo apenas ocho meses. La noticia nos conmueve, por fin mi
hermano y yo vamos a tener aunque más no sea los huesos de nuestro padre, sin dudas lo
hemos recuperado.”
Es cierto, tiene razón Gustavo Di Vicenzo. Su hermano y él recuperaron a su
padre. Podrán acompañarlo hasta el cementerio para enterrarlo ellos mismos y hacer su
duelo. Es una noticia importante para la Argentina de hoy, aunque no esté en las primeras
páginas de los diarios.
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Creo firmemente, señor presidente, que este hecho nos obliga a recordar,
especialmente hoy, todo lo que está detrás de esta noticia, es decir, me refiero al largo y
dificultoso camino recorrido por nuestra democracia desde el 10 de diciembre de 1983.
Repasemos algunos de esos pasos fundadores: a una semana de que se cumpla el
primer año del fallecimiento del ex presidente Raúl Alfonsín, quisiera recordar la voluntad
política de aquella generación de 1983. Apenas llegada al poder formal tras 7 años de
dictadura militar y sin más armas en la mano que la legitimidad dada por el pueblo en las
elecciones, esa generación dio pasos fundamentales para la condena judicial y sobre todo
social, a los represores.
El 13 de diciembre, apenas a tres días de estar en funciones y del final de la
dictadura, el presidente Raúl Alfonsín firmó, con todo su gabinete, el decreto 158/83, es
decir, la orden presidencial de procesar a las tres primeras juntas militares por, según su
artículo 2°: “Los delitos de homicidio, privación ilegal de la libertad y aplicación de
tormentos a los detenidos, sin perjuicio de los demás de que resulten autores inmediatos o
mediatos, instigadores o cómplices los oficiales superiores mencionados.” Todos estos
delitos, recordemos, estaban previstos por el Código Penal vigente.
El 29 de diciembre, el Consejo Superior de las FFAA notificó a cada uno de los
miembros de las tres primeras juntas, que se encontraban bajo proceso. Un segundo paso
indispensable fue la aprobación por parte del Congreso de la Nación, del proyecto de ley
del Poder Ejecutivo que declaró “insanablemente nula” la ley de facto de Pacificación
Nacional, mal llamada de “autoamnistía”.
También quisiera recordar a un grupo de personas que valientemente participó y se
involucró en la investigación de lo sucedido, tan poco tiempo después del final de la
dictadura, cuando los militares procesistas aún ocupaban los cuarteles.
JR – T 3
Que el 24 de marzo nos lleve a esta amplia meditación sobre los derechos humanos,
condición indispensable para llevar adelante las necesarias políticas y continuar así el largo
camino de la democracia argentina iniciado en 1983.
Sr. LENCINA.- Señor presidente: el 24 de marzo de 1976 este concejal cursaba el colegio
secundario en la escuela Raggio. Ese día los directivos del establecimiento decidieron que
el alumnado se retirara, sin que nadie supiera la causa. Así, cuando llegamos a nuestros
hogares nos enteramos de los hechos desgraciados que estaban aconteciendo. En ese
momento, por mi corta edad, no me daba cuenta de la inmensa pérdida que estábamos
sufriendo: la democracia.
¡Qué término! “democracia”. Cuánto significado implica esta palabra. Uno de
nuestros grandes gobernantes –en lo personal considero que es uno de los mejores
presidentes que ha tenido nuestra democracia- decía en muchos de sus apasionados
discursos que con la democracia se come, con la democracia se cura y con la democracia se
educa. Algunos se reían, pero otros –como nosotros, los radicales- decíamos “¡Qué razón
tiene!”. Obviamente, me estoy refiriendo al doctor Raúl Ricardo Alfonsín.
Personalmente, agregaría a sus palabras que en democracia se puede disentir, se
puede optar, se puede expresar nuestras ideas libremente y se puede debatir. ¡Qué palabra
también “debatir”! Este es un verbo que hace mucha falta aplicar en este país.
Cada 24 de marzo, cuando conmemoramos el Día Nacional de la Memoria, la
Verdad y la Justicia, recordemos a todas esas personas que fueron víctimas de la represión
ilegal que azotó al país, y trabajemos para que nunca más se vuelva a repetir esa trágica
situación. Defendamos la democracia, porque será el sistema en el que nuestros hijos
crezcan y desarrollen.
Quiero terminar citando una frase de Gabriel García Márquez, que decía: “La
memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos. Gracias a ese
artificio logramos sobrellevar el pasado.”
Sr. LEÓN.- Señor presidente: adhiero a todas las palabras pronunciadas por los concejales
preopinantes. Además, quiero rendir homenaje en forma particular a las Abuelas de Plaza
de Mayo.
En estos días se está discutiendo el tema de los hijos de la señora Herrera de Noble
y su negativa a saber qué sangre tienen. Creo que es una posición inútil, porque nadie le va
a sacar nada, no le van a cambiar nada ni le van a discutir la herencia; simplemente es
necesario conocer la verdad.
Ha sido una tarea gigantesca y loable la de Abuelas de Plaza de Mayo -también la
de Madres de Plaza de Mayo-, que continúan buscando y recuperando a los nietos.
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Por otra parte, esos chiquitos nacieron en maternidades clandestinas, como la que
funcionó en la ESMA. Por eso quiero condenar a todos aquellos médicos, parteras y
enfermeros que se desempeñaron en esa maternidad.
Un día la señora Estela de Carlotto vino un día acompañada por representantes del
Tribunal de San Martín a ver al señor intendente municipal, a fin de solicitarle un lugar en
el que se pudiera realizar un juicio, porque no contaban con las instalaciones adecuadas. El
intendente municipal inmediatamente los proveyó de un lugar, que hubo que cambiar por
protestas de los vecinos y comerciantes, porque había que cortar la avenida Vélez Sársfield,
lo cual provocaba un gran trastorno en la actividad diaria. Finalmente les ofreció la ex
sociedad de fomento José Hernández, actual Polideportivo Municipal de Vicente López,
para realizar ese juicio.
Turno 04 D. R.
Ese juicio se pudo realizar, porque se derogaron las leyes de punto final y de
obediencia debida, porque se anularon los indultos, porque se declaró inconstitucional a los
mismos, porque es la única vía para lograr la justicia, la verdad y la memoria para que los
argentinos podamos avanzar en nuestro derrotero.
Sr. ARENA.- Señor presidente: coincido plenamente con quienes me precedieron en el uso
de la palabra.
Me quedo en algo con lo que arrancó el señor concejal Rojas: al momento de
llevarse a cabo el golpe de Estado del 24 de marzo, tenía menos de un año y medio de vida.
Para los de nuestra generación se nos hace muy difícil pensar –sobre todo los que
participamos en política y defendemos fervientemente nuestras ideas- que en algún
momento de nuestra historia, que pareciera muy lejano pero que no lo es tanto –a veces
pareciera que lo que hace mucho que pasó queda en el olvido; es algo que debemos evitar-,
se hayan producido los hechos que todos conocemos y sobre los que no voy a abundar.
Pero, lamentablemente, forman parte de la realidad.
Gracias a Dios existen tres generaciones que no han tenido que vivir en carne propia
situaciones como ésta. ¡Ojalá nunca se repita! Y eso va a depender no sólo de los que
participamos en política, sino de todos los argentinos para que podamos sostener vivo el
recuerdo y transmitirlo para que la historia no se distorsione como algunos pretenden.
El concejal Rojas dijo también que Vicente López tiene más de doscientos
desaparecidos. Los que hemos sido formados en un sector político u otro vemos cómo
algunos se disputan quién tuvo más bajas en los distintos sectores políticos. En realidad, de
la misma forma que muchos de nuestros líderes que representaban a nuestros partidos hoy
lo son de todos y no de un sector, también esos muertos y desaparecidos son de la
Argentina toda y no de una bandera política u otra.
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Sr. PRESIDENTE.- Invito a los presentes a ponernos de pie, a fin de cumplir con el pedido
formulado por el señor concejal Arena.
Turno 5 M. T.
Sr. MALDONADO.- Señor presidente: quería compartir las sentidas palabras y emociones
que se han vertido a lo largo de la sesión.
Esta sesión está dedicada a la palabra “ausente”, que vendría de la mano de tantos
hombres y mujeres que fueron convertidos en sombras que laten, y hoy no están. La
dictadura militar fue tan monstruosa que fundamentarla tendría algo de monstruoso en sí
mismo. Empezaré recordando el 24 de marzo de 1976, como el día en que un alzamiento
militar depuso a un gobierno constitucional, sacrificando las instituciones de la República.
Fue el último gobierno militar destituyente de una serie que arrancó en 1930.
En ese primer tramo de la historia están los fusilamientos del 9 de julio y del 22
de agosto de 1972. Sin duda el de 1976 fue el más cruel. El gobierno nacional ha instituido
el 24 de marzo de cada año, como el Día de la Memoria, para que recordemos las
consecuencias de las acciones al margen de las instituciones. Es necesario reflexionar
acerca de nuestra memoria individual entrelazada con la memoria colectiva.
La dictadura militar de 1976 instaló el terrorismo de Estado y nos diezmó como
sociedad. Con la democracia en 1983, se inició la reconstrucción de la memoria, a partir del
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trabajo de la CONADEP y los juicios a los militares. Hemos visto mucho miedo en hogares
argentinos. Hoy todos sabemos lo que muchos trataban de ignorar. Ya la memoria no es
parcial; ahora todos sabemos todo, hasta la propia vergüenza de no comprender el dolor
ajeno.
Espero que las instituciones sean capaces de comprender a todos, en una democracia
posible, en la que la tolerancia dé paso a la sabiduría de la propia experiencia. En esta
democracia aprendí el verdadero sentido de los derechos humanos, la necesidad de
desarrollar el país alentando la inversión y el trabajo para la producción de bienes y
servicios destinados a todo el pueblo. La necesidad de una convivencia basada en la
solidaridad, con más escuelas y mejores maestros, para que cada ciudadano ocupe el lugar
que le corresponde por su esfuerzo, para que todos nos comprometamos a decir “nunca
más”.
Sr. GIMÉNEZ.- Señor presidente: estamos reunidos por la memoria, y sin duda tener
memoria es tomar conciencia, tomar conciencia es también asumir el pasado para ver
nuestra historia, que muchas veces está muy cerca, y otras veces está muy lejana.
Mañana, 24 de marzo, se cumplen 34 años de ese fatídico 1976, cuando se
derrocó a un gobierno constitucional. Pero ese fue el último eslabón de una cadena que se
forjó 80 años antes, un 6 de septiembre de 1930, cuando se derroca al gobierno de don
Hipólito Yrigoyen, el primer gobierno constitucional de la Argentina, que a través de la Ley
Saenz Peña del voto secreto, obligatorio y universal, asume en la Argentina.
Y entonces se disfrazaron de revolucionarios y dijeron que eran la Revolución
del 30, pero simplemente fue un golpe de Estado contra las instituciones del país. Esos
mismos que habían producido el golpe, desde José Félix de Uriburu, Agustín. P. Justo,
Roberto Ortiz, Ramón Castillo, que era el presidente porque ese 4 de junio de 1943 cuando
se produce la revolución se desbaratan los pensamientos de esos que habían usurpado el
poder y que habían conformado lo que era la Década Infame, que habían subido a través del
fraude que ellos mismos llamaban “el fraude violento”, porque ellos se consideraban
realmente los dueños del país.
Tuvieron que pasar 12 años, hasta ese 16 de septiembre de 1955 cuando también
derrocan al gobierno constitucional del general Juan Domingo Perón, y ahí también se
disfrazan de revolucionarios y dicen que es la “Revolución Libertadora”. Fue un golpe de
Estado contra las instituciones y contra un gobierno elegido por el pueblo. Pasó poco
tiempo, hasta el 30 de marzo de 1962, para el derrocamiento del gobierno del doctor Arturo
Frondizi. Pero esa vez no se disfrazaron de revolucionarios, porque hicieron que siguiera el
orden institucional, y como Alejandro Gómez que era el vicepresidente había renunciado,
asume la Presidencia quien se había hecho cargo del Senado, que era José María Guido, al
cual no llamo doctor, pero de última, fue el golpe contra Arturo Frondizi, que lo había
votado el pueblo.
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Como con esto no bastaba, un 28 de junio de 1966 derrocan por las armas al
gobierno del doctor Arturo Umberto Illia, esos, que se disfrazaban de revolucionarios. Y
tuvieron que pasar 10 años hasta ese fatídico 24 de marzo de 1976, cuando derrocan al
gobierno de Isabel Martínez, quien había asumido luego del fallecimiento del general
Perón. Y entonces ya les daba vergüenza llamarse revolucionarios, y se autodenominaron
Proceso de Reorganización Nacional.
Pero todos estos golpes señor presidente tuvieron un punto en común. Siempre
que se levantó un fusil, fue porque hubo civiles que se prestaron, que fueron serviles a estos
intereses. O quizás esos golpistas fueron serviles a los intereses de esos civiles. O quizás se
servían mutuamente.
Pero volviendo al 24 de marzo de 1976, hay un valor agregado: el terrorismo de
estado. Persecución, desaparición, tortura, muerte, el miedo en la piel y en los huesos.
Miles de desaparecidos, muchos sin duda estaban dando combate, pero cuántos civiles
inocentes desaparecieron por el solo hecho de estar anotados en una libreta de alguien que
“chupaban”. Y como esto no alcanzó, en 1982, después que habían pasado Videla y Viola,
llega Galtieri y a tras un vaso de whisky declaró una guerra, una guerra de Malvinas donde
murieron miles de chicos y adolescentes que recién conocían la vida, y otros tantos que
volvieron mutilados, física y mentalmente.
JR – T 6
Como esto tampoco alcanzaba, dejaron al país con la mayor deuda externa que se conozca
en la historia de la Argentina.
Por favor, ¡tengamos memoria! Tener memoria significa tener una mirada hacia el
pasado, hacia lo que fuimos y hacia lo que quisimos ser y no pudimos. Con esa mirada
vamos a forjar este presente, que también nos permitirá tener una mirada hacia el futuro,
para vivir en una democracia en la que se respeten los derechos personales, los derechos
humanos y la Constitución Nacional por sobre todas las cosas.
Ese es el país que soñamos todos, y no sólo para nosotros, sino también para
nuestros hijos, para nuestros nietos y para esos descendientes que aún no nacieron.
(Aplausos.)
Sr. GNOFFO.- Señor presidente: en esta nueva intervención que me toca hacer sobre este
tema no quiero repetir conceptos que ya se han vertido en los últimos años. Por lo tanto, me
voy a limitar simplemente a realizar tres apreciaciones que considero importante dejar en
claro desde el bloque de la Unión Cívica Radical, por lo que le pido autorización a todos
para que me permitan hacerlas con el orgullo de pertenecer al radicalismo.
Coincido con muchas de las cosas que se han dicho, y reitero que nosotros también
rechazamos el terrorismo en cualquier de sus formas. El sistema democrático es el único
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que apoya la Unión Cívica Radical. Y en este sistema jamás se pone en riesgo la vida de las
personas.
El 24 de marzo de 1976, producto de decisiones de un gobierno democrático que
crisparon el ánimo de la gente, se desembocó a pedido de muchos civiles –como bien se
dijo- en la peor etapa de la República Argentina. Esto no debe ocurrir nunca más. Esté
donde uno se encuentre parado políticamente, lo importante es defender el sistema
democrático. Seguramente la diferencia de opiniones que tenemos enriquece el sistema
democrático y no lo debilita. El debate de ideas y de posicionamientos políticos fortalece el
sistema que todos abrazamos.
Es difícil que todos piensen de la misma manera; diría que es casi imposible. Pero lo
que no hay que permitir es que las diferencias personales y políticas lleven a pensar que el
cambio de sistema es el objetivo.
Eso pasó en todos y cada uno de los procesos de reorganización nacional. No
queremos que eso vuelva a ocurrir. Por eso los rechazamos en cualquiera de sus formas,
porque cada vez que se derrocaba un gobierno democrático detrás de eso había varios
objetivos, pero principalmente se buscaba intervenir en la vida política de los partidos para
que la gente no se exprese a través del voto. Esto no debe ser así, porque las diferencias
políticas e ideológicas se tienen dirimir a través de las urnas. Esta es la razón por la cual
apoyamos este sistema.
Quienes creen que las minorías iluminadas son las que deben gobernar, se
equivocan. No existen minorías iluminadas; lo que existe es un país que busca a través de
sus objetivos salir adelante como república. Necesitamos unirnos todos los argentinos, por
supuesto que mirando el pasado, porque eso nos fortalece y nos da identidad, pero sin
olvidarnos del presente y mucho menos del futuro. Debemos aunar criterios para salir
adelante.
Por esa razón, cuando algunos dicen que el 24 de marzo es feriado, personalmente
no lo considero de esa forma. En mi opinión ese es el día del año en el que debemos
reflexionar y mirar lo que pasó, a fin de darnos fuerzas para vivir el presente y poder forjar
un futuro digno para todos.
El otro hecho al que me quería referir creo que es único en la humanidad, pero que
lamentablemente no se trató con la importancia que merece. Digo esto porque un proceso
democrático, como lo fue el gobierno del doctor Raúl Alfonsín, fue el único en la historia
de la humanidad que juzgo a los militares. Es el único caso en la historia de la humanidad,
en el que un gobierno democrático sentó en el banquillo a los dictadores para juzgarlos en
base a la Constitución y las leyes y los encarceló. Este es un orgullo para todos los
argentinos, pero mucho más para quienes somos radicales.
pensar –como dijo el concejal Arena- que son los muertos y desaparecidos de todos, por lo
menos de quienes tienen fuertes convicciones.
Pensaba también que no podemos dejar de sentir la pérdida de una generación que
tenía un fuerte compromiso social a través de la militancia política. Se perdió una
generación de militancia y dirigencia social fundamental para avanzar en las conquistas
sociales y en la defensa de los más pobres y de los más desposeídos.
Se podrán decir muchas cosas, pero quiero rescatar, más allá de las equivocaciones,
la honestidad intelectual con la que puso el cuerpo esa generación. No coincido con muchas
de las decisiones que algunos tomaron. Desde la pertenencia a mi partido –la Unión Cívica
Radical- participamos todos los días en debates con esa militancia. Así, con algunos
discutimos sobre la equivocación que implicó la elección de la lucha armada. Pero eso no
significa desconocer la honradez en el compromiso y mucho menos justifica lo ocurrido
con el terrorismo de Estado.
Siguiendo el análisis histórico del concejal Giménez, me hace pensar sobre qué
llevó a algunos jóvenes a pensar que no tenían posibilidad de llevar adelante sus ideas en un
marco de golpismo continuo, que por medio de la fuerza reprimía los procesos populares.
Turno 07 D. R.
Sr. RUIZ.- Señor presidente: quería hacer dos breves reflexiones, porque realmente no
pensaba hablar. Creo que a veces uno debe venir a escuchar, a escucharnos.
Apelo a los que son más grandes, recordando cuál fue el rol en la Argentina de los
empresarios. No olvidemos que una importante empresa auspiciaba, por pedido del
gobierno, unos calcos que decían: “Los argentinos somos derechos y humanos.” Se
repartieron 700 mil, y muchísima gente orgullosa los pegaba en la luneta del auto.
Fíjense el rol de un sector del empresariado: “Somos derechos y humanos.” Esto
nos permite visualizar que detrás de un golpe de Estado o de una alteración del orden
constitucional, existen actores centrales.
Por último a título personal –se podrá compartir o no- quiero expresar mi más
enérgico repudio por el hecho de que un día de reflexión como lo es el 24 de marzo un ex
presidente de los argentinos venga mañana a Vicente López a hacer política. La sociedad
nos está observando y éste es un error conceptual. No se puede predicar lo contrario de lo
que se dice en épocas preelectorales.
Concretamente quiero decir que mañana el doctor Duhalde viene a la Cámara
Empresaria de Vicente López, y me hubiera gustado que la Cámara Empresaria le dijera
que el 24 de marzo no hay actividad en nuestro salón.
Sra. MALDONADO.- Señor presidente: ya que hablamos de reflexión, quería agregar algo
que es bueno tener en cuenta y que tiene que ver con el tema del ADN, que lleva registro y
memoria.
Es importante saber que somos el único pueblo en el mundo que tiene datos de su
sangre. Creo que ahora se están agregando los serbios. Somos el único país del mundo que
tiene un crisol de razas en serio y un gran registro de lo que ha sucedido con todas esas
etnias que nos conforman como pueblo. En ninguna parte del mundo sucedió lo que pasó en
la Argentina. Un país casi vacío, pero con un registro impresionante de memoria mundial
de todo lo mal que alguna vez le aconteció. Por eso pido que tengamos una gran esperanza
en nosotros mismos por la fuerza de la sangre que tenemos, que nos hace levantarnos cada
vez que caemos de rodillas. Esto nos hace saber que vamos a ir para adelante si nos unimos
y aprendemos a no disgregarnos. Tratemos de unir este gran mosaico diferente que
tenemos.
Eso nos permitirá reconstruir todo lo que queramos, solamente poniéndonos a
trabajar juntos, olvidándonos de las cosas que nos separan. Siempre pensé que no era un
eslogan decir que la unión hace la fuerza. En medio de la tristeza que suponen las cosas que
nos han pasado, el mensaje de esperanza que tenemos en nosotros mismos hace que jamás
estemos llorando demasiado tiempo lo que nos suceda. Más cuando sabemos que
trascendemos y somos únicos e irrepetibles. Como pueblo somos esto: la síntesis más
acabada de lo que significa el ser.
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- Es la hora 10 y 30.