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Eric Frattini
Son los kidones, los elegidos. Miembros del servicio secreto israelí que eliminan a los
enemigos de su país. Practican el proverbio «ojo por ojo, diente por diente», vengan
los agravios cometidos en nombre de su pueblo, espiando, matando, secuestrando y
puestos en marcha por el primer ministro israelí. La sentencia del profeta Ezequiel
está cumplida:
Este libro identifica por primera vez a todos los agentes del Kidon que, en nombre de
Israel y con autorización expresa del primer ministro, ejecutaron entre 1960 y 2004 a
criminales de guerra nazis, terroristas, palestinos, alemanes, científicos dedicados a la
energía atómica en Irak, líderes de la OLP y de Hamas, ingenieros expertos en
armamento, traficantes de armas e, incluso, un magnate de la prensa. Los kidones del
Mossad liquidaron, haciendo uso de cualquier medio, a aquellos que supusieron un
peligro real o potencial para el Estado de Israel.
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Los objetivos
Este grupo –conocido como los kidones– tiene su origen en uno nacido tras la
Segunda Guerra Mundial: una brigada para vengar a todos los criminales nazis que la
justicia no había castigado y resarcirse en memoria de los muertos. Buscaban al
objetivo, lo analizaban y terminaban con su vida. «El 13 de abril de 1946. Domingo de
Pascua, los nokmin se ponen en movimiento. Durante toda la noche se dedican a
untar con brochas el arsénico en los bollos de pan. Casi tres mil. Si a cada miembro
de las SS se le entregaba un cuarto, suponía cuatro muertos por bollo, doce mil
muertos si se ingerían los tres mil… Los aliados jamás hicieron público el número de
muertos, pero a los nokmin aquella operación les devolvió en cierta forma un honor
perdido en los campos de la muerte nazis.»
Este organigrama secreto, con una gran precisión y efectividad, actúa con la
connivencia del Estado: «Ninguna de estas operaciones podía ponerse en marcha sin
la autorización expresa del primer ministro de turno, aunque realmente, desde la
creación del Kidon, casi todos los jefes de Gobierno israelíes, desde David Ben-Gurion
a Ariel Sharon, del Likud al Partido Laborista, con Premio Nobel de la Paz o sin el, han
firmado órdenes de secuestro o ejecución.»
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Los métodos de esta brigada abarcan desde el tiro a bocajarro en los domicilios de los
objetivos hasta el lanzamiento de misiles en mitad de la calle, el secuestro o la
colocación de bombas en teléfonos móviles o en los bajos de un coche, y los cebos
incluían desde mujeres infiltradas como amantes ocasionales hasta trabajadores de la
construcción.
Pero no todas las actuaciones del kidon han sido un éxito. Al menos dos errores en
sus objetivos ocasionaron conflictos diplomáticos con Jordania y Canadá. Cuando
intentaban asesinar a Ali Hassan Salamed El Príncipe Rojo, el cerebro de la masacre
de Munich e íntimo amigo de Yaser Arafat, acabaron matando en su lugar a un
camarero argelino, lo que produjo «uno de los más grandes desastres que se
recuerdan en la historia del Mossad» con un conflicto entre los servicios secretos
noruegos y la CIA que llevó a muchos de estos agentes secretos a la cárcel. Otro de
los fiascos fue el intento de asesinato del líder de Hamas, Jalid Meshal en 1997 –con
veneno vaporizado por la oreja– que provocó la crisis con Jordania y Estados Unidos.
Los verdugos
«Desde entonces los enemigos han sido envenenados, hechos volar en pedazos,
estrangulados, ahogados, simplemente ejecutados con un tiro en la nuca o
secuestrados, en el nombre de Israel y con permiso del primer ministro, en Francia,
Italia, Malta, Chipre, Líbano, Uruguay, Argentina y un sinfín de países», tanto que los
miembros del Kidon elevaron el asesinato a su máximo nivel de perfección.
El grupo estaba compuesto por tres equipos de doce personas que se desplazaban a
cualquier lugar para capturar o eliminar al objetivo con identidades falsas. Recogían
información minuciosa que incluía hasta el último detalle de la persona y se
evaporaban divididos en subgrupos una vez cometido el asesinato. No volvían a
reunirse todos, aunque algunos repitiesen en misiones. Cada uno tenía una función
específica dentro del grupo y contaba con relaciones con los servicios secretos de
otros países.
El libro de Frattini incluye además ilustraciones de las operaciones y los rostros de las
personas eliminadas –muchas de ellas conocidas en la política árabe actual–, un
glosario con los principales términos en clave que usaba este grupo secreto y todas
biografías de los jefes del kidon. El último de ellos, Meir Dagan, continúa al mando del
Mossad y ha explicado claramente los objetivos de estos comandos y de su gobierno:
«La ejecución de un terrorista no es política. Son herramientas del Estado para
prevenir ataques y para aumentar la disuasión.»
Las misiones
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Argentina y sacarlo clandestinamente del país para juzgarlo en Israel donde
fue condenado y ejecutado en la horca el 1 de junio de 1962.
• Operación Riga (23 de febrero de 1965): Herbert Cukurs, miembro de las SS
en Letonia y responsable del asesinato de 30.000 judíos en el gueto de Riga,
es asesinado en Uruguay por cuatro individuos que introdujeron el cadáver en
un baúl y lo abandonaron en una casa.
• Operación Ira de Dios (16 de octubre de 1972 a junio de 1973): los terroristas
de Septiembre Negro, responsables de los asesinatos de los atletas israelíes en
los JJ.OO. de Múnich en 1972, fueron eliminados selectivamente. La lista inicial
eran 35 objetivos que incluían líderes de la OLP y Hamas, entre otros.
• Operación Diamante (15 enero 1973): en colaboración con los servicios
secretos del Vaticano, la Santa Alianza, evitan el asesinato por misiles de Golda
Meir en un viaje a Roma para reunirse con el papa Pablo VI.
• Operación Primavera de la Juventud (10 de abril de 1973): caen los líderes
palestinos en Beirut, responsables del Septiembre Negro.
• Operación Barba Azul (28 de junio de 1973): Mohamed Boundia, responsable
de Septiembre Negro en Europa. Muerto por la explosión de una bomba en el
interior de su coche en París.
• Operación Rayo (4 de julio de 1976): Rescate de rehenes y ejecución de
secuestradores del vuelo Air France en Entebbe (Uganda).
• Operación Príncipe Rojo (22 de enero de 1979): Ali Hassan Salameh, máximo
dirigente del grupo Septiembre Negro, muere en una explosión de coche
bomba en la puerta de su residencia de Salameh.
• Operación Átomo (5 de abril de 1979 a 7 de junio de 1981): Científicos
nucleares iraquíes son asesinados.
• Operación Vanunu (30 de septiembre de 1986): Mordechai Vanunu, técnico
nuclear en la central de Simona, es capturado y encarcelado por fotografiar las
instalaciones nucleares secretas de Israel para revelarlas en varios periódicos.
Sigue cumpliendo condena por alta traición que finaliza este año.
• Operación 17 (16 de abril de 1988): Jalil Ibrahim Mahnud al Wazir, alias ‘Abu
Jihad’, mando supremo de la OLP, es asesinado de seis tiros en su casa
• Operación Zulú (22 de marzo de 1990 al 22 de julio de 1994): Gerald Bull,
Alan Kidger y otros ingenieros y traficantes de armas sudafricanos son
tiroteados.
• Operación Tyccon (5 de noviembre de 1991): Robert Maxwell, magnate de la
prensa, es asesinado con narcóticos y tirado por la borda de su barco en alta
mar, por sus contactos y negocios con los servicios secretos de varios países.
• Operación Cesaréa: Fathi Shiqaqi, máximo líder de la Yihad Islámica, es
asesinado de cuatro tiros en las calles de Malta.
• Operación Ingeniero (5 de enero de 1996): Yehiya Ayyash, alias ‘el Ingeniero’,
responsable de explosivos de Hamas y comandante de las Brigadas Izzedine
al-Qassam, muere con la colocación de una bomba en su teléfono.
• Operación venganza (25 de septiembre de 1997 al 22 de marzo de 2004): Jalis
Meshal y el jeque Ahmed Yassin, máximos dirigentes de Hamas, sufren
intentos de asesinato. Meshal sobrevivió al veneno con aerosol y vive en
Damasco. Yassin fue asesinado por un misil dirigido por la señal que salía de su
propia silla de ruedas.
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«Nuestra tarea es hacer historia y luego ocultarla. Por lo general somos honrados,
respetamos al gobierno constitucional, la libertad de expresión y los derechos
humanos. Pero, al fin, entendemos también que nada puede interponerse en lo que
hacemos.»
EL AUTOR
Eric Frattini (Lima, 1963) ha sido corresponsal de la Cadena Ser, diario Cinco Días y
Canal Plus en Oriente Medio. Es miembro de la Asociación de la Prensa de Madrid, de
la Asociación de Corresponsales Extranjeros en Israel, de la Asociación de Periodistas
Palestinos en los Territorios Ocupados y de la Asociación de Periodistas de la Liga
Árabe como miembro de honor.
Es autor de una docena de libros, que han sido traducidos a diferentes idiomas, entre
los que se encuentran: Mafia S.A. 100 años de Cosa Nostra (2002), Irak, el Estado
incierto y Secretos vaticanos (2003), La Santa Alianza, cinco siglos de espionaje
vaticano (2004) y ONU; historia de la corrupción (2005). También ha publicado, con
gran éxito en esta editorial, Osama bin Laden, la espada de Alá (2001), la biografía
del terrorista más buscado del mundo. Actualmente ejerce como profesor de
investigación periodística en la Universidad Camilo José Cela de Madrid.