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CONCLUSIONES

Derechos laborales y libertades sindicales en Colombia. En el 2006 se firmó


un Acuerdo Tripartito “Por el derecho de asociación y la democracia” en
Colombia. Infortunadamente sus desarrollos no han tenido ningún avance
significativo en la mejora de las condiciones de las libertades y derechos
fundamentales del trabajo. Hasta ahora solo se puede mostrar la instalación de la
Representación permanente y el inicio de los programas de cooperación, sumados
a esfuerzos insuficientes de la Fiscalía y el poder judicial por esclarecer hechos de
violencia y llevar a los criminales ante la justicia.

Por todo ello, el movimiento sindical colombiano espera que Colombia sea llamada
a rendir cuentas ante la Comisión de Aplicación Normas de la Conferencia por su
persistente y sistemático desconocimiento de los derechos reconocidos en los
Convenios 87 y 98 y, como consecuencia del debate que se realice, la
Conferencia debe instar de manera urgente, en un párrafo especial, a que el
Gobierno ponga fin a la persecución y reconozca y garantice los derechos y
libertades sindicales.

Se cuenta con la solidaridad de las organizaciones de los trabajadores del mundo


y con el apoyo de los Gobiernos amigos de la paz, la democracia y del respeto a
los derechos fundamentales de las y los trabajadores. La situación en Colombia es
la siguiente: Estado del empleo y la protección social A. Precarización laboral
y modalidades de contratación. En Colombia, menos de la tercera parte de los
trabajadores tienen algún grado de protección social y laboral. En los casos en
que algún empleo se genera, se hace en condiciones precarias, la mayoría de las
veces usando formas de temporalidad, lo que contraviene el compromiso de
generación de un empleo digno por parte del Estado colombiano.

De igual manera, se afectan en forma grave y directa las libertades sindicales. B.


Seudocooperativas de trabajo asociado (CTA). Las CTA son realmente
seudocooperativas, las cuales han contribuido a deteriorar la calidad del empleo.
Estas son contrarias a los objetivos del trabajo decente porque son una
herramienta para negar derechos irrenunciables de los trabajadores, permiten la
precarización laboral, no son empresas productoras sino son bolsas de empleo e
intermediación laboral, permiten la evasión a la seguridad social. Además, no hay
voluntad por parte del Estado para ejercer control estricto sobre estas malas
prácticas.

C. Trabajadores en misión. Se ha extendido notablemente la práctica de esta


clase de contratación, para desempeñar oficios y actividades que corresponden al
giro normal de actividades de las empresas, para lo cual se usan las “empresas de
servicios temporales”. En esta forma, no sólo se vulneran los derechos
individuales de los trabajadores, sino que también se les impide el ejercicio de las
libertades sindicales y de negociación colectiva.
B. Libertades sindicales
o Derecho de asociación y situación del registro sindical. El Ministerio
de la Protección Social niega la inscripción en el registro de muchos de
los actos sujetos a ese requisito y, por tanto, se configuran como
autorizaciones previas del Gobierno para la creación y funcionamiento
de los sindicatos. Esta y otras prácticas antisindicales del Gobierno han
sido determinantes para que la tasa de sindicalización sea una de las
más bajas de América Latina, tan solo del 4,5 de la población ocupada.

o Derecho de negociación. En más del 50% de las 100 empresas más


importantes de Colombia no existe sindicato: 48 empresas lo tienen y en
52 no existe. En 71 empresas existe algún tipo de negociación colectiva:
en 48 empresas hay sindicato y se ha firmado una convención colectiva
y en 23 de ellas, a pesar de no existir sindicato, se ha firmado un pacto
colectivo. Sin embargo, en las 29 restantes no existe ningún tipo de
negociación colectiva con los trabajadores.

Los actos sindicales sometidos a registro ante el Ministerio de la Protección Social


son: Fundación y constitución de organización sindical; elección de junta directiva,
cambios en juntas directivas, remoción cargos dignatarios; creación de comités y
subdirectivas, elección de juntas directivas; reformas estatutarias. Los “pactos
colectivos” se han establecido en la legislación supuestamente como una
alternativa de “negociación” para los trabajadores no sindicalizados, pero es usada
como práctica antisindical.

o La cobertura de la contratación colectiva sigue siendo una de las más


bajas del planeta: sólo uno de cada 100 trabajadores tiene la posibilidad
real de negociar sus condiciones de trabajo. Los demás o están
ubicados en el sector informal (58 de cada 100), o son trabajadores del
sector público, a los cuales la legislación les niega el reconocimiento de
este derecho; o son trabajadores cuya vinculación está deslaboralizada
a través de contratos precarios, de contratos cooperativos o son
considerados como trabajadores independientes”.

Derecho de huelga. En Colombia el reconocimiento y ejercicio de la huelga, tanto


en la legislación como en la práctica, es casi inexistente. Las reiteradas
recomendaciones de los órganos de control en su gran mayoría son incumplidas
por el Gobierno.

o El Congreso aprobó, el 26 de mayo de 2008, una ley para eliminar la


facultad del Ministerio de la Protección Social para declarar la ilegalidad
de las huelgas, y la asignó a la jurisdicción ordinaria laboral, en dos
instancias, mediante un procedimiento especial y sumario. El proyecto,
de iniciativa gubernamental, recoge una de las reiteradas
recomendaciones de los órganos de control de la OIT. No obstante, la
norma deja de lado otras ocho importantes recomendaciones de los
órganos de control, tendientes a hacer efectivo el derecho de huelga de
las y los trabajadores.

o El texto aprobado confiere al Presidente de la República, previo


concepto favorable de la Sala Laboral de la Corte Suprema de Justicia,
la facultad de ordenar la terminación de la huelga cuando a su juicio
esta afecte de manera grave la salud, la seguridad, el orden público o la
economía, con lo cual continuará la injerencia indebida de la autoridad
administrativa para limitar el derecho fundamental de huelga.

o Cabe advertir que las recomendaciones que expide el CLS no han


incidido positivamente en la regulación de las relaciones laborales y
sindicales y, por lo tanto, no han significado mejoras en el
reconocimiento y disfrute de las libertades sindicales.

C. Violencia e impunidad.

o En lo que va corrido del año 2008 han sido asesinados 26 trabajadores


sindicalizados, cifra que corresponde al 66% del total de los homicidios
del año 2007, cuando se registraron 39 asesinatos. Igualmente, hay un
incremento del 71% de los asesinatos entre lo que va corrido del 2008 y
el mismo período del año 2007, cuando se registraron 14 asesinatos3.

o El 42% de los homicidios cometidos con víctima sindicalista fue contra


dirigentes, así como el 65% del total de violaciones se ha dirigido contra
ellos. Esta situación presenta un cambio sustancial si observamos que
históricamente en promedio el 30% de las violaciones se realizaba
contra dirigentes y el 70% contra trabajadores afiliados.

o Durante el año 2008 ha sido significativo el aumento de violaciones de


presunta autoría de grupos paramilitares. Si bien hemos señalado en
anteriores informes que la tendencia general frente a las violaciones es
el ocultamiento o desinformación de la presunta autoría, durante este
año, y pese a lo parcial de los datos, el 36% del total de las violaciones
es atribuible a los paramilitares. Este 36% corresponde a casos de
amenazas contra dirigentes sindicales.

o La sistemática, selectiva y deliberada violencia antisindical.


Aproximadamente, y en promedio, cada tres días durante los últimos 21
años ha sido asesinada una trabajadora o un trabajador sindicalizado, lo
que se traduce en 2.6694 víctimas asesinadas entre el primero de enero
de 1986 y el 30 de mayo de 2008.

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