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28 LOS DEDOS SOBRE LA MESA tro espacio, desde nuestro punto de vista, estas son secciones o cor las ramas de un Arbol, que llegan todas a una cima, se nutren todas una raiz, dan wna sombra, tenemos otro ejemplo interesante que expresa la misma idea, sentado por Leadbeater, el autor teoséfico, en uno de sus libros. Si Ja superficie de una mesa con la punta de los dedos, tendremos ent sobre la superficie cinco circulos, y con esta representaci6n 0 pi plano seré imposible tener alguna idea de la mano y del hombre al pertenece esta mano. Sobre la superficie de la mesa habré cinco cf separados, ;Cémo es posible, teniéndolos como base, imaginar a un bbre, con toda la riqueza de su vida fisica o espiritual? Ello es i Nuestra relacién con el mundo tetra-dimensional serd semejante relacién de la conciencia que ve cinco circulos sobre Ja mesa hombre. Nosotros vemos solamente “puntas de dedos”, para nos cuarta dimensién es inconcebible. ‘Sabemos que se puede representar un cuerpo tri-dimensional plano, que es posible dibujar un cubo, un poliedro o una esfera. seré un cubo verdadero o una esfera verdadera, sino la proyeccién ‘cubo o de una esfera en un plano. Podemos concebir a los dimensionales de nuestro espacio algo asi como imagenes en nuestro cio de los para nosotros incomprensibles cuerpos tetra-dimensionales, Cartruvo IV ‘TIEMPO Y MOVIMIENTO untos establecido por medio de uma comparacién de la relacién de las figuras de dimensiones inferiores con las de dimensiones superiores wo se puede considerar a un cuerpo tetra-dimensional como la huella movimiento de un cuerpo tri-dimensional al desplazarse en una di- nnsién no contenida en él; es decir, que la direccién del movimiento en cuarta dimensién se encuentra fuera de las direcciones que son po- sen el espacio tri-dimensional. Biss eieaih tecasie eal feed Para poder contestar a esta cuestién seré necesario descubrir si no -mos algiin movimiento no contenido en el espacio tri-dimensional. Sabemos que todo movimiento en el espacio va acompafiado por lo Hamamos movimiento en el tiempo. Mis aun,|sabemos que todo lo xxiste, aun cuando no se mueva en el espacio, se mueve eternamente 1 tiempo. | I, iqualmente, en todos los casos, ya sea que hablemos de movimiento dusencia de movimiento, tenemos en Ta mente una idea de To que fué s, de lo que se realiza 0 es ahora, y de Jo que vendré o seré, En otras nbras, tenemos en Ja mente la idea del tiempo. La idea de movimiento ‘cualquier clase que sea, y también la idea de la ausencia de movimien- estin indisolublemente ligadas a Ia idea de tiempo. Todo movimiento uisencia de movimiento se lleva a cabo en el tiempo y no puede Mevarse feabo fuera del tiempo. En consecuencia, antes de hablar de lo que es ‘movimiento, debemos responder a Ia cuestién: zqué es el tiempo? _ "Til tiompo es el problema mis formidable y dificil con que se encuen- enfrentada Ia humanidad. Kant considera al tiempo como considera al espacio: como una forma iva de nuestra receptividad; es decir, dice que nosotros mismos 10s el tiempo, como una funcién de nuestro aparato receptive, como jnstrumento para la percepcién del mundo exterior. La realidad es finua y constante, pero para que sea posible Ta percepcidn de ella, s dividirla en momentos separados, imaginarla como una serie 29 5 UN VIAJERO TONTO infinita de momentos separados de los que para nosotros sélo existe En otras palabras, nosotros percibimos la realidad, por asi decirlo, través de una angosta ranura, y a lo que vemos a través de esta rani Jo Namamos presente; a lo que vimos y no vemos mis, el pasado; y a ‘qe todavia no vemos pero esperamos ver, el futuro. Al considerar cada fenémeno como un efecto de otro, u otros, y a © su vez, como causa de un tercero; esto es, al considerar todos los fe ™enos en interdependencia funcional de uno a otro, por este solo hed ‘os contemplamos en el tiempo, porque nos los representamos con una ‘laridad y precisién primero como causa, Iuego como efecto; primero ‘ccién, después en funcién; y no podemos contemplarlos de otro ‘Le modo que vemos que la iden de tiempo se encuentra ligada con la i de causalidad y de interdependencia funcional,jSin tiempo, la causalide no existe, del mismo modo que s sro e movimiento no pueden existir, Pero nuestra percepcisn relativa a nuestro “ser en el tiempo" se en- uentra tan confusa que linda con Io improbable, Antes que todo analicemos nuestra relacién con el pasado, el prese ¥ el futuro, Generalmente pensamos que el pasado ya no existe, que ha Pasado, desaparecido, cambiado, que se ha transformado en: otra cosa. futuro tampoco existe, no existe todavia, no ha llegado, no se ha for- Mado, Por presente entendemos el momento de transicién entre el futuro. ¥ el pasado, es décirylel momento de transicién de un fenémeno de una —® no-eristencia a otra no-existenciad Sélo para ese momento existe para nos- dad, después ©xistird en recuerdo, Pero este breve momento es, después de todo, sélo Una ficcién: no tiene medida, Tenemos todo cl derecho de decir que el Presente no existe. No podemos apresarlo nunca, Lo que ya apresamos tros el fendmeno en realidad; antes, existié en potencie 8 siempre el pasado. ‘Si debemos detenernos en eso debemos admitir que el mundo no existe, © que existe sélo en un reino de ilusiones, apareciendo y desopareciendo, Generalmente no tomamos esto en cuenta, y no vemos que nuostra Perspectiva acostumbrada nos conduce al absurdo més completo. Tmaginémonos a un viajero tonto yendo de una ciudad a otra y a Mitad del camino entre estas dos ciudades. Este viajero tonto piensa que Ja ciudad de la que ha salido la semana pasada no existe ahora, que silo ‘ueda el recuerdo; los grandes muros se han derrumbado, las torres han ido por tierra, los habitantes han muerto o se han ido, Del mismo ™Modo, la ciudad a la que se dirige y habra de llegar en varios dias no tiempo, eT-movimiento o la ausencia TERTIUM ORGANUM 3t a ‘sino que esté siendo levantada apresuradamente vrata, ye din do tu ogadaestaré Ist, poblada, ¥ puesta en | pero en el dia de su salida seré destruida del mismo modo como Jn primera. TNowtros pensamios en las cosas en el tiempo exactamente de este » todo pasa, nada vuelve, La primavera ha pasado, ya no existe. ‘plofio no ha Hegado, aiin no existe. a Hegada, aire 0 Pero equé es lo que existe? Hi presente. Pero el presente no es cin continua hacia el pasado. 5 2 aera lo que, estrictamente hablando, ni el pasado, ni el pres 3 ‘clinton para nosotros. Nada existe! Y sin embargo vivimos, Por Jo tanto, en nuestra actitud i, pensamos, y algo nos rodea. pe atie innria hacia el'tiempo hay algiin error. Este es el error que noso remos de aclarar. ‘Acoptamos desde un principio que algo existe, Llamamos a ese algo undo, ¢Cémo puede pues existir el mundo si no existe en el pasado, ‘on el presente ni en el futuro? : i “Ta concepcién del mundo que hicimos deducir de nuestro modo ordi ide ver el tiempo hace que el mundo aparezca como una fuente fanea ‘mis, Las luces esa yra no volver a aparecer luce Pa tr ln cy nin ilo chispas, y todas juntas producen la impresién de una llamarada, ‘cuando ésta no existe en realidad. ‘ or PFI otofio no ha llegado todavia. Llegard, pero no existe ahora. fera nos imaginamos cSmo puede aparecer lo que no existe. [Nosotros nos movemos en un plano, y aceptamios como realmente exis- pequefio ‘lumi ‘encia. Todo lo ‘ilo el pequefio circulo iluminado por nuestra conciencia, ve encuentre fuera de este crculo, todo To que no podamos ver, To Jmos; no nos agrada admitir que existe. Nos movemos sobre el Pl Hina direccién. A esta direccién la consideramos eterna e infinita. Pero fireceién que forme un dngulo recto con ella, a las lineas que cruza- areetnonod con nuestro plano, no nos gusta reconocerlas como eternas . Las imaginamos como yendo al campo de la no-exisencis ‘atamente, tan pronto como las hemos pasado, y antes de que la yor las que habremos de cruzar no salgan de su campo de no-exis- Si suponemos que nos movemos en una esfera, en su ecuador o en un momento que pueda atraparse, esti em -*** 34 LA IDEA DEL LIBRE FUTURO are 35, es una discusién sin fin, Ninguna de ambas puede decir nada deci- . Y esto sucede porque las dos teorias son demasiado literales, dema. » inflexibles, demasiado materiales, y una rechaza a la otra, Ambas ‘0 esto o lo otro”. En un caso resulta una completa y fria prede- linacién: lo que serd, habré de ser, nada puede ser cambiado, lo que nleceré mafiana estaba ya predestinado decenas de miles de afios hace. 1 otro caso resulta una vida sobre una especie de punta de aguja inda presente, que se encuentra rodeada por todos Iados por un abismo no-existencia, un viaje en un pais que todavia no eriste, una vida en ‘mundo que nace y muere a cada momento, en el que nada vuelve 'Y los dos criterios opuestos son igualmente falsos, porque la ver- ‘en este caso como en muchos otros, se encuentra en una unién de ‘riterios opuestos en tno. Hin todo momento dado todo el futuro del mundo esti predestinado y le, pero esta predestinado condicionalmente, es decir, sera este 0 aquel Es necesario que analicemos las teorias del futuro como existen en mente del hombre contemporineo. Existen dos teorias: la del futuro ordenado previamente y la del Ii futuro. La pre-ordenacién se establece de este modo: decimos que todo futuro es el resultado de Ios que han sucedido antes, y es y soré cre no en otra forma que como una consecuencia de una direccién del de fuerzas que se encuentran contenidas en hechos anteriores. Esto q) decir, en otras palabras, que los hechos futuros se hallan comprendi totalmente en los hechos precedentes, y que si pudiéramos conocer fuerza y direccién de todos los hechos que han sucedido hasta el m« preciso, es decir, si conociéramos el pasado entero, por ello podriat conocer todo el futuro. Y algunas veces, conociendo perfectamente ‘momento presente, en todos sus detalles, podemos de hecho predecir futuro. Si la profecia no se cumple, decimos que no sabiamos todo lo io seqcin. In, dlreocién) de los shechos 4ni‘un momento'deda, 4 10enbe ‘habia sucedido, todo lo que habia sido, y descubrimos en el pasado al BR ereson'fuago scelnaiecot heel tininero taetbot pueda atitiardn, causa que se habia escapado a nuestra observacién, sélo desde el terreno de la conciencia y la voluntad que de ella La idea del libre futuro se funda en la posibilidad de la accién vo ie. Es necesario comprender esto y dominarlo, accidentales de las causas. El fu ‘Ademis de esto, nuestra correcta concepcién de Ia relacién del presente se considera como algo muy indefinido, o definido sélo en parte, el futuro se encuentra obstaculizada por nuestra falta de compren- a cada momento aparecen nuevas fuerzas, nuevos hechos y nuevos de Ia relacién del presente con el pasado. La diferencia de opinién menos que se encuentran en estado potencial, no sin causa, pero s6lo con referencia al futuro; con referencia al pasado todos estin inconmensurables con las causas —como el incendio de una ciudad overdo en que ha pasado, en que no existe ahora, y en que fud tal una chispa-~ que es imposible investigarlos 0 medirlos. ha sucedido, En esto tiltimo se encuentra la clave para la compren- Esta teoria afirma que una misma accién puede producir difere de Ia incorreccién de nuestros puntos de vista sobre el futuro. A resultados; una misma causa, diferentes efectos; e introduce Ja hij verdad, en realidad nuestra relacién tanto con el pasado como con de actos volitives completamente arbitrarios del hombre, que prod luro es mucho mis complicada de lo que nos parece. En el pasado, op profundos cambios en los acontecimientos siguientes de sti propia vid is de nosotros, se encuentra no sélo Io que ha sucedido realmente, de la vida de otros. lo que podria haber sido, Ein la misma forma, en el futuro se encuen- Los defensores de la teoria de la pre-ordenacién afirman por el ‘no s6lo lo que seré, sino todo lo que puede ser. _ sees trario que los actos voluntarios, del mismo modo que los involunt Fil pasado y el futuro son igualmente indoterminados, existen igual- dependen también de causas que los hacen necesarios e inevitables co todas sus posibilidades, y existen igualmente al mismo tiempo un momento dado; que no hay nada accidental, y que no puede habe 1 presente. at Bie bieid ence cua mints cocoa an tiempo entendemos le distancia que separa a los hechos en el por razin de nuestras limitaciones; y que efectos diferentes de causas de su sucesién y que los une en todos diferentes. Esta distancia se Gastar ts signer paireen Cetin eememiee sealed a tra en una direccién no contenida en el espacio tri-dimensional, y_sélo parecen las mismas por razin de que no las comprendemos Jp tanto seré la nueva dimensién del espacio ae " cientemente bien ni las vemos con suficiente claridad, nueva dimensién satisface todos los requerimientos posibles de la La discusién entre la teoria del futuro pre-ordenado y la del fut dimensién sobre la base del razonamiento precedente. 36 ‘TIEMPO Y MOVIMIENTO TERTIUM ORGANUM a7 No se puede medir con las dimensiones del espacio tri-dime nporal, es decir, de un sentido 0 sensacién de la cuarta dimensién, del mismo modo como un afio no puede medirse con San Petersbur lo que de una sensacién incompleta. Esta sensacién incompleta del perpendicular a todas las direcciones del espacio tri-dimensional ¥ po (de la cuarta dimensién) —la sensacién que se tiene a través paralela a ninguna de ellas. + la ranura— nos da la sensacién de movimiento, esto es, crea una ‘Como una deduccién de todo lo que se ha dicho antes podemos lusién de movimiento que no existe en realidad, pero en lugar de la ‘que el tiempo (como se entiende generalmente) incluye en si mismo Wal existe en realidad slo la extensién en una direccién inconcebible ideas: 1a de un cierto espacio desconocido para nosotros (la cuarta di i mosotros. sin), y la de un movimiento en este espacio. Nuestro error cons ‘consiste en el hecho de que en el tiempo nosotros munca vemos estas ‘ideas, sino siempre sélo una. Ordinariamente vemos en el tiempo la de movimiento, pero no podemos ver de dénde proviene, dinde se plaza, en qué direccién va, ni en qué espacio se realiza. Hasta al hhan hecho varios intentos de unir la idea de la cuarta dimensién idea de tiempo. Pero en las teorias que han intentado combinar Ia i tiempo con la idea de la cuarta dimensién se ha incluido siemp fdea de un elemento espacial como existiendo en el tiempo, y 0 hha sido aceptado el movimiento en ese espacio. Los que llevaban a Ja construccién de estas teorias evidentemente no comprendieron. " ver al ti un objeto, Kant dice que tiene ur ejando fuera la posibilidad del movimiento exigian un nuevo ti See eral eee vcrattakee eae teaser tae oe el Porque el movimiento no puede realizarse sin el tiempo. Y como Wuro infinito al pasado infinito. De un punto de esta linea somos tado el tiempo va adelante ‘de nosotros, como nuestra sombra, ret jscientes, siempre solamente de un punto. Y este punto no tiene diendo a medida que nos acercamos a él. Todas nuestras pguna dimensién porque aquello a lo que Hamamos en el sentido or- el movimiento se han hecho confusas. Si nos. imaginamos Ja rio presente, es el pasado inmediato, y a veces el futuro préximo, Scion eg scree epee Memes, Esto serfa verdadero en relacién con nuestra percepcién ilusoria del imperehies, SL/RSenpO) eee nis esta ee iemmerey > excremips squat ipo. Pero en realidad la eternidad no es la dimensién infinita del ‘que contimia sin ser explicado, exactamente como lo era antes. a pnaceerip oclacitiigssiPpbea pleat taletopch dectasiacel npo, sino una perpendicular del tiempo; porque, si la eternidad existe, i i jende en paionaprcrresniranrirmnae ats, chain pnces todo momento es eterno. La linea del tiempo se extie eee! ar ii sae pie ae ‘orden de sucesién de los fenémenos que se encuentran en selene que no vemos la espacialidad del tiempo. Esto es, In sensacién del i ate RSI fe SHOR NE MMT vimiento en cl tiempo (¥ el movimiento fuera del tiempo no exi La linea de la eternidad se extiende perpendicularment aparece en nosotros porque miramos al mundo, por asi decir, a tr de una angosta ranura, y sélo vemos las lineas en que se cortan el Ea imposible comprender Ia idea del tiempo sin concebir en Ia im del tiempo con nuestro espacio tri-dimensional. én Ia idea de la eternidad; del mismo modo es imposible com- En consecuencia es necesario declarar cuin profundamente der el espacio sin tener la idea del tiempo. awieleg, recta es muestra teorfa ordinaria de que Ia idea del tiempo la d Desde et punto de vista de la eternidad, el tiempo no se diferencia mos de la observacién del movimiento y no es realmente nada nada de las otras lineas y dimensiones del espacio —longitnd, latitud que la sucesién que nosotros observamos en el movimiento. Jtura, Esto quiere decir que del mismo modo que en el espacio exis- Es necesario aceptar Ia contraria: que la idea del movimien Jas cosas que mo vemos, o para decirlo de otra manera, no sélo lo desprendemos de una incompleta sensacién del tiempo, o del ‘yomos, asi también existen en el tiempo “hechos”, sucesos, antes de 38 UNA ESTRECHA RANURA = i ‘que muestra conciencia los toque, y continiian existiendo después nuestra conciencia los ha percibido. si 4 En consecuencia, la eztensién en el tiempo es la extensién en Pacio desconocido y, por lo tanto, el tiempo es Ja cuarta dimensién espacio, io percibiria simulténeamente, debajo de ella, un mimero mucho or de sucesos de los que generalmente ve mientras permanece en no. Del mismo modo que un hombre, subiendo a una montafia, mirada desde abajo —el movimiento de dos trenes que van uno en ccign opuesta al otro y entre los cuales se produciré un choque; el seamiento de un destacamento enemigo a un campamento que duer- dos ciudades divididas por un puente, etc.—, asi también, la con- icin, levantindose sobre el plano en el que funciona ordinariamente, yer simulténeamente los acontecimientos que para Ja conciencia aria estin divididos en periodos de tiempo. Estos serin los hechos Ja concieneia ordinaria nunca ve juntos, como la causa y cl efecto; el bajo y el pagos el crimen y el castigo; el movimiento de trenes que en direceién contraria y el choque; el acercamiento del enemigo y hatalla; el amanecer y el atardecer; la mafiana y la tarde; el dia y ‘noche; la primavera, el otofio, el verano y el invierno; el nacimiento Jn muerte de un hombre, El dngulo de visiin aumentaré en este ascenso, el momento se ex- 4. Si nos imaginamos una receptividad que se encuentre en un nivel or al de nuestra conciencia, que posea un ingulo de vista mas lio, tendremos uma receptividad que podré aprehender, como algo ultineo, es decir, como un momento, todo lo que pasa para nosotros una cierta Iongitud de tiempo —minutos, horas, un dia, un mes. Den- de los limites de este momento esta receptividad no estaré en posi- n de diferenciar entre antes, ahora, después; todo esto seré para ella re, El ahora se extenders. Pero para que esto suceda seria necesario que nos liberdramos de la leria, porque la materia no es otra cosa que las condiciones del espacio fl tiempo en que vivimos. De aqui se desprende la pregunta: gpuede jar In conciencia las condiciones de una existencia material dada sin (rir ella misma cambios fundamentales, o sin desaparecer, como afir- rian los hombres de criterio positivista? Esta es una cuestién discutible, y mas tarde daré ejemplos y pruchas, Jando en apoyo de la idea de que muestra conciencia puede dejar condiciones de una materialidad dada. Por el momento deseo esta- ‘qué es lo que debe suceder en la realizacién de este paso. Sobrevendria la extensién 0 aumento del momento, es decir, todo Jo Es necesario que consideremos al tiempo una concepeit io iempo como una concepcién pacial en relacién con nuestros dos datos, el mundo y la conciencia vida psiquica). por medio de la receptividad sensible. Antes hemos explicado que di a las propiedades de nuestra receptividad sensible vemos el mundo a través de una estrecha ranura. ‘De todo esto surgen las siguientes preguntas: 4—eQué es lo que explica la existencia en el mundo del movi Yamos a nosotros mismos y vemos en nosotros cambios semejay cambios que se realizan en el resto de las cosas. oe 2—¢Por qué no podemos ampliar esta ranura? Tis necesario responder a estas preguntas, primer lugar es importante hacer notar que dentro de los Ii de nuestra observacién ordinaria nuestra reerptividal se helle sk condicionada en la misma forma y no puede escapar a estas cor nes. En otras palabras, esté encadenada, por ast decirlo, que no puede rebasar. A estas condiciones aun palabra densidad se usa en conexién con esto no en el sentido estado sdlido, liquido 0 gaseoso, sino en el sentido del plano fisico, 7 ¥ mental —aceptando por el momento la terminologia empleada on literatura teoséfica contempordnea). Nuestra vida psiquica ordinaria desenvuelve en un plano definido (de conciencia 0 materia) y nunca. rebasa. Si nuestra receptividad pudiera rebasar este plano indudal 40 EL SENTIDO TEMPORAL ‘TERTIUM ORGANUM an ‘que percibimos en el ticmpo se convertiria 0 sucederia en un solo mento, en el que el pasado, el presente y el futuro se verian i tamente, Esto demostraria la relatividad del movimiento, como diendo para nosotros de la limitacién del momento, que incluye “La relacién de una superficie con un sélido o de un sélido con ‘una parte muy pequefia de los momentos de la vida percibidos un sélido superior presenta un aspecto que encontramos con fre- nosotros. ‘ ‘cuencia en la naturaleza. ‘Tenemos todo el derecho de decir, no que el “tiempo” se dedi “Una superficie no es otra cosa que Ia relacién entre dos obje- “movimiento”, sino que el movimiento es sentido gracias al tos, Dos cuerpos se tocan uno a otro. La superficie es la relacién temporal. Nosotros tenemos ese sentido, y por ello sentimos el de uno a otro. to, El sentido del tiempo es la sensacién del cambio de los moment “Si muestro espacio se encuentra en la misma correlacién con no tuviéramos este sentido del tiempo no podriamos sentir el 1 espacio superior en que se encuentra la superficie con nuestro miento, El “sentido temporal” es en si, en substancia, el limite ‘espacio, puede suceder entonces que nuestro espacio sea realmente superficie de nuestro “sentido espacial”. Donde termina el “senti Ja superficie, es decir, el lugar de contacto de dos espacios de di- ppacial”, principia el “sentido temporal”. Se ha puesto en claro qi ‘mensiones superiores. “tiempo” es idéntico en sus propiedades al “espacio”, sea, que “Es un hecho digno de tomar en cuenta que en la superficie todos los signos de una eztensién del espacio. Sin embargo, no 0 de un liquido se realizan diferentes leyes que privan en la masa timos como extensién espacial, sino como tiempo, esto es, como ‘entera. Hay toda una serie de hechos que se agrupan bajo el nom- especifico, inexpresable; en otras palabras, ininterrumpidamente bre de tensiones superficiales, que son de gran importancia en la al “movimiento”. Esta incapacidad de sentir al tiempo espacial Fisica, y por las cuales se rige el comportamiento de la superficie tiene su origen en el hecho de, que el sentido temporal es un de los liquidos. espacial corsfuso; por medio de ‘nuestro sentido temporal sentimos “Y puede muy bien suceder que las leyes de nuestro universo ‘curamente las nuevas caracteristicas del espacio, que rebasan los sean las tensiones superficiales de un universo superior. de la esfera de tres dimensiones. “Sila superficie fuera considerada como un medium entre los ePero qué es el sentido temporal y por qué produce la ilus cuerpos, entonces, a decir verdad, no tendria ningtin peso, pero movimiento? seria un poderoso medio de transmisién de vibraciones. Mas ain, Para responder a esta pregunta satisfactoriamente os necesario no se pareceria a ninguna otra substancia, y seria imposible desha- iar las formas y niveles de la vida psiquica. cerse de ella. Por perfecto que se hiciera el vacto, habria en este EI “yo” es una magnitud complicada, y dentro de ella se vacio tanto de este medium desconocido (esto es, de esta superficie) tun movimiento continuo. Sobre la naturaleza de este movimie1 como habia antes. blaremos posteriormente, pero cabe decir que es este movimiento “La materia pasaria libremente a través de este medium... Las se Meva a cabo en nuestro interior el que da origen a Ia ilusi vibraciones de este medium cortarfan violentamente grandes pro- movimiento alrededor de nosotros, del movimiento en el mundo mai porciones de materia. E involuntariamente se obtendria la conclu- sin de que este medium no se parecia a ninguna materia ordi rin... Tendrfa propiedades muy diferentes para una sola substancia. “Ahora, chay algo en nuestra experiencia que corresponda a este ‘medium?... “;Suponemos la existencia de algin medio a través del cual Ia materia se mueva libremente, y que sin embargo por sus vibracio- nies destruya las combinaciones de la materia —algtin medio que se foncuentre presente en todo vacio por muy perfecto que sea, que En uno de sus libros, Una Nueva Era del Pensamiento, Hinton escribe 9 muy interesante sobre las “‘tensiones superficiales”. El distinguido matemético Riemann comprendié que cuando se de las dimensiones superiores, ef tiempo, por algiin medio, se trans} ‘en espacio, y consideré al dtomo material como la entrada de la dimensién en el espacio tri-dimensional. 2 ETER Y TIEMPO ppenetre todos los cuerpos, que no tenga peso, y que, sin eml no pueda tocarse nunca? ““A la ‘substancia’ que posee todas estas cualidades se la ‘eter’. ts “Las propiedades del éter son objeto constante de investi oo, en Ia ciencia... Pero tomando en consideracién las ideas mre antes seria interesante mirar al mundo suponiendo que no TU aaeaaete oaeeeE encontramos en él sino en el éter; en donde el ‘éter’ es la ficie de contacto de dos cuerpos de dimensiones superiores”. 1 espacio de cuatro dimensiones, si tratamos de imaginirnoslo, ser | repeticién infinita de muestro espacio, de nuestra esfera tri-di- ional infinita, como una linea es la repeticién infinita de un punto. Muchas de las cosas de las que se ha hablado antes nos serén mucho lavas cuando nos convenzamos del hecho de que la cuarta dimen- debe buscarse en ef tiempo. {80 entenderé més claramente qué es lo que significa que se puede derar a un cuerpo de cuatro dimensiones como la huella del mo- nto en el espacio de un cuerpo tri-dimensional en una direccién no mnida en este espacio. Ahora bien, la direccién no contenida en el tridimensional en la que se mueve todo cuerpo tri-dimensional irecciém del tiempo. Todo cuerpo tri-dimensional, al existir, se fe al mismo tiempo en el tiempo y deja como huella de su movi- el cuerpo temporal 0 tetra-dimensional. Nosotros no vemos ni imos nunca este cuerpo, debido a las limitaciones de nuestro aparato vo, sino que veinos solamente su corte o seccién, seccién a la cual amos cuerpo tridimensional. Por lo tanto estamos en un error al wt que el cuerpo tri-dimensional es en si algo real, ya que es la ién del cuerpo tetra-dimensional, su retrato, su imagen en nues- lar. cuerpo de cuatro dimensiones es el mimero infinito de cuerpos de dimensiones, Esto es, el cuerpo tetra-dimensional es el mimero in- de momentos de ezistencia del tri-dimensional, sus estados y po- es. El cuerpo tridimensional que nosotros vemos se presenta como fola figura, una de una serie de fotografias 0 momentos en una tila cinematogréfica, por ast decir. espacio tetra-dimensional (el tiempo) es realmente la distancia que entre las formas, estados y posiciones de un solo cuerpo (y de di- cuerpos, es decir de los que aparecen diferentes ante nuestros |, Separa a esos estados, formas y posiciones entre si, y los une al tiempo en un para nosotros incomprensible todo. Este todo in- Hinton expone aqui un pensamiento extraordinariamente in ¥ conecta Ja idea del “éter” con la idea de tiempo. La comprensién ialista, e incluso la energética de la Fisica contemporinea sobre el es perfectamente infructuosa, un callején sin salida, Para Hinton el no es una substancia sino slo una “superficie”, el limite 0 la fr de algo, ¢Pero de qué? Tampoco de una substancia, sino la front superficie, el limite de una forma de receptividad y ol principio de En una palabra, los muros y barreras del callején sin salida se derrumbado y ante nuestro pensamiento se abren los amplios hori de regiones inexploradas. 43

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