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2 de Febrero1998
Fe y Alegría, Caracas.
RESPUESTA DEL P. GENERAL PETER-HANS KOLVENBACH A LA
PRESENTACION DE FE Y ALEGRIA EN LA UCAB

Me complace estar reunido esta mañana con todos Ustedes, amigos de Fe y Alegría, en la
Universidad Cat6lica Andrés Bello de Caracas, desde donde el P.José María Vélaz dio los
primeros pasos para la fundaci6n de Fe y Alegría.
Deseo comenzar estas breves palabras con una expresión de agradecimiento profundo de
la Compañía de Jesús hacia todos los bienhechores, grandes y pequeños, que han hecho
posible a Fe y Alegría. Son muchas las personas, congregaciones religiosas e
instituciones que se debieran mencionar, pero quizás baste recordar a Abrahan Reyes que
dio con gozo todo lo que tenia para hacer posible la primera escuela de Fe y Alegria.
He escuchado con sumo interés la exposición del trabajo que viene desarrollando Fe y
Alegría en Venezuela.He seguido muy de cerca, en todos estos años de mi gobierno, el
camino que Ustedes están recorriendo.
Quiero expresar aquí algo que Ustedes saben y lo dicen claramente en sus documentos: la
importancia fundamental de la vivencia de la Fe Cristiana para su misma constitución y
como condición para que pueda realizarse su obra. No hay posibilidad de que Fe y
Alegria pueda mantener su espiritu y dinamismo sin una continua profundización de esa
fe en Cristo. La fe en Cristo les capacita y prepara para estar a la escucha permanente de
las necesidades más hondas que aquejan a los desposeidos de este mundo y les comunica
la sensibilidad y sabiduria para generar respuestas adecuadas.
Esta fe asumida les ha conducido a la opción por los pobres como expresión viva de esa
vivencia. Esta no es una opción que nace de la sabiduria de este mundo, sino que alcanza
y nace del encuentro con Cristo en los rostros de los “Cristos pobres” de nuestros barrios
y nuestros campos. Dios se nos manifiesta en esos rostros que nos llevan a preguntarnos
constantemente con San Ignacio: ¿qué hemos hecho por ellos? ¿qué hacemos por ellos?
¿qué vamos a hacer por ellos?.
Les animo también a que cuiden y aviven constantemente esa fe en sus colaboradores,
rnaestros y maestras, en los alumnos y sus familias, y en las comunidades en las que estén
presentes, poniéndose, juntamente con ellos, en contacto con la Palabra de Dios y
recorriendo también con ellos el camino espiritual al que todos hemos sido invitados.
Solamente asi podremos hacer presente la justicia que nace de la fe, en un mundo que se
conforma con mucho menos que la fe y la justicia.
Fe y Alegria ha desarrollado un sin número de iniciativas respondiendo a los retos
educativos: centros agropecuarios y técnicos, centros comunitarios, escuelas radiofónicas.
Y entre tantas iniciativas quiero resaltar la respuesta que dan ustedes a necesìdad tan
urgente como es la formación de maestros y de todo su personal. Para ello han creado el
Centro de Formaciòn Padre Joaquin. Me complace ver que no se detienen ante retos tan
significativos y de tal maqnitud como el de la creación del “Instituto Universitario Jesús
Obrero”, en donde se formar nuevos maestros para la educación nacional y tecnólogos
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que sepan enfrentar los complejos procesos de producción industrial y sean, a su vez,
maestros de nuevas generaciones.
Este dinamismo de atención educativa y masiva que ha caracterizado a Fe y Alegría, ha
llevado consigo un crecimiento importante de obras y constituye, también, una
demostración para el Estado y la Sociedad de cómo se puede educar con calidad a los
sectores más desfavorecidos de la sociedad. Les aliento a que mediante sus publicaciones,
presencia en foros educativos, asesorias y comisiones, continúen con decisión y
constancia en esta presencia en la educación nacional, pues, en defintiva es ahi donde
encuentra respuestas educativas para su formación humana la mayoria de la población
venezolana.
Y quiero terminar dirigiéndome a las Congregaciones Religiosas y a nuestros
colaboradores laicos.
Las Congregaciones religiosas, sobre todo femeninas, han jugado un papel fundamental
en Fe y Alegría en la creación y consolidación de los centros y programas educativos. La
presencia de las religiosas desde el comienzo en los barrios y en la zonas rurales tan
abandonadas hace un proceso admirable de evangelización y organización de las
comunidades. A su vez, el testimonio evangélico de la idea religiosa ha encontrado su
cauce en la inanifestación dc la Buena Nueva a los pobres. Consìdero de suma
importancia que la riqueza de los carismas propios de cada Congregación pueda seguir
encontrando tierra propicia en los campos en que se hace presente Fe y Alegria.
Por otra parte los laicos y laicas se han ido multiplicando y han ido constituyéndose, en
equipo con los religiosos y religiosas, es parte fundamental de Fe y Alegría. Observo
cómo actualmente ocupan todos los puestos en la dirección de la obra. Esto me lleva a la
conclusión de que se tiene que desarrollar en Fe y Alegría también un camino de
espiritualidad laical. El cuidado que tenemos que tener con todas las personas que
trabajan en Fe y A1egría tiene que llevarnos a poner especial atención en la forrnación de
los laicos, no solamente en las dimensiones de desarrollo humano y profesional, sino con
especial interés en la dimensión espiritual que nos pone en contacto intimo con el Dios de
la vida, que nos ha dejado su Espiritu para que nos guie en la construccción de nuevas
relaciones de solidaridad con nuestros hermanos.
En esta gran empresa apostólica a la Compañía de Jesús le toca garantizar la continuidad
y cohesión del espiritu con que nació Fe y Alegría y ha puesto en jueg toda su capacidad
de convocatoria eclesial para despertar su idoneidad en torno a su misión.
Hago mis votos a Dios nuestro Señor para que siga bendiciendo como hasta ahora a Fe y
Alegría y por lo tanto, a todos ustedes aqui presentes en Venezuela.
Muchas gracias a todos.