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EL LIBERALISMO

El liberalismo hunde sus raíces en la Inglaterra del siglo XVII (Revolución de 1688) y tiene
como precedente las ideas del pensador inglés John Locke, quien criticó en sus escritos el
absolutismo monárquico y abogó por la soberanía del pueblo.

John Locke defendía la soberanía popular, el derecho ala rebelión contra la tiranía y la
tolerancia hacia las minorías religiosas.

Thomas Paine fue influenciado por las ideas de Locke, también Thomas Jefferson que adhirió
ideas en la declaración de independencia y otros discursos en defensa a la revolución.

El término liberalismo tiene un amplio significado, aplicable a diversos campos como el político,
el económico, el social o el filosófico.

Podría definirse como una corriente que exalta y defiende los valores del individuo y sus
derechos frente a la injerencia del Estado y los poderes públicos en todos los aspectos de la
vida.

"Esta concepción es la del siglo XVIII, para el que la unidad del liberalismo era un dogma
indiscutible. Pero en el siglo XIX se produce un hecho capital: la fragmentación del liberalismo
en varias ideologías distintas, aunque no siempre distinguidas:

-Liberalismo económico descansa sobre dos principios: riqueza y propiedad; se opone al


dirigismo, aun aviniéndose con los favores del Estado; es el fundamento doctrinal del
capitalismo.
-Liberalismo político se opone al despotismo; es el fundamento doctrinal del Gobierno
representativo y de la democracia parlamentaria.
- Liberalismo intelectual se caracteriza por el espíritu de tolerancia y de conciliación; este
espíritu liberal no es exclusivo de los liberales, algunos de los cuales se muestran incluso
notablemente intolerantes.

De esta forma, la unidad del liberalismo, al igual que la unidad del progreso, se nos presenta
como un mito. El liberalismo ofrece aspectos muy diversos, según las épocas, según los
países y según las tendencias de una misma época y de un mismo país."1

Hoy en día se considera que el objetivo político del neoliberalismo es la democracia, pero en el
pasado muchos liberales consideraban este sistema de gobierno como algo poco saludable por
alentar la participación de las masas en la vida política. A pesar de ello, el liberalismo acabó por
confundirse con los movimientos que pretendían transformar el orden social existente mediante
la profundización de la democracia. Debe distinguirse pues entre el liberalismo que propugna
el cambio social de forma gradual y flexible, y el radicalismo, que considera el cambio social
como algo fundamental que debe realizarse a través de distintos principios de autoridad.

1 Jean Touchard, Historia de las ideas políticas


Entonces, la idea de liberalismo se dividía en dos:

1. Establecerse en una forma gradual, sin incluir dentro de las reglas la democracia en
virtud de que consideraban la intervención de las masas en la vida política perjudicial;
2. El radicalismo, la cual consideraba el cambio total, o sea a través de los distintos
principios de autoridad.

Entre los siglos XVII y XIX, los liberales lucharon en primera línea contra la opresión, la
injusticia y los abusos de poder, al tiempo que defendían la necesidad de que las personas
ejercieran su libertad de forma práctica, concreta y material.

Hay varios tipos históricos del credo liberal y varios tipos de discurso liberal; dos tipos de
obstáculos a la libertad, sobre todo el que atormentaba a Locke, el absolutismo y las diferentes
concepciones del liberalismo. Encontramos pues los Liberales radicales, los liberales
confesionistas, los pragmáticos, los utilitaristas, los que lo relacionan con la economía, los que
consideran que la religión no debe participar dentro del gobierno, los humanistas, etc.

A raíz de todo esto, se dice que, el liberalismo surge como la síntesis de varios elementos, los
cuales van conjugándose y adaptándose recíprocamente durante varios siglos.

Liberales pragmáticos: que defendía por una actividad constructiva del estado en lo social,
manteniendo la defensa de los intereses individuales.

Liberales utilitaristas: en Gran Bretaña el liberalismo fue elaborado por la escuela utilitarista
principalmente por el jurista Jeremy Bentham y John Stuan Mill. Reducían todas las
experiencias humanas al placer y el dolor. Sostenían que la única función del Estado consistía
en incrementar el bienestar y reducir el sufrimiento.

Liberalismo orgánico: defendían la intervención activa del Estado como algo positivo para
promover la realización individual que se conseguía evitando los monopolios económicos,
acabando con la pobreza y protegiendo a las personas en la incapacidad de enfermedad,
desempleo o vejez.

Liberalismo humanista: se expresó por primera vez en Europa y se reorientaba del


pensamiento del siglo XV. El humanismo se desarrolló aún más con la invención de la imprenta
que incrementó al conocimiento de los clásicos griegos y romanos.

Hay que profundizar en el Liberalismo económico que se desarrolló durante la Ilustración (se
desarrolló a finales del siglo XVII hasta el inicio de la Revolución francesa) formulada de forma
completa por Adam Smith y David Ricardo la cual reclama la mínima interferencia del Estado
en la economía.

Adam Smith es el gran panegirista de la libertad económica; para él es inútil la intervención del
Estado, que habían predicado los mercantilistas; el orden se establece por sí mismo, por el
juego de la oferta y la demanda. Si un producto es solicitado sube el precio y se favorece su
elaboración, con lo que todo vendedor es retribuido según la importancia de los servicios que
presta; la actividad concurrente garantiza el orden, la justicia y el progreso de la sociedad.

La llamada doctrina del laissez faire llena una etapa del pensamiento y de la actividad
económica. En su base se esconde una glorificación de la libertad: el mercado se regula por
libre concurrencia, el trabajador elige libremente su trabajo, la mano de obra se desplaza
libremente, el contrato de trabajo es un acuerdo libre entre patronos y obreros.

Una característica del liberalismo económico es la que indica al Estado que debe «dejar hacer,
dejar pasar» es decir no intervenir. El mayor abanderado de esta idea es Bentharn: «el
gobierno no puede hacer nada más que lo que podría hacer para aumentar el deseo de comer
y de beber. Su intervención es perfectamente inútil.» y agrega: «Los impuestos no deben tener
otro objetivo que su objetivo directo: el de producir una renta disminuyendo el gravamen tanto
cuanto sea posible. Cuando se quiere hacerlos servir como medios indirectos del estímulo o de
restricción para tal o cual especie de industria, el gobierno, como lo hemos visto ya, no
consigue más que desviar el curso natural del comercio y dar la dirección menos ventajosa a
los negocios.»

La ideología del liberalismo económico favoreció el proceso de industrialización, la creación de


mercados mundiales, la acumulación de capitales, el surgimiento de empresas gigantescas,
dimensiones todas que se reflejan en la segunda fase de la Revolución Industrial; pero
separó la ética de la economía y se despreocupó de los problemas sociales de la
industrialización.

El capitalismo constituye una manera de organizar la sociedad a escala mundial.

El capital se expande por el mundo en extensión y en profundidad y en intensidad, hacia


afuera y hacia dentro fagocitando todo tipo de relaciones sociales que no se han incorporado
en la lógica capitalista.

Marx utiliza dos expresiones que aplican la subordinación y la unificación mundial, debido a la
expansión el capitalismo nace como una sociedad internacional, se estructura en estados
nacionales, lo primero en cada sociedad es construir la burguesía, a partir del mercado interno,
el ejercicio nacional y el estado nacional se proyectan siempre en lo internacional.

A finales del XIX las grandes potencias capitalistas occidentales empiezan una disputa por la
conquista del planeta. En ese momento Inglaterra es la Potencia principal Alemania e Italia le
siguen por otra parte Francia compite con Estados Unidos, en ese momento no se habían
unificado como estados modernos.

Pero a finales de ese mismo siglo el mercado ya está repartido, el capitalismo pega un salto
cualitativo. El crecimiento empresarial nacional dio lugar al crecimiento de grande monopolios
la libre competencia metropolitana y colonialismo moderno de la época deja pasar al naciente
imperialismo.
En 1916 Lenin expresaba en su libro El imperio, fase superior al capitalismo que con la
emergencia del capitalismo imperialista se termina la vieja dicotomía y competencia entre
capitales industriales y bancarios pasando a dedicarse a la producción industrial y a las
finanzas. Este es un nuevo tipo de capital llamado financiero hegemónico imperialista.

Esto busca obtener cambio en sus inversiones, diversos tipos de renta a esto se le concede
una independencia política formal, pero esta mantiene una dependencia económica.

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