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EL AGUA EN EL ORGANISMO
LA NATURALEZA Y ESTRUCTURA DEL AGUA
OXÍGENO
HIDRÓGENO
HIDRÓGENO
Los enlaces covalentes del agua implican el hecho de que se comparten electrones
entre el hidrógeno y el oxígeno. El oxígeno atrae los electrones compartidos con más
fuerza que el hidrógeno, lo cual hace que el oxígeno tire de ellos hacia sí. Puesto que
los electrones tienen cargas negativas, esto crea una ligera carga negativa alrededor
del oxígeno y una carga positiva alrededor del hidrógeno (debido a los protones
positivos de los núcleos de hidrógeno).
Esta separación de cargas hace que las moléculas de agua sean de tipo polar. En
otras palabras, las moléculas tienen un extremo positivo y otro negativo, al igual que un
imán tiene un polo norte y un polo sur. Las moléculas de muchas otras substancias
son polares, pero las del agua lo son en alto grado. Mediante la polaridad de las
moléculas de agua se pueden explicar algunas de las propiedades singulares de este
líquido.
La naturaleza polar de las moléculas de agua crea una fuerte atracción intermolecular.
Los extremos de hidrógeno de las moléculas de agua, con sus cargas positivas
parciales, son atraídos a las regiones de oxígeno de las moléculas circundantes, una
región de carga parcial negativa. Quizá el lector habrá notado una atracción análoga
entre dos imanes. Cuando los dos polos iguales se juntan, éstos se repelen entre sí;
pero cuando se acercan los polos opuestos, se atraen, para formar una unión ligera.
Las moléculas de agua interaccionan en una forma muy semejante, excepto en que las
fuerzas de atracción y repulsión se deben a cargas eléctricas parciales y no a fuerzas
magnéticas.
La atracción entre las moléculas de agua tiene la fuerza suficiente para producir un
congelamiento o agrupamiento leve de las moléculas. De hecho, la fuerza de atracción
entre el hidrógeno de una molécula y el oxígeno de otra es de tal magnitud que se le
puede clasificar dentro de los enlaces químicos denominados puente de hidrógeno. El
puente de hidrógeno es también común en la unión de otras clases de moléculas en las
que el hidrógeno se enlaza a elementos como el oxígeno, el nitrógeno y el flúor.
Cuando se trata de solutos anfifílicos (anfipáticos), que son aquellos que poseen en la
misma molécula una zona o porción con propiedades polares y unida a ella otra apolar,
su interacción está influida por su doble carácter, polar en una parte y apolar en otra.
La zona polar de la molécula anfifílica es aceptada y puede interactuar con las
moléculas de agua, de la misma manera que las moléculas polares; mientras que la
porción apolar es rechazada, o incapaz de penetrar entre las moléculas de agua.
Como resultado, aparecen diferentes tipos de estructuras en las cuales, las porciones
apolares se asocian unas con otras fuera del seno del agua, y las regiones polares se
colocan en contacto con el agua.
En todos los casos, la mayor estabilidad del sistema se logra cuando las moléculas de
los solutos anfifílicos se aglomeran de tal manera, que la porción polar de ellas es la
que interactúa con el agua, y el resto de cada molécula se asocia con las porciones
semejantes de las demás, fuera de la interacción directa con el agua. Las
aglomeraciones esféricas con un centro totalmente apolar, reciben el nombre de
micelas.
Los puentes de hidrógeno hacen que los puntos de ebullición y de congelación del
agua sean mucho más altos de lo esperado. Los puntos de ebullición y congelación de
casi todos los compuestos similares siguen el patrón de expandirse conforme se
incrementan los pesos moleculares de los compuestos. El agrupamiento de las
moléculas de agua origina el cambio en los puntos de ebullición y congelación.
Este comportamiento poco común del agua tiene gran importancia para el hombre. Si
el hielo fuera más denso que el agua, se hundiría al fondo de los lagos y los mares se
congelarían hasta el fondo impidiendo la vida marina.
Aproximadamente las dos terceras partes del peso corporal corresponden al agua que
se distribuye en todos los tejidos. Las tres cuartas partes de ésta están en el
compartimento intracelular (fluido dentro de las células), y una cuarta parte en el
compartimento extracelular, que incluye la circulación sanguínea, la linfa y los fluidos
intersticiales que bañan a todas las células. Los tejidos varían considerablemente en
su contenido de agua, siendo los huesos, dientes y tejido adiposo los que poseen una
cantidad mucho menor de ella que el tejido nervioso y muscular.
SISTEMA TRICAMERAL
La carencia total de agua conduce a la muerte en cuestión de días, pues el agua junto
con el oxigeno son las sustancias de mayor urgencia vital para el ser humano.
En el adulto, del 60 al 65 por ciento del peso del cuerpo está formado por agua. En el
niño la proporción es mayor, del 70 al 75 por ciento
ESPACIO INTRACELULAR
Sodio 9 Cloruros 4
Calcio 3 Proteínas 65
Magnesio 30 Fosfatos 95
Sulfatos 122
Acidos orgánicos 4
Estas tres cámaras están separadas entre si por membranas. La membrana celular
separa la cámara intracelular de la intersticial. La pared de los vasos sanguíneos
separa la cámara intravascular de la intersticial.
La mayor parte del agua absorbida va directamente al torrente circulatorio y desde allí
es distribuida a los restantes compartimentos corporales. El agua del espacio
intersticial sirve como depósito regulador para mantener el equilibrio homeostático con
los demás espacios. Por ello, los cambios a nivel de contenido hídrico intersticial son
grandes y adaptados a las circunstancias biológicas. Los intercambios hídricos entre
los tres compartimentos dependen de sus respectivas concentraciones en electrolitos y
en proteínas.
Una parte del agua ingresada se retiene en el organismo para las necesidades del
crecimiento infantil (del 0,5 al 3 % de la cantidad ingerida.)
1. Ingestión de líquidos.
5. Temperatura corporal
Además del agua de bebida hay que contar con que la fracción no acuosa de la dieta
también proporciona agua durante su metabolismo. Cada 100 kcal. de una dieta mixta
normal produce unos doce gramos aproximadamente de agua, lo cual puede tener
interés en situaciones límite, como ya hemos indicado.
DESHIDRATACIÓN
CALOR ESPECÍFICO.
PODER DISOLVENTE.
La gran capacidad disolvente del agua se aprecia con más claridad cuando se
considera la insolubilidad de la mayor parte de los compuestos del organismo en otros
1 quidos; la mayoría de tales compuestos son insolubles incluso en alcohol.
CONSTANTE DIELÉCTRICA.
La constante dieléctrica del agua pura es mayor que la de cualquier otro líquido, con
excepción del ácido cianhídrico. Debido a esta circunstancia pueden coexistir en el
agua partículas de cargas opuestas. Por lo tanto, el agua es un excelente medio de
ionización, y esto aumenta la cantidad posible de reacciones químicas.
ACCIÓN CATALÍTICA.
Otra propiedad muy interesante del agua es su acción catalítica. Bien sea por
favorecer la ionización de compuestos o contribuir a la formación de compuestos
intermediarios, el agua acelera un gran número de reacciones químicas. En el
organismo, todas las reacciones se realizan en presencia de agua. Son muchas las
reacciones que no pueden desarrollarse en ausencia de agua, por ejemplo la
neutralización de un ácido por una base, la combinación del oxígeno con el hidrógeno.
Se ha llegado a afirmar incluso que es imposible que se produzca una reacción química
en ausencia completa de agua.
ACCIÓN LUBRICANTE.
Como todas las máquinas que poseen partes móviles, el organismo requiere
lubricantes que impidan la fricción de las superficies sometidas a roce continuo, por
ejemplo : articulaciones, pleura, conjuntivas y peritoneo. En estos casos la lubricación
perfecta indispensable para la vida del hombre la proporcionan soluciones acuosas,
prácticamente exentas de grasa o aceite (por ejemplo, lípidos). El líquido sinovial y
otras secreciones lubricantes mucoides poseen ácido hialurónico.