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las siguientes son algunas ideas iniciales para empezar a pensar la figura del ombudsman o defen-
sor del usuario de la salud. es una primera aproximación conceptual, a partir de las deficiencias que
se pueden encontrar, habitualmente, en el servicio (tanto público como privado) de salud. son ideas-
gatillo para disparar un cambio normativo. posteriormente habrá que pensar (con los especialistas
jurídicos) cómo se insertan estas ideas, en el ordenamiento legal de la nación.
b) la industria de la salud tiene características especiales que obligan a reforzar los controles
de su ejercicio por la sociedad. en primer lugar, es un mercado con asimetría de informa-
ción. el consumidor no conoce el producto que compra, hasta que lo necesita, cuando ya es
imposible dar vuelta atrás. en segundo lugar, ante sistemas públicos de salud como el argen-
tino, con graves inconvenientes presupuestarios por las prolongadas y recursivas crisis so-
cioeconómicas, el cliente de la tercera edad de una prepaga se convierte en un auténtico
cliente cautivo, al no ser aceptado por otras empresas por el alto riesgo asociado que repre-
senta. debe verse la elección de una prepaga como cobertura médica adicional como una in-
versión que hace una persona en su juventud (cuando representa un menor riesgo de costos
para la empresa); la no devolución de la prepaga durante la tercera edad, es una actitud simi-
lar a la de la compañía de seguros que no cumple con su promesa de una renta vitalicia. es,
sencillamente, un fraude. por eso no debe verse la imposición de una serie de normas de
control como una inmiscución del estado en la actividad privada, sino como una forma de
suplir las fallas de mercado por las características especiales de la actividad.
c) la figura propuesta del ombudsman o defensor del usuario de salud busca apoyar a la par-
te más débil de la relación, al consumidor – inversor de servicios médicos, procurando re-
forzar su poder de negociación.
e) de la experiencia de otros cargos similares (como los defensores del pueblo de la nación o
de la ciudad o del consumidor) sería conveniente definir un doble rol para el ombudsman:
receptor de denuncias y contralor de los procedimientos internos de la institución de salud.
si el ombudsman no cuenta con la reglamentación adicional que le permita pedir explicacio-
nes a las instituciones sobre su accionar, podrá convertirse en un mero funcionario decorati-
vo que recibe las denuncias para tener que explicar al consumidor que nada puede hacerse
legalmente.
g) pero ¿qué pasa con las otras faltas menores, difíciles (sino imposible) de probar legal-
mente? más aún: ¿qué pasa con esas fallas que no son denunciadas y cuya repetición, en ese
u otro consumidor, es sólo una cuestión de tiempo? para esos casos, sugerimos un rol pre-
ventivo, controlando los procedimientos internos de control de calidad de cada institución.
como en la obtención de las normas iso, la institución prestadora del servicio de salud debe-
rá presentar al ombudsman un manual de sus procedimientos internos, describir cada uno de
los procesos que constituyen su actividad y expresar cuáles son los protocolos de seguridad
que deben respetar sus empleados. esta descripción de procesos servirá para que se identifi-
quen debilidades, antes de que ellas ocurran. también para analizar, en el caso de que el om-
budsman se encuentre con una frecuencia inusual de reclamos para una institución y un
tema, dónde está la falla y cómo corregirla. el ombudsman deberá tener la facultad de impo-
ner correcciones de los procesos, llamando a la institución a una instancia de negociación y
coordinación de la corrección del proceso erróneo, la que deberá comprometerse a fijar un
plazo para cumplir con la normalización de ese proceso.
k) ante los problemas que suelen darse con las historias clínicas de los pacientes (con pre-
sunciones de desaparición o cambios, ante cada conflicto judicial que tenga el cliente con la
institución), sería interesante establecer un sistema de minutas o informes que el profesional
médico debe entregar, tras cada consulta al paciente. un sistema paralelo de notas parciales,
con las firmas y sellado del profesional, que obre como un sistema de resguardo para el pa-
ciente. asimismo, cuando indique un estudio y reciba el resultado, proporcionar la indica-
ción de qué manera ese análisis ha servido para formular su diagnóstico. el paciente deberá
suscribir esta minuta y podrá firmar en disidencia, sino concuerda con lo expresado por el
profesional. Ésta disidencia debería habilitar mecanismos automáticos de consulta o media-
ción.